Tag

biden

Browsing

“Ha sido una noche y un día increíbles”, resumió Donald Trump, quien tiene prácticamente garantizado un duelo con Joe Biden en la elección presidencial de noviembre próximo tras arrasar en el llamado Súper Martes.

El expresidente fue declarado vencedor en 14 estados de los 15 en disputa: Alabama, Alaska, Arkansas, Colorado, California, Maine, Massachusetts, Minnesota, Carolina del Norte, Oklahoma, Tennessee, Texas, Utah y Virginia.

Solo Vermont privó a Trump de una victoria absoluta y se decantó por Nikki Haley, la última que hasta ahora se interponía en su camino por la nominación presidencial del partido.

Ante el arrasador avance de Trump, Haley anunció este miércoles su retiro de las primarias republicanas. “Ha llegado el momento de suspender mi campaña”, dijo Haley. “No me arrepiento de nada”.

“Felicito al señor Trump, le deseo que le vaya bien”, sostuvo la ahora exaspirante republicana, quien destacó que aunque es probable que Trump sea el candidato republicano, no lo apoyó.  “Ahora le toca a Donald Trump ganarse los votos de los que están en nuestro partido y fuera de él”, remarcó. “Y espero que lo haga”.

El exmandatario queda así como el único aspirante del partido republicano para las contienda presidencial.

Ha sido un Súper Martes sin misterio. Ni el republicano, de 77 años, ni el demócrata, de 81, tienen a nadie que les haga sombra en las primarias, durante las que se designa a los candidatos de ambos partidos para los comicios.

“Ha sido una noche y un día increíbles, increíbles. Ha sido un período increíble en la historia de nuestro país”, afirmó Trump ante sus seguidores, congregados en su mansión de Mar-a-Lago, en Florida.

Desde el 15 de enero y, a pesar de sus problemas legales, Trump ha ganado casi todas las primarias. Se enfrenta a 91 cargos por delitos graves. Esto no impide que tenga gran popularidad entre los votantes de clase trabajadora, blancos y de las zonas rurales.

Por su parte, Biden afirmó que Trump “está decidido a destruir nuestra democracia” y “hará o dirá cualquier cosa para alcanzar el poder”.

El demócrata también pidió fondos porque “Trump está arrasando en las primarias”. “Seremos nosotros contra toda la derecha trampista en estas elecciones (…). Necesito tu ayuda”. Hace ya semanas que Biden había dado por perdida la batalla de Haley.

En teoría, las primarias pueden prolongarse hasta julio. Pero el equipo de Trump predice una victoria “el 19 de marzo” a más tardar, después de que voten Georgia y Florida.

El millonario quiere centrarse en una revancha con Joe Biden antes de tener que enfocarse en sus problemas legales. Su primer juicio penal comienza el 25 de marzo en Nueva York.

Del lado demócrata, Biden puede estar tranquilo. No tiene rivales de peso. Las candidaturas de dos demócratas, el congresista Deán Phillips y la autora de libros de autoayuda Marianne Williamson, nunca han suscitado entusiasmo a pesar de las críticas recurrentes de los votantes a la edad del presidente o a su apoyo a Israel.

Como se esperaba, Biden ganó ayer en todos los estados, menos en un territorio: la Samoa Americana, donde fue derrotado por un empresario prácticamente desconocido.

Mañana será la próxima gran noche del presidente: defenderá su visión para Estados Unidos durante un discurso ante el Congreso, el tradicional “Estado de la Unión”.

Es la migración. Eso respondió el 28 por ciento de los encuestados por Gallup a la pregunta de ¿Cuál cree que es el problema más importante que enfrenta el país hoy? La famosa frase de James Carville de “Es la economía, estúpido”, puede hoy modificarse por “es la migración”.

En segundo lugar (20 por ciento) quedó el gobierno como problema importante a resolver y en tercer lugar, con apenas 12 por ciento, los encuestados respondieron que el problema es la economía. Esto mete de lleno a México en las campañas electorales de nuestros vecinos, en un año en el que también celebraremos elecciones federales.

¿Qué implica que México entre en las campañas? Por un lado, que tanto Andrés Manuel López Obrador como Donald Trump se verán beneficiados entre más caótica se encuentre la frontera. Si. Los intereses de AMLO y Trump se alinean. Para el ex presidente de Estados Unidos, el que la frontera sea un problema no resuelto le permite atacar a Biden y subir sus probabilidades de reelegirse dada la importancia que el electorado estadounidense le da al tema.

Por ello, aun cuando el Senado de EUA estaba por aprobar una iniciativa bipartidista que pondría algo de orden en materia migratoria, con la señal que envió Trump a la Cámara de Representantes – en donde los Republicanos tienen una pequeña mayoría – de que no quería que eso sucediera, la propuesta se vino abajo. Los senadores republicanos no quisieron jugar su capital político si sabían que en la Cámara baja la iniciativa no prosperaría.

Trump quiso tumbar esta iniciativa porque sabe que si Biden se anota un gol en materia migratoria/fronteriza, aumentan sus posibilidades de reelegirse.

