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El presidente Vladimir Putin anunció este miércoles que a partir de ahora Rusia exigirá que le paguen en rublos el gas que vende a “países hostiles”, incluyendo los de la Unión Europea (UE), y dio a las autoridades una semana para aplicar el nuevo sistema .

“He tomado la decisión de aplicar un conjunto de medidas para pasar al pago en rublos de nuestro gas suministrado a países hostiles”, dijo el presidente ruso en una reunión de gobierno, y explicó que se trata de una reacción a la congelación de activos rusos por parte de países occidentales.

Putin pidió al Banco Central y al gobierno que pongan en marcha “en el plazo de una semana” el nuevo sistema, que debe ser “claro, transparente” e implica “la adquisición de rublos en el mercado de divisas ruso”.

El anuncio tuvo un efecto inmediato en la moneda rusa, que se fortaleció frente al euro y el dólar tras haberse desplomado desde el 24 de febrero, cuando las fuerzas rusas entraron en Ucrania.

Putin también insinuó que otras exportaciones rusas se verán afectadas.

Y es que recordemos que los países occidentales han congelado unos 300,000 millones de dólares de reservas rusas en el extranjero, un “robo” según el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov.

“Está claro que entregar nuestras mercancías a la UE, a Estados Unidos, y recibir dólares, euros y otras monedas ya no tiene sentido para nosotros”, dijo Putin.

Alemania reaccionó de inmediato y calificó como una “ruptura de contrato” la decisión de exigir el pago en rublos, y ya no en dólares o euros.

Esa exigencia “constituye una ruptura de contrato”, declaró el ministro alemán de Economía, Robert Habeck, en una conferencia de prensa en Berlín. “Ahora vamos a discutir con nuestros socios europeos para decidir cómo responder a esa demanda”, añadió.

Apenas ayer, la Comisión Europea anunció que finalizó una propuesta de legislación que permitiría compras colectivas de gas, en busca de garantizar abastecimiento a precios razonables y contribuir a reducir sus importaciones desde Rusia.

Agrupar los pedidos y demandas de los países del bloque facilitaría los contactos con proveedores, dijo la Comisión, y contribuiría a utilizar el peso político de la Unión Europea (UE) para obtener precios ventajosos.

Se trata de un modelo que la Comisión Europea ya adoptó para comprar, a nombre de los países del bloque, vacunas para enfrentar la pandemia de coronavirus.

Y es que se estima que más del 40% del gas combustible utilizado en Europa proviene de Rusia, una dependencia que en el caso del petróleo se sitúa alrededor del 20%, y por ello la UE busca diversificar sus proveedores.

Para lograr reducir su dependencia del gas ruso, la Unión Europea ya inició conversaciones con países productores como Noruega, Estados Unidos, Catar o Argelia, así como empresas de la talla de Shell o TotalEnergies.

 

Paralelamente, el Parlamento ruso anunció hoy la creación de una comisión de investigación sobre la puesta en marcha por Estados Unidos de supuestos laboratorios de armas biológicas en Ucrania, algo que tanto Washington como Kiev han negado.

Según Rusia, su Ejército habría detectado en territorio ucraniano rastros de la eliminación de pruebas de la existencia de un programa biológico-militar financiado por Estados Unidos.

Al respecto, Serguéi Lavrov, pidió hoy explicaciones a Estados Unidos por el interés mostrado por los antiguos laboratorios biológicos soviéticos. En concreto, según el ministro, Washington también se proponía modernizar las instalaciones soviéticas en territorio de Kazajistán.

Hace dos semanas la ONU negó que tenga constancia de la existencia en Ucrania de programas ilegales de armas químicas y biológicas.

Moscú no se ha salvado de estos señalamientos. Estados Unidos y aliados, incluido Ucrania, han alertado que Rusia podría utilizar armamento químico en el marco de su ofensiva militar sobre Ucrania.

En ese sentido, la OTAN advirtió este miércoles que la guerra de Rusia en Ucrania podría desembocar en un enfrentamiento nuclear entre Moscú y Occidente.

“Rusia debe detener esta peligrosa e irresponsable retórica nuclear”, dijo el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en una conferencia de prensa. “Pero que no haya dudas sobre nuestra disposición a proteger y defender a los aliados (de la OTAN) contra cualquier amenaza en cualquier momento”.

“Rusia debe entender que nunca puede ganar una guerra nuclear”, dijo en la víspera de una cumbre de los líderes nacionales de la alianza militar occidental en Bruselas. “La OTAN no es parte del conflicto. (…) Proporciona apoyo a Ucrania, pero no es parte del conflicto”, añadió.

Sobre el tema, el canciller de Alemania, Olaf Scholz, ha advertido personalmente al presidente de Rusia, Vladimir Putin, sobre el uso de armas químicas o biológicas en el marco de la invasión de Ucrania.

Según ha detallado este miércoles el portavoz del Ejecutivo alemán, Steffen Hebestreit, Scholz “le ha advertido (a Putin) en una conversación directa” sobre el uso de este tipo de armas y las consecuencias que traería.

El uso de armas químicas por parte de Rusia es una preocupación que sobrevuela a los socios y aliados desde el comienzo de la invasión rusa de Ucrania. Este mismo miércoles, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha insistido en que existe “una amenaza real” de que Moscú utilice este armamento, en línea con las sospechas que también ha expresado la OTAN.

Biden advirtió a inicios de semana que el posible uso de armas químicas en Ucrania conllevaría una respuesta contundente, que se sumaría a las rondas de sanciones ya adoptadas contra Rusia desde que lanzó el 24 de febrero su invasión.

El error de cálculo del presidente lo tiene arrinconado. Igor Girkin, un ex coronel de la Agencia de Inteligencia Rusa, la FSB, declaró esta semana que Rusia cometió una evaluación catastróficamente errónea sobre la debilidad de las fuerzas ucranianas. “El enemigo fue subestimado en todo y cada uno de los aspectos evaluados”, dijo Girkin.

