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Los presidentes de Eslovaquia, República Checa, Polonia y Hungría, que conforman el Grupo de Visegrado (V4), condenaron este martes en una cumbre en Bratislava la invasión rusa de Ucrania y alertaron sobre el peligro de una escalada nuclear.

La mandataria eslovaca y anfitriona del encuentro, Zuzana Caputova, destacó que el ataque ruso es una “violación sin precedentes del derecho internacional, de la integridad territorial de un Estado soberano”.

Indicó que la más reciente ola de bombardeos rusos contra numerosas ciudades ucranianas, “no es una muestra de fuerza, sino de debilidad y cinismo”.

El mandatario checo, Milos Zeman, que hasta la invasión rusa era considerado como prorruso, recordó que es “necesario evitar el riesgo de una escalada” nuclear a toda costa y habló del riesgo que hay en ese sentido.

“Alertar contra el uso de armas nucleares debe ser dicho antes de que ocurra, y no después”, manifestó el presidente.

Su homólogo polaco, Andrzej Duda, fue tajante al ser cuestionado por el destino que espera a aquellos países que apoyan de forma directa e indirecta la agresión rusa en Ucrania.

“Los que aceptan las decisiones de Rusia deben saber muy bien que serán expulsados, expatriados, proscritos, alejados de cualquier foro internacional común, por haber hecho algo inconcebible: poner el mundo en riesgo de una guerra mundial”, sostuvo.

Recordemos que Polonia es uno de los países europeos más activos a la hora de apoyar la resistencia ucraniana contra la invasión rusa.

Duda confió en que Ucrania pueda “recuperar el control de todo su territorio, incluido el que perdió en 2014”, en referencia a la península de Crimea.

Katalin Novak, la presidenta de Hungría, cuyo gobierno ultranacionalista es sin duda el más prorruso en la Unión Europea actualmente, también condenó la guerra en Ucrania ordenada por el presidente Vladímir Putin.

“Declaramos repulsa por las medidas de Putin, el ataque a un Estado, la anexión de cuatro territorios, y que las armas apunten a objetivos civiles. Eso es inaceptable para nosotros”, aseguró la presidenta de Hungría, el único país de la OTAN, junto a Bulgaria, que no ha enviado armamento a Ucrania hasta ahora.

“La amenaza nuclear es inaceptable, y hay que hacer todo lo posible para que la guerra no siga escalando”, concluyó Novak, una estrecha aliada del controvertido primer ministro, Viktor Orbán.

Rusia lanzó este lunes una serie de bombardeos coordinados y mortales contra varias ciudades de Ucrania, incluida la capital, y amenazó con réplicas “severas” en caso de nuevos ataques por parte de Kiev.

Al menos 11 personas murieron y 89 resultaron heridas tras la mayor campaña de ataques en meses, según la policía ucraniana.

Estas agresiones “constituyen otra escalada inaceptable de la guerra”, denunció el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, según su portavoz, Stephane Dujarric.

Los bombardeos se producen en una aparente represalia a la explosión que destruyó parcialmente el sábado pasado el puente que conecta la península de Crimea con Rusia continental, clave para el envío de suministros a las tropas rusas en Ucrania.

Putin acusó a los servicios secretos ucranianos de haber provocado la potente explosión y calificó el incidente de “acto terrorista”.

El tráfico de trenes y autos estuvo interrumpido varias horas después del incidente que dejó tres muertos y que fue atribuido a un camión bomba. El puente había sido apenas inaugurado por Putin en 2018.

El ejército ucraniano afirmó que las fuerzas rusas habían disparado 75 misiles sobre ciudades de todo el país, en una jornada de ataques que incluyó el uso de drones iraníes lanzados desde Bielorrusia.

Recordemos que el último bombardeo contra la capital ucraniana fue en junio pasado.

Dirigiéndose a su Consejo de Seguridad, el presidente ruso Vladimir Putin aseguró que si continuaban los “intentos de ataques terroristas” por parte de Ucrania, las réplicas serán “severas”.

En tanto, el número dos del Consejo de Seguridad, el expresidente Dmitri Medvedev, afirmó que los bombardeos solo eran el “primer episodio” y reclamó el “desmantelamiento total” del poder político ucraniano.

Paralelamente, el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, aliado de Putin, acusó a Lituania, Polonia y Ucrania de preparar ataques contra su país y anunció el despliegue de tropas conjuntas con Rusia.

En un discurso a la nación, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, dijo que esta mañana había sido “difícil” y explicó que el objetivo de las fuerzas rusas era el sistema energético y los civiles.

Según el primer ministro ucraniano Denis Chmygal, 11 estructuras importantes fueron dañadas en ocho regiones y en la capital. Por su parte el jefe de la diplomacia ucraniana, Dmytro Kuleba, estimó que Putin está “desesperado a raíz de las derrotas en el campo de batalla”.

Por eso, añadió, usa “el terrorismo de los misiles para intentar cambiar el ritmo de la guerra a su favor”.

Las reacciones a los ataques no se hicieron esperar. Reino Unido calificó los ataques de “inaceptables”; la Unión Europea y Polonia dijeron que se trataba de “crímenes de guerra”; Francia prometió incrementar la ayuda militar a Kiev.

Alemania señaló que la entrega de un primer sistema de defensa antiaérea a Ucrania era inminente. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, condenó los “horribles e indiscriminados” ataques.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, condenó los bombardeos y prometió que el mandatario ruso rendirá cuentas por las “atrocidades” cometidas durante la guerra.

“Estados Unidos condena firmemente los ataques rusos con misiles de hoy en Ucrania, incluida Kiev. Estos ataques mataron e hirieron a civiles, además de destruir infraestructura no militar”, criticó el presidente estadounidense en un comunicado.

