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El ataque de hoy con ocho drones contra Moscú es consecuencia de los “problemas internos” de Rusia y podría haber sido perpetrado por grupos de oposición rusos que buscan derrocar al presidente de Rusia, Vladímir Putin, afirmó el portavoz de la Fuerza Aérea ucraniana, Yuriy Ignat.

“Esto son problemas internos”, dijo Ignat en una intervención en la televisión ucraniana en la que añadió que estos “problemas” se incrementarán de la mano de grupos como la Legión Libertad para Rusia, que protagonizó la semana pasada junto a otro grupo de voluntarios armados rusos una incursión en la región fronteriza de Bélgorod.

Ignat también hizo referencia a otra “legión” que podría suponer una amenaza para Putin a corto plazo. “La legión de la ‘República de Ichkeria’ también está tomando fuerza”, dijo el portavoz militar utilizando el nombre que le dan al territorio de Chechenia quienes aspiran a declarar su independencia de Rusia.

“Espero que Rusia se levante contra la tiranía”, remachó Ignat, siguiendo la línea de otros portavoces de Kiev que celebraron la incursión la semana pasada en la región rusa fronteriza con Ucrania de Bélgorod y que han animado a los ciudadanos de la Federación Rusa contrarios a Putin a rebelarse.

Y es que según el gobierno ruso, que ha acusado a Ucrania de un acto que ha calificado de “terrorista”, las defensas antiaéreas rusas han derribado los ocho aparatos dirigidos contra la capital.

El presidente Vladimir Putin afirmó este martes que el mayor ataque con drones de la historia de Ucrania contra Moscú fue un intento de asustar y provocar a Rusia, por lo que se reforzarían las defensas aéreas en torno a la capital del país.

Rusia declaró que ocho aviones no tripulados atacaron zonas civiles de Moscú y la región de Moscú, con una población de más de 21 millones de habitantes, en las primeras horas del martes, pero fueron derribados o desviados con inhibidores electrónicos especiales.

Putin calificó el asalto como una respuesta terrorista que se produjo después de que Moscú atacara hace varios días el cuartel general de la inteligencia militar ucraniana.

Ucrania, dijo Putin, había elegido el camino de intentar “intimidar a Rusia, a los ciudadanos rusos y los ataques a edificios residenciales”. “Esto es claramente un signo de actividad terrorista”, afirmó.

Las incursiones con drones en el interior de Rusia se han intensificado en las últimas semanas, con ataques a oleoductos e incluso al Kremlin a principios de este mes. Ucrania negó el ataque al Kremlin, pero The New York Times informó de que los servicios de inteligencia estadounidenses creen que Kiev fue el responsable.

El ataque de este martes tuvo como objetivo algunas de las zonas más ricas de Moscú, incluida una en el oeste de la ciudad donde Putin y la élite rusa tienen viviendas. Dos personas resultaron heridas y algunos rusos que vivían en dos bloques de apartamentos ligeramente dañados fueron evacuados brevemente, según el alcalde de Moscú.

A principios de este mes, dos drones explotaron sobre el Kremlin en un ataque del que Rusia también culpó a Kiev, el cual, según el gobierno ruso, iba dirigido contra Putin.

Estados Unidos negó este jueves estar detrás del supuesto ataque ucraniano al Kremlin, y aseguró también que ni anima ni da apoyo a Ucrania en actividades militares fuera de sus fronteras.

“Nosotros no tenemos nada que ver con eso, Peskov miente”, dijo el portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, en declaraciones a la cadena MSNBC, en alusión a la acusación directa contra Estados Unidos lanzada por el portavoz de la presidencia rusa, Dimitri Peskov.

Kirby señaló que aunque todavía “no se sabe lo que pasó”, Washington no ha tenido nada que ver con lo ocurrido.

En una rueda de prensa posterior, recalcó que el Ejecutivo estadounidense está intentando recabar información pero todavía no tiene “ninguna prueba determinante” y adelantó que “tal vez nunca llegue a saberse qué sucedió”.

“La reacción de (el presidente ruso, Vladímir) Putin a ese supuesto ataque depende de él. (…) Desde el principio, los rusos han intentado hacer pasar esta guerra como una especie de combate de Occidente contra Rusia, de la OTAN contra Rusia, de Estados Unidos contra Rusia. Esto encaja en eso”, recalcó el funcionario.

Kirby aclaró que antes del inicio de la invasión, en febrero de 2022, Rusia “tenía opciones diplomáticas sobre la mesa y decidió ignorar todas las posibilidades” y optar por la guerra, por lo que “no se debería esperar que se resuelva la investigación” sobre este último incidente.

Sobre el hecho de que Ucrania decida atacar a Rusia en su territorio, el portavoz había afirmado a la cadena MSNBC que Estados Unidos “no dicta” la forma en que Ucrania se defiende.

“Nosotros no dictamos los términos en los que ellos (los ucranianos) se defienden o las operaciones que dirigen. Sin embargo, hemos sido claros, no animamos ni posibilitamos que Ucrania ataque fuera de sus fronteras”, dijo.

Kirby respondió así a las acusaciones de Peskov, quien este mismo jueves dijo que Washington estaba detrás del ataque ucraniano al Kremlin y de otros atentados en territorio ruso.

“Sabemos que las decisiones sobre los atentados no se toman en Kiev, sino en Washington”, afirmó el portavoz de la Presidencia rusa en su rueda de prensa telefónica diaria. Estados Unidos “decide los objetivos y los medios, y Kiev ejecuta”, sostuvo.

