Este miércoles, el fundador de Wikileaks, Julian Assange, fue sentenciado por un tribunal de Londres a 50 semanas de cárcel por incumplir las condiciones de su libertad condicional y refugiarse en la embajada de Ecuador, donde vivió durante casi siete años hasta que la policía lo sacó el mes pasado.

La jueza Deborah Taylor leyó la sentencia ante Assange, vestido con una chaqueta negra y un suéter gris. Taylor dijo que el fundador de Wikileaks se aprovechó de su posición privilegiada para saltarse la ley, expresando desprecio por la justicia británica.

“Usted permaneció allí durante casi siete años, aprovechándose de su posición privilegiada para incumplir la ley y publicitar a nivel internacional su desprecio por la ley de este país”, dijo la juez Taylor en la corte de Southwark Crown.

Según dijo la jueza, garantizar que Assange fuera arrestado cuando saliera de la embajada costó a los contribuyentes 16 millones de libras esterlinas, alrededor de 21 millones de dólares.

Los seguidores de Assange coreaban la palabra “vergüenza”, mientras la jueza leía el veredicto.

Cabe recordar que Assange fue acusado por dos suecas de agresión sexual y violación en 2010. Assange, que negó las acusaciones, luchó en los tribunales para intentar que una orden de extradición a Suecia y la investigación preliminar fueran desestimadas.

Pocas horas después de su salida de la embajada ecuatoriana en Londres el 11 de abril de este año, fiscales estadounidenses anunciaron que Assange había sido acusado de conspiración por intentar acceder a un computador clasificado del Gobierno norteamericano.

En su audiencia en Londres, Assange se disculpó por cualquier falta de respeto que pueda haber mostrado.

“Me disculpo sin reservas con los que consideren que les falté al respeto por la forma en que he defendido mi caso. No es lo que quería o pretendía”, afirmó Assange en una carta leída por su abogado, Mark Summers.

“Me encontré luchando contra circunstancias aterradoras para las que ni yo ni nadie a los que pedí consejo pudo conseguir un remedio. Hice lo que en ese momento pensé que era lo mejor”, agregó.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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