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El fin de la pandemia de COVID-19 está muy lejos, dijo este viernes una portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que basa su información en un aumento de los casos en sus últimos datos semanales.

Al ser consultada por un periodista en una sesión informativa en Ginebra sobre el momento del final de la pandemia, Margaret Harris sostuvo que está “lejos de terminar”. “Definitivamente estamos en un contexto de pandemia”, añadió.

Al respecto, las autoridades sanitarias de Estados Unidos prevén que los contagios de COVID-19 repunten durante las próximas semanas por la subvariante de Ómicron BA.2, aunque no esperan un aumento grave de hospitalizaciones.

“No me sorprendería si en las próximas semanas vemos un estancamiento en la disminución (de casos) o tal vez incluso un aumento”, afirmó este viernes el epidemiólogo encargado del combate a la pandemia, Anthony Fauci, en una entrevista con la cadena ABC News.

A principios de marzo, Estados Unidos dio por superada la ola de la variante Ómicron, la de mayor número de contagios desde el inicio de la pandemia, y relajó el uso de mascarillas en espacios cerrados.

Sin embargo, Fauci está pendiente del aumento de casos registrado en Reino Unido, ya que a menudo Estados Unidos ha seguido la trayectoria de contagios de ese país tres semanas después.

Afirmó que “no está claro” si ello conducirá hacia una nueva ola o una “mini ola”, pero destacó que no está aumentando la ocupación de camas de terapia intensiva en Reino Unido, “lo que significa que no hay un brote grave de la enfermedad”.

La farmacéutica estadounidense Pfizer pidió el pasado martes al regulador estadounidense, la FDA, que autorice la administración de una segunda dosis de refuerzo para los mayores de 65 años, y el jueves Moderna lo solicitó para los mayores de 18 años.

El gobierno de la Cuarta Transformación, que encabeza Andrés Manuel López Obrador (AMLO) perdió el control del país, indicó que el ex fiscal general de los Estados Unidos, William Barr, en entrevista con la cadena Fox News .

Las declaraciones de Barr a la cadena de televisión se dieron liego de los enfrentamientos que se registraron en Nuevo Laredo, Tamaulipas, en la frontera con Estados Unidos, y que afectó el edificio del Consultado estadounidense, así como de otros episodios de violencia en nuestro país.

Barr, que colaboró con los presidentes George W. Bush y Donald Trump, indicó que la seguridad fronteriza era una de las principales preocupaciones que tenía la administración Trump, algo que dijo no sucede ahora. En ese sentido dijo que la vicepresidenta Kamala Harris, encargada de los temas fronterizos, está fallando en su trabajo.

El exfuncionario aseguró que viajó a nuestro país en un par de ocasiones para ver “si podíamos endurecer la columna vertebral de este presidente (López Obrador) que cree en los abrazos, no en las balas, y están perdiendo”.

Fue en ese punto donde dijo que López Obrador ha perdido el control del país, ante los grupos de la delincuencia organizada.

“Los cárteles tienen decenas de miles de millones de dólares a su disposición. Pueden corromper a quien quieran allí y tienen ejércitos, literalmente ejércitos que son cada vez más paramilitares, vestidos como militares y vehículos blindados”, añadió Barr.

Recordó el llamado ‘Culiacanazo’, cuando se intentó arrestar a Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, en el que el cartel desplegó a 700 elementos con ametralladoras en camiones blindados, provocando distintas acciones en diversos puntos de la ciudad, para evitar que se concretara la aprehensión, así como para que las fuerzas de seguridad no abrieran un ataque contra ellos.

“Lo que siempre me ha preocupado es que el gobierno mexicano vaya a compartir la soberanía con los cárteles y llegar a un modus vivendi con ellos. Y no tenemos control sobre ese territorio. Y ahora hemos perdido el control de la frontera”, acusó Barr, quien recordó la detención de Juan Gerardo “N”, alias “El Huevo”, quien fue entregado a las autoridades estadounidenses.

Barr prefirió reconocer el liderazgo de Trump en materia de seguridad fronteriza, y dijo que “luchó como un demonio” contra quienes no querían que el país retomará su rumbo.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, elevó este jueves el tono contra su homólogo ruso, Vladímir Putin, al describirle como un “dictador asesino” que ha autorizado ataques “inhumanos” contra Ucrania.

El mandatario estadounidense utilizó esas palabras un día después de tachar a Putin de “criminal de guerra” por las tácticas de Rusia en su invasión de Ucrania, algo que el Kremlin consideró “inaceptable e imperdonable”.

“(Putin es) un dictador asesino, un matón puro que está librando una guerra inmoral contra el pueblo de Ucrania”, dijo Biden durante un almuerzo en el Congreso con motivo del día de San Patricio,

Poco antes, Biden también condenó directamente al presidente ruso durante una reunión virtual con el primer ministro de Irlanda, Micheál Martin, en el Despacho Oval.

“La brutalidad de Putin y lo que están haciendo sus tropas en Ucrania es algo simplemente inhumano”, aseguró el presidente estadounidense.

Este miércoles, Biden describió por primera vez a Putin como un “criminal de guerra”, algo que su portavoz, Jen Psaki, achacó a las “acciones bárbaras” de Rusia durante su invasión de Ucrania.

La portavoz matizó que por ahora el Departamento de Estado no había hecho una declaración formal que acuse a Rusia de haber cometido crímenes de guerra. Sin embargo, este jueves, el jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo que los ataques de Rusia contra civiles en Ucrania sí constituyen “crímenes de guerra”.

“Apuntar intencionalmente contra civiles es un crimen de guerra. Después de toda la destrucción de las últimas semanas, me resulta difícil concluir que los rusos están haciendo lo contrario”, dijo Blinken durante una conferencia de prensa, en la que aclaró que el proceso legal para una acusación formal aún estaba en curso.

Estados Unidos ya había dicho a principios de este mes que está “documentando” los ataques rusos en Ucrania y su impacto en la población civil para asegurar que Rusia “rinda cuentas” en caso de que se determine que ha cometido crímenes de guerra.

