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El Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales, expresó este viernes sus sospechas de una alianza electoral contra su candidatura para las elecciones de septiembre en Bolivia.

El propio Morales, que dirige desde Argentina la campaña electoral de su partido, advirtió de un “pacto” entre la presidenta interina del país, Jeanine Áñez, candidata de la alianza Juntos, y el expresidente boliviano Carlos Mesa, que se presenta por la agrupación Comunidad Ciudadana, para los comicios del 6 de septiembre.

El candidato del MAS, el exministro Luis Arce, encabezaba las encuestas en marzo pasado, antes de que se aplazaran los comicios, seguido de Mesa y de Áñez, aunque sin una victoria clara en primera vuelta.

El expresidente Evo Morales manifestó en Twitter que ese pacto obedece a “instrucciones” del Gobierno de Donald Trump desde Estados Unidos, “para reeditar la megacoalición del neoliberalismo”, en referencia a gobiernos en Bolivia anteriores al ascenso del MAS al poder en 2006.

Por su parte, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Choque, del MAS, declaró que “ojalá que ahora tomen la invitación que hizo la presidente transitoria y veamos cuáles son los resultados”, confiado en una victoria de su partido.

“Sabemos que por la situación política que ellos tienen, de solo pensar en ellos, no van a poder unirse, hay intereses de por medio que impiden que se puedan unificar en un solo frente político. Por eso, no tenemos miedo y estamos seguros del apoyo del pueblo y de ganar estas elecciones en la primera vuelta”, indicó en conferencia de prensa.

El diario boliviano El Deber publica unas declaraciones del ministro interino de Gobierno (Interior), Arturo Murillo, uno de los hombres fuertes del gabinete de Áñez, en las que asegura que no ve difícil un pacto y anuncia sorpresas en próximos días, sin dar detalles, pero cita una posible “apertura” por parte de Mesa.

Los comicios estaban inicialmente previstos para el 3 de mayo, pero al declararse en el país estado de emergencia por la pandemia de Covid-19, se aplazaron a septiembre próximo.

Las elecciones generales están pendientes desde la anulación de los comicios de octubre pasado, en los que el entonces mandatario Evo Morales había sido declarado vencedor para un cuarto mandato seguido, con un escaso margen sobre Mesa; las dudas de la elección y los señalamiento de fraude electoral lo orilló a renunciar.

El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, dijo este viernes que dudaba sobre viajar a Washington la próxima semana para participar en el encuentro que sostendrán Donald Trump y Andrés Manuel López Obrador (AMLO), para celebrar la entrada en vigor del T-MEC.

Trudeau dijo que no estaba seguro, pues su país enfrenta preocupaciones sobre posibles aranceles estadounidenses al aluminio canadiense.

“Todavía estamos en conversaciones con los estadounidenses sobre si habrá una cumbre trilateral la próxima semana”, dijo Trudeau durante una conferencia de prensa. “Obviamente estamos preocupados por el tema de las tarifas del aluminio y el acero, que los estadounidenses plantearon recientemente”.

A comienzos de esta semana, Trudeau había hablado de los rumores que apuntaban a que Trump podría volver a imponer aranceles al aluminio canadiense. Explicó que Estados Unidos no tenía suficiente capacidad de producción y que, por tanto, necesitaba aluminio canadiense para sus industrias automotriz y de alta tecnología.

La preocupación por la “situación sanitaria y la realidad del coronavirus que sigue afectando a nuestros tres países” es otro factor que influye en la decisión de ir o no a Washington, dijo Trudeau.

La propagación del coronavirus se ha disminuido de manera constante en Canadá durante las últimas ocho semanas, pero los nuevos casos están aumentando en muchos estados de Estados Unidos.

EUA suma 2.7 millones de contagios de Covid-19, mientras que México registra 238,511 y Canadá 106,782. En cuanto a muertes, EUA tiene cerca de 130 mil; México 29,189 y Canadá 8,721.

Esta tarde, en rueda de prensa virtual, las principales agrupaciones del sector privado expresaron su satisfacción por la entrada en vigor del nuevo Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que este miércoles reemplazó al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

Los empresarios destacaron que el T-MEC afianza la posición de México, la séptima economía manufacturera del mundo, en un mercado de 492 millones de personas, un PIB de 25.9 billones de dólares y un intercambio comercial de 1.17 billones de dólares, casi el 16% global, según la Secretaría de Economía (SE).

