El Gobierno federal confirmó la llegada de un nuevo contingente de 2,700 médicos de Cuba, para suplir la falta de especialistas, esto como parte de un convenio que, según opositores y representantes del gremio nacional, busca apoyar económicamente a la isla pese a las sanciones que hay en su contra por el Estados Unidos.
El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha defendido pública y frecuentemente al gobierno cubano, asegurando que el país sufre un bloqueo inhumano e injusto y ha firmado convenios con La Habana para recibir a cientos de médicos de la nación caribeña, los primeros durante la pandemia del coronavirus.
“En el ultimo convenio, además de los 950 médicas y médicas (de Cuba) que ya están laborando en 23 estados del país, se están sumando 2,700 de estas especialidades… fundamentalmente de medicina interna, pediatría y urgencias”, dijo a periodistas el director del IMSS, Zoé Robledo.
La oposición y representantes del gremio médico en nuestro país han denunciado que el dinero que se paga por la prestación de los servicios es en realidad una forma de apoyo económico a La Habana, que no llega a los médicos, e incluso han denunciado que no cuentan con títulos válidos en nuestro país.
Además, los críticos de la autollamadas 4T afirman que hay cerca de 50,000 profesionales de la salud en México que podrían asumir sus funciones, lo que el Gobierno niega, señalando que los especialistas cubanos son desplazados a zonas donde los mexicanos no quieren trabajar por temas de seguridad.
Según La Habana, la exportación de sus médicos, que han sido desplegados en 50 países de África y el Caribe, es su primera fuente de ingresos de divisas, mientras Estados Unidos denuncia que los miembros de esas misiones son sometidos a “trabajo forzado”, una expresión catalogada de “calumnia” por Cuba.
La ONG Prisonerse Defenders denunció en un informe divulgado en 2022 que los médicos cubanos entraron en México en aviones militares sin pasar los servicios de inmigración y que trabajaban en condiciones de “esclavitud”, recibiendo una parte ínfima de lo que pagó México por la contraprestación.
