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La Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) decidió por mayoría de votos disminuir en 25 puntos base el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día a un nivel de  8.00%.

Los miembros de la Junta coincidieron en que bajo las condiciones actuales, el nuevo nivel es congruente con la convergencia de la inflación a su meta en el horizonte en el que opera la política monetaria.

“La Junta mantendrá una postura monetaria prudente y dará un seguimiento especial, en el entorno de incertidumbre prevaleciente, al traspaso potencial de las variaciones del tipo de cambio a los precios, a la posición monetaria relativa entre México y Estados Unidos, en un contexto externo en el que persisten riesgos, así como a la evolución de las condiciones de holgura y presiones de costos en la economía”, señaló Banxico.

Entre las razones que llevaron a recortar la tasa de interés, se señaló que durante el segundo trimestre del año se desaceleró la actividad económica mundial, reflejando una menor expansión en las principales economías avanzadas y emergentes. Se tomaron en cuenta las tensiones entre Estados Unidos y otras economías, tanto en materia comercial, como asociadas a temas migratorios, tecnológicos y de aspectos de política cambiaria.

Recordó que en su reunión de julio pasado la Reserva Federal (FED) redujo en 25 puntos base el rango objetivo para la tasa de fondos federales y adelantó la terminación de la reducción de su balance.

En cuanto a los riesgos que pudieran afectar el desempeño de los activos financieros en México, Banxico indicó que persiste la incertidumbre asociada a la relación bilateral entre México y Estados Unidos y respecto de las  perspectivas crediticias, tanto para la calificación de la deuda de Pemex como la soberana.

El Banco de México (Banxico) presentó este jueves los resultados de la encuesta correspondiente a julio de 2019 sobre las expectativas de los especialistas en economía del sector privado.

La encuesta fue recabada por Banxico entre 36 grupos de análisis y consultoría económica del sector privado nacional y extranjero.

Destaca que las expectativas de inflación general para los cierres de 2019 y 2020 se mantuvieron en niveles similares a los de la encuesta de junio, al igual que las expectativas de inflación subyacente.

Sin embargo, las expectativas de crecimiento del PIB real para 2019 y 2020 se revisaron a la baja con respecto a la encuesta anterior.

Los analistas recortaron su proyección para colocarse en 0.8% para el cierre del año, desde un 1.10% reportado en junio pasado. Para 2020 también ajustaron su proyección, pasando de 1.70% a 1.50%.

De igual forma, las expectativas sobre el nivel del tipo de cambio del peso frente al dólar para los cierres de 2019 y 2020 disminuyeron en relación al mes previo.

Prevén que la monea del país vecino esté ligeramente más barato, ajustando su pronóstico anterior de 19.78 a 19.70 pesos. Para 2020, dejaron sin cambios su previsión de 20 pesos.

Los especialistas consideraron que, a nivel general, los principales factores que podrían obstaculizar el crecimiento económico de México se asocian con la gobernanza y las condiciones económicas internas. A nivel particular, los principales factores son, en orden de importancia: la incertidumbre política interna; la incertidumbre sobre la situación económica interna; los problemas de inseguridad pública; la política de gasto público; y la plataforma de producción petrolera.

El presidente Andrés Manuel López Obrador reiteró hoy su pronóstico de que la economía de México crecerá al 2.0% en 2019, esto luego de conocer el dato de crecimiento del PIB correspondiente al segundo trimestre del año, en el que la economía creció sólo un 0.1% respecto al trimestre anterior.

“Hay que esperar para el 2.0 por ciento. Lo importante de ayer es que no caímos en recesión. Ahora viene el que podamos crecer al 2.0 por ciento a finales de año. Se están arreglando las cosas para que haya más crecimiento, acompañado de desarrollo”, expresó en su conferencia de prensa matutina.

Durante su conferencia de prensa matutina, el presidente fue cuestionado sobre si el dato de crecimiento trimestral reportado por el INEGI es el menor en 10 años. Y aunque no lo desmintió ni confirmó, presentó datos sobre el crecimiento de los dos primeros trimestres de los últimos gobiernos.