Esto, lejos de ser una buena noticia, significa que las cosas se van a poner mucho peor en Ucrania. Conforme pasan los días queda claro que la decisión la tomó Vladimir Putin sin consultar a nadie y ahora la salida de la guerra atraviesa por el camino de mayor violencia y mayor destrucción.

Rusia envió a pelear a Ucrania a alrededor de 190 mil tropas pensando en una invasión rápida. Como el Plan A falló, ahora viene el Plan B: destruir Ucrania. Para ello Putin se está apoyando en más de 400 mercenarios del Grupo Wagner que han sido enviados específicamente para asesinar al presidente Zelensky y para instaurar terror entre los ucranianos.

Estos mercenarios no existen en papel por lo que no tienen que respetar las reglas que un ejército formal debe seguir en una guerra. Se sabe que fueron fundados por Dmitry Utkin, un exsoldado ruso que irónicamente está todo tatuado por símbolos nazis. Irónicamente porque Vladimir Putin justifica la invasión como un rescate de los nazis que están en el poder en Ucrania, cuando el presidente Zelensky es judío y cuando los mercenarios de Putin demuestran simpatía precisamente con el nazismo. Tanto así que el nombre del Grupo Wagner proviene del compositor favorito de Adolf Hitler.

Quien financia a estos mercenarios es Yevgeny Prigozhin, un oligarca que además es dueño de la Agencia de Investigación de Internet que es la más grande granja de bots y trolls que usa Putin para difundir sus mentiras y desacreditar las verdades que le incomodan. Prigozhin se ha beneficiado a través del trabajo de sus mercenarios en guerras como las de Siria o la República Centroafricana que le han permitido adueñarse del petróleo o minas de diamantes en esos países.

La palabra que define la situación actual es impasse. Esto significa violencia por tiempo prolongado para ver quien se cansa primero, los rusos de atacar al país vecino en medio de fuertes pérdidas, o los ucranianos de ver y vivir la destrucción de su país. Para dimensionar las pérdidas que han tenido las fuerzas rusas oficiales, las cifras que reporta el gobierno de Biden es que han muerto 7 mil rusos, entre solados y altos mando, en menos de un mes. En casi una década de conflicto en Chechenia murieron en total 11 mil fuerzas rusas. A ello habría que sumar las bajas dentro de este Grupo Wagner, que según me comentó en entrevista Joshua Yaffa, corresponsal del New Yorker en Rusia y Ucrania, han sido importantes también.

Todo esto no significa que Putin le vaya a poner fin pronto a la guerra que va perdiendo. Al estar arrinconado puede recurrir a acciones más desesperadas, me comentó Yaffa. Putin le ha vendido esta guerra a la opinión pública rusa como definitiva para el país y les ha pedido que se preparen para un conflicto prolongado.

Apostilla: Los monarcas del sudeste asiático tenían elefantes blancos como señal de poder y riqueza. Mostraban que ese monarca y sus mandatos estaban bendecidos. Pero en realidad, el elevado costo de cuidar a estos animales era más bien una maldición. Por eso se llama a los proyectos de infraestructura cuyos costos son mayores que su utilidad elefantes blancos. Ayer el semanario del Economist recordó esta historia para presentar su reportaje sobre el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles.

Columna completa en El Universal

El poder de combate de Rusia en Ucrania ha disminuido por debajo del 90% desde niveles previos a la invasión por primera vez desde que comenzaron los ataques, dijo este martes un alto funcionario de Defensa de Estados Unidos, lo que sugiere grandes pérdidas de armamento y un aumento de las bajas.

Estados Unidos estima que Rusia reunió más de 150,000 soldados alrededor de Ucrania antes de la invasión del 24 de febrero, junto con suficientes aviones, artillería, tanques y otros artefactos de guerra para su ataque a gran escala.

“Por primera vez, pueden estar un poco por debajo del 90%”, dijo el funcionario estadounidense a periodistas bajo condición de anonimato.

Casi un mes después de la guerra, las tropas rusas no han logrado capturar una sola ciudad importante y las fuerzas ucranianas han detenido su avance en casi todos los frentes. En cambio, Moscú ha recurrido a bombardear ciudades con artillería, misiles y morteros. Rusia niega haber atacado a civiles.

Además, el funcionario estadounidense sugirió que no había indicios de que Rusia todavía estuviera enviando suministros adicionales a Ucrania.

Gran parte de ese bombardeo se ha centrado en la ciudad de Mariúpol, en el sureste. El alto funcionario estadounidense dijo que las fuerzas navales rusas probablemente han estado disparando contra Mariúpol desde el Mar de Azov durante las últimas 24 horas.

Rusia no ha actualizado oficialmente sus cifras de víctimas desde que declaró el pasado 2 de marzo que 498 militares habían muerto y 1,597 resultaron heridos. Desde entonces, su ofensiva se ha topado con una fuerte resistencia del ejército y las fuerzas de defensa voluntarias de Ucrania.

El asesor de Seguridad Nacional de La Casa Blanca, Jake Sullivan, estimó este martes que el número de víctimas rusas era de miles de efectivos o civiles, pero se negó a ofrecer una cifra precisa.

A medida que el conflicto pasa factura, Estados Unidos ha advertido que Rusia podría buscar ayuda de China. Aún así, La Casa Blanca dijo el martes que no había visto ninguna evidencia de que China proporcionara equipo militar a Rusia.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aseguró este lunes que México es uno de los primeros países, “si no el primero” del mundo, con oportunidades de inversión.

Dijo el lunes que la guerra entre Rusia y Ucrania dará un impulso a la inversión en el país y redundará en un mayor crecimiento la economía.

“Ahora con esta crisis producto de la guerra, entre Rusia y Ucrania, México se convierte, si no en el primero, en el segundo o tercer lugar con más oportunidades para la inversión en el mundo. Acabo de tener ese informe financiero”, aseguró el mandatario en su conferencia matutina.

Agregó que México está viendo beneficios colaterales por la invasión de Ucrania y la inestabilidad en Europa y en el mundo, ya que países que se consideraban economías emergentes ahora se han visto desplazadas.

