El “golpe más bajo”, según la revista francesa Marianne, fue el que sucedió el miércoles pasado en el último debate entre los candidatos presidenciales en Francia, luego de que Emmanuel Macron dominara la noche, al desarrollarse temas en su mayoría económicos. Le Pen se vio acorralada, incluso cometió un par de equivocaciones al confundir a dos grandes empresas. Macron le debatió y comenzó a explicar, en un lenguaje un tanto didáctico. Lo que no sabía era que Le Pen lograría con eso dar su golpe final: “Veo que usted está buscando jugar a estudiante y maestro conmigo, pero, en lo que a mí respecta, eso no es realmente lo mío”.

En su afán de dar “lecciones”, Le Pen recordó aquel reproche de François Mitterrand a Valéry Giscard d’Estaing: “No soy tu estudiante”, dijo, en un debate en 1981. Sin embargo en esta ocasión dio un giro drástico al ritmo de la plática. Todo apuntaba a la vida romántica de Macron y su esposa, Brigitte Trogneux.

Se conocieron en 1993, cuando Macron estaba en la clase de drama de Trogneux en un colegio jesuita de Amiens. Tenía quince años. Ella veinticuatro años de edad, estaba casada y tenía tres hijos. Su hija mayor, Laurence, estaba en la clase de Macron. Cuando los padres de Macron se enteraron del asunto, pensaron inicialmente que su hijo estaba viendo a Laurence. “Tú no entiendes, ya tienes tu vida”, dijo la madre de Macron a una sentimental Trogneux, quien se negó a prometer romper el asunto. “¡No tendrán hijos!” No tiene hijos biológicos, pero está cerca de sus hijastros, todos ellos activos en su campaña.

Sabiendo que Macron pasó por ciertas trabas para ganar su felicidad, lo hace aún más interesante, incluso emocionante, verlo emerger como un poderoso campeón de la familia moderna en sus múltiples formas.

El domingo antes del debate, el padre de Marine Le Pen, Jean-Marie, quien cofundó su partido, el Frente Nacional, pronunció una oración del 1 de mayo en París. De Macron, él rugió, “¡Nos habla del futuro, pero no tiene hijos!”. Y como golpe final, un ataque a la virilidad de Macron, le ha perseguido un rumor: Macron es gay y tiene una relación con el jefe de Radio Francia, Mathieu Gallet.

En plena campaña, en febrero, Macron sorteó los rumores de un modo bastante elegante, diciendo: “Si me dicen que llevo una doble vida con el Sr. Gallet, es porque mi holograma se ha escapado” (uno de sus oponentes, Jean-Luc Mélenchon usó este recurso para estar en varias plazas al mismo tiempo).

Con información de NewYorker / Foto: Twitter

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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