Tag

amia

Browsing

La producción de automóviles en plantas del país subió un 9.56% interanual en enero hasta las 307,069 unidades, con lo que se mantiene la tendencia al alza de 2023, informó este miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Asimismo, la exportación de vehículos ligeros se incrementó en un 6.82%, hasta las 254,367 unidades, mientras que las ventas en el mercado interno se elevaron un 18.73% hasta los 112,099, según el reporte del Instituto.

El INEGI precisó que el 77.9% de los vehículos ligeros producidos fueron camiones ligeros y el resto automóviles.

En el reporte destaca un desplome del 74.1 % interanual en la producción de la planta de Audi, que acumula dos semanas de huelga por un desacuerdo entre los sindicatos y los empresarios por el incremento salarial para 2024.

La importancia de la industria automotriz para México radica en que representa casi el 4% del PIB nacional y el 20.5% del PIB manufacturero, más que ningún otro sector, según la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).

La información que refiere el INEGI en su reporte proviene de 23 empresas afiliadas a la AMIA, Giant Motors Latinoamérica y Autos Orientales Picacho.

Recordemos que el sector automotor de México recuperó sus niveles prepandemia en 2023, cuando la producción creció un 14.23% anual, las exportaciones un 15.19% y las ventas internas un 24.36%.

En 2022, la industria automotriz repuntó con un crecimiento del 9.24% en la producción, después de la caída del 2% en 2021 por la escasez de chips semiconductores y el desplome de más del 20% en 2020 por la pandemia de la COVID.

La industria automotriz en México espera una “pronta solución” a la huelga que declaró la semana pasada la Unión de Trabajadores Automotrices de Estados Unidos (UAW) para demandar mejores salarios y prestaciones laborales de Ford, General Motors y Stellantis.

“Esperamos que se llegue a una pronta solución para beneficio de la industria y la región”, dijo este lunes en un breve posicionamiento la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).

El organismo señaló que el sector automotor mantiene una “fuerte integración” regional a lo largo de la cadena de valor, pero que de “momento” es “difícil” calcular los impactos que el paro de la industria estadounidense pueda tener para las fábricas mexicanas.

Esto, argumentó, porque la estimación depende de factores “como la duración de la misma, las líneas que paren, así como la cantidad de plantas afectadas”.

La AMIA ve “con atención” los sucesos y está en constante análisis de la información que pueda surgir “tanto de empresas, sindicato y Gobierno” de Estados Unidos, y que mantiene comunicación continua con todos sus socios.

Recordemos que el sindicato y las tres empresas negocian desde julio pasado la firma de un nuevo convenio colectivo para los próximos cuatro años, pero los trabajadores se quejan de que los fabricantes no están negociando de buena fe en momentos en que se registran beneficios millonarios.

La huelga entró en su cuarto día este lunes sin señales de avances y ante la amenaza de que el paro se extienda.

El sindicato reclama un aumento salarial del 46% en cuatro años, la instauración de nuevo de pensiones tradicionales, la reducción de la jornada laboral y la sindicalización de los trabajadores de las fábricas de producción de baterías.

La importancia de la industria automotriz para México radica en que representa casi el 4% del PIB nacional y el 20.5% del PIB manufacturero, más que ningún otro sector, según la AMIA.

Además de ensamblar autos, México también es proveedor de piezas, por lo que la Industria Nacional de Autopartes (INA) estimó que la huelga causará una pérdida de 76 millones de dólares ante la caída de la producción durante los primeros siete días.

La Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra) estimó además que uno de cada 10 empleos en la frontera norte de México está en peligro por la huelga contra las grandes automotrices de Estados Unidos.

En Estados Unidos, la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, dijo que espera una resolución rápida y que es demasiado pronto para evaluar el impacto de la huelga.

“Es prematuro hacer pronósticos sobre lo que significará para la economía. Dependerá de cuánto dure la huelga y quiénes se vean afectados”, dijo en entrevista con la cadena CNBC.

