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Vivimos en los tiempos de los Fake News. De por sí teníamos ya un reto con la información en tiempos electorales y ahora llegamos al 2024 con dos ingredientes que harán el reto de informar e informarnos uno mucho más complicado.

Con las redes sociales sabemos que la información viaja a una gran velocidad. Y dentro de esta información bien se dice que mientras la mentira ya corrió y le dio la vuelta al mundo, la verdad apenas se está amarrando las agujetas. Pero tenemos que pensar ahora en el enorme reto que representa la Inteligencia Artificial (IA).

En estos días, a manera de advertencia sobre lo que se viene, el New York Times publicó imágenes verdaderas a la par de otras generadas con IA. Intentar diferenciar cuál es la auténtica de la ficticia es casi imposible.

La información académica sugiere que la población de mayor edad es la que tiende a compartir más videos falsos y los más jóvenes son los que más fácil se creen lo que ven en redes sociales, en especial en TikTok.

En México no tenemos tanto dato como el que hay en Estados Unidos respecto a estos temas pero, si nos guiamos por las tendencias de aquel país, el problema no son solamente los Fake News y la IA, también la simple amenaza de su existencia genera retos. De acuerdo con una encuesta de Axios, 53 por ciento de los estadounidenses creen que la desinformación generada con IA tendrá un efecto en el resultado de sus elecciones de noviembre próximo. Esto en si es un círculo vicioso que genera desconfianza en los medios de comunicación, tradicionales o no.

Otro reto al que nos enfrentamos desde ya con la IA y la desconfianza que genera es que cuando un político es captado en una situación reprobable, su argumento puede ser escudarse en decir que dicha información es falsa y que fue creada o generada con Inteligencia Artificial. Eso vimos en el caso Martí Batres con una grabación de WhatsApp en la que hablaba de como fortalecer a Clara Brugada frente a Omar García Harfush en sus aspiraciones por la CDMX, a pesar de lo que “la Jefa” Claudia Sheinbaum quisiera. La respuesta inmediata de Batres para defenderse fue decir que esa grabación fue hecha con IA.

A todo esto hay que agregarle el ingrediente en México de un López Obrador y su partido, Morena, que no tienen ni empacho ni la menor preocupación por los daños que una campaña plagada de mentiras y falsedades pueda tener para el país. Por el contrario, lejos de querer robustecer a los medios de comunicación establecidos y a los periodistas con años de carrera, tenemos a un presidente que no se cansa de atacar. Ha ocurrido a lo largo del sexenio pero se ha recrudecido conforme llega el final de su mandato.

La Mañanera de AMLO en la que habló de que los dueños de Imagen y Fórmula no le hacen caso respecto a sacar a Ciro Gómez Leyva, o el enojo de esta semana con Azucena Uresti por no explicar a qué circunstancias se refiere en su mensaje anunciando su salida de Milenio TV son dos claros y burdos ejemplos del enorme desdén por un periodismo serio e informado en México, en especial en tiempos electorales.

La situación pinta para pasar de complicada a complejísima por la tecnología en sí misma y por un mandatario que, cegado de poder, no solo no alcanza a dimensionar el tamaño del reto, además está listo con su cajita de cerillos, aventándolos a la hoguera de las Fake News, los Deep Fakes, y demás herramientas de desinformación.

Columna completa en El Universal

Los especialistas en riesgos consideran que la desinformación y las condiciones meteorológicas extremas, son los factores con más probabilidades de desencadenar una crisis mundial en los próximos dos años, según una encuesta del Foro Económico Mundial (WEF) publicada este miércoles.

Mientras que el clima extremo se identificó como el mayor riesgo en 2024, la información engañosa y la desinformación resultaron ser el riesgo global más grave en los próximos dos años.

Esto podría suponer una amenaza especial cuando miles de millones de personas acudirán a las urnas en el mayor año electoral de la historia. En Broojula, Ana Paula Ordorica presenta una edición especial sobre el Tsunami electoral que se vivirá en el 2024.

Las principales economías, desde Estados Unidos hasta la India y desde luego México, celebrarán elecciones este año, por lo que los líderes políticos y de la industria dependen de las encuestas y las previsiones para evaluar cómo será el entorno político en 2025.

“El uso generalizado de la información engañosa y la desinformación, así como de las herramientas para difundirlas, puede socavar la legitimidad de los gobiernos recién elegidos”, advierte el informe del WEF. “Los disturbios resultantes podrían ir desde protestas violentas y delitos de odio hasta enfrentamientos civiles y terrorismo”, añade.

El informe, elaborado en colaboración con Zurich Insurance Group y Marsh McLennan, se conoce antes de la reunión anual del WEF que arranca la próxima semana.

En un horizonte de 10 años, los riesgos medioambientales, incluida la pérdida de biodiversidad y los cambios críticos en los sistemas de la Tierra, encabezan la clasificación, seguidos de cerca por la información engañosa, la desinformación y los resultados adversos de la inteligencia artificial (IA).

En tanto, dos tercios de los expertos en riesgos encuestados esperan que en la próxima década surja un orden mundial multipolar o fragmentado, “en el que las potencias medias y grandes se disputen, establezcan y hagan cumplir reglas y normas regionales”, según la encuesta.

El presidente del WEF, Borge Brende, aseguró que la 54ª reunión anual del WEF en Davos se celebraría en el contexto geopolítico más complicado hasta la fecha, desde las guerras en Gaza y Ucrania hasta el aumento de la deuda y del costo de la vida.

Estados Unidos advirtió a gobiernos y ciudadanos latinoamericanos sobre las intenciones de Rusia a “manipularlos” mediante una supuesta campaña de desinformación en español con la que el Kremlin busca justificar la invasión de Ucrania y denigrar la imagen de Washington en la región.