Y aunque celebraron la entrada en vigor, advirtieron que los potenciales beneficios del T-MEC no se obtendrán de manera automática, dijo Antonio del Valle, presidente del Consejo Mexicano de Negocios (CMN).

En particular, identificaron retos en las reglas de origen del sector automotor y los paneles de resolución de controversias laborales.

Al detallar que México es ahora el primer proveedor internacional de alimentos de Estados Unidos, el presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), Bosco de la Vega, pidió al gobierno atender la amenaza de la estacionalidad en Estados Unidos, donde los agricultores pretenden bloquear la entrada de productos mexicanos por temporadas.

A diferencia de lo que ha denunciado la clase política, los empresarios aplaudieron el viaje que hará el presidente López Obrador la próxima semana a Washington, donde se encontrará con Donald Trump.

“La visita del presidente López Obrador con Trump va a generar cosas buenas, nosotros estamos muy optimistas en que se generen más condiciones (para la inversión)”, afirmó Francisco Cervantes, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin).

Fue en ese punto donde el presidente del CNA lamentó que el sector privado no ha sido requerido para acompañar al presidente en el viaje a Estados Unidos.

Indicó que aunque hay un distanciamiento, los empresarios reiteran su apoyo al mandatario. “Vemos a un Presidente distante de la iniciativa privada, queremos trabajar en equipo, queremos sumar sobre todo ante el mas grande reto de México moderno”.

El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) advirtió el T-MEC “no es una varita mágica” para la inversión porque el Gobierno mexicano debe garantizar la certidumbre.

“Esperemos que esto nos venga a ayudar a la tremenda crisis económica que estamos viviendo, pero queremos también ser insistentes, como lo hemos hecho en todas nuestras participaciones el día de ayer y el día de hoy, de que esto no es una varita mágica”, declaró Carlos Salazar, presidente del CCE.

Finalmente, el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Gustavo de Hoyos, coincidió con la importancia del encuentro, pero pidió cuidado al presidente.

“Habrá que ser cuidadosos de la agenda, de los acuerdos, qué trae de regreso al país el presidente López Obrador en materia de certidumbre, en materia de apoyo al combate al narcotráfico, en materia migratoria, pero que no quede duda: es fundamental que el jefe del Estado mexicano viaje”, apuntó.

El presidente Donald Trump celebró esta mañana un reporte gubernamental que indica que el país sumó 4.8 millones de empleos y que la tasa de desempleo bajó al 11.1% en junio, esto en medio de la pandemia por Covid-19.

El reporte llega cuando el país comienza a retomar actividades y cuando algunos estados empiezan a permitir la reapertura de los negocios tras el periodo de confinamiento.

“El anuncio de hoy muestra que nuestra economía está volviendo a rugir”, dijo Trump en una rueda de prensa. “Son números históricos”, añadió.

Otro reporte publicado este mismo jueves indicó que 1.43 millones de personas solicitaron beneficios por desempleo en la última semana de junio.

Trump afirmó que en algunas áreas del país todavía se están apagando “las llamas” provocadas por el coronavirus, y afirmó que la crisis “está siendo manejada”.

Pese al fuerte incremento de nuevos casos, Trump dijo que espera ver buenos números de empleo en los próximos meses y que el reporte del Producto Interno Bruto del tercer trimestre, que se conocerá poco antes de la elección presidencial de noviembre, también será fuerte.

El mandatario dijo que el informe publicado hoy “sugiere que los trabajadores tienen confianza en hallar un empleo nuevo”.

No obstante, agregó que La Casa Blanca y el Congreso siguen negociando otra ronda de estímulo, llamada por lo general “Fase 4”, para ayudar a que la economía resista una pandemia que va por su cuarto mes.

Una decena de legisladores de la Liga de Congresistas Hispanos denunciaron en Washington la “politización” de las relaciones entre Estados Unidos y México y urgieron al presidente Donald Trump a cancelar su encuentro con Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

Y es que recordemos que López Obrador viajará a Washington el 8 y 9 de julio para reunirse con Trump con motivo de la entrada en vigor del nuevo tratado comercial de América del Norte, el T-MEC.

