Esta semana el diario de Washington Post aseguró que el presidente Donald Trump se encuentra pasando por una de las etapas de mayor tensión al interior de la Casa Blanca, y es que a través de entrevistas realizadas con varios funcionarios, se sabe que desde la llegada de John Kelly como jefe de gabinete, las cosas han cambiado.
Las nuevas reglas de cómo se accede al Presidente se han criticado mucho, pues Kelly ha implementado restricciones para dirigirse al mandatario, siempre pasando por él para de esa forma “cuidar” las reacciones del republicano y lo que se pueda llegar a filtrar a los medios.
Trump ha asegurado que está muy contento con el trabajo del ex Secretario de Seguridad Nacional, pero sus colaboradores indican que la realidad es distinta, que se le puede ver presionado, siempre contenido e incluso desconectado de lo que sucede al interior de la oficina Oval.
Entre lo que los funcionarios han revelado, es que ahora el Presidente comienza a ver enemigos donde no necesariamente los hay, pues desde la llegada de Kelly, Trump se ha comenzado a considerar desleales a algunos de sus colaboradores. Uno de ellos es el Director del Consejo Económico Nacional, Gary Cohn, quien criticó la respuesta del magnate a los acontecimientos de Charlottesville; o aún más preocupante al Secretario de Estado Rex Tillerson, que asegura lo que desafiado en temas como el número de tropas en Afganistán, el bloqueo a Qatar y la relación con Cuba Cuba.
Los entrevistados aseguran que la salida de la Casa Blanca de estos colaboradores es inminente, que incluso podrían no durar el primer año.
“Donald Trump se resiste a ser manejado”, dijo Roger Stone, ex asesor de Trump y confidente de muchos años. “Nadie le dice a quién ver, a quién escuchar, qué leer, qué puede decir”, agregó, “El general Kelly está tratando de tratar al presidente como un hongo. Mantenerlo en la oscuridad y alimentarlo… no lo logrará. Donald Trump es un espíritu libre”.
Kelly ha dicho a sus colegas que no tiene intención de controlar lo que dice el Presidente o incluso lo que llega a publicar en Twitter. Aunque ha tratado de manejar la información que el presidente recibe, Kelly reconoce que hay límites a lo que puede hacer, según funcionarios de la Casa Blanca.
“El presidente puede encender la televisión, el presidente puede llamar a la gente, y el presidente puede leer el periódico”, dijo un republicano cercano a la Casa Blanca, quien agregó que la responsabilidad recae en Trump, no en su personal, para controlar sus impulsos.
Con información de The Washington Post / Foto: Archivo APO
