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Rusia ha incrementado en un 60% las exportaciones de cereales correspondientes a julio comparado con el mismo mes de 2022, coincidiendo con la renuncia del Kremlin a los acuerdos del grano con Ucrania, que tenía la mediación de Turquía y la ONU.

Las exportaciones de grano ascendieron a 5.68 millones de toneladas, según informó Yelena Tiúrina, directora del departamento de análisis de la Unión Rusa de Grano, a la agencia oficial RIA Nóvosti.

De ese volumen, 4.54 millones de toneladas correspondieron a trigo, lo que supone un alza del 50%, precisó la fuente

El principal cliente del grano ruso ha sido Arabia Saudí con 578,000 toneladas, seguido por Turquía, 518,000 toneladas; Egipto, 467,000 toneladas, e Israel, 345,000.

En cuanto a los países en desarrollo, Bangladesh importó 222,000 toneladas; Tanzania, 94,000 toneladas, y Sudán, 68,000.

“Nuevos compradores de trigo ruso son los países de América Latina. Por ejemplo, Brasil recibió 62,000 toneladas y Perú, 49,000 toneladas. El pasado año Brasil y Perú no compraron nuestro trigo”, explicó la funcionaria.

Un total de 33 países recibieron este mes cargamentos de trigo, siete países más que hace un año.

La Unión Rusa de Grano estima el potencial exportador de du país en 55-57 millones de toneladas de grano, lo que incluye 48-49 toneladas de cereal.

Según las estimaciones de Tiúrina, también aumentaron las exportaciones de maíz en un 40% (319,400 toneladas) y de cebada en un 160% hasta las 822,000 toneladas.

Por ello, el presidente ruso, Vladímir Putin, asegura que Rusia puede sustituir a Ucrania como suministrador mundial de cereal, aduciendo que produce mucho más cereal que su vecino.

La pasada semana durante la cumbre África-Rusia Putin prometió ayudar a seis países del continente: Burkina Faso, Zimbabue, Mali, Somalia, la República Centroafricana (RCA) y Eritrea, con cargamentos de cereales gratuitos, aunque el secretario general de la ONU, António Guterres, ya aseguró que dicha medida únicamente provocará un nuevo alza de los precios.

Putin recordó que Moscú ha enviado este año casi 10 millones de toneladas a África, de ellos 9 millones de toneladas de trigo, lo que demuestra su solidez como granero del continente.

Recordemos que Ucrania reconoció que la última semana los ataques rusos contra terminales portuarias en el mar Negro destruyeron 180,000 toneladas de grano destinado a la exportación.

Un ataque ruso destruyó este lunes un edificio residencial en el centro de Ucrania, dejando cinco muertos y decenas de heridos, en un momento en que Rusia intensifica sus bombardeos tras una serie de ataques con drones en su territorio.

Dos misiles rusos golpearon por la mañana la ciudad de Krivói Rog: uno impactó en un edificio de viviendas dejando cinco muertos, incluida una niña de diez años, y al menos 64 heridos, según el responsable de la administración militar de la ciudad, Oleksandr Vilkul.

“Bombardearon edificios residenciales, un edificio universitario, una intersección vial. Lamentablemente, hay muertos y heridos. Puede haber gente bajo los escombros”, dijo en Facebook el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, denunciando una vez más el “terrorismo ruso”.

En las imágenes difundidas por el mandatario, se podía ver un edificio de viviendas afectado en varios pisos. Otro misil impactó en un centro educativo que según las mismas imágenes, estaba completamente destruido.

El ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, anunció que los ataques de Moscú contra infraestructuras militares ucranianas, habían “aumentado considerablemente” en respuesta a los ataques contra territorio ruso ocurridos en los últimos días.

Y es que la península de Crimea, territorio ucraniano anexionado por Rusia en 2014, así como otros territorios rusos, fueron atacados en las últimas semanas con drones; el domingo, un ataque con estos aparatos dañó dos edificios en un barrio de negocios de Moscú, aunque fueron daños menores.

Zelenski se mostró satisfecho el domingo por esos ataques, considerando que la guerra estaba llegando al fin “a Rusia”.

“Progresivamente, la guerra llega al territorio de Rusia, a uno de los centros simbólicos y sus bases militares. Es un proceso inevitable, natural y absolutamente justo”, declaró el mandatario ucraniano.

“Ucrania se está haciendo más fuerte”, agregó el presidente, advirtiendo que su país debía prepararse ante nuevos ataques contra infraestructuras energéticas el próximo invierno.

El ministro ruso de Defensa aseguró por su parte que la contraofensiva ucraniana, iniciada a principios de junio tras meses de preparación, estaba siendo “infructuosa” y que “las armas occidentales no están conduciendo al éxito” de Kiev, sino a “prologar el conflicto”.

El Kremlin consideró este lunes que los drones lanzados contra Moscú era un “acto desesperado” de Ucrania, cuya contraofensiva, según Rusia, es un fracaso.

Por su parte, la viceministra ucraniana de Defensa, Ganna Maliar, contradijo a Moscú calificando de “éxito” la actuación de las tropas ucranianas en el sur del país, donde han logrado recuperar nuevos territorios en los últimos dos meses.

Según Maliar, la contraofensiva en marcha ha permitido “liberar” 12.6 km2 de territorios ocupados, hasta un total de 204.7 km2 desde el inicio de la operación.