Los congresistas demócratas denunciaron en una carta para Trump que el mandatario reciba a AMLO en un momento en que el Congreso no está en sesión y señalaron que es “un intento flagrante de politizar” el vínculo con México.

“Lo instamos encarecidamente a que reconsidere esta reunión y la cancele”, dijeron los congresistas en un momento en que ambos países viven una aguda crisis por el coronavirus y Estados Unidos es el lugar del mundo más golpeado por la pandemia, con más de 127,000 fallecidos.

López Obrador, que no ha viajado al extranjero desde que asumió el poder, efectuará este viaje pese a que el primer ministro de Canadá, el tercer país firmante del T-MEC-, Justin Trudeau, no acudirá al encuentro.

Los congresistas pidieron, además, un plan para terminar con los Protocolos de Protección al Migrante (MPP), un programa por el que los migrantes que buscan refugio en Estados Unidos deben esperar en territorio mexicano el trámite de sus solicitudes.

Los legisladores señalaron que este acuerdo ha dejado varados a 60,000 demandantes de asilo, violando la ley internacional y colocando en una situación de vulnerabilidad a los migrantes.

Entre los firmantes de la carta están el presidente de la Liga de Congresistas Hispanos, Joaquin Castro, así como las representantes Verónica Escobar y Alexandria Ocasio-Cortez.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se reunirá con su homólogo estadounidense, Donald Trump, el próximo 8 de julio, en una visita de trabajo que el mandatario mexicano realizará por Washington.

Así lo confirmó este miércoles el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrar, quien reiteró que ayer recibió la invitación formal por parte de La Casa Blanca.

La visita que AMLO realizará a Estados Unidos incluirá el encuentro con Trump, y un encuentro trilateral el 9 de julio por la entrada en vigor del nuevo tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

“La esencia de esta visita responde a lo que hoy estamos presenciando que es la entrada en vigor de este tratado, hay desde luego muchos temas, con Estados Unidos siempre los habrá y también con Canadá”, dijo Ebrard al participar en la mañanera.

El canciller expuso que López Obrador y Trump tendrán “conversaciones sobre varios temas” el próximo miércoles, mientras que la mañana del día siguiente será “lo que tiene que ver con una agenda trilateral”.

AMLO ha informado que el viaje lo realizará en un vuelo comercial, y que desde México únicamente lo acompañarán el canciller, el jefe de la oficina de Presidencia, Alfonso Romo, y la secretaria de Economía, Graciela Márquez.

Ante las críticas que se han hecho a la visita, al considerar que Trump estaría aprovechando el encuentro para apuntalar su campaña de reelección, Marcelo Ebrard argumentó que el viaje es necesario para mandar una señal a los inversionistas por la entrada en vigor del T-MEC.

“¿Es una visita para qué? Primero, porque tenemos que subrayar para todas y todos, inversionistas, instituciones financieras, pero también para el ámbito internacional en general, que hay un compromiso en Norteamérica para fortalecer el comercio”, expresó.

El funcionario calificó como un triunfo diplomático el inicio del T-MEC, que hace dos años se “pensaba que era imposible”.

López Obrador confió en que el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, acepte sumarse al encuentro y viaje a Washington; aunque dijo que será el gobierno canadiense quien de a conocer sus propios planes.

La entrada en vigor del T-MEC el día de hoy es una buena noticia para México, sin duda. De las pocas buenas noticias que hacen falta en donde todo parece ser negativo. Desde que se concibió el TLCAN, la idea fue acercar a México a Norteamérica. Somos uno de dos países en el mundo que nos encontramos en medio de dos continentes. El otro es Turquía, que está entre Europa y Asía. México está entre el Norte y el Sur del continente americano. Si había que escoger entre melón y entre sandía – como dice el ex Canciller, Jorge G. Castañenda – México escogió melón: Norteamérica, cuando buscó el TLCAN.

Es incongruente que al mismo tiempo que el presidente Andrés Manuel López Obrador cancela inversiones en el país, incumpliendo acuerdos contractuales, presume que a partir de hoy con el arranque del T-MEC, el Tratado México; Estados Unidos y Canadá, el país vivirá un auge de inversiones.