Y en el caso de AMLO, el caos en la frontera le permite mantener el sartén por el mango ante un Biden que sabe que si México juega su parte en detener el flujo migratorio desde la frontera sur con Centroamérica, el caos para la frontera con EUA es mucho menor. Por ello Biden ha decidido mirar hacia otro lado en derechos humanos; democracia y libertad de expresión en México. No se quiere meter en pleitos que para él son menores y que le podrían complicar la cooperación de AMLO en migración.

En México López Obrador está usando todos los recursos del Estado para que en las elecciones de junio su sucesora, Claudia Sheinbaum, gane. El que La Casa Blanca haga como que no ve y no escucha estas acciones antidemocráticas es invaluable para el presidente mexicano. Es un logro para AMLO poder chantajear al hombre más poderoso del planeta gracias a una caótica frontera: el flujo de migrantes sube o baja dependiendo qué tanto coopere el gobierno mexicano en ello.

Para muestra, su reciente filtración de los datos personales de Natalie Kitroeff, la corresponsal del NYTimes en México, durante su conferencia mañanera. López Obrador se enojó por el artículo del diario en el que mencionó que el gobierno de EUA había abierto investigaciones sobre vínculos del crimen organizado con su campaña del 2018.

Lejos de que La Casa Blanca condenara esta filtración y defendiera la libertad de expresión, el embajador de EUA en México, Ken Salazar, prefirió salir a decir que no hay ninguna investigación de vínculos de AMLO con el crimen organizado.

Lamentable, pero cierto. AMLO y Trump se benefician del caos en la frontera y con ello México se inserta de lleno en las elecciones de noviembre próximo en EUA.

Apostilla: El presidente López Obrador vuelve a querer jugar a ser empresario…con el dinero de los mexicanos. Ahora quiere comprar el aeropuerto de Toluca para que lo opere la Marina. Se nota que no es su dinero y que nunca ha vivido más que del erario.

Columna completa en El Universal

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su gran rival, el exmandatario Donald Trump, llegan hoy al llamado Súper Martes, día en que se celebrarán el mayor número de primarias para las elecciones presidenciales de noviembre, en las que las nominaciones de ambos están prácticamente garantizadas.

Biden no tiene adversario dentro de las filas demócratas porque es el presidente en ejercicio, mientras que Trump goza de una inusual ventaja en las primarias republicanas, donde ya solo queda la exembajadora ante la ONU, Nikki Haley, intentando hacerle sombra al magnate.

El Súper Martes es el día en el que más estados votan para definir a los candidatos presidenciales: este año son 15 de los 50 que forman el país, entre ellos, California y Texas, los más grandes de Estados Unidos.

También acuden a las urnas los votantes demócratas y republicanos de Alabama, Arkansas, Colorado, Maine, Massachusetts, Minesota, Carolina del Norte, Oklahoma, Tennessee, Utah, Vermont y Virginia.

Alaska celebra además las primarias republicanas y también votan los demócratas en el extranjero y en los territorios de Samoa Americana y de las Islas Marianas del Norte.

Están en juego más del 35% de los delegados que se reunirán en las convenciones republicana de Milwaukee y demócrata de Chicago para elegir a su candidato a la Casa Blanca.

Tradicionalmente, el Súper Martes ha servido como un punto de inflexión en la elección del candidato de la oposición por el gran número de delegados que están en juego.

Sin embargo, Trump llega a este día con la etiqueta de imbatible, después de haber arrasado en casi todas las citas desde que arrancaron las primarias republicanas con los caucus de Iowa del 15 de enero.

Todos sus rivales se han ido bajado de la contienda excepto Haley, quien hasta ahora se ha impuesto al magnate neoyorquino en las primarias del Distrito de Columbia el pasado fin de semana; sin embargo, expertos señalan que esa victoria es sólo simbólica, pues no tiene gran peso político.

De hecho, la gran incógnita es si la candidatura de Haley sobrevivirá a la jornada de hoy o si cederá a las crecientes presiones de su partido y de los donantes para que abandone la contienda.

Además, Trump se somete envalentonado a las urnas tras su victoria judicial de ayer, cuando el Tribunal Supremo ordenó levantar su inhabilitación de las primarias de Colorado, estado que también vota este martes.

El fallo, adoptado por unanimidad, puso fin además a los intentos de Illinois y Maine de sacar al expresidente republicano de la boleta electoral.

Por su parte, Biden se impuso en el Súper Martes de 2020 a su entonces rival demócrata, el senador Bernie Sanders;  cuatro años después llega a esta cita sin casi disputa interna.

Desde que arrancaron las primarias demócratas el pasado 3 de febrero en Carolina del Sur, solo ha perdido dos delegados en juego en las elecciones internas de Míchigan, donde se organizó un voto de protesta por la guerra de Gaza.

A pesar de su indiscutible ventaja, ni Biden ni Trump lograrán este Súper Martes ganar matemáticamente la nominación y tendrán que esperar unos días más.

Ni en el hipotético caso de que se hicieran con todos los delegados en juego, ni Biden lograría todavía la cifra mágica de 1,968 que debe conseguir para hacerse con la candidatura demócrata ni Trump los 1,215 que necesita.

