La Casa Blanca informó que Trump conversó vía telefónica este viernes con el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, y dio a conocer que celebrará un encuentro con el líder norcoreano a finales del mes de mayo, en un lugar por definirse.
Ambos líderes afirmaron la importancia de continuar con una cercana coordinación para mantener máxima presión sobre el régimen de Corea del Norte. La semana pasada, un enviado del gobierno de Corea del Sur comunicó al mandatario norteamericano, la invitación de Kim para reunirse y él aceptó el ofrecimiento, sin aparentes condiciones previas. Sin embargo la administración de Trump, no tiene contemplado eliminar las sanciones impuestas a Corea del Norte hasta que esta no tome pasos tangibles hacia una desnuclearización completa, verificable e irreversible.
De igual forma el asesor de seguridad nacional de Corea del Sur anunció que ambos gobernantes se reunirán luego de la invitación que hizo el líder norcoreano.
Esta noticia sorprendente llega después de fuertes declaraciones por parte de ambos mandatarios que señalaban como inevitable la conflagración, con resultados de ataques nucleares.
En contraste hace apenas dos días el mandatario de Estados Unidos, llegó a la ciudad de San Diego, para conocer prototipos del muro que prometió construir en la frontera con México. Residentes de San Diego y de Tijuana convocaron a protestas en sus respectivas ciudades por la visita del Presidente estadounidense. Trump también se reunió con posibles donantes para la construcción con el objetivo de ver las mejores opciones para el proyecto de barrera que pretende construir a lo largo de la frontera con México.
Dicha visita radicaliza de nueva cuenta el discurso en contra de los inmigrantes mexicanos, lo que hizo que hubiera nuevas alzas históricas en el envío de remesas desde Estados Unidos, como señal de precaución de una situación más complicada para los inmigrantes radicados en territorio norteamericano. Un caso ejemplar es el aumento de deportaciones a Guatemala y el alza histórica de envíos de remesas a este país que es del orden de 1,264.6 millones de dólares, tan sólo en el vecino centroamericano.
