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Un ataque ruso destruyó este lunes un edificio residencial en el centro de Ucrania, dejando cinco muertos y decenas de heridos, en un momento en que Rusia intensifica sus bombardeos tras una serie de ataques con drones en su territorio.

Dos misiles rusos golpearon por la mañana la ciudad de Krivói Rog: uno impactó en un edificio de viviendas dejando cinco muertos, incluida una niña de diez años, y al menos 64 heridos, según el responsable de la administración militar de la ciudad, Oleksandr Vilkul.

“Bombardearon edificios residenciales, un edificio universitario, una intersección vial. Lamentablemente, hay muertos y heridos. Puede haber gente bajo los escombros”, dijo en Facebook el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, denunciando una vez más el “terrorismo ruso”.

En las imágenes difundidas por el mandatario, se podía ver un edificio de viviendas afectado en varios pisos. Otro misil impactó en un centro educativo que según las mismas imágenes, estaba completamente destruido.

El ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, anunció que los ataques de Moscú contra infraestructuras militares ucranianas, habían “aumentado considerablemente” en respuesta a los ataques contra territorio ruso ocurridos en los últimos días.

Y es que la península de Crimea, territorio ucraniano anexionado por Rusia en 2014, así como otros territorios rusos, fueron atacados en las últimas semanas con drones; el domingo, un ataque con estos aparatos dañó dos edificios en un barrio de negocios de Moscú, aunque fueron daños menores.

Zelenski se mostró satisfecho el domingo por esos ataques, considerando que la guerra estaba llegando al fin “a Rusia”.

“Progresivamente, la guerra llega al territorio de Rusia, a uno de los centros simbólicos y sus bases militares. Es un proceso inevitable, natural y absolutamente justo”, declaró el mandatario ucraniano.

“Ucrania se está haciendo más fuerte”, agregó el presidente, advirtiendo que su país debía prepararse ante nuevos ataques contra infraestructuras energéticas el próximo invierno.

El ministro ruso de Defensa aseguró por su parte que la contraofensiva ucraniana, iniciada a principios de junio tras meses de preparación, estaba siendo “infructuosa” y que “las armas occidentales no están conduciendo al éxito” de Kiev, sino a “prologar el conflicto”.

El Kremlin consideró este lunes que los drones lanzados contra Moscú era un “acto desesperado” de Ucrania, cuya contraofensiva, según Rusia, es un fracaso.

Por su parte, la viceministra ucraniana de Defensa, Ganna Maliar, contradijo a Moscú calificando de “éxito” la actuación de las tropas ucranianas en el sur del país, donde han logrado recuperar nuevos territorios en los últimos dos meses.

Según Maliar, la contraofensiva en marcha ha permitido “liberar” 12.6 km2 de territorios ocupados, hasta un total de 204.7 km2 desde el inicio de la operación.

El sur de Ucrania sufrió su tercera noche consecutiva de bombardeos rusos que golpearon especialmente al puerto de Odesa, en el mar Negro, nuevo objetivo de Moscú desde que se retiró de un acuerdo de granos clave para la alimentación mundial.

Ucrania acusa a Rusia de atacar de manera específica sus infraestructuras portuarias con el objetivo de impedir cualquier posible reinicio de sus exportaciones de cereales.

Al menos dos civiles murieron en bombardeos en Odesa y Mikolaiv, otro puerto del sur de Ucrania, en la desembocadura del río Bug en el mar Negro, informaron las autoridades locales que difundieron imágenes de edificios en llamas y fachadas destrozadas.

La fuerza aérea ucraniana indicó que Rusia lanzó en total 38 misiles y drones contra las dos ciudades.

“Lamentablemente no es posible interceptar todos los misiles, en particular los misiles supersónicos Kh-22 y Onyx, que son muy difíciles de destruir”, precisó en Telegram Oleg Kiper, gobernador de la región de Odesa.

Estos misiles, que Rusia utiliza muy poco, ya fueron lanzados durante un ataque en la noche del martes contra terminales de granos e infraestructuras portuarias de Odesa y de Chornomorsk, destruyendo silos y 60,000 toneladas de cereales.

El ejército ruso informó hoy que “solo” atacó instalaciones militares en la región de Odesa y cerca de Mikolaiv.

Tras amenazas de parte de Moscú, Ucrania advirtió este jueves que todos los buques que naveguen el mar Negro hacia Rusia y zonas ocupadas por las tropas de Moscú podrán ser considerados “como transporte de mercancías militares con todos los riesgos asociados”.

Y es que recordemos que el inicio de la ofensiva rusa en febrero de 2022 provocó el bloqueo de los puertos ucranianos en el mar Negro hasta que en julio del año pasado se firmó un acuerdo mediado por Turquía y la ONU, que fue prolongado en dos ocasiones.

Sin embargo, el lunes pasado el Kremlin anunció que se retiraba del pacto después de meses quejándose del incumplimiento de una disposición del acuerdo para exportar sus productos agrícolas y fertilizantes.

Tras la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022, la exportación de cereales por parte de Kiev se vieron fuertemente afectada hasta convertirse en un arma de guerra.

Con la mediación de Turquía y la ONU, Kiev y Moscú acordaron hace un año una serie de medidas para garantizar la seguridad de los buques que llevan granos ucranianos a los mercados internacionales, un pacto conocido como la “Iniciativa del Mar Negro”.

