La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, llegó la noche de ayer a Chicago para participar en la Convención Nacional Demócrata, que la oficializará como la abanderada del partido en la pelea contra Donald Trump por la Casa Blanca.

La vicepresidenta, de 59 años, le inyectó un nuevo impulso a la contienda demócrata al recibir el espaldarazo de Joe Biden para asumir como candidata presidencial, luego de que el mandatario de 81 años decidiera poner fin a su búsqueda de la reelección.

Una encuesta de The Washington Post/ABC/Ipsos divulgada este domingo la colocó ligeramente por encima de Trump, quien hace un mes estaba empatado con Biden.

Pero Harris, cuya efervescencia incomoda al Partido Republicano, no se confía. “No nos veo como favoritos en absoluto”, dijo a los medios en Pensilvania ayer domingo durante una gira en autobús junto a su compañero de fórmula, el gobernador de Minnesota, Tim Waltz.

“Debemos ganarnos cada voto y eso quiere decir estar en la carretera, encontrar a la gente”, agregó.

Mientras tanto, Trump, quien con la salida de Biden tuvo que redefinir su estrategia de ataque, ha optado por descalificar a Harris con insultos personales y ha detallado una nutrida agenda de eventos en estados claves como Pensilvania, donde en julio fue blanco de un intento de asesinato.

El magnate volverá este lunes lunes, para luego seguir a Michigan, Carolina del Norte y Arizona, en donde visitará la frontera con México para hablar sobre migración, el eje de su plataforma electoral.

Pese a sus esfuerzos, esta semana el foco estará puesto en Kamala Harris y en el bando demócrata.

Unas 50,000 personas se darán cita en Chicago para escuchar a su candidata, quien fue confirmada como candidata a inicios de mes en un proceso virtual, pero que ahora se encontrará con los delegados que ya le dieron su apoyo, y ante quienes dará el discurso más importante del evento, específicamente en el cierre del mismo, el jueves por la noche.

La cita Demócrata atrajo además de decenas de activistas que desde el domingo tomaron las calles para protestar por los derechos reproductivos, de la comunidad LGBT y a favor de un cese del fuego en Gaza. Por ello, las autoridades han puesto en marcha un fuerte dispositivo de seguridad, con unos 2,500 policías en las calles.

Los llamados pesos pesados del Partido Demócrata desfilarán en la tarima para apoyar a Harris, empezando por el expresidente Barack Obama y su esposa Michelle, quienes hablarán el martes. En su bastión (Chicago), la carismática pareja buscará avivar las pasiones de los demócratas, muchos de los cuales dicen encontrar, en este inicio de campaña de la vicepresidenta, una euforia que recuerda a la marcha hacia la Casa Blanca del primer presidente negro de Estados Unidos, en 2008.

Ya el discurso de Biden deberá venir impregnado de nostalgia y tendrá sabor a despedida. El presidente, que originalmente vendría al United Center de Chicago a solidificar su apuesta por un segundo período, ofrecerá en cambio un cierre de su medio siglo de carrera política cuyo broche de oro será el espaldarazo a Harris.

Luego de hacer repaso a los logros de su primer y único mandato, Biden pedirá apoyo para la vicepresidenta “poniendo de relieve” la importancia de la elección frente a Trump, quien ha sido condenado penalmente y que no se ha comprometido a admitir una posible derrota.

El acto en Chicago pretende ser una demostración de unidad y entusiasmo frente a Trump, hasta ahora único amo del Partido Republicano y todavía adorado por sus bases.

En Broojula, Ana Paula Ordorica platica con Stephanie Henaro, analista internacional, sobre qué podemos esperar para estos cuatro días de la Convención Nacional Demócrata.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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