Tag

convención

Browsing

La Convención Nacional Republicana llegó a su fin luego de cuatro días, y sirvió ara cerrar filas en torno a la figura máxima que el partido tiene hoy en día: el expresidente estadounidense Donald Trump.

El encuentro, que se llevó a cabo en Milwaukee, Wisconsin, dejó constancia de que el apoyo de los republicanos hacia Trump sobrepasa la esfera política y llega al punto de la devoción personal.

No había dudas de que Trump iba a conseguir el beneplácito de los suyos, pero estaba en el aire la elección de su compañero de fórmula, que se dio a conocer el lunes.

Vance desbancó a nombres con más trayectoria, como el senador por Florida Marco Rubio, y el miércoles ofreció un discurso con tintes proteccionistas, con guiños a la clase trabajadora y críticas a la Presidencia demócrata por la situación del país.

Apenas 48 horas después de que un joven de 20 años intentara asesinar a Trump a disparos durante un mitin en Butler, Pensilvania, este se personó en el primer día de la convención con su oreja derecha vendada. Rápidamente el vendaje pasó a ser un accesorio en señal de solidaridad, así como el puño en alto y el grito “Fight”, proclamado mientras era evacuado.

Tras los rumores de que Trump y su esposa hacen vidas separadas y del distanciamiento con su hija Ivanka, la convención sirvió para simbolizar la unión de un clan profundamente insertado en el Partido Republicano y que está extendiéndose a las nuevas generaciones.

La exprimera dama Melania Trump asistió como público. No ofreció sin embargo ningún discurso, como sí hiciera en las dos anteriores convenciones en las que Trump fue nominado. Estuvieron también presentes Tiffany y Barron y quien fuera su asesora durante la presidencia, Ivanka, quien se ha distanciado de esta campaña, mientras que el resto de hijos, Eric y Donald Trump Jr., así como sus esposas, intervinieron.

El cierre corrió a cuenta de Donald Trump, el momento más esperado del encuentro que se extendió por cuatro días.

El expresidente aceptó formalmente la nominación republicana a la presidencia la noche de ayer y, en un discurso de poco más de hora y media, expuso su visión para el país en caso de regresar a La Casa Blanca.

Trump comenzó con un llamado a la “unidad”, prometiendo reducir la inflación, recortar los impuestos, asegurar la frontera, lograr el dominio energético y acabar con las crisis internacionales.

Relató su experiencia sobre el intento de asesinato del que fue objeto en el mitin del sábado pasado en Pensilvania. “Tuve a Dios de mi lado”, dijo.

Y aunque comenzó con un tono y mensaje más conciliador, el exmandatario rápidamente volvió a ser el político que conocemos. Pidió a los demócratas que “dejen inmediatamente de convertir el sistema judicial en un arma y de etiquetar a su oponente político como enemigo de la democracia”.

“Deberían abandonar estas cacerías de brujas partidistas por las que he pasado durante aproximadamente ocho años”, expresó Trump, en alusión a las múltiples causas penales en las que está inmerso.

Trump arremetió contra las políticas de la Administración Biden, destacando la creciente inflación, la afluencia de inmigrantes ilegales y una caótica situación internacional. “Tenemos una crisis de inflación que está haciendo la vida inasequible, asolando los ingresos de las familias trabajadoras y de bajos ingresos y simplemente destrozando a nuestro pueblo como nunca antes”, remarcó.

Fiel a su estilo, Trump prometió seguir construyendo el muro fronterizo entre Estados Unidos y México, acusando a los inmigrantes ilegales de destruir el país. “Acabaré con la crisis de la inmigración ilegal cerrando nuestra frontera y terminando un muro”.

En Broojula, Ana Paula Ordorica platica con Brenda Estefan, analista internacional, sobre el discurso de Trump y el cierre de la Convención Nacional Republicana.

Sus antiguos adversario, que apenas hace unos meses lanzaban fuertes críticas en su contra, alabaron a Donald Trump en el día de dos de la Convención Nacional Republicana, enviando un mensaje de unidad que contrasta con las divisiones cada vez más marcadas dentro del Partido Demócrata.

Nikki Haley, la exembajadora de Estados Unidos ante la ONU que fue la última rival de Trump en abandonar la contienda por la candidatura presidencial republicana, se dirigió directamente a sus simpatizantes después de subir al escenario entre aplausos y abucheos.

Mi mensaje para ellos es muy simple: No tienen que estar de acuerdo con Trump todo el tiempo para votar por él”, declaró.

A Haley le siguió el gobernador de Florida Ron DeSantis, un viejo aliado de Trump que se convirtió en uno de sus más fuertes adversarios, quien ahora ha tratado de reconstruir su relación con el expresidente desde que abandonó las primarias.

“Donald Trump ha sido satanizado. Ha sido demandado. Ha sido procesado. Y casi pierde la vida”, dijo DeSantis ante la multitud. “No podemos decepcionarlo. Y no podemos decepcionar a Estados Unidos”, sostuvo el gobernador.

Estas aperturas son comunes en las convenciones políticas, donde el objetivo suele ser el de unir al partido después de las primarias. Pero las apariciones de Haley y DeSantis llamaron particularmente la atención al tomar en cuenta los ataques personales que marcaron la contienda republicana de este año, muchos de los cuales fueron de Trump hacia Haley y DeSantis.

Las muestras de unidad contrastan con la dinámica que enfrentan los demócratas, muchos de los cuales se han mostrado cada vez más dudosos de que el presidente Joe Biden sea la opción correcta para enfrentarse a Trump en los comicios de noviembre próximo.

DeSantis alguna vez fue considerado como el aspirante mejor posicionado para enfrentarse a Trump por el liderazgo del partido. Como candidato presidencial, tardó en criticar directamente al expresidente, antes de finalmente acusarlo en repetidas ocasiones de no haber cumplido sus promesas.

Haley, en tanto, tachó a Trump de caótico e insinuó que el expresidente de 78 años era demasiado viejo para un segundo mandato. A diferencia de DeSantis, no otorgó directamente su apoyo a Trump después de abandonar la contienda, y en su lugar esperó algunos meses antes de dar a conocer que contaba con su voto.

El equipo de campaña de Biden revivió el martes las críticas de Haley. Austin Weatherford, portavoz de campaña, dijo en un comunicado: “La embajadora Haley lo dijo mejor: Alguien que no tiene respeto por nuestras fuerzas armadas, que no distingue el bien del mal, y se ‘rodea del caos’ no puede ser presidente”.

Varios de los oradores que intervinieron ayer en el segundo día de la convención, hablaron de inmigración, un tema clave de la campaña Trump que lo ayudó a atraer a las bases republicanas durante su primera campaña presidencial en 2015.