“Afortunadamente nuestro país está en los primeros niveles, esto va a significar mas inversión y crecimiento de empleo”, detalló. “Lo que estoy previendo es que va a crecer económicamente el país, mucho, tengo elementos para decirlo”, continuó.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) afirmó el mes pasado que en México “la recuperación ya está en marcha”, pero se ha “debilitado” ante coyunturas como los problemas en las cadenas de valor, la ralentización en la inversión y la pobreza.

En su “Estudio Económico de la OCDE sobre México”, el organismo rebajó el pronóstico de crecimiento de la economía mexicana al 2.3% para 2022 desde uno previo de 3.3%, además de calcular en un 5.3% el aumento del Producto Interno Bruto (PIB) de 2021 tras una estimación anterior del 5.9%.

La pandemia de COVID-19 ha dejado en México más de 5.6 millones de casos y más de 322,000 muertes, la quinta cifra más alta del mundo, así como una contracción histórica de 8.2% del PIB en 2020.

Otros analistas y entidades como el Fondo Monetario Internacional (FMI) han venido reduciendo la expectativa de expansión para la economía de nuestro país.

Ya no queda casi nada del nuevo centro comercial “Retroville”, situado en el noroeste de Kiev y bombardeado por las fuerzas rusas ayer por la noche, un ataque que dejó al menos ocho muertos, según un informe oficial preliminar.

A las 22:45 hora local, un bombardeo sacudió este suburbio de la capital ucraniana y destruyó tanto el edificio como los alrededores más cercanos.

Inaugurado a inicios de 2020, un poco antes de la pandemia de COVID-19, “Retroville” era un templo del consumo, con sus 250 tiendas, cines y sus 3.000 lugares de estacionamiento. Toda la parte sur del inmenso complejo comercial quedó devastado.

Según los lugareños, el bombardeo fue el mayor en Kiev desde el inicio de la ofensiva rusa el 24 de febrero.

El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo este lunes que es demasiado pronto para hablar de una reunión entre el presidente Vladimir Putin, y el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, porque aún no hay ningún avance en las conversaciones de paz.

“Para poder discutir una posible reunión entre los dos presidentes, primero debe hacer su tarea. Es decir, debe realizar y acordar los resultados de las negociaciones”, dijo Peskov en una conferencia de prensa diaria. “Hasta el momento, no se han logrado avances significativos. Simplemente, los presidentes aún no tienen acuerdos que aprobar”, señaló.

Y es que las delegaciones de Ucrania y Rusia tuvieron tres rondas de negociaciones presenciales en Bielorrusia a partir del 28 de febrero para buscar una posible solución al conflicto actual. Las dos partes comenzaron su cuarta ronda de negociaciones a través de un enlace de video el pasado14 de marzo.

Sin embargo, el miércoles pasado, el asesor presidencial de Ucrania, Mykhailo Podolyak, dijo que Zelensky podría sostener conversaciones con Putin en los próximos días.

También se informó este lunes que Rusia convocó al embajador de Estados Unidos en señal de protesta después de que el presidente Joe Biden calificara a Putin de “criminal de guerra” a raíz del conflicto en Ucrania.

“Este tipo de declaraciones del presidente estadounidense, que no son dignas de un político de alto rango, han puesto las relaciones ruso-estadounidenses al borde de la ruptura”, dijo el Ministerio de Asuntos Exteriores en un comunicado.

En tanto, el partido socialdemócrata Rusia Justa presentó este lunes a la Duma (Cámara de Diputados) un proyecto de ley para que su país abandone la Organización Mundial de Comercio (OMC) debido a las sanciones económicas impuestas contra Moscú.

Con el fin de defender “los intereses nacionales”, los diputados proponen denunciar el protocolo al Acuerdo de Marrakech suscrito en 2011 y también la ratificación parlamentaria de 2012.

“El ingreso en la OMC se debió a motivos políticos. Beneficios económicos había pocos”, comentó uno de los autores de la iniciativa, Alexéi Chepa, vicepresidente del comité de Asuntos Internacionales de la Duma.

El diputado consideró que en condiciones de sanciones internacionales, la salida de la OMC permitirá a Moscú rebajar las tarifas y los precios, y apoyar a los productores nacionales, algo que está restringido por dicha organización.

Recordemos que Rusia fue la última gran economía mundial en ingresar en la OMC, donde entró el 22 de agosto de 2012 tras casi dos décadas de arduas negociaciones.

Paralelamente, la Justicia rusa respondió a la demanda de la Fiscalía, sobre prohibir en el país las actividades del gigante tecnológico Meta, matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp, al considerarle una organización extremista por permitir llamamientos a la violencia contra rusos.

“Queda prohibida la actividad de la multinacional estadounidense Meta Platforms de ofrecer las redes sociales Facebook e Instagram en el territorio de la Federación Rusa por actividades extremistas”, señaló el tribunal.

El fallo no se aplica al servicio de mensajería WhatsApp de Meta debido a que no contiene funciones para la difusión pública de información, añadió.

Aunque estos servicios quedan oficialmente bloqueados, la Fiscalía no califica el uso de las redes sociales como participación en actividades extremistas.

El motivo de este proceso fue el levantamiento temporal por parte de la prohibición a los residentes de varios países de publicar información con llamamientos a la violencia contra los ciudadanos rusos a raíz de la “operación militar especial” lanzada por el Kremlin en Ucrania.

El Comité de Investigación de Rusia abrió una causa penal debido a la negativa de Meta a eliminar los llamamientos a la violencia contra los rusos, entre ellos los militares. Rusia ya había bloqueado Instagram y restringido el acceso a Facebook.

Las autoridades de Ucrania han anunciado este viernes la imposición de un nuevo toque de queda en la capital, Kiev, en medio de la ofensiva militar iniciada el 24 de febrero por orden del presidente de Rusia, Vladimir Putin.

