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El presidente de Emiratos Árabes Unidos, Mohamed bin Zayed, abordó hoy la guerra en Ucrania con su homólogo ruso, Vladímir Putin, y le transmitió que su país apoya la solución de los conflictos “a través del diálogo y la diplomacia”.

En una reunión en Abu Dabi, ambos líderes abordaron “la evolución de la crisis ucraniana”. Bin Zayed apuntó que la política emiratí se basa en “apoyar la paz, la cooperación y la estabilidad a nivel regional y global”, indicó la agencia de noticias oficial emiratí, WAM.

Durante el encuentro, Bin Zayed y Putin también “intercambiaron opiniones” sobre la guerra en la Franja de Gaza y coincidieron en “la necesidad de que la comunidad internacional adopte medidas para lograr un alto el fuego”, así como para proteger civiles y afianzar la llegada de ayuda humanitaria al enclave palestino.

“Ambas partes subrayaron la importancia de trabajar para encontrar un horizonte claro para una paz permanente e integral en la región basada en la solución de dos Estados”, añadió WAM.

El presidente ruso llegó hoy a Abu Dabi, en su primera visita al golfo Pérsico desde 2019, en un avión que fue escoltado por cuatro cazas rusos Su-35C durante el vuelo que le llevó a los Emiratos, según informó el Kremlin.

Al entrar al espacio aéreo emiratí, el avión de Putin fue entonces escoltado por cazas de la Fuerza Aérea del país árabe.

El presidente ruso, Vladimir Putin, visitará Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita mañana miércoles, antes de recibir al presidente iraní en Moscú el jueves, continuando su regreso a la escena internacional a pesar de los intentos occidentales de aislarlo desde la ofensiva en Ucrania.

Objeto de una orden de arresto de la Corte Penal Internacional por la “deportación” de niños ucranianos, Putin decidió reservar uno de sus pocos viajes al extranjero a sus aliados más cercanos.

“Las visitas de trabajo del presidente Putin a Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita tendrán lugar mañana miércoles. Todo esto tendrá lugar en un solo día”, dijo a los periodistas el portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov.

Putin ha estado ausente de las últimas grandes reuniones internacionales: la cumbre del G20 en India en septiembre y la de los BRICS en Sudáfrica en agosto.

Entonces explicó que evitaba estas reuniones para no “causar un problema” a los organizadores.

Según el Kremlin, Putin se reunirá con el presidente Mohamed bin Zayed al-Nahyan en Emiratos para discutir sobre cooperación y sobre la situación en Medio Oriente. En Riad será recibido por el príncipe heredero saudita, Mohammed bin Salmán, para hablar sobre comercio, inversiones y política internacional.

Peskov confirmó que el presidente ruso abordará el conflicto israelo-palestino, así como las reducciones en la producción de petróleo en el marco de la alianza OPEP+ de la que Rusia forma parte.

Putin ha criticado a Israel desde el comienzo de la guerra con Hamás, denunciando la “catástrofe” humanitaria en Gaza y pidiendo la creación de un Estado palestino.

Después de su visita a Medio Oriente, Vladimir Putin recibirá al presidente iraní, Ebrahim Raisi, en Rusia el jueves. “Habrá conversaciones ruso-iraníes el 7 de diciembre”, dijo el portavoz del Kremlin. Según la agencia oficial iraní de prensa Irna se abordarán entre otros “la situación en Gaza”.

Los países occidentales acusan a Irán de participar en el esfuerzo bélico ruso al suministrarle grandes cantidades de drones explosivos Shahed y otras armas, que Rusia utiliza para llevar a cabo su campaña de bombardeos de ciudades ucranianas.

Finalmente, se informó que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, visitará Rusia antes de finales de este año.

“Hace mucho tiempo que acordamos la posibilidad de la visita del señor Maduro a Moscú en diciembre de este año”, declaró a la prensa rusa el asesor internacional del Kremlin, Yuri Ushakov. Y añadió: “Las fechas concretas, evidentemente, las confirmaremos en los próximos días”.

El asesor del Kremlin no descartó que el mandatario venezolano visite otras ciudades rusas además de Moscú, un tema que “es objeto de conversaciones”.

Maduro apoyó desde un principio al presidente ruso, Vladímir Putin, en su antagonismo con la OTAN y en su campaña militar en Ucrania. En tanto el Kremlin respaldó al líder bolivariano en su pulso con la oposición y condenó la injerencia estadounidense.

Venezuela y Rusia mantienen estrechos lazos en ámbitos tan diversos como el petróleo, el turismo y la cooperación militar que se gestaron durante el mandato del fallecido presidente Hugo Chávez.

