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Los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y China, Xi Jinping, se reunieron este lunes en el Kremlin, con la iniciativa de paz china para Ucrania sobre la mesa y las miradas de la comunidad internacional puestas en la visita de Estado.

Los dos mandatarios, sentados uno al lado del otro en el Kremlin, según las imágenes difundidas por la televisión pública rusa, celebrarán primero una reunión “cara a cara” y después continuarán su encuentro con una cena.

Putin dio la bienvenida a Xi, y le felicitó por su reelección como presidente de China. “Estoy seguro de que bajo su liderazgo, China dará más pasos en su desarrollo y logrará los objetivos que se ha fijado”, subrayó Putin.

Añadió que Rusia y China “tienen muchas tareas y objetivos conjuntos”, además de valorar la “gran atención” que Xi presta al desarrollo de las relaciones ruso-chinas.

Putin también consideró que Pekín adopta siempre una postura “justa y equilibrada ante los problemas internacionales más apremiantes”.

El mandatario ruso explicó a Xi que abordará con él el plan de paz chino para poner fin a la guerra en Ucrania.

“Hemos estudiado cuidadosamente sus propuestas para resolver la grave crisis en Ucrania”, dijo Putin. “Por supuesto, tendremos la oportunidad de discutir esto”, subrayó.

Recordemos que China ha mantenido una postura ambigua, ya que defiende por un lado la integridad territorial ucraniana y por otro aboga por tener en cuenta las preocupaciones de seguridad de Rusia.

La iniciativa de paz de China ha sido acogida en Rusia con matices, porque respetar la integridad territorial supondría devolver a Ucrania los territorios ocupados, mientras que en Kiev considera que el plan chino carece de lógica y está lleno de contradicciones, porque no se pueden tener en cuenta los intereses del país agresor.

Putin recalcó que, en general, la interacción de Rusia y China en el ámbito internacional, “por supuesto contribuye a fortalecer los principios fundamentales del orden mundial y la multipolaridad”.

El presidente ruso afirmó además que los dos países tienen muchos temas que discutir en el campo de la cooperación económica. “Mañana podremos hablar de esto con la participación de nuestros socios y colegas” en una reunión en formato ampliado con las respectivas delegaciones, explicó.

Xi a su vez se mostró “muy complacido” por la invitación a Rusia, especialmente inmediatamente después de su reelección.

El mandatario chino, que llamó “querido amigo” a Putin durante sus palabras iniciales, subrayó que China “valora mucho las relaciones con Rusia”, ya que tienen una lógica histórica” como los vecinos más grandes y socios estratégicos, dijo.

Xi destacó además que Rusia, bajo el liderazgo de Putin, ha conseguido “logros significativos”. “El próximo año ustedes celebrarán elecciones (presidenciales). Estoy seguro de que el pueblo ruso le apoyará”, dijo Xi a su anfitrión.

Putin y Xi, que han tenido en los últimos meses unas tensas relaciones con Estados Unidos, celebrarán una rueda de prensa al término de sus conversaciones mañana.

Antes del viaje de Xi, el ministro de Exteriores chino, Qin Gang, mantuvo en la madrugada del jueves una conversación telefónica con su homólogo ucraniano, Dmitró Kuleba, en la que aseguró que China intentará ayudar a “un cese de las hostilidades, el alivio de la crisis y el restablecimiento de la paz entre Ucrania y Rusia”.

Xi aún no se ha comunicado con su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, tal y como habían adelantado medios estadounidenses, aunque Kiev ya está preparando dicha videoconferencia.

La Corte Penal Internacional anunció este viernes que ha emitido una orden de detención contra el presidente ruso, Vladímir Putin, por crímenes de guerra, debido a su presunta implicación en el secuestro de niños en Ucrania.

El vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que Rusia no reconoce a la Corte Penal Internacional y considera que sus decisiones son “legalmente nulas”.

Añadió que la decisión de la Corte de emitir una orden de arresto contra Putin es “indignante e inaceptable”.

En un comunicado, el tribunal afirmó que Putin “es presuntamente responsable del crimen de guerra de deportación ilegal de población (niños) y del de traslado ilegal de población (niños) desde las zonas ocupadas de Ucrania hacia la Federación Rusa”.

La CPI también emitió este viernes una orden de detención contra Maria Alekseyevna Lvova-Belova, comisionada para los derechos de la infancia de la Oficina del Presidente de la Federación Rusa, por imputaciones similares.

El presidente de la corte, Piotr Hofmanski, dijo en un video que si bien los jueces de la CPI emitieron las órdenes, dependerá de la comunidad internacional hacerlas cumplir. La CPI no tiene una fuerza policial propia para hacer cumplir las órdenes.

“La CPI está haciendo su parte de trabajo como tribunal de justicia. Los jueces emitieron órdenes de arresto. La ejecución depende de la cooperación internacional”, declaró.

Un posible juicio a algún ruso en la CPI sigue siendo una posibilidad muy remota, ya que Moscú no reconoce la jurisdicción del tribunal, una posición reafirmada a principios de esta semana por el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, y no extradita a sus ciudadanos.

Ucrania tampoco es miembro de la corte, pero le ha otorgado a la CPI jurisdicción sobre su territorio y el fiscal de la CPI, Karim Khan, la ha visitado cuatro veces desde que abrió una investigación hace un año.

La CPI dijo que su sala de cuestiones preliminares halló que existían “fundamentos suficientes para creer que cada sospechoso tiene responsabilidad por el crimen de guerra de deportación ilegal de población y transferencia ilegal de población de las zonas ocupadas de Ucrania a la Federación Rusia en perjuicio de niños ucranianos”.

Ayer, una investigación respaldada por la ONU mencionó los ataques rusos a civiles en Ucrania, así como tortura sistemática y matanzas en zonas ocupadas, entre otros presuntos actos que constituyen crímenes de guerra y posiblemente de lesa humanidad.

