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El presidente Vladimir Putin advirtió este viernes que no se debe permitir que Occidente desarrolle un monopolio en el ámbito de la Inteligencia Artificial (IA), y afirmó que en breve se aprobará una estrategia rusa mucho más ambiciosa para el desarrollo de dicha tecnología.

Y es que China y Estados Unidos lideran el desarrollo de la IA, que muchos investigadores y líderes mundiales creen que transformará el mundo y revolucionará la sociedad de forma similar a la introducción de la computadora en el siglo XX.

Moscú también aspira a convertirse en una potencia de la IA, pero sus esfuerzos se han visto frenados por la guerra de Ucrania, que obligó a muchos especialistas talentosos a abandonar Rusia y desencadenó sanciones occidentales que han obstaculizado las importaciones de alta tecnología del país.

En su intervención en una conferencia sobre IA celebrada en Moscú junto al presidente ejecutivo de Sberbank, German Gref, Putin afirmó que intentar prohibir la IA era imposible a pesar de las consecuencias éticas y sociales, a veces preocupantes, de las nuevas tecnologías.

“No se puede prohibir algo; si lo prohibimos, se desarrollará en otro lugar y nos quedaremos atrás”, dijo Putin aunque afirmó que las cuestiones éticas deben resolverse en referencia a la cultura rusa “tradicional”.

Putin advirtió que algunos sistemas de búsqueda en línea y modelos generativos occidentales ignoran o incluso anulan la lengua y la cultura rusas. Tales algoritmos occidentales, dijo, esencialmente pensaban que Rusia no existía.

Según la mayoría de las clasificaciones, China y Estados Unidos están muy por delante de otros países en lo que respecta a la investigación en IA, aunque también figuran en ellas un segundo grupo de países europeos, así como India, Rusia, Israel, Corea del Sur y Japón.

“En todas las esferas de nuestra vida, la humanidad está comenzando un nuevo capítulo de su existencia”, dijo Putin sobre la IA, añadiendo que Rusia necesitaba redoblar sus esfuerzos en IA, tanto en ambiciones como en ejecución.

“En un futuro muy próximo, como uno de los primeros pasos, se firmará un decreto presidencial y se aprobará una nueva versión de la estrategia nacional para el desarrollo de la inteligencia artificial”, dijo Putin en la conferencia.

Agregó que la nueva estrategia introduciría cambios significativos, entre ellos “ampliar la investigación fundamental y aplicada en el campo de la inteligencia artificial generativa y los grandes modelos lingüísticos”.

El presidente ruso, Vladímir Putin, admitió hoy que “hay que pensar en cómo detener esta tragedia”, en alusión a la guerra en Ucrania durante su intervención en la cumbre virtual de líderes del G20.

“Por supuesto, las acciones militares son siempre una tragedia para personas y familias concretas, y para el país en general. Sin lugar a dudas, hay que pensar en cómo detener esta tragedia”, dijo Putin durante al tiempo que añadió que Rusia “nunca” se ha negado a entablar negociaciones de paz con Kiev.

En ese sentido, el mandatario ruso recordó que fue el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quien prohibió por decreto dialogar con Rusia para poner fin a la contienda que Moscú inició en febrero de 2022.

Además, aludió a sus homólogos que se mostraron “conmocionados” con las consecuencias de la “agresión” rusa contra el país vecino.

“Entiendo que la guerra, la muerte de personas, no puede no conmover. ¿Y el golpe sangriento en Ucrania en 2014 que desembocó en la guerra del régimen de Kiev contra su propio pueblo en el Donbás ? ¿Eso no conmueve?”, dijo.

Aprovechó para manifestarse sobre lo sucedido en Medio Oriente. Preguntó a los presentes: “Y el exterminio de la población civil en Palestina, en la Franja de Gaza, ¿no impresiona? Y el hecho de que médicos tengan que operar a niños (…), utilizar escalpelos en cuerpos de niños sin anestesia, ¿no impacta?”.

También cuestionó si las declaraciones del secretario general de la ONU, António Guterres, sobre que Gaza se ha convertido en un gran cementerio infantil, no conmueve.

Putin no acudió a las últimas tres cumbres del G20 en Italia, Indonesia y en septiembre pasado en la India. En esta última fue representado por el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov. Ahora sí participa, dado que se realiza de forma virtual.

La reunión se celebra a puerta cerrada, excepto por la apertura y el cierre, y reúne a los líderes de las principales economías del mundo, así como a los representantes de organismos internacionales como Naciones Unidas, la Unión Europea o la Unión Africana.

Por su parte el primer ministro de la India, Narendra Modi, también abordó el conflicto en Gaza durante la cumbre de líderes del G20. Manifestó su preocupación por la muerte de civiles, al tiempo que reclamó la puesta en libertad de los rehenes.