El sur de Ucrania sufrió su tercera noche consecutiva de bombardeos rusos que golpearon especialmente al puerto de Odesa, en el mar Negro, nuevo objetivo de Moscú desde que se retiró de un acuerdo de granos clave para la alimentación mundial.

Ucrania acusa a Rusia de atacar de manera específica sus infraestructuras portuarias con el objetivo de impedir cualquier posible reinicio de sus exportaciones de cereales.

Al menos dos civiles murieron en bombardeos en Odesa y Mikolaiv, otro puerto del sur de Ucrania, en la desembocadura del río Bug en el mar Negro, informaron las autoridades locales que difundieron imágenes de edificios en llamas y fachadas destrozadas.

La fuerza aérea ucraniana indicó que Rusia lanzó en total 38 misiles y drones contra las dos ciudades.

“Lamentablemente no es posible interceptar todos los misiles, en particular los misiles supersónicos Kh-22 y Onyx, que son muy difíciles de destruir”, precisó en Telegram Oleg Kiper, gobernador de la región de Odesa.

Estos misiles, que Rusia utiliza muy poco, ya fueron lanzados durante un ataque en la noche del martes contra terminales de granos e infraestructuras portuarias de Odesa y de Chornomorsk, destruyendo silos y 60,000 toneladas de cereales.

El ejército ruso informó hoy que “solo” atacó instalaciones militares en la región de Odesa y cerca de Mikolaiv.

Tras amenazas de parte de Moscú, Ucrania advirtió este jueves que todos los buques que naveguen el mar Negro hacia Rusia y zonas ocupadas por las tropas de Moscú podrán ser considerados “como transporte de mercancías militares con todos los riesgos asociados”.

Y es que recordemos que el inicio de la ofensiva rusa en febrero de 2022 provocó el bloqueo de los puertos ucranianos en el mar Negro hasta que en julio del año pasado se firmó un acuerdo mediado por Turquía y la ONU, que fue prolongado en dos ocasiones.

Sin embargo, el lunes pasado el Kremlin anunció que se retiraba del pacto después de meses quejándose del incumplimiento de una disposición del acuerdo para exportar sus productos agrícolas y fertilizantes.

El presidente ruso Vladimir Putin, objeto de una orden de arresto internacional, no asistirá a la cumbre de los países BRICS en Sudáfrica en agosto próximo, indicó este miércoles la presidencia sudafricana poniendo fin a meses de especulaciones.

La posible visita de Putin se había convertido en un tema controvertido para Sudáfrica, ya que el presidente ruso es blanco de una orden de captura de parte de la Corte Penal Internacional (CPI) que el país africano debería implementar llegado el caso, ya que reconoce a ese tribunal.

“De mutuo acuerdo, el presidente Vladimir Putin de la Federación Rusa no asistirá a la cumbre, pero la Federación Rusa estará representada por el ministro de Relaciones Exteriores, el señor Serguéi Lavrov,” indicó en un comunicado Vincent Magwenya, un vocero del presidente sudafricano Cyril Ramaphosa.

La decisión se tomó tras numerosas “consultas” realizadas por Ramaphosa en los últimos meses, la última de ellas la noche de ayer, dijo Magwenya.

Y es que recordemos que Sudáfrica ejerce actualmente la presidencia de los BRICS, el grupo de cinco grandes potencias emergentes (Sudáfrica, Brasil, China, India y Rusia).

Putin fue invitado oficialmente a la cumbre de jefes de Estado del grupo prevista para el 22 al 24 de agosto en Johannesburgo, pero el gobierno sudafricano se enfrentó a una fuerte presión interna y externa para no recibir al mandatario ruso.

Putin es buscado por la CPI por las acusaciones de que Rusia deportó ilegalmente a niños ucranianos.

Sin embargo, “el presidente Putin ha decidido participar en la cumbre BRICS a través de videoconferencia. Será una participación en toda regla”, indicó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

En una declaración hecha pública el martes, Ramaphosa escribió que arrestarlo habría equivalido a una declaración de guerra a Rusia.

Los documentos son la respuesta a una solicitud del principal partido de oposición, la Alianza Democrática (DA), que quería presionar al gobierno y garantizar que Putin fuera entregado a la CPI si visitaba Sudáfrica.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, sostuvo que “está absolutamente claro para todos” las consecuencias de un posible arresto de Putin.

La declaración juramentada reveló que Sudáfrica buscaba una exención de las reglas de la CPI, argumentando que llevar a cabo el arresto podría poner en riesgo la “seguridad, la paz y el orden del Estado”.

Tras la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022, la exportación de cereales por parte de Kiev se vieron fuertemente afectada hasta convertirse en un arma de guerra.

Con la mediación de Turquía y la ONU, Kiev y Moscú acordaron hace un año una serie de medidas para garantizar la seguridad de los buques que llevan granos ucranianos a los mercados internacionales, un pacto conocido como la “Iniciativa del Mar Negro”.

Dicho acuerdo expiró este 17 de julio, y aunque se esperaba una renovación, Rusia decidió suspenderlo con el argumento de que las sanciones que sufre debido a su agresión contra Ucrania impiden que se cumpla la parte del acuerdo que debe garantizar también las exportaciones de alimentos y fertilizantes rusos.