El presidente Vladimir Putin advirtió este viernes que no se debe permitir que Occidente desarrolle un monopolio en el ámbito de la Inteligencia Artificial (IA), y afirmó que en breve se aprobará una estrategia rusa mucho más ambiciosa para el desarrollo de dicha tecnología.

Y es que China y Estados Unidos lideran el desarrollo de la IA, que muchos investigadores y líderes mundiales creen que transformará el mundo y revolucionará la sociedad de forma similar a la introducción de la computadora en el siglo XX.

Moscú también aspira a convertirse en una potencia de la IA, pero sus esfuerzos se han visto frenados por la guerra de Ucrania, que obligó a muchos especialistas talentosos a abandonar Rusia y desencadenó sanciones occidentales que han obstaculizado las importaciones de alta tecnología del país.

En su intervención en una conferencia sobre IA celebrada en Moscú junto al presidente ejecutivo de Sberbank, German Gref, Putin afirmó que intentar prohibir la IA era imposible a pesar de las consecuencias éticas y sociales, a veces preocupantes, de las nuevas tecnologías.

“No se puede prohibir algo; si lo prohibimos, se desarrollará en otro lugar y nos quedaremos atrás”, dijo Putin aunque afirmó que las cuestiones éticas deben resolverse en referencia a la cultura rusa “tradicional”.

Putin advirtió que algunos sistemas de búsqueda en línea y modelos generativos occidentales ignoran o incluso anulan la lengua y la cultura rusas. Tales algoritmos occidentales, dijo, esencialmente pensaban que Rusia no existía.

Según la mayoría de las clasificaciones, China y Estados Unidos están muy por delante de otros países en lo que respecta a la investigación en IA, aunque también figuran en ellas un segundo grupo de países europeos, así como India, Rusia, Israel, Corea del Sur y Japón.

“En todas las esferas de nuestra vida, la humanidad está comenzando un nuevo capítulo de su existencia”, dijo Putin sobre la IA, añadiendo que Rusia necesitaba redoblar sus esfuerzos en IA, tanto en ambiciones como en ejecución.

“En un futuro muy próximo, como uno de los primeros pasos, se firmará un decreto presidencial y se aprobará una nueva versión de la estrategia nacional para el desarrollo de la inteligencia artificial”, dijo Putin en la conferencia.

Agregó que la nueva estrategia introduciría cambios significativos, entre ellos “ampliar la investigación fundamental y aplicada en el campo de la inteligencia artificial generativa y los grandes modelos lingüísticos”.

El presidente ruso, Vladímir Putin, admitió hoy que “hay que pensar en cómo detener esta tragedia”, en alusión a la guerra en Ucrania durante su intervención en la cumbre virtual de líderes del G20.

“Por supuesto, las acciones militares son siempre una tragedia para personas y familias concretas, y para el país en general. Sin lugar a dudas, hay que pensar en cómo detener esta tragedia”, dijo Putin durante al tiempo que añadió que Rusia “nunca” se ha negado a entablar negociaciones de paz con Kiev.

En ese sentido, el mandatario ruso recordó que fue el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quien prohibió por decreto dialogar con Rusia para poner fin a la contienda que Moscú inició en febrero de 2022.

Además, aludió a sus homólogos que se mostraron “conmocionados” con las consecuencias de la “agresión” rusa contra el país vecino.

“Entiendo que la guerra, la muerte de personas, no puede no conmover. ¿Y el golpe sangriento en Ucrania en 2014 que desembocó en la guerra del régimen de Kiev contra su propio pueblo en el Donbás ? ¿Eso no conmueve?”, dijo.

Aprovechó para manifestarse sobre lo sucedido en Medio Oriente. Preguntó a los presentes: “Y el exterminio de la población civil en Palestina, en la Franja de Gaza, ¿no impresiona? Y el hecho de que médicos tengan que operar a niños (…), utilizar escalpelos en cuerpos de niños sin anestesia, ¿no impacta?”.

También cuestionó si las declaraciones del secretario general de la ONU, António Guterres, sobre que Gaza se ha convertido en un gran cementerio infantil, no conmueve.

Putin no acudió a las últimas tres cumbres del G20 en Italia, Indonesia y en septiembre pasado en la India. En esta última fue representado por el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov. Ahora sí participa, dado que se realiza de forma virtual.

La reunión se celebra a puerta cerrada, excepto por la apertura y el cierre, y reúne a los líderes de las principales economías del mundo, así como a los representantes de organismos internacionales como Naciones Unidas, la Unión Europea o la Unión Africana.

Por su parte el primer ministro de la India, Narendra Modi, también abordó el conflicto en Gaza durante la cumbre de líderes del G20. Manifestó su preocupación por la muerte de civiles, al tiempo que reclamó la puesta en libertad de los rehenes.

