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Alemania y Estados Unidos anunciaron este miércoles que enviarán tanques a Ucrania, la primera fase de un esfuerzo coordinado de Occidente para proporcionar decenas de armas pesadas que ayuden a Kiev a acabar con el estancamiento en el campo de batalla tras la invasión rusa en febrero de 2022.

Estados Unidos enviará 31 tanques militares M1 Abrams a Ucrania, informaron altos funcionarios, lo que revierte meses de persistentes argumentos del gobierno del presidente Joe Biden de que los tanques eran demasiado difíciles para ser operados y mantenidos por las tropas ucranianas.

La decisión se tomó a la par de que Alemania aceptara enviar 14 tanques Leopard 2 A6 de su propio inventario al gobierno ucraniano.

El gobierno alemán había dicho que no enviaría los Leopard 2 a menos que Washington pusiera los Abrams sobre la mesa, ya que no quería provocar la ira de Moscú sin que Estados Unidos comprometiera de forma similar sus propios tanques.

Berlín dijo que inicialmente enviará a Kiev una compañía de tanques Leopard 2 A6, compuesta por 14 vehículos. El objetivo es que Berlín y sus aliados aporten 88 tanques Leopards 2 fabricados en Alemania, que comprende dos batallones.

“Este es el resultado de intensas consultas, una vez más, con nuestros aliados y socios internacionales”, dijo el canciller Olaf Scholz en un discurso a legisladores alemanes. “Fue lo correcto y es importante no habernos dejado llevar” para tomar la decisión, agregó.

Desde entonces, tanto Washington como Berlín participaron en “buenas conversaciones diplomáticas” que hicieron la diferencia y fueron parte del “extraordinario cambio en la política de seguridad de Alemania” sobre el suministro de armas a Ucrania desde que Rusia la invadió hace 11 meses, dijo un alto funcionario antes del anuncio oficial

Varios países europeos han equipado sus ejércitos con tanques Leopard 2 y el anuncio de Alemania significa que pueden entregar parte de sus reservas a Ucrania.

El presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy reconoció el anunció. “Los principales tanques militares de Alemania, una mayor ampliación del apoyo a la defensa y misiones de entrenamiento, da luz verde para que los socios suministren armas similares. Me acabo de enterar de estas importantes y oportunas decisiones en una llamada con Olaf Scholz”, tuiteó Zelenskyy. “Estoy sinceramente agradecido con el canciller y todos nuestros amigos en” Alemania.

Scholz habló por teléfono la tarde de hoy con Joe Biden, el presidente francés Emmanuel Macron, el primer ministro británico Rishi Sunat y la primera ministra italiana Giorgia Meloni, señaló el canciller alemán en un comunicado.

La conversación se enfocó en la situación de seguridad en Ucrania y el apoyo continuo para la lucha de Ucrania contra la agresión rusa.

Los cinco líderes acordaron continuar con el apoyo militar a Ucrania en una estrecha coordinación euroatlántica.

La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) dio a conocer este martes que 6,919 civiles han muerto y otros 11,075 han sido heridos en Ucrania, desde que comenzó la guerra hasta ayer 2 de enero.

No obstante, la oficina de la ONU reconoció que estas cifras son mucho más elevadas, especialmente en las regiones donde los combates están siendo más intensos y donde la labor de monitoreo de los observadores de la organización es más difícil.

Hasta la fecha, se han podido identificar 2,737 hombres, 1,842 mujeres, 216 niños y 175 niñas entre los fallecidos. En tanto, 2,401 hombres, 1,729 mujeres, 321 niños y 233 niñas fueron heridos en los primeros diez meses de la ofensiva.

En las provincias de Donetsk y Lugansk, al este del país, el número de damnificados por la guerra aumentó hasta 9,736 personas, según las Naciones Unidas. En el resto del país, este dato asciende a 8,258 víctimas.

En el último mes de 2022, la ONU registró 188 muertes y 613 heridos en Ucrania, lo que supone un incremento del 15.4% respecto al anterior conteo mensual de víctimas.

La mayoría de los ataques (86%) tuvieron lugar en las regiones del país controladas por el gobierno ucraniano, mientras que el 14% de los mismos se produjeron en las regiones de Donetsk y Lugansk, ocupadas por Rusia.

Según la entidad, el 93% de las víctimas fallecieron o fueron heridas en bombardeos y las restantes lo hicieron a causa de minas antipersona y a otros tipos de explosivos.

Ucrania prepara una “poderosa” contraofensiva en el campo de batalla, mientras presiona a Occidente para que le entregue más sistemas antimisiles, ante los bombardeos contra infraestructura civil por parte de Rusia.

“Estamos analizando las intenciones de los ocupantes y estamos preparando una contramedida, una contramedida aún más poderosa” que las reciente en las regiones de Járkov y Jersón, señaló el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, sin revelar más detalles.

Ucrania mantiene un contraataque en la región de Lugansk, donde ha recuperado 13 localidades, y está inmersa en una operación para liberar la península de Kinburn, a donde se retiraron las tropas rusas tras replegarse de la región sureña de Mykolaiv y el tercio norte de Jersón.