El fiscal jefe de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, subrayó que los ataques contra la población civil en Ucrania son “un crimen” que su oficina podría investigar.

ARTURO SARUKHÁN

EL UNIVERSAL

Cuándo hace ya casi un mes Vladimir Putin Putin ordenó el ejército ruso iniciar lo que el Kremlin denominó una “operación militar especial”, un eufemismo ingente para lo que no es más que una invasión masiva de Ucrania, la suposición casi unánime en capitales alrededor del mundo era que Rusia lograría una victoria militar expedita y relativamente fácil. Pero ahora, con los ucranianos librando una heroica y tener resistencia y las tropas rusas empantanadas a las puertas de casi todas las ciudades importantes del país, aquí en Washington y en varias de las embajadas de naciones de la OTAN en esta capital crece la impresión de que no se avizora un desenlace claro para la fase militar de este conflicto derivado de una guerra aún más letal y prolongada, causando devastación en Ucrania, provocando una crisis humanitaria masiva -con casi tres millones de refugiados en movimiento- y amenazando con escalar las hostilidades. Entramos con ello aún etapa más turbia y difícil del conflicto, donde el nuevo desafío es cómo controlar lo que en gran medida es incontrolable: ¿cuáles son los cálculos, las reacciones y metas finales el mandatario ruso?

Yendo hacia delante, gran parte de la discusión es acerca de cómo construir o habilitar rampas de salida para el conflicto y para que Putin no se sienta arrinconado y sin el margen de maniobra para salvar cara al interior de Rusia. Hay tres canales de negociación abiertos, pero infructuosos (Francia , Israel y Turquía) en momentos en que Washington no se ha sentado hacer lo propio con Moscú, en gran medida por la convicción de qué Putin no está aún dispuesto a negociar. Y las rampas de salida para Putin son particularmente relevantes en momentos en que crece la posibilidad de qué naciones de la OTAN se vean envueltas más directamente en el conflicto, ya sea por accidente o diseño.

La pregunta clave al pensar en rampas de salida es si aceptará Putin una negociación real o seguirá presionando con posiciones maximalistas y con la expansión y profundización del asalto a Ucrania. El 7 de marzo, el portavoz del Kremlin expuso una serie de demandas para detener las acciones militares rusas: Ucrania debe cesar operaciones militares, asumir la neutralidad e incluirlo en su Constitución, aceptar que Crimea es parte de Rusia y reconocer la independencia de las llamadas “repúblicas populares” de Donetsk y Luhansk en Donbás. Sin que se mencione, casi con certeza en esta lista está la instalación de un nuevo gobierno en Kiev y una demanda previa de desmilitarización. Un esfuerzo potencial de solución podría proceder a lo largo de tres vías una negociación entre Kiev y Moscú, una negociación entre la OTAN y Rusia sobre las medidas para negociar la seguridad en Europa y una discusión sobre el alivio de la sanciones de Estados Unidos y otras naciones que las han impuesto. Si Moscú mostrara interés en una verdadera negociación con Kiev, Estados Unidos y la OTAN también podrían renovar sus ofertas para negociar sobre control de armas en Europa, reducción de riesgos y medidas de transparencia que podría hacer una contribución genuina a la seguridad europea, incluida Rusia. Occidente también podría dejar en claro que, si las fuerzas rusas abandonan Ucrania, habría un alivio de las sanciones (aunque podría mantener algunas para garantizar el cumplimiento por parte de Moscú).

Pero también se abre frente a nosotros dos interrogantes y una certeza. Primero, así como este mes reveló que el ejército ruso fracasó en su plan original de invasión, las próximas dos o tres pueden revelar si Ucrania sobrevivirá como Estado y estará en posición de negociar el fin de la guerra. Segundo, ¿se replanteará Putin sus objetivos con los sucesos de las últimas cuatro semanas? Dadas las actuales trayectorias militar, diplomática y de percepciones públicas de la invasión, una “victoria” militar parecería implicar para Moscú años de ocupación de una Ucrania hostil y anti-rusa, aislamiento político de buena parte del mundo y sanciones económicas que devastarán al economía rusa. Sin duda, ello conlleva un riesgo real y latente: que Putin crecientemente lea las medidas no como sanciones diseñadas para modificar su comportamiento en Ucrania sino como un esfuerzo para derrocar a su gobierno. Por ello, la administración Biden sigue enfatizando, tanto en público como en privado, que no tiene intención alguna en propiciar un cambio de régimen en Rusia. Y finalmente, hay ocasiones en las que las disyuntivas políticas o morales que enfrentamos son muy claras, y hoy el mundo -México incluido- vive uno de esos momentos. Hay espacio para estar en desacuerdo sobre los por qué de la invasión, hay áreas grises, incógnitas y espacio para debate. Pero hay una pregunta que hoy no permite ambigüedad alguna: ¿De qué lado se está? ¿Con una nación agresora que ha violado el derecho internacional, o con un país soberano que enfrenta una invasión premeditada e injustificada?

Tras las sanciones anunciadas este martes por Moscú contra dirigentes de Estados Unidos, el expresidente Donald Trump aseguró que la “lenta” respuesta de Joe Biden a la invasión de Ucrania por parte de Rusia se debe a un supuesto “conflicto de intereses” de su familia.

Trump dijo en un comunicado que, aunque se trata de algo “horrible en muchos sentidos”, estas sanciones deberían dar pie para que Biden explique por qué su familia “recibió 3.5 millones de dólares de la muy rica esposa del exalcalde de Moscú”, Elena Baturina.

Y es que el gobierno de Rusia anunció que desde este martes Biden, varios de los integrantes de su gabinete y jefes de agencias estadounidenses, así como el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, no podrán ingresar a su país en respuesta a similar sanción impuesta desde estos países.

Esta acusación de Trump no es nueva, pues la había abordado durante un debate presidencial con Biden de cara a las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2020.