El encargado de la oficina antipropaganda del Departamento de Estado, James Rubin, señaló que la Administración del presidente Joe Biden está preocupada por las dificultades de Ucrania para lograr el apoyo de los Gobiernos de América Latina.

“Rusia planeó una campaña de desinformación en todo el continente para tratar de manipular a los votantes de América Latina mediante desinformación y difusión de ideas disparatadas”, explica el coordinador del Centro para la Participación Mundial del Departamento de Estado, en entrevista con la agencia Efe.

Según la Administración de Biden, el Gobierno ruso orquesta desde Chile una campaña para captar a medios locales y creadores de opinión de toda América Latina para que difundan su propaganda escondiendo la mano del Kremlin que hay detrás.

Un equipo se encarga de elaborar el contenido en Rusia y envía el material a su gente en la región para que lo difunda en español y portugués a través de medios locales y que parezca información independiente.

“Creemos que eso ocurre en toda la región, en todos los países, como Argentina, Chile, Colombia, México, Cuba, Venezuela y Brasil”, dijo Rubin.

Según el alto funcionario, los mensajes que el Kremlin difunde en Latinoamérica tratan de “justificar lo injustificable”, en referencia a la invasión rusa de Ucrania.

Acusan por ejemplo a Kiev de poseer “armas biológicas, entre otras ideas disparatadas”. “Pero la gente en América Latina debería recordar que no es una opinión sino un hecho que Rusia decidió una mañana invadir a su vecino con cientos de miles de tropas y luego cometer atrocidades en Ucrania contra la gente que vive allí”, afirmó el funcionario.

El coordinador de la oficina antipropaganda también denuncia que Moscú quiere hacer creer que Estados Unidos “tiene la culpa” de esta guerra, pero “fue una decisión de Rusia invadir a su vecino”, insiste.

Y es que varios Gobiernos de izquierda en América Latina han marcado distancias con Estados Unidos y han expresado neutralidad ante la guerra de Ucrania, algo que ha evidenciado la influencia que tiene Rusia en la región.

Por ello, Washington quiere que Rusia deje de “engañar a los pueblos de Latinoamérica y de hacerles pensar que hay alguna justificación para una invasión a gran escala de su vecino”.

Rubin recalca que Moscú tiene todo el derecho a expresar sus opiniones a través de canales y medios de comunicación oficiales, como RT o Sputnik, pero lo censurable es que “esconda su mano” detrás de una presunta campaña de noticias falsas.

La Administración de Biden cree que el Kremlin ha escogido manipular a los medios de esta región porque en Latinoamérica existe libertad de prensa y un apoyo histórico a lo que fue la Unión Soviética.

La Administración estadounidense asegura que se ha puesto en contacto con los Gobiernos del continente para avisarles de la supuesta campaña de desinformación rusa.

La Comisión Europea (CE) confirmó este lunes que ha recibido toda la información que ha pedido a Meta, TikTok y X, tras abrirles una investigación sobre las medidas que están llevando a cabo para eliminar el contenido que según Bruselas promueve el terrorismo tras el ataque de Hamás a Israel.

Así lo confirmó la portavoz del Ejecutivo comunitario Johanna Bernsel, aunque evitó pronunciarse sobre cuáles pueden ser los siguientes pasos.

Recordemos que Bruselas le pidió a X que le informase antes del 18 de octubre sobre cómo se activan y funcionan sus protocolos de actuación para detectar la información ilegal, y hasta este próximo martes para que le explique qué medidas lleva a cabo para eliminarlos.

También reclamó a Meta y TikTok que le explicaran antes del 25 de octubre qué medidas está llevaba a cabo para reaccionar al contenido detectado tras el atentado de Hamás contra Israel que dejó más de 1,400 muertos.

Estas dos últimas compañías deberán responder también antes del 8 de noviembre cómo van a actuar para proteger los próximo procesos electorales en la Unión Europea (UE) y TikTok, muy popular entre los jóvenes, deberá explicar además de qué forma protege a los menores.

Bruselas ha reclamado esta información a las plataformas en base a la nueva Ley de Servicios Digitales (DSA) que ha entrado en vigor este año en la UE y que obliga a las grandes compañías de internet a eliminar rápidamente el contenido ilegal y a ser más transparentes en el funcionamiento de sus algoritmos.

Si la Comisión considera que no están actuando voluntariamente para eliminar este tipo de contenido, puede ordenar medidas cautelares contra las empresas, hasta que culmine la investigación.

Al final de la misma, podría imponerles una multa de hasta el 6 % de su facturación mundial anual y, en última instancia, podría pedir a la Justicia europea que prohíba estas plataformas en la UE.

Todo esto sucede cuando se cumple un año de que el multimillonario Elon Musk compró Twitter, tiempo en el que ademas de haber cambiado de nombre, ahora X, se han registrado una serie de caídas: el valor de la empresa, un recorte de la plantilla, en los ingresos publicitarios, entre otros.

El magnate ha justificado los cambios implementado, pues ha dicho, son necesarios para “enderezar” la situación financiera de la empresa, además de facilitar la libertad de expresión, algo que especialistas señalan, se ha confundido con permitir desinformación, discursos de odio, estigmatización, entre otras conductas nocivas para los usuarios.

En Broojula, Ana Paula Ordorica platica con Emilio “Pizu” Saldaña, experto en temas de tecnología de la información, sobre la situación por la que atraviesa X en medio de estos señalamientos a los que se ha sumado la Unión Europea.