En Broojula, Ana Paula Ordorica platica con Enrique Perret, internacionalista, director de la US-Mexico Foundation, sobre el Súper Martes; de cómo la migración se ha convertido en el tema que más preocupa a los estadounidenses y de qué sigue en la contienda electoral de Estados Unidos.

El presidente Joe Biden y su posible rival republicano para las elecciones de noviembre próximo, Donald Trump, realizarán visitas paralelas a la frontera con México, en búsqueda del respaldo ciudadano en uno de los temas más álgidos de la campaña electoral: migración.

Esta especie de duelo tendrá lugar en Texas, y se produce cuando un número récord de cruces de migrantes por pasos no autorizados hacia Estados Unidos es  una gran amenaza para las posibilidades de Biden de impedir el regreso de Trump al poder.

Biden se reunirá con agentes de la patrulla fronteriza y agentes del orden en Bronwnsville, Texas. Mientras el republicano Trump se dirige a Eagle Pass, donde su aliado, el gobernador texano Greg Abbott, tiene parte del área fronteriza controlada con militares, desafiando la jurisdicción del gobierno federal en esa zona.

Biden, acusado por sus opositores de permitir una “invasión” al país, ha tratado de calmar el tema culpando a los republicanos en el Congreso por no respaldar sus reformas al criticado sistema de inmigración de Estados Unidos.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, dijo que en Brownsville Biden pronunciaría comentarios para resaltar la necesidad de que los republicanos “lo hagan”. El presidente les pedirá que “dejen de jugar a la política y proporcionen los fondos necesarios para agentes adicionales de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, más oficiales de asilo, tecnología de detección de fentanilo, que es traficado por la frontera, y más”.

Pero para Trump mantener una postura férrea contra la ola migratoria ha sido fundamental para su identidad política durante años, y ha prometido el mayor programa de deportación jamás realizado en Estados Unidos si vuelve a la Casa Blanca.

“Ningún país puede sostener lo que le está sucediendo a nuestro país”, dijo el expresidente en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) en Washington a principios de este mes.

Para Trump, los inmigrantes están “matando a nuestra gente, están matando a nuestro país”, en una retórica cada vez más de extrema derecha que lo llevó a decir el año pasado que los inmigrantes estaban “envenenando la sangre” de Estados Unidos.

Estas visitas, a menos de ocho meses antes de que los estadounidenses acudan a las urnas, resalta lo mucho que está en juego en la cuestión fronteriza.

Los republicanos culpan del flujo de inmigrantes a las políticas de Biden que favorecen el derecho a solicitar asilo, modalidad a la que se acoge la mayoría de los migrantes, que provienen principalmente de países de América Latina, en busca de mejores condiciones de vida. Para la Casa Blanca, el partido de Trump está saboteando deliberadamente un intento bipartidista de encontrar una solución.

La cuestión fronteriza también se ha visto enredada en una amarga disputa sobre la ayuda estadounidense para la lucha de Ucrania contra la invasión rusa. Para los republicanos, primero se debe abordar la migración antes de desbloquear la financiación.

Donald Trump y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, lograron una victoria en las primarias en Míchigan, aunque el demócrata recibió un voto de castigo por su gestión en la guerra de Gaza por parte de la significativa población árabe-estadounidense de dicho estado.

Hubo poco suspenso sobre de los resultados para ambos partidos: Biden prácticamente no tuvo rivales en la nominación demócrata y Donald Trump declaró su victoria anticipada en una votación republicana a dos tiempos que concluirá el fin de semana.

Decenas de miles de votantes demócratas optaron por marcar la casilla de “sin compromiso” como parte de una campaña lanzada en protesta por el apoyo brindado por Biden a Israel en la guerra en Gaza.

Con casi dos tercios de los colegios electorales todavía por contabilizar, la opción “sin compromiso” recogía más de 50,000 votos, más del doble que en los recuentos finales de los tres últimos ciclos electorales.

A medida que suben los muertos en la guerra entre Israel y el grupo islamista palestino Hamás, se erosiona el apoyo de los musulmanes y de los árabes estadounidenses hacia Biden, que fue crucial para su victoria sobre Trump en 2020 en Míchigan.

Este estado del Medio Oeste es el que cuenta con una mayor proporción de residentes que se identifican con ascendencia de Oriente Medio o del norte de África.

Los activistas de Míchigan habían pedido a los habitantes votar “sin compromiso” en señal de protesta y para empujar al presidente a exigir a Israel un alto el fuego inmediato.

El grupo ‘Escucha a Míchigan’ aspiraba a reunir a 10.000 votantes “sin compromiso” para transmitir un “mensaje potente e inequívoco” de que financiar y apoyar la guerra está “reñido con los valores del Partido Demócrata”.

La protesta nunca amenazó el camino fácil de Biden hacia la nominación. Su principal rival, el congresista por Minnesota Dean Phillips, no superaba el 3% de los votos en el recuento provisional.

Sin embargo, el número significativo de votos “sin compromiso” podría encender las alarmas de cara a las elecciones de noviembre, cuando Biden no podrá darse el lujo de erosionar a su partido en ese estado bisagra.