La amplia investigación también descubrió crímenes contra ucranianos cometidos en territorio ruso, como impedir que niños ucranianos deportados se reunieran con sus familias, un sistema de “filtración” que apuntaba a identificar a ucranianos para encarcelarlos, torturarlos y someterlos a condiciones de detención infrahumanas.

Sin embargo, la CPI puso el viernes el rostro de Putin en las denuncias de secuestro de niños.

La orden de detención de la Corte Penal Internacional (CPI) contra el presidente de Rusia, Vladimir Putin, es “una importante decisión” que marca el inicio de la rendición de cuentas por la guerra en Ucrania, dijo por su parte el jefe de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Josep Borrell.

“Es una importante decisión de justicia internacional y para el pueblo de Ucrania (…) Es sólo el comienzo del proceso (…) para que Rusia y su líder rindan cuentas por los crímenes y atrocidades que están cometiendo en Ucrania”, añadió Borrell.

Rusia se mostró este lunes a favor de una prorrogar al acuerdo de exportación de cereales ucranianos a través del mar Negro, pero sólo por 60 días y no 120 como se hizo previamente.

“La parte rusa (…) no se opone a una nueva prórroga de la ‘iniciativa del mar Negro’ después de la expiración de su segundo mandato el 18 de marzo, pero sólo por 60 días”, declaró el viceministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Vershinin.

Ucrania dijo que este plazo ofrecido por Rusia “contradice” el acuerdo inicial, y dijo esperar ahora “la posición oficial” de Naciones Unidas y de Turquía, garantes de la iniciativa.

Y es que la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022 se tradujo en un bloqueo de los puertos ucranianos del mar Negro por parte de los buques de guerra rusos, hasta que se firmó el acuerdo en julio del año pasado.

El pacto fue cerrado por un plazo de 120 días el 22 de julio entre Kiev y Moscú con mediación de Turquía, y contribuyó a aliviar la crisis alimentaria mundial provocada por la invasión rusa de Ucrania.

El acuerdo se renovó luego en noviembre por 120 días más, el cual está próximo a expirar el 18 de marzo, es decir este fin de semana.

Según la ONU, que supervisó también el acuerdo, este ha permitido exportar hasta la fecha más de 24 millones de toneladas de grano. China es el primer destinatario de las exportaciones realizadas en el marco del acuerdo, seguida de España y Turquía.

El Kremlin había mantenido la incertidumbre sobre su autorización a una prórroga, y afirmó que no se ha respetado el pacto paralelo relativo a las exportaciones rusas, en particular de fertilizantes y de productos agrícolas.

En ese sentido, Vershinin dijo este lunes que la “postura futura de Rusia dependerá de los avances tangibles en la normalización de nuestras exportaciones agrícolas”.

La cuestión de estos avances “incluye pagos bancarios, logística de transporte, seguros, ‘descongelar’ actividades financieras y el suministro de amoníaco a través del oleoducto Togliatti-Odesa”.

El secretario general de Naciones Unidas (ONU), António Guterres, se reunió este miércoles en Kiev con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, para “buscar soluciones” que permitan alcanzar el objetivo final de una “paz justa”.

“La soberanía, independencia, unidad e integridad territorial de Ucrania se deben mantener dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas,” afirmó Guterres en un mensaje a medios al inicio del encuentro.

“Nuestro objetivo final es igualmente claro, una paz justa basada en la Carta de la ONU, en el derecho internacional y en la reciente resolución de la Asamblea General que marca un año desde el inicio de la guerra”, agregó.

Gutérres señaló que hasta que sea posible alcanzar esta meta, la ONU seguirá esforzándose por mitigar el impacto del conflicto tanto para la población ucraniana como a nivel global.

Recordó que la iniciativa del corredor para el cereal ucraniano a través del mar Negro ha permitido transportar ya 23 millones de toneladas de grano, reduciendo el precio global de los alimentos y ofreciendo un “alivio crucial” a quienes en otras regiones del mundo “pagan también un alto precio por la guerra”, recalcó.

Gutérres, que inició ayer su tercer viaje a Kiev desde que comenzó la guerra para abordar entre otras cuestiones la prolongación del acuerdo del grano, indicó que las exportaciones ucranianas y rusas de alimentos y fertilizantes son “esenciales” para la seguridad alimentaria global.

“Quiero subrayar la importancia crítica de la extensión de la Iniciativa del Grano del mar Negro el próximo 18 de marzo y de trabajar para crear las condiciones que permitan el mayor uso posible de la infraestructura de exportación en el mar Negro en línea con los objetivos de la iniciativa”, indicó.

Además, recordó que el Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA) ha sido “movilizado” para salvaguardar la seguridad de las centrales nucleares en Ucrania, incluida la de Zaporiyia, la mayor de Europa.

El secretario general de la ONU manifestó que a su juicio es posible mediar para lograr la desmilitarización completa de la zona y el retorno de la planta a su funcionamiento habitual y ofreció a las Naciones Unidas para este papel.

Zelenski, por su parte, publicó en su canal de Telegram imágenes del recibimiento del secretario general de la ONU.

“Es muy importante que hablemos en Kiev de cómo restaurar la paz, la seguridad internacional y la fuerza completa de la Carta de la ONU, unas normas que son igualmente importantes para todas las naciones del planeta”, afirmó.

El Ministerio de Cultura de Rusia anunció hoy la creación de brigadas de agitación y propaganda en colaboración con el Ministerio de Defensa para levantar el ánimo de las tropas en medio de la campaña militar en Ucrania.

“En algunos lugares hay que visitar a los chicos durante la rehabilitación, en otros se trata de grandes conciertos, pronunciar discursos en plazas o viajar a las regiones”, explicó Olga Liubímova, ministra de Cultura.