Este viernes se cumple un año desde que el magnate Elon Musk compró la red social Twitter, tiempo en el que se han producido varios recortes: 90% de su valor, el 80% de su plantilla, el 50% de sus ingresos publicitarios, y donde incluso cambió su nombre, puesto que ahora se llama X.

X, una versión financieramente magra de Twitter, está dirigida desde junio por la ejecutiva publicitaria Linda Yaccarino, nombrada por Musk para ayudarle a generar ingresos después de que muchos anunciantes huyeran de la plataforma por la falta de moderación de los contenidos dañinos resultante de sus nuevas políticas.

La compra de Twitter se cerró el 27 de octubre de 2022 por un valor de 44,000 millones de dólares e implicó que dejara de cotizar en bolsa, por lo que sus cuentas ya no son accesibles al público, pero el propio Musk ha divulgado en los últimos meses que X tiene un valor en torno a 4,000 millones de dólares y unos 1,500 empleados.

Musk tomó prestados unos 13,000 millones de bancos de Wall Street pero respaldó la operación con capital propio y de su empresa de automóviles eléctricos, Tesla, de donde además trajo empleados especializados para asesorarle en la plataforma, junto a ejecutivos de sus otras compañías como SpaceX y The Boring Company.

El magnate, que sigue siendo el hombre más rico del mundo, argumenta siempre como necesarios los cambios que ha impuesto para enderezar la situación financiera y facilitar la libertad de expresión, una de sus grandes obsesiones.

No obstante, cabe ser escéptico con sus declaraciones: en verano aseguró haber recuperado a “casi todos” sus anunciantes y algunos han vuelto, como Coca-Cola, pero otros siguen marchándose, como Gilead, este último después de que su publicidad apareciera en una cuenta “verificada” de tendencia profascista.

En julio pasado, Musk dijo que X tenía “flujo de caja negativo debido a una caída del 50% en ingresos de la publicidad y una fuerte carga de deuda”, según una conversación con una usuaria, y según datos de Reuters, esos ingresos en Estados Unidos han bajado cada mes desde la compra del empresario.

Los anunciantes son conscientes de las salidas de los ejecutivos que moderaban los contenidos, tarea ahora relegada en buena parte a las “notas comunitarias”, unos mensajes complementarios que aparecen en publicaciones virales y en los que los propios usuarios aportan matices y contexto.

Es uno de los numerosos cambios en la plataforma, aunque el más polémico fue Twitter Blue, rebautizado X Premium, un intento de diversificar los ingresos mediante un modelo de suscripción que permite a cualquiera comprar el símbolo de verificación antes vinculado a fiabilidad e interés público, entre otras cosas.

X Premium cuenta con cerca de 828,000 suscriptores, según datos del investigador Travis Brown analizados en agosto por medio especializado Mashable, es decir, en torno al 0.15% de los 550 millones de usuarios mensuales que Musk dice que tiene la red social.

Usuarios, medios y organizaciones han denunciado los efectos dañinos de este sistema, entre ellos el Center For Countering Digital Hate (CCDH), que divulgó en un informe que Twitter no eliminaba con rapidez las publicaciones de odio ni las cuentas que las emiten, y que violan sus propias políticas.

La utilidad de X como arma de manipulación ha salido a relucir de nuevo con la guerra entre Israel y Hamás, tanto que las autoridades europeas pidieron explicaciones a Musk sobre sus medidas para frenar la desinformación. Incluso se ha abierto la primera investigación bajo la nueva ley de Servicios Digitales.

Los cambios continúan: X está probando en Nueva Zelanda y Filipinas una suscripción de 1 dólar anual, por el momento solo para los que recién se incorporen a la plataforma, para poder interactuar con los contenidos, que la empresa asegura que no tiene que ver con la búsqueda de beneficios sino con la eliminación de los “bots”, otra de las cruzadas de Musk.

Meses antes de hacerse de Twitter, Elon Musk decía que veía esa red como “la plaza pública digital donde se debaten asuntos vitales para el futuro de la humanidad”; ahora, a un año de su compra, el magnate no solo ha renombrado esta plaza, sino que ha dado un altavoz al ala política más derechista y ha permitido que la desinformación se expanda como la pólvora.

El 25 de febrero Musk dijo en su red que había llegado la hora de luchar contra el “virus antihumano woke”, una palabra que designa lo políticamente correcto y con la que suele asociarse a la izquierda, y que según él cabe aplicar a medios como el New York Times o a Netflix.

Los usuarios verificados de X, anteriormente conocida como Twitter, generan el 74% de las noticias falsas o ‘fake news’ relacionadas con el conflicto entre Israel y Hamás que circulan por la red social propiedad de Elon Musk.

Recordemos que desde que Elon Musk adquirió la red social, ha introducido cambios significativos en X.

Instauró la posibilidad de que toda cuenta pueda disponer de una marca de verificación, a cambio de pagar una cuota o suscripción mensual.

La marca o paloma azul determina que el dueño de dicha cuenta paga el servicio X Blue, y no como era antes, que pertenecía a un líder de opinión reconocido, empresa verificada o medio de comunicación con una buena reputación.

X ha dicho que para tener la insignia, se debe cumplir con los requisitos de elegibilidad que establece la compañía. Entre los criterios de elegibilidad para la insignia azul se encuentran el de tener la cuenta con nombre y foto de perfil visibles y públicos.

También se debe haber registrado actividad durante los 30 días anteriores al momento de la suscripción y no debe contar con contenido que tenga signos de ser engañoso o “de participar en la manipulación de la plataforma y spam”, según el Centro de ayuda de la firma.

