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EMPRESAS FANTASMAS

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El Órgano Interno de Control del Servicio de Administración Tributaria (SAT) instruyó que se investigue la caída en la detección y sanción de empresas fantasma, mejor conocidas como “factureras”, durante la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).Lo anterior ocurrió después de que Miguel Alfonso Meza presentó una denuncia contra Carlota Domínguez y Ruiz, quien desempeña el cargo de administradora central de operación de la Fiscalización Nacional del SAT.

El argumento de la querella es “por abuso de funciones por acción u omisión, al haber impedido la detección, investigación y persecución de ‘empresas fantasma’”, se lee en el cuerpo del documento.En respuesta, el Órgano Interno de Control del SAT, perteneciente a la Secretaría de la Función Pública (SFP), acordó que se investigue la actuación de la funcionaria Domínguez y Ruiz “para el total esclarecimiento de los hechos materia de la presente indagatoria”.Y es que el 25 de enero pasado, la organización Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) reveló que desde el inicio del gobierno de López Obrador se desplomó la identificación de las factureras.Durante 2023, penúltimo año de la administración de López Obrador, el SAT incluyó en su “lista negra” a 47 empresas fantasma. Dicha cifra representó una caída de 98% con respecto a 2018, último año del sexenio anterior, en el cual se detectaron 3,016.Este esquema, el de las factureras, se emplea para evadir impuestos, lavar dinero, e incluso para desviar recursos públicos como ocurrió con el fraude a Segalmex o en La Estafa Maestra.La disminución en las sanciones a los contribuyentes factureros en el gobierno de AMLO se da pese a que, para el ejercicio fiscal de 2014 se reformó el Código Fiscal de la Federación en el cual se incluyó el artículo 69-B. Esta legislación otorgó al SAT la atribución de investigar y sancionar a los emisores de facturas falsas. De 2014 a 2018, periodo correspondiente a la administración federal anterior, se detectaron en total 6,466 empresas factureras. En contraste, de 2019 a 2023, los cinco años transcurridos del gobierno actual que encabeza López Obrador, se han detectado 4,331.Todo esto llama la atención pues dentro del SAT, autoridad encargada de investigar a las factureras, colaboran personajes del círculo más cercano a López Obrador.

Desde octubre de 2022, Antonio Martínez Dagnino es el titular de esa área. A este personaje se conoce por ser uno de los amigos de los hijos del presidente que ocupan cargos de dirección en el Gobierno federal. Rosalinda López Hernández, quien estuvo al frente de la Auditoría Fiscal Federal del SAT desde el inicio del sexenio hasta febrero de este año, también es una figura muy cercana al mandatario, ya que es hermana de Adán Augusto López, exsecretario de Gobernación y cónyuge de Rutilio Escandón, gobernador de Chiapas.

El mes pasado dejó su cargo en el Servicio de Administración Tributaria porque busca una candidatura al Senado por Morena en Tabasco.

Investigación completa en MCCI

Una nueva investigación de la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) señala que las contrataciones del sector público se han mantenido como una de las áreas de riesgo más importantes para la corrupción y la impunidad aun con la 4T, cuya bandera ha sido el combate a estas prácticas.

Luego de realizar un análisis de todos los contratos de los primeros 9 meses de 2021, disponibles en la plataforma de Compranet, se confirma que las adjudicaciones directas siguen siendo el mecanismo favorito de asignación en el gobierno de López Obrador.

En lo que va del año, 80.4% del total de contrataciones han sido asignadas directamente, mientras que la licitación pública ha sido utilizada en 10.7% de las ocasiones; 5.9% han sido por medio de invitaciones restringidas.

Sin embargo, MCCI alerta que llama la atención un creciente grupo de 3,342 contratos que se han clasificado como “Otros”, que representan el 2.9% del total.

Si se considera el monto total de los contratos, la licitación pública adquiere una preeminencia mayor, pues se han entregado 173,131 millones de pesos por esta vía, o 57.9% de los recursos pagados; mientras que la adjudicación directa se ubica en segundo lugar, pues ha entregado 83,958 millones de pesos o 28.1% del total.

Los contratos catalogados como “Otros” son aún más relevantes en términos de montos, pues dentro de esta categoría se han asignado 27,500 millones de pesos, 9.2% de todos los recursos de los contratos que se han firmado en lo que va de 2021.