El líder de la mayoría en la Cámara de Representantes, Steve Scalise, mencionó lo anterior en su discurso. “Biden y Harris quieren que los ilegales voten ahora que han abierto la frontera”, aseveró.

El programa de la convención ha incluido a personas que la campaña califica como “estadounidenses comunes y corrientes”. Ayer se presentaron personas que habían perdido a seres queridos por sobredosis de fentanilo o delitos violentos que las autoridades han vinculado a inmigrantes que se encuentran sin autorización en Estados Unidos.

Entre los oradores estuvo Michael Morin, hermano de Rachel Morin, una mujer de Maryland que, según los fiscales, fue violada y asesinada por un fugitivo de El Salvador.

Todas las acusaciones tuvieron lugar pese a que estudios académicos revisados por pares no han encontrado un vínculo entre la inmigración y los crímenes violentos, aunque las conclusiones varían según los datos analizados.

El candidato presidencial estadounidense Donald Trump hizo una entrada triunfal para cerrar el primer día de la Convención Nacional Republicana, recibiendo una estridente ovación de los más fieles del partido días después de sobrevivir a un intento de asesinato que ha remodelado la contienda presidencial.

El expresidente entró en el Fiserv Forum, en el centro de Milwaukee, en medio de una respuesta clamorosa, con la oreja vendada por haber sido rozada por una bala, horas después de haber sido nominado oficialmente para ser el abanderado del partido en 2024.

“¡Lucha! ¡Lucha! Lucha!” (fight, fight, fight) , coreaba la multitud mientras agitaba los puños, una referencia a la respuesta del propio Trump en los momentos posteriores a recibir el disparo.

Trump saludó desde un palco donde se sentó junto a su recién ungido compañero de fórmula, el senador estadounidense J. D. Vance.

El ataque en un mitin de Trump en Pensilvania el sábado, en el que murió un simpatizante, subrayó el panorama político profundamente fracturado del país antes de las elecciones del 5 de noviembre entre Trump y el presidente, el demócrata Joe Biden.

La convención de cuatro días culminará con el discurso de Trump el jueves, cuando acepte formalmente la nominación del partido para enfrentarse a Biden en una revancha de su disputa del 2020.

El intento de asesinato, seguido de la convención, ha relegado a Biden a un segundo plano después de semanas de especulaciones sobre si podría abandonar la carrera tras una desastrosa actuación en el debate del mes pasado.

La elección de Vance por parte de Trump, el autor de 39 años del éxito de ventas “Hillbilly Elegy” (“Hillbilly, una elegía rural”, en español), completó la transformación del senador de Ohio de un crítico abierto de Trump a uno de sus partidarios más leales.

Es probable que Vance, que comparte la afinidad de Trump por la lucha política, anime a los republicanos de base, pero no está tan claro si puede ampliar el atractivo de la candidatura para los votantes moderados e independientes que desconfían de otro mandato de Trump.

El lunes, Biden calificó a Vance de “clon” de Trump, y los demócratas se abalanzaron sobre la oposición de Vance al derecho al aborto, una cuestión que ha resultado perjudicial para los republicanos.

En una aparición en Fox News el lunes por la noche, Vance dijo que apoyaba la posición de Trump de que cada estado debería decidir por sí mismo si permite o no el aborto.

Vance, elegido este lunes como “número dos” del exmandatario republicano, dijo estar abrumado y declaró a la ciudadanía “¡Adelante hacia la victoria!”.

“Simplemente abrumado de gratitud. Qué honor ir junto a Donald J. Trump. Él ofreció paz y prosperidad una vez y con su ayuda lo volverá a hacer. ¡Adelante hacia la victoria!”, dijo en X en su primer mensaje público tras haber sido designado.

En medio de este torbellino de hechos en el campo republicano, Elon Musk dijo que planea destinar cerca de 45 millones de dólares mensuales para respaldar la campaña de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, según informó el diario The Wall Street Journal (WSJ).

Las donaciones de Musk se destinarán a un grupo político llamado America PAC, enfocado en promover el registro de votantes, el voto anticipado y por correo entre los residentes de los estados “bisagra” antes de las elecciones de noviembre, según el diario.

Musk es uno de los mayores patrocinadores del nuevo fondo, entre los que también se cuentan el cofundador de Palantir, Joe Lonsdale; la exembajadora de Estados Unidos en Canadá Kelly Craft, o los inversores en criptomonedas Tyler y Cameron Winklevoss.

El fundador de Tesla dio su respaldo oficial a Trump el sábado luego de que el expresidente sobreviviera a un intento de asesinato en un mitin en Butler, Pensilvania.

En Broojula, Ana Paula Ordorica platica con Brenda Estefan, analista internacional, sobre el atentado de Trump, de la convención republicana y lo que sigue en la contienda electoral en Estados Unidos.

Foto: X @TeamTrump

Donald Trump consolidará su control sobre el Partido Republicano en la convención 2024 de esta semana, después de haber sobrevivido a un intento de asesinato y de haber sorteado numerosos problemas legales en el camino hacia la nominación presidencial del partido.

Durante el evento que durará cuatro días y que comienza este lunes, el expresidente anunciará la elección de su compañero de fórmula, tras haber citado como favoritos al senador de Ohio, J.D. Vance; al senador de Florida, Marco Rubio, y al gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum, quienes hablarán en la reunión.

Si bien la convención en Milwaukee, Wisconsin, será un evento para nominar formalmente a Trump, ocurre en un momento tenso en el país en el camino hacia la contienda electoral de 5 de noviembre, que si nada cambia, la disputarán el presidente Joe Biden, de 81 años, y Trump, de 78.

El expresidente Donald Trump hizo un llamado a la unidad y la resiliencia, un día después de que un aparente atentado contra su vida le inyectó nueva incertidumbre a lo que ya era una tumultuosa campaña presidencial, mientras que el mandatario Joe Biden le suplicó a los estadounidenses “enfriar las cosas” en la recta final y “resolver nuestras diferencias en las urnas”.

En un discurso televisado desde la Casa Blanca ayer, Biden dijo que “no hay lugar en Estados Unidos para este tipo de violencia, para cualquier tipo de violencia. Punto. Sin excepciones. No podemos permitir que esta violencia se normalice”.

“La retórica política en este país se ha vuelto muy acalorada. Es hora de calmarla”, agregó.

Un día después del atentado aún se desconoce el motivo del agresor. Los investigadores dicen creer que actuó por su cuenta antes de ser abatido por agentes del Servicio Secreto.

Trump dijo que la parte superior de su oreja derecha fue perforada por una bala. Sus colaboradores señalaron que está de “excelente ánimo” y en buen estado de salud. Llegó el domingo por la noche a Milwaukee para la convención republicana. Declaró al diario Washington Examiner que había reescrito su discurso para enfocarse más en la unidad nacional que en las políticas de Biden.