Finalmente, todos los países de las Naciones Unidas se reúnen este lunes para debatir una condena a la anexión de regiones ucranianas por parte de Moscú, horas después de los ataques rusos a diversas ciudades de Ucrania.

Con esta resolución, cuya votación se espera no antes del miércoles, las naciones occidentales apuntan a mostrar que la Rusia del presidente Vladimir Putin está aislada en la escena internacional.

Con una elección que ha sido calificada como a favor de la “coexistencia pacífica”, el premio Nobel de la Paz distinguió este viernes a un trío de representantes de la sociedad civil de Ucrania, Rusia y Bielorrusia, tres de los principales actores del conflicto armado actual.

El galardón fue atribuido al activista bielorruso encarcelado Ales Bialiatski, a la ONG rusa Memorial, cuya disolución ordenaron las autoridades rusas, y al Centro por las Libertades Civiles de Ucrania.

“El comité Nobel noruego desea honrar a tres destacados estandartes de los derechos humanos, de la democracia y de la coexistencia pacífica en los tres países vecinos que son Bielorrusia, Rusia y Ucrania”, declaró su presidenta, Berit Reiss-Andersen.

Como esperaban los expertos, el comité Nobel quiso enviar un mensaje frente a la guerra en Ucrania, que ha sumido a Europa en la crisis de seguridad más grave desde la Segunda Guerra Mundial.

Sin embargo, los cinco miembros del comité Nobel evitaron criticar directamente al presidente ruso, Vladimir Putin, que inició la invasión de Ucrania el pasado 24 de febrero y este mismo viernes celebra su 70º cumpleaños.

Reiss-Andersen, no obstante, sí destacó que el Ejecutivo ruso, “como el gobierno de Bielorrusia, representa un gobierno autoritario que reprime a los activistas por los Derechos Humanos”.

Además, instó a Bielorrusia a liberar a Ales Bialiatski, presidente fundador del Centro de defensa de los Derechos Humanos Viasna (“Primavera”), encarcelado tras las manifestaciones masivas de 2020 contra la reelección del presidente Alexander Lukashenko, considerada fraudulenta por los países occidentales.

Memorial es la organización por los Derechos Humanos más grande de Rusia. El Tribunal Supremo de Rusia ordenó la disolución de la estructura central del grupo, llamada Memorial International, en diciembre de 2021.

Los premiados “muestran el verdadero poder de la sociedad civil en la lucha por la democracia”, apuntó por su parte la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en Twitter.

El año pasado, el Nobel premió a dos periodistas estandartes de la libertad de expresión, la filipina Maria Ressa y el ruso Dmitri Muratov.

El premio consiste en una medalla de oro, un diploma y una suma de 10 millones de coronas suecas (unos 900,000 dólares) a repartir entre los ganadores.

El galardón será entregado en una ceremonia que tendrá lugar en Oslo el 10 de diciembre. Es el único de los premios Nobel que se entrega en la capital noruega, ya que el resto se otorga en Estocolmo.

Esta semana, se anunciaron los Nobel de Medicina, Física, Química y Literatura. La edición de este año terminará el próximo lunes, con el anuncio del ganador del premio de Economía.

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, firmó hoy los tratados de anexión con los líderes de las regiones ucranianas ocupadas de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia.

En la ceremonia de la firma, que tuvo lugar en la sala San Jorge del Gran Palacio del Kremlin, participaron los líderes separatistas de los cuatro territorios ucranianos, Denis Pushilin, Leonid Pásechnik, Vladímir Saldo y Yevgueni Balitski, respectivamente.

Tras la firma, los centenares de invitados aplaudieron, mientras que el mandatario estrechó la mano a los cuatro jefes prorrusos y sonó el himno de Rusia.

Tras la última nota, Putin, Pushilin, Paséchnik, Saldo y Baliski juntaron sus manos y formaron un semicírculo al coro de: Rusia, Rusia, Rusia.

La firma de la anexión de estas regiones del este y sur de Ucrania, que Rusia solo controla parcialmente, se produjo después de que Putin pronunciara un discurso de 38 minutos de duración en el que defendió la elección “inequívoca” de los ciudadanos de las cuatro provincias.

Además, pidió a Ucrania que cese de inmediato el fuego y prometió que defenderá el territorio ruso con todos los medios.

El presidente ruso dio este paso después de reconocer la independencia de Zaporiyia y Jersón, algo que ya había hecho en febrero con las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk.

Previamente el mandatario ruso también informó al presidente de la Duma de la solicitud formal que le dirigieron el pasado día 28 los jefes prorrusos de las cuatro provincias ucranianas para integrar sus territorios en la Federación Rusa, tal y como le obliga la Constitución del país.

Se trata de la tercera anexión por parte de Rusia de un territorio ucraniano en algo más de ocho años, después de la que efectuó con la península de Crimea en marzo de 2014.

Entre el 87% y el 99% de los ciudadanos respaldaron la anexión de Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón a Rusia, según las autoridades prorrusas.

Rusia se anexiona en torno al 15% del territorio de Ucrania o unos 100,000 kilómetros cuadrados, algo más que la extensión de países como Hungría y Portugal o algo menos que la de Bulgaria. La Federación Rusa, que cuenta con más de 147 millones de habitantes, superará los 150 millones tras el proceso de anexión

En su mensaje, Putin también acusó a países occidentales de estar detrás del sabotaje de los gasoductos Nord Stream y Nord Stream 2, en cuyas instalaciones se detectaron esta semana cuatro fugas en el mar Báltico.

“Las sanciones no son suficientes para los anglosajones, han pasado a un sabotaje increíble, pero esto es un hecho, habiendo organizado explosiones en los gasoductos internacionales de Nord Stream, que se extienden por el fondo del mar Báltico”, dijo Putin en su discurso.

“Prácticamente han comenzado a destruir la infraestructura energética europea común”, añadió el mandatario.