Yellen declaró que el activismo laboral de este año: huelgas de escritores y actores de Hollywood, de trabajadores en unos 150 locales de Starbucks y huelgas que se evitaron por poco en United Parcel Service y en los puertos de la costa oeste, ha sido impulsado por un mercado laboral fuerte y una alta demanda de trabajadores.

En una señal del potencial económico y político de una huelga prolongada, el presidente Joe Biden enviará a dos altos funcionarios de su gobierno a Detroit esta semana para reunirse con ambas partes. Biden se puso del lado del sindicato UAW en breves comentarios públicos, diciendo que los fabricantes de automóviles no han compartido de manera justa sus ganancias récord con los trabajadores.

Un funcionario federal dijo que la secretaria interina del Trabajo, Julie Su, y su principal asesor, Gene Sperling, no actuarán como mediadores, sino que irán a Detroit “para ayudar a apoyar las negociaciones de cualquier forma que las partes consideren constructivo”.

El presidente del UAW, Shawn Fain, dijo el lunes que el gobierno de Biden no negociará un acuerdo. “Esta es nuestra batalla. Nuestros miembros están ahí a cargo de las protestas”, dijo Fain en MSNBC. “Esta batalla no se trata del presidente ni se trata del expresidente”.

En lugar de lanzar una huelga total con sus 146,000 miembros, el sindicato optó por concentrarse en tres fábricas, una en cada automotriz, un plan que podría hacer que el fondo de huelga de 825 millones de dólares del sindicato dure más.

La producción de automóviles en plantas de nuestro país creció un 24.97% interanual en mayo, al alcanzar las 344,201 unidades, informó este martes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

La exportación de vehículos ligeros se incrementó en un 14.16%, hasta los 279,274, y las ventas en el mercado interno se dispararon un 17.08% hasta los 106,798, según se detalla en el informe del INEGI.

De esta manera, la fabricación de vehículos ligeros en México acumula un crecimiento interanual del 13.44% en los primeros cinco meses del año, y las ventas nacionales registran un crecimiento de 21.37% en este periodo.

“Durante enero-mayo de 2023, se comercializaron 519,534 vehículos ligeros y, en este mismo periodo, se produjeron un millón 560 mil 928 unidades en México”, añadió el INEGI.

En tanto, las exportaciones de autos fabricados en México llevan un incremento del 9.17% en lo que va del año, un total de un millón 273 mil 915 unidades.

La importancia de la industria automovilística para el país radica en que representa casi el 4% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional y el 20.5% del PIB manufacturero, más que ningún otro sector, según la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).

Tras dos años de caídas y de escasez de insumos, el sector automovilístico del país repuntó en 2022 con un crecimiento anual de 9.24 % en la producción, de 5.86% en las exportaciones y de 7.03% en las ventas.

En 2020, la producción y la exportación de vehículos cayeron más de un 20% en medio de la pandemia de COVID-19, que obligó al cierre de esta industria durante los primeros meses de la crisis sanitaria.

En 2021, la fabricación cayó un 2% anual por la escasez de chips semiconductores, y las exportaciones subieron apenas un 0.94%.

La escasez de semiconductores, que desde hace meses ha golpeado severamente a la industria mexicana automotriz, debería estabilizarse a lo largo de 2022 y alcanzar niveles prepandémicos en la segunda mitad del año, dijo este martes la principal asociación de fabricantes de vehículos.

En rueda de prensa, el director general de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), Fausto Cuevas, dijo que el gremio espera que el suministro “puede irse estabilizando a lo largo del año y hacia el segundo semestre pudiera estar regresando a niveles que teníamos previos a la pandemia”.

Y es que México ha visto cómo la producción y la venta de vehículos han sido perjudicadas durante meses por la falta de chips, ligada a cambios en los hábitos de consumo y dificultades de transporte derivadas de la pandemia del coronavirus.

Datos oficiales difundidos la semana pasada mostraron que la producción y las exportaciones de automóviles cayeron en enero con respecto al año anterior, acumulando su séptima caída mensual consecutiva.