El portavoz ruso recalcó que está en marcha una “investigación exhaustiva” del ataque con drones contra el Kremlin y que la respuesta rusa será “equilibrada y correspondiente a los intereses” del país.

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, promulgó este viernes las enmiendas al Código Penal que introducen la cadena perpetua para el delito de alta traición y aumenta la pena para actos de terrorismo de 15 a 20 años.

Previamente, la norma recibió el visto bueno de ambas cámaras del Parlamento ruso.

Las enmiendas fueron presentadas en noviembre de 2022 a la Duma por el gobierno ruso en el contexto de la campaña militar en Ucrania por considerar que era necesario reforzar el Código Penal para endurecer los delitos por terrorismo y contra los fundamentos del orden constitucional y la seguridad del Estado.

Los cambios promulgados por Putin modifican el artículo sobre “traición a la patria” al establecer la cadena perpetua por este delito en lugar de los 20 años que se imponían hasta ahora.

En la última semana, las fuerzas de seguridad rusas han informado de cinco detenciones por sospecha de “alta traición”.

Bajo el artículo “acto terrorista” del Código Penal se aumenta la pena máxima de 15 a 20 años de prisión.

Si se trata de terrorismo internacional, la condena puede ir desde los 12 años de cárcel a cadena perpetua; hoy en día las penas son de 10 a 20 años de cárcel o cadena perpetua.

La pena mínima por reclutamiento o participación en delitos de terrorismo aumentará de 5 a 7 años, y la que un juez podrá imponer por complicidad de 10 a 12 años.

A su vez, el artículo “organización de un grupo terrorista y participación en él” será , a partir de la firma de Putin de las enmiendas, de entre 10 y 15 años de prisión; ahora son entre 5 y 10 años.

Rusia también endurece las penas para el delito de sabotaje cuando se cometan acciones encaminadas a dañar la infraestructura de transporte y el sustento vital de la población, así como para causar daños a la salud de las personas con el fin de socavar la seguridad económica y la defensa del país.

Por estos delitos un acusado puede afrontar hasta 20 años de prisión frente a los 15 años actuales.

En tanto, ayer Estados Unidos anunció nuevas sanciones en contra de la la Guardia Revolucionaria de Irán y a la agencia de inteligencia FSB de Rusia, a quienes acusa de tomar como rehenes a estadounidenses, entre los que menciona al corresponsal del Wall Street Journal, Evan Gershkovich.

Estados Unidos señaló que no es aceptable el comportamiento despreciable que ha sido el utilizar a personas como monedas de cambio; además de que indicó que las sanciones eran una advertencia clara y directa de posibles represalias contra todos aquellos que busquen tomar las mismas decisiones.

Al menos tres estadounidenses de origen iraní están detenidos en Irán, incluido el empresario Siamak Namazi, que se encuentra en prisión desde 2015. Del lado ruso, Washington busca la liberación de Paul Whelan, un exmarine estadounidense arrestado en 2018 y condenado a prisión dos años después por presunto espionaje.

El otro caso al que le da seguimiento Estados Unidos es a la liberación de Evan Gershkovich, detenido a finales del mes pasado, a quien autoridades de Moscú arrestaron al acusarlo de espionaje. En Broojula, te presentamos una actualización sobre este caso, con el comentario de David Luhnow, jefe de la oficina en Reino Unido de The Wall Street Journal.

El presidente se está saliendo con la suya. Está logrando acabar con la prensa libre e independiente en su país. Con la detención del periodista Evan Gershkovich, del Wall Street Journal, acusado de espionaje, Vladimir Putin le está clavando probablemente el último tornillo al ataúd de la libertad de prensa en Rusia.

El proceso que ha llevado a este momento en el que ya prácticamente no hay prensa libre independiente en Rusia, ha sido paulatino. Nos podemos remontar a los años de la URSS, en donde la “libertad de expresión” se regía bajo el artículo 58 del Código Penal, que declaraba ilegales el espionaje, la traición y movilizaciones en contra del régimen. Este artículo inspiró terror en los años de la URSS. Los corresponsales extranjeros acreditados aparentemente estaban fuera del ámbito de este artículo.  La mayor amenaza que enfrentaban era la expulsión. La excepción fue Nicholas Daniloff, periodista de US News & World Report detenido en 1989. El arresto de Daniloff fue una represalia por el arresto, en Estados Unidos, del diplomático soviético Gennady Zakharov, quien fue acusado de espionaje. Dos semanas después hubo un acuerdo: los soviéticos liberaron a Daniloff y los estadounidenses liberaron a Zakharov.

Con la caída de la URSS se pensó que las cosas serían distintas. Que no habría mayor amenaza a la libertad de expresión. Esto resultó errado. La presidencia de Vladimir Putin ha ido apretando las tuercas poco a poco hasta llegar al momento actual.

Desde el 2012 cuando comenzaron las primeras manifestaciones en contra de Putin, se amplió el catálogo de delitos que ameritaban detención por cargos de traición a la patria y/o espionaje. Este endurecimiento se recrudeció de nuevo en febrero del año pasado con la nueva invasión a Ucrania lo que llevó varios periodistas rusos y extranjeros a abandonar el país.

Gershkovich fue de los pocos que se quedaron a seguir ejerciendo el periodismo. Su detención el 29 de marzo ha significado la escalada más importante en acoso a la prensa y ataque a la libertad expresión desde tiempos de la Guerra Fría. Tanto el Departamento de Estado como el WSJ ha negado las acusaciones en su contra y consideran que está detenido bajo acusaciones falsas lo que lo convierte en un rehén de Putin.