Dicho acuerdo expiró este 17 de julio, y aunque se esperaba una renovación, Rusia decidió suspenderlo con el argumento de que las sanciones que sufre debido a su agresión contra Ucrania impiden que se cumpla la parte del acuerdo que debe garantizar también las exportaciones de alimentos y fertilizantes rusos.

“En la práctica, los acuerdos del mar Negro expiraban hoy. Lamentablemente, la parte del acuerdo del mar Negro que se refiere a Rusia no se ha cumplido. Por ello, (el acuerdo) pierde su vigor”, dijo hoy el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

El funcionario ruso se refería a la reconexión del banco agrícola ruso, Rosseljozbank, al sistema bancario internacional SWIFT, el levantamiento de sanciones a repuestos para la maquinaria agrícola, el desbloqueo de la logística y seguros de transporte, el descongelamiento de activos y la reanudación de la tubería de amoniaco Togliatti-Odesa, que explotó el 5 de junio.

Rusia rechazó así la prolongación del acuerdo, horas después de que drones navales atacaran un puente estratégico que conecta su territorio con la península anexada de Crimea, y que es clave para transportar suministros a los soldados rusos en Ucrania.

“Tan pronto como la parte del acuerdo relativa a Rusia esté satisfecha, el país volverá inmediatamente al acuerdo sobre los cereales”, advirtió.

El acuerdo ha permitido exportar más de 32 millones de toneladas de grano ucraniano.

El presidente Vladimir Putin denunció la semana pasada que los intereses de Moscú estaban siendo ignorados.

Al respecto, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, aseguró que nunca acordaron pacto alguno con Rusia para la exportación de grano y que el corredor abierto a través del mar Negro puede seguir utilizándose a pesar de la salida de Moscú.

“Teníamos dos acuerdos: Ucrania, Turquía y la ONU; y otro acuerdo, el de Rusia, Turquía y la ONU”, aseguró Zelenski en una entrevista con medios africanos y cuyas citas han sido difundidas por su portavoz, Sergi Nikiforov.

En ese sentido, Zelenski aseguró que cuando Rusia anuncia que pone fin al acuerdo de exportación de grano lo que está haciendo es “romper” sus acuerdos con el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, y con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.

Aclaró que su gobierno “no tenía ningún acuerdo con ellos”. Zelenski informó que ordenó al Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania para que haga saber a las autoridades de Naciones Unidas y Turquía la predisposición de Kiev a continuar con dicha iniciativa.

Por su parte el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, aseguró este lunes que seguirá intentando reactivar el acuerdo para facilitar la exportación de cereal ucraniano a través del Mar Negro.

Erdogan se mostró optimista de que el presidente ruso, Vladímir Putin, accederá a reactivarlo.

“Creo que mi amigo, el señor Putin, desea que este puente humanitario (el corredor de cereales) continúe”, dijo el mandatario turco a la prensa en Ankara poco antes de partir en una gira por Arabia Saudí, Catar y los Emiratos Árabes Unidos.

En tanto, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, calificó de “medida cínica” la decisión de Rusia de suspender el acuerdo de exportación de grano a través del Mar Negro, y añadió que la Unión Europea seguirá trabajando para garantizar la seguridad alimentaria de los países pobres.

“Condeno de forma enérgica la cínica decisión rusa de poner fin a la iniciativa de los cereales del Mar Negro, a pesar de los esfuerzos de la ONU y Turquía. La UE trabaja para garantizar la seguridad alimentaria de los más vulnerables del mundo. Los carriles de solidaridad de la UE seguirán sacando productos agroalimentarios de Ucrania y llevándolos a los mercados mundiales”, tuiteó Von der Leyen.

El responsable de Política Exterior de la UE, Josep Borrell, calificó de injustificada la decisión de Moscú, a la que acusó de estar utilizando los alimentos como arma en el conflicto con Ucrania.

Finalmente, la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, dijo que Rusia cometió “otro acto de crueldad” al suspender el acuerdo del mar Negro, ya que con ello dio “otro golpe a los más vulnerables del mundo”.

La embajadora dijo que los acuerdos del mar Negro han traído estabilidad a los precios de los alimentos en un mundo donde 345 millones de personas viven altos niveles de inseguridad alimentaria, una cifra que ha crecido con “la brutal guerra contra Ucrania”.

“Esto es lo que pasa cuando un país decide tomar a la humanidad entera como rehén (…) mientras Rusia se dedica a los juegos políticos, la gente de verdad sufre”, insistió, e instó a la comunidad internacional a obligar a Rusia a revertir si decisión, volver a las negociaciones y expandir el campo de aplicación de los acuerdos.

Los países de la OTAN decidieron este martes que invitarán a Ucrania a adherirse a la alianza “cuando se cumplan las condiciones”, pese a la presión del mandatario ucraniano, Volodimir Zelenski, para obtener una vía más clara a la membresía.

“Presentaremos una invitación para que Ucrania se una a la OTAN cuando los aliados estén de acuerdo y se cumplan las condiciones”, dijo el secretario general de la alianza transatlántica, Jens Stoltenberg.

El anuncio fue formulado al fin de la primera jornada de una cumbre de la OTAN en Vilna, la capital de Lituania.

Al ser consultado sobre las “condiciones” que deberían cumplirse, Stoltenberg mencionó la modernización de las instituciones de defensa y seguridad de Ucrania, el combate a la corrupción y la interoperabilidad logística con el resto de la alianza.

En la actualidad, añadió, hay una guerra “y, por lo tanto, creo que los aliados están de acuerdo en que mientras la guerra continúe, no es momento para hacer de Ucrania un miembro de pleno derecho de la alianza”.