Para Putin es obvio para todos quienes que se benefician de la destrucción de los dos gasoductos. “Lo hizo el que se beneficia, por supuesto”, dijo en una referencia indirecta a Estados Unidos.

Putin considera las “explosiones” registradas en Nord Stream y Nord Stream 2 un “ataque terrorista internacional”, por lo que abrió un caso penal por terrorismo internacional después de denunciar que tuvieron lugar “acciones intencionadas encaminadas a dañar los gasoductos”.

Foto: Twitter @vaioantunez

La embajadora de Ucrania en México, Oksana Dramaretska, señaló que ante la amenaza de Rusia de apoderarse de territorios de Ucrania, temporalmente ocupados, “no hay posibilidad de negociar con ese país para terminar el conflicto bélico y llegar a un acuerdo de paz”.

Explicó que las acciones del presidente Vladímir Putin, de reclutar más soldados y movilizar a sus tropas para reforzar su ofensiva en Ucrania, son una respuesta clara a todas las propuestas de paz, pero también señal de que “van perdiendo y que le tiene miedo al Ejército ucraniano”.

“¿Qué paz puede ser cuando el señor presidente Putin anuncia la movilización de su Estado, de qué paz podemos hablar?”, criticó la diplomática.

Acerca de la propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) de crear un comité para lograr la paz en el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, que sea avalado por el Consejo de Seguridad de la ONU, la diplomática señaló que la respuesta de Putin ha sido clara.

Añadió que el jefe de Estado de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha dicho que “la neutralidad hoy en día no es aceptable”.

Dramaretska se expresó así tras una reunión en la Cámara de Diputados, junto a parlamentarios de su país que se encuentran de visita en México.

“Estamos agradecidos con los esfuerzos de todos nuestros socios para ayudar a resolver esta situación, pero ahora vemos en realidad que este diálogo por lástima no es posible”, dijo la diplomática.

“Hasta ahora no vemos posibilidad de negociar con Rusia, el señor Putin ha respondido, ha anunciado movilización y esa es una respuesta clara a toda la paz que se propone de todas partes del mundo”, añadió.

Sobre la anexión de cuatro territorios de Ucrania que pretende, Dramaretska dijo que “esos territorios nunca van a ser parte de Rusia, nadie va a reconocer esto, ni ucranianos ni el resto del mundo, esto sólo está en sueños de Putin”.

Los líderes de las repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk, en el este de Ucrania, viajaron a Moscú para formalizar la anexión a Rusia tras los referéndums celebrados en cuatro territorios controlados por tropas rusas en los que la mayoría de los votantes apoyaron esta opción.

“Tengo el documento, el protocolo (final de los referendos sobre la adhesión a Rusia) y ahora me dirijo a Moscú”, dijo el jefe de la autoproclamada Donetsk, Denis Pushílin.

También el líder de Lugansk, Leonid Pásechnik, informó de que se encuentra de camino a la capital rusa con el objetivo de finalizar las gestiones jurídicas para la incorporación del territorio en Rusia.

Antes de partir a Moscú, Pásechnik se dirigió al presidente ruso, Vladímir Putin para pedirle la incorporación de Lugansk a Rusia.

“Estimado Vladímir Vladímirovich (patronímico de Putin), le escribo en nombre de la gente de la región de Lugansk. Teniendo en cuenta la aprobación por parte de la población de la república en el referéndum, le pido que considere el tema de unir la República Popular de Lugansk a Rusia como un sujeto de la Federación Rusa”, señaló Paséchnik, según la carta publicada por el centro de información del territorio separatista prorruso.

Entre el 87.05% y el 99.23% de los votantes en los referéndums en los territorios controlados por las fuerzas rusas en el este y sur de Ucrania apoyaron la anexión a Rusia, según los resultados difundidos hoy por la autoridades prorrusas con el 100% de la papeletas escrutadas.

El mayor apoyo a la anexión se registró en Donetsk, donde el 99.23% de los votantes habría respaldado la incorporación a Rusia. La cifra fue ligeramente inferior en Lugansk, donde a favor de esta opción se pronunciaron supuestamente el 98.42%.

En los territorios controlados por Rusia en las regiones meridionales ucranianas de Zaporiyia y Jersón a favor de la entrada en Rusia habrían votado el 93.11% y el 87.05% de los ciudadanos, respectivamente.

Según el diario ruso Kommersant, el proceso de la anexión de los cuatro territorios ucranianos a Rusia puede tardar 12 días. Se trata del doble del tiempo que requirió la incorporación de la península de Crimea, anexionada por Rusia en 2014.

De acuerdo con las leyes rusas, Putin, tiene que reconocer primero la independencia de Jersón y Zaporiyia antes de aprobar su adhesión a Rusia.

La independencia de Donetsk y Lugansk ya fue reconocida por Moscú el 21 de febrero, tres días antes del inicio de la campaña militar en Ucrania.

Ayer se supo que el Senado ruso planea debatir la anexión de los nuevos territorios el próximo 4 de octubre. Antes la incorporación tiene que recibir el visto bueno de la Duma o cámara baja rusa.

Una vez que ambas cámaras del Parlamento den su beneplácito, el respectivo documento será ratificado por Putin, lo que puede ocurrir el mismo día.

La economía mundial crecerá un 2.2% en 2023, estimó este lunes la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

El organismo rebajó así seis décimas su anterior previsión a causa del “precio de la guerra” en Ucrania y el alza de tipos de interés para contener la inflación.

“Una pérdida de impulso económico es visible a nivel mundial, pero especialmente en Europa”, indicó la OCDE, que mantiene sin cambios, en un 3%, el crecimiento mundial en 2022.

El conflicto armado en Ucrania, que parece encaminarse a ser de larga duración tras la movilización de reservistas rusos, provocará una pérdida de 2.8 billones de dólares de ingresos mundiales en 2023, estimó la organización con sede en París.