Acusó que nadie habla sobre que con el expresidente Ernesto Zedillo, no se tuvo crecimiento en los dos primeros trimestres, sino que por el contrario, el desempeño de la economía fue negativo. Sobre la administración del expresidente Vicente Fox dijo que si bien el primer trimestre tuvo un ligero crecimiento, en el segundo se desplomó,

Respecto al sexenio de Felipe Calderón, indicó que fue el único que tuvo un crecimiento en ambos trimestres aunque acusó que después “huno un derrumbe”, pese a que fue cuando más dinero se obtuvo por la venta de petróleo al extranjero.

Señaló que con Enrique Peña Nieto también hubo en un inicio un crecimiento que se vio opacado por el desempeño del segundo periodo.

“Crecimiento es hacer dinero, desarrollo es hacer dinero y distribuirlo, que le llegue a todos. A mí me importa mucho que la gente tenga para comprar, abajo, que se compre en los mercados, en las tiendas de abarrotes, que en los centros comerciales haya movimiento, que haya consumo”, defendió AMLO.

López Obrador aseguró que habrá un mayor crecimiento en lo que resta del año, además de que dijo que se tienen ahorros y no hay problemas en las finanzas públicas. En ese sentido dijo que están cuidando no aumentar la deuda pública este año, ni el próximo.

AMLO informó que en la reunión que sostuvo la tarde de ayer con el empresario Carlos Slim, éste le reiteró su disposición a seguir invirtiendo en el país, para fortalecer la economía y contribuir al crecimiento.

Adicional reveló que ha tenido reuniones con empresarios de diversas regiones del país, quienes también le han expresado su deseo de seguir invirtiendo para fortalecer la economía nacional.

Señaló que mantiene una buena la relación con todos los empresarios del país y aseguró que hay comunicación permanente con el Consejo Coordinador Empresarial (CCE). “Estoy seguro de que va a crecer la economía, además estamos hacendo bien las cosas”, remató.

Luego de que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) presentara los resultados de la Estimación Oportuna del Producto Interno Bruto (PIB) Trimestral, reportando un crecimiento de 0.1% en términos reales para el segundo trimestre de 2019, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) reaccionó.

En voz de su presidente nacional, Gustavo de Hoyos, indicó que si bien era buena noticia que México no haya entrado en recesión técnica, crecer anualmente al 0.4% del PIB, es insuficiente.

Señaló que el crecimiento registrado se produjo por el apalancamiento en el dinamismo de Estados Unidos.

El presidente de Coparmex le recordó al gobierno federal que México podría crecer a una tasa mucho mayor, siempre y cuando se genere confianza y se preserve la estabilidad macroeconómica.

Y es que durante su conferencia de prensa matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) afirmó que México amaneció con una buena noticia, pues “contrario a lo que pronosticaban algunos de que se iba a caer la economía e íbamos a entrar en recesión, afortunadamente la economía creció”.

Enfatizó que no les funcionó su pronostico a los expertos.

Durante su conferencia de prensa matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) afirmó que México amaneció con una buena noticia, pues el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dio a conocer los resultados del crecimiento económico correspondiente al segundo trimestre del año.

“Contrario a lo que pronosticaban algunos de que se iba a caer la economía e íbamos a entrar en recesión, afortunadamente la economía creció, no les funcionó su pronostico a los expertos”, dijo AMLO.

El presidente explicó que lo que se había advertido es que no iba a haber crecimiento económico, y que entonces con dos trimestres seguidos de decrecimiento, se iba a entrar en recesión técnica. “Pues resultó que no”, respondió.

Indicó que el dato a conocer de que el PIB creció en el segundo trimestre del año un 0.1%, despeja el miedo y la intención de crear desconfianza.

Señaló que su gobierno nunca tuvo duda de que iba a haber un crecimiento, aunque reconoció que la insistencia de que era posible caer en recesión, llevó a crear dudas e incertidumbre.

Y aunque dijo que la economía va muy bien al igual que el país, no quiere decir que todo esté resuelto. Reconoció que hay problemas que se están enfrentando.

Sobre los señalamientos que se hicieron de que no había crecimiento porque no había gasto, AMLO dijo que lo dado a conocer por el INEGI demuestra que con austeridad y gastando bien, también se puede crecer.