Liubímova destacó que los artistas que formarán dichas brigadas provendrán de diferentes regiones, géneros artísticos y edades, aunque no mencionó nombres concretos.

Subrayó que los propios artistas rusos se dirigen al ministerio para “participar y contribuir a la causa con lo que mejor saben y les gusta hacer”.

Por orden de la Administración presidencial, brigadas propagandísticas ya visitaron las guarniciones y polígonos militares donde eran instruidos los reservistas en el marco de la movilización parcial ordenada por el presidente, Vladímir Putin.

Rusia ha reconocido oficialmente la muerte de menos de 6,000 soldados en el campo de batalla, aunque otras fuentes rusas y extranjeras hablan de decenas de miles de bajas entre muertos y heridos en acción.

A su vez, la ministra negó que hubiera ordenado la elaboración de una lista negra de escritores que se oponen a la guerra y cuyas obras tienen que ser requisadas de las bibliotecas, entre los que figurarían Boris Akunin, Liudmila Ulítskaya, Joanne Rowling o George Orwell, entre otros.

Recientemente, sustituyó a la directora de la mayor pinacoteca de Moscú, la Galería Tretiakov, Zelfira Tregúlova, por la hija de un general del Servicio Federal de Seguridad que sirvió con el presidente, Vladímir Putin, antiguo oficial del KGB soviético.

En agosto del pasado año diputados y senadores rusos crearon el Grupo de Investigación de Actividades Antirrusas en la Esfera de la Cultura (GRAD), a imagen y semejanza de la comisión creada por el macartismo para perseguir a los comunistas en Estados Unidos tras la Segunda Guerra Mundial.

Diputados y senadores rusos han denunciado que muchas personalidades de la cultura promueven valores y tendencias occidentales, que van en contra de la moral tradicional que promueve el jefe del Kremlin, muy crítico con la defensa occidental de las minorías sexuales y los matrimonios no tradicionales.

Además, esos políticos han instado a las instituciones culturales a darle la espalda a la cultura occidental después de que Estados Unidos y la Unión Europea aprobaran sanciones contra Rusia por la campaña militar en Ucrania y supuestamente intentaran vetar la cultura rusa en Occidente.

La resolución de la Asamblea General que pide el “cese de hostilidades” en Ucrania y la retirada de las tropas rusas ha cosechado este jueves un total de 141 votos a favor y 7 en contra, mientras que 32 países se abstuvieron.

La resolución fue finalmente copatrocinada por 75 países, entre ellos todos los de la Unión Europea, Estados Unidos y varios latinoamericanos (Chile, Ecuador, República Dominicana y Uruguay).

El resultado ha sido muy parecido a las votaciones del pasado marzo y del pasado octubre, también para poner fin a la guerra en Ucrania, y los países que este jueves votaron en contra fueron -como entonces- los aliados más firmes de Rusia en el mundo: Bielorrusia, Corea del Norte, Eritrea, Mali, Nicaragua y Siria.

Entre los abstencionistas se encontraron China, India, Sudáfrica, Cuba y una mayoría de países africanos.

Durante los dos días de intervenciones, muchos países han lanzado repetidos llamamientos a la paz de forma genérica y la apertura de negociaciones, pero el Alto Representante de la política exterior europea, Josep Borrell, dijo que esos llamamientos eran fruto de la “ingenuidad”, pues insistió en que “Rusia no ha mandado ni la mínima señal de que quiere la paz”.

Los europeos, que promovieron la resolución junto con Ucrania desde el principio, habían advertido de que la abstención no serviría porque sería inmediatamente anotada por Rusia como una postura a su favor, según dijo el miércoles el ministro español de Exteriores, José Manuel Albares.

El punto central de la resolución es el quinto, que pide a Rusia “una retirada inmediata, completa e incondicional de todas sus fuerzas militares del territorio ucraniano dentro de sus fronteras reconocidas internacionalmente”, y llama luego a un “cese de hostilidades”.

Aunque también pide apoyar “los esfuerzos diplomáticos para lograr una paz global, justa y duradera en Ucrania”, también subraya la necesidad de que “se rindan cuentas por los crímenes más graves bajo la ley internacional (…) y que se persigan a nivel nacional e internacional”, una frase que ha sido criticada por varios países.

La resolución partió de Ucrania y fue inmediatamente apadrinada por la Unión Europea, y terminaron sumándose a ella 75 países. En un principio recogía el llamado “plan de paz de Zelenski” pero fue retirado en beneficio de unos términos más diplomáticos o menos “antirrusos”, según explicaron a EFE fuentes europeas.

El resultado de este jueves se acercó mucho al del pasado 12 de octubre, en la votación de la Asamblea tras los referéndums de anexión de cuatro provincias ucranianas: entonces votaron contra la anexión 143 países, 5 lo hicieron en contra (Rusia, Bielorrusia, Corea del Norte, Nicaragua y Siria) y 38 se abstuvieron, la mayoría de ellos africanos o asiáticos.

Aquel resultado fue incluso más abultado que el conseguido el 24 de marzo, un mes después de la invasión: aquella resolución que exigía “un cese inmediato de hostilidades”, fue apoyada por 140 países, 5 votaron en contra (Rusia, Bielorrusia, Eritrea, Corea del Norte y Siria) y 38 abstenciones.

El recurso a la Asamblea General (aunque sus resoluciones son simbólicas) se ha convertido en habitual desde el comienzo de la guerra ante la inoperancia del Consejo de Seguridad, lastrado por el derecho a veto de Rusia, que ha impedido que se apruebe una sola resolución (que en su caso son de obligatorio cumplimiento).