“En los últimos meses han surgido nuevos desafíos. La situación de inseguridad e inestabilidad en la región de Asia occidental es motivo de preocupación para todos nosotros. Creemos que el terrorismo es inaceptable para todos nosotros. La muerte de civiles, dondequiera que ocurra, es condenable”, dijo en su intervención inicial el primer ministro indio.

Y es que se espera que la guerra entre Israel y Hamás ocupe un papel primordial en la cumbre, que coincide con el anuncio este miércoles de una tregua temporal de carácter humanitario que ha recibido el respaldo masivo de la comunidad internacional.

El presidente Vladimir Putin firmó este jueves una ley por la que se retira la ratificación de Rusia del tratado mundial que prohíbe las pruebas de armas nucleares, una medida condenada por la organización que promueve la adhesión al histórico pacto de control de armamentos.

La medida, aunque esperada, es una prueba de la ruptura entre Estados Unidos y Rusia, cuyos lazos están en su nivel más bajo desde la crisis de los misiles cubanos de 1962, debido a la guerra en Ucrania y a lo que Moscú considera intentos de Washington de obstaculizar el surgimiento de un nuevo orden mundial multipolar.

Moscú afirma que su desvinculación del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares sólo pretende alinear a Rusia con Estados Unidos, que firmó el tratado pero nunca lo ratificó. Autoridades aclararon que Rusia no reanudará las pruebas nucleares a menos que Washington lo haga.

Tampoco cambiará la postura nuclear de Rusia, que tiene el mayor arsenal nuclear del mundo, o la forma en que comparte información sobre sus actividades nucleares, ya que Moscú seguirá siendo signatario del tratado, señalan.

Recodemos que Putin dijo el pasado 5 de octubre que no estaba preparado para decir si Rusia debería o no reanudar las pruebas nucleares tras los llamamientos de algunos expertos en seguridad y legisladores rusos a probar una bomba nuclear como advertencia a Occidente.

De producirse, esta medida podría dar paso a una nueva era de pruebas nucleares por parte de las grandes potencias.

La Rusia postsoviética no ha realizado ninguna prueba nuclear. La Unión Soviética lo hizo por última vez en 1990 y Estados Unidos en 1992. Ningún país, salvo Corea del Norte, ha realizado una prueba con explosión nuclear en lo que va de siglo.

La aprobación por Putin de la ley de desratificación se publicó en un sitio web del gobierno en el que se decía que la decisión entraba en vigor inmediatamente. El Parlamento ruso ya había aprobado la medida.

El presidente ruso, Vladímir Putin, dirigió hoy desde el Kremlin maniobras por tierra, mar y aire de las fuerzas nucleares rusas.

El ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, informó al jefe del Kremlin sobre la marcha de los ejercicios, que incluyó el lanzamiento de misiles balísticos y de crucero, y la participación de submarinos nucleares y de dos bombarderos estratégicos Tu-95.

Durante las maniobras “se lanzó un ataque nuclear masivo de las fuerzas ofensivas estratégicas en respuesta a un ataque nuclear enemigo”, explicó.

A su vez, un misil balístico intercontinental Yars, que tiene hasta 12,000 kilómetros de alcance, fue lanzado desde el cosmódromo de Plesetsk, que se encuentra a casi 800 kilómetros al norte de Moscú.

El misil fue lanzado con destino al polígono de Kura en la península de Kamchatka, a más de 6,000 kilómetros del lugar de lanzamiento.

Además, el submarino de propulsión nuclear Tula lanzó un misil balístico Sineva desde el mar de Barents, en el Océano Glacial Ártico.

“Las misiones que figuraban en el programa de las maniobras fueron cumplidas en su totalidad”, informó el Kremlin.

Los ejercicios coinciden con la decisión en el Senado ruso de aprobar el proyecto de ley que revoca la ratificación del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBT).

Rusia argumenta que se ha visto obligado a dar ese paso ante la necesidad de restablecer la paridad nuclear con Estados Unidos, que no ratificó el CTBT en 23 años.

Las autoridades rusas han recalcado que la revocación no significa que el Kremlin vaya a reanudar los ensayos nucleares, al menos de momento, pues “la moratoria permanece” en vigor.

Mientras, el viceministro ruso de Exteriores, Serguéi Riabkov, indicó hoy que Moscú ha recibido una propuesta de Estados Unidos para reanudar el diálogo sobre estabilidad estratégica y control de armamento.

Explicó que Moscú no está preparado para retomar el diálogo si no se producen cambios en “la política profunda y fundamentalmente hostil de Estados Unidos hacia Rusia”.

Recordemos que Rusia suspendió en febrero pasado el cumplimiento del START III, último tratado de desarme nuclear aún vigente entre Rusia y EUA.

El presidente ruso, Vladímir Putin, viajará la próxima semana a China, donde tendrá lugar los días 17 y 18 el III Foro de las Nuevas Rutas de la Seda, según informó hoy el asesor para Asuntos Internacionales de la Presidencia rusa, Yuri Ushakov.