Durante las primarias de New Hampshire se lanzó una campaña similar con escasa repercusión, pero Míchigan tiene más población musulmana y árabe.

En cuanto a los republicanos, las cadenas CNN y NBC proyectaban la victoria de Trump a pocos segundos del cierre de las urnas.

Recordemos que el expresidente ha arrasado en los primeros estados de votación y nunca se esperó que Míchigan interrumpiera su marcha hacia la nominación.

Su única rival, su exembajadora ante la ONU, Nikki Haley, perdió en su estado natal de Carolina del Sur el fin de semana pero se ha negado a renunciar porque duda que Trump pueda derrotar a Biden.

Ambos partidos celebraron votaciones ayer, pero los republicanos han adoptado un complejo sistema híbrido que concluye las primarias en este estado cuatro días después mediante asambleas en cada uno de los 13 distritos.

Joe Biden y Donald Trump visitarán la frontera con México esta semana, en el mismo día, en una muestra de cómo la crisis migratoria se ha convertido en uno de los temas más importantes de cara a las elecciones de noviembre próximo.

Biden visitará el jueves la ciudad fronteriza sur de Brownsville, en Texas, para reunirse con agentes de la Patrulla Fronteriza, autoridades policiales y líderes locales, informó un funcionario de la Casa Blanca.

Ese mismo día, el expresidente Donald Trump, que se ha mostrado muy crítico con la política fronteriza de su sucesor demócrata y con el número de inmigrantes ilegales que llegan al país, visitará Eagle Pass, en Texas, dijo uno de sus asesores de campaña.

Trump está cerca de hacerse de la nominación presidencial tras una serie de victorias en las primarias sobre la exgobernadora de Carolina del Sur Nikki Haley, su última rival. El republicano está centrando ahora sus ataques en Biden, a quien las encuestas muestran vulnerable en el tema de la inmigración.

El índice de aprobación del presidente demócrata se hundió hasta el 38% en enero pasado debido a la preocupación por la inmigración, según el último sondeo de Reuters/Ipsos.

La encuesta reveló un aumento de la preocupación por la inmigración, que el 17% de los encuestados calificó como el problema más importante del país en la actualidad, frente al 11% que lo citó como el problema más acuciante en diciembre. Fue la principal preocupación de los encuestados republicanos, con un 36%, por encima del 29% que citó la economía.

El Gobierno de Biden ha tenido problemas para hacer frente al aumento de los solicitantes de asilo en la frontera con México, mientras que los republicanos en el Congreso, alentados por Trump, han amenazado con echar por tierra un intento bipartidista de abordar el problema.

El jueves, Biden reiterará su llamado a los republicanos del Congreso para que proporcionen los fondos necesarios para que haya más agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, más funcionarios de asilo, tecnología de detección de fentanilo y otras herramientas.

El asesor de Trump dijo que el hecho de que Biden visite la frontera el mismo día que el expresidente “muestra lo grande que es este problema para él”.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció este viernes que Washington decretará más de 500 nuevas sanciones contra Rusia, en un intento de aumentar la presión sobre Moscú con motivo del segundo aniversario de su guerra en Ucrania.

Estados Unidos también impondrá nuevas restricciones a la exportación a casi 100 entidades por prestar apoyo a Rusia y tomará medidas para reducir aún más los ingresos energéticos de Rusia, dijo Biden.

Las medidas buscan responsabilizar a Rusia por la guerra y la muerte del líder opositor Alexéi Navalni, dijo Biden, en momentos en que Washington busca seguir apoyando a Ucrania aun cuando enfrenta una aguda escasez de municiones y la ayuda militar estadounidense se ha demorado durante meses en el Congreso.

Las medidas irán dirigidas contra personas relacionadas con el encarcelamiento de Navalni, así como contra el sector financiero ruso, la base industrial de defensa, las redes de adquisiciones y los evasores de sanciones en varios continentes.

Las sanciones se suman a otras medidas de Estados Unidos y sus aliados por la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero de 2022, que ha causado decenas de miles de muertos y destruido ciudades.

“Dos años después del inicio de esta guerra, el pueblo de Ucrania sigue luchando con tremendo coraje. Pero se están quedando sin municiones. Ucrania necesita más suministros de Estados Unidos para mantener la línea contra los implacables ataques de Rusia, que son facilitados por armas y municiones de Irán y Corea del Norte”, dijo Biden.

Biden sostuvo que las nuevas sanciones buscan garantizar que Putin pague un precio aún más elevado por la agresión a Ucrania y la represión en su país.

“Si Putin no paga el precio de la muerte y destrucción que provoca, continuará” actuando, advirtió Biden.

Según Biden, el presidente ruso “creía que podía fácilmente doblegar la voluntad y quebrar el coraje de un pueblo libre. Que podía invadir una nación soberana y el mundo le daría la espalda. Que podía sacudir los cimientos de la seguridad en Europa y en otros lugares”.

“Años después, es aún más evidente que el primer día: Putin cometió un grave error de cálculo”, dijo el demócrata.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo este lunes que está considerando imponer nuevas sanciones a Rusia por la muerte del líder opositor Alexéi Navalni, de la que ha responsabilizado al presidente ruso, Vladímir Putin.

