“Los Juegos son una vez cada siglo”, ironizó el presidente francés, Emmanuel Macron, para mostrar a sus todavía poco entusiastas compatriotas que están ante la oportunidad única de vivir en su ciudad un evento planetario.

Hoy miércoles se llega a la simbólica marca de los 100 días para el inicio de la competencia deportiva, mientras los organizadores aseguran que el proyecto avanza según el plan previsto, las obras de infraestructura están casi concluidas y cuando la venta de entradas registra una buena demanda.

Solo la seguridad genera alguna inquietud, pero los organizadores y el Gobierno se muestran confiados y sostienen que se están tomando todas las precauciones, especialmente para la ceremonia de apertura en el río Sena, que supone un gran reto.

París 2024, que será la tercera aventura olímpica de la capital francesa, presume de que dejará en la ciudad un gran legado, superior al que quedó de sus antecesoras.

De los Juegos de 1900, los segundos de la Olimpiada moderna, no queda ningún vestigio, porque aquella iniciativa liderada por el barón Pierre de Coubertin quedó sumergida dentro de la Exposición Universal que ese mismo año se celebró en París.

Pero 24 años más tarde la ciudad repitió, esta vez con más protagonismo, y un siglo más tarde, quedan en pie algunas muestras de esa herencia.

El principal de ellos es el estadio de Colombes, que fue el centro neurálgico de aquellos Juegos y que en 2024 albergará las pruebas de hockey; ya rebautizado como Yves du Manoir.

La llama olímpica fue encendida ayer en Olimpia y tendrá un periplo por Grecia antes de llegar al 8 de mayo a Marsella, donde hasta la inauguración olímpica del 26 de julio comenzará un viaje por toda Francia, que le llevará incluso a las Antillas o la Polinesia Francesa.

La ambición de tener una ceremonia de apertura histórica, por primera vez fuera de un estadio y en un lugar tan simbólico como el río Sena, se ha convertido en todo un quebradero de cabeza por el dispositivo de seguridad necesario.

El lunes, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, reafirmó la intención de mantener la idea inicial, aunque a la vez dio impulso a las especulaciones al apuntar que en caso de una amenaza importante existen “planes B y C”.

Es la primera vez que se admite la hipótesis, hasta ahora excluida por las autoridades, de que es posible que el acto tenga lugar dentro del Estadio de Francia, en Saint-Denis.

El contexto internacional añade tensión a esta cuestión: el conflicto sigue entre Rusia y Ucrania, mientras que la situación en Oriente Medio se ha agravado con el reciente ataque de Irán en Israel.

La capital comienza a tener ambiente olímpico. Las primeras instalaciones olímpicas en la plaza de la Concordia o el Campo de Marte comienzan a aparecer en el paisaje urbano de la ciudad, lo que hace que los motores empiezan a calentar.

Las inauguraciones de instalaciones se han ido encadenando entre febrero y abril, con la entrega de llaves de la Villa Olímpica, de la Villa de Medios, de la Marina de Marsella y del Centro Acuático de Saint-Denis. Desde el 29 de febrero, los organizadores preparan los 3,000 apartamentos de la Villa Olímpica, que se disponen a recibir a 14,500 personas, entre deportistas y miembros de las delegaciones.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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