“Las presiones inflacionistas son cada vez más generalizadas, con el aumento de los costos de la energía, el transporte y de otros”, apunta la OCDE, que revistó al alza la inflación mundial a un 8.2% en 2022 y a un 6.6% en 2023.

Recordemos que Rusia lanzó el 24 de febrero una ofensiva en Ucrania que se ha traducido a nivel mundial en un aumento de precios de la energía y de la alimentación para los hogares y empresas, y en un freno a la expansión económica en un mundo postpandemia.

Además de los efectos de la guerra en los precios, el alza de los tipos de interés por los bancos centrales para contener la inflación y la pandemia también afectan la economía mundial, agrega la OCDE, que pide no obstante continuar.

La coyuntura económica golpearía especialmente a la Unión Europea (UE), región próxima a Rusia y que busca reducir su dependencia del gas ruso, y sobre todo a su primera potencia económica e industrial, Alemania.

La OCDE proyectó que Alemania entraría en recesión en 2023 con una contracción del 0.7%, una rebaja de 2.4 puntos respecto a las previsiones de junio que lastra la economía de la eurozona. Esta última crecería un 0.3%, 1.3 puntos menos de lo previsto.

Aunque el resto de las principales economías de la UE escaparían de la recesión en 2023, Francia (0.6%), Italia (0.4%) y España (1.5%) no estarían a salvo de las consecuencias de un empeoramiento de la situación energética.

Los países del G20 crecerían el próximo año al mismo ritmo que la economía mundial, un 2.2% (-0.6 puntos). De ellos, la OCDE rebaja 1.5 puntos la previsión para Argentina, que crecería entonces un 0.4% y cuya inflación sería del 83%.

En línea con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la organización, a la que Argentina y Brasil pidieron ingresar, advierte que este último crecerá casi dos puntos más de lo previsto en 2022, un 2.5% en 2022, y un 0.8% en 2023.

En el caso de nuestro país, la OCDE advierte que sigue la misma tendencia con una expansión del 2.1% en el presente año (0.2 puntos más) y 1.5% en 2023 (0,6 puntos menos a lo previsto en junio).

En el caso de la inflación, prevé que la tasa cierre 2022 en 7.9% y en 2023 se ubique en 4.9%.

Las perspectivas económicas de 2023 también se revisaron a la baja en otras zonas y países del mundo, salvo para Turquía (3%, sin cambios), el Reino Unido (0%, sin cambios) e Indonesia (4.8%, más 0,1 puntos porcentuales).

El crecimiento de Estados Unidos sería de 0.5% en 2023 (0.7 puntos menos que lo proyectado en junio) y el de China un 4.7% (-0.2). La economía rusa se contraería un 4.5% en 2023, tras una contracción del 5.5% en 2022.

Las autoridades afines a Moscú en las regiones ocupadas de Ucrania iniciaron este viernes los referendos de anexión a Rusia, considerados ilegales por Kiev y sus aliados occidentales, que han advertido no reconocerán sus resultados.

Las votaciones celebradas en las regiones orientales de Donetsk y Lugansk y en las meridionales de Jersón y Zaporiyia empezaron a primera hora de este viernes, reportaron las agencias de noticias rusas. La consulta se extenderá durante cinco días.

Estos referendos añaden tensión a una semana marcada por la movilización de 300,000 reservistas anunciada por el presidente Vladimir Putin, que también amenazó con emplear su arsenal nuclear para proteger su territorio.

Las autoridades tienen previsto ir puerta por puerta durante cuatro días para lograr votos. Luego los colegios electorales abrirán el próximo martes para que los residentes depositen sus votos en la última jornada de votación.

El viernes, la agencia de noticias rusa TASS mostró imágenes de funcionarios en los patios de los edificios de Donetsk notificando a los residentes por megafonía que la votación había comenzado.

En Moscú también se puede votar en un edificio donde está la representación de la región autoproclamada de Donetsk.

A principios de mes, las fuerzas ucranianas recuperaron la mayor parte de la región de Járkov, en una contraofensiva que ha permitido a Kiev retomar cientos de ciudades y pueblos que estuvieron bajo control ruso durante meses.

“No podemos dejar al presidente Putin que se salga con la suya”, dijo en una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, acusando a Putin de “echar leña al fuego”.

Los referendos recuerdan lo ocurrido en 2014 en la península de Crimea, anexada a Rusia después de un voto considerado fraudulento por los países de Occidente.

En la regiones orientales de Donetsk y Lugansk, reconocidas como naciones independientes por Moscú justo antes de la invasión, los residentes deberán responder si respaldan “la entrada a Rusia”, según la agencia rusa TASS.

En Jersón y Zaporiyia, las papeletas incluyen la pregunta: “¿Está a favor de la secesión de Ucrania, la formación de un Estado independiente y su unión a la Federación Rusa como miembro de la Federación Rusa?”.

Por su parte el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, calificó los referendos de “farsa” y agradeció a sus aliados occidentales que condenaran “otra mentira rusa”.

Una hipotética anexión supondría una escalada mayor en el conflicto, especialmente después de que Putin dijera que protegería el territorio ruso con “todos los medios”. Implicaría que Moscú, siguiendo su doctrina, podría usar sus armas atómicas para defenderlas de la contraofensiva lanzada por Ucrania en el este y el sur del país.

México presentó formalmente al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, la propuesta de tregua de paz mundial de por lo menos cinco años, una iniciativa del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y que no ha tenido una buena recepción por parte de Ucrania.

La propuesta la hizo el secretario de relaciones exteriores mexicano Marcelo Ebrard, durante una sesión especial del Consejo para tratar el tema de la invasión rusa a Ucrania, en la que el canciller criticó de paso la inoperancia de la ONU, dando seguimiento a los señalamientos que en ese sentido ha hecho AMLO.