“En los últimos meses han surgido nuevos desafíos. La situación de inseguridad e inestabilidad en la región de Asia occidental es motivo de preocupación para todos nosotros. Creemos que el terrorismo es inaceptable para todos nosotros. La muerte de civiles, dondequiera que ocurra, es condenable”, dijo en su intervención inicial el primer ministro indio.

Y es que se espera que la guerra entre Israel y Hamás ocupe un papel primordial en la cumbre, que coincide con el anuncio este miércoles de una tregua temporal de carácter humanitario que ha recibido el respaldo masivo de la comunidad internacional.

El presidente Vladimir Putin firmó este jueves una ley por la que se retira la ratificación de Rusia del tratado mundial que prohíbe las pruebas de armas nucleares, una medida condenada por la organización que promueve la adhesión al histórico pacto de control de armamentos.

La medida, aunque esperada, es una prueba de la ruptura entre Estados Unidos y Rusia, cuyos lazos están en su nivel más bajo desde la crisis de los misiles cubanos de 1962, debido a la guerra en Ucrania y a lo que Moscú considera intentos de Washington de obstaculizar el surgimiento de un nuevo orden mundial multipolar.

Moscú afirma que su desvinculación del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares sólo pretende alinear a Rusia con Estados Unidos, que firmó el tratado pero nunca lo ratificó. Autoridades aclararon que Rusia no reanudará las pruebas nucleares a menos que Washington lo haga.

Tampoco cambiará la postura nuclear de Rusia, que tiene el mayor arsenal nuclear del mundo, o la forma en que comparte información sobre sus actividades nucleares, ya que Moscú seguirá siendo signatario del tratado, señalan.

Recodemos que Putin dijo el pasado 5 de octubre que no estaba preparado para decir si Rusia debería o no reanudar las pruebas nucleares tras los llamamientos de algunos expertos en seguridad y legisladores rusos a probar una bomba nuclear como advertencia a Occidente.

De producirse, esta medida podría dar paso a una nueva era de pruebas nucleares por parte de las grandes potencias.

La Rusia postsoviética no ha realizado ninguna prueba nuclear. La Unión Soviética lo hizo por última vez en 1990 y Estados Unidos en 1992. Ningún país, salvo Corea del Norte, ha realizado una prueba con explosión nuclear en lo que va de siglo.

La aprobación por Putin de la ley de desratificación se publicó en un sitio web del gobierno en el que se decía que la decisión entraba en vigor inmediatamente. El Parlamento ruso ya había aprobado la medida.

El presidente ruso, Vladímir Putin, dirigió hoy desde el Kremlin maniobras por tierra, mar y aire de las fuerzas nucleares rusas.

El ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, informó al jefe del Kremlin sobre la marcha de los ejercicios, que incluyó el lanzamiento de misiles balísticos y de crucero, y la participación de submarinos nucleares y de dos bombarderos estratégicos Tu-95.

Durante las maniobras “se lanzó un ataque nuclear masivo de las fuerzas ofensivas estratégicas en respuesta a un ataque nuclear enemigo”, explicó.

A su vez, un misil balístico intercontinental Yars, que tiene hasta 12,000 kilómetros de alcance, fue lanzado desde el cosmódromo de Plesetsk, que se encuentra a casi 800 kilómetros al norte de Moscú.

El misil fue lanzado con destino al polígono de Kura en la península de Kamchatka, a más de 6,000 kilómetros del lugar de lanzamiento.

Además, el submarino de propulsión nuclear Tula lanzó un misil balístico Sineva desde el mar de Barents, en el Océano Glacial Ártico.

“Las misiones que figuraban en el programa de las maniobras fueron cumplidas en su totalidad”, informó el Kremlin.

Los ejercicios coinciden con la decisión en el Senado ruso de aprobar el proyecto de ley que revoca la ratificación del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBT).

Rusia argumenta que se ha visto obligado a dar ese paso ante la necesidad de restablecer la paridad nuclear con Estados Unidos, que no ratificó el CTBT en 23 años.

Las autoridades rusas han recalcado que la revocación no significa que el Kremlin vaya a reanudar los ensayos nucleares, al menos de momento, pues “la moratoria permanece” en vigor.

Mientras, el viceministro ruso de Exteriores, Serguéi Riabkov, indicó hoy que Moscú ha recibido una propuesta de Estados Unidos para reanudar el diálogo sobre estabilidad estratégica y control de armamento.

Explicó que Moscú no está preparado para retomar el diálogo si no se producen cambios en “la política profunda y fundamentalmente hostil de Estados Unidos hacia Rusia”.

Recordemos que Rusia suspendió en febrero pasado el cumplimiento del START III, último tratado de desarme nuclear aún vigente entre Rusia y EUA.