Ushakov señaló a los medios que la visita de Putin está planificada para la próxima semana, después de estar mañana y el viernes en Kirguistán, en lo que supone el primer viaje al exterior desde inicios de 2023 y desde la orden de arresto que emitió la Corte Penal Internacional (CPI) en marzo pasado en su contra.

Fue el pasado 20 de septiembre cuando el jefe del Kremlin aceptó la invitación de China para participar en el foro, en cuyos márgenes se prevé además una reunión entre Putin y el presidente chino, Xi Jinping.

El secretario del Consejo de Seguridad ruso, Nikolái Pátrushev, afirmó que Putin prevé mantener conversaciones “sustanciales” con Xi.

En tanto, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo a principios de mes que la agenda de la visita de Putin al vecino asiático incluye la discusión de temas que ya están claros y que “son bastante voluminosos”, como el comercio bilateral, la cooperación económica y la situación mundial y regional.

En febrero de 2022, poco antes del comienzo de la intervención militar rusa en Ucrania, Putin y Xi proclamaron en Pekín la “amistad sin límites” entre sus naciones.

En marzo de este año, durante la visita de Xi a Rusia, el mandatario chino intentó convencer a Putin de su iniciativa de paz de 12 puntos y, según el Financial Times, advirtió a su homólogo ruso contra el uso de armas nucleares.

El III Foro de las Nuevas Rutas de la Seda conmemorará los diez años del lanzamiento de la “Belt and Road Initiative”, como se denomina en inglés, el programa estrella multilateral de China para afianzar su influencia internacional mediante proyectos de cooperación e infraestructura en otros países.

El presidente ruso, Vladimir Putin, sugirió este jueves que el desplome aéreo en el que murió el jefe del Grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin, fue causado por la detonación de granadas de mano en el interior de la aeronave, y no por un ataque con misiles.

El avión privado Embraer en el que Prigozhin viajaba a San Petersburgo se desplomó el pasado 23 de agosto al norte de Moscú, causando la muerte de las 10 personas que iban a bordo, entre ellas otros dos altos cargos de Wagner, los cuatro guardaespaldas de Prigozhin y una tripulación de tres personas.

Putin sugirió que el avión fue volado desde dentro, compartiendo así lo que el jefe del comité de investigación ruso le había informado hace unos días.

“Se encontraron fragmentos de granadas de mano en los cuerpos de los fallecidos en el accidente”, dijo Putin en una reunión del Club de Debate Valdai en la localidad turística de Sochi, en el mar Negro.

“No hubo impacto externo en el avión, eso es un hecho establecido”, dijo Putin, desmintiendo los señalamientos de funcionarios estadounidenses, que apuntaban que lo sucedido pudo haberse tratado de un derribo.

Putin no dio más detalles sobre cómo pudieron detonarse una o varias granadas a bordo, pero dijo que creía que los investigadores se equivocaban al no haber realizado pruebas de alcohol y drogas a los cadáveres de los fallecidos en el accidente, dado que en el pasado se habían encontrado cantidades de cocaína en la oficina de Wagner en San Petersburgo.

Los investigadores a cargo de lo ocurrido aún no han informado públicamente sobre la causa del desplome.

Recordemos que el motín de Prigozhin supuso el mayor desafío al Gobierno de Putin desde que el exespía del KGB llegó al poder en 1999. Los diplomáticos occidentales afirman que puso de manifiesto las tensiones que sufre Rusia por la guerra de Ucrania.

El presidente ruso, Vladímir Putin, recibió este viernes a su homólogo y aliado bielorruso, que insinuó que Minsk podría sumarse a los esfuerzos de Moscú para revivir una antigua alianza con Pyongyang luego de la cumbre de esta semana con el mandatario norcoreano Kim Jong Un.

El presidente Alexander Lukashenko hizo la propuesta durante su reunión con Putin en Sochi, sobre el Mar Negro, donde el mandatario ruso dijo que le entregará un informe sobre las conversaciones con Kim en el puerto espacial de Vostochny, en el extremo oriente ruso.

“Quisiera informarle de la discusión sobre la situación en la región, que fue muy importante, y también mencionar el problema más grave, la situación en Ucrania”, afirmó Putin al iniciar el encuentro.

Lukashenko respondió que “podríamos pensar en la cooperación tripartita”, y añadió que “pienso que se podría encontrarle una tarea a Bielorrusia allí también”.

Kim Jong-un continuó su viaje por Rusia este viernes con una visita a una fábrica de aviones en la ciudad de Komsomolsk del Amur a fin de conocer los cazas rusos de última generación. Mañana se espera su arribo al puerto de Vladivostok para ver los buques de la flota del Pacífico y visitar una universidad.

Estados Unidos y aliados creen que Kim probablemente suministrará municiones a Rusia para usar en Ucrania a cambio de armas o tecnología de Moscú, un acuerdo que violaría las sanciones de la ONU a Pyongyang que vedan el comercio de armas con Corea del Norte.

Putin dijo después de la reunión con Kim que Rusia acatará las sanciones de Naciones Unidas y lo reiteró este viernes.

