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Una coalición de once gobiernos nacionales y subnacionales acordaron este jueves en la cumbre del clima de la ONU COP26 poner fin a la concesión de nuevas licencias para la exploración y explotación de petróleo y gas en los territorios bajo su jurisdicción.

En una iniciativa impulsada por Dinamarca y Costa Rica, llamada “Beyond Oil and Gas Alliance” (Alianza más allá del petróleo y el gas, BOGA, en inglés), once Ejecutivos (más otro en concepto de ‘amigo’) se han comprometido a acabar con la explotación de estos recursos fósiles “en una transición justa y bien gestionada”.

Según se anunció en una rueda de prensa, además de esos dos socios fundadores, se adhieren al grupo como “miembros principales” Francia, Irlanda, Suecia, Gales (Reino Unido), Québec (Canadá) y Groenlandia. Además, Nueva Zelanda, California (Estados Unidos) y Portugal son miembros “asociados” e Italia se une de momento como “amigo de BOGA”.

Los miembros principales de la alianza se comprometen a poner fin a la concesión de nuevos permisos de exploración, mientras que los asociados deben demostrar que realizan esfuerzos para su eliminación progresiva, como el fin de las subvenciones.

Además, Italia se unirá como “amigo”, lo que, según la organización, implica que apoya sus objetivos.

En el acto de presentación, celebrado en las instalaciones de la COP26, el Ministro de Clima, Energía y Servicios Públicos de Dinamarca, Dan Jørgensen, declaró que su gobierno pondrá “fin a la era fósil”, no porque “no haya más petróleo disponible”, sino porque “es lo que hay que hacer”.

Destacó que, para su país, “uno de los principales productores europeos de petróleo”, esta será “una decisión cara pero acertada” debido a que tendrán que afrontar “la transformación del sector fósil”.

La ministra de Medio Ambiente y Energía de Costa Rica, Andrea Meza, dijo que, a pesar de que su país no es productor de petróleo, dispone de reservas, unos depósitos que prohibieron explotar hace 20 años. Meza aseguró haber recibido “mucha presión para revertir esa norma”, por lo que blindará esa decisión con la aprobación de una nueva ley en ese sentido.

La ministra costarricense se reafirmó en la decisión de formar parte de BOGA porque “cada dólar fósil es un dólar menos para la conservación de la naturaleza”.

Suecia, también miembro principal de esta alianza contra el gas y el petróleo, representada por su ministro de medio ambiente y clima, Per Bolund, dijo que el futuro es renovable y que su país aprobará el próximo verano una ley que fijará la prohibición de la búsqueda de combustibles fósiles.

La ministra de transición ecológica de Francia, Barbara Pompili, explicó en un comunicado que respetar el Acuerdo de París significa alejarse de dos siglos de civilización de combustibles fósiles en unas pocas décadas. Señaló que “en Francia, dos tercios de la energía consumida siguen siendo de origen fósil”, por lo que deberán “lograr una transformación completa de su economía”.

Algunos países han rechazado la invitación a unirse a la coalición, en particular el Reino Unido, que ha sido el anfitrión de la presidencia de la COP26 de Glasgow, pero ha decidido no poner una fecha de finalización a la eliminación del petróleo y el gas.

El investigador del E3G, grupo de expertos independiente europeo, Euan Graham señaló que la alianza BOGA representa un cambio muy esperado en la geopolítica ya que los países se están dando cuenta de los esfuerzos que hay que hacer para “alinear la producción de petróleo y gas” con el objetivo de contener el ascenso de la temperatura en 1.5 grados.

Foto: Twitter @catabreu_

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) dio a conocer esta mañana la carta que envió hace unos días al presidente Joe Biden, aprovechando la visita que hizo el enviado especial para temas climáticos, John Kerry a nuestro país.

En la carta, el mandatario mexicano se comprometió a trabajar para evitar que el calentamiento global supere los 1.5 grados.

“Cuente usted con nosotros en el trascendente y responsable propósito de evitar que el calentamiento global rebase los 1.5 grados centígrados. Es un compromiso que hacemos en nombre del pueblo y del gobierno de México por el bien del plantea y de la humanidad”, se lee en la carta revelada esta mañana.

López Obrador enfatizó que la carta, en la que hacía sus compromisos “puntuales” se envió previo al inicio de la cumbre de la ONU sobre el clima, la COP26, que está en pleno desarrollo en Glasgow.