El gobierno de Estados Unidos logró que más de 40 países firmaran una carta exigiendo el gobierno de Putin la liberación de Gershkovich enfatizando que él estaba acreditado como periodista en Rusia y que el periodismo no es un delito. No obstante, ayer un juez negó otorgarle su libertad antes de que comience su juicio, programado para el 29 de mayo. Si Gershkovich es declarado culpable podría pasar 20 años en una colonia de prisioneros.

Lo que le ocurre a este periodista del WSJ es la culminación de ataques de Putin a la Prensa y a quienes no están de acuerdo con su guerra en contra de Ucrania. La escalada en los ataques a la libertad de prensa y expresión han sido paulatinos.

En un país como México, en donde hay ataques a la libertad de expresión que vienen también desde la presidencia, lo que ocurre en Rusia no puede verse como un problema ajeno y/o lejano. Putin está logrando que todo el periodismo independiente abandone Rusia. Con el periodismo tratado como un delito, la cobertura de la guerra en Ucrania quedará enmarcado de la propaganda y mentiras de su régimen. Es el sueño cumplido de cualquier autócrata.

Columna completa en El Universal

El presidente ruso, Vladímir Putin, recibirá mañana, miércoles, las cartas credenciales de 17 nuevos embajadores, entre ellos los de Estados Unidos, la Unión Europea (UE), además de los jefes de las legaciones de Honduras, Paraguay y México.

Como es tradición, la ceremonia tendrá lugar en la Sala de Alejandro del Gran Palacio del Kremlin.

Se trata del segundo acto oficial para recibir las cartas credenciales de nuevos embajadores en lo que va de campaña militar rusa en Ucrania.

La última fue el 20 de septiembre de 2022, diez días antes de la anexión de cuatro regiones ucranianas: Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón.

Habitualmente, durante la ceremonia, a la que suele asistir también el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, Putin se dirige a cada embajador con unas palabras.

Este miércoles, al asistir a la recepción la embajadora de Estados Unidos, Lynne Tracy, y el jefe de la legación de la UE, Roland Galharague, Putin constatará las malas relaciones con Washington y el bloque comunitario, a los que acusa de escalar el conflicto en Ucrania con la ayuda militar y financiera que prestan a ese país.

Tracy llegó en enero a Moscú, en tanto que Galharague fue nombrado embajador de los Veintisiete en Rusia ya en septiembre de 2022.

Desde que la embajadora de Estados Unidos aterrizó en suelo ruso ha sido llamada en varias ocasiones al Ministerio de Exteriores para escuchar quejas sobre el curso “antirruso” de su país.

En el caso de la UE, Moscú es especialmente dura con el alto representante de la Política Exterior, Josep Borrell, contra quien carga con especial inquina.

En cambio, se esperan buenas palabras para los embajadores que representan a México, Eduardo Villegas Megías; de Paraguay, Víctor Alfredo Verdún Bitar; y de Honduras, Juan Ramón Elvir.

Eso sí, los tres países latinoamericanos votaron el pasado 23 de febrero a favor de una resolución de la Asamblea General de la ONU que demandaba con ocasión del aniversario de la campaña militar en Ucrania el fin de la misma y exigía que las tropas rusas se retiren de territorio ucraniano.

Estados Unidos y Europa no quieren por ningún motivo que se llegue a negociaciones de paz para poner fin al conflicto en Ucrania, afirmó hoy el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

“Washington, las capitales europeas, pero en primer lugar Washington, no permiten por ningún motivo que se llegue a conversaciones de paz”, dijo Peskov en declaraciones a un programa de la televisión estatal rusa.

Agregó que “a Kiev simplemente no le permiten pensar” en una solución negociada.

Peskov comentó así las declaraciones de John Kirby, uno de los portavoces de la Casa Blanca, quien este lunes afirmó que “cualquier alto el fuego que no aborde la eliminación de las fuerzas rusas de Ucrania ratificaría efectivamente la conquista ilegal de Rusia”.

Y es que Estados Unidos ha declarado que espera que China aproveche la visita de su presidente, Xi Jinping, a Rusia para reiterar los llamamientos a un alto el fuego, pero subrayó que el elemento fundamental para una paz duradera debe ser la defensa y la integridad territorial de Ucrania.

“Ahora, cuando se han despojado de sus máscaras, (los países occidentales) muestran sus dientes de fiera”, dijo el portavoz del Kremlin.

Las declaraciones se dan en el marco de la reunión del presidente chino, Xi Jinping, y su homólogo ruso, en el Kremlin, donde hablan del conflicto en Ucrania y de su relación “estratégica” frente a Occidente.

Junto a responsables de los dos países, los mandatarios empezaron este martes una reunión a puerta cerrada.

Xi y Putin ya habían celebrado un encuentro ayer, con el que quisieron mostrar su alianza como contrapeso a las potencias occidentales.

Este martes, segunda jornada de su visita oficial de tres días, Xi señaló que las relaciones “estratégicas” entre Pekín y Moscú, dos grandes potencias vecinas”, eran una “prioridad” para China.

Xi también dijo que había invitado a su homólogo ruso a China, “este año, cuando pueda”, a pesar de la orden de arresto emitida la semana pasada por la Corte Penal Internacional (CPI) contra el jefe del Kremlin.