“Nunca violamos nada y en este caso no tenemos la intención de violar nada”, sostuvo Putin ante los medios. “Pero, sin duda, buscaremos oportunidades para desarrollar las relaciones ruso-norcoreanas”.

Rusia garantizó hoy el apoyo de Corea del Norte en su “lucha santa” en Ucrania en el marco del encuentro de Vladímir Putin y el líder norcoreano, Kim Jong-un, en la que ambos exhibieron su sintonía y el rechazo al imperialismo occidental.

“Rusia se ha levantado ahora en una lucha santa para la defensa de su soberanía y seguridad (…). Nosotros siempre hemos apoyado y apoyamos todas las decisiones del presidente Putin”, dijo Kim durante el segundo encuentro entre ambos desde 2019 en el cosmódromo ruso de Vostochni, en la región siberiana de Amur.

El dirigente norcoreano llegó al territorio ruso en medio de fuertes sospechas de Occidente sobre la intención de ambos países de reforzar la cooperación militar y espacial a través de un acuerdo de suministro de armas y tecnología.

Según fuentes occidentales, Kim estaría dispuesto a apoyar la guerra de Moscú con “millones” de proyectiles y munición para artillería.

Kim viajó a Rusia con una delegación que incluía a su hermana Kim Yo-Jong, y a los ministros de Defensa y de Exteriores, así como el director del Departamento Industrial de Munición y el secretario para Ciencia y Educación del Comité Central del Partido de los Trabajadores, ligado al programa espacial norcoreano.

Pese a las advertencias de Occidente y Asia de que puede haber nuevas sanciones para ambos países, Putin y Kim mostraron su disposición a reforzar los lazos militares.

“Hay ciertas restricciones. Rusia cumple todas estas restricciones, pero hay cosas sobre las que, por supuesto, podemos hablar (…). Aquí también hay perspectivas”, dijo el jefe del Kremlin al término de la cumbre.

El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, advirtió que, si Occidente pretende impulsar una nueva resolución de sanciones contra Corea del Norte en el Consejo de Seguridad, no contará con el apoyo ni de Rusia ni de China.

Mientras Rusia necesita a Corea del Norte para poder sostener su esfuerzo bélico en Ucrania, el régimen de Pyongyang busca el apoyo de Moscú para desarrollar su sector espacial.

El líder norcoreano de hecho mostró “un gran interés por los cohetes”, dijo el jefe del Kremlin, quien mostró a su homólogo en el cosmódromo de Vostochni el ensamblaje de los cohetes Angará y el complejo de lanzamiento de los portadores Soyuz-2.

Putin y Kim también hablaron sobre el desarrollo de la agricultura, sector en el que Rusia, “por supuesto, tiene algo que ofrecer”, indicó el mandatario ruso, que recordó que Moscú envía ayuda humanitaria a Corea del Norte.

Kim adelantó a Putin que las relaciones con Moscú son ahora la “máxima prioridad de Pyongyang”. “Espero que siempre luchemos juntos contra el imperialismo y la construcción de estados soberanos”, enfatizó.

Kim se mostró convencido de la victoria de Rusia en su “operación militar especial” en Ucrania, eufemismo con el que Moscú se refiere a la guerra que lanzó en el país vecino hace 567 días.

El presidente estadounidense y otros dirigentes del G20 llegaron este viernes a Nueva Delhi para participar este fin de semana en una cumbre en la que India busca allanar un diálogo sobre Ucrania y el cambio climático, pese a la ausencia de Vladimir Putin y Xi Jinping.

Los gobernantes están divididos sobre temas clave como la invasión rusa contra Ucrania, el objetivo de abandonar gradualmente los combustibles fósiles y la reestructuración de la deuda mundial, lo que según diversos analistas, dificultaría que haya una declaración final el próximo domingo.

América Latina estará representada por el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, cuyo país asumirá la presidencia del bloque después de India, y el argentino Alberto Fernández, que ya está en Nueva Delhi. Pese a la invitación que recibió, Andrés Manuel López Obrador no participará.

Joe Biden, presidente de los Estados Unidos, llegó este viernes a Nueva Delhi y su agenda en India arranca con una reunión bilateral con el primer ministro indio Narendra Modi, a quien recibió apenas en junio en la Casa Blanca.

Estados Unidos busca fortalecer sus vínculos con India, con el fin de contrarrestar la influencia de China en la región, mientras que Nueva Delhi intenta consolidar su liderazgo internacional, esto a pesar de las diferencias que existe entre ambos países sobre Rusia y la negativa de India de participar en las sanciones impuestas contra Moscú por la invasión a Ucrania.

La ausencia Putin y Xi Jinping, líderes de Rusia y China, dejan a Biden la vía libre para tener un rol central en la cumbre.

Rusia va a estar representada por el ministro de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, que ya está en India, y la misión china estará encabezada por el primer ministro Li Qiang.