Sin embargo, un estudio reciente de la firma NewsGuard ha determinado tras un análisis reciente que los usuarios verificados de la plataforma propagan el 74 por ciento del total de las noticias falsas sobre el conflicto entre Israel y el grupo terrorista Hamás.

Desde la firma han advertido, en primer lugar, que los suscriptores de X Premium tienen la opción de ocultar la marca de verificación, por lo que es posible que su análisis “no cuente el total mínimo”, ya que algunos usuarios premium podrían haber decidido no mostrar la insignia.

La empresa de ciberseguridad señaló que, durante el mes de octubre, llevó a cabo un análisis de las 250 publicaciones con mayor participación en la plataforma durante la primera semana de la guerra en Gaza, esto es, del 7 al 14 de octubre de este año.

Concretamente, la organización empleó el sistema Misinformation Fingerprints, que extrae y cataloga las principales narrativas falsas difundidas de forma ‘online’.

Estas fueron elegidas en base al número de ‘me gusta’, los ‘retuits’, las respuestas o la opción de ‘elementos guardados’, que se adjuntan en una lista privada para cada usuario pulsando el ícono de ‘compartir’.

NewsGuard estudió más concretamente una decena de afirmaciones falsas o sin fundamento compartidas por estos usuarios verificados. Entre ellas, se encuentran ‘fake news’ como ‘Ucrania vendió armas a Hamás’, ‘Un vídeo muestra a niños israelíes o palestinos enjaulados’, ‘Un memorando de la Casa Blanca muestra que Estados Unidos aprobó 8,000 millones de dólares en ayudas para Israel’ o ‘Un vídeo muestra a los combatientes de Hamás celebrando el secuestro de un niño israelí’.

El estudio de NewsGuard determinó que, en conjunto, las publicaciones distribuidoras de estas ‘fake news’ recibieron 1,349,979 interacciones y que se visualizaron más de 100 millones de veces en todo el mundo en tan solo una semana.

Asimismo, este análisis ha identificado siete cuentas que difundieron al menos dos de las noticias falsas relacionadas con la guerra más compartidas. Entre ellas se encuentra la cuenta anónima @Sprinter99800, cuyas publicaciones se visualizaron casi tres millones de veces.

En el estudio, la compañía de ciberseguridad también puso especial atención en aquellas publicaciones que cuentan con Notas de la Comunidad, una característica que permite a los usuarios contextualizar las publicaciones con fuentes fiables.

En concreto, descubrió que solo 79 de las 250 publicaciones que presentaban información errónea fueron marcadas por la plataforma como Notas de la Comunidad. “Esto significa que apareció una nota aproximadamente el 32% de las veces en algunas de las publicaciones de desinformación más destacadas y dañinas de la plataforma.

Esto llama la atención pues refuerza las críticas que se han hecho acerca de mientras tiene lugar la guerra entre Israel y Hamás, hay otra batalla muy importante ocurriendo al mismo tiempo: la de la batalla de la desinformación. 

Esto solo es el caso de X, pero lo mismo sucede en otras plataformas como TikTok, Facebook o Instagram de Meta.

Y es que la demanda por entregar una visión más cercana de la guerra ha abierto oportunidades para los traficantes de desinformación, los amantes de las teorías de la conspiración y los propagandistas, envenenando los debates públicos sobre la guerra.

En Broojula, Ana Paula Ordorica platica con Carlos Piña, analista de datos, doctor en ciencias de la computación de la Universidad de Essex, sobre lo que sucede en redes sociales, la desinformación y la proliferación de las fake news, en medio del conflicto armado en Medio Oriente.

Las cuentas de Twitter operadas por los gobiernos de Rusia, China e Irán se están beneficiando de los recientes cambios en la red social, señalaron investigadores, debido a que les ha sido más fácil atraer nuevos seguidores y difundir propaganda y desinformación a una audiencia más amplia.

Y es que la plataforma ya no etiqueta las cuentas de medios de comunicación estatales ni de las agencias de propaganda, y ya no prohibirá que sus contenidos sean promovidos o recomendados automáticamente a los usuarios.

Ambos cambios, realizados en las últimas semanas, han aumentado la capacidad del Kremlin para utilizar la plataforma estadounidense para difundir mentiras y afirmaciones engañosas sobre la invasión a Ucrania, la política estadounidense y otros temas.

Las cuentas de los medios de comunicación estatales rusos tienen ahora un 33% más de visitas que hace unas semanas, antes de que se realizara el cambio, según las conclusiones publicadas el lunes por Reset, una organización sin fines de lucro con sede en Londres que rastrea el uso que hacen los gobiernos autoritarios de las redes sociales para difundir propaganda.

El aumento supone más de 125,000 visitas adicionales por publicación. Entre esas publicaciones figuran las que sugieren que la CIA tuvo algo que ver con los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, que los dirigentes ucranianos están malversando la ayuda extranjera a su país y que la invasión rusa de Ucrania estaba justificada porque Estados Unidos tenía laboratorios clandestinos de guerra biológica en el país.

Las agencias de medios de comunicación estatales de Irán y China han experimentado aumentos similares de participación desde que Twitter introdujo los cambios.

El cambio de rumbo de la plataforma es el último acontecimiento desde que el multimillonario Elon Musk compró Twitter el año pasado.

Desde entonces, ha introducido un nuevo y confuso sistema de verificación, ha despedido a gran parte del personal de la empresa, incluido el dedicado a luchar contra la desinformación, ha permitido el regreso de neonazis y otras personas anteriormente suspendidas del sitio y ha puesto fin a la política del sitio que prohibía la desinformación peligrosa.

La incitación al odio y la desinformación han prosperado, han alertado especialistas.