En una publicación en su red social, Trump dijo: “En este momento, es más importante que nunca estar unidos, y demostrar nuestro verdadero carácter como estadounidenses, permaneciendo fuertes y decididos, y no permitir que el mal gane”.

El FBI investiga el ataque como un posible acto de terrorismo interno. La agencia indicó que el agresor era Thomas Matthew Crooks, de 20 años y residente de Bethel Park, Pensilvania, una localidad ubicada a unos 80 kilómetros del lugar del tiroteo.

El agresor estaba armado con el fusil tipo AR de su padre y se encontraba encaramado en una azotea cercana cuando algunos asistentes al evento le informaron a la policía local de su presencia, según dos funcionarios policiales que hablaron con la agencia The Associated Press (AP) .

Un agente de la policía local subió a la azotea y se encontró con Crooks, quien le apuntó con su fusil. El policía retrocedió por la escalera, y rápidamente el agresor disparó hacia Trump, dijeron los funcionarios. Fue entonces que los francotiradores del Servicio Secreto lo abatieron, añadieron.

Surgieron muchas preguntas sobre cómo fue posible que el agresor se acercara tanto en primer lugar. Kevin Rojek, agente a cargo de la oficina de campo del FBI en Pittsburgh, señaló que “es sorprendente” que Crooks pudiera abrir fuego contra el escenario antes de que el Servicio Secreto lo abatiera.

Se hallaron materiales para fabricar explosivos dentro del vehículo de Crooks y en su casa, indicaron los funcionarios. El FBI dijo que los dispositivos eran “rudimentarios”.

Crooks no estaba en el radar del FBI, y se cree que actuó solo. Los investigadores revisaron sus cuentas de redes sociales, pero de momento no encontraron documentos o publicaciones con amenazas, ni comunicaciones que indicaran un motivo ideológico. Su familia coopera con las autoridades.

Por ahora se desconocen las inclinaciones políticas de Crooks. Documentos muestran que él estaba registrado como votante republicano en Pensilvania, pero reportes federales de financiación de campañas también muestran que donó 15 dólares a un comité de acción política progresista el 20 de enero de 2021, el día que Biden rindió juramento para asumir el puesto.

La ausencia de un motivo ideológico claro se suma a las crecientes interrogantes en torno al tiroteo.

El hecho fue el intento más grave de asesinar a un presidente o candidato presidencial desde que Ronald Reagan fue baleado en 1981. El incidente atrajo nueva atención a las preocupaciones sobre la violencia política en un país sumamente polarizado cuando faltan menos de cuatro meses para las elecciones presidenciales.

Biden dijo que él y Trump sostuvieron una conversación “breve pero buena” el sábado en la noche. El presidente regresó a Washington desde su casa de playa en Delaware, y se reunió con funcionarios en la Sala de Manejo de Emergencias de la Casa Blanca para hablar sobre el incidente.

Muchos republicanos culparon de la violencia a Biden y sus aliados, argumentando que los constantes ataques contra Trump en los que le tilda de ser una amenaza para la democracia han creado un ambiente tóxico.

De momento se desconoce si Biden se verá obligado a recalibrar una campaña que gira en buena medida en calificar a Trump de ser una amenaza para la democracia. Es una situación que no se ha visto en Estados Unidos desde que Teddy Roosevelt fue baleado un mes antes de las elecciones de 1912 mientras hacía campaña por un tercer partido para volver a la Casa Blanca.

Trump y Biden están enfrascados en una reñida carrera electoral, según la mayoría de las encuestas de opinión, incluida la de Reuters/Ipsos. El tiroteo del sábado agitó la discusión en torno a la campaña presidencial, que se había centrado en si Biden debería retirarse luego de un vacilante desempeño en el debate del 27 de junio.

Foto: X @EricTrump

El Partido Republicano en Florida designó a Barron Trump, el hijo de Donald Trump y su esposa Melania, como uno de los delegados que en julio tendrán la tarea de designar oficialmente a su padre como candidato a las elecciones presidenciales de noviembre.

Su presencia en la lista de 42 nombres, junto a sus hermanos mayores Eric y Don Jr, muestra la importancia de la familia en la dinastía política que pretende instaurar el expresidente, que también ha nombrado recientemente a su nuera Lara copresidenta del Partido Republicano a nivel nacional.

Según NBC News, el primer medio en revelar la información, Barron Trump asistirá la próxima semana a la ceremonia de graduación de su escuela, tras cumplir 18 años en marzo pasado.

Hasta ahora el hijo menor de Donald Trump había estado alejado de los reflectores políticos.

Ivanka Trump, asesora de su padre cuando éste estaba en la Casa Blanca, ahora retirada de la política, no figura en la lista.

Así, los tres hijos de Donald Trump se unirán a cientos de delegados dentro de dos meses para designar formalmente a su candidato, tras su aplastante victoria en las primarias.

La convención del partido se celebrará en Milwaukee del 15 al 18 de julio.

Al igual que en el año 2020, Donald Trump se enfrentará al demócrata Joe Biden en las elecciones presidenciales del 5 de noviembre.

Foto: @BarronTNews

Este jueves dio inicio la 84 Convención Bancaria que organiza año con año la Asociación de Bancos de México (ABM) y que en esta ocasión, debido a la situación sanitaria, se desarrolla bajo un formato semipresencial.

Al inicio de evento, el presidente saliente de la ABM, Luis Niño de Rivera, destacó la “consistencia” del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en materia económica, debido a su presupuesto austero y la estabilidad de la deuda pública.

“La confianza en la política económica depende de la consistencia. El presidente de la República ha sido muy consistente entre lo que dijo en la campaña y como presidente electo, y lo que ha hecho desde que tomó posesión el 1 de diciembre de 2018”, aseguró Niño de Rivera.

Sin embargo, el mensaje cambió de tono cuando se advirtió que hay una creciente incertidumbre creada por las recientes reformas impulsadas por el gobierno federal, haciendo referencia a la Ley de la Industria Eléctrica y el proyecto a la Ley del Banco de México (Banxico), que lo obligaría a comprar dólares en efectivo de las remesas.

“Lo peor que puede pasar a la inversión es la incertidumbre y por eso mismo sí sentimos en el gremio, y compartimos la preocupación, de que ante la duda la inversión se mantiene cautelosa”, manifestó Raúl Martínez-Ostos, vicepresidente de la Asociación de Banqueros de México (ABM).

Martínez-Ostos, también director general de Barclays México, habló sobre los litigios que traerá la reforma eléctrica, que obliga a revisar de forma retroactiva los contratos de autoabastecimiento y de productores independientes de energía.

“Lo que necesitamos es que haya claridad, evitar litigios, amparos en esta materia y tratar de acercar a la iniciativa privada con el sector público. Entender bien la ley y qué se puede hacer para generar un entorno de certidumbre que fomente la inversión”, expresó Martínez-Ostos.