Mientras que en años anteriores eran muy pocos, o incluso ninguno, los procedimientos clasificados bajo esta categoría, a partir de 2019, antes de que llegara la pandemia del coronavirus, comenzaron a incrementar los recursos entregados bajo mecanismos que en las bases de datos se reportan como “Otros”, llegando a ser hasta 13.8% en 2020 y que en lo que va de 2021 representan 9.2%, o 27,500 millones de pesos.

Al comparar estos resultados en el tiempo, la cantidad de contratos entregados por adjudicación directa en 2021 mantiene prácticamente la misma proporción que en años y sexenios anteriores, pues al menos desde 2015 esta cifra se ha mantenido alrededor de 80%, pese a que este gobierno prometió dejar de utilizar este mecanismo o cuando menos disminuirlo.

El Servicio de Administración Tributaria (SAT) investiga y actualiza de manera recurrente la lista de empresas que emiten comprobantes fiscales sin contar con los activos, personal, infraestructura o capacidad material, es decir, aquellas conocidas popularmente como empresas fantasmas. Al comparar la lista definitiva de estas empresas y buscar las coincidencias en las contrataciones públicas mediante el Registro Federal de Contribuyentes, se han identificado 52 contratos con empresas fantasma de 2019 a la fecha por un monto de 162 millones.

La gran mayoría de estas contrataciones usaron procedimientos de adjudicación directa: el 51% (27 contratos) fueron entregadas por este tipo de procedimientos, 21% (11) por licitación restringida y 28% (14) fueron licitados públicamente. En segundo lugar, sólo dos contratos fueron terminados anticipadamente a pesar de que 12 se realizaron cuando la empresa ya había sido incluida en la lista de empresas fantasmas que se publica en el Diario Oficial de la Federación (DOF).

Los contratos celebrados con empresas fantasma desde 2019 han sido realizados por 20 dependencias. La institución que ha adjudicado los mayores montos a empresas fantasmas es la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), por un monto de 108.5 millones. Tal cifra representa el 67% del total de este tipo de contrataciones. Después de este caso, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) realizó 14 contrataciones con empresas fantasmas por 14.6 millones, lo cual la convierte como la dependencia con mayor número de procedimientos con estas empresas y la segunda con mayor monto. En tercer lugar, el Fideicomiso de Formación y Capacitación para el Personal de la Marina Mercante Nacional realizó siete contratos por un monto de 7.9 millones de pesos con estas empresas.

Investigación completa en MCCI

El gobierno estatal de Tamaulipas, que encabeza Francisco Javier García Cabeza de Vaca,  transfirió 39 millones de pesos de fondos etiquetados para educación y salud a una cuenta en el banco Afirme a nombre de Grupo Publicitario Adar, una empresa inexistente que en sus facturas aportó como domicilio fiscal una humilde casa ubicada en Temixco, Morelos.

Según una nueva investigación de la organización Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), quien accedió a diversos documentos, la mayor parte del dinero desviado provenía de fondos federales, según consta en facturas, órdenes de pago y cheques.

Al menos 26 millones de pesos fueron para pagar supuesta publicidad institucional del gobierno de Tamaulipas en kioscos, espectaculares y en autobuses de la Ciudad de México, San Luis Potosí y Monterrey, así como en el aeropuerto internacional de la capital del país.

El resto del dinero desviado fue por concepto de renta de equipos de sonido, muebles, tarimas y carpas. Ninguno de los servicios pagados fue realizado, determinó una auditoría del Servicio de Administración Tributaria (SAT), que en 2019 incluyó a Grupo Publicitario Adar en su listado definitivo de simuladoras de operaciones o empresas “fantasma”.

En los documentos obtenidos por MCCI consta que las órdenes de pago a favor de esa empresa fueron firmadas por el director de Comunicación del Gobierno de Tamaulipas, Francisco García Juárez y por quien fuera Secretario de Educación, Héctor Escobar Salazar.

Este desvío detectado en la investigación de MCCI es diferente de las anteriores acusaciones que han formulado la Fiscalía General de la República (FGR) y la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) contra el gobernador de la entidad, Francisco Javier García Cabeza de Vaca.

En febrero del presente año, la Fiscalía había solicitado al Congreso el desafuero del gobernador, por la posible comisión de delitos de delincuencia organizada, defraudación fiscal equiparada y lavado de dinero. Algunos cargos se derivaron de la acusación formulada en agosto del año pasado por Emilio Lozoya, quien denunció que García Cabeza de Vaca fue parte de un grupo de legisladores que en 2013 recibieron millonarias cantidades aportadas por Odebrecht para votar a favor de la reforma energética de Enrique Peña Nieto.