Remató diciendo que su gobierno está enfocado a dirigir el gasto en beneficio de quienes más lo necesitan, pues eso es también era reactivar la economía.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) presentó este miércoles los resultados de la Estimación Oportuna del Producto Interno Bruto (PIB) Trimestral, los cuales señalan que un aumentó del 0.1% en términos reales, en el segundo trimestre de 2019.

El dato de crecimiento corresponde al periodo abril-junio de este año, frente al trimestre previo con cifras ajustadas por estacionalidad.

Detalló que por componentes, las Actividades Terciarias crecieron 0.2%, mientras que las Primarias cayeron 3.4%. Por su parte, las Actividades Secundarias no mostraron variación durante el segundo trimestre de 2019 respecto al trimestre precedente.

En su comparación anual, la Estimación Oportuna del Producto Interno Bruto con series desestacionalizadas tuvo un incremento real de 0.4% en el trimestre en cuestión con relación al trimestre abril-junio de 2018. Por actividades económicas, el PIB de las Actividades Primarias creció 1.7% y el de las Terciarias 1%, en tanto que el de las Secundarias descendió (-)1.6% en el mismo periodo.

Durante los primeros seis meses de 2019 el PIB oportuno registró una variación de 0.3% frente a igual semestre de 2018, con cifras desestacionalizadas.

Sin embargo, con cifras originales, la Estimación Oportuna del PIB mostró un caída de 0.7% en el segundo trimestre de 2019 con respecto a igual trimestre de 2018, con lo cual acumula un crecimiento de 0.2% a tasa anual en el primer semestre.

El INEGI precisó que las estimaciones oportunas proporcionadas dadas a conocoer podrían cambiar respecto a las cifras generadas para el PIB trimestral tradicional, las cuales se publicarán el próximo 23 de agosto de 2019.

Esta mañana el INEGI dará a conocer las cifras del crecimiento del Producto Interno Bruto. Se anticipa que este número va a ser negativo. Con esto serán ya dos trimestres al hilo con PIB negativo, lo que algunos definen como una recesión.

No voy a entrar en el debate de si esto es o no la definición precisa de recesión porque ni los economistas más destacados del mundo han logrado ese consenso, pero psicológicamente dos periodos con PIB negativo no pueden considerarse buenos para la economía de un país. Y si algo le pega a la psique de los inversionistas, le pega al bolsillo de los consumidores. Pero aun con este dato del INEGI, el presidente Andrés Manuel López Obrador seguirá firme con su apuesta de que en el 2019 vamos a crecer al 2 por ciento.

Y AMLO va a ganar la apuesta.

La apuesta no la va a ganar por un impulso natural que recibirá México vía el crecimiento de la economía estadounidense. Tampoco por las ganancias del sector exportador que se beneficia del tipo de cambio estable. Ni siquiera ganará la apuesta por el anuncio positivo de que Hacienda va a inyectar 500 mil millones de pesos a la economía vía la banca de desarrollo; créditos para viviendas y créditos al campo. Pero la va a ganar.

La va a ganar a pesar de que esta inyección de capital no va a devolver de la noche a la mañana la confianza de inversionistas nacionales y extranjeros para que vengan a meter su dinero en proyectos concretos y de largo plazo, no solamente en instrumentos financieros que pueden irse igual de fácil que como llegan.

Va a ganar la apuesta a pesar de que Citibanamex hizo un nuevo pronóstico del crecimiento para el año que lo modificó de .09 a .02 por ciento y de que ni el más optimista de los pronósticos anticipa un crecimiento cercano al 2 por ciento.

Si volteamos a ver otras cifras, todo indica que el presidente tiene una apuesta perdedora. Por ejemplo, la inversión se contrajo 2.1 por ciento entre enero y abril del 2019. La producción industrial cayó 2.1 por ciento en mayo, la caída más pronunciada desde enero del 2009. El subejercicio en el gasto gubernamental, motor fundamental para el crecimiento de la economía, es preocupante porque aun si se decidiera no continuar con este subejercicio, volver a echar a andar la economía que se frenó de tajo no es tan sencillo como pulsar un botón de encendido.

