El presidente Andrés Manuel López Obrador anticipó ayer en el Zócalo capitalino que, a más tardar en diciembre, se terminará con el régimen corrupto.
Durante el informe de actividades que dio con motivo del primer aniversario de su triunfo electoral afirmó:
“A siete meses de haber iniciado el gobierno, les expreso con toda mi sinceridad que me siento optimista. Pienso que este mismo año, a más tardar en diciembre –van a decir que no se puede, sí se puede–, terminaremos de arrancar de raíz al régimen corrupto y quedarán en este mismo año construidas las bases para la transformación política de México”.
El mandatario señaló que lo hace por “si regresa (al poder) el conservadurismo corrupto” no dé marcha atrás a lo que se ha logrado.
“Confieso que mi activismo, mi loca pasión tiene un fundamento racional, aunque no lo piensen así mis adversarios. Considero que entre más rápido consumemos la obra de transformación, más tiempo tendremos para consolidarla y convertirla en hábito democrático, en forma de vida y en forma de gobierno”, dijo.
Asimismo, AMLO señaló que entre los pendientes de su gobierno está: mejorar la salud, crecer más en la economía y bajar los niveles de violencia.
“Falta mejorar, ya hice el ofrecimiento, pero falta que se cumpla, falta mejorar el sistema de salud. Debe crecer más la economía y todavía se mantienen los mismos niveles de violencia que heredamos del antiguo régimen”, indicó.
Entre los invitados al evento estuvieron los empresarios Emilio Azcárraga y Carlos Slim, además de gobernadores como Cuitláhuac García, de Veracruz; Rutilio Escandón, de Chiapas, y miembros del gabinete como Olga Sánchez Cordero, Alfonso Durazo, Alfonso Romo, además de los hijos del presidente.