El presidente ruso, Vladímir Putin, viajará la próxima semana a China, donde tendrá lugar los días 17 y 18 el III Foro de las Nuevas Rutas de la Seda, según informó hoy el asesor para Asuntos Internacionales de la Presidencia rusa, Yuri Ushakov.

Ushakov señaló a los medios que la visita de Putin está planificada para la próxima semana, después de estar mañana y el viernes en Kirguistán, en lo que supone el primer viaje al exterior desde inicios de 2023 y desde la orden de arresto que emitió la Corte Penal Internacional (CPI) en marzo pasado en su contra.

Fue el pasado 20 de septiembre cuando el jefe del Kremlin aceptó la invitación de China para participar en el foro, en cuyos márgenes se prevé además una reunión entre Putin y el presidente chino, Xi Jinping.

El secretario del Consejo de Seguridad ruso, Nikolái Pátrushev, afirmó que Putin prevé mantener conversaciones “sustanciales” con Xi.

En tanto, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo a principios de mes que la agenda de la visita de Putin al vecino asiático incluye la discusión de temas que ya están claros y que “son bastante voluminosos”, como el comercio bilateral, la cooperación económica y la situación mundial y regional.

En febrero de 2022, poco antes del comienzo de la intervención militar rusa en Ucrania, Putin y Xi proclamaron en Pekín la “amistad sin límites” entre sus naciones.

En marzo de este año, durante la visita de Xi a Rusia, el mandatario chino intentó convencer a Putin de su iniciativa de paz de 12 puntos y, según el Financial Times, advirtió a su homólogo ruso contra el uso de armas nucleares.

El III Foro de las Nuevas Rutas de la Seda conmemorará los diez años del lanzamiento de la “Belt and Road Initiative”, como se denomina en inglés, el programa estrella multilateral de China para afianzar su influencia internacional mediante proyectos de cooperación e infraestructura en otros países.

El presidente ruso, Vladimir Putin, sugirió este jueves que el desplome aéreo en el que murió el jefe del Grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin, fue causado por la detonación de granadas de mano en el interior de la aeronave, y no por un ataque con misiles.

El avión privado Embraer en el que Prigozhin viajaba a San Petersburgo se desplomó el pasado 23 de agosto al norte de Moscú, causando la muerte de las 10 personas que iban a bordo, entre ellas otros dos altos cargos de Wagner, los cuatro guardaespaldas de Prigozhin y una tripulación de tres personas.

Putin sugirió que el avión fue volado desde dentro, compartiendo así lo que el jefe del comité de investigación ruso le había informado hace unos días.

“Se encontraron fragmentos de granadas de mano en los cuerpos de los fallecidos en el accidente”, dijo Putin en una reunión del Club de Debate Valdai en la localidad turística de Sochi, en el mar Negro.

“No hubo impacto externo en el avión, eso es un hecho establecido”, dijo Putin, desmintiendo los señalamientos de funcionarios estadounidenses, que apuntaban que lo sucedido pudo haberse tratado de un derribo.

Putin no dio más detalles sobre cómo pudieron detonarse una o varias granadas a bordo, pero dijo que creía que los investigadores se equivocaban al no haber realizado pruebas de alcohol y drogas a los cadáveres de los fallecidos en el accidente, dado que en el pasado se habían encontrado cantidades de cocaína en la oficina de Wagner en San Petersburgo.

Los investigadores a cargo de lo ocurrido aún no han informado públicamente sobre la causa del desplome.

Recordemos que el motín de Prigozhin supuso el mayor desafío al Gobierno de Putin desde que el exespía del KGB llegó al poder en 1999. Los diplomáticos occidentales afirman que puso de manifiesto las tensiones que sufre Rusia por la guerra de Ucrania.

El presidente ruso, Vladímir Putin, recibió este viernes a su homólogo y aliado bielorruso, que insinuó que Minsk podría sumarse a los esfuerzos de Moscú para revivir una antigua alianza con Pyongyang luego de la cumbre de esta semana con el mandatario norcoreano Kim Jong Un.

El presidente Alexander Lukashenko hizo la propuesta durante su reunión con Putin en Sochi, sobre el Mar Negro, donde el mandatario ruso dijo que le entregará un informe sobre las conversaciones con Kim en el puerto espacial de Vostochny, en el extremo oriente ruso.

“Quisiera informarle de la discusión sobre la situación en la región, que fue muy importante, y también mencionar el problema más grave, la situación en Ucrania”, afirmó Putin al iniciar el encuentro.

Lukashenko respondió que “podríamos pensar en la cooperación tripartita”, y añadió que “pienso que se podría encontrarle una tarea a Bielorrusia allí también”.