Como gesto de buena voluntad, sin embargo, los países de la OTAN también acordaron remover la exigencia del Plan de Acción de Membresía (Membership Action Plan, MAP en inglés) ucraniano para acceder a la alianza.

El MAP, exigido a aspirantes a la adhesión, incluye asistencia técnica y política de la alianza y soporte práctico específico en áreas como defensa, economía, seguridad y normativa legal.

Zelenski volvió a defender su causa en un mitin público en Vilna, donde mañana participará como invitado de la cumbre.

“La OTAN dará seguridad a Ucrania, Ucrania fortalecerá a la OTAN”, proclamó junto al presidente lituano, Gitanas Nauseda, antes de que se izara una bandera ucraniana traída desde Bajmut, principal teatro de batalla durante meses entre las fuerzas rusas y ucranianas.

Antes de viajar a Vilna, Zelenski criticó amargamente la “incertidumbre” y la “debilidad” de la OTAN sobe definir el camino de Ucrania a la membresía e indicó que esa actitud estimula el “terror” ruso.

Rusia indicó que sigue “muy de cerca” la cumbre de Vilna, en la que ve “un fuerte carácter antirruso”.

Recordemos que cuando el presidente ruso, Vladimir Putin, anunció la intervención militar en Ucrania, el 24 de febrero de 2022, exigió entre otros puntos que la exrepública soviética tuviese un “estatus neutral” y garantías de que nunca entraría a la OTAN.

Finalmente, y como expresión de apoyo, varios países de la OTAN anunciaron más entregas de armas a Ucrania.

El exvicepresidente de Estados Unidos Mike Pence realizó este jueves una visita sorpresa a Kiev y se reunió con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.

Pence se convierte así en el primero de los aspirantes del Partido Republicano a la Presidencia de Estados Unidos en hacer una visita al país desde la invasión rusa.

Pence explicó a la cadena NBC, el primer medio de comunicación que informó de su visita, que viajaba como un “ciudadano privado” que quiere conocer de primera mano el “heroísmo” del ejército y del pueblo ucranianos.

El exvicepresidente subrayó su “determinación” por garantizar el apoyo estadounidense a los “amigos y aliados” de Ucrania.

Pence quiso mostrar con este viaje su posición respecto al conflicto ucraniano, como defensor del papel de liderazgo estadounidense en el apoyo a Kiev en su lucha contra la Rusia de Vladímir Putin, a pesar de que a las bases de su partido este apoyo no les parece un asunto importante.

La NBC recordó que, en una de sus últimas encuestas, más de la mitad de los votantes republicanos veían poco probable votar a un candidato que quiera seguir apoyando a Ucrania y enviando armas y ayuda económica al país, frente a un 28% que sí estaría dispuesto.

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, aseguró este viernes que la contraofensiva de las fuerzas ucranianas en el este del país está fracasando, esto durante una comparecencia en el Foro Económico que se celebra en San Petersburgo.

Putin también dijo que su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, “es una desgracia para el pueblo judío”, en un insulto a la herencia del mandatario.

“Yo tengo muchos amigos judíos, desde la infancia. Dicen que Zelenski no es judío. Es una desgracia para el pueblo judío”, declaró desde el foro, en referencia al mandatario ucraniano, hijo de padres judíos.

Sobre la contraofensiva ucraniana, Putin aseguró que Kiev está registrando unas pérdidas de “más de diez a uno” respecto a las fuerzas rusas. “Sus bajas son muy elevadas. Eso es un hecho. En términos de equipo, estas pérdidas están aumentando cada día que pasa. Ahora mismo han perdido 186 tanques y 418 vehículos acorazados”, dijo según declaraciones recogidas por la agencia rusa Interfax.

Ucrania no ha anunciado públicamente el comienzo de esta contraofensiva, que Putin no obstante dio por empezada hace una semana. El Ministerio de Defensa británico también ha constatado un notable incremento de las actividades militares ucranianas desde el pasado fin de semana.

Concretamente, Putin ha estimado que las fuerzas ucranianas fracasan en muchas ocasiones a la hora de romper las líneas de defensa rusas y que, cuando lo consiguen, son incapaces de preservar estas ventajas
territoriales.

“A veces alcanzan la primera línea, otras veces fracasan. Pero cuando usan sus llamadas reservas estratégicas, en particular las que usan para asegurar territorios, no alcanzan ninguno de sus objetivos”, añadió.

Habló de casos concretos en Vremevski (Donetsk) y Zaporiyia, ambas en la región de Donetsk, donde las fuerzas ucranianas estarían lanzando una nueva ofensiva con el apoyo de varios tanques. “La batalla continúa en este momento pero creo que las fuerzas armadas de Ucrania no tienen ninguna posibilidad en esta situación. Es más, no tengo duda alguna al respecto”, remató.

El presidente ruso, Vladimir Putin, reconoció este martes la posibilidad de que Moscú no apruebe una nueva prórroga del acuerdo para la exportación de granos y cereales desde puertos ucranianos, poniendo así fin a uno de los principales acuerdos entre Rusia y Ucrania desde el estallido de la invasión.

De acuerdo con el mandatario ruso, el pacto tenía como principal objetivo abastecer a los países más necesitados de los productos agrícolas producidos o transportados desde Ucrania, algo que, según él, no se está cumpliendo. “Hemos sido engañados una vez más”, ha denunciado.

