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alaN GARCÍA

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Luego de que el pasado miércoles se diera a conocer el fallecimiento del ex presidente de Perú, Alan Garcia, quien se disparó tras la llegada de agentes de la fiscalía a su domicilio para arrestarlo en relación a una investigación que se le seguía por el caso de corrupción de Odebrecht, este viernes se dio a conocer la carta que dejó.

Luciana García Nores, hija del ex mandatario, leyó en público la carta que dejó su padre, en la que denuncia la estrategia que siguieron sus opositores para criminalizarlo por más de 30 años.

En su carta, García reiteró que nunca recibió sobornos de ningún tipo, afirmando que nunca podría haber precio suficiente para quebrantar su orgullo. “Otros se venden, yo no”.

Esta es la carta integra que dejó:

Cumplí la misión de conducir el aprismo al poder en dos ocasiones e impulsamos otra vez su fuerza social. Creo que esa fue la misión de mi existencia, teniendo raíces en la sangre de ese movimiento.

Por eso, y por los contratiempos del poder, nuestros adversarios optaron por la estrategia de criminalizarme durante más de 30 años. Pero jamás encontraron nada, y los derroté nuevamente, porque nunca encontrarán más que sus especulaciones y frustraciones.

En este tiempo de rumores y odios repetidos, que las mayorías creen verdad, he visto cómo se utilizan los procedimientos para humillar o vejar, y no para encontrar verdades.

Por muchos años me situé por sobre los insultos. Me defendí, y el homenaje de mis enemigos fue argumentar que Alan García era suficientemente inteligente como para que ellos no pudieran probar sus calumnias.

No hubo ni habrá cuentas ni sobornos ni riqueza, la historia tiene más valor que cualquier riqueza familiar. Nunca podría haber precio suficiente para quebrar mi orgullo de aprista y de peruano. Por eso repetí, otros se venden, yo no.

Cumplido mi deber en la política y en las obras hechas en favor del pueblo, alcanzadas las metas que otros países o gobiernos no han logrado, no tengo por qué aceptar vejámenes. He visto a otros desfilar esposados, guardando su miserable existencia, pero Alan García no tiene por qué sufrir esas injusticias y circos.

Por eso, le dejo a mis hijos la dignidad de mis decisiones. A mis compañeros, una señal de orgullo; y mi cadáver, como una muestra de mi desprecio hacia mis adversarios, porque ya cumplí la misión que me impuse.

Que Dios, al que voy con dignidad, proteja a los de buen corazón y a los más humildes

El expresidente de Perú Alan García se suicidó este miércoles de un disparo en la cabeza cuando la policía llegaba a su casa para arrestarlo en el marco de una investigación fiscal por un esquema de sobornos de la constructora brasileña Odebrecht.

García, de 69 años, falleció en el hospital Casimiro Ulloa de Lima, al que fue trasladado poco después de dispararse dentro de su habitación, en el segundo piso de su vivienda en el distrito residencial de Miraflores.

García estaba siendo investigado por su relación con Odebrecht, que desató un escándalo de corrupción en América Latina tras admitir en 2016 que ganó contratos de obras en la región gracias al pago de sobornos.

El expresidente, que gobernó dos veces el país -entre 1985 y 1990 y entre 2006 y 2011-, fue una figura gravitante en la escena política peruana y protagonista de ácidas polémicas.

Decenas de simpatizantes, amigos y varios políticos de su partido APRA que habían llegado al hospital reaccionaron con indignación y tristeza a la noticia de su muerte.

El ministro de Interior, Carlos Morán, explicó en una conferencia de prensa que la policía llegó a la casa de García atendiendo una orden judicial de detención. Cuando los agentes ingresaron a la vivienda, el exmandatario se encerró en su habitación.

“A los pocos minutos se escuchó un disparo de arma de fuego y la policía ingresó y encontró a García con una herida de bala en la cabeza”, afirmó a periodistas.

El exmandatario había rechazado varias veces las acusaciones en su contra y se había declarado un perseguido de sus enemigos políticos.

Este miércoles, el expresidente de Perú, Alan García, fue internado de emergencia en un hospital luego de dispararse cuando policías ingresaron a su casa para arrestarlo por el caso de sobornos de la constructora brasileña Odebrecht.

García fue trasladado de inmediato al hospital local Casimiro Ulloa, ubicado en un distrito de Lima.

El canal de televisión local América informó que García estaba siendo sometido a una cirugía de emergencia y se encontraba en estado crítico. Imágenes del canal mostraron a dos hijos del exmandatario ingresar al hospital.

De acuerdo con los primeros reportes, los agentes llegaron al domicilio del expresidente, en el barrio de Miraflores, en Lima, alrededor de las 6:25 hora local y lo encontraron herido.

Según el diario peruano El Comercio, García se disparó en la cabeza antes de ser detenido, información que fue confirmada por el abogado del exmandatario, Erasmo Reyna.

El Poder Judicial dictó orden de detención preliminar contra el expresidente en el marco de las investigaciones por el caso Odebrecht.