El presidente Volodimir Zelenski aseguró que “¡Ucrania vencerá!”, previo al primer aniversario de la invasión rusa, y poco antes de que la Asamblea General de la ONU vote una resolución que “exige” una retirada de las tropas rusas.

“No nos hemos quebrado. Hemos superado muchas pruebas y triunfaremos. Pediremos cuentas a todos los que trajeron este mal y esta guerra a nuestra tierra. Todo el terror, todos los asesinatos, todas las torturas y todos los saqueos”, subrayó el mandatario en un mensaje publicado en las redes sociales.

El mensaje de Zelenski se produjo en el marco dela visita del presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, quien afirmó desde Kiev la determinación de su gobierno de permanecer “al lado de Ucrania y de su gente hasta que la paz regrese a Europa”.

En tanto, el primer ministro de Estonia, Kaja Kallas, afirmó que la defensa de su país, que también fue una república soviética y forma parte actualmente de la OTAN, “empieza en Ucrania”.

La resistencia ucraniana ha contado con un fuerte respaldo militar y financiero de Occidente, quienes este jueves urgieron al FMI a poner en marcha un nuevo paquete de ayuda a Kiev antes de que finalice marzo.

El G7, que está conformado por Estados Unidos, Canadá, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y Japón, consideró además que las sanciones impuestas a Moscú “han socavado significativamente las capacidades de Rusia en su guerra ilegal”.

La secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, también destacó el impacto de la sanciones para el gobierno de Vladimir Putin, y se declaró partidaria de una nueva tanda de medidas.

“Rusia tiene ahora un déficit presupuestario significativo” y a su Ejército le “está resultando extremadamente difícil (…) obtener los materiales para reponer su munición y, por ejemplo, reparar los 9,000 tanques destruidos durante la guerra”, declaró.

En ese sentido, Putin prometió aumentar la producción industrial militar y anunció la entrada en servicio este año de misiles balísticos intercontinentales, el Sarmat, un sistema superpotente pero que según fuentes estadounidenses habría experimentado fallos.

“Prestaremos atención prioritaria al fortalecimiento de nuestras capacidades de defensa”, añadió Putin en un vídeo difundido con motivo del Día de los Defensores de la Patria.

La Asamblea General de la ONU se pronunciará este jueves sobre una resolución respaldada por Ucrania y sus aliados que aboga por una paz “justa y duradera” y “exige” la retirada inmediata de las fuerzas rusas y pide un “cese de hostilidades”.

Kiev y sus aliados esperan que el texto, no vinculante, obtenga al menos tantos votos como una resolución de octubre en la que 143 países condenaron las anexiones rusas de varias regiones ucranianas.

Las tres resoluciones vinculadas a la invasión rusa votadas en la Asamblea General en el último año sumaron entre 140 y 143 votos a favor, menos de 40 abstenciones y los votos en contra de cinco países (Rusia, Bielorrusia, Siria, Corea del Norte y Eritrea).

En tanto, el gobierno estadounidense anunció que presentará este viernes un nuevo paquete de ayuda humanitaria a Ucrania.

Así lo anunció este jueves la viceadministradora de la Agencia para Desarrollo Internacional (Usaid), Isobel Coleman, que aunque no ofreció detalles del nuevo paquete, precisó que contendrá alguna ayuda relacionada con el sector energético.

Desde el comienzo de la guerra en Ucrania, Estados Unidos ha destinado 29,300 millones de dólares en ayuda militar a Kiev, lo que le convierte en el mayor donante de asistencia castrense desde el inicio de la contienda.

Biden visitó la capital ucraniana esta semana, en un viaje que se mantuvo en secreto hasta que estuvo en curso, y con el que quiso dejar claro que Estados Unidos permanecerá al lado de Ucrania “el tiempo que sea necesario”.

En Broojula, Ana Paula Ordorica platica con Stephanie Henaro, analista internacional, sobre la invasión rusa a Ucrania, la resistencia del pueblo ucraniano y las implicaciones de esta guerra a nivel mundial.

El presidente Vladímir Putin ofreció su mensaje anual sobre el estado de la nación ante ambas cámaras del Parlamento ruso, en el que informó que se suspendía el cumplimiento por parte de su país del último tratado de desarme nuclear aún vigente entre Rusia y EEUU, Nuevo START o START III.

“Nos quieren asestar una derrota estratégica y se meten en nuestras instalaciones nucleares. Por ello, me veo obligado a anunciar hoy que Rusia suspende su participación en el Tratado sobre Armamento Estratégico Ofensivo”, dijo Putin.

Durante una hora y 45 minutos de discurso no hizo ni una sola mención a un posible diálogo, defendió “el derecho de Rusia a ser fuerte” y acusó a Occidente de ser el único responsable de la tensión geopolítica en el mundo, incluido en Ucrania.

Putin, que insiste en que Moscú dispone de armamento hipersónico sin comparación en el mundo, matizó que “Rusia no abandona, sino que sólo suspende” el cumplimiento del tratado suscrito en 2010, prorrogado en 2021 por el líder ruso y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y que expira en 2026.

Entre otras cosas, el Nuevo START reduce en un 30% el número de cabezas nucleares, hasta 1,550 por país.

Putin adelantó que “si Estados Unidos realiza ensayos nucleares con nuevo tipo de armamento estratégico, Rusia efectuará también pruebas” de esa clase.

“Por supuesto, no seremos los primeros en hacerlo (…). Nadie debe albergar la peligrosa ilusión de que la paridad global estratégica puede ser destruida”, sostuvo.

El líder ruso tachó de “teatro del absurdo” la declaración en la que la OTAN demandó a Rusia que cumpla dicho tratado y abogó por la inclusión de la Alianza Atlántica en el Nuevo START ya que, recordó, Francia y el Reino Unido también cuentan con arsenales estratégicos.