Entonces se hizo eco de un reporte presentado por senadores republicanos que apuntaba a que Hunter Biden, el hijo del ahora presidente, había recibido 3.5 millones de dólares de la mujer del alcalde de Moscú Yuri Luzkhov, en 2014.

Sin dar detalles al respecto, Trump apuntó que este hecho puede estar detrás de que, en su opinión, Biden haya sido “lento para tomar acción” en la crisis que ha desembocado en la invasión de Ucrania por parte de Rusia.

“Quizás por eso Biden ha sido tan ‘lento para tomar acción’ con Rusia. ¡Este es un conflicto de intereses realmente malo que, tal vez ahora, se revelará total y finalmente!”, dijo el expresidente.

Según informó en un comunicado el Ministerio de Exteriores ruso, las sanciones hoy anunciadas responden a similares medidas impuestas por Estados Unidos con motivo de la invasión a Ucrania.

De esta forma, Biden y Trudeau, así como el secretario de Estado de EUA, Antony Blinken; el secretario de Defensa, Lloyd Austin, y el presidente del Estado Mayor Conjunto, Mark Milley, están incluidos en la “lista de exclusión” rusa.

Figuran también precisamente el hijo de Biden, Hunter; así como la exsecretaria de Estado y excandidata presidencial demócrata Hillary Clinton.

Desde Estados Unidos se ha restado importancia a las sanciones, pues, como indicó a portavoz de La Casa Blanca, Jen Psaki, ninguno de los incluidos en la lista tiene planes de hacer “viajes turísticos” a Rusia y no hay cuentas bancarias a las que no vayan a poder acceder.

El Secretario de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard, señaló que la demanda contra las empresas fabricantes de armas de Estados Unidos sigue adelante.

“Seguimos adelante, la respuesta de los fabricantes de armas se da en los términos previstos, no hay sorpresas. Tenemos los elementos necesarios para ganar”, dijo Ebrard en un mensaje en Twitter.

Y es que la SRE señaló, mediante un comunicado, que las empresas presentaron su respuesta a la réplica que sometió la cancillería a nombre del gobierno de México, el pasado 31 de enero, como parte de las acciones de la causa civil que está en curso en la Corte Federal de Distrito de Boston, Massachusetts.

En la demanda se acusa a las armerías estadunidenses “por sus prácticas negligentes de negocios que favorecen el tráfico de armas a nuestro país”.

Además, la SRE recordó que el calendario procesal original preveía que su respuesta fuera sometida el 28 de febrero pasado, pero la contundencia de los argumentos legales del gobierno mexicano y el amplio apoyo recibido a través de escritos de Amigos de la Corte les obligó a esta ampliación.

“Como se esperaba, las empresas cuestionaron individualmente la capacidad del gobierno de México de demandar en Massachusetts y el vínculo entre sus acciones negligentes y el daño ocasionado por sus armas en territorio mexicano”, señaló en el comunicado la cancillería.

Además, dijo que las empresas, “insisten en argumentar que la ley Protection of Lawful Commerce in Arms (PLCAA) les ofrece inmunidades, aun cuando los hechos delictivos ocasionados con sus armas hayan ocurrido fuera de Estados Unidos”.

Recordemos que el pasado 31 de enero de 2022, los representantes legales del gobierno de México argumentaron en el escrito de respuesta que el Congreso de Estados Unidos, “al legislar lo hacen pensando que las leyes solo tienen alcance en su territorio, y cuando su intención es que se apliquen más allá de su país, lo manifiestan de manera explícita en la ley”.

El gobierno de México “sostiene que PLCAA no ofrece inmunidad alguna a las empresas de armas por daños provocados por hechos delictivos cometidos con sus armas en México”.

Ante este escenario, la SRE dijo que realizará el análisis correspondiente de los escritos de respuesta de las empresas demandadas y seguirá informando sobre el desarrollo de este litigio.

A finales de enero, Ebrard estimó que este año se tiene que resolver la demanda que se interpuso contra 11 fabricantes de armas en Estados Unidos por negligencia y fomentar el tráfico ilícito.

Además, reiteró que la prioridad diplomática de México para 2022 es combatir el tráfico de armas, en particular desde Estados Unidos.

La mitad de la población de Kiev huyó desde el inicio de la invasión rusa, el 24 de febrero, informó este jueves el alcalde de la capital ucraniana, Vitali Klitschko.

“Según nuestros datos, uno de cada dos habitantes de Kiev dejó la ciudad. Hoy, se encuentran en ella algo menos de dos millones de personas”, afirmó a la televisión ucraniana.

“Kiev se ha convertido en una fortaleza”, dijo Klitschko, dos semanas después del lanzamiento del ataque ruso. “Cada calle, cada edificio, cada puesto de control se fortificó”.

Kiev contaba con 3.5 millones de habitantes antes del inicio del conflicto con Rusia. Según la ONU, más de 2.3 millones de personas han huido de Ucrania en estas dos semanas.

Además, Liudmyla Denisova, encargada de derechos humanos en el Parlamento ucraniano, informó este jueves que al menos 71 niños murieron en Ucrania desde el inicio de la ofensiva rusa el 24 de febrero.

“Desde el inicio de la invasión rusa al 10 de marzo (…) 71 niños resultaron muertos y más de 100 heridos” indicó en un comunicado en Telegram.

Ayer, el bombardeo de un centro médico que albergaba una maternidad y un hospital infantil en Mariúpol dejó tres muertos, uno de ellos una niña, según fuentes municipales.

En Malyn, en el oeste, cinco personas murieron, tres de ellas niños, cuando siete casas fueron bombardeadas, dijo Denisova, que citó varios ejemplos de ataques rusos en los que hubo niños fallecidos.

Con esto, Naciones Unidas tiene ya confirmada la muerte de unos 550 civiles como consecuencia de los combates en Ucrania, aunque la propia organización asume que estos datos serían sólo la punta del iceberg.