Ebrard dijo que México reconocía el liderazgo del secretario general de la ONU, António Guterres, en la búsqueda de soluciones para el conflicto y que, con el fin de “fortalecer sus esfuerzos de mediación”, proponía la “la formación de un comité para el diálogo y la paz en Ucrania, con la participación de otros jefes de estado y de gobierno, incluidos de ser posible su excelencia Narendra Modi (primer ministro de la India) y su santidad, el papa Francisco”.

El objetivo, dijo, seria generar nuevos mecanismos para el diálogo y espacios complementarios para la mediación, que fomenten la confianza, reduzcan las tensiones y abran el camino hacia una paz duradera.

“Es tiempo de actuar”, señaló el canciller. “Resignarse a la guerra es ir siempre a un precipicio”.

Mykhailo Podolyak, asesor del presidente Volodymyr Zelenskyy, calificó en días recientes a la propuesta de México como un “plan ruso”. Cuestionó si la idea es “mantener a millones bajo ocupación, aumentar los entierros masivos y darle tiempo a Rusia para renovar las reservas antes de la próxima ofensiva”.

Y es que recordemos que México ha condenado la invasión rusa de Ucrania, pero mantiene una postura un tanto ambigua, el no reconocer a Rusia como el agresor y al no sumarse a las sanciones que se le han impuesto a Moscú en respuesta a su operación militar.

Ebrard dijo que la invasión constituía “un flagrante quebrantamiento a lo establecido en la carta de la ONU”, con consecuencias gravísimas sobre todo para la sociedad civil. Sin embargo, sostuvo que el envío de armas a Ucrania y las sanciones a Rusia solo han agravado el conflicto.

El titular de la SRE dijo que la ONU no estaba haciendo lo suficiente y que el Consejo de Seguridad ha tenido un solo pronunciamiento público desde el inicio del conflicto.

“No es admisible la indiferencia”, expresó el canciller. “El Consejo de Seguridad no fue capaz de cumplir con su responsabilidad esencial. Las causas por la que este Consejo se puede volver disfuncional son conocidas. Corregirlas depende de nosotros”, remató.

El presidente ruso, Vladímir Putin, puso hoy en pie de guerra a los rusos al decretar la movilización parcial de 300,000 reservistas rusos para la guerra en Ucrania, medida que busca contrarrestar lo que llamó “chantaje nuclear” de la OTAN, que se propone “destruir” a Rusia.

“Al día de hoy nuestras Fuerzas Armadas actúan a lo largo de una línea de combate que supera los mil kilómetros, combaten no sólo contra formaciones neonazis, sino prácticamente contra la máquina militar del Occidente colectivo”, dijo Putin durante un discurso televisado.

La medida, una reacción “desesperada”, según la propia Unión Europea, es a todas luces un reconocimiento del fracaso de la “operación militar especial” en Ucrania, que en casi siete meses de combates no ha logrado el principal objetivo, conquistar el Donbás, e incluso ha cedido en las últimas semanas territorio en las regiones de Járkov y Lugansk.

Para el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, la movilización es “una tragedia, ante todo, para el pueblo ruso”, y también un resultado de la “incapacidad del Ejército profesional” de Rusia, según dijo hoy su portavoz Serhiy Nikíforov,

Sin mencionarlo, Putin, según los analistas, admitió con esta medida por primera vez que su país está en guerra, aunque el jefe del Kremlin insiste en que los soldados rusos no sólo combaten con Ucrania, sino también con sus aliados occidentales.

La movilización sigue a la convocatoria para este viernes de referendos de integración con Rusia en las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, y en los territorios ocupados del sur de Ucrania en las regiones de Jersón y Zaporiyia, consultas ya condenadas por la comunidad internacional.

Putin centró gran parte de su discurso en acusar a Occidente de amenazar a su país con el suministro de armamento ofensivo de largo alcance que permitiría a Ucrania lanzar ataques en Crimea y otras regiones de Rusia. “Con su política agresiva y antirrusa, Occidente ha superado todos los límites”, denunció.

El objetivo de Occidente es “debilitar, dividir y destruir finalmente a nuestro país”, dijo el jefe del Kremlin, quien destacó que Occidente dice abiertamente que en “1991 pudieron desmembrar la Unión Soviética y que ahora ha llegado el turno de Rusia”.

“Se trata no solo de los ataques alentados por Occidente contra la central nuclear de Zaporiyia (en Ucrania, aunque bajo control militar ruso), que pueden provocar una catástrofe atómica, sino también de las declaraciones de altos cargos de la OTAN acerca de la posibilidad en emplear contra Rusia armas de destrucción masiva”, precisó.

Putin enfatizó que los ciudadanos de Rusia pueden estar seguros de que la integridad territorial, la independencia y la libertad del país están garantizadas “con todos los medios a nuestro alcance”, lo que incluye armamento más moderno que el de la OTAN.

Al respecto, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, afirmó que “no cree” que Rusia vaya a usar armas nucleares en la guerra.

“No creo que se vayan a utilizar esas armas. No creo que el mundo deje que eso ocurra”, afirmó el jefe del Estado ucraniano, según unos extractos de una entrevista televisiva.

En tanto, en declaraciones a la televisión pública, el ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, aseguró que serán movilizados 300,000 reservistas, un 1% del potencial del país.

Dichos reservistas deben haber cumplido el servicio militar obligatorio, tener experiencia en combate o alguna especialidad militar que necesiten las Fuerzas Armadas, aunque es improbable que sean destinados al frente.

Shoigú explicó que hay que “asegurar” y “controlar el territorio” ocupado por las tropas rusas en el Donbás y las regiones de Jersón y Zaporiyia.

Los primeros movilizados serán suboficiales de reserva de menos de 35 años y oficiales de menos de 45 años, según Andréi Kartapólov, el jefe del comité de Defensa de la Duma o Cámara de diputados.