Kim Jong-un continuó su viaje por Rusia este viernes con una visita a una fábrica de aviones en la ciudad de Komsomolsk del Amur a fin de conocer los cazas rusos de última generación. Mañana se espera su arribo al puerto de Vladivostok para ver los buques de la flota del Pacífico y visitar una universidad.

Estados Unidos y aliados creen que Kim probablemente suministrará municiones a Rusia para usar en Ucrania a cambio de armas o tecnología de Moscú, un acuerdo que violaría las sanciones de la ONU a Pyongyang que vedan el comercio de armas con Corea del Norte.

Putin dijo después de la reunión con Kim que Rusia acatará las sanciones de Naciones Unidas y lo reiteró este viernes.

“Nunca violamos nada y en este caso no tenemos la intención de violar nada”, sostuvo Putin ante los medios. “Pero, sin duda, buscaremos oportunidades para desarrollar las relaciones ruso-norcoreanas”.

Rusia garantizó hoy el apoyo de Corea del Norte en su “lucha santa” en Ucrania en el marco del encuentro de Vladímir Putin y el líder norcoreano, Kim Jong-un, en la que ambos exhibieron su sintonía y el rechazo al imperialismo occidental.

“Rusia se ha levantado ahora en una lucha santa para la defensa de su soberanía y seguridad (…). Nosotros siempre hemos apoyado y apoyamos todas las decisiones del presidente Putin”, dijo Kim durante el segundo encuentro entre ambos desde 2019 en el cosmódromo ruso de Vostochni, en la región siberiana de Amur.

El dirigente norcoreano llegó al territorio ruso en medio de fuertes sospechas de Occidente sobre la intención de ambos países de reforzar la cooperación militar y espacial a través de un acuerdo de suministro de armas y tecnología.

Según fuentes occidentales, Kim estaría dispuesto a apoyar la guerra de Moscú con “millones” de proyectiles y munición para artillería.

Kim viajó a Rusia con una delegación que incluía a su hermana Kim Yo-Jong, y a los ministros de Defensa y de Exteriores, así como el director del Departamento Industrial de Munición y el secretario para Ciencia y Educación del Comité Central del Partido de los Trabajadores, ligado al programa espacial norcoreano.

Pese a las advertencias de Occidente y Asia de que puede haber nuevas sanciones para ambos países, Putin y Kim mostraron su disposición a reforzar los lazos militares.

“Hay ciertas restricciones. Rusia cumple todas estas restricciones, pero hay cosas sobre las que, por supuesto, podemos hablar (…). Aquí también hay perspectivas”, dijo el jefe del Kremlin al término de la cumbre.

El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, advirtió que, si Occidente pretende impulsar una nueva resolución de sanciones contra Corea del Norte en el Consejo de Seguridad, no contará con el apoyo ni de Rusia ni de China.

Mientras Rusia necesita a Corea del Norte para poder sostener su esfuerzo bélico en Ucrania, el régimen de Pyongyang busca el apoyo de Moscú para desarrollar su sector espacial.

El líder norcoreano de hecho mostró “un gran interés por los cohetes”, dijo el jefe del Kremlin, quien mostró a su homólogo en el cosmódromo de Vostochni el ensamblaje de los cohetes Angará y el complejo de lanzamiento de los portadores Soyuz-2.

Putin y Kim también hablaron sobre el desarrollo de la agricultura, sector en el que Rusia, “por supuesto, tiene algo que ofrecer”, indicó el mandatario ruso, que recordó que Moscú envía ayuda humanitaria a Corea del Norte.

Kim adelantó a Putin que las relaciones con Moscú son ahora la “máxima prioridad de Pyongyang”. “Espero que siempre luchemos juntos contra el imperialismo y la construcción de estados soberanos”, enfatizó.

Kim se mostró convencido de la victoria de Rusia en su “operación militar especial” en Ucrania, eufemismo con el que Moscú se refiere a la guerra que lanzó en el país vecino hace 567 días.

El presidente estadounidense y otros dirigentes del G20 llegaron este viernes a Nueva Delhi para participar este fin de semana en una cumbre en la que India busca allanar un diálogo sobre Ucrania y el cambio climático, pese a la ausencia de Vladimir Putin y Xi Jinping.

Los gobernantes están divididos sobre temas clave como la invasión rusa contra Ucrania, el objetivo de abandonar gradualmente los combustibles fósiles y la reestructuración de la deuda mundial, lo que según diversos analistas, dificultaría que haya una declaración final el próximo domingo.

América Latina estará representada por el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, cuyo país asumirá la presidencia del bloque después de India, y el argentino Alberto Fernández, que ya está en Nueva Delhi. Pese a la invitación que recibió, Andrés Manuel López Obrador no participará.