El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos cree que la cifra es “considerablemente mayor” a las 1,506 víctimas que tiene registradas, entre las que figuran 957 heridos y 549 muertos. La organización ha explicado que tiene denuncias sin verificar y que hay zonas de las que apenas han llegado datos, como puede ser Mariúpol.

En el marco de estos informes, la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, declaró en Varsovia que la OTAN se ha vuelto “más fuerte” y Rusia “más débil”, debido al conflicto en Ucrania.

“La alianza de la OTAN es más fuerte y Rusia es más débil por lo que ha hecho (el presidente ruso Vladimir) Putin”, señaló Harris, mientras que su anfitrión, el presidente Andrzej Duda, denunció la invasión de las fuerzas rusas, que calificó de “barbarie con características de genocidio”.

“Tenemos que salvar a Ucrania”, pidió el jefe de Estado polaco, pidiendo “nuevas sanciones contra Rusia”.

Duda se refirió a bombardeos de instalaciones médicas ucranianas, como el hospital pediátrico en Mariúpol, e informó que hay fiscales de la Corte Internacional de Justicia de La Haya que están actualmente en Polonia recabando pruebas entre los refugiados ucranianos sobre un posible crimen de guerra.

“Creo que su trabajo concluirá con acusaciones serias que traerán consigo condenas para los criminales de guerra”, confió.

Harris también hizo referencia a las “atrocidades inimaginables” de las últimas 24 horas en Ucrania, citando el bombardeo del hospital en Mariúpol, y subrayó que el departamento de Justicia estadounidense creó un grupo de trabajo para investigar las presuntas “actividades criminales” de “instituciones y particulares” de Rusia.

El presidente Joe Biden firmó este miércoles una orden ejecutiva para la regulación de las criptomonedas donde pide a la Reserva Federal, la Fed, explorar la posibilidad de crear su propia divisa digital.

La administración Biden considera la explosiva popularidad de las criptomonedas como una oportunidad para evaluar los riesgos y ventajas de tener activos digitales.

Con la orden ejecutiva, Biden giró instrucciones al Departamento del Tesoro y a otras agencias federales para que evalúen el impacto de las criptomonedas en la estabilidad financiera y la seguridad nacional.

Brian Deese, principal asesor de Biden en temas económicos y Jake Sullivan, su asesor en seguridad nacional, afirmaron que la orden comprende la primera vez que Estados Unidos fija una estrategia nacional para el uso de valores digitales.

La orden “ayudará a posicionar a Estados Unidos para que siga ejerciendo un rol de liderazgo en la innovación y regulación de un ecosistema de valores digitales, tanto a nivel nacional como internacional, de tal manera que proteja a consumidores, que se ajuste a nuestros valores democráticos y que impulse la competitividad global estadounidense”, dijeron los funcionarios en un comunicado conjunto.

La medida surge en momentos en que funcionarios y legisladores expresan temores de que Rusia esté utilizando las monedas digitales para evadir las sanciones que la comunidad internacional le ha impuesto por su invasión a Ucrania.

La semana pasada los senadores demócratas Elizabeth Warren, Mark Warner y Jack Reed le pidieron al Departamento del Tesoro información sobre cómo planea impedir que las criptomonedas sean usadas por Rusia.

La administración Biden argumenta que Rusia no podrá usar criptomonedas para compensar la pérdida del comercio con Estados Unidos y Europa. Fuentes del gobierno han señalado que la orden ejecutiva estaba siendo preparada meses antes de la invasión de Ucrania.

Daleep Singh, asesor asistente de seguridad nacional y temas económicos de Biden, declaró a la cadena CNN que “las criptomonedas realmente no sirven para evadir sanciones”.

El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha acusado este miércoles al Gobierno estadounidense de iniciar una “guerra económica de facto” contra el país a raíz de la invasión a Ucrania.

Así se ha referido a las palabras de la subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos, Victoria Nuland, que ha señalado que el objetivo de Washington es lograr la derrota estratégica de Vladimir Putin”.

“Estados Unidos, por supuesto, ha declarado una guerra económica contra Rusia. De facto es así”, dijo el funcionario ruso en declaraciones recogidas por la agencia de noticias TASS. Al ser preguntado por la posibilidad de que Rusia gane la guerra, Peskov ha indicado que Moscú debe hacer “lo mejor para sus propios intereses”.

En relación con la situación de los mercados energéticos, ha expresado que “se está desarrollando de forma turbulenta”, y que desconocen a dónde llevará la situación. “Rusia analizará la situación ahora que Estados Unidos ha decidido vetar la importación de gas y petróleo y actuará en su propio beneficio”, recalcó.

Por otra parte, ha puesto en tela de juicio los datos de la ONU sobre la cifra de víctimas civiles causadas por las hostilidades en Ucrania, que según la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUR) ascienden a 1,335.

Sobre las negociaciones, ha defendido que Rusia está interesada en llevar a cabo lo antes posible nuevas rondas de conversaciones y ha subrayado que la posición rusa “es muy clara”. “Estamos interesados en celebrar nuevas rondas tan pronto como los negociadores ucranianos estén listos para hacerlo”, sostuvo.

Al respecto, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenskyy, aseguró este miércoles que Ucrania se está preparando para las próximas negociaciones con Rusia y ha defendido que el objetivo es “alcanzar la paz”.

“Nuestra delegación volvió anoche de Bielorrusia. Escucharé su informe. Nos prepararemos para la próxima ronda de conversaciones por el bien de Ucrania. Por la paz”, ha aseverado en un mensaje a la nación.

Y es que tras la celebración de tres rondas de negociaciones entre las partes, que han abordado aspectos políticos, humanitarios y militares del conflicto armado, Zelenskyy ha matizado que la situación no es un “juego de ping-pong” sino una cuestión de “vidas humanas”.

“Ya es el decimocuarto día en que nos defendemos. El decimocuarto día de unidad. (…) La escala de la amenaza contra el Estado es máxima. La invasión ha traído hasta nuestro país a prácticamente todo el contingente que ha sido reunido para ello, pero la escala de nuestra respuesta es máxima también”, añadió.