“Por tanto, ahora estamos pensando en cómo podemos salir de este llamado acuerdo de granos (…) Además, los corredores por los que pasan los barcos son utilizados constantemente por el enemigo para lanzar drones navales”, añadió el presidente, según recoge la agencia rusa de noticias TASS.

Esta fue la ocasión en la que el presidente ruso ha sido más claro sobre el futuro de este pacto, que parece próximo a su fin.

Sin embargo, Putin ha incidido en que Moscú elabora un plan para seguir apoyando a aquellas naciones más necesitadas y reemplazar los suministros ucranianos de forma gratuita.

“La cantidad de cereales que han recibido los países más pobres es poco más del tres por ciento. Estamos dispuestos a suministrarla a los países más pobres de forma gratuita”, señaló Putin, quien apuntó que aún no ha conversado sobre este asunto con los líderes de los países afectados.

Las autoridades rusas han advertido en repetidas ocasiones a lo largo de las últimas semanas que, dada la situación, es más que probable que Moscú se desvincule del acuerdo, firmado en julio del año pasado, pocas semanas después del estallido de la guerra en Ucrania, con la mediación de Turquía y Naciones Unidas.

Para no firmar una nueva prórroga, Moscú ha denunciado que solo se está cumpliendo con la parte de acuerdo que beneficia a Kiev, y ha planteado varias exigencias relacionadas con el sector agrícola y con el oleoducto de amoniaco Toliatti-Odesa, recientemente saboteado en el tramo que pasa por Jersón.

El presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó este viernes que la gran contraofensiva que Ucrania prepara desde hace meses “ha empezado”, lo que se evidencia, dijo, por el despliegue en el frente de refuerzos del enemigo

“Podemos afirmar plenamente que esta ofensiva ha empezado”, declaró Putin en un video difundido por Telegram por un periodista de la televisión pública rusa.

“Las tropas ucranianas no lograron su objetivo en ninguno de los campos de batalla”, agregó el mandatario ruso.

El ejército ruso informó en los últimos días que hay intensos combates en el sur de Ucrania y afirmó que repelió varios ataques de las tropas de Kiev que podrían ser el inicio de una vasta contraofensiva que preparada desde hace meses por el Estado Mayor Ucraniano.

Las autoridades de Ucrania y el Ejército, reforzado con los envíos de material occidental, mantienen un perfil bajo, sin dar precisiones sobre su estrategia.

 

 

El presidente ruso, Vladímir Putin, aseguró hoy que ya ha comenzado la contraofensiva ucraniana, lo que se evidencia por el despliegue en el frente de “refuerzos estratégicos” del enemigo.

“Podemos constatar con certeza que la contraofensiva (ucraniana) ya ha comenzado”, dijo Putin a la prensa, según la agencia Interfax.

Al mismo tiempo, subrayó que todos los ataques perpetrados esta semana por el enemigo “han fracasado”. “Las fuerzas ucranianas no han logrado los objetivos que se marcaron en ninguno de los sectores del frente”, añadió.

“Los combates continúan ya por quinto día consecutivo. Por ejemplo, ayer y anteayer los combates fueron muy intensos”, aseguró.

Putin calificó de “significativas” las pérdidas sufridas por el bando ucraniano, ya que, adujo, “es conocido que en las operaciones ofensivas las pérdidas suelen ser aproximadamente de tres a uno”.

“Pero en este caso éstas (pérdidas) superan con creces ese indicador clásico. Las cifras impresionan”, insistió.

Destacó el heroísmo de los soldados rusos, la buena dirección de sus mandos y la efectividad del moderno armamento ruso, aunque admitió su escasez en el frente.

“Sí, aún no nos llega ese tipo de armamento moderno, pero la industria de defensa se está desarrollando con rapidez (…) Tiene lugar una drástica ampliación de la producción de armas modernas”, subrayó.

A su vez, admitió que el ejército ucraniano conserva su “potencial ofensivo”, aspecto que es valorado “de manera realista” por la plana mayor del Ministerio de Defensa a la hora de decidir los pasos a dar “a corto plazo”.

“En lo que se refiere a si la contraofensiva (ucraniana) se atascó o no, en todo caso podemos constatar que hasta ahora todos los intentos de ofensiva han fracasado, pero el régimen de Kiev aún conserva su potencial ofensivo”, afirmó.

El Ministerio de Defensa aseguró hoy que las tropas rusas rechazaron hasta doce ataques ucranianos en diferentes sectores del frente, desde el Donbás al sur del país.

El jueves, el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, informó de que el enemigo intentó romper las líneas defensivas rusas en Zaporiyia, sur de Ucrania.

Precisamente, Kiev considera que Rusia voló el martes la presa de Kajovka para impedir su avance a través del río Dniéper en la región de Jersón hacia la anexionada península de Crimea.

El jefe del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, advirtió de que la ofensiva ucraniana continuará en los próximos días después de asegurar recientemente que la campaña militar rusa había fracasado en su intento de desmilitarizar el país vecino.EFE

 

 

En Broojula, Ana Paula Ordorica platica con Stephanie Henaro, analista internacional, sobre lo dicho por Volodímir Zelenski, acerca de que su país prepara, desde hace meses, una gran ofensiva para recuperar los territorios ocupados desde la invasión rusa de febrero de 2022.  ¿En qué consiste y en qué punto se encuentra?