Según los expertos militares, Rusia necesita de 7 a 14 días para preparar un octavo ataque masivo contra Ucrania, por lo que Kiev está en alerta máxima después del último registrado el 23 de noviembre.

Y es que los ataques han dañado la mitad del sistema energético de Ucrania y tras el último bombardeo la situación sigue siendo muy difícil en la capital y en las regiones de Kiev, Vinitsa, Leópolis, Odesa, Jmelnitski y Cherkasi, según Zelenski. Aún hay unos 6 millones de ucranianos sin electricidad, dijo.

Las afectaciones a la infraestructura eléctrica llega cuando el invierno comienza a resentirse en la región, lo que podría debilitar a los ucranianos debido a las bajas temperaturas.

Tanto Estados Unidos como Europa se han movilizado para ayudar a Ucrania a protegerse mejor de los misiles rusos.

Por su parte el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, sostuvo hoy que Rusia bombardea la infraestructura energética de Ucrania porque permite a los países occidentales “inundar de armas mortales a Ucrania para matar a rusos”.

Moscú continúa concentrando sus principales esfuerzos en su ofensiva en las zonas al sur de Bajmut, en la región oriental de Donetsk, donde tomó ayer Andriivka y Pershe Travnya, y hoy también Kurdiumivka, según aseguró el Ministerio de Defensa.

Denís Pushilin, líder en funciones de Donetsk, sostuvo que este movimiento permitirá a las fuerzas rusas bloquear las rutas de suministro de las tropas ucranianas.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) reiteró este miércoles la postura de México a favor del diálogo para conseguir la paz en el conflicto entre Ucrania y Rusia, y confió en que la resolución pacífica está cerca.

“Yo pienso que hay que evitar más tensiones en la zona de conflicto y que es indispensable abrir el diálogo para conseguir la paz, que ya no se tarden porque no hay otra salida y desde luego que es la más racional y la más humana el conseguir la paz, el parar la guerra”, afirmó el mandatario.

López Obrador dijo estar convencido de que hay voluntad colectiva para alcanzar la paz en el conflicto armado, que se ha prolongado ya por cerca de 9 meses.

“Yo estoy convencido de que ya hay una especie de voluntad colectiva que no había, ya hay un acuerdo, no abierto pero sí interno en muchos países, incluso en gobiernos, de que debe de buscarse el diálogo para la paz”, añadió el mandatario.

Señaló que desde su perspectiva no considera que tarde mucho ese momento en llegar la solución.

“Lo que hay que hacer es que se logre pronto (el diálogo), no veo que escale el conflicto, que se agrave, siento que ya va a ir descendiendo la confrontación y se va hacia la paz”, enfatizó.

Asimismo, dijo que los pueblos en Europa están a favor de conseguir este diálogo y sostuvo que, a su parecer, ya no hay condiciones para la confrontación.

Destacó que México mantendrá su postura en favor de una solución pacífica y recordó que ayer se votó en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para que Rusia pague las reparaciones a Ucrania por la guerra.

“Es una decisión de la embajada de México en Estados Unidos, yo no puedo estar pendiente de todo o que me pregunten todo o me consulten todo, hay libertades. Pero el titular del Ejecutivo en México, que es el que de acuerdo a la Constitución tiene a su cargo la política exterior, sostiene que en este conflicto nuestra postura es la de la paz y la neutralidad”, enfatizó.

Ayer, en el marco de la cumbre del G20, México pidió a los países presentes promover un diálogo “inmediato” para terminar con la guerra en Ucrania y encontrar “una mediación indispensable en el corto plazo”.

El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, quien representó al presidente Vladimir Putin, abandonó este martes la isla de Bali antes de que concluya mañana la cumbre del G20.

Según informan las agencias rusas, Lavrov partió este martes en avión rumbo a su país tras completar su programa de reuniones en territorio indonesio.

Además de participar en varias reuniones sobre seguridad energética y alimentaria, y sanidad, el jefe de la diplomacia rusa se reunió con el secretario general de la ONU, António Guterres, además de con los líderes francés, Emmanuel Macron, y alemán, Olaf Scholz.

Sin embargo, lejos de haber servido su asistencia para encontrar rutas que ayuden a poner fin a la guerra en Ucrania, Lavrov se va denunciando a Kiev de no cooperar en las negociaciones.

“Kiev se niega categóricamente a cualquier negociación y presenta condiciones que son a toda vista irreales e inadecuadas dada la situación”, dijo Lavrov a la prensa rusa al término de su participación en la cumbre.

Por otra parte, Lavrov criticó la duración del discurso del líder ucraniano, Volodímir Zelenski, en el G20, que se alargó durante “veinte minutos” y consideró “irreales” sus propuestas para un arreglo, que incluyen la retirada de las tropas rusas de Ucrania.

Pese a la oposición de Moscú, el borrador del comunicado final de la cumbre que se espera se conozca mañana menciona la “guerra de Ucrania” y destaca el “inmenso sufrimiento humano” y los problemas que acarrea a escala global, aunque también se hace eco de las diferentes posturas al respecto entre los 20 países.