La Administración Militar de la Región de Kiev indicó en un breve mensaje en su cuenta en la red social Facebook que “se impone el toque de queda en toda la región de Kiev desde las 20:00 horas de este 18 de marzo hasta las 7:00 horas del 19 de marzo”.

“No salgan ni vayan a espacios públicos”, se lee en el mensaje, aunque aclara que quienes cuenten con pases especiales pueden hacerlo. “La defensa de la región de Kiev continúa. Por favor, muestren comprensión ante el toque de queda. Son medidas forzadas y destinadas a garantizar la seguridad de la población de la región”.

El anterior toque de queda, decretado por el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, estuvo en pie entre el martes y la mañana del jueves ante el avance de las tropas rusas en las inmediaciones de la ciudad.

Y es que desde el comienzo de la invasión rusa de Ucrania hace tres semanas, 222 personas, incluidos 56 civiles, y de estos, cuatro niños, han muerto en Kiev.

También han resultado heridas un total de 889 personas, incluidos 241 civiles, dijeron las autoridades locales en Telegram.

Entre los heridos se encuentran 18 niños, tres conductores de ambulancias y un médico de urgencias, según el ayuntamiento, que también reportó daños en 36 edificios residenciales y diez escuelas.

Las tropas rusas han tomado el control de algunas áreas alrededor de la capital, que esperan rodear por completo eventualmente, si bien por el momento su avance se ha estancado, según el ejército ucraniano.

Kiev acusa a las fuerzas rusas de realizar ataques casi diarios contra áreas residenciales de la capital, la mayoría de las veces al amanecer, una táctica denunciada por las autoridades ucranianas como dirigida a aterrorizar a la población y desmoralizar a quienes defienden la ciudad.

Las acciones de las tropas rusas siguen activas en territorio en otras partes del país. Varios misiles cayeron sobre un centro utilizado para reparar aeronaves militares y dañaron otro de arreglo de autobuses en Leópolis, indicó en Telegram el alcalde, Andriy Sadovyi, quien no reportó víctimas.

Los misiles que alcanzaron Leópolis se dispararon desde el mar Negro, pero dos de los seis fueron derribados, explicó el mando occidental de la fuerza aérea ucraniana en Facebook.

Adicional, se informó que más de 130 personas pudieron ser rescatadas del teatro de Mariúpol bombardeado por el ejército ruso, pero “centenares” siguen bajo los escombros, según dijo el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, quien dijo que las operaciones de rescate seguirían “pese a los bombardeos” que persisten en esta gran ciudad portuaria.

En Járkiv, un enorme incendio arrasó un mercado local tras un bombardeo ayer. Un bombero murió y otro resultó herido en otro ataque mientras el personal de emergencias combatía las llamas, contaron las autoridades.

En tanto, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha comparecido en persona ante más de 100,000 simpatizantes en el estadio Luzhniki de Moscú, más otras decenas de miles en los aledaños de la instalación, para defender la invasión de Ucrania como un acto de salvación ante un genocidio en Donestk y Lugansk.

La presencia de Putin representó el colofón a un macro concierto celebrado con motivo del octavo aniversario del referéndum celebrado en Crimea que ratificó su incorporación a Rusia en 2014, un plebiscito no reconocido por la comunidad occidental, que a su vez acusó a Moscú de anexionarse por la fuerza la península.

“La razón principal de esta operación especial”, ha declarado Putin usando el término oficial con el que Rusia denomina esta invasión, “es el de ahorrar sufrimiento a la gente, y de evitar este genocidio contra la población” del este de Ucrania, sobre las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, afines a Rusia.

El presidente de Rusia aplaudió la valentía demostrada por el Ejército ruso en combate. “Codo con codo, nuestros soldados se ayudan, se apoyan mutuamente y, si es necesario, protegen a sus compañeros de las balas con su propio cuerpo en el en el campo de batalla. No hemos tenido tal unidad en mucho tiempo”, declaró.

Putin aludido a la figura histórica del almirante zarista Fiodor Ushakov, nacido el mismo 24 de febrero que comenzó la invasión de Ucrania y canonizado como santo patrón de la Armada rusa. “Tormentas como ésta siempre irán a la gloria de Rusia. Así fue entonces, así es hoy y así será siempre”, ha parafraseado ante sus simpatizantes mientras enarbolaban cientos de banderas rusas.

Sobre Crimea, Putin defendió la anexión como un acto de “necesidad” para “sacar a Crimea de esa posición humillante, de ese estado humillante en el que estaba inmersa cuando formaban parte de otro estado (Ucrania)”.

“Somos el pueblo multinacional de la Federación Rusa, unidos por un destino común en nuestra tierra: éstas son las primeras líneas de la ley fundamental de Rusia, la Constitución, y cada palabra está llena de un significado profundo y es de gran importancia”, declaró Putin.

También dijo ante los cientos de miles de simpatizantes que “sabemos lo que tenemos que hacer, cómo hacerlo y a qué precio. Y cumpliremos absolutamente todos nuestros planes”.

El actor y político austríaco-estadounidense Arnold Schwarzenegger urgió el jueves al mandatario ruso Vladimir Putin a parar la guerra “sin sentido” en Ucrania, en un video en el que denunció la “propaganda” del Kremlin y llamó “héroes” a los rusos que protestan contra el conflicto.

“Ucrania no comenzó esta guerra”, afirmó la estrella de “Terminator” y exgobernador de California, en un emotivo mensaje subtitulado en ruso y en inglés, dirigido al pueblo de Rusia y a las tropas rusas.

“Les hablo hoy porque están sucediendo cosas en el mundo que se les ocultan, cosas terribles que deben saber”, afirmó.

El video de nueve minutos fue difundido en la cuenta en Twitter de Schwarzenegger, que tiene 4,9 millones de seguidores. Al momento de la publicación, entre esos seguidores estaba la cuenta oficial del presidente ruso, @KremlinRussia–E.