En el texto, el presidente mexicano respalda el “esfuerzo” de Biden “para enfrentar el grave problema del cambio climático originado por el aumento de las emisiones de dióxido de carbono y de otros contaminantes”.

Se comprometió a que durante su mandato no se extraigan más de 2 millones de barriles diarios de petróleo y a reservar los combustibles fósiles solo para consumo interno.

AMLO también informó a Biden que su gobierno está modernizando 14 plantas hidroeléctricas para “producir más energía eléctrica con el mismo caudal de agua” y disminuir el uso de combustóleo y carbón, así como lograr que el 35% de la energía eléctrica provenga de fuentes renovables.

Insistió en que México tiene en marcha el más importante programa de reforestación del mundo con el programa Sembrando Vida, en el cual invierte 1,300 millones de dólares al año.

Aseguró que nuestro país es “el primer país del mundo que reglamentó las emisiones de metano en toda la cadena de valor del sector hidrocarburos” y recordó que su gobierno no ha entregado “ni una sola concesión para la explotación de la minería tóxica” ni de fracturación hidráulica.

La carta se da a conocer luego de días en que activistas medioambientales han criticado a López Obrador por su ausencia en la COP26, así como por su empeño en apuntalar a Pemex y por su polémica iniciativa de reforma eléctrica que relega las plantas de energía eólica y solar de compañías privadas.

Recordemos que ayer, López Obrador arremetió contra cumbres como la COP26, pues dijo, están llenas de “hipocresía y de modas”; reprochó que las grandes potencias se reúnan para hablar de medioambiente al tiempo que aumentan la extracción de petróleo y criticó que sus mandatarios acudan en avión a la cita.

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En más sobre la COP26, el gobierno de México insistió en que los países ricos deben cumplir con su parte proporcional para combatir la crisis.

En entrevista con la agencia Efe, Martha Delgado, subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), indicó que a esta situación (calentamiento global) “hemos llegado no en el mismo nivel de responsabilidad. Y que los países desarrollados deben cumplir su compromiso de movilizar los 100,000 millones de dólares mínimos anuales a partir del 2020 y hasta el 2025, que no se hizo”.

En tanto, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semanart), María Luisa Albores, reconoció que México está entre los 20 países de mayor emisión de gases de efecto invernadero, pero no entre los primeros 10, que son “responsables de alrededor del 66% de las emisiones totales”.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) respondió a quienes lo han criticado por no haber asistido a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, la COP26.

En un primer comentario, dijo que aunque no asistió, estuvo muy bien representado por el canciller Marcelo Ebrard, quien aseguró “lo hizo muy bien”.

Sin embargo, sus dichos no quedaron ahí. Dijo que hasta ahora, uno de los acuerdos más relevantes de la COP26 ha sido la declaratoria para acabar con la deforestación para 2030, propuesta que aseguró nació en México a partir del programa que él ha impulsado desde que llegó al poder, Sembrando Vida.

” A ver, para que se enojen, ¿de dónde creen que salió esa idea?, de Sembrando Vida. Y un dato adicional, porque también ahí están ¿no?, pendientes, que no había firmado México el programa de reforestación, si el programa lo propusimos nosotros”, dijo AMLO.

En ese sentido, dijo que en la carta que le envió al presidente Joe Biden a raíz de la visita de su enviado especial para temas climáticos, John Kerry, expuso su estrategia en cuanto a la protección del medio ambiente.

Resaltó que México es el país del mundo con el programa más importante de reforestación. Añadió que no hay ningún país en el mundo que esté invirtiendo mil 300 millones de dólares al año para reforestar.

Las descalificaciones de López Obrador fueron más allá; dijo que si en verdad se busca proteger el medio ambiente, lo que todos los líderes y países deberían hacer es actuar y no solo abordar el tema en el discurso.

Reprochó que mientras cumbres como la COP26 se llevan a cabo, al mismo tiempo están los países más poderosos aumentando la producción de petróleo.

“Al mismo tiempo que están llevando a cabo estas cumbres para la protección del medio ambiente, para enfrentar el cambio climático, están planteando incrementar la producción, la extracción de petróleo”, recriminó el presidente Incluso criticó que los Jefes de Estado que se dieron cita en la COP26 llenaron de aviones particulares la zona, pues todos llegaron por esa vía a la cumbre, olvidándose de la contaminación que generan.

