El actual enfrentamiento entre la región española de Cataluña y el gobierno central español en Madrid se intensificó este viernes cuando el parlamento catalán votó a favor de declarar a la región como una república independiente.

“Constituimos la República Catalana, como un país independiente y soberano, bajo el imperio de la ley”, decía una moción que pasó 70-10, alimentando la mayor crisis política que ha golpeado a España desde la década de 1970.

El movimiento de Cataluña desafía al Presidente de Gobierno, Mariano Rajoy, que ha estado trabajando para sofocar el esfuerzo de sucesión y mantener a España intacta. Apenas unos minutos después de que los legisladores de Cataluña votaron a favor de la resolución del viernes, el Senado de España le otorgó poderes al gobierno central para imponer un gobierno directo sobre la región, estableciendo lo que probablemente será en un plazo corto en Barcelona y otros lugares.

La votación del viernes fue recibida con aplausos por parte de los partidarios del movimiento de independencia, muchos de los cuales tienen quejas económicas sobre las políticas fiscales de Madrid y ven a su región como culturalmente distinta del resto de España. Pero algunos legisladores contrarios a la independencia boicotearon la votación: uno advirtió a sus colegas que “pasarán a la historia por haber fracturado a Cataluña y por hundir las instituciones de Cataluña”, informa The New York Times.

Esto es lo que debe saber sobre el voto de independencia de Cataluña.

¿Por qué Cataluña busca la independencia?

Cataluña, que es la región más rica de España, tiene un patrimonio cultural y un idioma distintos. El impulso a la independencia se materializó durante las estragos de la crisis financiera mundial de 2008. Algunos catalanes creen que los crecientes niveles de desempleo y la economía débil del país estaban derribando a la región, y comenzaron a buscar una mayor autonomía de Madrid.

¿Qué llevó al voto de independencia de Cataluña?

La votación del viernes se produjo después de semanas de tensión entre el presidente de Cataluña, Carles Puigdemont, y el Presidente de Gobierno español, Mariano Rajoy. La situación se intensificó por primera vez el 1 de octubre, cuando casi el 90% de los votantes catalanes respaldó la independencia de España en un controvertido referéndum. Los funcionarios de Cataluña dicen que la participación fue de alrededor del 43%, a pesar de que la votación fue suspendida por el máximo tribunal español y considerada ilegal por el gobierno federal en Madrid.

El referéndum sobre la independencia de Cataluña dio lugar a semanas de maniobras políticas y mensajes encontrados por todos lados. Durante un discurso del 10 de octubre, Puigdemont se detuvo antes de declarar la independencia, optando en cambio por seguir un diálogo con Madrid. Pero Rajoy ha mantenido una línea dura en todo, anunciando el 21 de octubre que estaba invocando una norma constitucional que le permite “restablecer el estado de derecho, la coexistencia y la recuperación económica y garantizar que las elecciones se puedan celebrar en circunstancias normales”.

Puigdemont pareció dar un paso hacia la distensión el jueves, cuando repelió declarar la independencia y sugirió elecciones anticipadas en su lugar. Pero el intento fracasó frente a sus propios seguidores incondicionales y la oposición de Madrid, informa el Financial Times. Puigdemont luego pasó el asunto al parlamento catalán, que esta mañana votó para declarar la independencia.

¿Cataluña se independizará de España?

Lo que sucederá a continuación no está claro. Pero Cataluña enfrentará desafíos significativos para intentar afirmar su independencia frente a la decisión de España de imponer un gobierno directo sobre la región. Recibirá poca ayuda del extranjero, ya que otras naciones europeas, muchas de las cuales enfrentan movimientos separatistas propios, han mostrado pocos indicios de que reconocerán la independencia catalana. Incluso la Primer Ministro de Escocia, Nicola Sturgoen, que ha estado buscando un nuevo voto para independizarse del Reino Unido, se ha negado a reconocer la declaración de Cataluña. Mientras tanto, la Unión Europea se ha distanciado de la crisis, considerándola un problema interno español. “Para la Unión Europea nada cambia. España sigue siendo nuestro único interlocutor. Espero que el gobierno español prefiera la fuerza del dialogo, y no el camino de la fuerza”, tuiteó el viernes el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.

Texto publicado en TIME por Tara John