El ataque de hoy con ocho drones contra Moscú es consecuencia de los “problemas internos” de Rusia y podría haber sido perpetrado por grupos de oposición rusos que buscan derrocar al presidente de Rusia, Vladímir Putin, afirmó el portavoz de la Fuerza Aérea ucraniana, Yuriy Ignat.

“Esto son problemas internos”, dijo Ignat en una intervención en la televisión ucraniana en la que añadió que estos “problemas” se incrementarán de la mano de grupos como la Legión Libertad para Rusia, que protagonizó la semana pasada junto a otro grupo de voluntarios armados rusos una incursión en la región fronteriza de Bélgorod.

Ignat también hizo referencia a otra “legión” que podría suponer una amenaza para Putin a corto plazo. “La legión de la ‘República de Ichkeria’ también está tomando fuerza”, dijo el portavoz militar utilizando el nombre que le dan al territorio de Chechenia quienes aspiran a declarar su independencia de Rusia.

“Espero que Rusia se levante contra la tiranía”, remachó Ignat, siguiendo la línea de otros portavoces de Kiev que celebraron la incursión la semana pasada en la región rusa fronteriza con Ucrania de Bélgorod y que han animado a los ciudadanos de la Federación Rusa contrarios a Putin a rebelarse.

Y es que según el gobierno ruso, que ha acusado a Ucrania de un acto que ha calificado de “terrorista”, las defensas antiaéreas rusas han derribado los ocho aparatos dirigidos contra la capital.

El presidente Vladimir Putin afirmó este martes que el mayor ataque con drones de la historia de Ucrania contra Moscú fue un intento de asustar y provocar a Rusia, por lo que se reforzarían las defensas aéreas en torno a la capital del país.

Rusia declaró que ocho aviones no tripulados atacaron zonas civiles de Moscú y la región de Moscú, con una población de más de 21 millones de habitantes, en las primeras horas del martes, pero fueron derribados o desviados con inhibidores electrónicos especiales.

Putin calificó el asalto como una respuesta terrorista que se produjo después de que Moscú atacara hace varios días el cuartel general de la inteligencia militar ucraniana.

Ucrania, dijo Putin, había elegido el camino de intentar “intimidar a Rusia, a los ciudadanos rusos y los ataques a edificios residenciales”. “Esto es claramente un signo de actividad terrorista”, afirmó.

Las incursiones con drones en el interior de Rusia se han intensificado en las últimas semanas, con ataques a oleoductos e incluso al Kremlin a principios de este mes. Ucrania negó el ataque al Kremlin, pero The New York Times informó de que los servicios de inteligencia estadounidenses creen que Kiev fue el responsable.

El ataque de este martes tuvo como objetivo algunas de las zonas más ricas de Moscú, incluida una en el oeste de la ciudad donde Putin y la élite rusa tienen viviendas. Dos personas resultaron heridas y algunos rusos que vivían en dos bloques de apartamentos ligeramente dañados fueron evacuados brevemente, según el alcalde de Moscú.

A principios de este mes, dos drones explotaron sobre el Kremlin en un ataque del que Rusia también culpó a Kiev, el cual, según el gobierno ruso, iba dirigido contra Putin.

Los líderes de las democracias más ricas del mundo acordaron el viernes endurecer las sanciones contra Rusia, mientras que un borrador de comunicado que se publicará tras sus conversaciones en la ciudad japonesa de Hiroshima subrayó la necesidad de reducir la dependencia del comercio con China.

Los líderes del Grupo de los Siete (G7), a los que se unirá este fin de semana el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, se comprometieron a restringir cualquier exportación a Rusia que pueda ayudarla en su guerra de 15 meses contra Ucrania.

“Esto incluye las exportaciones de maquinaria industrial, herramientas y otras tecnologías que Rusia usa para reconstruir su maquinaria bélica”, afirmaron en una declaración conjunta hecha pública este viernes, en la que añadieron que buscarían medidas para restringir los ingresos por metales y diamantes.

En cuanto a China, a la que las potencias del G7 ven cada vez más como una amenaza para la seguridad económica, debían acordar que su condición de segunda economía mundial significaba que no había otra alternativa que buscar la cooperación.

También reafirmaba la necesidad de paz y estabilidad en el estrecho de Taiwán e instaba a China a presionar a Rusia para que ponga fin a su agresión militar a Ucrania.

Los miembros del G7: Estados Unidos, Japón, Alemania, Gran Bretaña, Francia, Canadá e Italia, aprovecharán la reunión de tres días para debatir la estrategia a seguir en un conflicto ucraniano que no da señales de remitir.

Los países del G7 reafirmaron su condena de la agresión rusa y prometieron más apoyo a Ucrania, en términos de ayuda militar y financiera para su economía destrozada por la guerra este año y el próximo.

Zelenski asistirá el domingo, dijeron dos funcionarios implicados en la cumbre del G7, que pidieron no ser mencionados debido a lo delicado del asunto.

Por su parte, Estados Unidos impuso este viernes una nueva batería de sanciones por la guerra en Ucrania que afecta a más de 200 entidades, personas, barcos y aviones que están colaborando con Rusia en su ofensiva.

El secretario de Estado, Antony Blinken, detalló en un comunicado que los nuevos vetos, decididos en el marco de la cumbre del G7 en Hiroshima, Japón, cubren el sector energético, defensivo, minero o tecnológico y a personas que están ayudando a Rusia a aumentar su producción y capacidad energética.

Las acciones forman parte de la última ronda de sanciones y controles a las exportaciones por parte de Estados Unidos y otros países en respuesta a la invasión de Rusia a Ucrania.