Recordemos que los reservistas que sean movilizados no tienen elección. El Parlamento ruso aprobó recientemente leyes que endurecen hasta con diez años de cárcel el castigo por deserción, rendición voluntaria o negarse a entrar en combate.

Adelantándose a la oposición de muchos rusos, especialmente en las grandes ciudades, a enviar a sus hijos al frente, Shoigú aseguró que “no habrá movilización de estudiantes universitarios”. En principio, tampoco serán movilizados los reclutas, aunque las organizaciones de derechos humanos denunciaron el despliegue en las últimas semanas de un gran número de reclutas en la frontera con Ucrania.

El anuncio de Putin hizo temer que algunos hombres en edad de combatir no pudieran salir del país. El Kremlin se negó a comentar si las fronteras se cerrarán para los sujetos a la orden de movilización, y pidió a la gente que tenga paciencia mientras se aclara la ley.

Sin embargo, los vuelos de ida desde Rusia se dispararon en precio y se agotaron rápidamente este mismo miércoles.

Por su parte Estados Unidos dijo que se toma “en serio” la amenaza del presidente ruso Vladimir Putin de usar armas nucleares en la guerra de Ucrania, y anunció “graves consecuencias” si Moscú avanza en ese sentido.

“Es una retórica irresponsable de una potencia nuclear”, dijo el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, entrevistado por la cadena ABC. “Estamos monitoreando lo mejor que podemos su postura estratégica para poder modificar la nuestra si es necesario. No hemos visto ninguna indicación de que eso sea necesario en este momento”, agregó.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aseguró este lunes que los “sectarios distorsionan” su propuesta de paz, esto tras las críticas que recibió de Myjailo Podolyak, asesor del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quien lo acusó de elaborar “un plan ruso”.

“No se conoce bien la propuesta, ayer hasta repetí lo que propusimos para que se difunda más, y quienes vieron pero son sectarios o están a favor de una de las partes lo que hicieron fue distorsionar el sentido de la propuesta, que es buscar la paz, y me pusieron del lado de Rusia”, reclamó el mandatario.

El presidente defendió la propuesta que, dijo, esta semana presentará el canciller Marcelo Ebrard ante la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Recordemos que la propuesta contempla la creación de un comité de diálogo en la ONU que promueva el cese de la guerra en Ucrania, así como una tregua global de 5 años.

Sin embargo, el asesor principal del presidente Zelenski, Myjailo Podolyak, señaló el sábado que su propuesta es en realidad “un plan ruso” al cuestionar si su idea es “mantener a millones bajo ocupación, aumentar el número de entierros masivos y dar tiempo a Rusia para renovar las reservas antes de la próxima ofensiva”.

López Obrador, quien se ha opuesto a las sanciones contra Rusia, contestó el reclamo del funcionario ucraniano, al señalar que “no se conoce bien la propuesta”.

“Inventan o les dan mal la información de las agencias y reproducen cosas que no son ciertas, porque no crean ustedes que los que se ocupan del espionaje son infalibles, muchas veces no es inteligencia, es espionaje y malo, entonces inventan”, dijo sobre la información que llega a otros gobiernos.

El presidente enfatizó que está en contra de la invasión de Rusia a Ucrania, recordando que a México lo han invadido España, Francia y Estados Unidos.

Sin embargo, también cuestionó la incapacidad de las potencias y del secretario general de la ONU, António Guterres, de evitar la guerra en Ucrania.

“No se hizo lo suficiente y al mismo tiempo que se le impide a Ucrania el ingreso a la OTAN, se opta por mandarles armas y por tomar medidas en contra de Rusia que volvieron todavía más irracional la guerra porque es el sufrimiento de la gente”, añadió.

AMLO, que recordó que en la campaña presidencial de 2018 lo acusaron de recibir dinero del Kremlin, confió en que su propuesta prospere en la ONU porque “conviene a todos”.

Expuso que Marcelo Ebrard y el representante de México en la ONU, Juan Ramón de la Fuente, gestionan con otros países la creación del comité de paz, que él propone que integren el Papa Francisco, el secretario Antonio Guterres, y el primer ministro de India, Narendra Modi.

“Hay que esperarnos, pero se tiene que insistir, suceda lo que suceda, no es en vano luchar por la paz y por la justicia, todos tenemos que hacer algo”, remató.

El primer ministro indio, Narendra Modi, le dijo al presidente ruso, Vladimir Putin, que “no es el momento de hacer la guerra”, en un encuentro durante la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) en Uzbekistán, según reportaron este viernes medios indios.

“Excelencia, sé que ahora no es el momento de hacer la guerra”, le dijo Modi a Putin en Samarcanda, en el primer encuentro entre ambos líderes desde que Rusia inició en febrero la invasión de Ucrania, según imágenes difundidas por el canal público indio Doordashan.

Putin contestó que él quiere acabar “lo antes posible” el conflicto en Ucrania, y dijo entender las “preocupaciones” de India.

“Conozco su posición respecto al conflicto en Ucrania, sus preocupaciones (…) Lo haremos todo por tal de que se termine todo lo antes posible”, contestó Putin en su encuentro con Modi.

Recordemos que India se ha abstenido de condenar explícitamente la invasión lanzada por Rusia, que es de lejos el mayor proveedor de armas de Nueva Delhi.

Pero Modi se esforzó en destacar la importancia de “la democracia, la diplomacia y el diálogo”. Igualmente, el primer ministro indio dijo que hablaría con Putin de la forma de “avanzar en el camino de la paz”.

Previo al encuentro, Putin dijo entender también las “preocupaciones” de China, un importante aliado de Moscú, por el conflicto de Ucrania, que disparó los precios del petróleo y otras materias primas.

Sin embargo, en una intervención tras una cumbre, Putin minimizó la contraofensiva ucraniana y advirtió que Rusia respondería con más fuerza si sus tropas se ven sometidas a mayor presión.