Joe Biden, presidente de los Estados Unidos, llegó este viernes a Nueva Delhi y su agenda en India arranca con una reunión bilateral con el primer ministro indio Narendra Modi, a quien recibió apenas en junio en la Casa Blanca.

Estados Unidos busca fortalecer sus vínculos con India, con el fin de contrarrestar la influencia de China en la región, mientras que Nueva Delhi intenta consolidar su liderazgo internacional, esto a pesar de las diferencias que existe entre ambos países sobre Rusia y la negativa de India de participar en las sanciones impuestas contra Moscú por la invasión a Ucrania.

La ausencia Putin y Xi Jinping, líderes de Rusia y China, dejan a Biden la vía libre para tener un rol central en la cumbre.

Rusia va a estar representada por el ministro de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, que ya está en India, y la misión china estará encabezada por el primer ministro Li Qiang.

El secretario general de la ONU advirtió este viernes que el mundo parece una familia “disfuncional”, en medio de una creciente polarización que puede derivar en mayores conflictos. “Si realmente somos una familia mundial, hoy parecemos una familia bastante disfuncional”, declaró Guterres.

Alertó que las divisiones están creciendo, las tensiones están surgiendo y la confianza se erosiona, lo que en conjunto aumenta el espectro de la fragmentación y, en última instancia, de la confrontación.

Los esfuerzos de Modi para que los dirigentes del G20 eviten las divisiones y enfrenten problemas mundiales cruciales, en particular la restructuración de la deuda mundial y la volatilidad de los precios de productos básicos tras la invasión contra Ucrania, han sido en vano en las citas ministeriales previas a la cumbre.

Modi también reafirmó su deseo de expandir el G20 con “la inclusión de la Unión Africana como miembro permanente”.

El gobernante indio también llamó a los dirigentes del G20 a apoyar financiera y tecnológicamente a los países en desarrollo en la lucha contra el cambio climático.

Rusia es actualmente “invencible”, al igual que lo fue durante la Segunda Guerra Mundial, afirmó este viernes el presidente ruso, Vladimir Putin, en un encuentro con adolescentes al inicio del año escolar.

“Entendí por qué ganamos la Gran Guerra Patria: es imposible vencer un pueblo con esa mentalidad. Éramos absolutamente invencibles y, hoy en día, lo seguimos siendo”, declaró Putin, según afirmaciones transmitidas en televisión.

El presidente ruso suele establecer paralelos entre la guerra contra la Alemania nazi y la actual ofensiva rusa en Ucrania, que empezó en febrero de 2022.

Las declaraciones de Putin se dan de forma paralela a que se difundiera una encuesta que señala que el 20% de los rusos cree que la muerte del jefe del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, ocurrida la semana pasada, se debe a una “venganza” de las autoridades rusas por la rebelión fallida que encabezó el 23 y 24 de junio pasado.

La muestra, realizada por Levada, el principal centro sociológico independiente de Rusia, indica que el 26% de los encuestados opina que la muerte de Prigozhin se debió a un “trágico accidente”. Un 16% está convencidos de que el dueño de Wagner sigue vivo y que el incidente fue “un montaje”.

Un 14% de los rusos considera que la aeronave de Prigozhin se desplomó como resultado de un “atentado organizado por los servicios secretos extranjeros”, una de las versiones del siniestro sugerida por los medios rusos.

Recordemos que el avión privado Embraer Legacy 600 en el que viajaba Prigozhin se desplomó cuando viajaba de Moscú a San Petersburgo. En él viajaban 10 personas en total, tres de ellas eran tripulación  y el resto milicias de Wagner, incluido su fundador.

Hasta ahora no se ha informado de avances en la investigación de la causa del siniestro del avión. El Kremlin rechazó la participación de instituciones internacionales en la investigación.

Explicó que “existen diversas versiones, entre las cuales está un acto premeditado malintencionado”, por lo cual la investigación no se llevará a cabo del mismo modo que si fuera un simple accidente aéreo.

La Comisión Investigadora de Rusia informó este fin de semana que confirmó, mediante pruebas de ADN, que el fundador del Grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin, murió en el avión que se desplomó la semana pasada cerca de Moscú.

Svetlana Petrenko, portavoz de la Comisión, señaló en un comunicado que, por medio de exámenes forenses y genéticos, se identificaron los 10 cuerpos recuperados en el lugar de los hechos, y los hallazgos “coinciden con la lista” de pasajeros.

Pese al informe sobre la identificación de los cuerpos, no se ofrecieron detalles sobre las causas que podrían haber provocado la caída del avión.

La autoridad de aviación civil de Rusia dijo que Prigozhin, de 62 años, y algunos de sus principales lugartenientes, estaba en la lista de pasajeros que viajaban en el avión, además de los tripulantes.