“Ya tenemos sanciones (sobre Rusia), pero estamos considerando sanciones adicionales, sí”, respondió Biden a un grupo de periodistas al llegar a la Casa Blanca tras pasar el fin de semana en Delaware.

Además, el líder demócrata dijo que espera que la muerte de Navalni empuje a los republicanos a levantar el bloqueo que mantienen en el Congreso a la aprobación de nueva ayuda militar para Ucrania.

Biden criticó que la oposición republicana se esté “alejando” de la OTAN y de los “compromisos internacionales” que tiene Estados Unidos. “Es simplemente impactante, nunca se había visto nada igual”, enfatizó.

Recordemos que el presidente estadounidense responsabilizó el viernes pasado a Putin por la muerte de Navalni y anunció que estaba evaluando varias opciones para responder a este suceso.

Biden ya había advertido en 2021 después de reunirse con Putin en Ginebra que habría “consecuencias devastadoras” para Rusia si Navalni moría en prisión.

Según los servicios penitenciarios rusos, Navalni, de 47 años, falleció después de sentirse mal tras dar un paseo en la cárcel donde estaba recluido y, aunque los servicios médicos intentaron reanimarlo “durante más de media hora”, acabó perdiendo la vida.

Navalni había sobrevivido en 2020 a un intento de envenenamiento con el agente químico Novichok y su salud había sido motivo de creciente preocupación después de que se declarara en huelga de hambre entre marzo y abril de 2021, semanas en las que perdió mucho peso.

Los investigadores rusos comunicaron este lunes a la familia del líder opositor ruso que no pueden entregar su cuerpo hasta dentro de otros 14 días debido a un “examen químico” que se le realizará.

“Los investigadores les dijeron a los abogados y la madre de Alexéi que no les darán el cuerpo, pues necesitan otros 14 días para practicarle un examen químico”, escribió en X la portavoz del fallecido opositor, Kira Yarmish.

Según Yarmish, se trata de una “mentira” y una “burla”, y por el contrario, acusó que los investigadores no entregan el cuerpo para “esconder” las posibles pruebas del asesinato de Navalni.

La viuda de Navalni, Yulia, afirmó hoy que continuará la lucha de su marido contra el Kremlin, al que culpó de su asesinato.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, bromeó este lunes sobre su memoria y declaró que recuerda haber estado activo en política “durante un tiempo”, tras la polémica que generó el informe de un fiscal que puso en cuestión su estado cognitivo.

“Aunque sé que no lo parezco, he estado aquí durante un tiempo, y sí, lo recuerdo”, dijo el mandatario en un evento, mientras hacía un recuento sobre algunas de las políticas medioambientales que ha llevado a cabo en los últimos años.

El presidente, de 81 años, participó en un acto organizado por la Asociación Nacional de Condados, en el que ofreció un discurso y donde bromeó, queriendo calmar los ánimos tras la polémica desatada durante los últimos días.

Y es que recordemos que el fiscal especial Robert Hur presentó el jueves de la semana pasada un informe sobre el manejo de documentos clasificados y, aunque decidió no presentar cargos en su contra, sí hizo duros comentarios sobre la “memoria significativamente limitada” del presidente Biden durante los interrogatorios que se le hicieron en 2023.

En una rueda de prensa improvisada ese mismo día desde la Casa Blanca, Biden señaló, en tono visiblemente enfadado, que su memoria se encuentra en buenas condiciones, consciente de que el factor de su edad y sus lapsus en público podrían lastrar su reelección en los comicios presidenciales de noviembre.

“Tengo buenas intenciones, y soy un hombre mayor, y sé qué demonios estoy haciendo”, dijo Biden ante la pregunta de un periodista de Fox News al respecto.

Biden ha sido objeto de investigación desde que hace un año se encontraron en su domicilio de Delaware y en una oficina privada documentos clasificados de la época en la que fue vicepresidente de Barack Obama.

Los documentos fueron encontrados por los abogados de Biden en noviembre y diciembre de 2022, y entregados inmediatamente a los Archivos Nacionales, el organismo que tiene que resguardarlos, tras lo cual el Departamento de Justicia abrió una investigación.

El expresidente Donald Trump, precandidato a la nominación presidencial republicana, también fue investigado por retener documentos oficiales en su mansión de Florida y fue imputado de 40 cargos ya que durante meses, a diferencia de Biden, se negó a entregarlos.

El presidente estadounidense, Joe Biden, visiblemente enojado, afirmó ayer en un discurso a la nación que no tiene problemas de memoria, después de que un informe de un fiscal especial lo describiera como “un anciano bien intencionado y con mala memoria”.

“Soy bien intencionado, soy un hombre anciano y sé lo que estoy haciendo. Soy presidente y pondré a este país nuevamente en pie”, afirmó.

“Mi memoria es buena”, dijo en tono molesto sobre que el informe mencione que olvidó el día del fallecimiento de su hijo Beau. “¿Cómo diablos se atreve?”, respondió.