Afirmó que mientras Rusia tiene equipamiento militar, Ucrania tiene “al pueblo y el equipamiento”. “Ellos solo tienen
órdenes: atacar, matar, abusar. Nosotros tenemos un deseo de ganar, de defendernos”, ha insistido.

En su mensaje hizo hincapié en que las unidades militares ucranianas están logrando reponer el arsenal y cuentan con “numerosos trofeos”, desde “tanques enemigos, a vehículos blindados”. “¿Qué podría ser más humillante para los invasores? (…) Venceremos al enemigo con sus propias armas”, recalcó.

Zelenskyy ha resaltado además que las tropas rusas aún tienen la posibilidad de salir con vida.

Informó que ayer se logró organizar un corredor humanitario desde la ciudad de Sumy a Poltava, por donde 1,600 estudiantes y 3,500 residentes pudieron ser rescatados. Indicó que la evacuación continúa, y detalló que más de 18,000 personas han sido evacuadas de otras ciudades.

Además, Zelenskyy denunció el ataque aéreo ruso contra un hospital infantil de Mariúpol y pidió de nuevo el cierre del espacio aéreo ucraniano.

“Ataque directo de las tropas rusas al hospital de maternidad. Hay personas, niños bajo los escombros. ¡Atrocidad! ¿Cuánto tiempo más será el mundo cómplice ignorando este terror? Cierren el espacio aéreo ya”, escribió Zelenskyy en Twitter.

Por su parte, el jefe de la administración militar regional, Pavlo Kyrylenko, publicó un vídeo en Facebook que muestra la magnitud de los daños causados ​​en el ataque.

“En el centro de la ciudad, hospital, sección maternal y cuidados, todo esto ha quedado destruido en un ataque aéreo ruso en Mariúpol. Ahora mismo. El piloto ruso, que probablemente no dude en llamarse hombre, volvió a apretar el botón, sabiendo exactamente dónde volaría la bomba”, escribió en Facebook.

Y acusó a las fuerzas rusas de haber “traspasado el límite de las relaciones inadmisibles entre Estados y pueblos”, de haber “cruzado el límite de la humanidad”. “¡Deja de llamarte humano!”. “Dejen de llamarse seres humanos”, agregó

Y es que al menos 17 adultos resultaron heridos en el bombardeo, según Kyrylenko. “Hay 17 heridos confirmados entre el personal del hospital”, dijo Kirilenko a la televisión ucraniana, y agregó que de acuerdo con los primeros reportes “no había ningún niño” entre los heridos, como tampoco ningún fallecido.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, reconoció este martes que defender la democracia ante la invasión rusa de Ucrania va a suponer costos para los estadounidenses, en referencia al notable aumento del precio del combustible registrado en los últimos días

Y es que el precio promedio de la gasolina alcanzó la cifra récord de 4.17 dólares el galón (cuatro litros) en Estados Unidos.

El precio subió diez centavos de dólares en un día y 55 centavos desde la semana pasada, según la Asociación Estadounidense del Automóvil (AAA). El precio más alto jamás registrado hasta ahora en Estados Unidos era de 4.10 dólares el galón, alcanzado el 17 de julio de 2008.

La creciente demanda y una reducción en el suministro como consecuencia de la invasión de Ucrania por parte de Rusia contribuyen a la subida de precios, lo mismo que el incremento de los precios del petróleo.

El precio de referencia del crudo de Estados Unidos subió un 8% este martes, hasta más de 129 dólares el barril.

“Defender la democracia va a implicar costos, y nos va a suponer costos a nosotros también”, sostuvo Biden en un discurso desde La Casa Blanca, en el que anunció la prohibición de las importaciones de petróleo y gas natural procedentes de Rusia.

Los estadounidenses importan 100,000 barriles de petróleo ruso diarios, según Rystad Energy. El año pasado, el 8% de las importaciones estadounidenses de petróleo y sus derivados provinieron de Rusia.

Cualquier reducción de las importaciones de petróleo ruso hará subir más todavía los precios del petróleo y la gasolina.

Analistas creen que los precios del crudo podrían llegar a 160 dólares, e incluso 200 dólares, el barril si Occidente deja de importar combustibles de Rusia.

El embargo sobre la importación estadounidense de petróleo y gas rusos, dijo Biden, servirán para aumentar las sanciones impuestas a Rusia y “asestar otro duro golpe” al presidente Vladimir Putin.

La decisión se tomó “en estrecha coordinación” con los aliados de Estados Unidos, precisó el mandatario. “No contribuiremos a subvencionar la guerra de Putin”.

Por el momento, Europa se niega a decretar un embargo sobre estas importaciones rusas, que cubren el 40% de sus necesidades de gas natural y el 30% de petróleo.

“Podemos tomar esta decisión, mientras que otros no pueden”, explicó Biden al recordar que Estados Unidos es un exportador neto de energía, es decir que produce más petróleo y gas del que consume, recordó Joe Biden. “Pero trabajamos estrechamente con Europa y nuestros socios para poner en marcha una estrategia a largo plazo para reducir su dependencia de la energía rusa”.

En el mismo sentido se pronunció este marte el gobierno de Reino Unido, quien informó que dejará de importar petróleo y derivados petrolíferos rusos a fines de 2022.

“Esta transición dará al mercado, a las empresas y a las cadenas de suministro tiempo más que suficiente para sustituir las importaciones rusas, que representan el 8% de la demanda del Reino Unido”, tuiteó el ministro de Empresas y Energía, Kwasi Kwarteng.

La decisión británica no concierne al gas natural ruso, que representa un 4% del consumo en el Reino Unido. Pese a todo, Kwarteng afirmó estar “explorando opciones para terminar” también con esas compras.

Esta decisión amenaza con agravar la crisis del costo de la vida en el Reino Unido, donde los precios de la gasolina y el gasóleo ya se han disparado por la agitación de los mercados tras la invasión rusa a Ucrania.