A las acusaciones se sumó la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), la cual añadió a los delitos ya señalados el de enriquecimiento ilícito, porque los ingresos declarados por García Cabeza de Vaca son inferiores al valor de 20 propiedades que él y su familia han adquirido en México y Texas, incluido un departamento en Bosques de Santa Fe de 42 millones de pesos, supuestamente comprado mediante la triangulación de fondos de dos empresas “fantasma”.

Investigación completa en MCCI

Una red de seis empresas vinculadas entre sí, recibieron adjudicaciones directas por 797 millones de pesos con Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex) entre 2019 y 2020, es decir, en la presente administración.

Los accionistas y operadores de las seis empresas han participado en empresas fantasma y en desvíos millonarios en el ISSSTE y la SEDATU.

Todos los contratos a esa red fueron firmados durante la gestión del entonces director de Administración y Finanzas de Segalmex, René Gavira Segreste, quien fue cesado en junio de 2020 entre acusaciones de corrupción.

La red está conformada por las compañías Fruverloz, Properloz, Soluservicios Globales NXK, Professional Bright XRW, Gentsai Hoon y Denoter, las cuales recibieron contratos de Segalmex para la compra de costales de polipropileno, tarimas, insecticidas, raticidas, lonas blancas y cubrebocas.

Y aunque las empresas incumplieron con la entrega, no fueron sancionadas.

La información se desprende de una investigación especial de la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), que encontró que el dueño de una empresa fantasma, incluida en la lista negra del SAT de sociedades que simulan operaciones, es a la vez socio y representante de tres de las empresas contratadas por Segalmex.

Esas empresas, a su vez, se vinculan entre sí a través de domicilios, correos electrónicos, números telefónicos y accionistas que viven en colonias populares. Incluso, algunas de estas empresas comparten el mismo domicilio con otras que participaron en la llamada ‘Operación Safiro’ y en la red de lavado de dinero publicada en junio de 2021 por el portal Animal Político en la que participaba Isaac Gamboa Lozano, exfuncionario de Hacienda asesinado en Morelos.

Los 797 millones de pesos de Segalmex a esta red de empresas fueron repartidos en seis contratos por adjudicación directa. Uno por cada compañía. Cuatro de las seis empresas de esta red se constituyeron entre 2015 y 2019. Antes de ser contratistas de Segalmex, ninguna había recibido contratos gubernamentales, según corroboró MCCI en Compranet, la Plataforma Nacional de Transparencia y otras herramientas de búsqueda.

Investigación completa en MCCI

La administración del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) identificó operaciones inexistentes o simuladas por más de 500 millones de pesos por parte del gobierno de Chiapas, cuando estuvo al frente del gobierno estatal Manuel Velasco, actual senador del Partido Verde.

Llama la atención que el exgobernador ha declarado abiertamente su respaldo al proyecto político del presidente López Obrador

Las operaciones irregulares del gobierno de Velasco fueron detectadas por el Servicio de Administración Tributaria (SAT) en auditorías realizadas entre 2019 y 2020 a seis empresas “fantasma” o “factureras”, según reveló la organización Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).

Pese a que el SAT descubrió desde 2019 los desvíos en la gestión de Velasco, las autoridades federales no han promovido acciones legales, y por el contrario, Morena formalizó una alianza electoral con el Partido Verde, del que es miembro prominente Velasco; esta alianza fue benéfica para el PVEM, pues multiplicó tres veces número de posiciones que ocupaba en la Cámara de Diputados.

Estos desvíos podrían estar relacionados con los videos que salieron a la luz, donde David León Romero, quien ha trabajado con el Partido Verde y con Velasco, parecía entregando bolsas con dinero en efectivo a Pío López Obrador, hermano del presidente, para supuestamente financiar la campaña a la presidencia. La fecha de la entrega del dinero en bolsas se dio meses después de que iniciaron los desvíos en el gobierno de Velasco a empresas fantasma.

Las empresas fantasmas que la actual administración federal descubrió que emitieron facturas falsas al gobierno de Velasco por más de 500 millones de pesos son: Operadora Zall, Grupo Asesor Odul, Factibilidad Empresarial de México, Advisor Groups Soluciones, Maquiladora Textil GM y Constructora Jaguar.

Cabe destacar que este presunto desvío descubierto por el SAT es distinto al que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) reportó en 2019, por 685 millones de pesos pagados a 26 empresas por parte del gobierno de Chiapas, presuntamente fantasma, para el programa de ayuda a madres solteras.

En conjunto los pagos irregulares a empresas fantasma reportados antes por la ASF y ahora por el SAT suman alrededor de 1,185 millones de pesos durante el gobierno de Velasco.