Recordemos que Estado Unidos suspendió el diálogo sobre control de armas tras el inicio hace casi un año de la “operación militar especial” en Ucrania, y el último intento de reanudarlo en noviembre pasado fue pospuesto indefinidamente por Moscú.

Además, Rusia informó en agosto a Washington de su decisión de prohibir las inspecciones estadounidenses in situ de su arsenal nuclear, al alegar dificultades para hacer lo propio en Estado Unidos debido a las sanciones occidentales.

Al respecto, los diputados y senadores rusos rechazaron que la decisión de Putin represente “una amenaza a la seguridad” mundial, sino un aviso a Occidente. “Las potencias nucleares no pierden guerras”, dijo Leonid Slutski, jefe del Comité de Asuntos Exteriores de la Duma.

En su mensaje, el presidente ruso acusó a Occidente de querer “acabar” con Rusia “de una vez por todas”, lo que amenazaría la “existencia del país”, condición para el empleo de armas nucleares, según la doctrina militar rusa.

También denunció que la OTAN quiere convertir un conflicto local en una “confrontación global”. Advirtió que la derrota de Rusia en el campo de batalla “es imposible”.

“Una cosa debe quedarles clara a todos: cuanto mayor sea el alcance del armamento suministrado a Ucrania, más nos veremos obligados a alejar la amenaza de nuestros fronteras”, afirmó.

El líder ruso denunció que “Occidente utiliza a Ucrania como un polígono, como un ariete contra Rusia” y sostuvo que, incluso antes del inicio hace casi un año de la campaña militar rusa, Kiev ya negociaba con sus patrocinadores el suministro de armamento.

Putin no aludió directamente a la campaña militar, en la que el Ejército ruso no toma una ciudad ucraniana importante desde julio de 2022, aunque dio a entender que “va para largo”.

“Y paso a paso, cuidadosa y consistentemente, cumpliremos las tareas que afrontamos”, recalcó, a tres días del primer aniversario de la campaña en Ucrania que él ordenó iniciar el 24 de febrero de 2022.

Insistió en que fue Occidente quien “desencadenó la guerra”, que Rusia hizo “todo lo posible, realmente todo lo posible para resolver este problema por medios pacíficos” y adujo que ha recurrido a la fuerza “para detenerla”.

Al respecto, adelantó que los rusos que combaten en Ucrania tendrán vacaciones de “al menos” dos semanas cada seis meses y propuso crear una fondo estatal para ayudar a los veteranos y a las familias de los caídos en Ucrania, cuyo número el Kremlin se niega a revelar.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, pidió este viernes a sus aliados “acelerar” el apoyo a Ucrania, a casi un año de la invasión rusa, en un discurso por video ante la Conferencia de Seguridad de Múnich.

“Necesitamos acelerar. Velocidad para concluir nuestros acuerdos, velocidad de entregas para reforzar nuestra lucha, velocidad de decisiones para limitar el potencial ruso. No hay alternativa a la velocidad, porque de ella depende la vida”, afirmó el líder ucraniano.

Tras un año de guerra, no hay señales de que los combates vayan a terminar pronto y las posibilidades de una resolución diplomática del conflicto son casi nulas.

Desde el comienzo de la ofensiva, el número de muertos se ha elevado a decenas de miles y la OTAN teme una nueva ofensiva rusa.

En este contexto, Zelenski estimó además que “no hay alternativa a la victoria ucraniana” y denunció que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, “intenta ganar tiempo para su agresión”.

“Está claro que Ucrania no será su última etapa. Va a continuar su ofensiva hacia otros Estados del antiguo bloque soviético”, afirmó.

Por su parte el jefe del gobierno alemán, Olaf Scholz, presente en esta conferencia anual de tres días sobre cuestiones de seguridad internacional, aseguró a Ucrania el apoyo de Alemania, tanto financiero como humanitario y militar. Dijo que Berlín y sus aliados apoyarán a los ucranianos “todo el tiempo que sea necesario”.

El canciller pidió a los países occidentales que puedan enviar tanques a Kiev “que lo hagan realmente ahora”.

Recordemos que después de que todas las partes le instaran a entregar tanques Leopard 2 de fabricación alemana, el sucesor de Angela Merkel dio luz verde a finales de enero. Pero las conversaciones posteriores con los socios de la OTAN aún no han permitido completar un batallón de unos 30 tanques Leopard 2A6, más modernos.

Estados Unidos y sus aliados están preparando “un nuevo gran paquete de sanciones”,programado para el 24 de febrero, declaró Victoria Nuland, secretaria de Estado adjunta.

Las drásticas sanciones ya en vigor contra Rusia desde su invasión de Ucrania afectan a los más altos niveles del Estado ruso, así como a su industria, a sus bancos y a su sector petrolero.

Los países europeos, sobre todo Alemania y Francia, siguen esperando convencer a China, aliada de Moscú, de que presione al presidente Vladimir Putin para poner fin a la guerra.

La presidenta de Moldavia detalló este lunes lo que calificó como un plan ruso para derrocar su gobierno con saboteadores extranjeros a fin de poner al país “a disposición de Rusia” y frustrar sus planes de incorporarse algún día a la Unión Europea.

El anuncio de la presidenta Maia Sandu ocurre una semana después de que el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, dijo que su país había interceptado planes de los servicios secretos rusos de destruir Moldavia, lo que fue luego confirmado por funcionarios de la inteligencia moldava.

“El plan para la próxima fase involucra acciones de saboteadores con entrenamiento militar, camuflados con ropa de civil, que emprenderían acciones violentas, atacando edificios públicos e incluso tomando rehenes”, declaró Sandu en conferencia de prensa.

Desde que Rusia invadió Ucrania hace casi un año, Moldavia, una exrepública soviética de unos 2.6 millones de habitantes, ha tratado de acercarse a Occidente.