“Ya basta de hipocresía y de modas, lo que hay que hacer es combatir la desigualdad monstruosa que hay en el mundo, de esto es lo que voy a hablar ahora que voy a la ONU. No voy a llevar el avión presidencial”, remató López Obrador.

En el tercer día de la COP26, que se celebra en la ciudad escocesa de Glasgow, los mandatarios de un centenar de países acordaron acabar con la deforestación para 2030.

“Nuestros bosques son también el modo en que la naturaleza captura el carbono, sacando el CO2 fuera de nuestra atmósfera”, afirmó el presidente Joe Biden, uno de los impulsores de dicha propuesta.

El mandatario de Estados Unidos dijo que se tiene que abordar el tema de la deforestación con la misma seriedad con la que se aborda la descarbonización de las economías.

Los líderes de 105 países, quienes reúnen el 85% de los bosques del mundo, firmaron la declaración, cuyas medidas incluyen respaldar actividades en los países en desarrollo como la restauración de tierras degradadas, la lucha contra los incendios forestales y la defensa de derechos de las comunidades indígenas.

Llamó la atención que dicha declaración no fue suscrita por el gobierno de México en un inicio.

Sin embargo, más tarde y a través de la secretaría de relaciones exteriores, el gobierno informó que entregó su unión formal a la declaratoria. La cancillería indicó que, junto a México, otros 14 países anunciaron su adhesión.

“México entregó hoy su unión formal al llamado lanzado hoy para la declaratoria de bosques y uso de la tierra que se dio en el marco de la 26ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático”, dice el comunicado que emitió la cancillería.

Señaló que la declaración es un compromiso de los líderes del mundo para trabajar de manera colectiva a fin de detener y revertir la pérdida de los bosques y la degradación de la tierra para el año 2030, a la vez de promover un desarrollo sostenible y promover una transformación rural inclusiva. Apuntó que la declaratoria incluye aspectos como conservar los bosques y otros ecosistemas terrestres; reducir la vulnerabilidad y construir resiliencia en áreas rurales; rediseñar políticas agrícolas, y promover la seguridad alimentaria

Adicional, cerca de 80 países acordaron en la COP26 recortar en un 30% al final de esta década sus emisiones de metano, esto al señalar que este es responsable de cerca del 30% del calentamiento global acumulado desde la revolución industrial

Decenas de líderes mundiales reunidos en la gran conferencia de la ONU sobre el clima anunciaron este martes sus planes para reducir sus emisiones de metano y acabar con la deforestación para 2030, buscando dar impulso a unas negociaciones complicadas.

En el tercer día de la COP26 en la ciudad escocesa de Glasgow, los mandatarios, invitados a participar con la esperanza de que su presencia propulse el posterior diálogo, acordaron recortar en un 30% al final de esta década sus emisiones de metano.

Este “es uno de los gases que podemos reducir más rápidamente”, subrayó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, junto al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, recordando que dicho gas es responsable de “cerca del 30%” del calentamiento global acumulado desde la revolución industrial.

El compromiso fue firmado por más de 80 naciones, entre ellos la mitad de los 30 principales emisores de metano, y Biden llamó a que “más países se sumen”.

Recordemos que el metano tiene un efecto invernadero 80 veces más potente que el CO2 y sus fuentes, como las minas de carbón a cielo abierto y el ganado, han recibido relativamente poca atención hasta ahora.

El pacto sobre el metano fue el segundo de los dos grandes anuncios hechos en Glasgow por los jefes de Estado y de gobierno. El primero consistió en la promesa de miles de millones de dólares en financiación pública y privada para detener y revertir la deforestación y la degradación del suelo en 2030.

“Nuestros bosques son también el modo en que la naturaleza captura el carbono, sacando el CO2 fuera de nuestra atmósfera”, afirmó Biden. “Tenemos que abordar esta cuestión de la deforestación con la misma seriedad que la descarbonización de nuestras economías”, agregó el mandatario durante un evento dedicado a los bosques y el uso del suelo.

Así, los líderes de más de cien países, que reúnen el 85% de los bosques del mundo, firmaron hoy la Declaración de Glasgow, cuyas medidas incluyen respaldar actividades en los países en desarrollo como la restauración de tierras degradadas, la lucha contra los incendios forestales y la defensa de derechos de las comunidades indígenas.

Estas acciones se financiarán con 12,000 millones de dólares de dinero público aportados por 12 países entre 2021 y 2025, más 7,200 millones de dólares de inversión privada por parte de más de 30 instituciones financieras mundiales.