Consultado por MCCI, el abogado de Velasco, José Luis Nassar,  dijo que el ex gobernador no podía saber todas las operaciones realizadas en su gobierno, porque él “delegaba decisiones a integrantes de su gabinete”. Informó que están a favor de que se investigue y se clarifique si los servicios contratados a estas empresas fueron ejecutados y, de no ser así, que se deslinden las responsabilidades de los funcionarios responsables.

“Cuando una persona gana por elección popular la titularidad ejecutiva de un estado, pues es su obligación armar su gabinete. Cada dependencia cuenta con la propia autonomía presupuestaria (…) Entonces, es importante dividir las funciones y saber qué dependencias utilizaron los servicios y qué servicios, a efecto de poder llegar a la viabilidad de un verdadero servicio prestado, un verdadero servicio cobrado, independientemente del estatus fiscal que hoy en día guardan estas empresas”, indicó el abogado.

Investigación completa en MCCI

La organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) revela que el tema de los contratos gubernamentales para empresas fantasmas no fue algo que acabara con la anterior administración, pues pese a la promesa del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) de desterrar la corrupción, su gobierno ha incurrido en dichas prácticas.

Reporta que tan solo en lo que va de 2019, el gobierno ha entregado cinco contratos por 16.7 millones de pesos a empresas fantasma.

En un trabajo especial, la organización relata los casos en que se benefició a estas empresas. El 7 de febrero de 2019, la oficina del IMSS en Tapachula, Chiapas, anunció una adjudicación directa para la “adquisición de materiales diversos”. Para poder recibir el contrato, la compañía “invitada” tenía que enviar su cotización a través de la plataforma Compranet. Cumplido el requisito, el 14 de febrero la compañía recibió un contrato por 294 mil pesos.

Otro caso: el 31 de diciembre de 2018, la delegación del ISSSTE en Michoacán publicó una convocatoria de licitación pública para la adquisición de material para osteosíntesis (tratamiento de fracturas), material de curación de alta especialidad y material de laboratorio. Tres empresas hicieron preguntas para saber si podían cumplir con los requisitos específicos de la institución, pero solo una de ellas: Desarrollos Biotecnológicos del Bajío (DBB), acabó haciendo una propuesta.

A la licitación también acudió otra compañía, Interacción Biomédica, la cual optó por no hacer preguntas y solo envió su cotización. Después de revisar la documentación y analizar las ofertas, el 21 de enero el ISSSTE determinó que DBB no había cumplido con todos los requisitos, por lo que firmó tres contratos con la única empresa que “resultó solvente, por cumplir con los requisitos legales, administrativos, técnicos y económicos”. El monto total asignado fue de 10.8 millones de pesos.

En los dos casos anteriores la empresa ganadora fue Interacción Biomédica S.A. de C.V.

Y aunque no deberían generar mayor controversia la asignación y firma de los contratos, se encontró un “pequeño detalle”: desde el 26 de julio de 2017 el Servicio de Administración Tributaria (SAT) había publicado que Interacción Biomédica S.A. de C.V. era una empresa fantasma.

El 30 de enero de 2019, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) publicó la convocatoria a una licitación para la verificación de la calidad en las “obras de construcción, modernización, reconstrucción y observación de la Red Carretera Federal” en Sonora. Cinco empresas hicieron preguntas al respecto, para finalmente 18 hacer propuestas económicas. De acuerdo con la convocatoria, los participantes debían entregar varios documentos, uno de ellos, una “constancia de situación fiscal emitida por el SAT, expedida no mayor a 20 días a la fecha de la apertura y presentación de la proposición”. Al recibir las propuestas, tres de los 18 participantes no habían cumplido con dicho requisito.

En la SCT evaluaron las diferentes cotizaciones y documentos, y el 5 de marzo de 2019 emitieron su fallo: ocho empresas fueron desechadas porque incumplían con requisitos de la convocatoria y se consideraron insolventes. De entre las diez restantes, la SCT eligió a la que aseguró “las mejores condiciones disponibles en cuanto a precio, calidad, financiamiento, oportunidad y demás circunstancias pertinentes” y firmó un contrato por 6.6 millones de pesos.

La empresa ganadora, Índico RT S.A. de C.V., era una de las licitantes que no había hecho preguntas y que tampoco entregó su constancia del SAT, pues desde el 21 de noviembre de 2018 aparecía en el Diario Oficial de la Federación (DOF) como una empresa fantasma.