Pero Kwarteng aseguró que la mayor parte de las importaciones británicas de crudo proceden de “socios fiables” como Estados Unidos, Países Bajos y los países del Golfo Pérsico. “Trabajaremos con ellos este año para asegurar más suministros”, afirmó.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) viajará el próximo 9 de junio a Estados Unidos, el único país que ha visitado en sus más de tres años en el poder, para participar en una cumbre con el presidente Joe Biden y líderes de América Latina y el Caribe que tendrá lugar en Los Ángeles.

Así lo anunció este tarde el canciller Marcelo Ebrard durante su encuentro con Eric Garcetti, alcalde de esa ciudad de California.

López Obrador se ha caracterizado por delegar toda su representación exterior a Ebrard y no hacer viajes internacionales, que nunca han sido de su especial interés.

La única excepción ha sido Estados Unidos, un país que ha visitado en tres ocasiones como presidente. La primera vez fue en julio de 2020, en plena pandemia, para reunirse con Donald Trump cuatro meses antes de las elecciones estadounidenses. El motivo entonces fue la entrada en vigor del nuevo tratado de libre comercio de América del Norte, el T-MEC.

Un año después, ya con Joe Biden en el poder, acudió a la sede de la ONU en Nueva York en noviembre de 2021 para hablar en el Consejo de Seguridad y, semanas más tarde, regresó a Washington con motivo de la cumbre de líderes de Norteamérica, donde se reunió con Biden y el primer ministro canadiense Justin Trudeau.

La Cumbre de las Américas de junio próximo se enfocará en la defensa de la democracia y los derechos humanos en el Hemisferio Occidental, así como en temas de migración, cambio climático y en los esfuerzos para garantizar un crecimiento equitativo en momentos en que la región emerge de la pandemia de COVID-19.

Será la primera vez que Estados Unidos albergue la cumbre regional desde 1994, cuando el presidente Bill Clinton recibió a los dignatarios de la región en Miami en busca de un acuerdo de libre comercio que abarcara desde Alaska hasta Tierra del Fuego.

Cabe mencionar que el presidente Donald Trump no asistió a la última reunión, realizada en Perú en 2018.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aplaudió este miércoles “el correcto” mensaje de su homólogo estadounidense Joe Biden, en su discurso sobre el Estado de la Unión, en el que destacó el control de armas y la reforma migratoria.

“Me pareció adecuado, correcto, oportuno el mensaje del presidente Biden, sobre todo en el tema del control de las armas. Ese es un asunto que a nosotros nos importa mucho y también el nuevo enfoque que se tiene que dar a la política migratoria”, expresó López Obrador.

Recordemos que el gobierno de México demandó en agosto pasado a 11 empresas fabricantes de armas en Estados Unidos por una presunta negligencia que facilita el tráfico y la violencia en el país.

López Obrador también resaltó que Biden reafirmara su “compromiso de aprobar la reforma migratoria para regularizar” a mexicanos y otros migrantes que están en Estados Unidos por “razones humanitarias y económicas”.

El presidente reiteró que su gobierno está “completamente de acuerdo con esa postura”, e incluso urgió “que se promueva pronto” en Washington para conocer el sentido del voto de demócratas y republicanos.

“Y nosotros poder saber como mexicanos quiénes ayudan, apoyan a nuestros paisanos y quiénes son antimexicanos, quiénes están a favor de la xenofobia, del racismo, de la discriminación”, manifestó.

Sin embargo, como ya se ha hecho costumbre, López Obrador procedió a reprochó la “política anacrónica, ofensiva y contraria al derecho internacional” de Estados Unidos por financiar a organizaciones civiles en otros países.

El presidente cuestionó una vez más que Washington dé recursos a la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).

“Nosotros mantenemos nuestra protesta porque el gobierno de Estados Unidos de manera injerencista está destinando dinero a una supuesta asociación civil que en realidad es una organización política, conservadora, que tiene como único propósito atacarnos”, subrayó.

En este contexto, López Obrador pidió a Estados Unidos una nueva política hacia América para aprovechar la fuerza migratoria y económica. Indicó que “el presidente Biden está muy consciente de eso” porque ha reconocido que México “no es el patio trasero de Estados Unidos”.

AMLO aprovechó para pedir que se investigue si autoridades de Estados Unidos asesinaron a tres migrantes mexicanos que aparecieron muertos en Phoenix, Arizona.

“Se está exigiendo una investigación de fondo para descartar que hayan sido torturados, asesinados, por autoridades estadounidenses. Se está haciendo esa investigación”, declaró López Obrador.

Y es que policías estadounidenses hallaron el pasado 20 de febrero los cadáveres de los tres jóvenes, con señales de lesiones, en un lote baldío, según el consulado de México en Phoenix. El consulado identificó a los migrantes como originarios de Oaxaca, mientras que medios locales ahondaron que eran indígenas mixes que llevaban cinco meses trabajando en Arizona.

El presidente López Obrador también aseguró que todas las personas afectadas por la invasión rusa de Ucrania, sin importar su nacionalidad, que deseen refugio en México, “serán protegidos y bienvenidos”.

“Todos los que nos pidan refugio en nuestro país serán recibidos, protegidos y bienvenidos”, sostuvo López Obrador durante su conferencia matutina.

También informó que un grupo de mexicanos que se encontraban en Ucrania están por salir del país gracias al programa que se implementó para ayudarles en medio del conflicto armado.

Está previsto que un avión de la Fuerza Aérea salga este jueves desde Rumanía para repatriar a este grupo de personas, que viajaron desde Kiev en un autobús que la Embajada de México en Ucrania dispuso para trasladarlos hacia la frontera. De acuerdo con la cancillería, de los 24 pasajeros 18 son mexicanos.

En el séptimo día de la guerra en Ucrania, luego de la invasión de fuerzas armadas rusas, el Servicio de Emergencias de Ucrania informó que más de 2,000 civiles han perdido la vida desde que comenzó la ofensiva militar, en un nuevo balance que contrasta con las declaraciones de las autoridades de Rusia sobre la protección de la población civil.