El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, retuiteó el mensaje de Schwarzenegger, que se volvió viral. “No solo estamos presenciando un ataque brutal y violento dirigido por el Kremlin contra el pueblo ucraniano, estamos presenciando una guerra de la verdad contra la tiranía. Como explica Schwarzenegger, no culpamos al pueblo de Rusia, y necesitamos que sepan lo que su gobierno les está ocultando”, escribió el secretario de Estado.

Schwarzenegger, nacido en Austria, cuyo film “Red Heat” (Infierno rojo, 1988) fue la primera película estadounidense filmada en la Plaza Roja de Moscú, habló de su afecto por el pueblo ruso y de su emoción al conocer a su ídolo, el levantador de pesas ruso Yuri Vlasov, cuando tenía 14 años.

“La fuerza y el corazón del pueblo ruso siempre me han inspirado”, dijo. “Es por eso que espero que me dejen contarles la verdad sobre la guerra en Ucrania (…) Sé que su gobierno les ha dicho que esta es una guerra para ‘desnazificar’ a Ucrania” (…) Esto no es cierto. Los que están en el poder en el Kremlin comenzaron esta guerra. Esta no es la guerra del pueblo ruso”, aseguró.

Schwarzenegger dijo que “el mundo se ha vuelto contra Rusia debido a sus acciones en Ucrania: manzanas enteras han sido arrasadas por la artillería y las bombas rusas, incluido un hospital infantil y un hospital de maternidad (…) Debido a su brutalidad, Rusia ahora está aislada de la sociedad de naciones”, señaló.

Schwarzenegger recordó las heridas sufridas por su padre mientras luchaba con los nazis en Rusia durante la Segunda Guerra Mundial. “Estaba destrozado física y mentalmente y vivió el resto de su vida con dolor”, dijo. “A las tropas rusas que escuchan este mensaje (…) no quiero que estén destrozados como mi padre”.

Y dirigiéndose directamente a Putin, Schwarzenegger dijo: “Tú comenzaste esta guerra. Estás liderando esta guerra. Puedes detener esta guerra”.

Cerró el mensaje elogiando a los rusos que se arriesgan a ser arrestados por protestar contra la guerra. “El mundo ha visto su valentía”, les dijo. “Ustedes son mis nuevos héroes”.

El portavoz de Schwarzenegger, Daniel Ketchell, dijo en el New York Times que el video proviene “del corazón de Arnold, no del gobierno”.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, elevó este jueves el tono contra su homólogo ruso, Vladímir Putin, al describirle como un “dictador asesino” que ha autorizado ataques “inhumanos” contra Ucrania.

El mandatario estadounidense utilizó esas palabras un día después de tachar a Putin de “criminal de guerra” por las tácticas de Rusia en su invasión de Ucrania, algo que el Kremlin consideró “inaceptable e imperdonable”.

“(Putin es) un dictador asesino, un matón puro que está librando una guerra inmoral contra el pueblo de Ucrania”, dijo Biden durante un almuerzo en el Congreso con motivo del día de San Patricio,

Poco antes, Biden también condenó directamente al presidente ruso durante una reunión virtual con el primer ministro de Irlanda, Micheál Martin, en el Despacho Oval.

“La brutalidad de Putin y lo que están haciendo sus tropas en Ucrania es algo simplemente inhumano”, aseguró el presidente estadounidense.

Este miércoles, Biden describió por primera vez a Putin como un “criminal de guerra”, algo que su portavoz, Jen Psaki, achacó a las “acciones bárbaras” de Rusia durante su invasión de Ucrania.

La portavoz matizó que por ahora el Departamento de Estado no había hecho una declaración formal que acuse a Rusia de haber cometido crímenes de guerra. Sin embargo, este jueves, el jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo que los ataques de Rusia contra civiles en Ucrania sí constituyen “crímenes de guerra”.

“Apuntar intencionalmente contra civiles es un crimen de guerra. Después de toda la destrucción de las últimas semanas, me resulta difícil concluir que los rusos están haciendo lo contrario”, dijo Blinken durante una conferencia de prensa, en la que aclaró que el proceso legal para una acusación formal aún estaba en curso.

Estados Unidos ya había dicho a principios de este mes que está “documentando” los ataques rusos en Ucrania y su impacto en la población civil para asegurar que Rusia “rinda cuentas” en caso de que se determine que ha cometido crímenes de guerra.

El fiscal jefe de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, subrayó que los ataques contra la población civil en Ucrania son “un crimen” que su oficina podría investigar.

Las negociaciones para alcanzar un alto el fuego en Ucrania podrían incluir un “encuentro especial” entre los presidentes ucraniano, Volodímir Zelenski, y ruso, Vladímir Putin, según el asesor del primero, Mykhailo Podolyak.

En declaraciones a un medio polaco, Podolyak aludió a que actualmente se está a la búsqueda de una “fórmula legal” en relación con el estatuto de las regiones prorrusas de Donetsk y Lugansk.

Podolyak dijo al diario polaco “Wirtualna Polska” que, una vez que se encuentre, los presidentes de Ucrania y Rusia continuarán las negociaciones en un encuentro especial.

Podolyak añadió que las negociaciones son un proceso a gran escala que involucra no solo a Rusia y Ucrania. “Nuestros socios, incluida Polonia, también están indirectamente porque no debemos limitarnos a firmar un acuerdo, queremos desarrollar un mecanismo concreto que garantice nuestra seguridad en el futuro”.

Hasta ahora, dijo, tanto la delegación rusa como la ucraniana se mantienen firmes; y apuntó a que la reconciliación de disputas puede llevar desde unos pocos días hasta una semana y media.

Podolyak agregó que, una vez concluido el acuerdo de paz, la Federación Rusa no tendría otra opción que comenzar a retirar de inmediato sus fuerzas armadas del territorio ucraniano.

Al respecto, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, planteó este jueves a su homólogo de Rusia, Vladimir Putin, una oferta para que se reúna en Turquía con el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, con vistas a que ambos líderes acerquen posturas y puedan incluso acordar un alto el fuego.