Sin embargo no todo ha marchado bien en Glasgow. Ayer, India, cuarto mayor emisor de CO2 del mundo, anunció que no espera alcanzar la neutralidad de carbono hasta 2070. Este muy esperado anuncio representa un retraso de dos décadas respecto a la mayoría de países.

Cancelada al año pasado debido a la pandemia, la COP26 tiene como misión desarrollar el Acuerdo de París de 2015, que fijó como gran objetivo limitar el calentamiento del planeta a 1.5 grados. Sin embargo, las negociaciones se anuncian complicadas.

El primer ministro británico Boris Johnson inauguró la conferencia climática mundial de Glasgow este lunes, advirtiendo que el mundo está al borde de un cataclismo.

Johnson comparó la situación del planeta con la de James Bond amarrado a una bomba de tiempo, tratando desesperadamente de desactivarla. “Estamos en una situación similar”, aunque en el caso del planeta se trata de algo real y no de ficción, expresó el mandatario británico.

La amenaza es el cambio climático detonado por el consumo de carbón, petróleo y gas natural, y Johnson señaló que todo inició en Glasgow con el motor de vapor de James Watt propulsado por carbón.

La cumbre busca un acuerdo en que los países se puedan comprometer a reducir las emisiones de gases a fin de mantener el calentamiento mundial a 1.5 grados centígrados por encima de lo que era antes de la era industrial.

Y es que el planeta de antemano se calentó 1.1 grados centígrados; los pronósticos actuales basados en las las reducciones de emisiones planeadas a lo largo de la próxima década son que llegue a 2.7 grados para el año 2100.

Johnson dijo en la cumbre que la humanidad ha agotado el reloj en cuanto al cambio climático y es momento de actuar. Indicó que los más de 130 líderes mundiales congregados tienen una edad promedio superior a los 60 años, y las generaciones que resultarán más afectadas por el cambio climático aún no han nacido.

La COP26 empezó en Glasgow un día después de que los países del G-20 no lograron comprometerse con el objetivo de frenar las emisiones netas de carbono para 2050, una fecha límite ampliamente citada como necesaria para prevenir el calentamiento global más extremo.

En su lugar, sus conversaciones en Roma solo reconocieron “la relevancia clave” de detener las emisiones netas “para mediados de siglo o alrededor de esa fecha”; no fijaron un calendario para eliminar el carbón a nivel local y suavizaron las promesas de reducir las emisiones de metano, un gas de efecto invernadero mucho más potente que el dióxido de carbono.

Su compromiso de reducir de forma gradual los subsidios a los combustibles fósiles “a mediano plazo” se asemejó a las palabras usadas por el G-20 en una cumbre celebrada en Pittsburgh en 2009.

Mientras Johnson hablaba este lunes, la activista sueca Greta Thunberg retuiteó una petición para que sus millones de seguidores firmen una carta abierta acusando a los líderes de traición. “Esto no es un simulacro. Es un código rojo para la Tierra”, indicó la carta. “Millones sufrirán mientras nuestro planeta es devastado, un futuro aterrador que será creado o evitado por las decisiones que tomes. Tienes el poder de decidir”.

Y es que las diferencias entre algunos de los mayores emisores sobre cómo reducir el consumo de carbón, petróleo y gas, y ayudar a los países más pobres a adaptarse al calentamiento global no facilitará la tarea.

En el G20, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, señaló a China y Rusia, ninguno de los cuales estarán presentes en Glasgow, por no llevar propuestas a la mesa.

El presidente chino, Xi Jinping, cuyo país es por mucho el mayor emisor de gases de efecto invernadero, por delante de Estados Unidos, se dirigirá a la conferencia el lunes en una declaración escrita, según el programa oficial. El ruso Vladimir Putin, uno de los tres mayores productores de petróleo del mundo junto con Estados Unidos y Arabia Saudita, abandonó sus planes de participar en conversaciones en vivo por enlace de video, dijo el Kremlin.

Con un retraso de un año por la pandemia del COVID-19, la COP26 tiene como objetivo, además de mantener el objetivo del calentamiento global máximo, asegurar compromisos más ambiciosos para reducir las emisiones, asegurar miles de millones en financiamiento relacionado con el clima para los países en desarrollo y finalizar las reglas para implementar el Acuerdo de París de 2015, firmado por casi 200 países.