El freno de mano autoimpuesto por el gobierno a la economía significa que las empresas tienen que hacer recortes, que por ello los ciudadanos tienen menos dinero para gastar y que por lo anterior el gobierno tiene menos dinero que recaudar. Lo que hoy es un subejercicio que deja dinero en las arcas, mañana serán unas arcas sin dinero que invertir. Y así el círculo vicioso.

Pero, con todo y todo, el presidente va a ganar la apuesta.

Al final del año la apuesta de AMLO de que crecimos al 2 por ciento la va a sostener el presidente porque si bien los bancos y el INEGI van a reportar una cifra distinta, menor, López Obrador va a presentar sus propios argumentos sustentados en el libro que publicará en diciembre: la economía moral. AMLO dirá que México se está transformando; que ahora medimos el desarrollo y el bienestar y no solamente el crecimiento. Que, si bien antes se crecía poco más del 2 por ciento, el dinero solo se quedaba arriba y ahora, con su 4T, no va a ser necesario esperar a que el chubasco de dinero de arriba les llegue a los de abajo porque él sabe que eso nunca sucede.

 

Columna completo en EL UNIVERSAL

Este martes el presidente de Consejo Coordinador Empresarial, Carlos Salazar Lomelín celebró el paquete de inversión anunciado por la Secretaría de Hacienda de 485 mil millones de pesos que ayudará a impulsar la economía.

El directivo calificó como acertada la propuesta de la Secretaría de Hacienda que dijo, “está actuando de inmediato, tratando de revertir los números que ustedes ya conocen”.

“La economía va desacelerándose muy rápidamente y estimamos que esa cifra va a impulsar de una manera importante el gasto y la inversión para que podamos, de alguna forma, tener un mejor comportamiento de la demanda agregada”, añadió.

Sobre si el sector privado propondrá otras áreas para que se avancen más licitaciones, Salazar señaló que “Hacienda ha visto con mucho detalle su capacidad. Es una cifra muy importante la que anunció ayer, yo supondría, porque no he visto a detalle ni he platicado con el Secretario de Hacienda, que se analizó cuál era el máximo que se podía adelantar y es lo que se está intentando hacer”.

El secretario de Hacienda, Arturo Herrera dijo que la dependencia a su cargo prevé destinar 116 mil millones de pesos para acelerar contrataciones y adelantar licitaciones para 2020.

Esta tarde la Secretaría de Hacienda y Crédito Publico anunció medidas para apoyar a la economía nacional, de acuerdo con la dependencia este plan incluye el movilizar 485 mil millones de pesos en un programa que trata de impulsar de manera inmediata a la economía mexicana.

El secretario de Hacienda, Arturo Herrera indicó: “Podemos preguntarnos por qué no se había utilizado este mecanismo de manera más cotidiana con anticipación. No hay nada que impida que empecemos a hacer licitaciones hoy, otorgar en octubre y noviembre, y si alguna empresa ganara licitación de obra pública, será un gasto aplicado a partir de enero, pero con el contrato la empresa ya puede adelantar la inversión y esto va a abonar a tener un impacto mayor en la actividad económica de este año”

Del monto anunciado, 50 mil millones de pesos serán para acelerar la creación de infraestructura con “proyectos de inversión sin impacto presupuestal”.

Además, habrá 320 mil millones de pesos en apoyos a la inversión y al consumo a través de 1.2 millones de créditos.

Y 116 mil millones de pesos para acelerar contrataciones y adelantar licitaciones para 2020.

En este último punto, Herrera explicó que en agosto, septiembre y octubre se licitarán proyectos pensados para 2020, para tener los fallos a finales de año y se comience el gasto una vez empezando enero. E incluso las empresas ganadoras inicien con inversiones en compras y contrataciones de personal en la segunda mitad de 2019.

Todas las medidas “tienen impacto inmediato”, aseveró el secretario.

La economía mexicana se contrajo en el primer trimestre del año, y analistas prevén que en el segundo periodo también hubo una contracción, lo que implicaría una recesión técnica.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) afirmó esta mañana durante su conferencia de prensa que México no atraviesa una recesión económica, tal como lo han señalar diversas instituciones financieras y calificadoras.