Erdogan y Putin hablaron por teléfono, con la guerra en Ucrania como principal punto en la agenda. El mandatario turco ha reiterado la voluntad de Ankara de trabajar en favor de la paz, insistiendo en la necesidad de un alto el fuego con vistas a avanzar hacia una solución más a largo plazo.

El mandatario turco espera que las actuales conversaciones entre autoridades rusas y ucranianas se traduzcan en “resultados positivos”, pero ha advertido de que algunos temas pueden requerir de contactos a más alto nivel. En este sentido, ha planteado a Putin que se vea con Zelenski en Estambul o Ankara, según el comunicado de la Presidencia.

Recordemos que Turquía ya acogió la primera reunión entre los ministros de Exteriores de Rusia y Ucrania, Sergei Lavrov y Dimitro Kuleba, respectivamente.

El Kremlin no ha valorado la oferta de Erdogan y en su comunicado se ha limitado a apuntar que Putin ha informado al presidente turco del progreso de las conversaciones ya en marcha. Asimismo, ha destacado los diferentes contactos mantenidos entre Lavrov y el jefe de la diplomacia turca, Mevut Cavusoglu.

La conversación entre Erdogan y Putin ha coincidido precisamente con una visita del ministro de Exteriores de Turquía a Ucrania. En Leópolis, Cavusoglu se ha visto con Kuleba, junto a quien ha comparecido en rueda de prensa agradeciéndole que le haya recibido en días que son “difíciles”, según la agencia Anatolia.

La guerra en Ucrania reducirá en un punto el crecimiento de la economía mundial durante el primer año y el impacto será más alto en la Unión Europea (UE), donde en caso de interrupción completa de las importaciones energéticas procedentes de Rusia el efecto puede ser de cerca de dos puntos de PIB.

Esta es la primera evaluación de las consecuencias de la invasión rusa de Ucrania presentada este jueves por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que insiste en que los efectos negativos se verán en todas las regiones del mundo.

La razón es que la demanda global quedará debilitada y el poder adquisitivo en todas partes se verá reducido por las presiones inflacionistas, ya que el aumento de precios será 2.5 puntos porcentuales más de lo que se esperaba.

Antes de que estallara el conflicto, la OCDE había estimado en diciembre que la economía mundial iba a continuar la senda de la recuperación tras la crisis de la pandemia, con una progresión del PIB del 4.5% en 2022 y del 3.2% en 2023. Esas proyecciones han rebasadas.

El secretario general, Mathias Cormann, subrayó que la consecuencia más grave es la pérdida de vidas humanas y “la crisis humanitaria impuesta al pueblo ucraniano” a causa de “la agresión a gran escala” de Rusia contra ese país, que es también un ataque contra los valores democráticos.

La UE pagará su fuerte dependencia de los combustibles fósiles que le compra a Rusia (un 27% del petróleo, un 41% del gas y un 47% del carbón). En la zona euro, la guerra restará 1.4 puntos al PIB, mientras en Estados Unidos el impacto será menor (de 0.9 puntos).

Además, existe un riesgo potencial de que se interrumpan totalmente las exportaciones rusas de energía en dirección de la UE, lo que podría disminuir allí el crecimiento del PIB en 0.5 puntos más y causaría un incremento total de la inflación de unos 3.5 puntos respecto a las expectativas anteriores a la guerra.

El golpe será mucho más duro para Rusia, que con las sanciones occidentales ha quedado aislado del sistema financiero, y debería sufrir un hundimiento del 10% de su producción. La OCDE ni siquiera ha querido especular con cifras sobre cómo podría quedar Ucrania.

Estos dos países apenas representan un 2% del PIB mundial, pero tienen una importancia significativa como proveedores de materias primas, no solo de gas o petróleo, sino que por ejemplo representan el 30% de las exportaciones de trigo, el 20% de las de maíz.

El tribunal supremo de Naciones Unidas , la Corte Internacional de Justicia (CIJ) exigió hoy a Rusia, por trece votos a dos, suspender de forma inmediata las operaciones militares en Ucrania.

“La Federación rusa debe asegurarse de que cualquier unidad militar o grupo armado irregular que apoye (…) evite tomar pasos que fomenten las operaciones militares” en Ucrania, dijo la presidenta de la CIJ, Joan Donoghue, en la lectura pública de la orden judicial.

Asimismo, los jueces decidieron de forma unánime hacer un llamado a Moscú y a Ucrania para que se “abstengan de cualquier acción que pueda agravar o extender la disputa ante la corte”.

Para llevar el conflicto armado al alto tribunal de la ONU, Kiev argumentó que Rusia ha malinterpretado la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, un tratado de 1948 firmado por ambos países, debido a que Moscú ha justificado la invasión a Ucrania en base a un presunto genocidio de la población rusoparlante en las provincias ucranianas de Donetsk y Lugansk.

El tribunal se alineó hoy con la hipótesis de Ucrania y dictaminó que “en principio” es competente para juzgar el caso, aunque Rusia tendrá más adelante el derecho de presentar una moción para disputar la jurisdicción de la corte.

Las órdenes dictadas hoy por los jueces son medidas cautelares que, en teoría, se deberían aplicar hasta que se juzgue el fondo del caso. Es decir, hasta que la CIJ analice si Moscú ha malinterpretado la convención contra el genocidio, un proceso judicial que podría llevar años.

No obstante, está por ver si Rusia obedecerá la orden del tribunal, pues aunque sus decisiones son vinculantes, la CIJ no dispone de una fuerza policial que haga cumplir sus sentencias, sino que depende de la voluntad de los Estados implicados.

Cuando un país ignora las órdenes de la CIJ, el Estado afectado puede recurrir al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para “hacer recomendaciones o decidir qué medidas deben adoptarse para dar efecto a la sentencia”, se dice en el artículo 94 de la carta de la ONU.

Sin embargo, Rusia podría usar su derecho a veto como miembro permanente y bloquear cualquier iniciativa que se presente en el Consejo de Seguridad de la ONU.

El presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó este miércoles que Occidente no tendrá éxito en lo que calificó como su intento de lograr el dominio mundial y desmembrar Rusia.

