Envenenado, encarcelado, condenado y hoy muerto en prisión. Alexéi Navalni pagó con su vida su lucha contra el presidente ruso Vladimir Putin, denunciando sin tregua la represión y la corrupción de su régimen.

“El 16 de febrero de 2024, en el centro penitenciario N°3, el prisionero Navalni A.A. se sintió mal después de un paseo y prácticamente perdió el conocimiento”, indicó el servicio penitenciario de la región ártica de Yamal en un comunicado.

“Todos los gestos de reanimación necesarios fueron practicados pero no dieron un resultado positivo. Los médicos de urgencias constataron la muerte del paciente. Las causas de la muerte están siendo esclarecidas”, precisó el texto.

Navalni, quien se encontraba tras las rejas desde enero de 2021, fue condenado de nuevo el pasado agosto, esta vez a 19 años por “extremismo”, que debía cumplir en una de las cárceles más duros del sistema ruso. Esta mañana se informó que el líder opositor falleció luego de una caminata de rutina.

Navalni quedó físicamente marcado por el envenenamiento que sufrió en 2020, una huelga de hambre y las repetidas estancias en aislamiento.

Durante las audiencias y en mensajes difundidos a través de sus abogados, Navalni no cesó de denunciar a Vladimir Putin, a quien describió como un “abuelo escondido en un búnker”. Durante su juicio por “extremismo” de agosto de 2023 condenó “la guerra más estúpida y sin sentido del siglo XXI”, en referencia a la invasión a Ucrania.

En sus mensajes en línea bromeaba sobre la intimidación a la que le sometía la administración penitenciaria. Entre otras cosas, le obligaban a escuchar el mismo discurso de Vladimir Putin día tras día.

A lo largo de 12 años, el abogado Navalni, que durante un tiempo fue muy próximo al nacionalismo, se consolidó como el detractor número 1 de Putin y de su “partido de ladrones y estafadores”, como solía describirlo.

En 2013, quedó segundo en las elecciones municipales de Moscú, un logro que impulsó su visibilidad. Navalni, acosado por las autoridades e ignorado por los medios de comunicación oficiales, construyó en los años 2010 una notoriedad en internet y en las redes, gracias a la difusión de investigaciones en vídeo virales que denunciaban la corrupción del poder ruso.

Navalni consiguió afianzar una base entre la juventud rusa, urbana y conectada, pero su popularidad a escala nacional y entre generaciones permaneció muy limitada. Vladimir Putin se negaba incluso a pronunciar su nombre.

Cuando fue envenenado en agosto de 2020 en Siberia, en plena campaña para las elecciones regionales, recibió el apoyo sin fisuras de todos los opositores, las ONG’s y los países occidentales. A punto de morir, fue trasladado a Alemania para recibir tratamiento, con el acuerdo del Kremlin.

Una vez curado y sin signos de estar amenazado, Alexéi Navalni protagonizó un gran regreso en diciembre de 2020 al tender una trampa a un agente ruso que admitió, por teléfono, que los servicios secretos estaban detrás de su envenenamiento.

Acto seguido y negándose al exilio, el opositor regresó el 17 de enero de 2021 a Rusia sabiendo que sería detenido, lo que ocurrió nada más llegar al aeropuerto, ante las cámaras de todo el mundo. Las autoridades parecían decididas a hacerle la vida imposible al opositor que dijo estar decidido a no rendirse jamás.

Los médicos de un hospital del norte de Rusia estuvieron más de “media hora” intentando reanimar al político opositor Alexéi Navalni, según los primeros reportes difundidos este viernes agencias de noticias rusas.

“Los médicos que llegaron a la prisión, prosiguieron con el protocolo de reanimación, que ya habían aplicado los médicos de la colonia (centro) penitenciaria. Continuaron haciéndolo más de media hora”, indicó el Hospital de Labytnangi, según la agencia Interfax.

Las reacciones internacionales no se hicieron esperar. La Casa Blanca afirmó este viernes que la muerte en prisión del principal opositor ruso, Alexéi Navalni, es una “terrible tragedia”.

Hablando en la cadena NPR, el asesor de Seguridad Nacional de Joe Biden, Jake Sullivan, añadió que “el largo y sórdido” historial del Kremlin acosando a sus opositores “despierta reales y obvias preguntas acerca de lo que pasó aquí”.

Sullivan agregó que Washington está intentando confirmar la información por su lado antes de decidir “los pasos a seguir”.

En 2021, Biden había lanzado una advertencia a Vladimir Putin, al cabo de una reunión con el líder ruso en Suiza. “Le dejé claro (a Putin) que creo que las consecuencias para Rusia serían devastadoras”, declaró Biden en esa ocasión, al ser interrogado sobre una hipotética muerte de Navalni.

En tanto, Antony Blinken fue más claro al señalar que Rusia es “responsable” de la situación que llevó a la muerte al opositor Alexéi Navalni.

“Su muerte en una prisión rusa y la fijación y el miedo aplicados a un solo hombre subrayan la debilidad y la podredumbre en el corazón del sistema que Putin ha construido. Rusia es responsable de esta situación”, declaró Blinken al margen de una conferencia sobre seguridad en Múnich, Alemania.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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