Incluso, dijo el mandatario, cada vez está mejor la situación económica y social en el país, “vamos muy bien”, pues dijo que además de desarrollo, hay bienestar.

Luego de que algunos especialistas pronosticaron una eventual “recesión económica técnica” para México, el mandatario aseveró que esa “es la apuesta” de los que ya no están.

“Es la apuesta de los nostálgicos, del neoliberalismo, están obcecados con eso, se excitan. No hay recesión, vamos muy bien en lo económico y cada vez está mejor la situación económica y social en nuestro país”, sostuvo el presidente.

López Obrador insistió en que no hay ningún riesgo ni para la economía, ni para la estabilidad política del país; por el contrario, insistió en que hay gobernabilidad.

AMLO se dijo tranquilo y optimista con la situación de la economía, la cual reiteró, avanza muy bien.

Enrique Quintana 

El Financiero

Hace poco más de un mes el INEGI convocó a la formación de un grupo de expertos que definan la formación de un llamado Comité para el Fechado de los ciclos económicos en México.

Dicho de manera simple, se trata de la conformación de un grupo que defina claramente cuándo hay recesión y cuándo hay expansión. Tan simple como eso.

Ese grupo de expertos analiza en este momento las mejores prácticas en el mundo a este respecto.

Aunque parece algo accesorio, el calificar una circunstancia como “recesión” y otra como “expansión”, puede tener efectos sicológicos relevantes, que influya en las decisiones de inversionistas y consumidores, y además en el diseño de las políticas públicas en México.

El punto de referencia obligado en el mundo –como aquí ya le comentamos– es el llamado National Bureau of Economic Research, que fue fundado en Estados Unidos desde 1920.

Este Comité integra, entre otros, a 29 premios Nobel de Economía y 13 economistas que han sido Consejeros Económicos de presidentes de EU. Hay cerca de 1 mil 400 investigadores asociados y están representadas las principales universidades de EU.

Entre otras actividades, el NBER es la institución que define oficialmente cuando hay recesión en los Estados Unidos.

Lo primero que este grupo ha establecido es que una recesión no es un periodo en el que el PIB baja por dos trimestres consecutivos.

El ejemplo más claro corresponde al 2001, año en el que no hubo dos trimestres consecutivos con caídas del PIB y, sin embargo, ese periodo fue catalogado como recesión.

En la definición de recesión del NBER, que es la más aceptada internacionalmente, se señala que esta condición es cuando se presenta una declinación significativa y generalizada de la actividad económica. Esa es la condición. Por eso es incorrecto hablar de “recesión industrial”, por ejemplo, pues no hay recesiones sectoriales.

Las variables que se consideran en EU son el PIB, el ingreso real, el empleo, la producción industrial y las ventas.

Ayer, Citibanamex ajustó su pronóstico de variación trimestral del PIB del segundo trimestre a -0.2 por ciento que luego de una caída trimestral de -0.1 por ciento, en el primero, inducirá a algunos a decir que hay recesión en México.

Si nos atenemos a la definición señalada arriba, pese a que el PIB hubiera caído a tasas trimestrales en dos periodos consecutivos, no lo ha hecho el ingreso real. Los salarios reales han crecido y la caída del empleo hasta ahora fue de un solo mes. Por otra parte, en las ventas minoristas no hay una caída sistemática.

Esto no significa que no pueda haber recesión en México en este año. Sí podría haberla.

Pero las circunstancias actuales más bien nos hacen percibir un estancamiento, con el propio Citibanamex califica a esta condición en su reporte.

Lo más grave en el análisis de Citibanamex no es tanto que en el segundo trimestre vayamos a tener un -0.2 por ciento (si resulta correcta la previsión), sino la consideración que señala que el crecimiento débil llegó para quedarse. Para 2020, la estimación de esta institución es un crecimiento de 1.2 por ciento, lo que implica un par de años de virtual estancamiento.

Aunque el presidente López Obrador ha usado la narrativa de que lo importante es el desarrollo y el bienestar y no el crecimiento del PIB, esto no es sostenible.