El secretario general de la ONU advirtió este viernes que el mundo parece una familia “disfuncional”, en medio de una creciente polarización que puede derivar en mayores conflictos. “Si realmente somos una familia mundial, hoy parecemos una familia bastante disfuncional”, declaró Guterres.

Alertó que las divisiones están creciendo, las tensiones están surgiendo y la confianza se erosiona, lo que en conjunto aumenta el espectro de la fragmentación y, en última instancia, de la confrontación.

Los esfuerzos de Modi para que los dirigentes del G20 eviten las divisiones y enfrenten problemas mundiales cruciales, en particular la restructuración de la deuda mundial y la volatilidad de los precios de productos básicos tras la invasión contra Ucrania, han sido en vano en las citas ministeriales previas a la cumbre.

Modi también reafirmó su deseo de expandir el G20 con “la inclusión de la Unión Africana como miembro permanente”.

El gobernante indio también llamó a los dirigentes del G20 a apoyar financiera y tecnológicamente a los países en desarrollo en la lucha contra el cambio climático.

Rusia es actualmente “invencible”, al igual que lo fue durante la Segunda Guerra Mundial, afirmó este viernes el presidente ruso, Vladimir Putin, en un encuentro con adolescentes al inicio del año escolar.

“Entendí por qué ganamos la Gran Guerra Patria: es imposible vencer un pueblo con esa mentalidad. Éramos absolutamente invencibles y, hoy en día, lo seguimos siendo”, declaró Putin, según afirmaciones transmitidas en televisión.

El presidente ruso suele establecer paralelos entre la guerra contra la Alemania nazi y la actual ofensiva rusa en Ucrania, que empezó en febrero de 2022.

Las declaraciones de Putin se dan de forma paralela a que se difundiera una encuesta que señala que el 20% de los rusos cree que la muerte del jefe del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, ocurrida la semana pasada, se debe a una “venganza” de las autoridades rusas por la rebelión fallida que encabezó el 23 y 24 de junio pasado.

La muestra, realizada por Levada, el principal centro sociológico independiente de Rusia, indica que el 26% de los encuestados opina que la muerte de Prigozhin se debió a un “trágico accidente”. Un 16% está convencidos de que el dueño de Wagner sigue vivo y que el incidente fue “un montaje”.

Un 14% de los rusos considera que la aeronave de Prigozhin se desplomó como resultado de un “atentado organizado por los servicios secretos extranjeros”, una de las versiones del siniestro sugerida por los medios rusos.

Recordemos que el avión privado Embraer Legacy 600 en el que viajaba Prigozhin se desplomó cuando viajaba de Moscú a San Petersburgo. En él viajaban 10 personas en total, tres de ellas eran tripulación  y el resto milicias de Wagner, incluido su fundador.

Hasta ahora no se ha informado de avances en la investigación de la causa del siniestro del avión. El Kremlin rechazó la participación de instituciones internacionales en la investigación.

Explicó que “existen diversas versiones, entre las cuales está un acto premeditado malintencionado”, por lo cual la investigación no se llevará a cabo del mismo modo que si fuera un simple accidente aéreo.

La Comisión Investigadora de Rusia informó este fin de semana que confirmó, mediante pruebas de ADN, que el fundador del Grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin, murió en el avión que se desplomó la semana pasada cerca de Moscú.

Svetlana Petrenko, portavoz de la Comisión, señaló en un comunicado que, por medio de exámenes forenses y genéticos, se identificaron los 10 cuerpos recuperados en el lugar de los hechos, y los hallazgos “coinciden con la lista” de pasajeros.

Pese al informe sobre la identificación de los cuerpos, no se ofrecieron detalles sobre las causas que podrían haber provocado la caída del avión.

La autoridad de aviación civil de Rusia dijo que Prigozhin, de 62 años, y algunos de sus principales lugartenientes, estaba en la lista de pasajeros que viajaban en el avión, además de los tripulantes.

Los siete pasajeros y tres miembros de la tripulación fallecieron cuando el avión se desplomó entre Moscú y San Petersburgo, ciudad natal de Prigozhin.

Recordemos que hace dos meses, Prigozhin orquestó una rebelión contra las fuerzas armadas rusas, y llevó a sus mercenarios desde Ucrania hacia Moscú. El presidente ruso Vladímir Putin señaló que la acción había sido una “traición” y prometió un castigo para aquellos involucrados.

En lugar de ello, el Kremlin llegó a un acuerdo con Prigozhin para poner fin a la revuelta armada, y le indicó que podría salir libre sin enfrentar algún cargo y que se podía reubicar en Bielorrusia.

Sin embargo, una evaluación preliminar de los servicios de inteligencia estadounidenses concluyó que una explosión intencionada provocó la caída del avión. Eso provocó que las sospechas de que el presidente ruso era el artífice del posible atentado, crecieran. El Kremlin las rechazó esto al calificarlo como una “completa mentira”.