Coincidiendo con el G20, el Ejército ruso lanzó esta tarde su mayor ataque aéreo contra Ucrania desde el inicio de la guerra en febrero, cuyo objetivo principal era dañar la infraestructura energética de este país antes de la llegada del invierno.

Además, se investiga si estos misiles habrían impactado territorio polaco.

Foto: Twitter @william_jengu

México pidió este martes a los países del G20 promover un diálogo inmediato para terminar con la guerra en Ucrania y encontrar una mediación indispensable en el corto plazo.

“México participará en todo esfuerzo que lleve a ese resultado y llamamos a nuestros colegas de la Federación Rusa y de Ucrania, en nombre de todo el mundo y de nuestro país, para que de inmediato puedan iniciar pláticas que conduzcan a la paz”, dijo el canciller Marcelo Ebrard.

Ebrard, quien representó al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en la Cumbre de Líderes del G20 en Indonesia, denunció que “el conflicto Rusia-Ucrania está provocando muy importantes impactos en todo el mundo respecto a seguridad alimentaria, seguridad energética y al aumento de inflación”.

El canciller, quien estuvo sentado en la primera jornada de sesiones junto al ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, pidió concentrarse en “contribuir a que la guerra cese”.

El titular de la SRE también recordó en su intervención el compromiso que hizo México en la cumbre climática de la COP27 para incrementar las metas de reducción de emisiones del 22% hasta un 40% en 2030, al duplicar la capacidad doméstica de producción de energías limpias en solo ocho años.

Aprovechó para urgir a las potencias a “redoblar sus esfuerzos” para movilizar recursos financieros a los países en desarrollo, por al menos 100,000 millones de dólares anuales hasta 2025, para combatir la crisis climática y garantizar la seguridad energética.

“Sé que eso podría implicar reformas al Banco Mundial, al Banco Interamericano de Desarrollo, diversas fórmulas, el Fondo Monetario Internacional, pero, otra vez, los medios que debemos poner para el muy alto fin de garantizar la seguridad energética global pareciera estar a nuestro alcance y no veríamos ninguna razón para no hacerlo”, dijo Ebrard.

La mayoría de líderes de los países del G20, las veinte principales economías ricas y en desarrollo del mundo, arribaron hoy a Bali, Indonesia, para participar desde mañana en una cumbre que se verá condicionada por las diferencias entre los miembros respecto a la invasión rusa de Ucrania.

Indonesia recibió hoy entre fuertes medidas de seguridad aunque con ambiente festivo a los líderes del grupo, cuyos aviones comenzaron a aterrizar desde el fin de semana en el aeropuerto internacional Ngurah Rai de Bali.

Uno de los primeros en llegar fue el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien aterrizó a las 21:47 de ayer en el Air Force One, después de haber participado en Camboya en la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).

Por su parte, el presidente chino, Xi Jinping, llegó este lunes alrededor de las 15:15 hora local a bordo de un avión de Air China, para poco más de dos horas después comenzar su reunión bilateral con Biden, la primera que ambos mantienen como jefes de Estado, lo que se convirtió en el momento más destacado de la jornada.

Otros dirigentes o delegaciones del grupo, formado por Alemania, Arabia Saudí, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Rusia, el Reino Unido, Sudáfrica, Turquía y la Unión Europea, con España como invitado permanente, también han llegado.

Entre ellos el mandatario argentino, Alberto Fernández, quien busca convencer al grupo de que se replantee el modelo de deuda; el primer ministro británico, Rishi Sunak, que pondrá casi a estreno sus habilidades diplomáticas, el canadiense Justin Trudeau y el francés Emmanuel Macron.

Macron ejerció hoy de anfitrión de una cena junto a los representantes de Argentina, México, Suráfrica, Senegal y Ruanda, así como el primer ministro de Camboya, Hun Sen.

Se espera que todos los líderes, salvo tres, los de Brasil, México y Rusia, participen desde mañana y hasta el miércoles en la cumbre.

La ausencia más notable es la del ruso, Vladímir Putin, que envió en representación al canciller, Sergéi Lavrov, sobre quien se rumora que había tenido que ser atendido en un hospital de la isla, situación que ha sido desmentida por el Kremlin.

Se trata de la primera cumbre de líderes que celebra el G20 tras la invasión de Ucrania, lo que marcará las conversaciones y la declaración final conjunta, si logran consensuarla, algo que no ha sucedido en las reuniones de menos nivel durante el año.

Además de jefes de Estado, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, también se encuentra en Bali, así como la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, entre otros representantes institucionales.

Los miembros del G20 representan alrededor del 90% del PIB mundial, el 80% del comercio global y dos tercios de la población del planeta, así como alrededor del 60% de todas las tierras agrícolas y cerca del 80% del comercio mundial de productos agrícolas.

Rusia completó la movilización de 300,000 reservistas convocados hace un mes para reforzar la ofensiva militar en Ucrania, anunció el viernes el ministro de Defensa, Serguéi Shoigu, en una intervención televisiva junto al presidente Vladimir Putin.

“La tarea de reclutamiento de 300,000 personas se ha cumplido” y 41,000 de esos efectivos ya se integraron en unidades militares en Ucrania, le informó Shoigu a Putin, quien elogió el “patriotismo” de los reclutas.