“En la práctica, los acuerdos del mar Negro expiraban hoy. Lamentablemente, la parte del acuerdo del mar Negro que se refiere a Rusia no se ha cumplido. Por ello, (el acuerdo) pierde su vigor”, dijo hoy el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

El funcionario ruso se refería a la reconexión del banco agrícola ruso, Rosseljozbank, al sistema bancario internacional SWIFT, el levantamiento de sanciones a repuestos para la maquinaria agrícola, el desbloqueo de la logística y seguros de transporte, el descongelamiento de activos y la reanudación de la tubería de amoniaco Togliatti-Odesa, que explotó el 5 de junio.

Rusia rechazó así la prolongación del acuerdo, horas después de que drones navales atacaran un puente estratégico que conecta su territorio con la península anexada de Crimea, y que es clave para transportar suministros a los soldados rusos en Ucrania.

“Tan pronto como la parte del acuerdo relativa a Rusia esté satisfecha, el país volverá inmediatamente al acuerdo sobre los cereales”, advirtió.

El acuerdo ha permitido exportar más de 32 millones de toneladas de grano ucraniano.

El presidente Vladimir Putin denunció la semana pasada que los intereses de Moscú estaban siendo ignorados.

Al respecto, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, aseguró que nunca acordaron pacto alguno con Rusia para la exportación de grano y que el corredor abierto a través del mar Negro puede seguir utilizándose a pesar de la salida de Moscú.

“Teníamos dos acuerdos: Ucrania, Turquía y la ONU; y otro acuerdo, el de Rusia, Turquía y la ONU”, aseguró Zelenski en una entrevista con medios africanos y cuyas citas han sido difundidas por su portavoz, Sergi Nikiforov.

En ese sentido, Zelenski aseguró que cuando Rusia anuncia que pone fin al acuerdo de exportación de grano lo que está haciendo es “romper” sus acuerdos con el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, y con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.

Aclaró que su gobierno “no tenía ningún acuerdo con ellos”. Zelenski informó que ordenó al Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania para que haga saber a las autoridades de Naciones Unidas y Turquía la predisposición de Kiev a continuar con dicha iniciativa.

Por su parte el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, aseguró este lunes que seguirá intentando reactivar el acuerdo para facilitar la exportación de cereal ucraniano a través del Mar Negro.

Erdogan se mostró optimista de que el presidente ruso, Vladímir Putin, accederá a reactivarlo.

“Creo que mi amigo, el señor Putin, desea que este puente humanitario (el corredor de cereales) continúe”, dijo el mandatario turco a la prensa en Ankara poco antes de partir en una gira por Arabia Saudí, Catar y los Emiratos Árabes Unidos.

En tanto, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, calificó de “medida cínica” la decisión de Rusia de suspender el acuerdo de exportación de grano a través del Mar Negro, y añadió que la Unión Europea seguirá trabajando para garantizar la seguridad alimentaria de los países pobres.

“Condeno de forma enérgica la cínica decisión rusa de poner fin a la iniciativa de los cereales del Mar Negro, a pesar de los esfuerzos de la ONU y Turquía. La UE trabaja para garantizar la seguridad alimentaria de los más vulnerables del mundo. Los carriles de solidaridad de la UE seguirán sacando productos agroalimentarios de Ucrania y llevándolos a los mercados mundiales”, tuiteó Von der Leyen.

El responsable de Política Exterior de la UE, Josep Borrell, calificó de injustificada la decisión de Moscú, a la que acusó de estar utilizando los alimentos como arma en el conflicto con Ucrania.

Finalmente, la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, dijo que Rusia cometió “otro acto de crueldad” al suspender el acuerdo del mar Negro, ya que con ello dio “otro golpe a los más vulnerables del mundo”.

La embajadora dijo que los acuerdos del mar Negro han traído estabilidad a los precios de los alimentos en un mundo donde 345 millones de personas viven altos niveles de inseguridad alimentaria, una cifra que ha crecido con “la brutal guerra contra Ucrania”.

“Esto es lo que pasa cuando un país decide tomar a la humanidad entera como rehén (…) mientras Rusia se dedica a los juegos políticos, la gente de verdad sufre”, insistió, e instó a la comunidad internacional a obligar a Rusia a revertir si decisión, volver a las negociaciones y expandir el campo de aplicación de los acuerdos.

Los países de la OTAN decidieron este martes que invitarán a Ucrania a adherirse a la alianza “cuando se cumplan las condiciones”, pese a la presión del mandatario ucraniano, Volodimir Zelenski, para obtener una vía más clara a la membresía.

“Presentaremos una invitación para que Ucrania se una a la OTAN cuando los aliados estén de acuerdo y se cumplan las condiciones”, dijo el secretario general de la alianza transatlántica, Jens Stoltenberg.

El anuncio fue formulado al fin de la primera jornada de una cumbre de la OTAN en Vilna, la capital de Lituania.

Al ser consultado sobre las “condiciones” que deberían cumplirse, Stoltenberg mencionó la modernización de las instituciones de defensa y seguridad de Ucrania, el combate a la corrupción y la interoperabilidad logística con el resto de la alianza.

En la actualidad, añadió, hay una guerra “y, por lo tanto, creo que los aliados están de acuerdo en que mientras la guerra continúe, no es momento para hacer de Ucrania un miembro de pleno derecho de la alianza”.

