“Tengo mucha empatía por el sentimiento de las personas, cualquiera sea su sentimiento” en relación a ChatGPT, dijo Sam Altman, creador de OpenAI, que lanzó una revolución tecnológica con esta plataforma de inteligencia artificial (IA) generativa hace un año.

El ejecutivo participó esta semana en una conferencia con directivos de Google y Meta en el marco de la cumbre anual del Foro de Cooperación Asia Pacífico (APEC), que hoy concluye en San Francisco, California.

A pesar de su éxito, ChatGPT y otras interfases capaces de producir textos, imágenes y sonidos a demanda, preocupan por los peligros que pueden acarrear para la democracia, como la desinformación masiva, o el empleo, con profesiones u oficios que podrían verse reemplazados.

“Esperamos realmente que estas herramientas sean adoptadas por los creadores y que les ayuden”, explicó Altman a propósito de los artistas furiosos con las aplicaciones de OpenAI.

Recordemos que artistas, escritores de códigos informáticos y escritores, presentaron este año una demanda contra OpenAI y otros competidores de la start-up californiana, a los que acusan de utilizar sus obras para crear sus interfases sin respetar los derechos de autor, sin consentimiento ni remuneración.

En Hollywood, la huelga histórica de guionistas y actores que acaba de terminar ilustra sus temores con relación a la inteligencia artificial generativa.

Consultado sobre el uso de IA en China, aseguró “no saber gran cosa sobre cómo China utiliza la IA”. “No está entre mis competencias”, sostuvo.

La cumbre del APEC estuvo marcada por la rivalidad entre Estados Unidos y China, enfrascados en una competencia económica y política feroz.

Para muchos en Estados Unidos, el dilema del uso de la IA se relaciona con el modelo de sociedad que se busque. El presidente Joe Biden ha considerado al dirigente chino Xi Jinping como un “dictador”. Y Pekín utiliza la IA con fines de vigilancia de la población, en particular gracias al reconocimiento facial.

La regulación de la IA también se debate en los parlamentos europeo y estadounidense, pero con el enfoque de evitar que sirva para discriminar, manipular o cometer fraudes.

OpenAI y los otros gigantes estadounidenses de la IA piden regulaciones, mientras “no frenen algunos progresos increíbles” que se logran, explicó Altman.

El gobierno estadounidense ha manifestado su preocupación por el papel de la IA durante la campaña electoral de 2024, pues la nueva tecnología facilita la creación de montajes hiperrealistas de imagen y sonido (conocidos como “deepfake”) y de falsos contenidos.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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