¿Cómo va a ser útil el T-MEC si México lleva no respetando sus acuerdos con empresas que invierten en México desde hace 18 meses? Desde el Nuevo Aeropuerto; la Cervecería de Constellation Brands y los múltiples acuerdos energéticos, por mencionar algunos. La respuesta es muy sencilla. Las inversiones van a seguir llegando, pero van a ser inversiones más volátiles, de las que entran y salen con un costo financiero elevado para las finanzas mexicanas.

Actualmente estamos tan integrados con Estados Unidos y Canadá que aun con un Trump o un AMLO en el gobierno, ya no es posible producir un automóvil o un insumo médico que no requiera componentes de los tres países y por ello, aun con los instintos nacionalistas de estos presidentes en el poder, la integración es imparable. Violar el marco normativo simplemente le costará más a México.

Además hay que tomar en cuenta que el TMEC entra en vigor en medio de un panorama altamente cargado en el ámbito político. Los demócratas querrán argumentar que México está incurriendo en violaciones al tratado para golpear a Trump. El sector agropecuario de ese país es un buen ejemplo. Competimos con una parte de ese mercado durante todo el año, sobretodo en Florida, que además involucra un tema político importante porque es un estado competido entre demócratas y republicanos al cual Donald Trump intentará darle más poder.

Todo esto ocurre cuando AMLO se sienta en sus laureles y presume que el TMEC hará que lleguen inversiones a México. Las cuáles sin duda van a llegar. El problema es que mientras seamos un país en el cual no se respete el Estado de Derecho, quienes vengan a invertir a México, van a ser quienes asuman pagos por ese tipo de panorama incierto. Van a invertir en productos financieros que puedan entrar y salir fácilmente. Olvidémonos de plantas productivas o empresas de servicios que generen empleos y desarrollo a largo plazo.

Hoy hay inversiones en países como Venezuela o Nigeria, que tienen poco Estado de Derecho y no cuentan con un acuerdo con Norteamérica. Lo que pasa ahí es que las inversiones que llegan son volátiles, es decir, pueden irse apenas vean que hay una dificultad. Venden y se van.

Si esa es la idea del presidente, flaco favor nos hizo al haber firmado un tratado como el TMEC, que además de invitar inversiones poco sólidas, nos obliga como país a pagar a los inversionistas como si México fuese un paraíso para quienes deciden meter su dinero cuando él es el primero en no respetar lo acordado.

 

Columna completa en El Universal

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aseguró este lunes que ir a visitar a Donald Trump, para celebrar la entrada en vigor del nuevo tratado comercial entre México, Estado Unidos y Canadá (T-MEC) no le hace un “vendepatrias”.

“No tengo problemas de conciencia porque yo vaya a Estados Unidos si siempre, durante toda mi vida, he sostenido que México es un país libre, independiente y soberano todo el tiempo. No soy un vendepatrias, para decirlo con claridad”, sostuvo en su conferencia de prensa matutina.

Ante las críticas que ha desatado su decisión de viajar a Washington, pues daría a Donald Trump un elemento para su campaña de reelección, de cara a los comicios de noviembre próximo, donde disputará La Casa Blanca junto al virtual candidato demócrata, Joe Biden.

AMLO aclaró que su visita “va a ser una reunión política en el buen sentido de lo que es la política, que tiene que ver con mis facultades, que me da, que me otorga, la Constitución”. AMLO dijo que aún no sabe si a la reunión acudirá el primer ministro canadiense, Justin Trudeau.

A diferencia de quienes lo han criticado, López Obrador ha sostenido que la visita se producirá en “un momento muy oportuno” ya que la alianza comercial que entrará en vigor el 1 de julio va a ayudar a reactivar la economía.

AMLO sostuvo que en los últimos meses ha habido “respeto” de parte del presidente Donald Trump hacia nuestro país. “Incluso el discurso del presidente Trump con relación ha México ha sido más respetuoso de cómo se expresaba anteriormente, cosa que agradecemos mucho”, añadió.