Los banqueros reiteraron su preocupación por la reforma a Ley de Banxico propuesta por Morena, que obligaría al banco a comprar dólares que la banca privada no pueda repatriar; y es que se ha advertido que la iniciativa vulneraría la autonomía del Banco de México y lo pondría en riesgo de lavado de dinero.

“Nos hemos pronunciado que nos preocupa mucho el que se transfiera este riesgo residual a Banxico con el tema de los usos de los dólares en efectivo, y seguiremos muy pendientes”, indicó Adrián Otero, director general de Scotiabank.

En la rueda de prensa inicial, los banqueros advirtieron de la lentitud de la recuperación económica tras el desplome histórico de 8,2 % del producto interno bruto del año pasado. Por ello, los líderes del sector urgieron acelerar la vacunación contra la covid-19 y la recuperación del empleo.

Pese a que ha acaparado los reflectores los tres días de la Convención Nacional Republicana, Donald Trump acepta esta noche la nominación presidencial, de cara a los comicios del próximo 3 de noviembre.

Hace cuatro años, Donald Trump aceptó la candidatura presidencial republicana con un discurso que mostraba un retrato de un Estados Unidos en decadencia, para el cual había una sola solución: él mismo.

Después de tres años y medio en La Casa Blanca, su retórica sobre el estado del país sigue siendo igualmente desoladora.
Al prepararse para pronunciar su segundo discurso de aceptación, el presidente enfrenta un país en crisis, azotado simultáneamente por una pandemia devastadora, una economía golpeada, un profundo malestar racial y un tremendo huracán en la costa del Golfo de México.
De acuerdo a diversos analistas, aunque prometerá grandeza nacional, hay escasas expectativas de que pronuncie un mensaje destinado a unir a un electorado dividido.
Su mensaje en 2016 fue “solo yo puedo repararlo”. Esta vez, aunque las encuestas dan ventaja al demócrata Joe Biden, se presentará como la última defensa contra las fuerzas extremistas que amenazan el “American way of life”.
Sus asesores mantienen en estricto secreto los detalles del mensaje; en los discursos recientes de Trump, se ha referido a los “anarquistas” que según él ocupan las calles de las ciudades; sin embargo sus colaboradores han indicado Trump describirá al país como un proyecto en desarrollo, que sin ser perfecto ha avanzado mucho.
Presentará ese argumento como un contraste con los demócratas, que según él no aman a su patria. Asimismo, según sus colaboradores, hablará de los progresos logrados en la lucha contra el coronavirus, que ha ocupado un lugar secundario en la convención a pesar de que sigue cobrando un gran número de vidas en Estados Unidos.

Sobre el proceso electoral, el candidato demócrata a La Casa Blanca rompió con su prudencia ante el Covid-19 y anunció este jueves que hará campaña presencial en los estados clave para las elecciones presidenciales del 3 de noviembre.

“Viajaré por el país. Iré donde sea posible respetando las reglas de los estados” sobre reuniones para limitar la propagación del coronavirus, dijo Biden en una sesión de recolección de fondos vía web.

“Una de las cosas en que pensamos es ir a Wisconsin y Minnesota, pasar un tiempo en Pensilvania, en Arizona”, añadió en referencia a estados que podrían ser clave para definir la contienda.

Biden también aprovechó para acusar a Trump de alimentar, por pura “estrategia política”, la violencia que estalló en las protestas contra el racismo en Estados Unidos.

La violencia está “empeorando y sabemos porqué. Donald Trump se niega incluso a reconocer que existe un problema de disparidad racial en Estados Unidos”, añadió Joe Biden.

“En lugar de tratar de calmar las aguas, está echando gasolina a todos los fuegos”, dijo el exmano derecha de Barack Obama. “

La violencia no es un problema ante sus ojos, es una estrategia política. Y cuanto más violencia, mejor para él” para ser reelegido, acusó el demócrata.

Por su parte la candidata demócrata a la vicepresidencia, Kamala Harris, criticó la convención republicana, e indicó que tiene como propósito “apaciguar” el ego del gobernante.

“La convención republicana está diseñada con un propósito: apaciguar el ego de Donald Trump. Hacerlo sentir bien”, afirmó Harris en un discurso desde la Universidad George Washington, en el que además criticó el manejo que la actual Administración ha hecho de la pandemia del coronavirus.

Varias protestas han sido convocadas para esta noche en Washington DC, con motivo del discurso del presidente Trump.
La campaña #ThePeoplesHouse (la casa del pueblo) ha organizado una protesta a partir de las 21.00 hora local, que tendrá como punto de partida la calle 15.
“Si Trump piensa que puede celebrar su fiesta en nuestra casa (en referencia a La Casa Blanca) debe saber que estamos escuchando y que haremos que rinda cuentas este sábado y el día de las elecciones”, dicen los organizadores en la página web.
“Durante casi cuatro años -agregaron-, hemos visto a Trump arrebatar a nuestra nación de su posición en el mundo. Este jueves por la noche haremos que nuestras voces sean escuchadas”.
Por otro lado, el grupo Refuse Fascism (Rechazar el fascismo) ha hecho otra convocatoria de protestas a partir de las 19 horas en la capital para pedir la salida de Trump y de su vicepresidente, Mike Pence.
“Con la clausura de la RNC (Convención Nacional Republicana) estamos acercándonos hacia unas elecciones que serán una muestra de la manera en que se gobierna este país”, indicaron.
Medios locales informaron que el Servicio de Parques Nacionales ha dado autorización al Comité Nacional Republicano para que se lancen fuegos artificiales a partir de las 23:00 horas local en el Mall, la explanada  de museos y monumentos que une La Casa Blanca con el Capitolio, después de que el presidente acepte la nominación del partido.
Mañana, viernes, se espera que miles se congreguen frente al Monumento a Lincoln, en la capital, para conmemorar la Marcha sobre Washington de 1963, durante la cual el líder de los derechos civiles Martin Luther King pronunció su famoso discurso “Tengo un sueño”.

Las ausencias en la Convención Nacional Republicana, que se celebra esta semana, hablan de las diferencias dentro del partido respecto a la figura de Donald Trump, que ha transformado el evento de este año en casi una fiesta de él y su familia.

En comparación con los demócratas, que la semana pasada contaron en su convención con la intervención de los expresidentes Jimmy Carter, Bill Clinton y Barack Obama, así como figuras de estatura para arropar al candidato Joe Biden, en la republicana hay menos representantes de alto rango y se ha recurrido a familiares de Trump, personalidades de su entorno y a ciudadanos anónimos para ocupar las dos horas diarias de convención.

