En un chat de WhatsApp, un grupo de agentes de la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA) presumían su “gira mundial de libertinaje”, de “bebidas y prostitución” a expensas del Gobierno, según revelaron archivos secretos dados a conocer.

En dicho chat, los agentes intercambiaron imágenes explícitas de sus últimas conquistas sexuales. Y en un punto incluso bromearon sobre una “violación anal forzada”.

Lo que llama la atención de esto, es que a los pocos meses de ese intercambio de mensajes, un agente que participaba en dicho chat grupal, fue acusado precisamente de ese crimen.

La detención en 2018 de George Zoumberos por presuntamente obligar a una mujer de 23 años a tener sexo anal en la habitación de un hotel de Madrid encendió las alarmas en los niveles más altos de la DEA, aunque los mandos nunca hablaron con la mujer y sólo hicieron débiles esfuerzos para investigar.

La DEA se ha negado durante años a discutir su manejo del arresto y, en cambio, dijo a la agencia The Associated Press (AP) en respuesta a sus preguntas que “la supuesta mala conducta en este caso es atroz e inaceptable y no refleja los altos estándares que se esperan de todo el personal de la DEA”.

Los detalles del caso y lo gráfico del chat grupal se describen en miles de documentos policiales secretos obtenidos por la agencia AP y que ofrecen una mirada nunca antes vista a una cultura de corrupción entre los agentes federales antinarcóticos que se valieron de los fondos de las operaciones de lavado de dinero de la DEA para realizar festejos desmedidos con alcohol y sexo por todo el mundo.

Muchos de los documentos que obtuvo la AP se centran en las investigaciones en curso tras el escandaloso arresto en 2020 de José Irizarry, un agente partícipe del chat grupal, considerado el cabecilla de dichas conductas y quizás el agente más corrupto en los 50 años de la historia de la DEA.

A pesar de su condena y repetidas afirmaciones de que docenas de personas más estuvieron involucradas en su plan para desviar millones de dólares provenientes de incautaciones de lavado de dinero para financiar viajes de fiesta y sexo, no se han presentado cargos penales contra ningún otro agente, supervisor o fiscal de la DEA presuntamente vinculados a la corrupción.

El chat de WhatsApp, recuperado durante la investigación criminal del FBI sobre la mala conducta de la DEA, incluía a cinco agentes de la DEA identificados por la AP, uno de los cuales permanece en la agencia hasta hoy, y cientos de intercambios de 2017.

El chat respaldó muchas de sus acusaciones que retrataban la vida en la DEA como fiestas para la que los agentes planeaban viajes oficiales.

Los agentes también bromeaban sobre la creación de una “app de prostitutas” en la que se hacían pasar furtivamente a las prostitutas por todo, desde la recepción de un hotel hasta el departamento de asuntos internos de la DEA, mientras intentaban evitar la prisión federal.

La mala conducta en la DEA, compuesta por 4,100 agentes, difícilmente ha sido aislada. En la última década, la AP ha contabilizado al menos a 16 agentes acusados ​​de cargos federales que van desde pornografía infantil y tráfico de drogas hasta filtración de inteligencia a abogados defensores y venta de armas de fuego a miembros de cárteles, lo que revela enormes lagunas en la supervisión de la agencia.

Después de que la directora Anne Milgram tomara las riendas de la DEA en 2021, la agencia impuso nuevos controles sobre cómo se pueden utilizar los fondos en las operaciones de lavado de dinero y advirtió a los agentes que ahora pueden ser despedidos por un primer delito de mala conducta si es lo suficientemente grave, una diferencia de las administraciones anteriores.

Investigación completa en AP

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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