Luego de que la noche de ayer se confirmara la visita de Nicolás Maduro a la toma de posesión de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), a través de las redes sociales ha surgido el movimiento #MaduroNoEresBienvenido.

Diversos políticos, activistas y líderes sociales han expresado su rechazo a la visita del mandatario, argumentando solidaridad con el pueblo venezolano y la crisis que vive.

 

“Es un maldito dictador y aquí no le tenemos ni afecto ni respeto”, indicó Javier Lozano, ex vocero de la campaña presidencial de José Antonio Meade.

Por su parte Mariana Gómez del Campo, ex legisladora del PAN, incluso invitó a firmar una petición a través de la plataforma Change.org, en la que piden al gobierno electo retirar la invitación al mandatario venezolano.

Fernando Rodríguez Doval aseguró que al gobierno electo le debería de dar vergüenza que un dictador que viola los derechos humanos y tiene a su pueblo en la miseria venga a la toma de protesta de AMLO. El ex dirigente del PAN, Damián Zepeda, exigió sea retirada la invitación.

Por su parte el ex presidente de México, Vicente Fox, dijo que México es amigo de los “hermanos” de Venezuela, más no “amiguitos” del dictador que la tiene sometida.

Por su parte el también ex presidente Felipe Calderón dijo que por dignidad, solidaridad y empatía no se debería de invitar a Maduro.

 

Sin embargo algunos usuarios han cuestionado la insistencia de algunos líderes de condenar la visita de Maduro, cuando en otras ocasiones, tanto el presidente Peña Nieto como los ex presidentes Felipe Calderón, Vicente Fox y Ernesto Zedillo se han reunido con los mandatarios venezolanos.

El analista Carlos Bravo, indicó que aunque no le gusta la idea de que Nicolás Maduro venga a la toma de posesión, “México es un país, no un campamento. Tenemos relaciones con otros países, a cuyos jefes de Estado o representantes invitamos para la inauguración del nuevo gobierno”.

Finalizó diciendo que “invitarlos no significa validarlos. No la amuelen”.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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