En junio pasado se le confirió estatus de país candidato para ingresar a la Unión Europea, el mismo día que a Ucrania.

Sandu sostuvo que el propósito del supuesto plan ruso era “derrocar el orden constitucional, cambiar el poder legítimo (de la capital de Moldavia) a uno ilegítimo … que colocaría al país a disposición de Rusia a fin de frenar el proceso de integración europea”.

Con tono desafiante, añadió: “Los intentos del Kremlin de sembrar la violencia en nuestro país no prosperarán”.

Sandu afirmó que entre octubre y diciembre la policía y el Servicio de Inteligencia intervinieron en “varios casos de elementos de crimen organizado y frustraron intentos de violencia”.

En el último año, Moldavia se ha visto aquejada por diversos problemas, entre ellos una severa crisis energética luego que Moscú redujo drásticamente los suministros de gas, una inflación galopante y la detección de misiles que han cruzado su espacio aéreo.

Vladímir Putin aseguró este jueves que Rusia tiene “con qué responder” al envío de tanques a Ucrania por parte de sus aliados de Occidente, y advirtió de que no solo será con (tanques) “blindados”.

“Nosotros no enviamos tanques a sus fronteras, pero tenemos con qué responder” dijo el jefe del Kremlin en Volgogrado, durante un acto conmemorativo del 80 aniversario de la victoria soviética sobre la Alemania en la batalla de Stalingrado.

La respuesta “no se limitará al uso de (tanques) blindados”, dijo el jefe del Kremlin, que depositó previamente una ofrenda floral ante la llama eterna en la Sala de la Gloria Militar del complejo memorial “Mamayev Kurgán” y rindió tributo a la memoria de los soldados soviéticos muertos en Stalingrado con un minuto de silencio.

En ese sentido, Putin lanzó una advertencia a los que “arrastran a países europeos, incluida Alemania, a una nueva guerra con Rusia” y quienes “esperan ganar a Rusia en el campo de batalla”.

“Por lo visto, no entienden que la guerra moderna con Rusia será completamente diferente para ellos”, afirmó.

Putin hizo especial mención a los tanques alemanes Leopard que Berlín enviará a Ucrania y que también podrán suministrar a Kiev otros países europeos que los tienen en su poder.

“Increíble, pero cierto: nos vuelven a amenazar con los tanques alemanes Leopard”, dijo.

Según Putin, “la ideología del nazismo, ya en su forma moderna, una vez más está creando amenazas directas a la seguridad” de Rusia.

Las declaraciones del líder ruso podrían interpretarse como una alusión al poderío nuclear del país del que Moscú y que sus dirigentes han presumido en múltiples ocasiones, sobre todo, tras alargarse el conflicto en Ucrania.

A la vez, Putin aseguró en varias ocasiones, la última a finales del año pasado, que Rusia “bajo ninguna condición” sería la primera en emplear sus armas nucleares, ya que su doctrina militar prevé tales ataques solo en forma de respuesta.

El presidente aprovechó también su intervención para negar el aislamiento de Rusia y asegurar que el país sigue teniendo muchos amigos. Señaló que “pese a los esfuerzos de la propaganda” occidental, Moscú tiene amigos “en todo el mundo”, incluido en Norteamerica y Europa.

Alemania y Estados Unidos anunciaron este miércoles que enviarán tanques a Ucrania, la primera fase de un esfuerzo coordinado de Occidente para proporcionar decenas de armas pesadas que ayuden a Kiev a acabar con el estancamiento en el campo de batalla tras la invasión rusa en febrero de 2022.

Estados Unidos enviará 31 tanques militares M1 Abrams a Ucrania, informaron altos funcionarios, lo que revierte meses de persistentes argumentos del gobierno del presidente Joe Biden de que los tanques eran demasiado difíciles para ser operados y mantenidos por las tropas ucranianas.

La decisión se tomó a la par de que Alemania aceptara enviar 14 tanques Leopard 2 A6 de su propio inventario al gobierno ucraniano.

El gobierno alemán había dicho que no enviaría los Leopard 2 a menos que Washington pusiera los Abrams sobre la mesa, ya que no quería provocar la ira de Moscú sin que Estados Unidos comprometiera de forma similar sus propios tanques.

Berlín dijo que inicialmente enviará a Kiev una compañía de tanques Leopard 2 A6, compuesta por 14 vehículos. El objetivo es que Berlín y sus aliados aporten 88 tanques Leopards 2 fabricados en Alemania, que comprende dos batallones.

“Este es el resultado de intensas consultas, una vez más, con nuestros aliados y socios internacionales”, dijo el canciller Olaf Scholz en un discurso a legisladores alemanes. “Fue lo correcto y es importante no habernos dejado llevar” para tomar la decisión, agregó.

Desde entonces, tanto Washington como Berlín participaron en “buenas conversaciones diplomáticas” que hicieron la diferencia y fueron parte del “extraordinario cambio en la política de seguridad de Alemania” sobre el suministro de armas a Ucrania desde que Rusia la invadió hace 11 meses, dijo un alto funcionario antes del anuncio oficial

Varios países europeos han equipado sus ejércitos con tanques Leopard 2 y el anuncio de Alemania significa que pueden entregar parte de sus reservas a Ucrania.

El presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy reconoció el anunció. “Los principales tanques militares de Alemania, una mayor ampliación del apoyo a la defensa y misiones de entrenamiento, da luz verde para que los socios suministren armas similares. Me acabo de enterar de estas importantes y oportunas decisiones en una llamada con Olaf Scholz”, tuiteó Zelenskyy. “Estoy sinceramente agradecido con el canciller y todos nuestros amigos en” Alemania.

Scholz habló por teléfono la tarde de hoy con Joe Biden, el presidente francés Emmanuel Macron, el primer ministro británico Rishi Sunat y la primera ministra italiana Giorgia Meloni, señaló el canciller alemán en un comunicado.