El funcionario dijo que se detuvo la notificación de ciudadanos, y adelantó que no se planean “tareas adicionales”.

Según los datos facilitados por Shoigu, unos 82,000 rusos han sido movilizados hasta el frente ucraniano. Rusia continuará reclutando tropas solo aceptando voluntarios y candidatos para el servicio militar bajo contrato.

Recordemos que el 21 de septiembre, el presidente Vladímir Putin anunció la movilización de reservistas, en una medida que buscaba contrarrestar lo que llamó el “chantaje nuclear” de la OTAN, que se proponía “destruir” a Rusia.

“Al día de hoy nuestras Fuerzas Armadas actúan a lo largo de una línea de combate que supera los mil kilómetros, combaten no sólo contra formaciones neonazis, sino prácticamente contra la máquina militar del Occidente colectivo”, dijo Putin durante un discurso televisado.

La Unión Europea dijo que era una reacción “desesperada” en reconocimiento al fracaso de la “operación militar especial” en Ucrania.

Para el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, la movilización fue “una tragedia, ante todo, para el pueblo ruso”, y también un resultado de la “incapacidad del Ejército profesional” de Rusia.

Según los analistas, con la movilización de reservistas, Putin admitió sin mencionarlo textualmente que su país estaba en guerra.

Los reservistas debían haber cumplido el servicio militar obligatorio, tener experiencia en combate o alguna especialidad militar que necesiten las Fuerzas Armadas. Andréi Kartapólov, el jefe del comité de Defensa de la Duma o Cámara de diputados, indicó que los primeros movilizados serían suboficiales de reserva de menos de 35 años y oficiales de menos de 45 años.

Los reservistas movilizados no tenían elección. El Parlamento ruso aprobó recientemente leyes que endurecen hasta con diez años de cárcel el castigo por deserción, rendición voluntaria o negarse a entrar en combate.

Más de mil ciudades y poblados ucranianos se encuentran sin electricidad debido a los bombardeos rusos que, según Ucrania, destruyeron el 30% de las centrales eléctricas del país en poco más de una semana.

“Actualmente, 1,162 localidades (…) se hallan sin electricidad”, declaró este martes el portavoz de los servicios de situaciones de emergencia, Oleksandr Jorunzhyi, después de que Rusia volviera a atacar por la mañana infraestructuras energéticas.

El presidente Volodimir Zelenski indicó que desde el pasado 10 de octubre, el 30% de las centrales ucranianas han sido destruidas, lo que ha provocado cortes masivos en todo el país.

En los últimos días, Rusia llevó a cabo unos “190 bombardeos con misiles, drones suicidas y artillería en 16 regiones ucranianas”, en cuya ofensiva murieron 70 personas y 240 resultaron heridas.

En Kiev, la capital, al menos dos personas murieron en un ataque con misiles contra una instalación de suministro de energía, informó la Fiscalía. También se registraron bombardeos en Járkov, Mikolaiv y en las regiones de Dnipró y Zhitómir.

Tras los ataques de este martes, Zelenski reiteró su rechazo a negociar con el presidente ruso, Vladimir Putin, alegando que Moscú se propone ante todo “aterrorizar y matar civiles”. El ejército ruso confirmó haber bombardeado infraestructuras energéticas.

Según diversos analistas Rusia podría matar a la población civil de Ucrania con la falta de electricidad en pleno inicio del invierno, pues ha quedado claro que su objetivo es aniquilar la infraestructura eléctrica. Esto podría ser una nueva ruta en respuesta al revés en el campo de batalla que ha sufrido en las últimas semanas.

“La situación es actualmente crítica en todo el país, porque nuestras regiones dependen unas de otras”, declaró un responsable de la presidencia, Kirilo Timoshenko.

En tanto, el jefe de la diplomacia ucraniana, Dmytro Kuleba, acusó a Irán de suministrar drones a Rusia y pidió que se impusieran más sanciones contra la República Islámica, y propuso al presidente Zelenski romper los vínculos diplomáticos con Teherán.

Con una elección que ha sido calificada como a favor de la “coexistencia pacífica”, el premio Nobel de la Paz distinguió este viernes a un trío de representantes de la sociedad civil de Ucrania, Rusia y Bielorrusia, tres de los principales actores del conflicto armado actual.

El galardón fue atribuido al activista bielorruso encarcelado Ales Bialiatski, a la ONG rusa Memorial, cuya disolución ordenaron las autoridades rusas, y al Centro por las Libertades Civiles de Ucrania.

“El comité Nobel noruego desea honrar a tres destacados estandartes de los derechos humanos, de la democracia y de la coexistencia pacífica en los tres países vecinos que son Bielorrusia, Rusia y Ucrania”, declaró su presidenta, Berit Reiss-Andersen.

Como esperaban los expertos, el comité Nobel quiso enviar un mensaje frente a la guerra en Ucrania, que ha sumido a Europa en la crisis de seguridad más grave desde la Segunda Guerra Mundial.