Antes del cambio más reciente, Twitter colocaba etiquetas en las que se leía “medios afiliados al Estado ruso” para que los usuarios supieran el origen del contenido. También redujo la participación en internet del Kremlin al inhabilitar las cuentas para fueran promovidas y recomendadas automáticamente, algo que suele hacer con las cuentas normales para ayudarlas a llegar a un público más amplio.

Musk ha hecho comentarios en el pasado que sugieren que ve poca diferencia entre las agencias de propaganda financiadas por el Estado y operadas por hombres fuertes autoritarios y los medios de noticias independientes de Occidente.

‘El pájaro está libre’, fue lo que dijo Elon Musk cuando compró Twitter en octubre pasado. Pero, ¿qué más ha cambiado y cómo ha afectado/beneficiado a la red social? En Broojula, Ana Paula Ordorica platica con Guillermo Perezbolde, director general de la agencia Mente Digital, sobre los cambios en Twitter.

Cerca de 7 de cada 10 mexicanos, es decir, el 68%, está a favor de las conferencias matutinas del Presidente, mejor conocidas como las “mañaneras”, aunque solo una tercera parte las ve, según una encuesta de la firma Poligrama.

En contraste, casi 1 de cada 3 mexicanos, el 32%, se pronunció “en contra” de las ruedas de prensa de López Obrador, que llegan a extenderse por casi 3 horas, según la casa encuestadora.

La encuesta de Poligrama, que se levantó el pasado 10 de abril, llegó en medio de una controversia generada por analistas como la politóloga Denise Dresser que exigen al mandatario poner fin a las “mañaneras” porque polarizan al país, contribuyen a la desinformación y permiten a López Obrador estigmatizar a opositores.

El 65% de los encuestados consideró que las conferencias “ayudan a que la gente esté más informadas” por encima de un 35% que opinó que “distribuyen mentiras”.

Pese al apoyo que recibe el ejercicio, solo el 32% de los encuestados reconoció que las ve en vivo.

Entre quienes las siguen, el 42% dijo hacerlo “todos los días”, seguido de un 36% que las sintoniza de “2 a 3 veces por semana”. El 10% dijo verlas “de vez en cuando”, el 7% “una vez a la semana” y un 5% admitió que “casi nunca”.

Independientemente de si ven o no las conferencias, el 59% dijo que durante el día consulta o recibe información sobre las declaraciones que da el presidente en Palacio Nacional.

Recordemos que el presidente López Obrador inició con las “mañaneras” el 3 diciembre de 2018, 2 días después de asumir la presidencia, como una promesa de ofrecer transparencia y apertura a los medios, en contraste con su antecesor, Enrique Peña Nieto, quien solo ofreció un par de ruedas de prensa de 2012 a 2018.

Pero asociaciones nacionales e internacionales en favor de la libertad de expresión, han acusado al titular del Ejecutivo de usar las conferencias para atacar a periodistas y críticos, mientras que la oposición afirma que difunde desinformación y propaganda.

“Con las mañaneras del presidente López Obrador los medios de comunicación perdieron el monopolio de la agenda informativa. Están molestos que informe, responda ataques, rinda cuentas y revele los intereses detrás de los medios”, dijo Jesús Ramírez Cuevas, coordinador de Comunicación Social de la Presidencia.

Pese a la defensa del gobierno federal, las voces que demandan un cambio a este ejercicio de comunicación, siguen creciendo. ¿Deben desaparecer las mañaneras? Ana Paula Ordorica conversa con Vianey Esquinca, analista política, sobre las conferencias matutinas del presidente.

Washington D.C. – Me encuentro en la OEA, la Organización de Estados Americanos, en el marco de la formación del Comité de Integridad de Medios y el consenso es que la desinformación es uno de los grandes desafíos que enfrentamos como sociedad. Esta desinformación viene de muchos frentes. En el caso de México uno de los más grandes ataques a la verdad está en el presidente Andrés Manuel López Obrador. Su actual lucha por mandar al diablo a las instituciones electorales, empezando por el INE me parece un ejemplo lamentable de ataque a la verdad y de desinformación.

Parece increíble que ante la barbaridad de problemas y retos que enfrenta México hoy, el presidente López Obrador decida dedicarle tanto esfuerzo a desmantelar lo que él mismo ayudó a crear. Si Zacatecas arde; si hay falta de medicinas; si estamos por entrar a un nuevo conflicto comercial con Estados Unidos y Canadá; si están asesinado a periodistas, activistas y a miles de ciudadanos en México…todo eso pasa a segundo plano. El presidente está empecinado con destruir al INE y, de paso, lo hace mintiendo sobre lo que es la institución y sobre sus costos.

Este INE es hoy lo que es en gran parte por exigencias de Andrés Manuel López Obrador. Desde que perdió las elecciones del 2006 el eterno candidato y hoy presidente se ha dedicado a reclamar modificaciones a las leyes electorales que fueron incluidas en la Constitución en el artículo 41 en el año 2007 precisamente para saciar sus peticiones.

Entre ellas estuvo las restricciones a hacer campañas que duraran más de noventa días con precampañas que no excedieran las dos terceras partes del tiempo previsto para las campañas. López Obrador pidió, exigió, estas adecuaciones a las leyes electorales aduciendo igualdad para los candidatos del partido en el poder y aquellos de la oposición.

Pero ahora como presidente no ha hecho más que adelantar los tiempos electorales de tal forma que desde antes de la mitad de su sexenio ya había abierto sus cartas para su sucesión. Los citados noventa días se pueden quedar en el olvido. Hoy López Obrador aplaude que su corcholata favorita, Claudia Sheinbaum, viole las leyes al llevar meses en abierta campaña por la presidencia cuya fecha es todavía en…¡550 días!