El mandatario afirmó que se puede tener una buena relación con un país como Estados Unidos manteniendo el decoro y dignidad, defendiendo la soberanía nacional,

López Obrador reiteró que el viaje lo realizará en vuelo comercia y no en avión privado como solía hacerse. Además dijo que únicamente lo acompañarán el canciller, Marcelo Ebrard, el jefe de la oficina de Presidencia, Alfonso Romo, y la secretaria de Economía, Graciela Márquez.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) volvió a hablar sobre la visita que realizará a Estados Unidos para reunirse con el presidente Donald Trump.

Rreveló que el viaje a Washington lo hará en un vuelo comercial y estará acompañado de los secretarios de Relaciones Exteriores y de Economía, así como del coordinador de la oficina de la Presidencia.

“No voy a ir en avión privado, voy a ir en avión de línea. No hay forma de ir directo desde la Ciudad de México, tengo que hacer escala pero vamos a estar ahí. Me va a acompañar el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard; la secretaria de Economía, Graciela Márquez, y Alfonso Romo, coordinador de la Oficina de la Presidencia”, dijo en su conferencia de prensa matutina.

López Obrador dijo que la fecha del viaje “está por definirse” y reiteró que tiene como principal objetivo conmemorar la puesta en marcha del nuevo tratado de libre comercio entre México, Estados Unidos y Canadá, el T-MEC, que entrará en vigor el 1 de julio.

Y aunque ayer dijo que le gustaría que al encuentro asistiera el Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, AMLO modificó su posición y dijo que aunque no asista, el visitará a Trump.

“Nada más estamos esperando a que responda el Gobierno de Canadá, para ver si podemos estar juntos los representantes de los tres Gobiernos. Si no es así, ya tomé la decisión de ir a Washington a entrevistarme con el presidente Trump”, expresó.

El mandatario señaló que será una visita rápida, en la que solo se reunirá con su homólogo, descartando encuentros con la comunidad mexicana en Estados Unidos, pues dijo, debe regresar rápido a México para seguir recorriendo el país.

Además de hablar sobre el T-MEC, López Obrador quiere agradecer a Trump el apoyo para conseguir ventiladores par atender en México la epidemia de Covid-19.

Ante las críticas recibidas por querer reunirse con un presidente contrario a los migrantes mexicanos y que se produciría en el marco de la contienda electoral en Estados Unidos, López Obrador dijo que le “importa mucho la relación con el Gobierno” de Trump porque es “una relación económica y comercial indispensable”.

“No voy a cuestiones políticas o electorales. Es una visita de Estado. Tiene que ver con el inicio del tratado, que es de ayuda para México. ¿Hay riesgo? La política es como caminar siempre en la cuerda floja. Hay que correr riesgos y tomar decisiones”, sostuvo.

El virtual candidato demócrata a La Casa Blanca, Joe Biden, aventaja en 14 puntos al presidente Donald Trump en la carrera a las elecciones de noviembre próximo, según una encuesta divulgada este miércoles.

En uno de los peores sondeos preelectorales para Trump, Biden sumó 50% de apoyo contra 36% de su rival, según la encuesta realizada por el diario The New York Times y Sina College.

Otras encuestas recientes le asignaban promedialmente 10 puntos porcentuales de ventaja al exvicepresidente de Estados Unidos.

Biden tiene una cómoda delantera entre las mujeres, afroestadounidenses y latinos, señala el nuevo sondeo. También está casi igualado con Trump entre los votantes hombres, blancos y gente de mediana edad o mayores, cuyo apoyo permitió al magnate ganar los comicios de 2016, según la encuesta.

La encuesta indica que Trump pierde apoyo debido a su respuesta a la crisis del coronavirus que golpeó duramente la hasta entonces saludable economía estadounidense.

El presidente parece estar pagando el precio de su postura de “ley y orden” ante recientes manifestaciones contra el racismo y la brutalidad y policial.

La encuesta muestra que el apoyo a Trump cae en el segmento de blancos y graduados universitarios que tienden a votar por los republicanos.

El estudio fue realizado entre los días 17 y 22 de este mes y abarcó 1,337 votantes registrados.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) confirmó esta mañana que es “muy probable” que se reúna “pronto” con su homólogo estadounidense, Donald Trump, en Washington con motivo de la entrada en vigor del acuerdo comercial con Canadá, el T-MEC.

“Es muy probable que vaya a Washington y me reúna con el presidente Trump, y va a ser pronto”, dijo AMLO en su conferencia matutina, un día después de que Trump anunciara que recibirá a López Obrador en La Casa Blanca.