Están diseñadas para degradar la base industrial de Rusia y su capacidad para mantener la guerra.

Estados Unidos y una coalición de otros 37 países han impuesto a Rusia controles a la exportación sin precedentes desde su ataque no provocado a Ucrania en febrero de 2022.

En marco de la cumbre, los líderes del G7 expresaron su inquietud por la acumulación de arsenal nuclear “sin diálogo” por parte de China, que dijeron supone “una preocupación para la estabilidad mundial y regional”.

El Grupo de los Siete desveló esa posición en un comunicado conjunto al término de una cena de trabajo a puerta cerrada sobre diplomacia y seguridad, que se celebró en el primer día de la cumbre de mandatarios en Hiroshima.

Hiroshima, la primera ciudad en ser bombardeada con un arma nuclear el 6 de agosto de 1945, es la sede de la 49 reunión del Grupo de los Siete, donde los líderes buscarían mandar un fuerte mensaje por la paz y en contra de las armas nucleares en el contexto de la guerra de Ucrania.

Rusia accedió a prorrogar un acuerdo que le permitía a Ucrania exportar granos por puertos del Mar Negro, algo que impulsa la seguridad alimentaria luego de que la guerra iniciada hace más de un año provocó que los precios subieran.

“Quiero dar buenas noticias”, declaró el presidente turco Recep Tayyip Erdogan. “Gracias a los esfuerzos de nuestro país, el apoyo de nuestros amigos rusos y la contribución de funcionarios ucranianos, la Iniciativa de Granos del Mar Negro ha sido extendida por otros dos meses”.

Recordemos que Turquía y la ONU mediaron para concretar el año pasado el acuerdo, además de otro que permite los envíos de alimentos y fertilizantes por parte de Rusia, aunque Moscú ha denunciado que esa parte no ha sido respetada.

Rusia había fijado mañana jueves como plazo para que se resolvieran las inquietudes que tenían respecto al acuerdo, o de lo contrario, anunció, abandonaría el pacto.

Esta posición del gobierno ruso no es nueva: en marzo, cuando se debatía una prórroga similar, Rusia decidió unilateralmente renovar el pacto por 60 días en vez de los 120 estipulados en el arreglo.

La vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, declaró este miércoles que se tendrán que resolver algunos problemas “al nivel técnico”. Ni ella ni Erdogan mencionaron si Rusia recibió alguna concesión.

Erdogan agradeció al presidente ruso Vladimir Putin, al presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy y al secretario general de la ONU Antonio Guterres por sus contribuciones.

“Continuaremos los esfuerzos para asegurar que se cumplan todas las condiciones del acuerdo para que pueda cumplirse la próxima fase”, añadió Erdogan.

La extensión del acuerdo brindará un alivio a los países de África, Medio Oriente y Asia que dependen del trigo, la cebada, los aceites y otros productos ucranianos, especialmente ahora que impera una sequía. Autoridades han señalado que el pacto ayudó a reducir los precios de productos como el trigo en los últimos meses.

“Los productos ucranianos y rusos alimentan al mundo”, expresó Guterres. “Son importantes porque seguimos estando en medio de una crisis sin precedente del alto costo de la vida”.

En conversaciones en Estambul, el viceprimer ministro ucraniano Oleksandr Kubrakov dijo que el acuerdo “debe ser prorrogado por más tiempo y debe ser ampliado” para dar “previsibilidad y confianza” a los mercados. Moscú dijo que se opone a ampliar el pacto.

El acuerdo ha permitido el envío de más de 30 millones de toneladas métricas de granos ucranianos, más de la mitad de las cuales han ido a países en desarrollo. China, España y Turquía han sido los principales receptores, lo que ha hecho que Rusia denuncie que los alimentos no están yendo a los países más necesitados.

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, admitió este jueves que su país necesita más tiempo para lanzar una contraofensiva contra las fuerzas rusas, mientras que el Kremlin reconocía grandes dificultades en el frente.

“Con (lo que ya tenemos) podemos seguir adelante y, creo, tener éxito, pero perderíamos a mucha gente. Creo que eso es inaceptable. Así que tenemos que esperar. Todavía necesitamos un poco más de tiempo”, afirmó el mandatario ucraniano en una entrevista.

Zelenski resaltó que las fuerzas ucranianas, parte de las cuales fueron entrenadas por la OTAN, están “listas”, pero aún necesitan “algunas cosas”, incluidos blindados, ya que Rusia ha fortalecido sus defensas desde las regiones orientales de Lugansk y Donetsk, hasta Zaporiyia y Jersón, en el sur.

En relación a esto, Reino Unido anunció hoy el suministro a Ucrania de misiles de crucero “Storm Shadow”, que, con un alcance de más de 250 kilómetros, permitirán a las fueras ucranianas llevar ataques a mayor distancia e incluso alcanzar el territorio ruso.

Este mismo jueves el portavoz de las Fuerzas Armadas de EUA para Europa y África, Martin O’Donnell, afirmó además al medio ucraniano RBC que “la comunidad internacional entregó a Ucrania alrededor de 600 tipos de armas y municiones, desde tanques Abrams y Leopard hasta sistemas antiaéreos Patriot”.

“Eso es mucho, es más de lo que tiene cualquier ejército en el mundo, especialmente un Ejército en guerra”, dijo.