Como gesto de buena voluntad, sin embargo, los países de la OTAN también acordaron remover la exigencia del Plan de Acción de Membresía (Membership Action Plan, MAP en inglés) ucraniano para acceder a la alianza.

El MAP, exigido a aspirantes a la adhesión, incluye asistencia técnica y política de la alianza y soporte práctico específico en áreas como defensa, economía, seguridad y normativa legal.

Zelenski volvió a defender su causa en un mitin público en Vilna, donde mañana participará como invitado de la cumbre.

“La OTAN dará seguridad a Ucrania, Ucrania fortalecerá a la OTAN”, proclamó junto al presidente lituano, Gitanas Nauseda, antes de que se izara una bandera ucraniana traída desde Bajmut, principal teatro de batalla durante meses entre las fuerzas rusas y ucranianas.

Antes de viajar a Vilna, Zelenski criticó amargamente la “incertidumbre” y la “debilidad” de la OTAN sobe definir el camino de Ucrania a la membresía e indicó que esa actitud estimula el “terror” ruso.

Rusia indicó que sigue “muy de cerca” la cumbre de Vilna, en la que ve “un fuerte carácter antirruso”.

Recordemos que cuando el presidente ruso, Vladimir Putin, anunció la intervención militar en Ucrania, el 24 de febrero de 2022, exigió entre otros puntos que la exrepública soviética tuviese un “estatus neutral” y garantías de que nunca entraría a la OTAN.

Finalmente, y como expresión de apoyo, varios países de la OTAN anunciaron más entregas de armas a Ucrania.

El diario The Wall Street Journal (WSJ) y su empresa matriz, Dow Jones, recordaron que su periodista Evan Gershkovich lleva 100 días detenido en Rusia, reiterando su llamado a que sea liberado con una serie de mensajes públicos, incluyendo una carta urgente a la ONU.

El diario publicó fotografías tomadas en lugares de todo el mundo a lo largo de estos meses, incluyendo la sala de redacción, la sede del Nasdaq, un partido de fútbol y una marcha, en las que se ve a mucha gente solidarizarse con su causa, mostrando carteles y camisetas en los que se lee “liberen a Evan” o “estoy con Evan”.

“Sigue en prisión, acusado falsamente de espionaje por el Gobierno ruso. El WSJ y el Gobierno de Estados Unidos han negado con vehemencia esta acusación falaz y están pidiendo su liberación inmediata”, señaló la directora del diario, Emma Tucker, refiriéndose al caso como una “violación de la libertad de prensa”, además de que señala que “el periodismo no es un crimen”.

Abogados de Dow Jones pidieron este viernes a la relatora especial de Derechos Humanos de la ONU en Rusia, Mariana Katzarova, que presione al Gobierno ruso para su liberación y que, hasta que se produzca, garantice “todos sus derechos” incluyendo acceso consular, salud y seguridad, y evite un “tratamiento degradante, cruel e inhumano” hacia él.

Los padres de Gershkovich, que dejaron la entonces Unión Soviética y se nacionalizaron estadounidenses, han estado enviándole cartas y acudiendo a sus audiencias en Moscú para animarlo y mostrarle apoyo.

Hace dos semanas, el Tribunal Municipal de Moscú decidió mantener al periodista en prisión preventiva al rechazar un recurso para que fuera excarcelado después de que otro tribunal ordenara privarlo de libertad más tiempo, hasta el próximo 30 de agosto.

Recordemos que Gershkovich, de 32 años, fue detenido a finales de marzo en Yekaterimburgo, ciudad en los Urales, y el 7 de abril fue acusado formalmente de espionaje por el Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB).

Según el FSB, el periodista “recopilaba por encargo de la parte estadounidense informaciones secretas sobre las actividades de una de las empresas del complejo militar industrial ruso”.

El presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, aseguró este jueves que el jefe del grupo paramilitar Wagner, Yevgueni Prigozhin, que recientemente se rebeló contra los mandos militares del presidente Vladimir Putin, estaba en Rusia.

“En cuanto a Prigozhin, está en San Petersburgo. ¿Dónde está esta mañana? Puede haber partido a Moscú o a otro lado, pero no está en territorio bielorruso”, dijo Lukashenko en una rueda de prensa con medios extranjeros en Minsk.

Recordemos que fue Lukashenko quien medió el acuerdo que puso fin a la revuelta del 23 y 24 de junio de Prigozhin, cuyas milicias tuvieron un papel preponderante en la ofensiva rusa en Ucrania. Ese pacto incluía que el mercenario se exiliara en Bielorrusia, un país aliado y vecino de Rusia.

En ese sentido, Lukashenko había asegurado el pasado 27 de junio que Prigozhin había llegado a Bielorrusia.

“Sé con certeza que está en libertad”, añadió Lukashenko, afirmando que en una llamada que sostuvo con Prigozhin éste le aseguró que continuaría “trabajando para Rusia”.

Sin embargo, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, al ser interrogado sobre el paradero de Prigozhin, respondió: “No seguimos sus movimientos”.

Putin, que denunció a Prigozhin como “traidor”, dio a los combatientes de Wagner la opción de unirse al ejército regular, irse a Bielorrusia o regresar a la vida civil. Pero según Lukashenko, los combatientes de Wagner también están “en sus campamentos permanentes” en Ucrania y no en Bielorrusia, “por el momento”.