La conversación se enfocó en la situación de seguridad en Ucrania y el apoyo continuo para la lucha de Ucrania contra la agresión rusa.

Los cinco líderes acordaron continuar con el apoyo militar a Ucrania en una estrecha coordinación euroatlántica.

Los asesinatos de periodistas en el mundo aumentaron 50% en 2022 respecto al año previo, debido principalmente a los ataques en Ucrania, México y Haití.

Según un informe del Comité para la Protección de Periodistas (CPJ), con sede en Nueva York, al menos 67 trabajadores de los medios fueron asesinados en 2022, la cifra más alta desde 2018.

Periodistas en los tres países dicen que el peligro los obliga a trabajar en una situación de gran estrés.

El hecho llama la atención sobre todo en Haití, donde en 2022 asesinaron a siete periodistas, una cifra enorme para un pequeño país de 12 millones de habitantes. Algunos fueron asesinados por las pandillas que de hecho se han apoderado de Puerto Príncipe, aunque al menos dos fueron abatidos por la policía.

El periodista Mackenson Remy, de Radio Caraibes, que aún cubre noticias en la calle, dijo que ya no se sabe en quién se puede confiar.

“Reportear en Haití es extremadamente difícil para los periodistas, específicamente en la capital”, dijo Remy a la agencia AP. “La corrupción está en todas partes, ya no puedes confiar en nadie”.

El CPJ observó que 35 de los asesinatos ocurrieron en Ucrania, México y Haití. En México asesinaron a 13 trabajadores de prensa, según el comité. Otros grupos dicen que la cifra es de 15, que de ser cierto haría del 2022 el año más mortífero para los periodistas mexicanos en las últimas tres décadas.

Así, Latinoamérica, con México a la cabeza, fue el pasado año la región del mundo más mortífera para los periodistas, según el informe. En total, 30 periodistas latinoamericanos han muerto violentamente el pasado año, lo que constituye casi la mitad de los 67 que han muerto en todo el mundo.

En tanto, en Ucrania mataron a 15 periodistas el año pasado, según el CPJ. Recordemos que a casi un año de haber sido invadido por Rusia, en Ucrania se libra una guerra, lo que ha aumentado los riesgos para los periodistas.

El CPJ pudo confirmar que 41 de los 67 periodistas fueron asesinados “en relación directa con su trabajo” y que investiga los motivos de los 26 asesinatos restantes.

La guerra en Ucrania, la apertura comercial de China y el futuro de Brasil, centraron este martes el arranque formal del Foro Económico Mundial (WEF) de Davos, que reúne cada año en Suiza a la élite económica y política mundial.

Casi un año después de la invasión rusa de Ucrania y pocos días después del bombardeo de un edificio residencial que dejó al menos 40 muertos, la guerra estará muy presente, con una importante delegación ucraniana y una intervención a distancia del presidente Volodimir Zelenski.

La primera dama de Ucrania, Olena Zelenska, entregó hoy cartas de su esposo, Volodímir Zelenski, dirigidas a varios líderes políticos, entre ellos el presidente de China, Xi Jinping; la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente de Suiza, Alain Berset.

Zelenska ha sido una de las principales oradoras de la primera jornada de sesiones del Foro, que confirmó su presencia sólo en las últimas horas por razones de seguridad.

En su intervención, la primera dama puso énfasis en la necesidad de actuar con unidad para poner fin a la agresión militar de Rusia contra su país y encontrar “una fórmula para la paz”.

Suiza rompió su tradicional neutralidad ante la guerra en Ucrania y se sumó a las sanciones de la Unión Europea contra Rusia, pero mantiene su negativa a permitir que países a los que ha vendido armas las transfieran a Ucrania.

Ante un auditorio de líderes políticos, empresariales y de negocios repleto, Zelenska advirtió que Rusia no se limitará a Ucrania en la persecución de sus ambiciones y que el siguiente paso será “ir a por otros”.

No obstante, enfatizó que “su influencia combinada es más grande que los desafíos” y que solo con unidad la paz podrá retornar.

En este sentido, les invitó a explicar cómo el mundo puede alcanzar objetivos comunes, como por ejemplo la neutralidad climática, si no es capaz de detener los ataques de artillería contra los civiles en Ucrania.

Aunque Rusia sigue totalmente ausente del foro, a la distancia, el vicepresidente de Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvédev, calificó de “vergüenza” que el Foro de Davos debata el suministro de tanques a Ucrania.

“¡Qué vergüenza!, por no decirlo más fuerte. En ruso hay una palabra mucho más contundente… en el Foro de Davos debaten el suministro de tanques a Ucrania”, escribió Medévedev, presidente de Rusia entre 2008 y 2012, en su cuenta de Telegram.

“Allí ese Duda polaco (por el presidente de Polonia, Andrzej Duda) dijo que reúne una coalición de países occidentales para suministrar tanques a Kiev”, señaló el exmandatario, que añadió que “antes en Davos se hablaba de otras cosas”.

Médvédev indicó que por lo visto en Davos “confían en que la ‘coalición de tanques’ acercará la esperada partición de Ucrania por los ‘psheki'”, palabra rusa despectiva para referirse a los polacos.

Paralelamente, hay una importante presencia china en Davos tras el fin de las estrictas restricciones sanitarias de Pekín por el COVID.

Era muy esperado el discurso del viceprimer ministro Liu He, que dirigió las negociaciones durante la guerra comercial con Estados Unidos, y podría ahora relanzar la apertura comercial del gigante asiático al mundo.

El funcionario chino, el de más alto rango en asistir a una edición del WEF, pidió poner fin a la “mentalidad de Guerra Fría” y reiteró la oposición de Pekín al “unilateralismo y el proteccionismo”.