Si Occidente piensa que Rusia dará un paso atrás, no la entiende, dijo Putin en el vigésimo primer día de la guerra en Ucrania.

“Detrás del discurso hipócrita y de las acciones actuales del autodenominado colectivo occidental hay objetivos geopolíticos hostiles. Simplemente no quieren una Rusia fuerte y soberana”, indicó Putin.

En declaraciones a sus ministros que fueron transmitidas por la televisión estatal, Putin dijo que Occidente sólo fortalecerá a Rusia con sus acciones hostiles.

En su reconocimiento más explícito hasta la fecha del dolor infligido por las sanciones occidentales, dijo que la inflación y el desempleo aumentarán, aunque prometió apoyo a las familias con hijos. Asimismo, indicó que será necesario realizar cambios estructurales en la economía.

Putin dijo que Occidente declaró de forma efectiva el impago a Rusia como parte de sus sanciones por el conflicto en Ucrania, aunque dijo que se trató solo de un pretexto para que Occidente impusiera sanciones a Moscú.

“Occidente ni siquiera se molesta en ocultar que su objetivo es perjudicar a toda la economía rusa, a todos los rusos”, comentó Putin.

Según señaló, Rusia está dispuesta a discutir el estatus neutral de Ucrania en las conversaciones destinadas a poner fin a las hostilidades, pero seguiría cumpliendo los objetivos de su operación militar, que “avanza de acuerdo al plan”.

El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov insistió en que está dispuesta a que se celebre una cumbre entre Putin, y el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, aunque aseguró que no se trata de “reunirse por reunirse” sino que el encuentro debe ser para llegar a un acuerdo sobre la guerra abierta por la invasión rusa.

“Nuestro presidente ha declarado en repetidas ocasiones que no impide que se celebre una reunión de este tipo. Sin embargo, estas reuniones no deben ser sólo por reunirse. Hay que llegar a algún acuerdo”, afirmó el ministro de Lavrov.

El ministro denunció que Ucrania ha rechazado hasta ahora cumplir los Acuerdos de Misnk, pactados en 2015 para intentar una solución al conflicto militar entre separatistas prorrusos en el este de Ucrania y el Gobierno central.

“Dijeron que cumplirían sus promesas, pero no fue así. Hemos aprendido la lección. Preferimos tener conversaciones concretas”, señaló Lavrov, quien recordó que se mantienen las negociaciones mediante videoconferencia entre ambas partes.

Previamente Lavrov había dicho que se “está cerca” de obtenerse un acuerdo con Ucrania sobre las garantías de seguridad que reclama Moscú, y defendió el objetivo de Moscú, que es lograr la desmilitarización de Ucrania.

ARTURO SARUKHÁN

EL UNIVERSAL

Cuándo hace ya casi un mes Vladimir Putin Putin ordenó el ejército ruso iniciar lo que el Kremlin denominó una “operación militar especial”, un eufemismo ingente para lo que no es más que una invasión masiva de Ucrania, la suposición casi unánime en capitales alrededor del mundo era que Rusia lograría una victoria militar expedita y relativamente fácil. Pero ahora, con los ucranianos librando una heroica y tener resistencia y las tropas rusas empantanadas a las puertas de casi todas las ciudades importantes del país, aquí en Washington y en varias de las embajadas de naciones de la OTAN en esta capital crece la impresión de que no se avizora un desenlace claro para la fase militar de este conflicto derivado de una guerra aún más letal y prolongada, causando devastación en Ucrania, provocando una crisis humanitaria masiva -con casi tres millones de refugiados en movimiento- y amenazando con escalar las hostilidades. Entramos con ello aún etapa más turbia y difícil del conflicto, donde el nuevo desafío es cómo controlar lo que en gran medida es incontrolable: ¿cuáles son los cálculos, las reacciones y metas finales el mandatario ruso?

Yendo hacia delante, gran parte de la discusión es acerca de cómo construir o habilitar rampas de salida para el conflicto y para que Putin no se sienta arrinconado y sin el margen de maniobra para salvar cara al interior de Rusia. Hay tres canales de negociación abiertos, pero infructuosos (Francia , Israel y Turquía) en momentos en que Washington no se ha sentado hacer lo propio con Moscú, en gran medida por la convicción de qué Putin no está aún dispuesto a negociar. Y las rampas de salida para Putin son particularmente relevantes en momentos en que crece la posibilidad de qué naciones de la OTAN se vean envueltas más directamente en el conflicto, ya sea por accidente o diseño.

La pregunta clave al pensar en rampas de salida es si aceptará Putin una negociación real o seguirá presionando con posiciones maximalistas y con la expansión y profundización del asalto a Ucrania. El 7 de marzo, el portavoz del Kremlin expuso una serie de demandas para detener las acciones militares rusas: Ucrania debe cesar operaciones militares, asumir la neutralidad e incluirlo en su Constitución, aceptar que Crimea es parte de Rusia y reconocer la independencia de las llamadas “repúblicas populares” de Donetsk y Luhansk en Donbás. Sin que se mencione, casi con certeza en esta lista está la instalación de un nuevo gobierno en Kiev y una demanda previa de desmilitarización. Un esfuerzo potencial de solución podría proceder a lo largo de tres vías una negociación entre Kiev y Moscú, una negociación entre la OTAN y Rusia sobre las medidas para negociar la seguridad en Europa y una discusión sobre el alivio de la sanciones de Estados Unidos y otras naciones que las han impuesto. Si Moscú mostrara interés en una verdadera negociación con Kiev, Estados Unidos y la OTAN también podrían renovar sus ofertas para negociar sobre control de armas en Europa, reducción de riesgos y medidas de transparencia que podría hacer una contribución genuina a la seguridad europea, incluida Rusia. Occidente también podría dejar en claro que, si las fuerzas rusas abandonan Ucrania, habría un alivio de las sanciones (aunque podría mantener algunas para garantizar el cumplimiento por parte de Moscú).