El crecimiento no es suficiente para que haya desarrollo y bienestar, pero sí es necesario. Y sin crecimiento, el sexenio no pinta bien.

JORGE FERNÁNDEZ MENÉNDEZ

EXCÉLSIOR

El 29 de mayo pasado, el presidente López Obrador recibió en sus oficinas en Palacio Nacional a Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), quien días después dejó ese cargo porque fue propuesta para encabezar el Banco Central Europeo. Lagarde es considerada una de las mujeres más influyentes del mundo y esa influencia crecerá con su nueva responsabilidad europea. Ese día, el presidente López Obrador escribió en su cuenta de Twitter que había acordado con la directora del FMI “aplicar nuevos enfoques en nuestras relaciones: honestidad, igualdad de género, respeto al medio ambiente y combate a la pobreza”.

Pero ayer, el Presidente aseguró que no confiaba en el Fondo Monetario Internacional, luego de que éste recortara sus expectativas de crecimiento económico para México para este 2019, a sólo 0.9 por ciento. Dijo López Obrador que mantenía su apuesta de que el país crecerá 2 por ciento este año y aseguró que “no les tengo mucha confianza a esos organismos (…) esos organismos fueron los que impusieron la política económica neoliberal que causó muchas desgracias en México (…) ¿Qué fueron las reformas estructurales del FMI? La destrucción de la petroquímica. ¿Sus recetas? El que se desatara la inseguridad, la violencia en el país. Entonces, ¿cómo van a estar ahí opinando? ¿Qué autoridad moral tienen?”, se preguntó.

Tienen mucha autoridad moral y con el FMI coinciden todas las instituciones financieras y de análisis económico dentro y fuera del país: México tendrá una tasa de crecimiento por debajo del uno por ciento para este año. Descalificar al FMI o a las empresas como Standard & Poor’s, cuando advierten del peligro de la baja de calificación para Petróleos Mexicanos o incluso el país, no tiene sentido, es pelearse con la realidad.

El FMI no es producto de una ocurrencia neoliberal. Esta semana se cumplieron 75 años de que se realizó la Conferencia Monetaria y Financiera de las Naciones Unidas, que tomó el nombre de una localidad cercana: la reunión de Bretton Woods, donde 44 países (entre ellos México, representado en esa reunión por Eduardo Suárez y Víctor Urquidi, francos exponentes del desarrollo estabilizador) fundaron el sistema multilateral de comercio y finanzas, en torno a tres organizaciones: el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio. El objetivo de la reunión era evitar el unilateralismo y el proteccionismo, que habían ayudado a detonar la primera y la segunda guerra mundial, objetivos que sentaron, a su vez, las bases para la globalización económica mundial.

Paradójicamente, quienes intentan desconocer esas instituciones hoy son los que impugnan la globalización y apuestan por el proteccionismo, el unilateralismo y el nacionalismo exacerbado. Personajes como Donald Trump, que ve al sistema financiero internacional con desconfianza, o el nuevo primer ministro británico Boris Johnson, principal impulsor del Brexit.

No se puede desconfiar del FMI y al mismo tiempo pedir la confianza de los inversionistas internacionales que se rigen, en buena medida, por las recomendaciones de instituciones como el Fondo para tomar sus decisiones.

Dice el Presidente que los expertos deberían analizar desarrollo en lugar de crecimiento. Lo hacen, pero la tasa de crecimiento determina en buena medida el grado de desarrollo potencial de una economía. Pide que se analice el crecimiento del salario o los empleos, pero lo cierto es que el incremento a los salarios mínimos no compensa la pérdida de poder adquisitivo de los salarios en general, sobre todo en la clase media, y los números demuestran que no creció el empleo, al contrario. Bután, un país junto al Tibet, puede tener, según algunos estudios, la población más feliz del mundo, pero eso no lo hace un destino idóneo para los inversionistas.