El presidente bielorruso aseguró también que la cuestión de la “reubicación” de Wagner en Bielorrusia “no está resuelta”, al tiempo que dijo estar convencido de que el grupo paramilitar ruso no se rebelará ni usará sus armas contra su gobierno.

Tras su motín de 24 horas que sacudió el Kremlin, Prigozhin aseguró que no quería tomar el poder sino proteger a Wagner del riesgo de ser desmantelado por el Estado Mayor ruso, al que acusa de incompetencia en el conflicto de Ucrania.

En medio de esto, medios rusos difundieron la noche de ayer imágenes del cateo a la casa en San Petersburgo de Prigozhin, realizado durante su intento de rebelión de finales de junio.

Las imágenes muestran una enorme y lujosa mansión, con un helicóptero en el jardín.

Durante el registro, según estas grabaciones, los agentes descubrieron fajos de dólares y de rublos, lingotes de oro, numerosas armas, varios pasaportes con distintos nombres y un armario repleto de pelucas.

La web de noticias Fontanka, con sede en San Petersburgo, indicó también que los investigadores encontraron una fotografía con “cabezas cortadas” en el domicilio. Los mercenarios de su organización a menudo son acusados de abusos.

Esta página también publicó una fotografía que muestra un enorme mazo en una habitación de la casa, cuya cabeza metálica lleva inscrito el mensaje: “En caso de negociaciones importantes”.

El mazo es uno de los símbolos del grupo Wagner, que se jacta de presumir este arma para ejecutar o torturar a sus enemigos.

Rusia afirmó hoy que los barcos que transportan grano desde los puertos ucranianos deben abandonar el mar Negro antes de que expire el acuerdo el próximo 17 de julio, tras reiterar que no hay fundamentos para una nueva prolongación del pacto.

“La parte rusa continúa abordando de manera consciente y responsable sus obligaciones como parte del acuerdo, haciendo los esfuerzos necesarios en estricto cumplimiento de las reglas de procedimiento para que todos los barcos que participan en él puedan completar con éxito su misión y abandonar el mar Negro antes de que expire su vigencia”, señaló el Ministerio de Exteriores.

La diplomacia rusa reiteró que es “obvio” que no hay motivos para continuar  ‘La Iniciativa de Granos del Mar Negro’ pactada hace un año con la mediación de Turquía y la ONU para permitir la exportación de alimentos ucranianos en medio de la guerra, a fin de garantizar la seguridad alimentaria mundial.

Rusia recalcó que el acuerdo no puede ser prolongado sin el consentimiento de todas las partes: Rusia, Ucrania y Turquía.

Moscú reiteró que la iniciativa, cuyo propósito era brindar asistencia a los países necesitados de África, Asia y América Latina, “se ha convertido en una exportación puramente comercial de alimentos ucranianos a países ‘bien alimentados'”.

Sostuvo que, de los 32.6 millones de toneladas de cereales exportados desde los puertos de Odesa, Yuzhni y Chornomorsk desde el 1 de agosto de 2022, el 81% se envió a países con ingresos altos y medios altos, mientras que solo un 2.6% llegó a los países más pobres como Etiopía, Yemen, Afganistán, Sudán y Somalia.

La diplomacia rusa recalcó que desde julio de 2022, la Unión Europea (UE) ha introducido cinco nuevos “paquetes” de sanciones contra Rusia, mientras que persisten las restricciones extraterritoriales “cada vez mayores” de Estados Unidos y el Reino Unido, que han bloqueado las exportaciones agrícolas rusas.

Las exigencias de Rusia para mantener la iniciativa eran la reconexión de su banco agrícola, Rosseljozbank, al sistema bancario internacional SWIFT, el levantamiento de sanciones a repuestos para la maquinaria agrícola, el desbloqueo de la logística y seguros de transporte, el descongelamiento de activos y la reanudación de la tubería de amoníaco Togliatti-Odesa, que explotó el 5 de junio.

El jefe del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, planeaba capturar a líderes militares rusos como parte de la rebelión que puso en marcha el pasado fin de semana y que adelantó después de que la inteligencia rusa descubriese su plan, según The Wall Street Journal (WSJ).

Citando a fuentes occidentales, el diario informa que originalmente Prigozhin preveía capturar al ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, y al jefe del Estado Mayor General, Valeri Guerásimov, durante una visita que iban a hacer a una zona fronteriza con Ucrania, pero los servicios secretos rusos descubrieron el plan dos días antes de su ejecución.

Agencias de inteligencia occidentales, apunta el periódico, también tuvieron conocimiento de los planes del líder de Wagner y consideraban que tenía posibilidades de éxito, que se desmoronaron al filtrarse la conspiración y forzar a improvisar una alternativa.

El WSJ señala que fuentes occidentales creen que Prigozhin había comunicado sus intenciones al general ruso Serguéi Surovikin, una información también publicada por The New York Times y que ha sido calificada de “especulación” por el Kremlin.

Según las fuentes del diario, Prigozhin había acumulado armamento y munición y esperaba que parte de las Fuerzas Armadas rusas se sumasen al motín y se rebelasen contra sus comandantes.

Tras saber que su plan se había filtrado, el jefe del grupo de los mercenarios adelantó sus movimientos y capturó la ciudad de Rostov, para luego enviar una columna en dirección a Moscú, que se detuvo tras las negociaciones en las que medió el presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko.