Sin embargo, los cinco miembros del comité Nobel evitaron criticar directamente al presidente ruso, Vladimir Putin, que inició la invasión de Ucrania el pasado 24 de febrero y este mismo viernes celebra su 70º cumpleaños.

Reiss-Andersen, no obstante, sí destacó que el Ejecutivo ruso, “como el gobierno de Bielorrusia, representa un gobierno autoritario que reprime a los activistas por los Derechos Humanos”.

Además, instó a Bielorrusia a liberar a Ales Bialiatski, presidente fundador del Centro de defensa de los Derechos Humanos Viasna (“Primavera”), encarcelado tras las manifestaciones masivas de 2020 contra la reelección del presidente Alexander Lukashenko, considerada fraudulenta por los países occidentales.

Memorial es la organización por los Derechos Humanos más grande de Rusia. El Tribunal Supremo de Rusia ordenó la disolución de la estructura central del grupo, llamada Memorial International, en diciembre de 2021.

Los premiados “muestran el verdadero poder de la sociedad civil en la lucha por la democracia”, apuntó por su parte la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en Twitter.

El año pasado, el Nobel premió a dos periodistas estandartes de la libertad de expresión, la filipina Maria Ressa y el ruso Dmitri Muratov.

El premio consiste en una medalla de oro, un diploma y una suma de 10 millones de coronas suecas (unos 900,000 dólares) a repartir entre los ganadores.

El galardón será entregado en una ceremonia que tendrá lugar en Oslo el 10 de diciembre. Es el único de los premios Nobel que se entrega en la capital noruega, ya que el resto se otorga en Estocolmo.

Esta semana, se anunciaron los Nobel de Medicina, Física, Química y Literatura. La edición de este año terminará el próximo lunes, con el anuncio del ganador del premio de Economía.

La economía mundial crecerá un 2.2% en 2023, estimó este lunes la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

El organismo rebajó así seis décimas su anterior previsión a causa del “precio de la guerra” en Ucrania y el alza de tipos de interés para contener la inflación.

“Una pérdida de impulso económico es visible a nivel mundial, pero especialmente en Europa”, indicó la OCDE, que mantiene sin cambios, en un 3%, el crecimiento mundial en 2022.

El conflicto armado en Ucrania, que parece encaminarse a ser de larga duración tras la movilización de reservistas rusos, provocará una pérdida de 2.8 billones de dólares de ingresos mundiales en 2023, estimó la organización con sede en París.

“Las presiones inflacionistas son cada vez más generalizadas, con el aumento de los costos de la energía, el transporte y de otros”, apunta la OCDE, que revistó al alza la inflación mundial a un 8.2% en 2022 y a un 6.6% en 2023.

Recordemos que Rusia lanzó el 24 de febrero una ofensiva en Ucrania que se ha traducido a nivel mundial en un aumento de precios de la energía y de la alimentación para los hogares y empresas, y en un freno a la expansión económica en un mundo postpandemia.

Además de los efectos de la guerra en los precios, el alza de los tipos de interés por los bancos centrales para contener la inflación y la pandemia también afectan la economía mundial, agrega la OCDE, que pide no obstante continuar.

La coyuntura económica golpearía especialmente a la Unión Europea (UE), región próxima a Rusia y que busca reducir su dependencia del gas ruso, y sobre todo a su primera potencia económica e industrial, Alemania.

La OCDE proyectó que Alemania entraría en recesión en 2023 con una contracción del 0.7%, una rebaja de 2.4 puntos respecto a las previsiones de junio que lastra la economía de la eurozona. Esta última crecería un 0.3%, 1.3 puntos menos de lo previsto.

Aunque el resto de las principales economías de la UE escaparían de la recesión en 2023, Francia (0.6%), Italia (0.4%) y España (1.5%) no estarían a salvo de las consecuencias de un empeoramiento de la situación energética.

Los países del G20 crecerían el próximo año al mismo ritmo que la economía mundial, un 2.2% (-0.6 puntos). De ellos, la OCDE rebaja 1.5 puntos la previsión para Argentina, que crecería entonces un 0.4% y cuya inflación sería del 83%.

En línea con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la organización, a la que Argentina y Brasil pidieron ingresar, advierte que este último crecerá casi dos puntos más de lo previsto en 2022, un 2.5% en 2022, y un 0.8% en 2023.

En el caso de nuestro país, la OCDE advierte que sigue la misma tendencia con una expansión del 2.1% en el presente año (0.2 puntos más) y 1.5% en 2023 (0,6 puntos menos a lo previsto en junio).

En el caso de la inflación, prevé que la tasa cierre 2022 en 7.9% y en 2023 se ubique en 4.9%.

Las perspectivas económicas de 2023 también se revisaron a la baja en otras zonas y países del mundo, salvo para Turquía (3%, sin cambios), el Reino Unido (0%, sin cambios) e Indonesia (4.8%, más 0,1 puntos porcentuales).

El crecimiento de Estados Unidos sería de 0.5% en 2023 (0.7 puntos menos que lo proyectado en junio) y el de China un 4.7% (-0.2). La economía rusa se contraería un 4.5% en 2023, tras una contracción del 5.5% en 2022.