En tanto, el jefe del grupo de mercenarios rusos Wagner, Yevgueni Prigozhin, calificó hoy de una “artimaña” las declaraciones de Zelenski, y afirmó que la contraofensiva ucraniana “ya va a toda marcha”.

“Se trata de una artimaña de Zelenski. La contraofensiva ya va a toda marcha”, afirmó el empresario en un audio publicado en su canal de Telegram. Aseguró que todas las unidades ucranianas entrenadas en Occidente ya han recibido todo lo necesario, “y de hecho, ya participan en la contraofensiva”.

Mientras tanto, el Kremlin reconoció que su campaña militar es “muy difícil” y dista de haber conseguido todos los objetivos fijados por el presidente Vladímir Putin.

“La operación militar especial continúa. Es una operación muy difícil y, por supuesto, ciertos objetivos se han logrado en un año”, dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov a una televisora de Bosnia.

El representante del Kremlin recordó que Putin dio la orden de garantizar la “seguridad” de los residentes del Donbás en primer lugar, algo que solo se ha logrado “en parte”.

Sin embargo, sostuvo que se han “liberado importantes territorios en el Donbás”, donde Rusia se anexionó en septiembre pasado las regiones ucranianas de Lugansk, Donetsk, Jersón y Zaporiyia tras unos referéndums celebrados sin garantías y en medio de una guerra.

Además, expresó su seguridad de que las fuerzas rusas tomarán finalmente la ciudad oriental de Bajmut, escenario de los más largos y cruentos combates de la contienda.

Un periodista de la agencia francesa AFP, Arman Soldin, murió en un bombardeo cerca de Bajmut en Ucrania, una ciudad sometida a constantes ataques rusos.

Así, el periodista se une a la lista de informadores internacionales que han perdido la vida en el marco de la guerra en Ucrania.

El 2 de marzo de 2022, a unos días de haberse producido la invasión rusa, Yevhenii Sakun, camarógrafo ucraniano y antiguo colaborador de la Agencia EFE, que trabajaba para la televisión local Kiev LIVE, perdió la vida durante un bombardeo del Ejército ruso contra la torre de retransmisiones televisivas de Kiev, la capital de Ucrania.

Fue el primer periodista profesional muerto tras la invasión de Ucrania.

El 13 de marzo de 2022, Brent Renaud, periodista y cineasta estadounidense, fue abatido por las tropas rusas durante un tiroteo en Irpin, localidad ucraniana al oeste de Kiev. Fue el primer informador de origen no ucraniano muerto durante la guerra.

Dos días después, el 15 de marzo de 2022, Pierre Zakrzewski y Oleksandra Kuvshinova, camarógrafo y productora de la cadena de televisión estadounidense Fox News, respectivamente, fallecieron al ser atacado su vehículo en Horenka, a las afueras de Kiev.

El 23 marzo de 2022, la periodista disidente rusa Oksana Baulina que trabajaba para The Insider, una página en internet crítica con el Kremlin, murió mientras grababa imágenes de la destrucción provocada por las tropas rusas en un centro comercial de Kiev.

El 2 abril de 2022, murió Maks Levin, fotoperiodista ucraniano quien trabajaba para varios medios nacionales e internacionales, y había desaparecido el 13 de marzo en la zona de combate cerca de Kiev.

Ese mismo día perdió la vida el director de cine y documentalista lituano, Mantas Kvedarivicius, mientras trataba de abandonar Mariúpol. No era periodista aunque en su trabajo como documentalista había analizado el conflicto en el este del país.

El 30 mayo de 2022, Frédéric Leclerc-Imhoff, camarógrafo francés de la televisión BFM TV, murió mientras viajaba en un convoy humanitario en Luhansk Oblast, en el este del país. Tras su muerte, pasó un largo periodo en que no se reportó ningún deceso de comunicadores.

Hace unas semanas, el 26 abril de 2023, falleció el intérprete ucraniano que trabajaba con el periodista italiano Corrado Zunino, enviado especial a Ucrania del diario La Repubblica, quien resultó herido en un ataque en Jerson.

En el marco de la conmemoración de la victoria de los aliados sobre la Alemania, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, dijo que la Rusia de Vladimir Putin “será derrotada como el nazismo fue derrotado”.

Zelenski defendió la decisión de conmemorar el fin de la II Guerra Mundial el 8 de mayo, con los países occidentales, y no el 9 de mayo como suele hacerlo Rusia.

“Es el 8 de mayo cuando la mayoría de las naciones del mundo recuerdan la grandeza de la victoria sobre los nazis”, subrayó Zelenski.

El líder político indicó que no permitirá que “la victoria conjunta de las naciones de la coalición anti-Hitler” sea instrumentalizada por Rusia ni que se borre el papel de los ucranianos en esta victoria.

Y es que recordemos que hasta 2015, Ucrania conmemoró el triunfo sobre los nazis el 9 de mayo, lo mismo que Rusia. Luego pasó a rendir homenaje a las víctimas de la guerra durante dos días consecutivos, el 8 y el 9 de mayo.

Ahora, la decisión de Zelenski acaba con la tradición de celebrar también el 9 de mayo y establece una relación entre la lucha contra los nazis y la lucha contra el invasor ruso.

“Recordamos el heroísmo de millones de ucranianos en la guerra contra el nazismo y vemos el mismo heroísmo en las acciones de nuestros soldados ahora”, dijo y agregó que, igual que entonces, Ucrania “no está sola” en la lucha contra un enemigo que trata de traer “esclavitud y destrucción”.