El viceprimer ministro también expresó su preocupación por los “efectos secundarios” para los países emergentes y en desarrollo de las subidas de tasas de interés de los principales bancos centrales.

“Pedimos que los grandes gobiernos presten más atención a los efectos secundarios de sus aumentos de tasas en los países emergentes y en desarrollo, para no cargarlos con más deuda o riesgos financieros”, declaró el funcionario chino.

Añadió que China estaba “dispuesta a trabajar con todas las partes para encontrar soluciones a los problemas de deuda de algunos países en desarrollo”.

También enfatizó que China ha logrado mantener la estabilidad financiera general, y adelantó que se está elaborando la Ley de Estabilidad Financiera.

Otro de los países que tomó notoriedad este martes en el WEF, fue el nuevo gobierno en Brasil, que está representado en Davos por dos ministros, que prometieron reforzar la democracia, tras el asalto del 8 de enero que puso en jaque sus instituciones, y equilibrar las cuentas públicas tras la presidencia de ultraderechista Jair Bolsonaro.

“No es confortable para ningún gobierno tener una oposición extremista” reconoció el ministro de Hacienda, Fernando Haddad, que participó junto a la ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, en una sesión dedicada a la “nueva hoja de ruta” del gigante latinoamericano.

Ambos están en Davos para representar al gobierno del izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva y buscar inversiones, en un contexto delicado para el gigante latinoamericano.

Latinoamérica vuelve a tener protagonismo en Davos con la presencia de los presidentes de Colombia, Ecuador y Costa Rica, además de representantes de Perú y República Dominicana, entre otros países de la región.

El foro mundial, que se celebra desde 1971 y simboliza para muchos los excesos del capitalismo globalizado. Pero, ¿Qué hay detrás del Foro Económico Mundial y qué oportunidades representa para el avance mundial? Ana Paula Ordorica platica con el periodista Carlos Mota sobre la edición 53 del Foro.

El máximo responsable de la Unión Europea, Josep Borrell, considera que el alto el fuego unilateral declarado por Rusia en Ucrania no es más que un intento del Kremlin para “ganar tiempo para reagrupar sus tropas y tratar de restaurar su reputación internacional gravemente dañada”.

El Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, de visita en Marruecos, habló también del impacto de la guerra en la economía mundial, en especial en el Mediterráneo.

“Debemos tener en cuenta que las repercusiones negativas de esta guerra van más allá de las fronteras de Europa y son globales”, manifestó.

En este aspecto, Borrell aprovechó para condenar la “propaganda” rusa; una campaña que “quería hacernos creer que las sanciones europeas fueron las responsables del aumento de los precios de la energía y los alimentos”.

“Fue el Ejército ruso el que destruyó los silos de grano, destruyó y sembró minas en los campos, destruyó las carreteras y bloqueó los puertos de Ucrania”, señaló Borrell.

Recordemos que Putin ordenó un alto el fuego de 36 horas a partir de este viernes a las 12:00 hora local de Moscú, en toda la línea de frente en Ucrania, en repuesta al llamado del patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa, Kiril, para establecer una tregua de Navidad, que los creyentes ortodoxos celebran mañana 7 de enero.

Quien también criticó el anuncio del gobierno ruso fue Francia, quien calificó la medida como una nueva prueba de “cinismo” por parte de Vladímir Putin.

El gobierno galo insistió en que Rusia demuestra una vez más desde la invasión de Ucrania en febrero que no quiere la paz.

Un portavoz del Ministerio francés de Exteriores subrayó este viernes en una conferencia de prensa que ese anuncio unilateral “no puede engañar a nadie” y que en realidad “constituye una burda tentativa de Rusia para ocultar su responsabilidad”.

Precisamente -señaló la cartera- porque Rusia sigue “multiplicando las exacciones y bombardeando sin descanso el conjunto del territorio ucraniano, atacando en particular, en pleno invierno, las instalaciones fundamentales y a la población civil”.

En tanto, la OTAN recordó fue Rusia quien comenzó la guerra en Ucrania y que el presidente ruso, Vladimir Putin, “puede detenerla hoy” sacando sus tropas del país.

El presidente Volodimir Zelenski acusó a Rusia de querer “usar la Navidad como una tapadera” para detener el avance del ejército ucranio en el Donbás y acercar equipos y municiones a sus posiciones.

La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) dio a conocer este martes que 6,919 civiles han muerto y otros 11,075 han sido heridos en Ucrania, desde que comenzó la guerra hasta ayer 2 de enero.

No obstante, la oficina de la ONU reconoció que estas cifras son mucho más elevadas, especialmente en las regiones donde los combates están siendo más intensos y donde la labor de monitoreo de los observadores de la organización es más difícil.

Hasta la fecha, se han podido identificar 2,737 hombres, 1,842 mujeres, 216 niños y 175 niñas entre los fallecidos. En tanto, 2,401 hombres, 1,729 mujeres, 321 niños y 233 niñas fueron heridos en los primeros diez meses de la ofensiva.

En las provincias de Donetsk y Lugansk, al este del país, el número de damnificados por la guerra aumentó hasta 9,736 personas, según las Naciones Unidas. En el resto del país, este dato asciende a 8,258 víctimas.

En el último mes de 2022, la ONU registró 188 muertes y 613 heridos en Ucrania, lo que supone un incremento del 15.4% respecto al anterior conteo mensual de víctimas.

La mayoría de los ataques (86%) tuvieron lugar en las regiones del país controladas por el gobierno ucraniano, mientras que el 14% de los mismos se produjeron en las regiones de Donetsk y Lugansk, ocupadas por Rusia.

Según la entidad, el 93% de las víctimas fallecieron o fueron heridas en bombardeos y las restantes lo hicieron a causa de minas antipersona y a otros tipos de explosivos.