En las elecciones de este año abunda el enojo y el miedo, mientras que el entusiasmo escasea. En esta ocasión no tenemos al Fox del 2000 que representaba la alternancia política, o al Enrique Peña Nieto del 2012 que prometía el regreso de los que “sí” sabían gobernar.
Ahora los candidatos están sumergidos en crisis, alejados de presentar propuestas. Los equipos de campaña se han centrado en cómo se va a comportar el voto útil y cómo atraerlo.
La duda ahora es saber en este año ¿quién se quedará con el voto útil?. Habrá el anti AMLO y el anti PRI…