El Tribunal Supremo de Rusia prohibió las actividades de los Testigos de Jehová al considerarlos una organización extremista y ordenó la incautación de todas sus propiedades.

 

Por lo que a partir de ahora queda suspendida “con efecto inmediato” la práctica de ese culto y se disuelve tanto el Centro de dirección de los Testigos de Jehová en Rusia como sus 395 filiales en todo el país.

 

El Supremo satisfizo así la demanda presentada por el Ministerio de Justicia, quien pidió a finales de marzo ilegalizar las actividades de los Testigos de Jehová en este país.

 

“La organización religiosa testigos de Jehová muestra indicios de extremismo. Representa una amenaza para nuestros ciudadanos, el orden público y la seguridad de la sociedad”, dijo Svetlana Borísova, representante del ministerio de Justicia, durante la vista del Supremo.

 

La funcionaria recordó que dicha organización ha propagado literatura incluida en la lista de publicaciones extremistas y recordó que la prohibición de las transfusiones de sangre que profesan sus seguidores amenaza la vida de las personas.

 

Por su parte, el portavoz de los Testigos de Jehová en Rusia, Iván Belenko, denunció que la decisión de las autoridades rusas privará de su derecho a la libertad de culto a los 175 mil seguidores que tiene esa comunidad en el país.

 

El presidente de la Asociación rusa para el Estudio de Religiones y Sectas, Alexandr Dvorkin, considera que los Testigos de Jehová son una secta que crea en torno a sus seguidores su propio mundo, un entorno aislado del resto de la sociedad.

 

Dvorkin también ha criticado y ha tachado de sectas a los Mormones y a la Iglesia de la Cienciología, prohibida por la Justicia rusa en noviembre de 2015.

 

Con información de Noticieros Televisa /Foto: Especial 

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



Escribe un comentario