El gobierno federal debe dejar de pelearse con la realidad y apostar, como quiere el propio Presidente, a transformarla. Pero eso no se hace descalificando a los críticos, sean instituciones financieras internacionales o medios locales. Nada está boicoteando el crecimiento del país tanto como las contradicciones que exhibe cotidianamente el gobierno federal. Son esas contradicciones las que, pese a avances y acuerdos, tienen frenadas las inversiones. En todo esto, el tema energético es clave, decisivo, y las últimas señales del gobierno federal, como el plan de negocios de Petróleos Mexicanos, no fueron buenas, son contradictorias. Por eso caen las expectativas de crecimiento.
Con orden, con más pragmatismo y menos ideología, con menos discursos y más políticas públicas coherentes, esa percepción puede ser modificada. Lo demás es pelearse con los molinos de viento.

Este miércoles, el grupo financiero Citibanamex recortó su previsión de crecimiento para la economía de México a un 0.2% este año, desde un cálculo previo del 0.9%, siguiendo a una ola de rebajas en las proyecciones para la segunda economía más grande de América Latina.

Con esta revisión, la filial en México del gigante estadounidense Citigroup se convirtió en el grupo financiero más pesimista en su estimación del PIB de 2019, al menos entre las 37 firmas que participaron en la última encuesta de expectativas levantada a finales de junio por el banco central.

El recorte se debe a que la recuperación económica interna no se materializó, pues la creación de empleos fue débil, la inversión se desaceleró y la producción industrial tuvo un descalabro, explicó Citibanamex en una nota de análisis enviada a sus clientes.

Adicionalmente, hay factores externos, como el conflicto comercial entre China y Estados Unidos, que también impactarían al crecimiento económico de México este año.

“Parecería que el débil crecimiento está aquí para quedarse. Apenas el mes pasado argumentamos que las perspectivas para el crecimiento de la economía mexicana han venido disminuyendo (…) resultado de una elevada incertidumbre por fuentes tanto globales como internas”, afirmó.

Luego de que el FMI diera a conocer su informe de “Perspectivas de la economía mundial”, en el que modificó la perspectiva de crecimiento de nuestro país, pasando de 1.6% a 0.9% para 2019, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) fijó postura.

Indicó que sigue manteniendo su apuesta de que le economía crecerá al 2% este año.

“Sigo igual. Miren, no les tengo mucha confianza a esos organismos, con todo respeto, esos organismos fueron los que impusieron la política económica neoliberal, que causó muchas desgracias en México”, acusó AMLO.

Insistió en que el FMI al igual que otros organismos internacionales deberían de ofrecer disculpas al pueblo de México y hacer una autocrítica; incluso les sugirió parte del discurso que deberían de adoptar: lo que propusimos resultó un fracaso, y causamos un grave daño a los mexicanos, porque dijimos que con la privatización iba a haber crecimiento, que iba a haber empleo y que si llovía fuerte arriba, iba a gotear abajo, y que había que diluir al Estado y apostar al mercado, y que la globalidad era la panacea, y que con las reformas estructurales.

Sin embargo, López Obrador lamentó que nada de lo prometido ocurrió, y por el contrario, las reformas estructurales que se mpulsaron en nuestro país implicaron amentos de impuestos, paralización de la economía, quitar derechos a los trabajadores, afectar la dignidad de los maestros, la producción petrolera, entre otros.

Acusó que las recetas del FMI provocaron que se desatara la inseguridad y la violencia en el país. Reprochó que con qué autoridad moral hacen ahora sus proyecciones.

Adelantó que aunque México no va a renunciar a dichos organismos, pues el país forma parte en lo económico del sistema financiero mundial,  ya no van a decidir sobre la agenda de México.

Aprovechó para hacer un llamado al Fondo Monetario, a “los expertos, a los tecnócratas, a los nostálgicos del neoliberalismo”, a que reconozcan que no es lo mismo crecimiento que desarrollo; dijo que crecimiento es que se genere riqueza, aunque signifique sólo acumulación de riqueza en unos cuantos.

Indicó que su gobierno agregaría indicadores para medir el crecimiento y el desarrollo tales como el salario, el poder adquisitivo, empleo, distribución de riqueza, acceso a la educación, a la salud, a la vivienda, a la cultura, entre otros.

