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Ivanka Trump, hija y colaboradora del presidente de Estados Unidos se desmarcó este jueves de su padre en torno a la separación de las familias de migrantes en la frontera y los medios de comunicación.

La política conocida como “tolerancia cero” ha causado gran polémica al grado que el mandatario tuvo que revocarla en junio pasado afirmado que fue influenciado por su esposa y su hija.

Ver a más de 2,500 niños migrantes separados de sus padres al tratar de entrar a Estados Unidos fue un “punto bajo” en el periodo que lleva en La Casa Blanca, confió la empresaria, de 36 años y madre de tres niños. “Estoy muy en contra de las separación de las familias y de la separación de padres e hijos”, añadió Ivanka.

“Ese fue un punto bajo para mí también” desde que inició el gobierno del presidente Trump en enero de 2017, añadió antes de señalar que “la inmigración es un tema sumamente complejo”, añadió la hija del Presidente.

“Soy hija de una inmigrante”, continuó Ivanka en referencia a su madre, Ivana, que nació y creció en la antigua Checoslovaquia.

La hija del presidente apuntó que su madre, la primera esposa de Donald Trump, llegó a Estados Unidos de manera legal.

Pero “vivimos en un Estado de derecho”, señaló Ivanka. “Debemos ser cuidadosos sobre incentivar una conducta que ponga a los niños en riesgo de ser traficados, en riesgo de entrar a este país con ‘coyotes’ (traficantes de personas) o que hagan un viaje increíblemente peligroso solos”.

 

Con información de AFP / Foto: Archivo APO

El gobierno de Estados considera viable reunificar a unas 1,600 familias de inmigrantes, de las 2,500 separadas al cruzar la frontera, que catalogó como elegibles dentro del plazo fijado para mañana jueves por un juez federal.

Durante una audiencia en una corte de San Diego, California, el magistrado Dana Sabraw, consideró que no ha habido un sistema para rastrear a padres e hijos tras ser separados en la frontera por la política de “tolerancia cero” contra la inmigración ilegal.

“Esas son las consecuencias que estamos viendo. Parece que hay un gran número de padres que no han sido contactados o que pudieron haber sido expulsados sin sus hijos”, señaló Sabraw.

De acuerdo a un documento ingresado en la corte por el gobierno federal, 463 padres indocumentados aprehendidos en la frontera ya no se encuentran en el país, y no se ha podido especificar cuántos de ellos fueron deportados y cuántos salieron de forma voluntaria.

Sabraw manifestó que eso es una “preocupante realidad” que ha quedado en evidencia durante este litigio, a lo que se suma otro grupo de al menos 37 padres cuyo paradero es desconocido, de acuerdo a la información proporcionada por el gobierno.

El magistrado había dado como plazo hasta el jueves 26 de julio para que el gobierno reuniera a los más de 2,500 menores indocumentados de entre 5 y 17 años de edad con sus padres, aunque los abogados del gobierno han dicho que sólo 1,634 son elegibles para ello.

Sarah Fabian, abogada del Departamento de Justicia, afirmó que unos mil de esos niños que se encontraban en custodia de autoridades de la Oficina de Inmigración y Aduanas, ya han sido entregados a sus padres o a algún otro familiar.

Los 37 padres de los que se desconoce el paradero forman parte de los 914 casos que no califican para la reunificación antes del jueves, entre otras razones porque los progenitores han rechazado su derecho a la reunificación o porque cuentan con antecedentes criminales.

Sarah Sanders, secretaria de prensa de la Casa Blanca, fue expulsada de un restaurante en la comunidad de Lexington, Virginia, al suroeste de Washington, donde acudió a cenar la noche del viernes, debido a la polémica política migratoria de ‘tolerancia cero’ del presidente Donald Trump.

La propia Sanders confirmó el incidente a través de su cuenta de twitter:

“Anoche la dueña de ‘The Red Hen’ en Lexington, VA, me dijo que me fuera porque trabajaba para @POTUS (el Presidente de Estados Unidos) y me fui educadamente. Sus acciones dicen mucho más sobre ella que sobre mí. Siempre hago mi mejor esfuerzo para tratar a las personas, incluidas aquellas con las que no estoy de acuerdo, respetuosamente y continuaré haciéndolo”, escribió la Vocera de la Casa Blanca.

Sanders ha recibido numerosas críticas en los últimos días, al dar la cara y tener que defender la política de Trump de separar familias migrantes detenidas tras cruzar la frontera desde México.