Uno de los funcionarios occidentales que describió la evaluación inicial dijo que determinó que Prigozhin era “muy probablemente” el objetivo y que una explosión estaría en línea con la “larga historia de Putin de tratar de silenciar a sus críticos”.

El segundo al mando de Prigozhin, Dmitry Utkin, así como el cerebro de la logística de Wagner, Valery Chekalov, también murieron en el incidente. Se cree que Utkin fue el fundador de Wagner y bautizó al grupo con su nombre de guerra.

El destino de Wagner, que hasta hace poco desempeñaba un papel destacado en la campaña militar rusa en Ucrania y participaba en varios países de África y Medio Oriente, sigue siendo incierto.

En tanto, el Kremlin afirmó este lunes que no sabe cómo y cuándo se celebrará el funeral de Prigozhin, ya que dijo, las decisiones al respecto las toma la familia del empresario.

“Esas decisiones siempre se toman con los familiares y se basan, en primer lugar, en el deseo de los familiares”, dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en su conferencia de prensa diaria.

Peskov agregó que por el momento no tiene información sobre el funeral de Prigozhin, distinguido con el título Héroe de Rusia. “Cuando haya una decisión, esta se hará pública”, aseguró.

Al ser cuestionado sobre si el presidente ruso, Vladímir Putin, planea asistir al entierro, el portavoz del Kremlin señaló que de momento no se sabe “cuándo y cómo” se celebrarán los funerales, por lo que “no puede haber ahora una respuesta a esa pregunta”.

Según canales de Telegram cercanos al Grupo Wagner, el último adiós a Prigozhin tendrá lugar mañana, martes, en San Petersburgo, su ciudad natal. Al funeral asistiría solo el círculo íntimo del jefe de Wagner, indicó VCHK-OGPU.

Un tribunal en Rusia declaró este viernes al líder opositor Alexei Navalny culpable de extremismo y lo sentenció a 19 años de prisión, informaron su portavoz y medios de prensa rusos.

Navalny ya cumple una pena de nueve años en prisión por una serie de cargos que él considera políticamente motivados.

Los nuevos cargos están relacionados con las actividades de la fundación anticorrupción de Navalny y declaraciones que han hecho personas de si círculo más cercano.

Se trata de la quinta condena penal y la tercera y más larga pena de prisión que se le ha impuesto al líder ruso opositor; todas son consideradas por sus partidarios como una estrategia del Kremlin para silenciarlo.

Agencias de noticias estatales rusas informaron que cumplirá esta nueva sentencia al mismo tiempo que la actual por cargos de fraude y desacato al tribunal. La fiscalía había pedido una sentencia de 20 años de prisión y el mismo Navalny había anticipado que recibiría una “larga condena”.

Navalny también fue sentenciado en 2021 a dos años y medio de cárcel por violación de su libertad condicional. El juicio por extremismo tuvo lugar a puertas cerradas en una colonia penal al este de Moscú, donde el líder opositor se encuentra detenido.

Cuando el juez leyó el veredicto, Navalny se puso de pie junto a sus abogados y coacusados, con los brazos cruzados y escuchando con una expresión seria en el rostro. Le tomó al juez menos de 10 minutos anunciar el veredicto y la sentencia, algo que en Rusia usualmente toma horas o incluso días.

La audiencia fue transmitida a reporteros en una sala separada, pero la voz del juez era apenas perceptible. La portavoz de Navalny, Kira Yarmysh, confirmó el veredicto en las redes sociales, y las agencias noticiosas estatales RIA Novosti y Tass reprodujeron citas textuales del veredicto.

Navalny, de 47 años, es el rival más acérrimo del presidente Vladímir Putin y ha destapado casos de corrupción gubernamental y organizado protestas masivas contra el Kremlin. Fue arrestado en enero de 2021 al regresar a Moscú tras estar recuperándose en Alemania de un intento de envenenarlo que él atribuye al Kremlin.

El presidente ruso Vladimir Putin, objeto de una orden de arresto internacional, no asistirá a la cumbre de los países BRICS en Sudáfrica en agosto próximo, indicó este miércoles la presidencia sudafricana poniendo fin a meses de especulaciones.

La posible visita de Putin se había convertido en un tema controvertido para Sudáfrica, ya que el presidente ruso es blanco de una orden de captura de parte de la Corte Penal Internacional (CPI) que el país africano debería implementar llegado el caso, ya que reconoce a ese tribunal.

“De mutuo acuerdo, el presidente Vladimir Putin de la Federación Rusa no asistirá a la cumbre, pero la Federación Rusa estará representada por el ministro de Relaciones Exteriores, el señor Serguéi Lavrov,” indicó en un comunicado Vincent Magwenya, un vocero del presidente sudafricano Cyril Ramaphosa.

La decisión se tomó tras numerosas “consultas” realizadas por Ramaphosa en los últimos meses, la última de ellas la noche de ayer, dijo Magwenya.

Y es que recordemos que Sudáfrica ejerce actualmente la presidencia de los BRICS, el grupo de cinco grandes potencias emergentes (Sudáfrica, Brasil, China, India y Rusia).