Una de las ausencias más notorias es la del único exmandatario conservador vivo, George W. Bush (2001-2009): Y es que el expresidente no hará acto de presencia en el evento de este año, como tampoco lo hizo en 2016, cuando Trump fue nominado por primera vez como candidato a la Presidencia.

Es un secreto a voces que Bush y su familia, incluido el exgobernador de Florida Jeb Bush, que fue derrotado por Trump en las primarias de 2016, no tienen gran simpatía hacia la figura del magnate inmobiliario neoyorquino devenido en presidente.

Aun así, George W. Bush nunca ha criticado a Trump abiertamente en público, pero tampoco tiene intención de apoyar al aspirante demócrata a la Presidencia, Joe Biden, como han hecho antiguos miembros de su Administración.

El alejamiento de Trump respecto al estilo y el contenido de las políticas de su predecesor republicano ha quedado materializado en la adhesión a Biden de miembros del Gabinete de Bush, como Colin Powell, quien fuera su secretario de Estado; e incluso con intervenciones en la Convención Nacional Demócrata.

De igual modo se expresó en la convención demócrata el también republicano John Kasich, exaspirante a la candidatura presidencial y exgobernador de Ohio, al lamentar el “nivel de enconamiento, la pelea entre ciudadanos y el partidismo” que han dominado los años de Trump como presidente.

Al igual que Kasich, otros republicanos que aparecieron en la convención demócrata  para apoyar a Biden fueron la exgobernadora de Nueva Jersey Christine Whitman y la excongresista por Nueva York Susan Molinari, Cindy McCain, la viuda del exsenador y exaspirante republicano a la Casa Blanca en 2008, John McCain.

La noche de ayer, la figura central de la Conención Republicana fue Melania Trump, quien presentó a su esposo como un líder auténtico e inflexible en un discurso desde el Jardín de las Rosas de La Casa Blanca.

“En mi esposo tienen a un presidente que no dejará de luchar por ustedes y por sus familias”, dijo Melania Trump, que también es inmigrante. “No se rendirá”.

Melania Trump señaló que la vida de los estadounidenses cambió “drásticamente” en marzo por la aparición del virus. “Donald no descansará hasta que haya hecho todo lo posible por todos los afectados por esta terrible pandemia”.

A diez semanas de las elecciones del 3 de noviembre, el discurso de Melania no incluyó los éxitos económicos de su marido ni prometió una recuperación en forma de “V”, como hizo antes el consejero de Trump, Larry Kudlow, que llegó a hablar del coronavirus en pasado.

Pero sí presentó a Trump como un político que “no solo habla, obtiene resultados”, y que “no ha perdido ni perderá el foco” en la gente más allá de “titulares negativos o falsos en los medios o ataques” de sus opositores.

Tras la polémica protagonizada en 2016 por la esposa del ahora presidente, que fue acusada de plagiar a Michelle Obama, cada palabra del discurso que la primera dama de Estados Unidos, Melania Trump, dará esta noche en la Convención Nacional Republicana “será suya”, afirmó su portavoz, Stephanie Grisham.

“Bueno, creo que está muy, muy claro que en los últimos tres años y medio la señora Trump no ha hecho más que aprender y crecer en este puesto, y ha hecho un gran trabajo con esto. Hemos trabajado muy duro en las últimas tres semanas y puedo decirle que cada palabra del discurso es suya. Es muy auténtico y va a salir del corazón”, dijo Grisham en una entrevista con la cadena MSNBC.

De esta manera la portavoz respondía a una pregunta sobre el discurso de esta noche y las acusaciones de plagio durante la convención republicana de 2016 por las grandes similitudes con uno que pronunció Michelle Obama en 2008.

Grisham aseguró que será uno de los discursos más largos de Melania Trump: “Creo que el pueblo estadounidense se va a emocionar al escuchar algunas de las cosas que va a decir”, auguró, con lo que buscan replicar el gran efecto que tuvo el discurso de Obama la semana pasada en la Convención Nacional Demócrata.

La portavoz adelantó que el discurso de la primera dama será “definitivamente inspirador y positivo”.

“Diría que (el discurso) mira mucho al futuro, y expone algunas de las cosas que ella quiere hacer en los próximo cuatro años -agregó Grisham-. También refleja algunos de sus momentos favoritos como primera dama, que son muchos, y creo que hace una buena argumentación ante el pueblo estadounidenses de por qué es tan importante que el presidente o su marido continúe como nuestro presidente por otros cuatro años”.

Se espera que la primera dama hable desde la recién remodelada Rosaleda de La Casa Blanca, donde estará su esposo para escucharla.

Según un comunicado de la campaña de reelección del presidente, Melania Trump será la última en intervenir hoy, en la segunda noche de la Convención y estará precedida, entre otros, por el secretario de Estado, Mike Pompeo; y dos de los hijos del mandatario, Tiffany y Eric.

También está previsto que hable el principal asesor económico del presidente, Larry Kudlow; la exfiscal general de Florida Pam Bondi, que fue el rostro de la operación mediática de La Casa Blanca contra el proceso de juicio político contra Trump; el senador por Kentucky Rand Paul, de tendencia libertaria; y la vicegobernadora de Florida, Jeanette Nuñez, copresidenta de Latinos por Trump, entre otros.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue confirmado este lunes formalmente como candidato republicano a las elecciones del próximo 3 de noviembre, en la votación de los delegados durante la convención del partido, inaugurada en Charlotte, Carolina del Norte.

El presidente obtuvo el apoyo suficiente (1,276) para confirmar su nominación antes del final de la votación, justo después de que los representantes de Nevada le dieran sus 25 votos y sobrepasaran ese número.

Justo después del voto de Florida, que se saltó el orden alfabético, el presidente hizo acto de aparición en el Centro de Convenciones de Charlotte, donde se celebra este lunes el evento.

Allí se han dado cita 336 delegados, 6 por cada estado y territorio, para participar en la votación presencial.

Inmediatamente después del voto de Florida, Trump salió al escenario ante un auditorio que empezó a gritar “cuatro años más”, a lo que el presidente respondió: “Si quieren volverlos locos de verdad, digan 12 años más”.

Al igual que su equivalente demócrata, que concluyó el jueves con un discurso, la convención republicana será fundamentalmente virtual en razón de la pandemia de Covid-19 y también será un encuentro muy familiar para el mandatario.

Trump aceptará la nominación para ser reelegido con un discurso que ofrecerá el jueves 27 desde La Casa Blanca, un
escenario cuya elección ha generado algunas críticas, dado que se supone que los presidentes no deben usar la residencia oficial o edificios federales para actos de campaña.

Además de su esposa Melania, sus cuatro hijos adultos figuran entre quienes tomarán la palabra: Donald Jr., Eric, Tiffany e Ivanka.