Al cuestionar sobre el asunto a Stephanie Wilkinson, la propietaria del restaurante, dijo que al ser notificada de la llegada de Sanders al lugar, preguntó a sus empleados si querían que le pidiera irse, a lo que estos, -la mayoría latinos y miembros de la comunidad gay-, respondieron que sí, y aunque no se declara fanática de la confrontación, siente que el país está en un momento en el que se deben tomar decisiones incómodas para defender la moral.

“Tengo un negocio, y quiero que el negocio prospere, pero siento que estamos en un momento en nuestra democracia en el que la gente tiene que tomar medidas incómodas y tomar decisiones para defender su moral”, declaró Wilkinson al Washington Post.

Cabe recordar que, apenas el martes, un grupo de manifestantes interrumpió la cena de la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, en un restaurante mexicano en Washington, en protesta también por la controvertida política “tolerancia cero”.

Sarah Sanders, portavoz de la Casa Blanca, calificó de “vergonzoso” el uso que medios de comunicación, como la revista Time, han dado a la fotografía de una niña hondureña que aparece llorando durante un operativo de autoridades migratorias en la Frontera sur de Estados Unidos

“Es vergonzoso que los demócratas y los medios de comunicación hayan explotado esta foto de una niña pequeña para impulsar su agenda política. A ella no la separaron de su madre”, indicó Sanders en un mensaje a través de Twitter.

La foto, que inmortaliza el momento en que un patrullero fronterizo intercepta a una mujer hondureña que cruza de manera ilegal la frontera con su hija, ha sido utilizada por diversos medios locales y activistas para ilustrar la política de separación familiar del Gobierno de Donald Trump.

La precisión de Sanders fue confirmada por autoridades migratorias estadounidenses, quienes informaron a CBS que madre e hija permanecen juntas en un centro de detención en Texas.

Sin embargo, más de 2 mil 300 menores de edad sí han sido separados de su familia desde que Trump implementó la política de “tolerancia cero” en abril.

La revista Time eligió la imagen de la pequeña para ilustrar la portada de su próxima edición con un montaje en el que la niña aparece frente a Trump, quien la observa indolente y a un costado se lee el texto “Bienvenidos a América”.

El Pentágono habilitará un espacio en sus bases militares para poder albergar a hasta 20,000 niños migrantes que sean detenidos tras cruzar ilegalmente la frontera sur de Estados Unidos sin compañía de un adulto.

El anuncio fue hecho por el teniente coronel Jamie Davis, portavoz del Departamento de Defensa norteamericano, indicando que el Departamento de Salud y Servicios Humanos presentó una solicitud pidiendo los espacios, la cual fue aceptada.

En un memorándum a miembros del Congreso, el Pentágono indicó que le solicitaron tener listas las instalaciones para julio y hasta fin de año. De igual forma, señaló que personal del Departamento de Salud “proporcionará todos los cuidados a los niños”, incluida la supervisión, alimentos, ropa, servicios médicos, transportación y otras necesidades diarias.

No está claro qué bases se usarían para albergar a los menores. El Departamento de Salud evaluó las instalaciones de cuatro bases militares, pero el Pentágono dijo que no le han informado aún cuál de las cuatro se usará.

El Departamento de Defensa agregó que no tendrá una participación directa en la administración de esos albergues temporales.

La decisión del gobierno del presidente Donald Trump de separar a los menores migrantes de sus padres al cruzar la frontera de Estados Unidos ilegalmente ha provocado la condena mundial y el asombro de quienes pensaban que el mandatario no podía ir más lejos.

Pese a que este miercoles Trump firmó una orden ejecutiva en la que se decretaba que se volviera a juntar a las familias, la revista Time ha dedicado al tema una contundente portada en la que se ve a una niña migrante llorando ante los ojos de un impasible Trump, mientras que el titular contrapuesto a esta imagen dice: “Bienvenidos a América”.

El artículo con el que la revista acompañó su portada critica duramente al presidente, y asegura que su actitud deja a los estadounidenses preguntándose: “¿qué tipo de país somos?”.

La publicación resalta que todos los líderes estadounidenses hasta el momento han destacado ciertos valores que conformaban los cimientos de la sociedad: “Democracia, humanidad e igualdad”. Sin embargo, Trump y su ‘America first’ están demostrando una y otra vez cuan lejos “de nuestro humanismo fundador están sus políticas”, señala el texto.

De acuerdo con la Revista Time, la política de “tolerancia cero” de Trump contra la inmigración ilegal “trata tanto del futuro del país como de la tragedia de las familias separadas por su implementación”.

La revista destaca que, a pesar de que el presidente ha dado marcha atrás en la práctica de separación de niños de sus padres, las dudas sobre en qué país se está convirtiendo Estados Unidos persiste.