México presentó formalmente al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, la propuesta de tregua de paz mundial de por lo menos cinco años, una iniciativa del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y que no ha tenido una buena recepción por parte de Ucrania.

La propuesta la hizo el secretario de relaciones exteriores mexicano Marcelo Ebrard, durante una sesión especial del Consejo para tratar el tema de la invasión rusa a Ucrania, en la que el canciller criticó de paso la inoperancia de la ONU, dando seguimiento a los señalamientos que en ese sentido ha hecho AMLO.

Ebrard dijo que México reconocía el liderazgo del secretario general de la ONU, António Guterres, en la búsqueda de soluciones para el conflicto y que, con el fin de “fortalecer sus esfuerzos de mediación”, proponía la “la formación de un comité para el diálogo y la paz en Ucrania, con la participación de otros jefes de estado y de gobierno, incluidos de ser posible su excelencia Narendra Modi (primer ministro de la India) y su santidad, el papa Francisco”.

El objetivo, dijo, seria generar nuevos mecanismos para el diálogo y espacios complementarios para la mediación, que fomenten la confianza, reduzcan las tensiones y abran el camino hacia una paz duradera.

“Es tiempo de actuar”, señaló el canciller. “Resignarse a la guerra es ir siempre a un precipicio”.

Mykhailo Podolyak, asesor del presidente Volodymyr Zelenskyy, calificó en días recientes a la propuesta de México como un “plan ruso”. Cuestionó si la idea es “mantener a millones bajo ocupación, aumentar los entierros masivos y darle tiempo a Rusia para renovar las reservas antes de la próxima ofensiva”.

Y es que recordemos que México ha condenado la invasión rusa de Ucrania, pero mantiene una postura un tanto ambigua, el no reconocer a Rusia como el agresor y al no sumarse a las sanciones que se le han impuesto a Moscú en respuesta a su operación militar.

Ebrard dijo que la invasión constituía “un flagrante quebrantamiento a lo establecido en la carta de la ONU”, con consecuencias gravísimas sobre todo para la sociedad civil. Sin embargo, sostuvo que el envío de armas a Ucrania y las sanciones a Rusia solo han agravado el conflicto.

El titular de la SRE dijo que la ONU no estaba haciendo lo suficiente y que el Consejo de Seguridad ha tenido un solo pronunciamiento público desde el inicio del conflicto.

“No es admisible la indiferencia”, expresó el canciller. “El Consejo de Seguridad no fue capaz de cumplir con su responsabilidad esencial. Las causas por la que este Consejo se puede volver disfuncional son conocidas. Corregirlas depende de nosotros”, remató.

El presidente ruso, Vladímir Putin, puso hoy en pie de guerra a los rusos al decretar la movilización parcial de 300,000 reservistas rusos para la guerra en Ucrania, medida que busca contrarrestar lo que llamó “chantaje nuclear” de la OTAN, que se propone “destruir” a Rusia.

“Al día de hoy nuestras Fuerzas Armadas actúan a lo largo de una línea de combate que supera los mil kilómetros, combaten no sólo contra formaciones neonazis, sino prácticamente contra la máquina militar del Occidente colectivo”, dijo Putin durante un discurso televisado.

La medida, una reacción “desesperada”, según la propia Unión Europea, es a todas luces un reconocimiento del fracaso de la “operación militar especial” en Ucrania, que en casi siete meses de combates no ha logrado el principal objetivo, conquistar el Donbás, e incluso ha cedido en las últimas semanas territorio en las regiones de Járkov y Lugansk.

Para el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, la movilización es “una tragedia, ante todo, para el pueblo ruso”, y también un resultado de la “incapacidad del Ejército profesional” de Rusia, según dijo hoy su portavoz Serhiy Nikíforov,

Sin mencionarlo, Putin, según los analistas, admitió con esta medida por primera vez que su país está en guerra, aunque el jefe del Kremlin insiste en que los soldados rusos no sólo combaten con Ucrania, sino también con sus aliados occidentales.

La movilización sigue a la convocatoria para este viernes de referendos de integración con Rusia en las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, y en los territorios ocupados del sur de Ucrania en las regiones de Jersón y Zaporiyia, consultas ya condenadas por la comunidad internacional.

Putin centró gran parte de su discurso en acusar a Occidente de amenazar a su país con el suministro de armamento ofensivo de largo alcance que permitiría a Ucrania lanzar ataques en Crimea y otras regiones de Rusia. “Con su política agresiva y antirrusa, Occidente ha superado todos los límites”, denunció.

El objetivo de Occidente es “debilitar, dividir y destruir finalmente a nuestro país”, dijo el jefe del Kremlin, quien destacó que Occidente dice abiertamente que en “1991 pudieron desmembrar la Unión Soviética y que ahora ha llegado el turno de Rusia”.

“Se trata no solo de los ataques alentados por Occidente contra la central nuclear de Zaporiyia (en Ucrania, aunque bajo control militar ruso), que pueden provocar una catástrofe atómica, sino también de las declaraciones de altos cargos de la OTAN acerca de la posibilidad en emplear contra Rusia armas de destrucción masiva”, precisó.