Putin calificó la invasión como un paso necesario para evitar lo que, según él, era un complot occidental para dividir a Rusia, y dijo que no tenía prisa en Ucrania, además de que sus objetivos seguían siendo los mismos.

“Las autoridades de Kiev anunciaron que han lanzado y están llevando a cabo una operación activa de contraofensiva. Bueno, vamos a ver cómo se desarrolla, cómo acaba”, dijo Putin con una sonrisa.

“Recientemente, las fuerzas armadas rusas han infligido un par de golpes sensibles. Supongamos que son una advertencia. Si la situación sigue desarrollándose así, la respuesta será más seria”, advirtió el mandatario ruso.

El presidente Volodimir Zelenski prometió este miércoles “la victoria” de Ucrania, al visitar la ciudad estratégica de Izium, en la región de Járkov, primera visita a los territorios reconquistados en la contraofensiva que este mes lanzó en contra de las tropas rusas.

Izium, ciudad de unos 50,000 habitantes antes de la guerra, vivió sangrientos combates meses atrás, antes de ser tomada por los rusos, que hicieron de ella un punto estratégico para el reaprovisionamiento de sus tropas.

Su reconquista a cargo de las tropas de Kiev supone un revés para el ejército de Moscú, replegado ahora hacia Donetsk, zona bajo control del Kremlin desde 2014.

“Solo avanzamos en una dirección: hacia adelante, hacia la victoria”, escribió Zelenski en un canal oficial de Telegram.

En un vídeo, comparó la destrucción en Izium con la de Bucha, ciudad cerca de Kiev de donde las fuerzas rusas se retiraron en primavera, dejando tras de ellas cuerpos de civiles asesinados a sangre fría, lo que Moscú rechaza haber perpetrado.

Ucrania asegura que ha recuperado en dos semanas el control de varios miles de kilómetros cuadrados en el este y el sur del país, zonas que los rusos ocupaban desde la invasión lanzada el 24 de febrero.

En concreto, según el viceministro de Relaciones Exteriores, Ganna Maliar, las fuerzas de Kiev en la región de Járkov reconquistaron desde el 6 de septiembre unos 8,500 km cuadrados así como zonas en las que viven unas 150,000 personas.

En su operación relámpago de reconquista, Ucrania ha recuperado casi la totalidad de la región de Járkov, fronteriza con Rusia, en particular las ciudades de Balaklia, Kupiansk e Izium.

Fortalecida por el envío de armamento occidental, Ucrania está llevando a cabo una contraofensiva paralela en el sur del país, en la región ocupada de Jersón, donde ya reivindica avances, si bien aún menores que en el noreste del país.

La presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, llamó este miércoles a los ciudadanos europeos a que durante el próximo invierno prevalezcan la “solidaridad” y “valentía” que el bloque mostró en su respuesta a la invasión rusa de Ucrania, de cara a unos meses en los que se pondrá a prueba la unidad mostrada hasta ahora.

“Hemos recuperado la fuerza interior de Europa. Necesitaremos toda esta fuerza. Los meses que tenemos por delante no serán fáciles ni para las familias que están sufriendo para llegar a final de mes ni para las empresas que enfrentan elecciones duras sobre su futuro”, dijo Von der Leyen en su discurso del Estado de la Unión Europea de 2022.

La funcionaria dijo que se pondrán a prueba aquellos que quieren explotar cualquier división entre los europeos, pues dijo, no se trata solo de una guerra de Rusia contra Ucrania, sino de una guerra contra la energía, la economía, los valores y el futuro de la región.

La alemana se mostró convencida de que, “con coraje y solidaridad, Rusia será derrotada y Europa prevalecerá”.

Durante una hora de discurso, la presidenta mostró su faceta más apasionada en sus palabras sobre la respuesta europea a la guerra, en defensa de las sanciones que han dejado al sector financiero ruso “en las últimas” y han provocado la salida de más de mil empresas internacionales de este país.

“Las sanciones están aquí para quedarse. Este es el momento de ser resueltos, no de apaciguar (a Rusia)”, dijo Von der Leyen, que reconoció que se debió haber escuchado a los países de Europa del Este y los Bálticos, que “durante años nos han estado diciendo que (el presidente ruso, Vladimir) Putin no iba a frenar”.

Estos países, continuó, habían empezado ya a hacer sus deberes hacia la independencia energética de Moscú, un trabajo que debe emprender ahora toda la Unión Europea ante la manipulación del Kremlin del mercado energético y en el marco de una inflación disparada que se refleja especialmente en la energía y los alimentos.

Von der Leyen repasó las medidas extraordinarias que se han diseñado durante este mes para hacer frente a la crisis: limitar los ingresos de las compañías eléctricas europeas, gravar los beneficios extraordinarios de las petroleras para recaudar más de 140,000 millones de euros y que los Estados miembros ahorren un 10% de electricidad, al menos un 5 % en horas con pico de demanda.

Recordó que se está preparando ya una reforma completa del mercado energético europeo y anunció la creación de un “Banco Europeo de Hidrógeno” con el que el bloque invertirá 3,000 millones de euros en los próximos años para acelerar el desarrollo de esta tecnología y seguir reduciendo la dependencia rusa.

El ya imparable giro hacia las energías renovables busca ser también un freno al impacto del cambio climático tras un verano de sequías e incendios forestales por el cual la Unión Europea prevé doblar su capacidad de lucha contra incendios con la compra de nuevos aviones y helicópteros para la reserva común, anunció Von der Leyen.

En el capítulo económico y comercial, la alemana mencionó la reforma de la reglas europeas de control de déficit y deuda, y anunció que propondrá la ratificación de los acuerdos de libre comercio con Chile y México, además de con Nueva Zelanda, cuyas negociaciones ya han sido completadas pero aún no están en vigor.