Durante la conferencia de prensa matutina de este martes 23 de julio, ofrecida por el presidente Andrés Manuel López Obrador, desde Palacio Nacional , se abordaron estos temas:

  • El presidente dijo que el proceso de venta del avión presidencial está en la “fase final”, por lo que espera que esta semana la ONU decida cuál es la “mejor oferta”.
  • “Ya se tienen las propuestas y avalúos, solo falta decidir, toda vez que se pueda dar a conocer de acuerdo al procedimiento lo informamos aquí”: afirmó.
  • El mandatario reveló que son diez estados del país los que “alteran el promedio de homicidios”, entre los cuales mencionó a Guanajuato, Jalisco, Baja California, Veracruz y el Estado de México.
  • El gobierno no celebrará acuerdos extra legales con ningún sindicato; no se va a entregar dinero a líderes sindicales. En Pemex se revisa el contrato colectivo.
  • Se está trabajando para limpiar de corrupción el Sistema Penitenciario, especialmente las cárceles.
  • Afirmó que no le gusta destinar recursos para la construcción de cárceles, pues prefiere usar ese dinero en la construcción de escuelas, pues dijo, es mejor prevenir y atender las causas que originan la violencia. Incluso dijo que es más barato construir una escuela.
  • Adelantó que será este martes que se de a conocer el nombre del coordinador del Programa Nacional contra las Adicciones y el plan de trabajo que tendrán.
  • Indicó que una de las prioridades de su gobierno es que los hospitales cuenten con los equipos y medicinas necesarios para atender a la población.
  • Comentó sobre los sucedido en San Luis Potosí este fin de semana. Dijo que fue algo excepcional, pues invadieron su intimidad.
  • Será el próximo jueves cuando se publique el documento de impacto ambiental para la construcción del aeropuerto en Santa Lucía.
  • Sobre la salida de Gonzalo Hernández Licona del Conval, AMLO se limitó a decir que “terminó su ciclo”, esto a sugerencia de la secretaria de Bienestar, quien consideró que ya era tiempo que se dieran cambios.
  • Tras la baja en la expectativa de crecimiento del PIB por parte del FMI, el presidente López Obrador indicó que sigue apostando a que se va a crecer en 2%.
  • No les tengo mucha confianza a esos organismos, con todo respeto.

El Presidente Nacional del PAN, Marko Cortés, aseguró que donde gobierna Acción Nacional la economía crece y la inseguridad baja, a diferencia de lo que sucede en el país y especalmente en donde Morena gobeierna.

Indicó que los gobiernos panistas respetan la ley, deciden con criterios técnicos y no políticos, y creen que, para poder repartir, primero hay que producir y generar confianza para atraer inversión y crear empleos mejor pagados.

“Es justo decir que la caída del Producto Interno Bruto (PIB) a nivel nacional no ha sido más grave gracias al crecimiento económico de los estados y municipios gobernados por el PAN, donde podemos presumir niveles de crecimiento de hasta un 11 por ciento”, destacó.

Cortés Mendoza puso como ejemplo a Baja California Sur, Guanajuato, Querétaro, Aguascalientes, Chihuahua y Quintana Roo, que tienen promedios superiores a la media nacional.

Expuso que Acción Nacional no cree en los programas que generan clientelas electorales, sino en el México productivo que genera trabajos como estrategia para supera la pobreza.

Además, señaló que la seguridad es requisito indispensable para atraer inversión y generar trabajo, y celebró que de acuerdo con la reciente Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana del INEGI, las ciudades con menor percepción de inseguridad, son gobernadas a nivel estatal y municipal por el PAN, como es el caso de Mérida, Yucatán,

De 8 de las 10 ciudades donde ha disminuido la percepción de inseguridad en el país también corresponden a Acción Nacional, como son Nuevo Laredo, Reynosa y Tampico, en Tamaulipas; Aguascalientes; Cancún, Quintana Roo; Durango; y Querétaro, enumeró.

Por eso, expuso, a diferencia de lo que ocurre en el resto del país, los gobiernos panistas siguen atrayendo inversiones para el crecimiento económico y la generación de empleo. En contraste, Marko Cortés señaló que los municipios gobernados por Morena son un desastre en su percepción de seguridad.