El acuerdo alcanzado entre el Kremlin y Prigozhin para detener el motín preveía la anulación del cargo penal por rebelión armada contra el jefe de Wagner a cambio de que se marchara a Bielorrusia.

El presidente ruso, Vladímir Putin, también ofreció a los mercenarios que se sublevaron junto a Prigozhin irse al país vecino o suscribir un contrato con el Ministerio ruso de Defensa u otras agencias de seguridad de Rusia para subordinarse a las estructuras legales y oficiales.

En sus mensajes de los últimos días, Prigozhin dijo públicamente que su rebelión tenía como objetivo desbancar a Shoigú y Guerásimov, como responsables de los problemas en la invasión de Ucrania, pero que no buscaba derrocar el Gobierno de Putin.

El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, confirmó hoy que el jefe del grupo de mercenarios Wagner, Yevgueni Prigozhin, ha llegado al país, donde debe vivir exiliado tras la rebelión armada que encabezó el fin de semana en Rusia.

“Se proporcionaron garantías de seguridad, como prometió ayer (el presidente Vladímir Putin) (..) Sí, de hecho, hoy está en Bielorrusia”, indicó Lukashenko en una ceremonia de entrega del grado de general.

Lukashenko, que ejerció de mediador, defendió este martes que Prigozhin ha recibido “garantías de seguridad”, horas después de que las autoridades de Rusia anunciaran el archivo de todas las causas penales abiertas contra el Grupo Wagner, según informó la agencia de noticias oficial BelTA.

El presidente bielorruso había reconocido previamente que dio orden a su Ejército de estar listo para el combate ante la posible escalada de las tensiones que afectaban a su estrecho aliado.

Asimismo, advirtió del potencial beneficio para Occidente de este tipo de crisis y del riesgo de una crisis en el país vecino: “Si Rusia colapsa, todos moriremos”, señaló.

Lukashenko sugirió hoy que los mercenarios del Grupo Wagner que se exilien en su país podrían “ayudar” a la antigua república soviética con su experiencia como fuerza de asalto, técnicas de combate y el manejo de armas.

“Si sus comandantes vienen y nos ayudan… Es experiencia. Eran grupos de asalto en la vanguardia. Nos contarán lo que es importante ahora. Porque pasaron por todo esto (…) Sobre táctica, armamento, cómo avanzar y cómo defenderse. Es algo que no tiene precio. Esto es lo que debemos coger de los wagneritas”, afirmó.

Recordemos que tras la fracasada sublevación del Grupo Wagner, el presidente ruso, Vladímir Putin, propuso a los wagneritas sumarse a las Fuerzas Armadas de Rusia u agencias de seguridad del país, regresar a sus casas o irse al exilio en Bielorrusia, junto a su jefe, Yevgueni Prigozhin.

Según el mandatario bielorruso, supo de la rebelión desde el sábado pasado a primera hora, y casi inmediatamente, conversó con su homólogo ruso, Vladímir Putin, quien le informó “del modo más detallado” sobre la situación.

“Lo más peligroso, según comprendí, no era la situación en ese momento, sino cómo podía desarrollarse y su consecuencias (…) y también comprendí que se había tomada la decisión cruel de machacarlos. Propuse a Putin que no se apurara”, dijo Lukashenko.

El presidente bielorruso añadió que Putin no tenía muchas esperanzas en la posibilidad de un diálogo con Prigozhin, ya que el jefe de Wagner “no respondía al teléfono y no quería hablar con nadie”.

Tras recibir del Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia el teléfono de Prigozhin, Lukashenko contactó con él y lo notó “muy alterado”: “la primera ronda de conversaciones duró 30 minutos entre palabrotas exclusivamente”, recordó.

Lukashenko señaló que los combatientes de Wagner “recién venían del frente en Ucrania, donde vieron la muerte de miles de los suyos”. “Los muchachos estaban muy ofendidos, especialmente los comandantes. Y según comprendí, ellos influyeron mucho en Prigozhin”.

Prigozhin, según el presidente bielorruso, insistía en marchar a Moscú, ante lo cual Lukashenko le aseguró que nadie le entregaría ni al ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, ni al jefe del Estado Mayor, Valeri Guerásimov, contra los cuales lanzó Wagner su rebelión armada.

“Conoces a Putin tan bien como yo”, le dijo Lukashenko al jefe de Wagner, al señalar que aún si los mercenarios llegaban a Moscú el jefe del Kremlin jamás accedería a recibirle “en estas circunstancias”.

“Te aplastarán como a una chinche por el camino, pese a que el Ejército ruso está ocupado en el frente. Piensa en eso”, advirtió Lukashenko, quien aseguró a Prigozhin que estaba dispuesto a enviar una brigada bielorrusa “a defender Moscú, como en 1941”, en referencia a la Segunda Guerra Mundial.

En Broojula, Ana Paula Ordorica conversa con Brenda Estefan, analista internacional, sobre el enfrentamiento entre Prigozhin y Putin, y las consecuencias que tendrá para Moscú y sus efectos en el conflicto armando en Ucrania.

El Kremlin publicó hoy un mensaje del presidente Vladímir Putin, dos días después de que se abortara una rebelión armada de los mercenarios de Wagner, aunque se desconoce si estas imágenes fueron grabadas días atrás.