Putin fue invitado oficialmente a la cumbre de jefes de Estado del grupo prevista para el 22 al 24 de agosto en Johannesburgo, pero el gobierno sudafricano se enfrentó a una fuerte presión interna y externa para no recibir al mandatario ruso.

Putin es buscado por la CPI por las acusaciones de que Rusia deportó ilegalmente a niños ucranianos.

Sin embargo, “el presidente Putin ha decidido participar en la cumbre BRICS a través de videoconferencia. Será una participación en toda regla”, indicó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

En una declaración hecha pública el martes, Ramaphosa escribió que arrestarlo habría equivalido a una declaración de guerra a Rusia.

Los documentos son la respuesta a una solicitud del principal partido de oposición, la Alianza Democrática (DA), que quería presionar al gobierno y garantizar que Putin fuera entregado a la CPI si visitaba Sudáfrica.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, sostuvo que “está absolutamente claro para todos” las consecuencias de un posible arresto de Putin.

La declaración juramentada reveló que Sudáfrica buscaba una exención de las reglas de la CPI, argumentando que llevar a cabo el arresto podría poner en riesgo la “seguridad, la paz y el orden del Estado”.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, afirmó que la respuesta de Vladímir Putin al intento de rebelión del Grupo Wagner fue débil y aseguró que el líder ruso está perdiendo el control de su propio pueblo.

En una entrevista con CNN, el mandatario ucraniano declaró que “todo ese poder vertical” que Putin solía tener “se está desmoronando”.

“Vemos la reacción de Putin. Es débil”, dijo Zelensky a la periodista Erin Burnett de CNN en Odesa, en una entrevista que se publicará completa el próximo miércoles y de la que ya se han emitido algunos fragmentos.

Recordemos que el pasado 24 de junio, algunos militares del grupo Wagner, liderados por Yevgueni Prigozhin, iniciaron una sublevación y tras declararse en rebeldía ocuparon la ciudad de Rostov en el Don y enviaron cuatro columnas hacia Moscú.

Un día después, el propio líder del grupo Wagner anunciaba su retirada, tras la mediación del líder bielorruso Alekandr Lukashenko, y el retorno de sus combatientes a las bases permanentes. Tras un acuerdo con el Kremlin, Prigozhin se trasladó a Bielorrusia y no podrá haber cargos contra él.

El objetivo declarado de Prigozhin, que no consiguió, era la destitución del ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, y del jefe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas, Valeri Guerásimov, a quienes desde hace meses responsabiliza de los reveses militares en Ucrania y del elevado número de bajas entre las fuerzas rusas.

En opinión de Zelenski, lo sucedido demuestra que Putin “no controla todo”. “El hecho de que Wagner se adentra profundamente en Rusia y toma ciertas regiones muestra lo fácil que es hacerlo. Putin no controla la situación en las regiones”, afirmó Zelenski.

El mandatario ucraniano declaró que aunque los esfuerzos de Kiev se han centrado en recuperar territorio en el sur y el este de Ucrania, su objetivo final es liberar Crimea, la península anexada por Rusia en 2014. “No podemos imaginar Ucrania sin Crimea. Y mientras Crimea está bajo la ocupación rusa, solo significa una cosa: la guerra aún no ha terminado”, dijo.

Si no se consigue liberar el territorio, añadió, no podrá ser considerada una victoria.

El jefe del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, planeaba capturar a líderes militares rusos como parte de la rebelión que puso en marcha el pasado fin de semana y que adelantó después de que la inteligencia rusa descubriese su plan, según The Wall Street Journal (WSJ).

Citando a fuentes occidentales, el diario informa que originalmente Prigozhin preveía capturar al ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, y al jefe del Estado Mayor General, Valeri Guerásimov, durante una visita que iban a hacer a una zona fronteriza con Ucrania, pero los servicios secretos rusos descubrieron el plan dos días antes de su ejecución.

Agencias de inteligencia occidentales, apunta el periódico, también tuvieron conocimiento de los planes del líder de Wagner y consideraban que tenía posibilidades de éxito, que se desmoronaron al filtrarse la conspiración y forzar a improvisar una alternativa.

El WSJ señala que fuentes occidentales creen que Prigozhin había comunicado sus intenciones al general ruso Serguéi Surovikin, una información también publicada por The New York Times y que ha sido calificada de “especulación” por el Kremlin.

Según las fuentes del diario, Prigozhin había acumulado armamento y munición y esperaba que parte de las Fuerzas Armadas rusas se sumasen al motín y se rebelasen contra sus comandantes.

Tras saber que su plan se había filtrado, el jefe del grupo de los mercenarios adelantó sus movimientos y capturó la ciudad de Rostov, para luego enviar una columna en dirección a Moscú, que se detuvo tras las negociaciones en las que medió el presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko.

El acuerdo alcanzado entre el Kremlin y Prigozhin para detener el motín preveía la anulación del cargo penal por rebelión armada contra el jefe de Wagner a cambio de que se marchara a Bielorrusia.