Las autoridades ucranianas han informado también de la muerte de una decena de trabajadores de los servicios de emergencia.

Por parte de la ONU, el recuento lo ha asumido el Alto Comisionado para los Derechos Humanos, que hasta ayer martes tenía confirmados al meno 136 civiles fallecidos, 13 de ellos niños, y más de 400 heridos. No obstante, había reconocido que el balance de víctimas podría ser “mucho mayor” del que se podía verificar.

En tanto, la agencia de refugiados de la ONU indicó que más de 874,000 personas han huido de Ucrania desde que Rusia invadió la semana pasada y la cifra está “aumentando exponencialmente”. Las últimas cifras muestran que más de la mitad han ido a Polonia, unos 116,300 a Hungría y más de 79,300 a Moldavia. Otros 69,000 se han ido a otros países europeos y 67,000 han huido a Eslovaquia.

La portavoz de ACNUR, Shabia Mantoo, dijo este miércoles que la agencia había proyectado previamente que hasta 4 millones de personas podrían huir de Ucrania, pero señaló que el organismo reevaluará su pronóstico.

En cuanto a las sanciones, este miércoles se informó que la Unión Europea vetó a siete bancos rusos del sistema internacional de transferencias SWIFT. Los siete bancos sancionados son: Bank Otkritie, Novikombank, Promsvyazbank, Rossiya Bank, Sovcombank, VEB y VTB.

Sin embargo, perdonó a Gazprombank y Sberbank dos instituciones financieras en Rusia que son clave para las importaciones de energía de la UE. La exención de esos dos bancos subraya la dependencia del bloque de la energía rusa y el papel central de las dos instituciones financieras en la gestión de pagos para ese negocio.

El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, expresó su preocupación porque los ataques rusos puedan amenazar sitios religiosos y afirma que las tropas de Moscú tratan de “borrar nuestra historia”.

En un discurso publicado en Facebook, Zelenskyy denunció el ataque ruso que afectó al monumento del Holocausto, Babi Yar, en la capital. “Esto va más allá de la humanidad. Este ataque significa que para muchos rusos nuestro Kiev le es totalmente ajeno. No saben nada sobre nuestra capital, sobre nuestra historia. Tienen órdenes de borrar nuestra historia, nuestro país y a todos nosotros”, afirmó.

“¿Qué será lo próximo si hasta Babi Yar (es alcanzado), qué otros objetivos `militares’, `bases de la OTAN’ amenazan a Rusia? ¿La Catedral de Santa Sofía, el Lavra, la Catedral de San Andrés?”, preguntó refiriéndose a lugares de culto de Kiev considerados agrados por fieles ortodoxos ucranianos y rusos en todo el mundo.

Zelenskyy afirmó además de casi 6,000 soldados rusos han muerto desde el inicio de la invasión el pasado jueves. Rusia no ha ofrecido cifras de fallecidos y el dato no pudo ser verificado.

Por su parte el Ejército ucraniano invitó este miércoles a las madres de soldados rusos capturados a ir a buscarlos a Ucrania. “Se decidió entregar los soldados rusos capturados a sus madres si vienen a buscarlos a Ucrania, a Kiev”, declaró el ministerio ucraniano de Defensa en un comunicado.

Del lado de Moscú, un portavoz del Kremlin dijo que la delegación rusa está lista para reanudar las conversaciones sobre la guerra con funcionarios ucranianos este miércoles en la noche.

“En la segunda mitad del día, cerca de la noche, nuestra delegación estará en el lugar a la espera de los negociaciones ucranianos”, afirmó el vocero, Dmitry Peskov, ante reporteros. Las autoridades ucranianas no han confirmado su asistencia.

Preguntado por el lugar donde se celebrará el encuentro, Peskov se limitó a decir: “No lo voy a anunciar antes de tiempo”. Vladimir Medinsky, asesor cultural del presidente ruso, Vladimir Putin, seguirá siendo el negociador principal de Moscú, añadió el vocero.

Recordemos que la primera ronda de conversaciones para resolver la guerra entre Rusia y Ucrania tuvo lugar cerca de la frontera entre Bielorrusia y Ucrania el domingo pasado, misma que no arrojó avances sustanciales, aunque ambas partes acordaron volver a reunirse.

En tanto el Kremlin ha reconocido este miércoles que la economía rusa “está bajo una gran presión” por las sanciones internacionales impuestas en respuesta a la invasión militar de Ucrania, antes de recalcar que Moscú responderá “con dureza” ante estas medidas punitivas.

El portavoz de la Presidencia rusa, Dimitri Peskov, reconoció que las sanciones son “un duro golpe”, si bien ha matizado que “hay un margen de seguridad” para mantener la economía en pie. “Moscú había calculado distintos grados de reacción, desde la más suave hasta la más dura”, explicó.

Adelantó que las autoridades rusas “adoptarán medidas” y “acciones” ante la “naturaleza hostil” de las sanciones internacionales, “que buscan sacudir y socavar la integridad de la economía rusa”.

“Ante estas condiciones, y dado que estas medidas inamistosas no tienen precedentes, es necesario actuar con dureza, inteligencia y claridad”, dijo, al tiempo que ha criticado la “realidad histérica” en torno al gasoducto Nord Stream 2, con el que Rusia iba a exportar gas directamente a Alemania.

El presidente Joe Biden pronuncia esta noche su primer discurso sobre el Estado de la Unión, con la atención puesta en la inflación, uno de los temas que más preocupa a los estadounidenses, y en la guerra en Ucrania, lo que conlleva un enfriamiento en las relaciones con Rusia.

El discurso anual ante la sesión plenaria del Congreso llega en un momento difícil para el demócrata. Tras catorce meses en el cargo, los índices de confianza entre la opinión pública se sitúan en torno al 40%. Según el último sondeo publicado por la cadena ABC y el diario The Washington Post, el 55% de los estadounidenses desaprueban el trabajo de Biden y sólo el 37% lo aprueba.