El mandatario suele dejar grabado este tipo de saludos a participantes de foros y conferencias, al igual que hace incluso con discursos que dirige a la nación.

En el vídeo Putin lleva aparentemente la misma corbata y el mismo traje que en un videomensaje publicado por el Kremlin la medianoche del pasado sábado con motivo del Día de la Juventud, fecha del motín protagonizado por el jefe del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, contra la cúpula militar rusa.

Ayer, el periodista ruso Pavel Zarubin publicó un vídeo de una entrevista con el mandatario para el programa de televisión “Moscú. Kremlin. Putin”, en el que el mandatario aparece con la misma corbata, un programa que se graba previamente y se difunde el fin de semana.

En esa entrevista Putin calificó la operación militar rusa en Ucrania como su máxima prioridad, a la que se dedica desde que se levanta hasta que se acuesta.

El 24 de junio por la mañana el presidente ruso, con una corbata más oscura, se dirigió a la nación para calificar de traidores a los sublevados y prometer que serán castigados.

Tras llegar el Kremlin a un acuerdo con Wagner con la mediación del presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, en principio serán anulados los cargos penales por organización y participación en rebelión armada, y Prigozhin enviado al exilio.

Prigozhin lanzó su insurrección armada días después de que Putin anunciara que los combatientes de Wagner tenían que firmar contratos con el ejército. “Quieren desmantelar el grupo”, denunció el sábado Prigozhin.

Wagner afirmó este lunes que su principal sede, en San Petersburgo, funcionaba “con normalidad de acuerdo con la legislación de la Federación Rusa”.

El objetivo oficial de la rebelión de Prigozhin era el reemplazo del ministro de Defensa, Serguéi Shoigu, y del jefe del Estado Mayor, Valeri Guerasimov. Por el momento, Putin no ha anunciado ningún cambio en la cúpula militar.

Sin embargo, el grupo paramilitar ruso continuará sus operaciones en Malí y en República Centroafricana (RCA) pese a la rebelión abortada en Rusia el pasado fin de semana, indicó el lunes el ministro de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov.

Recordemos que para los occidentales, Wagner es un instrumento de influencia rusa destinado a hacer avanzar los intereses de Moscú y competir con los europeos. El grupo armado está acusado de cometer abusos o expoliar recursos naturales allá donde opera.

Lavrov aseguró que la tentativa de rebelión armada en Rusia del jefe de Wagner, Yvegueni Prigozhin, no afectará a las relaciones de Rusia con “socios y amigos”.

Al respecto, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha reiterado este lunes que el presidente Putin, cometió un “error estratégico” con la invasión de Ucrania, en sus primeras declaraciones tras la revuelta del Grupo Wagner que obligó a Moscú a poner a sus fuerzas en estado de alerta.

En unas declaraciones desde Lituania, donde se reúne con el presidente Gitanas Nauseda, para preparar la cumbre de líderes del próximo 11 y 12 de julio, el ex primer ministro noruego se ha referido a los acontecimientos vividos en Rusia el pasado fin de semana como “asuntos internos”, aunque ha insistido en que evidencian que la guerra “ilegal” contra Ucrania se ha demostrado como un “gran error estratégico” de Putin.

“Seguimos de cerca la situación en Rusia. Los acontecimientos del fin de semana son un asunto interno de Rusia y una demostración más del gran error estratégico que cometió Putin con su anexión ilegal de Crimea y la guerra contra Ucrania”, señaló.

El jefe político de la OTAN ha subrayado que la crisis en Rusia muestra la “fragilidad del régimen” y demuestra lo “peligroso” que es depender de mercenarios en las Fuerzas Armadas. “En última instancia han actuado contra Putin”, señaló.

Los países de la Unión Europea (UE) aprobaron este miércoles un nuevo paquete de sanciones contra Rusia, el undécimo desde que invadió Ucrania, enfocado en evitar la elusión a través de terceros países de medidas restrictivas ya impuestas.

Además, incluye más sanciones contra personas a título individual. Los embajadores de los Veintisiete ante la UE, reunidos en Bruselas, tomaron la decisión por unanimidad.

“Celebro el acuerdo político sobre nuestro undécimo paquete de sanciones”, señaló la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a través de un mensaje en Twitter.

En opinión de la política alemana, “asestará un nuevo golpe a la maquinaria bélica de (el presidente ruso, Vladímir) Putin con restricciones más estrictas a la exportación, dirigidas a las entidades que apoyan al Kremlin”.

Von der Leyen añadió que la herramienta “antielusión” de la UE “impedirá que Rusia se haga con los bienes sancionados”.

Para minimizar el riesgo de eludir las medidas restrictivas, el paquete introduce prohibiciones al tránsito por territorio ruso de bienes y tecnología que puedan contribuir a la mejora militar y tecnológica de Rusia o al desarrollo de su sector de defensa y seguridad.

Además, se incluye la posibilidad de adoptar nuevas medidas excepcionales de “último recurso” que restrinjan la venta, el suministro, la transferencia o la exportación de bienes y tecnología sensibles de doble uso, civil y militar, a terceros países cuya jurisdicción “se demuestre que corre un riesgo continuo y especialmente elevado de ser utilizada para la elusión”.

El nuevo paquete amplía además la lista de bienes restringidos que contribuyen a la mejora militar y tecnológica de Rusia o al desarrollo de su sector de defensa y seguridad.