El mandatario mexicano dijo que están trabajando para “definir el encuentro” al que dijo, le gustaría que participara el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, para escenificar la puesta en marcha del tratado comercial.

“Como va a ser en Washington, estamos esperando que se haga la invitación desde el Gobierno de Estados Unidos al Gobierno de Canadá. De todas maneras, nosotros vamos a asistir porque nos importa mucho el que podamos participar en el inicio de este acuerdo”, añadió AMLO.

López Obrador descartó que la reunión se lleva a cabo el 1 de julio, día en el que entra en vigor el T-MEC, pues coincide con los dos años que se cumplen de haber ganado la presidencia en 2018. Dijo que se prevé sea “inmediatamente después”.

Además de celebrar el inicio del T-MEC, el tabasqueño quiere estar en Washington para agradecer al Gobierno de Estados Unidos y al presidente Trump el apoyo que hemos recibido para enfrentar la pandemia de Covid-19, pues dijo, “ayudaron a conseguir ventiladores”.

Luego de las declaraciones del mandatario, el canciller Marcelo Ebrard, utilizó sus redes sociales para precisar sobre el encuentro.

“El Gobierno de México ha propuesto que con motivo de la entrada en vigor del TMEC (1o de julio) pueda darse
encuentro con los mandatarios de EE.UU. y Canadá para iniciar una nueva etapa trilateral de bienestar y crecimiento económico”.

Agregó que, desde la Secretaría de Relaciones Exteriores estará “informando fechas y programa”.

Twitter ocultó este martes un nuevo tuit del presidente Donald Trump, porque consideró que “incumplió” las reglas de la red social relativas al “comportamiento abusivo” al amenazar con usar la fuerza contra manifestantes en la capital federal.

La empresa con sede en San Francisco, determinó que el tuit de Trump “puede ser de interés público”, por lo que permite a los seguidores del presidente leerlo al hacer clic en el texto que lo tapa.

“Nunca habrá una ‘Zona Autónoma’ en Washington DC mientras yo sea presidente. Si lo intentan, ¡se enfrentarán con una gran fuerza!”, escribió el presidente, en medio de protestas desde hace semanas en todo el país contra la brutalidad policial y el racismo.

Trump se refirió en su tuit a la zona libre de policía creada recientemente por manifestantes en Seattle, que ha provocado indignación entre los conservadores.

La decisión de Twitter de ocultar otro tuit de Trump intensifica una batalla entre La Casa Blanca y las empresas de redes sociales, a las que Trump ha acusado de parcialidad contra los políticos conservadores.

El presidente estadounidense, que tiene 82.4 millones de seguidores en Twitter y utiliza esa red a diario de manera intensiva, firmó a fines de mayo un decreto para limitar la libertad de las redes sociales para decidir sobre sus contenidos.

Twitter aseguró que tomó nuevas medidas con el tuit de Trump porque violó la política de la empresa con “una amenaza de daño contra un grupo identificable”.

La política de Twitter con respecto a líderes mundiales en la mayoría de los casos exige etiquetar los mensajes que vulneren los estándares de la red social, lo que limita su alcance y evita que otros marquen que les gusta o lo retuiteen. Pero deja los tuits disponibles por si se relacionan con “asuntos actuales de importancia pública”.

Recordemos que a finales del mes pasado, Twitter ocultó un tuit de Trump sobre las protestas tras la muerte del afroestadounidense George Floyd al considerar que hacía “apología de la violencia”. Días antes, la red social había marcado dos tuits del presidente sobre la votación por correo como contenido “potencialmente engañosa”.

El presidente Donald Trump visitó este martes la frontera con México para supervisar los trabajos de construcción de los más de 320 kilómetros de muro, una de sus principales promesas de campaña en 2016 y que ahora retoma de cara a la elección de noviembre próximo.

Trump le atribuyó al muro no sólo haber frenado la inmigración ilegal, sino también al coronavirus, diciendo “frenó el COVID, lo frenó todo”.

Al visitar la frontera, Trump aseguró que la “frontera nunca ha estado más segura”. El magnate se reunió con el gobernador republicano Doug Ducey y funcionarios de la Patrulla Fronteriza.