Una encuesta de NPR señala que más de la mitad del país considera que el primer año de Biden fue un fracaso.

Además, se pronostica que los republicanos, muchos todavía bajo la influencia de Donald Trump, tomen el control del Congreso en las elecciones de medio mandato que se celebrarán en noviembre próximo.

Sobre el conflicto armado en Ucrania, Biden abordará su papel en unir a Occidente en apoyo a este país frente a Rusia de su homólogo Vladimir Putin. Su portavoz, Jen Psaki, dijo a los periodistas que hablará sobre sus esfuerzos para “unir al mundo” y la importancia de Estados Unidos como líder “que defiende los valores”.

Al respecto, se informó que la embajadora de Ucrania en Estados Unidos, Oskana Markarova, será invitada especial en el discurso del Estado de la Unión.

Otro de los temas que se tocarán será la pandemia. Se tiene previsto que Biden señale que el país se encamina hacia un futuro post-pandemia lleno de optimismo.

Su discurso llega en un momento de fuerte caída de los contagios y solo unos días después de que los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) relajaran las recomendaciones de uso de mascarilla para la mayoría de los estadounidenses.

Otros de los invitados especiales de Biden son: Frances Haugen, la mujer que filtró el año pasado los documentos en los que Facebook admitía que sus redes sociales potencian la desinformación y dañan la salud mental de los jóvenes, y el director ejecutivo de Intel, Pat Gelsinger. Una enfermera que atiende pacientes de COVID-19; un trabajador de la industria siderúrgica; un adolescente activista sobre la diabetes; un miembro de la comunidad indígena Saginaw Chippewa; a la viuda de un veterano de guerra y a una madre de dos hijas que estudia una carrera.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, propuso este viernes a Ketanji Brown Jackson, jueza de la Corte de Apelaciones del Distrito de Columbia, como nominada para ocupar la vacante en la Corte Suprema del país, cumpliendo así con su promesa de elegir para este puesto a una afroamericana.

Ketanji Brown Jackson fue finalmente la elegida por Biden frente a otras candidatas como J.Michelle Childs o Leondra Kruger, las otras dos mejor posicionadas para el puesto.

De ser confirmada, será la primera mujer negra en ocupar una de las nueve sillas de la más alta instancia judicial estadounidense.

Tras graduarse en la Universidad de Harvard, Jackson desarrolló una carrera variada, incluso fue asistente de Breyer, y desde el año pasado es jueza en la Corte de Apelaciones del Distrito de Columbia, considerado el segundo tribunal más importante del país y una plataforma para ascender al Supremo.

Los dos años que pasó como abogada de oficio para personas con pocos recursos la convertirían, si llega al Supremo, en la primera jueza de la corte con ese tipo de experiencia desde hace más de tres décadas.

Jackson es la favorita del ala progresista de los demócratas y este miércoles recibió el apoyo del abogado Ben Crump, que ha representado a las familias de una decena de víctimas de la brutalidad policial y el racismo, incluidos George Floyd y Breonna Taylor.

Ese respaldo se debe en parte a las decisiones que tomó Jackson durante su etapa como jueza de una corte federal de Washington: en 2018, por ejemplo, invalidó un plan del entonces presidente, Donald Trump, para facilitar el despido de los trabajadores del sector público.

En otra ocasión, sin embargo, permitió que Trump esquivara normas medioambientales para construir el muro con México, al opinar que una demanda sobre el tema estaba fuera de su jurisdicción.

Además, Jackson trabajó en la Comisión de Sentencias de Estados Unidos para reducir las penas de la mayoría de delitos federales de narcotráfico. Es un asunto que conoce de primera mano: su tío fue condenado a cadena perpetua por un crimen no violento de drogas, aunque fue liberado en 2017 y murió poco después.

Citigroup estimó que su venta de Banamex tardará unos dos años ante el “interés” de los compradores y los trámites regulatorios.

“Seguiremos un proceso abierto y transparente con una duración aproximada de dos años”, reveló Manuel Romo, director general de CitiBanamex, en la conferencia de la presentación de resultados de 2021.

El director de Banamex, que concentra una cuarta parte de la cartera de tarjetas de crédito de México y 22% del sistema de pagos, no detalló quiénes se han acercado para el proceso de compra, aunque en público algunos bancos extranjeros, como Santander, han expresado su interés.

Mientras, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) enunció posibles compradores: el empresario Ricardo Salinas Pliego, dueño de Banco Azteca; Carlos Slim, de Inbursa; Carlos Hank González, de Banorte, y el inversionista José Javier Garza Calderón.

“Los criterios de selección del comprador serán el que ofrezca mayor valor para sus accionistas, clientes, colaboradores y comunidades donde estamos trabajando”, comentó Romo.

Desde el anuncio de su salida del mercado mexicano en enero pasado, la noticia ha sacudido al sector, donde CitiBanamex es el tercer mayor banco del sistema bancario nacional con el 12.9% de los depósitos y el segundo en tarjetas de crédito, según datos de la agencia Moody’s.

La venta incluirá la banca comercial y minorista, con 1,276 sucursales de Banamex, los 23 millones de clientes y la colección de patrimonio artístico, expuso Romo, quien rechazó que la venta pueda hacerse en partes.

Cuestionado por el monto de la operación, el directivo se limitó a señalar que la empresa tiene 44,000 millones de dólares en activos y 4,000 millones de dólares de capital tangible.

“Somos el único Banco Nacional de México, una marca icónica en el país, la principal operación financiera en México”, sostuvo.

El próximo anuncio público sobre el proceso de compra, ya con el potencial comprador, ocurrirá a finales de 2022 o inicios de 2023, estimó.

Después de la venta, Citi tramitará una nueva licencia para seguir operando en México como banca de inversión y banca privada, mientras que la preservación de la marca Banamex dependerá del comprador.