Y amplía la suspensión de las licencias de emisión en la Unión de cinco medios de comunicación rusos “bajo control permanente de los dirigentes rusos”, y la prohibición de emitir sus contenidos.

Otra medida acordada es la prohibición de acceder a los puertos y esclusas del territorio de la Unión a los barcos que participen en trasbordos entre buques, cuando las autoridades competentes tengan “motivos razonables” para sospechar que están infringiendo la prohibición de importar petróleo crudo y productos petrolíferos rusos por vía marítima a la Unión.

También si se sospecha que están transportando petróleo crudo o productos petrolíferos rusos adquiridos por encima del precio máximo acordado por la coalición internacional (compuesta por la UE, Australia, Canadá, Japón, el Reino Unido y Estados Unidos) que ha fijado límites al importe de esos artículos.

Por lo que se refiere a las sanciones individuales, se amplía la lista negra a otras 71 personas y 33 entidades como respuesta, indicaron fuentes comunitarias, a la deportación ilegal de niños ucranianos a Rusia.

Estas personas no podrán entrar en la UE y se congelarán los bienes que pudieran tener en territorio de la Unión.

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, aseguró este viernes que la contraofensiva de las fuerzas ucranianas en el este del país está fracasando, esto durante una comparecencia en el Foro Económico que se celebra en San Petersburgo.

Putin también dijo que su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, “es una desgracia para el pueblo judío”, en un insulto a la herencia del mandatario.

“Yo tengo muchos amigos judíos, desde la infancia. Dicen que Zelenski no es judío. Es una desgracia para el pueblo judío”, declaró desde el foro, en referencia al mandatario ucraniano, hijo de padres judíos.

Sobre la contraofensiva ucraniana, Putin aseguró que Kiev está registrando unas pérdidas de “más de diez a uno” respecto a las fuerzas rusas. “Sus bajas son muy elevadas. Eso es un hecho. En términos de equipo, estas pérdidas están aumentando cada día que pasa. Ahora mismo han perdido 186 tanques y 418 vehículos acorazados”, dijo según declaraciones recogidas por la agencia rusa Interfax.

Ucrania no ha anunciado públicamente el comienzo de esta contraofensiva, que Putin no obstante dio por empezada hace una semana. El Ministerio de Defensa británico también ha constatado un notable incremento de las actividades militares ucranianas desde el pasado fin de semana.

Concretamente, Putin ha estimado que las fuerzas ucranianas fracasan en muchas ocasiones a la hora de romper las líneas de defensa rusas y que, cuando lo consiguen, son incapaces de preservar estas ventajas
territoriales.

“A veces alcanzan la primera línea, otras veces fracasan. Pero cuando usan sus llamadas reservas estratégicas, en particular las que usan para asegurar territorios, no alcanzan ninguno de sus objetivos”, añadió.

Habló de casos concretos en Vremevski (Donetsk) y Zaporiyia, ambas en la región de Donetsk, donde las fuerzas ucranianas estarían lanzando una nueva ofensiva con el apoyo de varios tanques. “La batalla continúa en este momento pero creo que las fuerzas armadas de Ucrania no tienen ninguna posibilidad en esta situación. Es más, no tengo duda alguna al respecto”, remató.

El presidente ruso, Vladimir Putin, reconoció este martes la posibilidad de que Moscú no apruebe una nueva prórroga del acuerdo para la exportación de granos y cereales desde puertos ucranianos, poniendo así fin a uno de los principales acuerdos entre Rusia y Ucrania desde el estallido de la invasión.

De acuerdo con el mandatario ruso, el pacto tenía como principal objetivo abastecer a los países más necesitados de los productos agrícolas producidos o transportados desde Ucrania, algo que, según él, no se está cumpliendo. “Hemos sido engañados una vez más”, ha denunciado.

“Por tanto, ahora estamos pensando en cómo podemos salir de este llamado acuerdo de granos (…) Además, los corredores por los que pasan los barcos son utilizados constantemente por el enemigo para lanzar drones navales”, añadió el presidente, según recoge la agencia rusa de noticias TASS.

Esta fue la ocasión en la que el presidente ruso ha sido más claro sobre el futuro de este pacto, que parece próximo a su fin.

Sin embargo, Putin ha incidido en que Moscú elabora un plan para seguir apoyando a aquellas naciones más necesitadas y reemplazar los suministros ucranianos de forma gratuita.

“La cantidad de cereales que han recibido los países más pobres es poco más del tres por ciento. Estamos dispuestos a suministrarla a los países más pobres de forma gratuita”, señaló Putin, quien apuntó que aún no ha conversado sobre este asunto con los líderes de los países afectados.

Las autoridades rusas han advertido en repetidas ocasiones a lo largo de las últimas semanas que, dada la situación, es más que probable que Moscú se desvincule del acuerdo, firmado en julio del año pasado, pocas semanas después del estallido de la guerra en Ucrania, con la mediación de Turquía y Naciones Unidas.

Para no firmar una nueva prórroga, Moscú ha denunciado que solo se está cumpliendo con la parte de acuerdo que beneficia a Kiev, y ha planteado varias exigencias relacionadas con el sector agrícola y con el oleoducto de amoniaco Toliatti-Odesa, recientemente saboteado en el tramo que pasa por Jersón.