Desde las campañas de desinformación que salen de Rusia para justificar la invasión de Ucrania, la gran farsa de que Joe Biden se robó la elección del 2020 en Estados Unidos, hasta las constantes falsas premisas que nos receta el presidente López Obrador en sus mañaneras, como que Estados Unidos y Canadá se quieren quedar con el petróleo de México. Estos son ejemplos de que vivimos tiempos de mentiras flagrantes con prácticamente cero costos para los mentirosos.
Y sin embargo, el campeón de las teorías de la conspiración en Estados Unidos, Alex Jones, acaba de perder un juicio por difamación que lo obliga a pagarle $45.2 millones de dólares a los padres de uno de los niños asesinados en la escuela Sandy Hook, en la matanza de 2012.
Finalmente vemos que a un mentiroso le cuesta jugar con la verdad y promover mentiras.
Jones ha negado en su muy escuchado medio, Infowars, que en diciembre del 2012 un joven de 20 años, Adam Lanza, llegó a la escuela Sandy Hook, disparó y mató a 20 niños, alumnos de primaria de seis y siete años, y seis adultos. Jones ha divulgado que los niños aludidos nunca existieron y que los padres de éstos son actores contratados por el gobierno para que éste pueda justificar aprobar reglas más estrictas para la compra y portación de armas.
Más allá del doble dolor de perder a un hijo y que este comunicador use su espacio en medios para decir que ese día tan tremendo nunca ocurrió, el problema ha sido mayor ya que los escuchas de Jones —que han crecido exponencialmente a partir de la negación de Sandy Hook— se han abocado a acosar a los padres.
Ahí está el caso de Veronique De La Rosa, la madre de Noah Pozner, la menor de las víctimas, quien ha tenido que mudarse de ciudad 10 veces desde la matanza y ahora vive aterrada, escondida, por el acoso de quienes creen que ella es una actriz contratada por el gobierno. Así que no solo debe de vivir con el tremendo dolor de haber tenido que enterrar a su hijo, además debe vivir con miedo y escondida, sin poder visitar la tumba de su hijo. Todo por las mentiras que ha divulgado Alex Jones.
El conductor de Infowars defiende sus dichos aduciendo que se trata de libertad de expresión, que protege la Primera Enmienda. Sin embargo, difamar no es libertad de expresión y por ello un jurado en Texas acaba de determinar el pago de $45.2 millones de dólares para cubrir daños y perjuicios para la familia de uno de los niños asesinados. Todavía quedan pendientes 3 juicios más por resolver. Eso ocurrirá hasta septiembre.
El otro campeón de las mentiras es Donald Trump, cuya casa en Florida fue redada por el FBI esta semana. El expresidente también está siendo arrinconado por impulsar la mentira de que Biden le robó la elección.
Dos bocanadas de aire fresco para el impulso a la verdad en tiempos de mentiras virales.
Columna completa en El Universal