Los siete pasajeros y tres miembros de la tripulación fallecieron cuando el avión se desplomó entre Moscú y San Petersburgo, ciudad natal de Prigozhin.

Recordemos que hace dos meses, Prigozhin orquestó una rebelión contra las fuerzas armadas rusas, y llevó a sus mercenarios desde Ucrania hacia Moscú. El presidente ruso Vladímir Putin señaló que la acción había sido una “traición” y prometió un castigo para aquellos involucrados.

En lugar de ello, el Kremlin llegó a un acuerdo con Prigozhin para poner fin a la revuelta armada, y le indicó que podría salir libre sin enfrentar algún cargo y que se podía reubicar en Bielorrusia.

Sin embargo, una evaluación preliminar de los servicios de inteligencia estadounidenses concluyó que una explosión intencionada provocó la caída del avión. Eso provocó que las sospechas de que el presidente ruso era el artífice del posible atentado, crecieran. El Kremlin las rechazó esto al calificarlo como una “completa mentira”.

Uno de los funcionarios occidentales que describió la evaluación inicial dijo que determinó que Prigozhin era “muy probablemente” el objetivo y que una explosión estaría en línea con la “larga historia de Putin de tratar de silenciar a sus críticos”.

El segundo al mando de Prigozhin, Dmitry Utkin, así como el cerebro de la logística de Wagner, Valery Chekalov, también murieron en el incidente. Se cree que Utkin fue el fundador de Wagner y bautizó al grupo con su nombre de guerra.

El destino de Wagner, que hasta hace poco desempeñaba un papel destacado en la campaña militar rusa en Ucrania y participaba en varios países de África y Medio Oriente, sigue siendo incierto.

En tanto, el Kremlin afirmó este lunes que no sabe cómo y cuándo se celebrará el funeral de Prigozhin, ya que dijo, las decisiones al respecto las toma la familia del empresario.

“Esas decisiones siempre se toman con los familiares y se basan, en primer lugar, en el deseo de los familiares”, dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en su conferencia de prensa diaria.

Peskov agregó que por el momento no tiene información sobre el funeral de Prigozhin, distinguido con el título Héroe de Rusia. “Cuando haya una decisión, esta se hará pública”, aseguró.

Al ser cuestionado sobre si el presidente ruso, Vladímir Putin, planea asistir al entierro, el portavoz del Kremlin señaló que de momento no se sabe “cuándo y cómo” se celebrarán los funerales, por lo que “no puede haber ahora una respuesta a esa pregunta”.

Según canales de Telegram cercanos al Grupo Wagner, el último adiós a Prigozhin tendrá lugar mañana, martes, en San Petersburgo, su ciudad natal. Al funeral asistiría solo el círculo íntimo del jefe de Wagner, indicó VCHK-OGPU.

Un tribunal en Rusia declaró este viernes al líder opositor Alexei Navalny culpable de extremismo y lo sentenció a 19 años de prisión, informaron su portavoz y medios de prensa rusos.

Navalny ya cumple una pena de nueve años en prisión por una serie de cargos que él considera políticamente motivados.

Los nuevos cargos están relacionados con las actividades de la fundación anticorrupción de Navalny y declaraciones que han hecho personas de si círculo más cercano.

Se trata de la quinta condena penal y la tercera y más larga pena de prisión que se le ha impuesto al líder ruso opositor; todas son consideradas por sus partidarios como una estrategia del Kremlin para silenciarlo.

Agencias de noticias estatales rusas informaron que cumplirá esta nueva sentencia al mismo tiempo que la actual por cargos de fraude y desacato al tribunal. La fiscalía había pedido una sentencia de 20 años de prisión y el mismo Navalny había anticipado que recibiría una “larga condena”.

Navalny también fue sentenciado en 2021 a dos años y medio de cárcel por violación de su libertad condicional. El juicio por extremismo tuvo lugar a puertas cerradas en una colonia penal al este de Moscú, donde el líder opositor se encuentra detenido.

Cuando el juez leyó el veredicto, Navalny se puso de pie junto a sus abogados y coacusados, con los brazos cruzados y escuchando con una expresión seria en el rostro. Le tomó al juez menos de 10 minutos anunciar el veredicto y la sentencia, algo que en Rusia usualmente toma horas o incluso días.

La audiencia fue transmitida a reporteros en una sala separada, pero la voz del juez era apenas perceptible. La portavoz de Navalny, Kira Yarmysh, confirmó el veredicto en las redes sociales, y las agencias noticiosas estatales RIA Novosti y Tass reprodujeron citas textuales del veredicto.