Pero también se abre frente a nosotros dos interrogantes y una certeza. Primero, así como este mes reveló que el ejército ruso fracasó en su plan original de invasión, las próximas dos o tres pueden revelar si Ucrania sobrevivirá como Estado y estará en posición de negociar el fin de la guerra. Segundo, ¿se replanteará Putin sus objetivos con los sucesos de las últimas cuatro semanas? Dadas las actuales trayectorias militar, diplomática y de percepciones públicas de la invasión, una “victoria” militar parecería implicar para Moscú años de ocupación de una Ucrania hostil y anti-rusa, aislamiento político de buena parte del mundo y sanciones económicas que devastarán al economía rusa. Sin duda, ello conlleva un riesgo real y latente: que Putin crecientemente lea las medidas no como sanciones diseñadas para modificar su comportamiento en Ucrania sino como un esfuerzo para derrocar a su gobierno. Por ello, la administración Biden sigue enfatizando, tanto en público como en privado, que no tiene intención alguna en propiciar un cambio de régimen en Rusia. Y finalmente, hay ocasiones en las que las disyuntivas políticas o morales que enfrentamos son muy claras, y hoy el mundo -México incluido- vive uno de esos momentos. Hay espacio para estar en desacuerdo sobre los por qué de la invasión, hay áreas grises, incógnitas y espacio para debate. Pero hay una pregunta que hoy no permite ambigüedad alguna: ¿De qué lado se está? ¿Con una nación agresora que ha violado el derecho internacional, o con un país soberano que enfrenta una invasión premeditada e injustificada?

Tras las sanciones anunciadas este martes por Moscú contra dirigentes de Estados Unidos, el expresidente Donald Trump aseguró que la “lenta” respuesta de Joe Biden a la invasión de Ucrania por parte de Rusia se debe a un supuesto “conflicto de intereses” de su familia.

Trump dijo en un comunicado que, aunque se trata de algo “horrible en muchos sentidos”, estas sanciones deberían dar pie para que Biden explique por qué su familia “recibió 3.5 millones de dólares de la muy rica esposa del exalcalde de Moscú”, Elena Baturina.

Y es que el gobierno de Rusia anunció que desde este martes Biden, varios de los integrantes de su gabinete y jefes de agencias estadounidenses, así como el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, no podrán ingresar a su país en respuesta a similar sanción impuesta desde estos países.

Esta acusación de Trump no es nueva, pues la había abordado durante un debate presidencial con Biden de cara a las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2020.

Entonces se hizo eco de un reporte presentado por senadores republicanos que apuntaba a que Hunter Biden, el hijo del ahora presidente, había recibido 3.5 millones de dólares de la mujer del alcalde de Moscú Yuri Luzkhov, en 2014.

Sin dar detalles al respecto, Trump apuntó que este hecho puede estar detrás de que, en su opinión, Biden haya sido “lento para tomar acción” en la crisis que ha desembocado en la invasión de Ucrania por parte de Rusia.

“Quizás por eso Biden ha sido tan ‘lento para tomar acción’ con Rusia. ¡Este es un conflicto de intereses realmente malo que, tal vez ahora, se revelará total y finalmente!”, dijo el expresidente.

Según informó en un comunicado el Ministerio de Exteriores ruso, las sanciones hoy anunciadas responden a similares medidas impuestas por Estados Unidos con motivo de la invasión a Ucrania.

De esta forma, Biden y Trudeau, así como el secretario de Estado de EUA, Antony Blinken; el secretario de Defensa, Lloyd Austin, y el presidente del Estado Mayor Conjunto, Mark Milley, están incluidos en la “lista de exclusión” rusa.

Figuran también precisamente el hijo de Biden, Hunter; así como la exsecretaria de Estado y excandidata presidencial demócrata Hillary Clinton.

Desde Estados Unidos se ha restado importancia a las sanciones, pues, como indicó a portavoz de La Casa Blanca, Jen Psaki, ninguno de los incluidos en la lista tiene planes de hacer “viajes turísticos” a Rusia y no hay cuentas bancarias a las que no vayan a poder acceder.

Un tribunal de Moscú multó este martes a Marina Ovsiannikova, empleada de una cadena de televisión rusa que irrumpió la noche de ayer en vivo durante la transmisión del noticiero más visto, y que es pro-Kremlin, para denunciar la ofensiva en Ucrania.

Declarada culpable de cometer una “infracción administrativa”, Ovsiannikova tendrá que pagar una multa de 30,000 rublos, unos 250 euros o 275 dólares al cambio actual.

La mujer fue puesta en libertad, pero aún se enfrenta a cargos penales que podrían dar lugar a fuertes penas de prisión.

Ovsiannikova fue juzgada por haberse manifestado ilegalmente, según un tribunal moscovita. La encausada, que se declaró no culpable, podía haber sido condenada a 10 días de detención.

“No reconozco mi culpabilidad”, dijo Ovsiannikova en la sala de audiencia. “Sigo convencida de que Rusia comete un crimen (…) y que es el agresor de Ucrania”, añadió.

De momento no ha sido imputada por crimen de publicación de “informaciones falsas” sobre el Ejército ruso, sancionable con hasta 15 años de prisión de acuerdo a una ley recién publicada a inicios de mes.

Ovsiannikova, madre de dos hijos pequeños y natural de Odesa, en Ucrania, es empleada de la televisión Pervy Kanal, muy cercana al poder ruso.

Su conducta, que ha sido considerada como una muestra de valentía, irrumpió en medio del informativo y se situó detrás de la presentadora con una pancarta en la que se leía: “No a la guerra, no crean la propaganda. Aquí les están mintiendo”.

Su abogado, Daniil Berman, había dicho momentos antes de la audiencia que temía que su clienta fuera objeto de un juicio penal. “Hay muchas posibilidades de que las autoridades decidan dar ejemplo para que otros detractores se callen”, agregó.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, calificó la acción de “gamberrismo”. Especialistas señalan que el gobierno decidió no encarcelar a Ovsiannikova pues no quería convertirla en una mártir, en medio de la situación que se vive en Ucrania.