En Broojula, Ana Paula Ordorica platica con Stephanie Henaro, analista internacional, sobre la la visita de Xi a Moscú, y cómo podría ayudar a encontrar una solución para la guerra en Ucrania.

Los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y China, Xi Jinping, se reunieron este lunes en el Kremlin, con la iniciativa de paz china para Ucrania sobre la mesa y las miradas de la comunidad internacional puestas en la visita de Estado.

Los dos mandatarios, sentados uno al lado del otro en el Kremlin, según las imágenes difundidas por la televisión pública rusa, celebrarán primero una reunión “cara a cara” y después continuarán su encuentro con una cena.

Putin dio la bienvenida a Xi, y le felicitó por su reelección como presidente de China. “Estoy seguro de que bajo su liderazgo, China dará más pasos en su desarrollo y logrará los objetivos que se ha fijado”, subrayó Putin.

Añadió que Rusia y China “tienen muchas tareas y objetivos conjuntos”, además de valorar la “gran atención” que Xi presta al desarrollo de las relaciones ruso-chinas.

Putin también consideró que Pekín adopta siempre una postura “justa y equilibrada ante los problemas internacionales más apremiantes”.

El mandatario ruso explicó a Xi que abordará con él el plan de paz chino para poner fin a la guerra en Ucrania.

“Hemos estudiado cuidadosamente sus propuestas para resolver la grave crisis en Ucrania”, dijo Putin. “Por supuesto, tendremos la oportunidad de discutir esto”, subrayó.

Recordemos que China ha mantenido una postura ambigua, ya que defiende por un lado la integridad territorial ucraniana y por otro aboga por tener en cuenta las preocupaciones de seguridad de Rusia.

La iniciativa de paz de China ha sido acogida en Rusia con matices, porque respetar la integridad territorial supondría devolver a Ucrania los territorios ocupados, mientras que en Kiev considera que el plan chino carece de lógica y está lleno de contradicciones, porque no se pueden tener en cuenta los intereses del país agresor.

Putin recalcó que, en general, la interacción de Rusia y China en el ámbito internacional, “por supuesto contribuye a fortalecer los principios fundamentales del orden mundial y la multipolaridad”.

El presidente ruso afirmó además que los dos países tienen muchos temas que discutir en el campo de la cooperación económica. “Mañana podremos hablar de esto con la participación de nuestros socios y colegas” en una reunión en formato ampliado con las respectivas delegaciones, explicó.

Xi a su vez se mostró “muy complacido” por la invitación a Rusia, especialmente inmediatamente después de su reelección.

El mandatario chino, que llamó “querido amigo” a Putin durante sus palabras iniciales, subrayó que China “valora mucho las relaciones con Rusia”, ya que tienen una lógica histórica” como los vecinos más grandes y socios estratégicos, dijo.

Xi destacó además que Rusia, bajo el liderazgo de Putin, ha conseguido “logros significativos”. “El próximo año ustedes celebrarán elecciones (presidenciales). Estoy seguro de que el pueblo ruso le apoyará”, dijo Xi a su anfitrión.

Putin y Xi, que han tenido en los últimos meses unas tensas relaciones con Estados Unidos, celebrarán una rueda de prensa al término de sus conversaciones mañana.

Antes del viaje de Xi, el ministro de Exteriores chino, Qin Gang, mantuvo en la madrugada del jueves una conversación telefónica con su homólogo ucraniano, Dmitró Kuleba, en la que aseguró que China intentará ayudar a “un cese de las hostilidades, el alivio de la crisis y el restablecimiento de la paz entre Ucrania y Rusia”.

Xi aún no se ha comunicado con su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, tal y como habían adelantado medios estadounidenses, aunque Kiev ya está preparando dicha videoconferencia.

El presidente Vladímir Putin ofreció su mensaje anual sobre el estado de la nación ante ambas cámaras del Parlamento ruso, en el que informó que se suspendía el cumplimiento por parte de su país del último tratado de desarme nuclear aún vigente entre Rusia y EEUU, Nuevo START o START III.

“Nos quieren asestar una derrota estratégica y se meten en nuestras instalaciones nucleares. Por ello, me veo obligado a anunciar hoy que Rusia suspende su participación en el Tratado sobre Armamento Estratégico Ofensivo”, dijo Putin.

Durante una hora y 45 minutos de discurso no hizo ni una sola mención a un posible diálogo, defendió “el derecho de Rusia a ser fuerte” y acusó a Occidente de ser el único responsable de la tensión geopolítica en el mundo, incluido en Ucrania.

Putin, que insiste en que Moscú dispone de armamento hipersónico sin comparación en el mundo, matizó que “Rusia no abandona, sino que sólo suspende” el cumplimiento del tratado suscrito en 2010, prorrogado en 2021 por el líder ruso y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y que expira en 2026.

Entre otras cosas, el Nuevo START reduce en un 30% el número de cabezas nucleares, hasta 1,550 por país.

Putin adelantó que “si Estados Unidos realiza ensayos nucleares con nuevo tipo de armamento estratégico, Rusia efectuará también pruebas” de esa clase.

“Por supuesto, no seremos los primeros en hacerlo (…). Nadie debe albergar la peligrosa ilusión de que la paridad global estratégica puede ser destruida”, sostuvo.

El líder ruso tachó de “teatro del absurdo” la declaración en la que la OTAN demandó a Rusia que cumpla dicho tratado y abogó por la inclusión de la Alianza Atlántica en el Nuevo START ya que, recordó, Francia y el Reino Unido también cuentan con arsenales estratégicos.