Él fue uno de los impulsores de la regla aduciendo piso parejo pero ahora que está en el poder la desdeña y además miente al decir que la oposición ha orquestado una tomadura de pelo colectiva para convencer a la población de defender al INE.

El presidente quiere polarizar y poner de un lado al INE con las élites y del otro al pueblo. Se olvida que el INE no son los consejeros y sus sueldos. El INE son los múltiples ciudadanos que en cada elección se presentan para recibir y contar los votos de todos los demás ciudadanos. Por eso el respaldo que tiene la institución, con todo y sus defectos. Y por ello el presidente parece empeñado en engañar con que la mayoría de la gente quiere la reforma al INE, como declaró en su mañanera esta semana. Hasta número le puso: 80 por ciento de la gente está en favor de la reforma del presidente, según el presidente.

La amenaza a la integridad de la información en México viene en primer lugar de un presidente que lejos de querer resolver los enormes problemas que nos aquejan, encuentra problemas en donde se ha trabajado años por crear soluciones.

Apostilla: Las marchas a veces se perciben como fútiles. “¿Qué se logra con salir a las calles?” “La democracia se defiende en las urnas, no en las calles.” Estas y otras excusas he escuchado para desestimar salir a la calle a exigir respeto a las instituciones y a nuestros derechos. Irán y China son ahora el mejor ejemplo de que las exigencias desde las calles sí llevan a un cambio en los gobernantes, por más autócratas o dictatoriales que sean. En Irán se tambalea la existencia de la Policía de la Moral a la vez que sigue el grito al fin de la teocracia. En China se han relajado las medidas de COVID cero. Ambas son ganancias obtenidas a través de manifestaciones en las calles.

 Columna completa en El Universal

Twitter informó que dejó de aplicar una política destinada a evitar la difusión de desinformación sobre el COVID-19, mientras su nuevo propietario, Elon Musk, sigue rehaciendo sus políticas de moderación de contenidos.

La medida se produce después de que el magnate, que ya se ha enfrentado a las autoridades estadounidenses por las normas de seguridad contra la pandemia, restableciera una serie de cuentas en la red social que habían sido previamente prohibidas por violar sus reglas de contenido.

“A partir del 23 de noviembre de 2022, Twitter deja de aplicar la política de información engañosa sobre el COVID-19”, recién señaló la red en un mensaje publicado en una página web de transparencia.

Durante la pandemia, Twitter se dedicó a etiquetar los tuits engañosos sobre COVID y a expulsar a los usuarios que persistían en difundir esa información errónea.

El contenido prohibido incluía declaraciones que pretendían influir en las personas para que violaran las directrices de las autoridades sanitarias, junto con remedios falsos o la negación de hechos científicos, según un blog de Twitter.

Hasta septiembre de este año, Twitter había suspendido 11,230 cuentas bajo esta política, según el blog.

Recordemos que Musk, que también dirige Tesla, se enfrentó a las autoridades en 2020 por las órdenes de seguridad contra la pandemia que cerraron temporalmente la planta del gigante del automóvil eléctrico en California, calificando las órdenes de confinamiento en el lugar de “fascistas” y “un ultraje” que atentaba contra la libertad personal.

Bajo el mando de Musk, que se autodenomina “absolutista de la libertad de expresión”, Twitter ha comenzado a restablecer unas 62,000 cuentas en lo que se denomina internamente “el Big Bang”, según el blog de noticias Platformer. Entre estas cuentas se encuentra la del expresidente Donald Trump.

Sin embargo, no es lo único. Desde de que se hizo con la plataforma el mes pasado, Musk ha recortado alrededor de la mitad de la plantilla de Twitter, incluidos muchos empleados encargados de luchar contra la desinformación, mientras que un número desconocido de ellos han renunciado voluntariamente.

Además, el enfoque de Musk ha asustado a la principal fuente de dinero de la compañía: los anunciantes.

En las últimas semanas, la mitad de los 100 principales anunciantes de Twitter dijeron que suspenden o “aparentemente dejan de anunciarse en Twitter”, según un análisis realizado por el grupo de vigilancia sin ánimo de lucro Media Matters.

Desde las campañas de desinformación que salen de Rusia para justificar la invasión de Ucrania, la gran farsa de que Joe Biden se robó la elección del 2020 en Estados Unidos, hasta las constantes falsas premisas que nos receta el presidente López Obrador en sus mañaneras, como que Estados Unidos y Canadá se quieren quedar con el petróleo de México. Estos son ejemplos de que vivimos tiempos de mentiras flagrantes con prácticamente cero costos para los mentirosos.

Y sin embargo, el campeón de las teorías de la conspiración en Estados Unidos, Alex Jones, acaba de perder un juicio por difamación que lo obliga a pagarle $45.2 millones de dólares a los padres de uno de los niños asesinados en la escuela Sandy Hook, en la matanza de 2012.

Finalmente vemos que a un mentiroso le cuesta jugar con la verdad y promover mentiras.

Jones ha negado en su muy escuchado medio, Infowars, que en diciembre del 2012 un joven de 20 años, Adam Lanza, llegó a la escuela Sandy Hook, disparó y mató a 20 niños, alumnos de primaria de seis y siete años, y seis adultos. Jones ha divulgado que los niños aludidos nunca existieron y que los padres de éstos son actores contratados por el gobierno para que éste pueda justificar aprobar reglas más estrictas para la compra y portación de armas.

