Un día después de que el huracán Otis tocara tierra en Acapulco, los pobladores no tienen electricidad ni internet, hay inundaciones, se han presentado saqueos y el número de víctimas, hasta ahora, es de 27 muertos.

Las primeras imágenes y testimonios mostraban una enorme devastación, árboles derribados y líneas eléctricas caídas.

Aunque se movilizó a unos 10,000 soldados en la zona, no contaban con las herramientas para limpiar las toneladas de lodo y los árboles caídos de las calles. Unidades de CFE llegaron a Acapulco, pero no sabían como restablecer el servicio dada la magnitud de las afectaciones.

La CFE informó que trabaja para restablecer el servicio eléctrico en el estado de Guerrero, pues los potentes vientos de Otis colapsaron 58 estructuras de alta tensión en el estado, lo que dejo sin luz a diversas comunidades.

Además, confirmó que debido a esas afectaciones 504,340 usuarios se quedaron sin energía.

Las autoridades tardaron casi todo el miércoles en reabrir parcialmente la Autopista del Sol, que conecta Acapulco con la capital del estado, Chilpancingo, y con la Ciudad de México. Esto permitió la llegada de varios vehículos de emergencias, personal y camiones con suministros.

Los aeropuertos comercial y militar de la ciudad presentaban demasiados daños como para reanudar los vuelos. Todo quedó cancelado.

Otis tocó tierra en el puerto en la madrugada del miércoles con vientos de 270 kilómetros por hora. El huracán  tomó a muchos por sorpresa cuando pasó rápidamente de tormenta tropical a huracán de máxima categoría en su avance hacia la costa.

“Una cosa es que un huracán categoría 5 toque tierra cuando esperas un ciclón fuerte, pero que ocurra cuando no esperas que sea grave, es una pesadilla”, dijo Brian McNoldy, investigador de huracanes de la Universidad de Miami.

Las regiones de Costa Grande, Acapulco y Técpan se vieron muy afectadas por el paso de Otis, indicó el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) quien la tarde de ayer se desplazó hasta la zona afectada por tierra, pues previamente había reconocido que las condiciones eran tan malas que la comunicación con la zona se había perdido “por completo”.

Sin embargo, López Obrador enfrentó dificultades para llegar a Acapulco. Se enfrentó, como ya se sabía, a cierres en las carreteras. Tuvo que detener la marcha e incluso cambiar de vehículo. Esto no evitó que la camioneta de la Sedena se atascara.

Finalmente decidió caminar el tramo en que no había paso rumbo a Acapulco, seguido de miembros de su gabinete.

“Vamos a buscar que se abran (los caminos) lo más pronto posible”, dijo el presidente en una breve declaración a la prensa que acompañaba a la comitiva. En el camino, López Obrador dialogó brevemente con habitantes que habían salido de los pueblos cercanos a buscar a sus familias ante la falta de comunicación y transporte a Acapulco.

La gobernadora del estado de Guerrero, Evelyn Salgado, dijo en la red social X que su administración trabaja para la reapertura de las carreteras y las líneas de telefonía, en lo que llamó un “inédito escenario”.

López Obrador recordó que Otis fue un huracán más potente que Paulina, que arrasó partes de Acapulco en 1997 y dejó más de 300 muertos.

Tras llegar a Acapulco y sostener una reunión en la que le presentaron un primer recuento de los daños, López Obrador regresó a la Ciudad de México en un helicóptero de la Armada, esto a pesar de que previamente había dicho que no había condiciones para volar.

En medio de los daños causados por el paso de Otis, la incertidumbre ahora es si habrá ayuda para los damnificados, pues recordemos que el Gobierno federal eliminó el Fondo de Desastres Naturales (FONDEN), por medio del cual se destinaban recursos a atender estos desastres naturales.

¿Habrá recursos para atender los graves daños que el huracán ocasionó? En Broojula, Ana Paula Ordorica platica con Valeria Moy, economista y directora del IMCO, sobre el tema.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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