Su equipo de campaña apuesta a que la convención de Carolina del Norte sea “muy optimista y alegre”, dijo ayer el asesor Jason Miller en entrevista con la cadena NBC.

El objetivo es defender la gestión del 45° presidente de Estados Unidos, actualmente muy cuestionado por su manejo de la pandemia y que ya no cuenta con lo que su campaña presentaba como su principal activo y eventual carta de triunfo: la buena salud de la economía.

“Vamos a mostrar el impacto que ha tenido el gobierno Trump-Pence sobre la gente real”, dijo a Fox News Kellyanne Conway, asesora cercana de Trump.

En particular, está prevista la intervención de Tanya Weinreis, gerente de un café de Montana, que recibió un préstamo federal para hacer frente a las consecuencias de la pandemia, así como de varios oradores afroamericanos, entre ellos Tim Scott, el único senador republicano negro, en un intento de llegar a una comunidad mayormente hostil al partido de Trump.

Anoche, en entrevista con Fox News, Trump fue cuestionado sobre que si es reelegido, qué haría de forma diferente, a lo que dijo, “yo reforzaría aquello que ya he hecho y haría cosas nuevas”.

Desde Oriente Medio, donde se encuentra de visita, se espera que el secretario de Estado Mike Pompeo destaque los avances diplomáticos registrados bajo la administración Trump, una intervención inusual para este tipo de eventos.

Trump intervendrá en cada una de las cuatro jornadas que durará el evento, cuando habitualmente los candidatos sólo se dirigen al público en el acto de clausura.

Pero muchos esperan que el presidente vuelva rápidamente a su retórica habitual, que polariza en lugar de unir, pues ya en los días previos, Trump adoptó un tono diferente al que su partido y su equipo de campaña quisieran darle al evento.

“Soy lo único que separa el sueño americano de la anarquía total, la locura y el caos”, dijo el viernes pasado, y aseguró que una victoria demócrata sería nefasta en términos de orden público, de control de la inmigración y de equilibrio de las finanzas públicas.

La senadora Kamala Harris aceptó la noche de ayer su candidatura en la fórmula del demócrata Joe Biden, que podría convertirla en la primera vicepresidenta de Estados Unidos.

Durante su mensaje, señaló el “rotundo fracaso” del mandatario republicano Donald Trump para dirigir el país.

Harris, una abogada nacida hace 55 años en California, hija de un jamaiquino y una india tamil, llamó a votar el 3 de noviembre por Biden, capaz, dijo, de unir a “negros, blancos, latinos, asiáticos, indígenas” y no convertir “nuestras tragedias en armas políticas”.

“El fracaso de liderazgo de Donald Trump ha costado vidas y sustento”, advirtió, cuando Estados Unidos registra más de 170,000 muertos por Covid-19 y sufre una aguda recesión económica, en medio de un extendido clamor contra el racismo y la violencia policial.

Harris denunció “el caos constante”, la “incompetencia” y la “insensibilidad” del gobierno de Trump.

El tradicional cónclave partidario, organizado este año en formato virtual por la pandemia, finalizará esta noche con un discurso de Biden, quien, a sus 77 años, busca llegar a La Casa Blanca casi medio siglo después de su ingreso a la arena política.

Barack Obama, el primer presidente negro de los Estados Unidos, pidió el voto para Biden, su compañero durante los ochos años de su mandato, a quien llamó “hermano”.

“Esperaba, por el bien de nuestro país, que Donald Trump pudiera mostrar algún interés en tomarse el trabajo en serio, que pudiera llegar a sentir el peso del cargo (…) Pero nunca lo hizo”, dijo Obama, que entregó el poder a Trump en 2017.

“Las consecuencias de este fracaso son graves”, subrayó.

El exmandatario, el tercero en respaldar a Biden en la convención luego de Bill Clinton y Jimmy Carter, dijo que Trump ha tratado la presidencia como un “reality show” y ha dejado las “instituciones democráticas amenazadas como nunca antes”.

Mientras Obama hablaba, Trump descargaba su enojo en Twitter con mensajes en mayúsculas, en los que acusó a su predecesor de haberlo espiado durante su campaña. Trump arremetió contra Obama, al tacharlo de “ineficaz” y “espantoso” y denostado “la estupidez” de su gestión.

“El presidente Obama no hizo un buen trabajo. La razón por la que estoy aquí es por el presidente Obama y Joe Biden”, señaló a periodistas tras conocerse fragmentos del discurso del exmandatario.

La exprimera dama Hillary Clinton, candidata derrotada por el magnate republicano en 2016, hizo un enérgico llamado a la movilización electoral, advirtiendo que “si Trump es reelegido, las cosas serán aún peor”.

“Voten como si nuestras vidas y nuestro sustento estuvieran en juego, porque lo están”, urgió.

También instó a “librar al país de Trump” Nancy Pelosi, la influyente presidente de la Cámara de Representantes y líder demócrata en el Congreso.

La senadora progresista Elizabeth Warren, exrival de Biden en las primarias, atribuyó la crisis del país “a Trump y a los republicanos que lo habilitan”; enfatizó la necesidad de apoyar a las madres trabajadoras.

La gobernadora de Nuevo México, Michelle Lujan Grisham, una de las figuras hispanas más prominentes de Estados Unidos, puso el foco en el cambio climático, anunciando el regreso de Estados Unidos al Acuerdo de París si Biden gana.

Y la excongresista de Arizona Gabrielle Giffords, gravemente herida tras un intento de asesinato en 2011, pidió el fin de la violencia armada junto a Emma González, una sobreviviente del tiroteo en la escuela secundaria de Parkland.

Además, una inmigrante hispana indocumentada, Silvia Sánchez, contó su dura historia junto a sus hijas, una de ellas una “dreamer”, beneficiaria del programa DACA que protege de la deportación a los llegados al país de niños junto a sus padres sin papeles, que Trump buscó cancelar.

La Convención incluyó una parte musical, donde el dominicano-estadounidense Prince Royce cantó junto a Billie Eilish y Jennifer Hudson; durante la actuación aparecieron varios mensajes en español. “Únete”, se podía leer en la pantalla.

El Partido Demócrata nominó formalmente la noche de ayer a Joe Biden como su candidato a la presidencia de Estados Unidos en las elecciones de noviembre.

Los líderes del partido, políticos de nueva generación y votantes de todos los estados se unieron en una convención virtual debido a la pandemia por el coronavirus.

En lugar de en un centro de convenciones de Milwaukee como se planeó en un principio, los delegados participaron con una serie de intervenciones tanto grabadas como en vivo desde lugares del emblemáticos y simbólicos: el Puente Edmund Pettus Bridge de Alabama, la cabecera del Río Mississippi, una comunidad puertorriqueña que sigue recuperándose del un huracán y la Plaza Black Lives Matter de Washington.