“Luchamos entonces y luchamos ahora para que nadie nunca más esclavice a otras naciones y destruya otros países. Y todos esos viejos males que trae de vuelta la Rusia moderna serán derrotados como fue derrotado el nazismo”, subrayó Zelenski.

Según el Instituto de Memoria Nacional de Ucrania, 8 millones de personas que vivían en su territorio, que se convirtió en “uno de los principales campos de batalla en esta guerra”, murieron durante la II Guerra Mundial.

Millones fueron fusilados o enviados a campos de concentración nazis o deportados a Alemania para ser utilizados como mano de obra gratuita, mientras que cientos de asentamientos fueron arrasados.

Estados Unidos negó este jueves estar detrás del supuesto ataque ucraniano al Kremlin, y aseguró también que ni anima ni da apoyo a Ucrania en actividades militares fuera de sus fronteras.

“Nosotros no tenemos nada que ver con eso, Peskov miente”, dijo el portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, en declaraciones a la cadena MSNBC, en alusión a la acusación directa contra Estados Unidos lanzada por el portavoz de la presidencia rusa, Dimitri Peskov.

Kirby señaló que aunque todavía “no se sabe lo que pasó”, Washington no ha tenido nada que ver con lo ocurrido.

En una rueda de prensa posterior, recalcó que el Ejecutivo estadounidense está intentando recabar información pero todavía no tiene “ninguna prueba determinante” y adelantó que “tal vez nunca llegue a saberse qué sucedió”.

“La reacción de (el presidente ruso, Vladímir) Putin a ese supuesto ataque depende de él. (…) Desde el principio, los rusos han intentado hacer pasar esta guerra como una especie de combate de Occidente contra Rusia, de la OTAN contra Rusia, de Estados Unidos contra Rusia. Esto encaja en eso”, recalcó el funcionario.

Kirby aclaró que antes del inicio de la invasión, en febrero de 2022, Rusia “tenía opciones diplomáticas sobre la mesa y decidió ignorar todas las posibilidades” y optar por la guerra, por lo que “no se debería esperar que se resuelva la investigación” sobre este último incidente.

Sobre el hecho de que Ucrania decida atacar a Rusia en su territorio, el portavoz había afirmado a la cadena MSNBC que Estados Unidos “no dicta” la forma en que Ucrania se defiende.

“Nosotros no dictamos los términos en los que ellos (los ucranianos) se defienden o las operaciones que dirigen. Sin embargo, hemos sido claros, no animamos ni posibilitamos que Ucrania ataque fuera de sus fronteras”, dijo.

Kirby respondió así a las acusaciones de Peskov, quien este mismo jueves dijo que Washington estaba detrás del ataque ucraniano al Kremlin y de otros atentados en territorio ruso.

“Sabemos que las decisiones sobre los atentados no se toman en Kiev, sino en Washington”, afirmó el portavoz de la Presidencia rusa en su rueda de prensa telefónica diaria. Estados Unidos “decide los objetivos y los medios, y Kiev ejecuta”, sostuvo.

El portavoz ruso recalcó que está en marcha una “investigación exhaustiva” del ataque con drones contra el Kremlin y que la respuesta rusa será “equilibrada y correspondiente a los intereses” del país.

Rusia acusó este miércoles a Ucrania de un intento fallido de asesinar al presidente Vladimir Putin en un ataque con drones contra la ciudadela del Kremlin en Moscú, y advirtió que se reservaba el derecho a tomar represalias.

Mykhailo Podolyak, un alto asesor del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, dijo que Kiev no tenía nada que ver con el incidente denunciado, que, según él, podría ser utilizado por el Kremlin para justificar un nuevo ataque contra Ucrania.

“Dos drones apuntaban al Kremlin. Como resultado de las oportunas acciones llevadas a cabo por los servicios militares y especiales con el uso de sistemas de guerra por radar, los aparatos fueron puestos fuera de combate”, dijo el Kremlin en un comunicado.

“(Hemos) evaluado estas acciones como un acto terrorista planeado y un intento de asesinato contra el presidente en la víspera del Día de la Victoria, el desfile del 9 de mayo, en el que también está prevista la presencia de invitados extranjeros”, agregó el gobierno ruso.

Según el comunicado, en el recinto del Kremlin quedaron esparcidos fragmentos de los drones, pero no hubo heridos ni daños materiales. El propio Putin estaba a salvo.

Por otra parte, en el sur de Rusia y Ucrania ardieron depósitos de petróleo, mientras ambas partes intensificaban la guerra de drones ante la inminente contraofensiva de Kiev.

Decenas de bomberos luchaban contra un enorme incendio que las autoridades rusas atribuyeron a un avión no tripulado ucraniano que se estrelló contra una terminal petrolera en el lado ruso de su puente hacia la Crimea ocupada.

Un depósito de combustible en Ucrania ardió tras un presunto ataque de un dron ruso contra la ciudad de Kropyvnytskyi, en el centro del país.

Un edificio administrativo de la región meridional ucraniana de Dnipropetrovsk también fue alcanzado por un dron e incendiado.

Ucrania afirmó haber derribado 21 de los 26 drones de fabricación iraní en una salva nocturna, protegiendo objetivos en la capital, Kiev, donde las sirenas antiaéreas sonaron durante horas.

Kiev y Moscú han estado lanzando ataques de largo alcance desde la semana pasada en aparente anticipación a la próxima contraofensiva de Ucrania, que Zelenski dijo que empezará pronto.