Pero al final del discurso tuvo un desliz cuando hablaba del presidente egipcio, Abdel Fatah al Sisi, y dijo que era el de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

“Creo que, como saben, inicialmente el presidente de México, Sisi, no quería abrir la puerta para permitir la entrada de ayuda humanitaria”, declaró refiriéndose al puesto fronterizo de Rafah, que separa Egipto de Gaza.

Es la tercera vez que le ocurre en pocos días. El miércoles por la noche mencionó en un mitin que mantuvo una conversación en 2021 con el excanciller alemán Helmut Kohl, fallecido en 2017. El domingo citó una charla que supuestamente mantuvo en 2021 con el expresidente francés François Mitterrand.

Su portavoz, Karine Jean-Pierre, sin decir directamente que el presidente se había equivocado, citó ejemplos de personalidades estadounidenses que habían confundido nombres de esta manera, incluida ella misma.

“Mucha gente, diputados (…) pueden cometer errores de vez en cuando”, dijo la portavoz en su conferencia de prensa diaria.

La edad de Joe Biden y sus errores o confusiones preocupan a los votantes, según las encuestas. Los sondeos muestran que están menos preocupados por Donald Trump, que tiene 77 años y que todo indica que será el candidato republicano en las elecciones de noviembre.

Pero el expresidente republicano también se ha equivocado varias veces. En un discurso en enero, confundió a su rival por la nominación republicana, Nikki Haley, con la expresidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi.

Los Republicanos tienen un tema que es un garbanzo de a libra para ellos de cara a la elección presidencial de noviembre 8: el migratorio. Es un garbanzo de a libra porque es el gran problema que le interesa de manera especialmente importante al electorado y en el que este partido goza de una ventaja de 30 puntos sobre los demócratas en la opinión pública cuando se les pregunta cuál partido es el que mejor puede manejar el tema.

La migración es el gran pendiente por resolver. Y en éste logran mayor aceptación los Republicanos sobre los Demócratas. El discurso que pueden y están utilizando para echarle gasolina a una hoguera de por sí encendida es ideal para estos tiempos de odio hacia lo extranjero: ¡Paren la invasión! Es lo que ha dicho Trump y lo que los republicanos, que están a los pies del expresidente, no paran de repetir.

Ahora que Trump ha ganado las primarias de Nuevo Hampshire y los caucuses de Iowa es prácticamente seguro que los estadounidenses verán una repetición de Trump vs. Biden en su elección presidencial. Con ello el banderazo de salida de las campañas generales se ha dado. Y tanto Biden como Trump han adoptado el discurso de dureza y firmeza para decir que quieren arreglar el caos de un sistema migratorio roto.

La realidad es que ninguno está pensando en arreglar nada. Los Demócratas saben que deben empujar políticas más severas y menos humanitarias hacia los migrantes pero entienden que los Republicanos ahora mismo se van a negar a aprobarles nada con tal de seguir utilizando a la migración como herramienta de golpeteo al gobierno de Biden. Las campañas políticas estarán por encima de cualquier tipo de acuerdo bipartidista.

Atrás ha quedado el Biden humanista que quería demostrar que era diferente a Trump en materia migratoria. Ahora tenemos a un presidente demócrata hablando de cerrar la frontera porque sabe que si quiere reelegirse, tiene que demostrar que puede arreglarla. El presidente ya no está escuchando a quienes en su partido y en su gobierno abogan por políticas que respeten los Derechos Humanos y honren el sentido de Estados Unidos como un país de migrantes. En pocas palabras, Biden se han endurecido en el tema migratorio.

Del lado de Trump ya sabemos que hay: gritos que señalan a México como culpable de la invasión a Estados Unidos. Y conocemos sus tácticas intimidatorias que prometen desde ya que, si regresa a La Casa Blanca, podría hasta invadir México con tal de arreglar la frontera.

¿Qué significa esto para México? Que sin quererlo ni pedirlo, formaremos parte de las campañas políticas estadounidenses. Y lo haremos por las razones equivocadas. Porque representamos un problema para Estados Unidos. Así que más nos vale irnos preparado para una temporada muy turbulenta que puede convertirse en huracán categoría 5 si llega a reelegirse Trump.

¿Se estarán preparando para ello en Palacio Nacional?

Columna completa en El Universal

En su intento por salvar un acuerdo fronterizo en el Congreso que también desbloquearía dinero para Ucrania, el presidente estadounidense Joe Biden reiteró este fin de semana que estaría dispuesto a cerrar la frontera entre Estados Unidos y México si los legisladores sólo le enviaran un proyecto de ley para firmar.

Biden dijo en un acto político en Carolina del Sur que cerraría la frontera “ahora mismo” si el Congreso aprobaba el acuerdo propuesto.

El marco no ha sido acordado formalmente por demócratas y republicanos en el Senado y enfrentaría un futuro incierto en la Cámara de Representantes, controlada por el Partido Republicano.

“Un proyecto de ley bipartidista sería bueno para Estados Unidos, ayudaría a arreglar nuestro deteriorado sistema de inmigración y permitiría un acceso rápido a quienes merecen estar aquí, y el Congreso tiene que conseguirlo”, indicó Biden.