El tema del coronavirus ha ensombrecido la visita del mandatario al estado, pues ante los actos que tiene, la alcaldesa de Phoenix declaró que no creía que fuera buena idea que tantas personas se congregaran en los eventos del republicano, y exhortó al mandatario a usar mascarilla.

Sin embargo, Trump se ha negado a usar la mascarilla en público, convirtiendo el tema en un asunto cultural entre republicanos y demócratas.

En el marco de su viaje, Trump confirmó que planea recibir “pronto” en La Casa Blanca al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), que sería el primer encuentro bilateral entre ambos mandatarios.

“Quiero darle las gracias al presidente de México. Creo que vendrá a Washington bastante pronto, a La Casa Blanca”, dijo Trump, sin dar más detalles.

Recordemos que López Obrador reveló que le había planteado a Trump la posibilidad de una reunión bilateral en junio o julio, pero hasta ahora el mandatario estadounidense no había corroborado que hubiera planes de celebrar ese encuentro.

López Obrador, que no se ha reunido con Trump desde que llegó al poder en diciembre de 2018, planteó inicialmente la cita como una “celebración” por la entrada en vigor del T-MEC.

Sin embargo, la semana pasada López Obrador dijo que, aunque no quería descartarlo del todo, creía que no iba a “ser posible” reunirse con Trump.

Por su parte el canciller Marcelo Ebrard afirmó este martes que su intención seguía siendo la de “simbolizar” de alguna forma la entrada en vigor del T-MEC junto con EUA y Canadá, pero dijo que por ahora no había “nada establecido” en cuanto a una posible reunión con Trump.

El presidente Donald Trump amenazó este martes con hasta 10 años de prisión para aquellos que vandalicen monumentos y estatuas históricas mediante la aplicación de leyes federales, y que considera apliquen de manera retroactiva.

“He autorizado al Gobierno Federal para que arreste a cualquiera que vandalice o destruya cualquier monumento, estatua u otra propiedad federal en Estados Unidos. con hasta 10 años de prisión, a través de la Ley de Preservación de Memoriales de Veteranos o cualquier otra legislación que pueda ser pertinente”, escribió esta mañana el mandatario en su cuenta de Twitter.

Precisó que esta acción, que llevará a cabo mediante una orden ejecutiva que dijo que firmará en breve, tendrá un efecto retroactivo, por lo que aquellos que hayan cometido este tipo de acciones con anterioridad serán también castigados.

Esta decisión llega después de que, en el contexto de las protestas raciales de las últimas semanas, numerosas estatuas de personajes históricos han sido destruidas o afectadas.

Trump calificó hoy a estos manifestantes de “anarquistas y otras cosas” antes de salir de La Casa Blanca en dirección a Arizona para visitar la frontera con México; dijo que “si los estados no pueden controlarlos”, está dispuesto a ayudar.

Ayer, a pocos metros de La Casa Blanca, policías federales evitaron que un grupo de manifestantes derribara la estatua en la que aparece el expresidente Andrew Jackson montado en un caballo que se alza sobre sus dos patas traseras, en el Parque Lafayette, situado frente a la entrada principal de la residencia presidencial.

Los manifestantes habían colocado ya cuerdas y cadenas en la estatua ecuestre cuando los policías dispersaron la protesta haciendo uso de gases lacrimógenos.

La estatua de Jackson se erige en el parque Lafayette, que ha sido epicentro de las protestas raciales en Washington por su ubicación, justo enfrente de la residencia del presidente.

El presidente Donald Trump se dijo dispuesto a reunirse con el mandatario venezolano Nicolás Maduro, además de que externó que no confía plenamente en el líder parlamentario Juan Guaidó, reconocido como presidente interino por un grupo de más de medio centenar de países liderados por Washington.

Las declaraciones del mandatario publicadas por el portal digital Axios, contrastan con la política de “máxima presión” hacia Venezuela que había adoptado el republicano.

“Podría pensarlo (…) A Maduro le gustaría reunirse. Y nunca me opongo a las reuniones”, dijo Trump. “Siempre digo que se pierde muy poco con las reuniones. Pero hasta ahora, las he rechazado”, agregó, refiriéndose a un encuentro con Maduro.