Navalny, de 47 años, es el rival más acérrimo del presidente Vladímir Putin y ha destapado casos de corrupción gubernamental y organizado protestas masivas contra el Kremlin. Fue arrestado en enero de 2021 al regresar a Moscú tras estar recuperándose en Alemania de un intento de envenenarlo que él atribuye al Kremlin.

El presidente ruso Vladimir Putin, objeto de una orden de arresto internacional, no asistirá a la cumbre de los países BRICS en Sudáfrica en agosto próximo, indicó este miércoles la presidencia sudafricana poniendo fin a meses de especulaciones.

La posible visita de Putin se había convertido en un tema controvertido para Sudáfrica, ya que el presidente ruso es blanco de una orden de captura de parte de la Corte Penal Internacional (CPI) que el país africano debería implementar llegado el caso, ya que reconoce a ese tribunal.

“De mutuo acuerdo, el presidente Vladimir Putin de la Federación Rusa no asistirá a la cumbre, pero la Federación Rusa estará representada por el ministro de Relaciones Exteriores, el señor Serguéi Lavrov,” indicó en un comunicado Vincent Magwenya, un vocero del presidente sudafricano Cyril Ramaphosa.

La decisión se tomó tras numerosas “consultas” realizadas por Ramaphosa en los últimos meses, la última de ellas la noche de ayer, dijo Magwenya.

Y es que recordemos que Sudáfrica ejerce actualmente la presidencia de los BRICS, el grupo de cinco grandes potencias emergentes (Sudáfrica, Brasil, China, India y Rusia).

Putin fue invitado oficialmente a la cumbre de jefes de Estado del grupo prevista para el 22 al 24 de agosto en Johannesburgo, pero el gobierno sudafricano se enfrentó a una fuerte presión interna y externa para no recibir al mandatario ruso.

Putin es buscado por la CPI por las acusaciones de que Rusia deportó ilegalmente a niños ucranianos.

Sin embargo, “el presidente Putin ha decidido participar en la cumbre BRICS a través de videoconferencia. Será una participación en toda regla”, indicó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

En una declaración hecha pública el martes, Ramaphosa escribió que arrestarlo habría equivalido a una declaración de guerra a Rusia.

Los documentos son la respuesta a una solicitud del principal partido de oposición, la Alianza Democrática (DA), que quería presionar al gobierno y garantizar que Putin fuera entregado a la CPI si visitaba Sudáfrica.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, sostuvo que “está absolutamente claro para todos” las consecuencias de un posible arresto de Putin.

La declaración juramentada reveló que Sudáfrica buscaba una exención de las reglas de la CPI, argumentando que llevar a cabo el arresto podría poner en riesgo la “seguridad, la paz y el orden del Estado”.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, afirmó que la respuesta de Vladímir Putin al intento de rebelión del Grupo Wagner fue débil y aseguró que el líder ruso está perdiendo el control de su propio pueblo.

En una entrevista con CNN, el mandatario ucraniano declaró que “todo ese poder vertical” que Putin solía tener “se está desmoronando”.

“Vemos la reacción de Putin. Es débil”, dijo Zelensky a la periodista Erin Burnett de CNN en Odesa, en una entrevista que se publicará completa el próximo miércoles y de la que ya se han emitido algunos fragmentos.

Recordemos que el pasado 24 de junio, algunos militares del grupo Wagner, liderados por Yevgueni Prigozhin, iniciaron una sublevación y tras declararse en rebeldía ocuparon la ciudad de Rostov en el Don y enviaron cuatro columnas hacia Moscú.

Un día después, el propio líder del grupo Wagner anunciaba su retirada, tras la mediación del líder bielorruso Alekandr Lukashenko, y el retorno de sus combatientes a las bases permanentes. Tras un acuerdo con el Kremlin, Prigozhin se trasladó a Bielorrusia y no podrá haber cargos contra él.

El objetivo declarado de Prigozhin, que no consiguió, era la destitución del ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, y del jefe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas, Valeri Guerásimov, a quienes desde hace meses responsabiliza de los reveses militares en Ucrania y del elevado número de bajas entre las fuerzas rusas.

En opinión de Zelenski, lo sucedido demuestra que Putin “no controla todo”. “El hecho de que Wagner se adentra profundamente en Rusia y toma ciertas regiones muestra lo fácil que es hacerlo. Putin no controla la situación en las regiones”, afirmó Zelenski.

El mandatario ucraniano declaró que aunque los esfuerzos de Kiev se han centrado en recuperar territorio en el sur y el este de Ucrania, su objetivo final es liberar Crimea, la península anexada por Rusia en 2014. “No podemos imaginar Ucrania sin Crimea. Y mientras Crimea está bajo la ocupación rusa, solo significa una cosa: la guerra aún no ha terminado”, dijo.

Si no se consigue liberar el territorio, añadió, no podrá ser considerada una victoria.