“También me daría a mí, como presidente, la autoridad de emergencia para cerrar la frontera hasta que pudiera volver a estar bajo control. Si ese proyecto fuera ley hoy, cerraría la frontera ahora mismo y la arreglaría rápidamente”.

El acuerdo que se está negociando en el Congreso requeriría que Estados Unidos cierre la frontera si aproximadamente 5,000 inmigrantes cruzan sin autorización legal en un día determinado. Esto no parece nada improbable. El año pasado, algunos totales de un día superaron los 10.000.

Esto llega cuando el expresidente y actual aspirante a la nominación republicana, Donald Trump, lleva semanas presionando a los republicanos para que pongan fin a las negociaciones. Se resiste a dar una victoria a Biden en un asunto que fue el motor de la exitosa campaña del republicano en 2016 y que quiere utilizar en su intento de volver a la Casa Blanca.

Los negociadores parecían estar acercándose a un acuerdo, pero empezó a complicarse después de que las presiones de Trump a los legisladores conservadores se hicieran cada vez más fuertes.

En una carta difundida el sábado en respuesta a los comentarios de Biden, el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, republicano por Luisiana, insistió en que Biden no necesita la acción del Congreso para cerrar la frontera y le pidió que “tome medidas ejecutivas de inmediato para revertir la catástrofe que él ha creado”.

La inmigración sigue siendo una de las principales preocupaciones para los votantes en las elecciones de 2024. Una encuesta de AP-NORC a principios de este mes reveló que quienes expresaban preocupaciones sobre la inmigración aumentaron al 35% desde el 27% del año pasado. La mayoría de los republicanos, el 55%, considera que el gobierno debe centrarse en la inmigración en 2024, al tiempo que el 22% de los demócratas catalogaron la inmigración como una prioridad. Eso representa un aumento del 45% y el 14%, respectivamente, respecto a diciembre de 2022.

Los arrestos por cruces no autorizados en la frontera con nuestro país alcanzaron un máximo histórico en diciembre desde que se publicaron las cifras mensuales. La Patrulla Fronteriza contabilizó 249,785 arrestos en la frontera con México en diciembre, un 31% más que los 191,112 de noviembre y un 13% más que los 222,018 de diciembre de 2022, el máximo histórico anterior.

El expresidente de Estados Unidos Donald Trump pidió a “todos los estados dispuestos” a desplegar miembros de la Guardia Nacional en la frontera con Texas, en medio de la disputa entre el gobernador Greg Abbott, y el Gobierno de Joe Biden por las competencias del control fronterizo.

“Alentamos a todos los estados dispuestos a desplegar sus guardias en Texas para impedir la entrada de ilegales y expulsarlos de regreso al otro lado de la frontera. Todos los estadounidenses deben apoyar las medidas de sentido común adoptadas por las autoridades de Texas para proteger la seguridad y soberanías de Texas y del pueblo estadounidense”, indicó el exmandatario.

Trump ha dicho que cuando era presidente el país tenía “la frontera más segura de la historia”, mientras que acusa a Biden de estar ayudando e instigando una invasión masiva de millones de migrantes ilegales.

“En lugar de luchar para proteger a nuestro país de este ataque, Biden, aunque parezca increíble, está luchando para atar las manos del gobernador (Abbott) para que la invasión continúa sin control”, añadió.

“Ante esta catástrofe de seguridad nacional, seguridad pública y salud pública, Texas ha invocado con razón la cláusula de invasión de la Constitución, y debe recibir pleno apoyo para repeler la invasión”, dijo Trump en referencia a la decisión de Abbott de alegar el “derecho constitucional” del estado a defenderse y protegerse.

En este sentido, ha subrayado que, si vuelve a la Casa Blanca, en lugar de luchar contra Texas, trabajará “mano a mano” con el gobernador y otros estados fronterizos para detener la invasión, sellar la frontera y comenzar rápidamente la operación de deportación nacional más grande de la historia.

Recordemos que el Tribunal Supremo estadounidense aprobó este lunes autorizar la retirada del alambre de púas instalado por Texas en la frontera con nuestro país, dando así la razón a las autoridades federales.

Esta decisión ha supuesto una victoria política para Biden, que apelaba a la cláusula suprema de la Constitución, que consagra que las leyes federales están por encima de las estatales.

Además, Abbott se encuentra también en los tribunales por la instalación a principios de 2023 de una barrera de boyas colocadas en el río Bravo también para intentar impedir la entrada de migrantes desde nuestro país. Por ahora, un tribunal ha suspendido de forma temporal la orden que pedía replegar hacia la orilla estos objetos.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro de Japón, Fumio Kishida, se reunirán el próximo 10 de abril en la Casa Blanca, en un momento en el que Washington busca fortalecer sus alianzas en el Asia-Pacífico para contrarrestar la influencia de China.

El mandatario homenajeará al primer ministro japonés y a su esposa, Yuko Kishida, con una visita de Estado, un honor que Washington reserva para sus aliados más cercanos y que solo han disfrutado los líderes de Francia, Corea del Sur, la India y Australia desde que el estadounidense llegara a la Casa Blanca en enero de 2021.

El encuentro con Kishida incluirá una cena de Estado, a la que se espera la asistencia de celebridades, como se acostumbra, y que simbolizan la unión de la cultura de Estados Unidos con la del líder invitado.