Pese al apoyo firme que el gobierno de Trump ha dado a Guaidó, Axios explicó que durante la entrevista (de la que el portal difundió unos extractos), Trump mostró sus reservas hacia Guaidó y su desempeño e “indicó que no tiene mucha confianza” en él.

Guaidó, presidente del Parlamento venezolano, se autoproclamó presidente interino de Venezuela en enero de 2019 y ha sido reconocido como tal por cerca de 60 países, que consideran ilegítimo el segundo gobierno de Nicolás Maduro por las irregularidades en las elecciones de 2018.

Guaidó “fue elegido. Yo creo que estaba necesariamente a favor, pero a alguna gente le gustaba, a otra no. A mí me parecía bien. No creo que fuera muy significativo de una u otra manera”, dijo Trump.

Las declaraciones de Trump coinciden con la publicación esta semana de un libro de memorias del exasesor de Seguridad Nacional, John Bolton, que ha causado un gran revuelo en Estados Unidos. En él, Bolton menciona a Venezuela y a Guaidó.

Según extractos del libro publicados por Axios y otros medios estadounidenses, Bolton escribió que Trump tuvo sus dudas sobre Guaidó desde el principio ya que lo consideraba “un niño” frente a Maduro, cuya imagen era “fuerte”.

Respondiendo a una pregunta sobre si lamentaba su decisión de haber apoyado a Guaidó, como sugiere Bolton, Trump dijo: “Podría haber vivido con Guaidó y sin él, pero yo estaba muy en contra de lo que pasaba en Venezuela”.

En febrero, Trump recibió con honores en La Casa Blanca a Guaidó, que dos días antes había acudido como invitado al discurso anual del mandatario sobre el estado de la Unión en el Capitolio, durante el cual recibió una ovación de pie tanto de los republicanos como de los demócratas. En ese momento, Trump prometió “aplastar” la “tiranía” de Maduro.

Sin embargo, esta mañana matizó sus declaraciones, y utilizó sus redes sociales para asegurar que solo se reuniría con Maduro para discutir su salida del poder.

El alcalde republicano de Tulsa anuló el toque de queda que había impuesto desde ayer para evitar disturbios en dicha del estado de Oklahoma, que alberga este sábado el mitin electoral del presidente Donald Trump, según anunció el propio presidente.

“Acabo de hablar con el muy respetado alcalde de Tulsa, G.T. Bynum, que me ha informado de que no habría toque de queda esta noche ni mañana para nuestros seguidores que participen en el mitin”, tuiteó Trump. “Diviértanse. ¡Gracias al alcalde Bynum!”, añadió el mandatario.

El toque de queda, que sólo aplicaba para la zona en la que el mandatario dará su discurso, comenzó el jueves por la noche e iba a durar hasta el domingo por la mañana, con una interrupción durante la celebración del mitin.

La decisión local había obligado a las decenas de seguidores de Trump que llevaban días haciendo cola para estar en las primeras filas del mitin a recoger sus tiendas de campaña y desplazarse hasta la zona autorizada.

Para justificar el toque de queda, el alcalde Bynum había afirmado tener información sobre la posible llegada a la ciudad de “individuos de grupos organizados que han estado implicados en episodios violentos y destructivos en otros estados”.

El propio presidente había amenazado en Twitter a los “manifestantes, anarquistas, saqueadores y los delincuentes que van a Oklahoma”. “Deben entender que no se les tratará como en Nueva York, Seattle o Minneapolis. ¡Será muy diferente!”, advirtió Trump respecto a las manifestaciones a veces violentas que ocurrieron hace poco en esas ciudades.

Se espera que más de 100,000 personas viajen entre el viernes y el sábado a Tulsa.

Trump había elegido este 19 de junio, fecha simbólica en la que se conmemora el final de la esclavitud en Estados Unidos en 1865, para celebrar su mitin, pero lo aplazó al sábado ante las críticas recibidas.

Tulsa está marcada por el recuerdo de una de las peores matanzas raciales de la historia del país, en la que 300 afroestadounidenses fueron masacrados por una turba blanca en 1921. Este año el recuerdo del final de la esclavitud llega en un contexto de fuertes tensiones raciales tras la muerte de varios ciudadanos negros durante intervenciones policiales.