Recordemos que Estado Unidos suspendió el diálogo sobre control de armas tras el inicio hace casi un año de la “operación militar especial” en Ucrania, y el último intento de reanudarlo en noviembre pasado fue pospuesto indefinidamente por Moscú.

Además, Rusia informó en agosto a Washington de su decisión de prohibir las inspecciones estadounidenses in situ de su arsenal nuclear, al alegar dificultades para hacer lo propio en Estado Unidos debido a las sanciones occidentales.

Al respecto, los diputados y senadores rusos rechazaron que la decisión de Putin represente “una amenaza a la seguridad” mundial, sino un aviso a Occidente. “Las potencias nucleares no pierden guerras”, dijo Leonid Slutski, jefe del Comité de Asuntos Exteriores de la Duma.

En su mensaje, el presidente ruso acusó a Occidente de querer “acabar” con Rusia “de una vez por todas”, lo que amenazaría la “existencia del país”, condición para el empleo de armas nucleares, según la doctrina militar rusa.

También denunció que la OTAN quiere convertir un conflicto local en una “confrontación global”. Advirtió que la derrota de Rusia en el campo de batalla “es imposible”.

“Una cosa debe quedarles clara a todos: cuanto mayor sea el alcance del armamento suministrado a Ucrania, más nos veremos obligados a alejar la amenaza de nuestros fronteras”, afirmó.

El líder ruso denunció que “Occidente utiliza a Ucrania como un polígono, como un ariete contra Rusia” y sostuvo que, incluso antes del inicio hace casi un año de la campaña militar rusa, Kiev ya negociaba con sus patrocinadores el suministro de armamento.

Putin no aludió directamente a la campaña militar, en la que el Ejército ruso no toma una ciudad ucraniana importante desde julio de 2022, aunque dio a entender que “va para largo”.

“Y paso a paso, cuidadosa y consistentemente, cumpliremos las tareas que afrontamos”, recalcó, a tres días del primer aniversario de la campaña en Ucrania que él ordenó iniciar el 24 de febrero de 2022.

Insistió en que fue Occidente quien “desencadenó la guerra”, que Rusia hizo “todo lo posible, realmente todo lo posible para resolver este problema por medios pacíficos” y adujo que ha recurrido a la fuerza “para detenerla”.

Al respecto, adelantó que los rusos que combaten en Ucrania tendrán vacaciones de “al menos” dos semanas cada seis meses y propuso crear una fondo estatal para ayudar a los veteranos y a las familias de los caídos en Ucrania, cuyo número el Kremlin se niega a revelar.

Vladímir Putin aseguró este jueves que Rusia tiene “con qué responder” al envío de tanques a Ucrania por parte de sus aliados de Occidente, y advirtió de que no solo será con (tanques) “blindados”.

“Nosotros no enviamos tanques a sus fronteras, pero tenemos con qué responder” dijo el jefe del Kremlin en Volgogrado, durante un acto conmemorativo del 80 aniversario de la victoria soviética sobre la Alemania en la batalla de Stalingrado.

La respuesta “no se limitará al uso de (tanques) blindados”, dijo el jefe del Kremlin, que depositó previamente una ofrenda floral ante la llama eterna en la Sala de la Gloria Militar del complejo memorial “Mamayev Kurgán” y rindió tributo a la memoria de los soldados soviéticos muertos en Stalingrado con un minuto de silencio.

En ese sentido, Putin lanzó una advertencia a los que “arrastran a países europeos, incluida Alemania, a una nueva guerra con Rusia” y quienes “esperan ganar a Rusia en el campo de batalla”.

“Por lo visto, no entienden que la guerra moderna con Rusia será completamente diferente para ellos”, afirmó.

Putin hizo especial mención a los tanques alemanes Leopard que Berlín enviará a Ucrania y que también podrán suministrar a Kiev otros países europeos que los tienen en su poder.

“Increíble, pero cierto: nos vuelven a amenazar con los tanques alemanes Leopard”, dijo.

Según Putin, “la ideología del nazismo, ya en su forma moderna, una vez más está creando amenazas directas a la seguridad” de Rusia.

Las declaraciones del líder ruso podrían interpretarse como una alusión al poderío nuclear del país del que Moscú y que sus dirigentes han presumido en múltiples ocasiones, sobre todo, tras alargarse el conflicto en Ucrania.

A la vez, Putin aseguró en varias ocasiones, la última a finales del año pasado, que Rusia “bajo ninguna condición” sería la primera en emplear sus armas nucleares, ya que su doctrina militar prevé tales ataques solo en forma de respuesta.

El presidente aprovechó también su intervención para negar el aislamiento de Rusia y asegurar que el país sigue teniendo muchos amigos. Señaló que “pese a los esfuerzos de la propaganda” occidental, Moscú tiene amigos “en todo el mundo”, incluido en Norteamerica y Europa.

El presidente ruso Vladimir Putin no llevará a cabo su conferencia de prensa anual este mes, un cambio para esa antigua tradición que especialistas atribuyen a los reveses que las fuerzas rusas han sufrido en su operación en Ucrania.

Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin, confirmó que Putin no realizaría el evento por primera vez en 10 años.

El funcionario no dio razones de la cancelación, pero algunos especialistas lo atribuyeron a la renuencia del líder ruso de encarar preguntas incómodas sobre lo que él llama “operación militar especial” en Ucrania.