En un comunicado, la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, señaló este jueves que la visita tiene como objetivo destacar “la fuerza” de la relación entre Estados Unidos y Japón, así como el “reciente papel de liderazgo global” del país nipón.

Durante la reunión, ambos líderes abordarán temas cómo el fortalecer los lazos políticos, de seguridad y económicos entre ambas naciones con el objetivo de que su alianza esté preparada para enfrentar “desafíos en constante cambio” y avanzar en la visión compartida de un Indopacífico “libre, abierto, seguro y próspero”.

Aunque el comunicado de la Casa Blanca no menciona a China, la visita se enmarca en los esfuerzos del Gobierno de Biden por fortalecer los lazos con sus principales aliados regionales, Japón y Corea del Sur, como contrapeso al poder del gigante asiático.

La visita de Kishida se produce casi un año después de la visita de Estado del presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, que tuvo lugar el 26 de abril de 2023.

Pese a que ha defendido y pedido la no intervención, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) parece no conducirse de la misma forma. Sus declaraciones de los últimos días han revelado que está interviniendo en el proceso electoral de Estados Unidos.

Esta mañana, afirmó que la declinación del gobernador de Florida, Ron DeSantis, de la carrera por la nominación presidencial republicana en Estados Unidos, se debió a su campaña antiinmigrante.

“DeSantis podría haber levantado el vuelo, pero se metió en una campaña antiinmigrante pensando que eso iba a ayudar y se desplomó, se fue en picada”, expresó AMLO.

López Obrador lanzó también una indirecta al gobernador de Texas, Greg Abbott, pues dijo que “ojalá” tome nota de lo que le pasó a DeSantis en sus aspiraciones presidenciales, en especial por las declaraciones y medidas antiinmigrantes que ha impuesto en su estado, fronterizo con México.

Pero, cuestionado sobre su opinión acerca de la posibilidad de que Trump resulte electo otra vez como presidente de los Estados Unidos, López Obrador pidió esperar, pues dijo, “están en las campañas”.

Sin embargo, reafirmó que tanto con Trump como con el actual presidente estadounidense, Joe Biden, el país ha tenido “buenas relaciones”. Afirmó que durante la Administración de Trump hubo “muy pocos problemas”.

“Diría yo, (hubo) uno y lo resolvimos, pero en general hubo respeto”, dijo al destacar que en ese periodo se firmó el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que “está ayudando mucho” a la economía de nuestro país.

En cuanto a Biden, reiteró que es el único presidente de Estados Unidos que en los últimos tiempos no construido más muro fronterizo, además de que es el primero en abrir una vía para que los migrantes lleguen legalmente a aquel país.

“Eso no existía, claro muchas veces es rebasada la cantidad de solicitantes y se satura la frontera, pero existe esa opción, esa posibilidad de que un hermano colombiano, cubano, venezolano, panañemo, guatemalteco, hondureño pueda hacer una solicitud, llenar unos requisitos y tener una visa, eso no existía”, aseveró.

Incluso dijo que según una encuesta que vio, de la cual no dio mayores detalles y el vocero de la Presidencia no encontró, Trump y Biden están “parejos”. “El presidente Biden, con el expresidente Trump. La última que vi de Morgan, ¿la tienes ahí?, es un punto que tiene arriba el presidente Biden”, dijo.

Las relaciones entre Estados Unidos y México afrontan un importante reto este 2024, pues coincidirán las elecciones presidenciales de ambos países, con la migración, el narcotráfico  y la seguridad como temas clave.

López Obrador intentó matizar sus dichos asegurando que “no podemos meternos en eso. Nada más para información general, no es para presumir, para tirar aceite, pero la mañanera la ven muchos y se enteran de cómo están las cosas, no sólo en México, sino también afuera”.

El expresidente Donald Trump adelantó que, si la Justicia certifica que no tiene inmunidad frente a las acusaciones por el asalto al Capitolio de hace tres años, tampoco el actual mandatario, Joe Biden, debería gozar de una protección especial, por lo que ha sugerido que si vuelve a la Casa Blanca tras las elecciones de noviembre promoverá su imputación.

Trump ha confirmado en su red social, Truth Social, que tiene previsto acudir mañana martes a la audiencia que tiene lugar en un tribunal de apelaciones de Washington sobre la cuestión de la inmunidad, algo a lo que considera que “por supuesto” tiene derecho.

Asimismo, ha señalado que se estaba limitando a investigar un posible “fraude electoral” en los comicios de noviembre de 2020: “Era mi obligación hacerlo”.

“Si no me conceden la inmunidad, el corrupto Joe Biden tampoco la tiene”, señaló, aludiendo como potenciales motivos de imputación la “invasión” en la frontera con México, la abrupta salida militar de Afganistán y la presunta malversación de millones de dólares.

“Al utilizar el Departamento de Justicia contra su rival político, Joe ha abierto una caja de Pandora gigante”, ha advertido el magnate, que acumula todo tipo de frentes judiciales pero sigue siendo el favorito en las primarias del Partido Republicano para las próximas elecciones.