Putin enfatizó que los ciudadanos de Rusia pueden estar seguros de que la integridad territorial, la independencia y la libertad del país están garantizadas “con todos los medios a nuestro alcance”, lo que incluye armamento más moderno que el de la OTAN.

Al respecto, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, afirmó que “no cree” que Rusia vaya a usar armas nucleares en la guerra.

“No creo que se vayan a utilizar esas armas. No creo que el mundo deje que eso ocurra”, afirmó el jefe del Estado ucraniano, según unos extractos de una entrevista televisiva.

En tanto, en declaraciones a la televisión pública, el ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, aseguró que serán movilizados 300,000 reservistas, un 1% del potencial del país.

Dichos reservistas deben haber cumplido el servicio militar obligatorio, tener experiencia en combate o alguna especialidad militar que necesiten las Fuerzas Armadas, aunque es improbable que sean destinados al frente.

Shoigú explicó que hay que “asegurar” y “controlar el territorio” ocupado por las tropas rusas en el Donbás y las regiones de Jersón y Zaporiyia.

Los primeros movilizados serán suboficiales de reserva de menos de 35 años y oficiales de menos de 45 años, según Andréi Kartapólov, el jefe del comité de Defensa de la Duma o Cámara de diputados.

Recordemos que los reservistas que sean movilizados no tienen elección. El Parlamento ruso aprobó recientemente leyes que endurecen hasta con diez años de cárcel el castigo por deserción, rendición voluntaria o negarse a entrar en combate.

Adelantándose a la oposición de muchos rusos, especialmente en las grandes ciudades, a enviar a sus hijos al frente, Shoigú aseguró que “no habrá movilización de estudiantes universitarios”. En principio, tampoco serán movilizados los reclutas, aunque las organizaciones de derechos humanos denunciaron el despliegue en las últimas semanas de un gran número de reclutas en la frontera con Ucrania.

El anuncio de Putin hizo temer que algunos hombres en edad de combatir no pudieran salir del país. El Kremlin se negó a comentar si las fronteras se cerrarán para los sujetos a la orden de movilización, y pidió a la gente que tenga paciencia mientras se aclara la ley.

Sin embargo, los vuelos de ida desde Rusia se dispararon en precio y se agotaron rápidamente este mismo miércoles.

Por su parte Estados Unidos dijo que se toma “en serio” la amenaza del presidente ruso Vladimir Putin de usar armas nucleares en la guerra de Ucrania, y anunció “graves consecuencias” si Moscú avanza en ese sentido.

“Es una retórica irresponsable de una potencia nuclear”, dijo el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, entrevistado por la cadena ABC. “Estamos monitoreando lo mejor que podemos su postura estratégica para poder modificar la nuestra si es necesario. No hemos visto ninguna indicación de que eso sea necesario en este momento”, agregó.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aseguró este lunes que los “sectarios distorsionan” su propuesta de paz, esto tras las críticas que recibió de Myjailo Podolyak, asesor del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quien lo acusó de elaborar “un plan ruso”.

“No se conoce bien la propuesta, ayer hasta repetí lo que propusimos para que se difunda más, y quienes vieron pero son sectarios o están a favor de una de las partes lo que hicieron fue distorsionar el sentido de la propuesta, que es buscar la paz, y me pusieron del lado de Rusia”, reclamó el mandatario.

El presidente defendió la propuesta que, dijo, esta semana presentará el canciller Marcelo Ebrard ante la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Recordemos que la propuesta contempla la creación de un comité de diálogo en la ONU que promueva el cese de la guerra en Ucrania, así como una tregua global de 5 años.

Sin embargo, el asesor principal del presidente Zelenski, Myjailo Podolyak, señaló el sábado que su propuesta es en realidad “un plan ruso” al cuestionar si su idea es “mantener a millones bajo ocupación, aumentar el número de entierros masivos y dar tiempo a Rusia para renovar las reservas antes de la próxima ofensiva”.

López Obrador, quien se ha opuesto a las sanciones contra Rusia, contestó el reclamo del funcionario ucraniano, al señalar que “no se conoce bien la propuesta”.

“Inventan o les dan mal la información de las agencias y reproducen cosas que no son ciertas, porque no crean ustedes que los que se ocupan del espionaje son infalibles, muchas veces no es inteligencia, es espionaje y malo, entonces inventan”, dijo sobre la información que llega a otros gobiernos.

El presidente enfatizó que está en contra de la invasión de Rusia a Ucrania, recordando que a México lo han invadido España, Francia y Estados Unidos.

Sin embargo, también cuestionó la incapacidad de las potencias y del secretario general de la ONU, António Guterres, de evitar la guerra en Ucrania.

“No se hizo lo suficiente y al mismo tiempo que se le impide a Ucrania el ingreso a la OTAN, se opta por mandarles armas y por tomar medidas en contra de Rusia que volvieron todavía más irracional la guerra porque es el sufrimiento de la gente”, añadió.

AMLO, que recordó que en la campaña presidencial de 2018 lo acusaron de recibir dinero del Kremlin, confió en que su propuesta prospere en la ONU porque “conviene a todos”.