La recuperación de niveles prepandémicos en el abasto de semiconductores permitiría al sector automotor retomar cierta normalidad. “Esto nos daría la posibilidad de reanudar o retomar niveles de ocupación de la capacidad instalada en porcentajes importantes”, agregó Cuevas.

Recordemos que la producción de vehículos cayó un 2% en 2021 en comparación con 2020, la cuarta caída anual consecutiva, ya que la escasez de chips en los últimos meses llevó a los productores de automóviles en América del Norte a implementar cierres continuos, lo que redujo la producción.

La AMIA ha estimado previamente que la producción no volverá a los niveles previos a la pandemia hasta fines de 2023 o en 2024.

La reforma eléctrica que impulsa el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) debe atender las “áreas de oportunidad existentes” sin por ello afectar al sector productivo con sus “desventajas”, pidió este lunes la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).

“La industria automotriz está interesada en contar con un sistema eléctrico nacional transparente, eficiente, competitivo y progresivamente más sustentable. Estamos seguros de que todos los actores involucrados tienen el mismo interés. (…) Por lo que creemos que se encontrará la manera de atender las áreas de oportunidad del sector eléctrico sin afectar otros sectores industriales”, compartió José Zozaya, presidente de la AMIA.

Zozaya reconoció que el sistema eléctrico nacional y su marco normativo tienen áreas de mejora que podrían solucionarse modificando la legislación secundaria.

Pero a su vez, compartió “las desventajas que tendría la iniciativa de reforma constitucional propuesta por el Ejecutivo Federal”.

Ello debido a los efectos negativos que esta puede traer para la planta productiva de la industria automotriz mexicana y los compromisos internacionales suscritos por México en acuerdos como el tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, el T-MEC, o el Acuerdo de París.

Las empresas afiliadas a la AMIA enumeraron algunas de sus principales preocupaciones sobre la reforma eléctrica, que propone que la estatal Comisión Federal de Electricidad (CFE) genere por los menos un 54% de la energía, y para las empresas privadas el porcentaje restante como máximo.

“Vemos con preocupación que pudiera no haber financiamiento disponible, ni infraestructura ni generación de energía eléctrica limpia que permitan atender el incremento en la demanda en el futuro cercano, tanto por la inercia económica existente como por los compromisos planteados con anterioridad”, indicó la AMIA.

La asociación consideró que, por la “capacidad limitada de fuentes renovables” con las que cuenta la CFE, para alcanzar dicha proporción en la generación de electricidad se tendrían que usar combustibles fósiles, lo cual señalaron, podría incrementar el costo de la electricidad hasta en un 31%.

Asimismo, en caso de limitar la modalidad de autoabastecimiento, habrá una parte significativa de la demanda de electricidad que tendría que cubrir inmediatamente la CFE y “su capacidad para lograrlo se verá retada”, advirtió la AMIA.

Finalmente, advirtió de los problemas internos y también externos de no producir utilizando energía renovables. “Al no promover energías renovables, nuestras exportaciones podrían estar sujetas a represalias comerciales, como impuestos al carbono a manufacturas, haciendo menos atractivo a México como destino de inversiones y afectando la generación de empleos”, agregó.

La producción y exportación de vehículos ligeros en México cayó por quinto mes consecutivo en noviembre, según informó el INEGI, situación ocasionada por los efectos de la continuada escasez global de semiconductores.

Se detalla que durante noviembre se vendieron al público en el mercado interno 82,829 unidades, lo que representa una variación a la baja de 13.5% respecto al mismo mes de 2020. En el periodo enero-noviembre 2021 se comercializaron 917,315 unidades.

En tanto, la producción total de vehículos ligeros en México, para el periodo enero-noviembre de 2021 es de 2,767,004 unidades, se muestra que los camiones ligeros representan 76.1% del total, mientras que el resto corresponde a la fabricación de automóviles. Se trata de un 20.25% menos respecto a noviembre del año pasado.

En noviembre se exportaron 240,341 vehículos ligeros y para el periodo enero-noviembre de 2021 se reportó un total 2,479,515 unidades exportadas. En este mismo periodo se presentó una variación de 3.0% respecto a 2020. Así, los envíos al exterior disminuyeron un 16.46%.

