Por escándalos, el presidente no ha parado. Lo que hemos visto desde el despido fulminante del director del FBI no es nada nuevo. O cuando menos no debería serlo. Escándalos hubo desde su candidatura. El video de Access Hollywood que se dio a conocer días antes de las elecciones en el que Trump presumía al conductor Billy Bush que él podía agarrar de donde quisiera a cualquier mujer si quería, solo porque era famoso, pareció el último clavo en su ataúd y, sin embargo, sabemos que hoy está sentado en la silla presidencial.
A pesar de todos los escándalos, Trump es presidente. La pregunta es ¿por cuánto tiempo más?
Texto completo en El Universal