Además, avanzó que Bruselas propondrá una Ley de Materias Primas Críticas para reducir la dependencia europea en este sector, así como un paquete de medias de alivio para las pequeñas y medianas empresas para afrontar la inflación.

Al inicio de su discurso dio  la bienvenida a la primera dama ucraniana, Olena Zelenska. Y al cierre de su intervención, la funcionaria contó la historia de Magdalena y Agnieszka, dos jóvenes polacas que se organizaron en la estación central de Varsovia para preparar la llegada de miles de refugiados ucranianos y que lograron movilizar a más de 3,000 voluntarios.

Von der Leyen aseguró que su historia es “todo lo que la UE representa y a lo que aspira”. “Es una historia de corazón, carácter y solidaridad: mostraron a todo el mundo lo que los europeos pueden hacer cuando se unen en torno a una misión común. Este es el espíritu de Europa, una Unión que se mantiene fuerte unida y que permanece unida”, concluyó.

El presidente Andrés Manuel López Obrado (AMLO) anunció este lunes que se entregará formalmente ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) su propuesta para pacificar al mundo por al menos 5 años, en el marco de la guerra entre Ucrania y Rusia.

“Se está trabajando la propuesta, se va a presentar cuando le corresponda intervenir a México en septiembre, este mes en la ONU. El Secretario de Relaciones (Exteriores) Marcelo Ebrard va a presentarla formalmente”, apuntó el mandatario durante su conferencia matutina.

López Obrador dijo que ya ha tenido contacto con el embajador de México en la ONU, Juan Ramón de la Fuente, quien ha recibido la indicación para que se comience a trabajar en la propuesta que hará México ante el organismo.

“Es lo que planteamos con lo de la guerra en Ucrania, debería de buscarse la paz, porque no se hizo el trabajo para evitar esa guerra, ni los mandatarios de las potencias ni la ONU (…) Cinco años para que los Gobiernos se ocupen en atender las necesidades de la gente”, añadió.

El presidente lamentó la invasión de Rusia a Ucrania y llamó a que el papa Francisco; junto con el primer ministro de la India, Narendra Damodardas Modi, y el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, busquen el diálogo para frenar la guerra.

De acuerdo con López Obrador, la propuesta contempla que en ese periodo de tregua, las potencias atiendan “los graves y grandes problemas de cada nación”, como una acción extraordinaria.

Asimismo, dijo que es importante el apoyo de la ONU en la propuesta “para que no haya vetos y conseguir una tregua de cinco años cuando menos, sin pruebas nucleares, sin amenazas, sin intervenciones, sin estar participando en conflictos internos”, apuntó.

Dijo que el objetivo de esa tregua es que todos los gobiernos del mundo se dediquen a enfrentar la crisis que afecta a miles de millones de personas en el mundo.

“Todavía es tiempo, porque se perjudica mucho a la gente con una guerra, a los ucranianos, están sufriendo desplazamientos, y los efectos en la economía, la inflación, todo esto que está sufriendo Europa por la falta de gas”, dijo.

Desde que estalló la invasión de Rusia a Ucrania, López Obrador ha manifestado su “neutralidad” y ha rechazado sanciones contra Moscú, lo que ha despertado críticas internacionales. Recordemos que México es actualmente miembro no permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU.

El presidente ruso, Vladímir Putin, anunció este jueves un incremento del número de soldados que integran su Ejército justo cuando los ucranianos y sus aliados occidentales esperan un inminente cambio de estrategia de Rusia ante la estabilización del frente, luego de que se cumplieran seis meses de la invasión.

El Ejército ruso contará a partir del 1 de enero próximo con un millón 150 mil 628 soldados, es decir, se tendrá que reclutar a 137,000 elementos, en un momento en el que Moscú es incapaz de cumplir con su objetivo de “liberar” el Donbás y doblegar la resistencia ucraniana en el sur.

Con el decreto presidencial, el próximo año la plantilla de las Fuerzas Armadas, formada también por personal civil, superará los dos millones de personas, aunque poco más de la mitad serán soldados.

Desde hace ya un par de meses tanto la inteligencia ucraniana como la occidental denunciaron que el Ejército ruso sufría una falta de hombres, problema que se ve agravado por la negativa del Kremlin a declarar la movilización general.

Esto motivó la creación de decenas de patrullas de voluntarios, algunos de los cuales ya han sido desplegados en el este y el sur de Ucrania, aunque con escaso impacto en la marcha de la ofensiva rusa.

El hecho de que la medida no entre en vigor hasta 2023 podría significar el reconocimiento de que la campaña militar se alargará hasta el próximo año, ya que el invierno es un factor decisivo en esta parte del mundo.

La amenaza de un ataque a gran escala con ocasión el miércoles del Día de la Independencia de Ucrania y los seis meses de combates no se consumó, aunque la aviación rusa sí efectuó casi 200 vuelos, incluidos con bombarderos, muchos de los cuales no conllevaron el lanzamiento de misiles.

La orden de Putin sobre crecer su Ejército, llega a la par que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, garantizó este jueves a su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, que su gobierno “seguirá ayudando a Ucrania y a su población mientras luchan para defender su soberanía”.

Los dos mandatarios hablaron por teléfono, un día después de la celebración del Día de la Independencia de Ucrania. Ayer, Washington anunció otro paquete de ayuda valorado en unos 3.000 millones de dólares.

Zelenski agradeció a Biden el “inquebrantable” apoyo demostrado desde febrero, cuando el presidente de Rusia dio
orden de iniciar una ofensiva militar que se mantiene hasta el día de hoy, y que según analistas está lejos de llegar a su fin.

Según el mandatario ucraniano, el respaldo norteamericano es tanto económico como de seguridad. “Hemos hablado de futuros pasos en nuestra senda hacia la victoria sobre el agresor y en la importancia de que Rusia rinda cuentas por los crímenes de guerra”, dijo Zelenski en su cuenta de Twitter.