El presidente ruso, Vladímir Putin, también ofreció a los mercenarios que se sublevaron junto a Prigozhin irse al país vecino o suscribir un contrato con el Ministerio ruso de Defensa u otras agencias de seguridad de Rusia para subordinarse a las estructuras legales y oficiales.

En sus mensajes de los últimos días, Prigozhin dijo públicamente que su rebelión tenía como objetivo desbancar a Shoigú y Guerásimov, como responsables de los problemas en la invasión de Ucrania, pero que no buscaba derrocar el Gobierno de Putin.

El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, confirmó hoy que el jefe del grupo de mercenarios Wagner, Yevgueni Prigozhin, ha llegado al país, donde debe vivir exiliado tras la rebelión armada que encabezó el fin de semana en Rusia.

“Se proporcionaron garantías de seguridad, como prometió ayer (el presidente Vladímir Putin) (..) Sí, de hecho, hoy está en Bielorrusia”, indicó Lukashenko en una ceremonia de entrega del grado de general.

Lukashenko, que ejerció de mediador, defendió este martes que Prigozhin ha recibido “garantías de seguridad”, horas después de que las autoridades de Rusia anunciaran el archivo de todas las causas penales abiertas contra el Grupo Wagner, según informó la agencia de noticias oficial BelTA.

El presidente bielorruso había reconocido previamente que dio orden a su Ejército de estar listo para el combate ante la posible escalada de las tensiones que afectaban a su estrecho aliado.

Asimismo, advirtió del potencial beneficio para Occidente de este tipo de crisis y del riesgo de una crisis en el país vecino: “Si Rusia colapsa, todos moriremos”, señaló.

Lukashenko sugirió hoy que los mercenarios del Grupo Wagner que se exilien en su país podrían “ayudar” a la antigua república soviética con su experiencia como fuerza de asalto, técnicas de combate y el manejo de armas.

“Si sus comandantes vienen y nos ayudan… Es experiencia. Eran grupos de asalto en la vanguardia. Nos contarán lo que es importante ahora. Porque pasaron por todo esto (…) Sobre táctica, armamento, cómo avanzar y cómo defenderse. Es algo que no tiene precio. Esto es lo que debemos coger de los wagneritas”, afirmó.

Recordemos que tras la fracasada sublevación del Grupo Wagner, el presidente ruso, Vladímir Putin, propuso a los wagneritas sumarse a las Fuerzas Armadas de Rusia u agencias de seguridad del país, regresar a sus casas o irse al exilio en Bielorrusia, junto a su jefe, Yevgueni Prigozhin.

Según el mandatario bielorruso, supo de la rebelión desde el sábado pasado a primera hora, y casi inmediatamente, conversó con su homólogo ruso, Vladímir Putin, quien le informó “del modo más detallado” sobre la situación.

“Lo más peligroso, según comprendí, no era la situación en ese momento, sino cómo podía desarrollarse y su consecuencias (…) y también comprendí que se había tomada la decisión cruel de machacarlos. Propuse a Putin que no se apurara”, dijo Lukashenko.

El presidente bielorruso añadió que Putin no tenía muchas esperanzas en la posibilidad de un diálogo con Prigozhin, ya que el jefe de Wagner “no respondía al teléfono y no quería hablar con nadie”.

Tras recibir del Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia el teléfono de Prigozhin, Lukashenko contactó con él y lo notó “muy alterado”: “la primera ronda de conversaciones duró 30 minutos entre palabrotas exclusivamente”, recordó.

Lukashenko señaló que los combatientes de Wagner “recién venían del frente en Ucrania, donde vieron la muerte de miles de los suyos”. “Los muchachos estaban muy ofendidos, especialmente los comandantes. Y según comprendí, ellos influyeron mucho en Prigozhin”.

Prigozhin, según el presidente bielorruso, insistía en marchar a Moscú, ante lo cual Lukashenko le aseguró que nadie le entregaría ni al ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, ni al jefe del Estado Mayor, Valeri Guerásimov, contra los cuales lanzó Wagner su rebelión armada.

“Conoces a Putin tan bien como yo”, le dijo Lukashenko al jefe de Wagner, al señalar que aún si los mercenarios llegaban a Moscú el jefe del Kremlin jamás accedería a recibirle “en estas circunstancias”.

“Te aplastarán como a una chinche por el camino, pese a que el Ejército ruso está ocupado en el frente. Piensa en eso”, advirtió Lukashenko, quien aseguró a Prigozhin que estaba dispuesto a enviar una brigada bielorrusa “a defender Moscú, como en 1941”, en referencia a la Segunda Guerra Mundial.

En Broojula, Ana Paula Ordorica conversa con Brenda Estefan, analista internacional, sobre el enfrentamiento entre Prigozhin y Putin, y las consecuencias que tendrá para Moscú y sus efectos en el conflicto armando en Ucrania.