Biden celebró su nominación junto a su esposa y a sus nietos en la biblioteca de una escuela en Delaware. Jill Biden, su esposa por más de 40 años, habló más tarde de él en términos profundamente personales.

A menos de tres meses de los comicios, presentó al político ante el electorado estadounidense como un hombre de gran empatía, fe y resiliencia.

“Hay momentos en que no podía imaginar cómo lo hizo, cómo puso un pie delante del otro y siguió adelante”, afirmó. “Pero siempre he entendido por qué lo ha hecho. Lo hace por ustedes”.

Los momentos más esperados de la convención tendrán lugar hoy y mañana. Kamala Harris aceptará su nominación como compañera de fórmula de Biden, convirtiéndose oficialmente en la primera mujer negra en la boleta presidencial de un gran partido.

El expresidente Barack Obama también intervendrá como parte de sus esfuerzos para derrotar a su sucesor.

Biden dará su discurso de aceptación mañana por la noche, en un salón de convenciones cerca de su casa, en Delaware.

El candidato aprovechó la segunda noche de las cuatro de la convención para mostrar a una serie de veteranos políticos, tanto demócratas como republicanos, que argumentaron que tiene experiencia y energía para reparar el caos creado por Trump tanto en el país como fuera.

El expresidente Bill Clinton, el ex secretario de Estado John Kerry, y el ex secretario de Estado republicano Colin Powell aparecieron ayer para hacer énfasis en un tema: el liderazgo importa. El expresidente Jimmy Carter, de 95 años, también hizo una breve aparición.

Algunos de ellos lanzaron ataques inusualmente personales contra Trump, todo en un intento de presentar a Biden como el contrapeso moral y competente del mandatario.

“Donald Trump heredó una economía en crecimiento y un mundo más pacífico”, señaló Kerry. “Y como todo lo demás que ha heredado, lo ha arruinado”.

Según Clinton, la Oficina Oval de Trump es un lugar de caos, no un centro de mando. “Si quieren un presidente que defina el cargo como pasar horas viendo la televisión cada día y atacando a gente en redes sociales, él es su hombre”, añadió.

Solo un presidente en activo ha perdido la reelección desde 1992, George H.W. Bush. Los partidarios de Biden dicen estar más motivados por la oposición a Trump que por el entusiasmo que despierta el candidato demócrata.

El presidente Donald Trump respondió con fuerza este martes a los ataques que la exprimera dama Michelle Obama lanzó en su contra ayer en su discurso durante la convención demócrata.

La ex primera dama dijo que Trump es el presidente “equivocado” para el país, y lo describió como un líder divisivo con una absoluta “falta de empatía”, que no ha estado a la altura del reto de la pandemia y la crisis económica asociada.

Trump esperó hasta la mañana del martes para responder, lanzándose contra su predecesor Barack Obama y contra Biden, que fue su vicepresidente.

“Por favor que alguien le explique a @MichelleObama que Donald J. Trump no estaría aquí en la bella Casa Blanca, si no fuera por el trabajo hecho por su esposo, Barack Obama”, apuntó el mandatario.

Trump reiteró que la situación en el país está mejorando rápidamente.

“Mi gobierno y yo creamos la mejor economía de la historia de cualquier país”, aseguró el republicano, pese a que Estados Unidos es el país del mundo más enlutado por el coronavirus, con más de 170,000 fallecidos, y el desempleo está por encima de 10%.

El mandatario afirmó que la economía se está levantando, que los empleos abundan e hizo referencia a que el indicador tecnológico de la bolsa, el Nasdaq, tocó niveles récords.

Michelle Obama dijo durante su mensaje, que las crecientes crisis que enfrenta el país solo empeorarán si es reelegido Donald Trump.

“Déjenme ser tan honesta y clara como pueda. Donald Trump es el presidente erróneo para nuestro país. Ha tenido tiempo de sobra para probar que podía hacer el trabajo, pero claramente es difícil de comprender. No está a la altura del momento. Simplemente no puede ser quien necesitamos que sea. Es lo que es”, sostuvo Obama.

La ex primera dama, una de las mujeres más respetadas del país, era una de las participantes más esperadas en el primer día de la Convención Demócrata, que por la pandemia de coronavirus, cambió de formato a virtual.

Michelle Obama, con un collar con la palabra “vota”, aprovechó su popularidad entre los votantes afroestadounidenses y las mujeres con educación universitaria de las zonas suburbanas, que según los analistas, son los votantes que Biden necesita.

“Si piensan que las cosas no pueden empeorar, créanme, pueden y lo harán si no hacemos un cambio en esta elección”, dijo llamando a la acción a la coalición de votantes jóvenes y diversos que mantuvieron a su familia en la Casa Blanca por dos legislaturas.

La exprimera dama reconoció que “Joe no es perfecto”, pero dijo, sabe lo que se necesita para rescatar una economía, hacer frente a una pandemia y liderar al país”. Añadió que una de las virtudes de Biden es saber escuchar. “Dirá la verdad y confiará en la ciencia”, aseguró.

Obama destacó las divisiones en que está sumido Estados Unidos. “Ahora, entiendo que mi mensaje no será oído por algunas personas. Vivimos en una nación que está profundamente dividida, y soy una mujer negra hablando en la Convención Demócrata”.

Afirmó que como primera dama tuvo la ocasión de conocer de primera mano “el peso inmenso y el poder impresionante de la Presidencia”, por lo que podía asegurar que es un trabajo “difícil”.

Recordó que las palabras de un presidente pueden mover los mercados, empezar guerras y lograr la paz. “Pueden llamar a nuestros mejores ángeles o despertar nuestros peores instintos. Simplemente no puedes fingir tu camino en este trabajo”.

Aseguró que hace cuatro años mucha gente eligió creer que sus votos no importaban, por lo que al final esas elecciones, mandaron al Despacho Oval a quien perdió el voto popular nacional por cerca de 3 millones.

“Cuatro años más tarde, el estado de esta nación es muy diferente. Más de 150,000 personas han muerto, y nuestra economía está en ruinas debido a un virus que este presidente ha menospreciado demasiado tiempo”.

Obama apuntó, además, los casos de violencia policial contra afroamericanos, como George Floyd y Breonna Taylor, y lamentó que el mero hecho de afirmar que las vidas negras importan sea objeto de “burla” en el despacho más importante de la nación.

“Porque siempre que miramos a esta Casa Blanca en busca de liderazgo o consuelo, o algo parecido a estabilidad, lo que logramos a cambio es caos, división y una falta de empatía total”, remató.

El Partido Demócrata da inicio este lunes a una convención virtual de cuatro días en la que buscará dar una muestra de unidad y respaldo a su virtual candidato para las elecciones presidenciales, Joe Biden, que aspira a derrotar al actual mandatario Donald Trump, quien busca su reelección.