La conferencia anual ha sido usada por el Kremlin para limpiar la imagen de Putin. El encuentro con los medios, meticulosamente programado y televisado en vivo, ha durado hasta cuatro horas y media, en las que Putin habla sobre un amplio abanico de temas nacionales e internacionales.

Analistas han señalado que Putin optó por cancelar el evento porque no tiene nada que decir desde el punto de vista estratégico.

En Twitter, el Ministerio de Defensa británico señaló que “la conferencia de prensa se ha convertido en una cita fija en el calendario público de Putin y frecuentemente ha sido usada como oportunidad para demostrar la supuesta integridad de Putin”.

“Si bien las preguntas casi seguramente son seleccionadas a priori, la cancelación probablemente se debe al aumento de la actitud antiguerra en Rusia”, dijo el ministerio.

Además, señalaron que funcionarios del Kremlin son conscientes de la posibilidad de que cualquier evento al que Putin asista pueda ser opacado por una discusión desautorizada sobre la ‘operación militar especial’.

Recordemos que Putin ordenó la invasión de Ucrania el pasado 24 de febrero, afirmando que buscaba “desmilitarizar” y “desnazificar” al país, y acusando la negativa de la OTAN de prometerle a Rusia que Ucrania no sería invitada a unirse a la alianza.

Gran parte de la comunidad mundial han criticado la acción rusa, calificándola de agresión injustificada. México ha optado por guardar silencio, al menos en el discurso del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien se ha negado a denunciar la actuación del gobierno ruso, y se ha opuesto a aplicar sanciones contra Moscú.

La excanciller alemana Angela Merkel aseguró que intentó convencer a sus socios europeos de la necesidad de encontrar un formato europeo propio para dialogar con el presidente ruso, Vladímir Putin, en relación con Ucrania pero que se dio cuenta de que ella ya no tenía influencia.

Merkel reveló en una entrevista que publica este jueves el semanario alemán “Der Spiegel” que tuvo esa iniciativa porque el Protocolo de Minsk, un acuerdo firmado en 2014 por Ucrania, la Federación Rusa, Donetsk y Lugansk bajo los auspicios de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) que pretendía una solución política del conflicto, había quedado obsoleto.

“El Acuerdo de Minsk se quedó vacío. En el verano de 2021, después de que los presidentes (Joe) Biden y Putin se reunieran, yo quería establecer un formato de debate europeo independiente con Putin nuevamente y con Emmanuel Macron en el Consejo de la UE”, recuerda Merkel en la entrevista.

“Algunas personas pusieron objeciones y ya no tuve fuerzas para imponerme porque todos sabían que desaparecería en otoño”, dije Merkel a propósito de su entonces inminente salida de la cancillería, ya que no era candidata al cargo en las elecciones alemanas de septiembre de 2021.

La excanciller revela que en las conversaciones mantenidas con otros líderes de la Unión Europea preguntó “a otros en el Consejo (Europeo), ¿por qué no intervienes?, ¡pero di algo! Uno me dijo: me queda grande. Otro se limitó a encogerse de hombros: eso lo tienen que hacer los grandes”, relató.

Merkel asegura que si hubiera sido de nuevo candidata en septiembre en las elecciones alemanas “habría insistido más”.

“Pero ya no tenía fuerzas para seguir adelante, porque, al fin y al cabo, todo el mundo lo sabía: ella se va en otoño”, añadió.

También reveló que el ambiente que rodeó su última reunión con Putin en el Kremlin, adonde acudió como visita de despedida antes de abandonar la Cancillería, “la sensación estaba muy clara: en términos de poder, estás acabada”.

“Para Putin solo cuenta el poder”, dice Merkel, quien cuenta que a esa reunión con Putin, con quien solía reunirse a solas cuando ambos departían, el presidente ruso llegó acompañado del ministro de Exteriores Sergéi Lavrov.

Rusia completó la movilización de 300,000 reservistas convocados hace un mes para reforzar la ofensiva militar en Ucrania, anunció el viernes el ministro de Defensa, Serguéi Shoigu, en una intervención televisiva junto al presidente Vladimir Putin.

“La tarea de reclutamiento de 300,000 personas se ha cumplido” y 41,000 de esos efectivos ya se integraron en unidades militares en Ucrania, le informó Shoigu a Putin, quien elogió el “patriotismo” de los reclutas.

El funcionario dijo que se detuvo la notificación de ciudadanos, y adelantó que no se planean “tareas adicionales”.

Según los datos facilitados por Shoigu, unos 82,000 rusos han sido movilizados hasta el frente ucraniano. Rusia continuará reclutando tropas solo aceptando voluntarios y candidatos para el servicio militar bajo contrato.

Recordemos que el 21 de septiembre, el presidente Vladímir Putin anunció la movilización de reservistas, en una medida que buscaba contrarrestar lo que llamó el “chantaje nuclear” de la OTAN, que se proponía “destruir” a Rusia.

“Al día de hoy nuestras Fuerzas Armadas actúan a lo largo de una línea de combate que supera los mil kilómetros, combaten no sólo contra formaciones neonazis, sino prácticamente contra la máquina militar del Occidente colectivo”, dijo Putin durante un discurso televisado.

La Unión Europea dijo que era una reacción “desesperada” en reconocimiento al fracaso de la “operación militar especial” en Ucrania.

Para el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, la movilización fue “una tragedia, ante todo, para el pueblo ruso”, y también un resultado de la “incapacidad del Ejército profesional” de Rusia.

Según los analistas, con la movilización de reservistas, Putin admitió sin mencionarlo textualmente que su país estaba en guerra.