Más allá del doble dolor de perder a un hijo y que este comunicador use su espacio en medios para decir que ese día tan tremendo nunca ocurrió, el problema ha sido mayor ya que los escuchas de Jones —que han crecido exponencialmente a partir de la negación de Sandy Hook— se han abocado a acosar a los padres.
Ahí está el caso de Veronique De La Rosa, la madre de Noah Pozner, la menor de las víctimas, quien ha tenido que mudarse de ciudad 10 veces desde la matanza y ahora vive aterrada, escondida, por el acoso de quienes creen que ella es una actriz contratada por el gobierno. Así que no solo debe de vivir con el tremendo dolor de haber tenido que enterrar a su hijo, además debe vivir con miedo y escondida, sin poder visitar la tumba de su hijo. Todo por las mentiras que ha divulgado Alex Jones.

El conductor de Infowars defiende sus dichos aduciendo que se trata de libertad de expresión, que protege la Primera Enmienda. Sin embargo, difamar no es libertad de expresión y por ello un jurado en Texas acaba de determinar el pago de $45.2 millones de dólares para cubrir daños y perjuicios para la familia de uno de los niños asesinados. Todavía quedan pendientes 3 juicios más por resolver. Eso ocurrirá hasta septiembre.
El otro campeón de las mentiras es Donald Trump, cuya casa en Florida fue redada por el FBI esta semana. El expresidente también está siendo arrinconado por impulsar la mentira de que Biden le robó la elección.

Dos bocanadas de aire fresco para el impulso a la verdad en tiempos de mentiras virales.

Columna completa en El Universal

El director ejecutivo de Human Rights Watch (HMR), Kenneth Roth, instó a los presidentes de Estados Unidos y México y al primer ministro de Canadá, a que cesen los “abusos” contra inmigrantes y solicitantes de asilo.

Roth hizo esta petición de cara a la cumbre trilateral que mantendrán este jueves en Washington los líderes de los tres países.

El directivo de HRW denunció que “durante la gestión de los presidentes Biden y López Obrador, Estados Unidos y México han cometido violaciones graves, sistémicas y persistentes de los derechos de migrantes y solicitantes de asilo”.

También dijo que Canadá, aunque “se jacta de ser un país que acoge a refugiados y respeta los derechos humanos, el gobierno de Trudeau encarcela a miles de migrantes y solicitantes de asilo cada año”.

Por todo ello instó a los tres líderes a aprovechar la cumbre como una “oportunidad para asumir un compromiso conjunto de poner fin a los abusos contra migrantes y solicitantes de asilo, frenar las expulsiones sumarias (…) y asegurar que todas las personas que lleguen a América del Norte huyendo de contextos de violencia y persecución tengan acceso a protección.

Además del asunto migratorio, Roth también abordó el tema de la crisis climática al recordar que “Canadá, México y Estados Unidos contribuyen a la crisis como tres de los principales emisores de gases de efecto invernadero del mundo”.

El director de HRW llamó a los líderes a empezar a disminuir la brecha entre las promesas realizadas y las medidas necesarias para cumplir con el objetivo establecido en el Acuerdo de París.

Finalmente, Roth sobre el tema de la pandemia de COVID-19, señaló a AMLO como “una fuente de desinformación respecto al virus” restando gravedad a sus riesgos, negándose a usar cubrebocas y organizando eventos públicos en los peores momentos de la pandemia. El resultado, advirtió Roth, es que nuestro país ha tenido una de las tasas de muerte por COVID-19 más altas del mundo.

Ante esta situación, el director de HRW pidió a Biden y Trudeau a que usen el encuentro de hoy en La Casa Blanca para “alentar al presidente López Obrador a tomar con mayor seriedad los datos científicos”.

Facebook informó este jueves que dejará de aceptar nuevos anuncios de índole política, la semana previa a las elecciones presidenciales en Estados Unidos, ante la preocupación de que la red social vuelva a usarse para publicar información falsa en el contexto de unos comicios.

Facebook indicó que estaba creando una identificación para aquellos anuncios de candidatos o campañas que reclamen la victoria antes de los resultados oficiales, ampliando los criterios para que este tipo de contenido sea eliminado.

El director ejecutivo de la compañía, Mark Zuckerberg, dijo en el mensaje en el que anunció estas nuevas medidas que era plenamente consciente de los desafíos a los que se enfrentaban los votantes estadounidenses a causa de la pandemia, un escenario que ha provocado el aumento del voto por correo.

“También me preocupa que, con el país tan dividido, los resultados de las elecciones tarden varios días o semanas en publicarse, lo que podría elevar el riesgo de disturbios en todo el país”, apuntó.

En cualquier caso, Facebook seguirá permitiendo a campañas y usuarios publicar anuncios políticos que ya estén en la plataforma, aunque prohibirá que se realicen cambios en dichos anuncios a nivel de contenido o diseño.

La red social ha sido recientemente objeto de críticas por permitir varios mensajes polémicos del presidente Donald Trump, incluyendo uno que contenía información engañosa sobre el voto por correo.

Los expertos también han alertado sobre las noticias falsas o ‘fake news’ y teorías de conspiración que circulan por Facebook en torno a la posibilidad de que los resultados oficiales no estén disponibles la noche de las elecciones.

En ese sentido, Zuckerberg dijo que en Facebook se estaban dando “cada vez más intentos de socavar la legitimidad de nuestras elecciones desde dentro de nuestras fronteras”, además de las campañas extranjeras, como la que, según determinaron Facebook y las agencias de inteligencia de EEUU, Rusia llevó a cabo en los comicios de 2016.

Para hacer frente a esas amenazas, la red social señalará cualquier mensaje que busque deslegitimar el resultado de las elecciones del próximo 3 de noviembre.