Expuso que Marcelo Ebrard y el representante de México en la ONU, Juan Ramón de la Fuente, gestionan con otros países la creación del comité de paz, que él propone que integren el Papa Francisco, el secretario Antonio Guterres, y el primer ministro de India, Narendra Modi.

“Hay que esperarnos, pero se tiene que insistir, suceda lo que suceda, no es en vano luchar por la paz y por la justicia, todos tenemos que hacer algo”, remató.

El primer ministro indio, Narendra Modi, le dijo al presidente ruso, Vladimir Putin, que “no es el momento de hacer la guerra”, en un encuentro durante la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) en Uzbekistán, según reportaron este viernes medios indios.

“Excelencia, sé que ahora no es el momento de hacer la guerra”, le dijo Modi a Putin en Samarcanda, en el primer encuentro entre ambos líderes desde que Rusia inició en febrero la invasión de Ucrania, según imágenes difundidas por el canal público indio Doordashan.

Putin contestó que él quiere acabar “lo antes posible” el conflicto en Ucrania, y dijo entender las “preocupaciones” de India.

“Conozco su posición respecto al conflicto en Ucrania, sus preocupaciones (…) Lo haremos todo por tal de que se termine todo lo antes posible”, contestó Putin en su encuentro con Modi.

Recordemos que India se ha abstenido de condenar explícitamente la invasión lanzada por Rusia, que es de lejos el mayor proveedor de armas de Nueva Delhi.

Pero Modi se esforzó en destacar la importancia de “la democracia, la diplomacia y el diálogo”. Igualmente, el primer ministro indio dijo que hablaría con Putin de la forma de “avanzar en el camino de la paz”.

Previo al encuentro, Putin dijo entender también las “preocupaciones” de China, un importante aliado de Moscú, por el conflicto de Ucrania, que disparó los precios del petróleo y otras materias primas.

Sin embargo, en una intervención tras una cumbre, Putin minimizó la contraofensiva ucraniana y advirtió que Rusia respondería con más fuerza si sus tropas se ven sometidas a mayor presión.

Putin calificó la invasión como un paso necesario para evitar lo que, según él, era un complot occidental para dividir a Rusia, y dijo que no tenía prisa en Ucrania, además de que sus objetivos seguían siendo los mismos.

“Las autoridades de Kiev anunciaron que han lanzado y están llevando a cabo una operación activa de contraofensiva. Bueno, vamos a ver cómo se desarrolla, cómo acaba”, dijo Putin con una sonrisa.

“Recientemente, las fuerzas armadas rusas han infligido un par de golpes sensibles. Supongamos que son una advertencia. Si la situación sigue desarrollándose así, la respuesta será más seria”, advirtió el mandatario ruso.

El presidente de China, Xi Jinping, y su homologo ruso, Vladimir Putin, se reunieron este jueves para estrechar sus relaciones bilaterales, luego de que Rusia sufriera un importante revés en el campo de batalla en Ucrania.

Los dos líderes se reunieron en Uzbekistán al margen de la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái, una alianza de seguridad de ocho naciones creada para contrarrestar la influencia estadounidense. Sus otros miembros son India, Pakistán y cuatro antiguas naciones soviéticas.

Además del ataque ruso a Ucrania, la reunión se da con conflictos entre Armenia y Azerbaiyán de fondo, así como las tensiones entre China y Estados Unidos, Europa y Japón debido a disputas tecnológicas, de seguridad y territoriales.

Al inicio de su reunión privada con Xi, Putin acusó lo que calificó de esfuerzo “indignante” de Estados Unidos y sus aliados para mantener su supuesta dominación global.

“Los intentos de crear un mundo unipolar han tomado últimamente una forma absolutamente indignante. Son absolutamente inaceptables para la vasta mayoría de los países del globo”, aseguró el presidente ruso.

Más cauteloso, Xi dijo que China estaba dispuesta con Rusia a “dar un ejemplo de potencia mundial responsable y cumplir un papel de líder para llevar a un mundo que cambia rápidamente por el camino del desarrollo sostenible y positivo”.

La cumbre en la antigua ciudad de Samarcanda es una escala en el primer viaje de Xi al exterior desde el comienzo de la pandemia de coronavirus hace dos años y medio, en el que busca afirmar a China como potencia regional.

De acuerdo a especialistas, el trasfondo de la reunión fue la retirada forzada de tropas rusas de grandes territorios en el noreste de Ucrania la semana pasada ante la contraofensiva ucraniana lanzada a inicios de mes.

Ucrania recuperó el control de varias ciudades y aldeas ocupadas por Rusia, lo que significó el mayor revés para Moscú desde que sus fuerzas se retiraran de los alrededores de la capital Kiev a principios de la guerra.

El gobierno de Xi, que antes de la invasión de Ucrania dijo que su amistad con Moscú era “ilimitada”, se ha negado a criticar las operaciones militares rusas.

Beijing e India han incrementado sus compras de petróleo y gas ruso, lo que ha permitido a Moscú compensar el impacto de las sanciones impuestas por Occidente desde la invasión.

“Apreciamos la posición equilibrada de nuestros amigos chinos en relación con la crisis ucraniana”, dijo Putin.