Los reservistas debían haber cumplido el servicio militar obligatorio, tener experiencia en combate o alguna especialidad militar que necesiten las Fuerzas Armadas. Andréi Kartapólov, el jefe del comité de Defensa de la Duma o Cámara de diputados, indicó que los primeros movilizados serían suboficiales de reserva de menos de 35 años y oficiales de menos de 45 años.

Los reservistas movilizados no tenían elección. El Parlamento ruso aprobó recientemente leyes que endurecen hasta con diez años de cárcel el castigo por deserción, rendición voluntaria o negarse a entrar en combate.

El presidente Vladimir Putin asistió este miércoles al entrenamiento de las fuerzas de disuasión estratégica rusas, después de haber reiterado sus acusaciones de que Ucrania prepara una “bomba sucia”.

Ucrania niega cualquier intención de recurrir a ese tipo de armas, constituidas de explosivos convencionales y materiales radiactivos que se esparcen después de la detonación.

Kiev y sus aliados occidentales temen que Rusia busque un pretexto para una escalada del conflicto o para usar armas nucleares, como ya ha amenazado en varias ocasiones.

Putin asistió desde una sala de control al entrenamiento de las fuerzas rusas de disuasión estratégica, encargadas de responder a la amenaza en caso de guerra nuclear.

Aunque este tipo de ejercicio se lleva a cabo periódicamente, éste se produce en plena ofensiva rusa en Ucrania.

“Bajo la dirección del comandante supremo de las fuerzas armadas, Vladimir Putin, las fuerzas de disuasión estratégica terrestres, marítimas y aéreas llevaron a cabo un entrenamiento, durante el cual se efectuaron lanzamientos prácticos de misiles balísticos y de crucero”, indicó el Kremlin en un comunicado.

La televisión rusa mostró a la tripulación de un submarino preparar el lanzamiento de un misil desde las aguas del mar de Barents en el Ártico. El ejercicio involucró aviones bombarderos de largo alcance Tu-95.

“Las tareas establecidas durante el ejercicio de entrenamiento de disuasión estratégica se cumplieron en su totalidad, al alcanzar todos los misiles sus objetivos”, añadió el Kremlin.

Las fuerzas “estratégicas” rusas, en su amplia definición, están concebidas para responder a todo tipo de amenazas, incluida la nuclear. Están equipadas con misiles de alcance intercontinental, de bombarderos estratégicos de largo alcance, de submarinos, de buques de superficie y de la aviación naval.

Poco antes de estas maniobras, Rusia reiteró a China e India que Ucrania estaría preparando el uso de una “bomba sucia”.

El ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigu, abordó con su homólogo chino, Wei Fenghe, “la situación en Ucrania” y “compartió sus preocupaciones vinculadas a eventuales provocaciones de parte de Ucrania con un recurso a una ‘bomba sucia'”, informó un comunicado del ministerio ruso.

El ministro ruso ya había anticipado esas alegaciones a sus homólogos de la India, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Turquía.

Ucrania y los occidentales han calificado las acusaciones de “absurdas” y “peligrosas” y sugirieron que la propia Rusia preparaba una escalada bélica, tras sufrir una serie de reveses en territorio ucraniano desde septiembre.

Incluso el gobierno de Eslovenia indicó que Rusia usó “de mala fe” una foto de ese país de 2010 para apuntalar sus acusaciones.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, firmó este miércoles las leyes que incorporan oficialmente cuatro regiones ucranias al país, mientras su Ejército tiene problemas para mantener el control del territorio que se anexionó ilegalmente.

Los documentos que completan la anexión en desafío al derecho internacional se publicaron en un cibersitio del gobierno de Moscú la mañana de hoy.

A inicios de semana, ambas cámaras del Parlamento ruso ratificaron los tratados que convierten a Donetsk, Luhansk, Jersón y Zaporiyia en parte de la Federación Rusa.

Los trámites legislativos llegaron luego de los referéndums orquestados por el Kremlin en las cuatro regiones, que tanto Ucrania como Occidente han calificado de farsa.

Sobre el terreno, la guerra de Moscú en Ucrania ha entrado en una nueva fase más peligrosa. Rusia enfrenta cada vez más reveses mientras las tropas de Kiev recuperan más y más terreno en el este y en el sur, las mismas regiones que el Kremlin se ha apropiado.

El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, respondió a la anexión anunciando una solicitud de entrada rápida a la OTAN y descartando formalmente un diálogo con Rusia. El decreto de Zelenskyy, publicado ayer, afirma que mantener negociaciones con Putin es imposible luego de su decisión de tomar las cuatro regiones ucranianas.

Además, el presidente Putin aprobó un decreto nombrando a los líderes regionales de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, así como de las regiones de Jersón y Zaporiyia.

La orden de Putin contempla que Denis Pushilin continúa al frente de la región de Donetsk, mientras que Leonid Pasechnik seguirá al frente de Lugansk. Por su parte, Evgeni Balitski ha sido nombrado gobernador de Zaporiyia y Vladimir Saldo será el gobernador de Jersón.

En su mensaje, Putin dijo sentirse “sorprendido” y no solo “alegre” por los resultados los referéndums de anexión.

Explicó que “incluso él” se sintió “sorprendido” tras conocer la decisión de la población de los territorios en cuestión,
que han sido ocupados en gran medida por las tropas rusas.

Hizo hincapié en que los procesos de consulta se realizaron de forma “transparente” y “objetiva” a pesar del rechazo
de Ucrania y la comunidad internacional.