La compañía también eliminará los mensajes con información errónea sobre la pandemia de Covid-19 y el proceso de votación que, según Zuckerberg, podrían emplearse para infundir miedo a la población, provocando que no ejerzan su derecho al voto.

La red social Twitter informó este martes de que ha limitado el acceso a la cuenta de Donald Trump Jr., hijo del presidente de Estados Unidos, tras publicar un vídeo que contenía desinformación sobre la pandemia de Covid-19 y que violaba las reglas de la plataforma.

El vídeo que tuiteó el hijo del mandatario estaba relacionado con el uso de la hidroxicloroquina para tratar a pacientes con Covid-19, un fármaco cuyo uso efectivo contra el virus no ha sido demostrado y que el presidente ha recomendado utilizar en varias ocasiones.

En las imágenes, se habla de la hidroxicloroquina como una cura contra el virus e incluía a varias personas que afirmaban ser doctores y que argumentaban falsamente que “no se necesitan máscaras” y que los estudios que demuestran que el medicamento puede no ser efectivo son “ciencia falsa”.

La sanción de la red social al hijo de Donald Trump, que también difundió el mismo vídeo, durará doce horas durante las cuales solo podrá refrescar la aplicación y leer el contenido, pero no se le permitirá tuitear, seguir a otras cuentas o dar “me gusta”.

Fuentes de Twitter señalaron a medios locales que Donald Trump Jr. había violado las políticas de uso de la plataforma tras “difundir información engañosa y potencialmente dañina relacionada con Covid-19”, si bien insistió en que solo habían borrado el tuit en el que se hacía mención a la hidroxicloroquina y que el resto de contenido previamente publicado seguía siendo accesible.

Un portavoz de Donald Trump Jr., Andy Surabian, apuntó a través de un comunicado que la decisión de Twitter de suspender la cuenta “por compartir un vídeo viral de profesionales médicos discutiendo sobre el uso de la hidroxicloroquina es una prueba más de que las grandes compañías tecnológicas están intentando matar la libertad de expresión online en otro intento de interferir en las elecciones presidenciales y silenciar las voces republicanas”.

En los últimos meses, Twitter ha intensificado sus medidas en contra de la desinformación y el acoso en su plataforma, algo que ha instigado a algunos tertulianos y políticos conservadores en Estados Unidos a señalar que la red social está sesgada, especialmente desde que Twitter dijese que varios tuits del presidente “glorificaban la violencia” durante las protestas por la muerte de George Floyd el pasado mayo.

El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, pidió a la población “bajarle al miedo y a la situación de pánico” sobre el tema del coronavirus Covid-19.

Durante su participación en la conferencia del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) señaló que la dependencia detectó la propagación de rumores inducida por la desinformación.

Refirió que la Unidad de Inteligencia Epidemiológica ha registrado la propagación de algunos rumores de la situación actual del país respecto al Covid-19. Uno de ellos fue que en Estados Unidos, medios de comunicación difundieron la idea de que en México se han ocultado casos de coronavirus.

También se detectaron dos oficios apócrifos atribuidos a los gobiernos de Aguascalientes y Quintana Roo, en el primero sobre la supuesta cancelación de la feria de San Marcos, y el segundo respecto a que el gobernador llamaba al cierre de escuelas.

Comentó que también han recibido llamadas del personal de universidades preocupado porque han considerado que el gobierno federal no ha hecho el diagnóstico suficiente para la detección de los casos.

En este sentido, López-Gatell agregó que es legítimo el interés de universidades a contribuir a la prevención, como es el caso de expertos reconocidos que se han acercado a la dependencia.

Aclaró que hasta el momento no se han encontrado casos de coronavirus circulantes fuera de los 15 ya detectados y confirmados. Sin embargo, a lo largo del día, se han confirmado 2 casos más, sumando 17.

Uno de los retos ante la epidemia, dijo el funcionario de la Secretaría de Salud, es lograr mantener la calma sin perder la atención y sin perder la ocupación de responder ante un fenómeno que es importante.

“De nada sirve el pánico, pero es una reacción natural, tenemos que bajarle al miedo para situarnos en la realidad, saber que es una epidemia y que debemos estar atentos a las medidas de salud pública, a las medidas de prevención y control adecuadas”, agregó.

El secretario de Salud federal, Jorge Alcocer Varela, llamó a la solidaridad de los mexicanos para seguir los protocolos y consultar la información oficial, luego de confirmarse los primeros caso de coronavirus registrado en México y en

El titular de la dependencia indicó que hay un factor “favorable” ahora que se confirmó la presencia de coronavirus en México, y es que se está saliendo de la temporada de invierno.

Hizo un llamado a seguir los protocolos y las indicaciones; en ese sentido dijo, se ha dado información a los 32 gobernadores, para todos actuar en el mismo sentido. Señaló que todas las indicaciones también se han compartido con los hospitales privados, con quienes se trabajará de manera coordinada.

Por su parte el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, pidió a los medios de comunicación informar adecuadamente y evitar mezclar los temas políticos con los del virus, por lo que planteó difundir información técnica y no información alarmante.

“De nada nos sirve empezar a distorsionar la información, caer o fomentar estado de pánico y mucho menos mezclar los temas del debate político con los temas técnicos que esta situación requiere”.

En ese sentido dijo, él mismo se abstuvo de ser el vocero sobre el coronavirus, pues es el encargado de acudir todos los martes a la mañanera y presentar las actualizaciones del reporte El Pulso de la Salud, en donde llega a abordar otros temas que se prestan a debate político.

Señaló que por eso se tomó la decisión de nombrar a José Luis Alomía, Director General de Epidemiología, como vocero del tema, pues es un funcionario de carácter técnico.