El principal rival de Biden en las primarias, Bernie Sanders, la ex primera dama Michelle Obama y el republicano John Kasich, un exgobernador de Ohio que se presentó contra Trump en 2016, encabezarán los discursos con los que, durante los próximos cuatro días, se apoyará la candidatura de Biden.

La pandemia del coronavirus obligó a los demócratas a modificar el desarrollo de su convención, suprimiendo la reunión presencial prevista en Milwaukee, Wisconsin, y convirtiéndola en una serie de discursos virtuales que tendrán, en total, una duración de dos horas.

Se prevé que mañana Biden sea nombrado oficialmente como el candidato demócrata para los comicios del 3 de noviembre; el también exvicepresidente será quien clausure la asamblea virtual con el discurso de aceptación.

Los demócratas esperan así apuntalar la coalición formada contra Trump y que no ocurra lo mismo que en 2016, cuando las constantes diferencias entre los precandidatos terminaron afectando a la campaña de Hillary Clinton.

Este año, Sanders se retiró de las primarias en abril y rápidamente mostró su apoyo a Biden.

“La asamblea es una oportunidad para explicar a los ciudadanos dónde ha fallado el Gobierno de Trump”, dijo Ed Rendell, exgobernador de Pensilvania y amigo de Biden desde hace mucho tiempo. “También servirá para detallar los planes sustanciales que Joe tiene para mejorar el país”.

Kamala Harris, senadora de California y elegida por Biden para ser su vicepresidenta, hablará el miércoles después de que su cargo sea confirmado de forma oficial.

Con visitas a cuatro estados ya programadas, el presidente Donald Trump planea hacer frente a la semana “fuerte” de los demócratas.

La gira de Trump por estados que probablemente resulten cruciales para lograr un eventual segundo mandato promete servir de referencia para su campaña, dado que la pandemia de coronavirus ha reducido los eventos multitudinarios que tanto gustan al presidente.

Trump, cuya Convención Nacional Republicana se celebrará la próxima semana, viajará a Mankato, en el estado de Minnesota, y Oshkosh, en el de Wisconsin, este lunes; a Yuma, en Arizona, mañana martes; y a la ciudad natal de Biden, Scranton, en Pensilvania, el jueves próximo.

El magnate impulsará sus políticas sobre la ley y el orden en Minnesota, el estado donde la muerte de George Floyd, un hombre negro, mientras estaba bajo custodia policial desató protestas multitudinarias contra la injusticia racial.

En Wisconsin, estado que albergará la convención demócrata, Trump hablará sobre el crecimiento del empleo y el comercio. En Arizona, el presidente hará hincapié en la seguridad de la frontera y su postura dura contra la inmigración.

El evento principal será el jueves en Scranton, el mismo día en que Biden aceptará la nominación de su partido para las elecciones del 3 de noviembre. Un asesor dijo que el discurso de Trump en Scranton revisará “las cuatro décadas de Joe Biden en la vida pública” y contrastará su historial con el de Trump en los últimos tres años y medio.

El Partido Demócrata decidió este jueves aplazar más de un mes la convención nacional en la que nominará formalmente a su candidato presidencial para las elecciones de noviembre en Estados Unidos, debido a la “incertidumbre” generada por la pandemia del coronavirus.

El Comité Nacional que organiza la convención demócrata informó en un comunicado de que la gigantesca reunión, que estaba planeada realizarse  entre el 13 y 16 de julio en Milwaukee, Wisconsin, queda reprogramada para la semana del 17 de agosto en esa misma ciudad.

El anuncio llega solo un día después de que el favorito en la carrera demócrata, el exvicepresidente estadounidense Joe Biden, expresara sus dudas sobre la posibilidad de que la reunión, a la que se espera una asistencia de 50,000 personas, pudiera celebrarse en julio.

“En nuestro clima actual de incertidumbre, creemos que el enfoque más inteligente es darnos más tiempo para supervisar cómo se desarrolla esta situación, para que nuestro partido pueda tener una convención segura y exitosa”, dijo el presidente del comité organizador, Joe Solomonese, en el comunicado.

El presidente del Comité Nacional Demócrata (DNC), Tom Pérez, afirmó por su parte que la salud y seguridad de los asistentes a la convención es su máxima prioridad.

Los organizadores de la convención no descartan “ajustar el formato de la convención, el tamaño de los asistentes o la agenda de actividades para “evitar riesgos innecesarios a la salud pública”, indica el comunicado.

El cambio de fecha implica que la cita se celebrará la semana anterior a la convención nacional republicana, cuyo comienzo está previsto el 24 de agosto en Charlotte, Carolina del Norte.

El presidente estadounidense, Donald Trump, será nominado formalmente en esa convención para optar a un segundo mandato como candidato republicano, y para enfrentarse en noviembre al aspirante demócrata que surja de la cita en Milwaukee.

Según el formato tradicional de las convenciones estadounidenses, los delegados (que representan el voto popular de los estadounidenses) deben presentarse físicamente en la convención y votar por un candidato en concreto, un panorama que puede complicarse si la crisis se alarga.

Biden cuenta con ventaja sobre el otro aspirante presidencial demócrata que queda en la contienda, el senador Bernie Sanders, pero todavía no alcanza los 1,991 delegados necesarios para asegurarse la nominación y por tanto, no puede tomar el control de la planificación de la convención

Este lunes, el Partido Demócrata escogió a Milwaukee, Wisconsin, para albergar la convención para nominar formalmente a su candidato a la elección presidencial del 2020, cuatro años después de que Hillary Clinton perdió por un estrecho margen en el estado frente al republicano Donald Trump.

Clinton, quien no realizó campaña en Wisconsin durante la carrera presidencial de 2016, también perdió por un estrecho margen en los estados de Michigan y Pensilvania, lo que contribuyó en la victoria final de Trump.

La Convención Nacional Demócrata se celebrará entre el 13 y el 16 de junio, la primera vez que el partido la realizará en una ciudad de la región central del país que no sea Chicago en más de un siglo, afirmó el partido en un comunicado.

Más de una decena de demócratas han anunciado que buscarán la nominación en las votaciones estado por estado que se iniciarán en Iowa, en febrero del próximo año. La inusual cantidad incluye cinco senadoras y el primer candidato abiertamente gay.

Bernie Sanders, un socialista demócrata y senador que estuvo cerca de ser nominado para la carrera presidencial en 2016 y Joe Biden, exvicepresidente, que no ha declarado formalmente su intención de participar -pero se espera que lo haga- han surgido como favoritos en las últimas encuestas de opinión.

La Convención republicana, en tanto, se celebrará en Charlotte, Carolina del Norte, más de un mes después, entre el 24 y el 27 de agosto.

Trump buscará un segundo período al mando del país en las elecciones del 3 de noviembre del 2020.