La falta mundial de chips, que comenzó en 2020 debido a una mayor demanda global de computadoras y videojuegos durante los confinamientos por la pandemia de COVID-19, ha llevado a los armadores automotrices en Norteamérica a implementar cierres continuos, reduciendo la fabricación.

Recordemos que la producción automotriz en México se desplomó un 20% a 3.04 millones de vehículos el año pasado durante la etapa más crítica de la pandemia de coronavirus. La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) ha pronosticado que este año podría disminuir hasta un 5% más.

México exporta la mayor parte de la producción automotriz a Estados Unidos, principal socio comercial y firmante del T-MEC, donde una iniciativa legal para dar incentivos a los autos eléctricos fabricados en ese país desató molestias al interior de la 4T; la Secretaría de Economía amagó con imponer tarifas en represalia si se concretan.

La nueva ola de COVID-19 que afecta a diversos países del mundo, ha complicado el desabasto global de semiconductores, reduciendo las expectativas de producción y exportación automotriz para el cierre de año en México, dijo este lunes la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).

 

Inicialmente, la AMIA había estimado que en el tercer trimestre se podría empezar a regularizar la proveeduría de chips en el sector y esperaba terminar 2021 con un alza cercana a un 12% en el ensamblaje de vehículos ligeros versus 2020, recordó su director general, Fausto Cuevas, en videoconferencia.

No obstante, el directivo señaló que el reciente repunte de casos por la pandemia de coronavirus ha seguido impulsando una mayor demanda de estos componentes en sectores distintos al automotor, como el de los videojuegos, afectando su oferta en esta industria.

“Esto ha llevado a que la solución (al desabasto) se vaya retrasando un poco”, dijo Cuevas. “Estimamos que esto podría tener un efecto tanto en producción como en exportaciones y pudiéramos estar hablando de volúmenes similares a los del año pasado”, agregó.

Recordemos que la fabricación de automóviles cayó en julio un 26.5% en comparación con el mismo mes del año anterior en México, mientras que las exportaciones disminuyeron un 23.6%, según el INEGI, tras haber crecido en abril, mayo y junio a tasa anual.

Durante 2020, la producción y envíos al exterior de autos en México cayeron en más de un 20% interanual, debido principalmente a los estragos de la pandemia del coronavirus sobre la actividad productiva y comercial.

Con información de Reuters

La venta de vehículos nuevos cayó un 28.66% en México en agosto en comparación con el mismo mes de 2019, informó este viernes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

El Instituto apunto que el dato del octavo mes del año representa una disminución significativa pese a la paulatina recuperación del sector.

La industria automotriz representa un 3.8% del PIB nacional y 20.5 % del PIB manufacturero, más que ningún otro sector, según datos de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA). Adicional, de dicho sector dependen 980,000 trabajadores directos y 3.6 millones de indirectos.

La venta de coches alcanzó las 77,092 unidades en agosto de 2020 frente a las 108,058 comercializadas en el mismo mes del año pasado.

Esta caída en las ventas está lejos de la registrada en abril, el primer mes completo en el que la pandemia de COVID-19 estuvo presente, cuando el impacto en las ventas fue del 64.5%.

En el acumulado anual, hasta agosto de 2020 se vendieron 586,410 vehículos nuevos, un 31.39% menos que en el mismo periodo de 2019, en el que se comercializaron 854,656 coches nuevos.

En tanto, la producción de vehículos ligeros cayó en agosto de 2020 un 13.15% con respecto al mismo mes de 2019 y acumula un déficit del 32.6% en lo que va de año.

En abril, la caída en la producción fue de un 98.76% y en la exportación de un 90.2%.

La exportación de coches también presentó en agosto una caída interanual del 8.59%, lo cual eleva la bajada del acumulado de 2020 hasta el octavo mes del año al 33.37%.

La industria automotriz fue de las más afectadas por el cierre de las actividades no esenciales durante abril y mayo para contener el avance de la epidemia, pero según el presidente de AMIA, José Guillermo Zozaya, ya presenta signos de recuperación.