“La gente ha vivido y sigue viviendo en esas zonas en condiciones muy difíciles, y este es el resultado”, sostuvo antes de asegurar que “los observadores están convencidos de que no ha habido intención de corregir, limpiar o añadir cosas”. “Decidimos por nosotros mismos. Yo decidí que sería tal y como la gente quisiera. La gente habla y nosotros hacemos lo que dicen”, insistió.

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, firmó hoy los tratados de anexión con los líderes de las regiones ucranianas ocupadas de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia.

En la ceremonia de la firma, que tuvo lugar en la sala San Jorge del Gran Palacio del Kremlin, participaron los líderes separatistas de los cuatro territorios ucranianos, Denis Pushilin, Leonid Pásechnik, Vladímir Saldo y Yevgueni Balitski, respectivamente.

Tras la firma, los centenares de invitados aplaudieron, mientras que el mandatario estrechó la mano a los cuatro jefes prorrusos y sonó el himno de Rusia.

Tras la última nota, Putin, Pushilin, Paséchnik, Saldo y Baliski juntaron sus manos y formaron un semicírculo al coro de: Rusia, Rusia, Rusia.

La firma de la anexión de estas regiones del este y sur de Ucrania, que Rusia solo controla parcialmente, se produjo después de que Putin pronunciara un discurso de 38 minutos de duración en el que defendió la elección “inequívoca” de los ciudadanos de las cuatro provincias.

Además, pidió a Ucrania que cese de inmediato el fuego y prometió que defenderá el territorio ruso con todos los medios.

El presidente ruso dio este paso después de reconocer la independencia de Zaporiyia y Jersón, algo que ya había hecho en febrero con las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk.

Previamente el mandatario ruso también informó al presidente de la Duma de la solicitud formal que le dirigieron el pasado día 28 los jefes prorrusos de las cuatro provincias ucranianas para integrar sus territorios en la Federación Rusa, tal y como le obliga la Constitución del país.

Se trata de la tercera anexión por parte de Rusia de un territorio ucraniano en algo más de ocho años, después de la que efectuó con la península de Crimea en marzo de 2014.

Entre el 87% y el 99% de los ciudadanos respaldaron la anexión de Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón a Rusia, según las autoridades prorrusas.

Rusia se anexiona en torno al 15% del territorio de Ucrania o unos 100,000 kilómetros cuadrados, algo más que la extensión de países como Hungría y Portugal o algo menos que la de Bulgaria. La Federación Rusa, que cuenta con más de 147 millones de habitantes, superará los 150 millones tras el proceso de anexión

En su mensaje, Putin también acusó a países occidentales de estar detrás del sabotaje de los gasoductos Nord Stream y Nord Stream 2, en cuyas instalaciones se detectaron esta semana cuatro fugas en el mar Báltico.

“Las sanciones no son suficientes para los anglosajones, han pasado a un sabotaje increíble, pero esto es un hecho, habiendo organizado explosiones en los gasoductos internacionales de Nord Stream, que se extienden por el fondo del mar Báltico”, dijo Putin en su discurso.

“Prácticamente han comenzado a destruir la infraestructura energética europea común”, añadió el mandatario.

Para Putin es obvio para todos quienes que se benefician de la destrucción de los dos gasoductos. “Lo hizo el que se beneficia, por supuesto”, dijo en una referencia indirecta a Estados Unidos.

Putin considera las “explosiones” registradas en Nord Stream y Nord Stream 2 un “ataque terrorista internacional”, por lo que abrió un caso penal por terrorismo internacional después de denunciar que tuvieron lugar “acciones intencionadas encaminadas a dañar los gasoductos”.

Foto: Twitter @vaioantunez

La embajadora de Ucrania en México, Oksana Dramaretska, señaló que ante la amenaza de Rusia de apoderarse de territorios de Ucrania, temporalmente ocupados, “no hay posibilidad de negociar con ese país para terminar el conflicto bélico y llegar a un acuerdo de paz”.

Explicó que las acciones del presidente Vladímir Putin, de reclutar más soldados y movilizar a sus tropas para reforzar su ofensiva en Ucrania, son una respuesta clara a todas las propuestas de paz, pero también señal de que “van perdiendo y que le tiene miedo al Ejército ucraniano”.

“¿Qué paz puede ser cuando el señor presidente Putin anuncia la movilización de su Estado, de qué paz podemos hablar?”, criticó la diplomática.

Acerca de la propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) de crear un comité para lograr la paz en el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, que sea avalado por el Consejo de Seguridad de la ONU, la diplomática señaló que la respuesta de Putin ha sido clara.

Añadió que el jefe de Estado de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha dicho que “la neutralidad hoy en día no es aceptable”.

Dramaretska se expresó así tras una reunión en la Cámara de Diputados, junto a parlamentarios de su país que se encuentran de visita en México.

“Estamos agradecidos con los esfuerzos de todos nuestros socios para ayudar a resolver esta situación, pero ahora vemos en realidad que este diálogo por lástima no es posible”, dijo la diplomática.

“Hasta ahora no vemos posibilidad de negociar con Rusia, el señor Putin ha respondido, ha anunciado movilización y esa es una respuesta clara a toda la paz que se propone de todas partes del mundo”, añadió.

Sobre la anexión de cuatro territorios de Ucrania que pretende, Dramaretska dijo que “esos territorios nunca van a ser parte de Rusia, nadie va a reconocer esto, ni ucranianos ni el resto del mundo, esto sólo está en sueños de Putin”.