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La primera dama estadounidense Jill Biden asistirá a la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos en Tokio, anunció este martes La Casa Blanca.

La visita de la primera dama se dará a pesar de que la ciudad ha entrado nuevamente en estado de emergencia debido al aumento de casos de coronavirus.

Será la primera visita al exterior de Biden en calidad de primera dama, y lo hará a solas, ya que el presidente Joe Biden no asistirá. La ceremonia está prevista para el 23 de julio.

Los Biden encabezaron la delegación de Estados Unidos a los Juegos Olímpicos de invierno de 2010 en Vancouver, Canadá.

Debido al estado de emergencia, los juegos de este año se realizarán sin la presencia de público.

Japón, un aliado crucial de Estados Unidos, ha registrado avances notables en su campaña de vacunación contra el COVID-19, pero ésta ha perdido impulso debido a la escasez de vacunas.

Jill Biden recibió la vacuna en enero, antes de la juramentación de su esposo.

La secretaria de prensa de La Casa Blanca, Jen Psaki, dijo a la prensa que un equipo fue a Tokio para evaluar la factibilidad de la visita. La semana pasada, dijo que a pesar del aumento de casos, el presidente apoya la participación de los deportistas estadounidenses en las competencias.

“Tenemos conocimiento de los preparativos cuidadosos, incluidas las medidas de salud pública necesarias para proteger a deportistas, personal y espectadores, que han emprendido el gobierno y el Comité Olímpico Internacional, y por eso, como dijimos, apoyamos el desarrollo de los juegos”, dijo Psaki.

El gobierno de Japón decidió hoy declarar un nuevo estado de emergencia sanitaria en Tokio debido al aumento de contagios de COVID-19, lo que complica aún más el panorama para los Juegos Olímpicos, que está previsto inicien en 15 días.

El estado de emergencia es el cuarto aplicado en Japón desde el inicio de la pandemia, y estará en vigor desde el próximo lunes hasta el día 22 de agosto, lo que coincidirá de pleno con la celebración del evento deportivo.

El gobierno ha vuelto a recurrir a esta medida excepcional debido al repunte del virus en la capital, y en especial por el rápido avance de la variante Delta, y con la idea de “evitar una expansión de los contagios a otras partes de Japón”, según dijo hoy el primer ministro nipón, Yoshihide Suga, en una rueda de prensa.

El líder nipón reiteró su compromiso para organizar unos Juegos Olímpicos “seguros” en plena pandemia, aunque admitió que van a celebrarse en un formato “anormal” que incluirá restricciones sin precedentes para los atletas y otros participantes extranjeros.

Los anfitriones ya habían decidido vetar la entrada al país de turistas foráneos durante los Juegos y celebrar los eventos con un número limitado de espectadores locales, aunque ahora se plantean que las competencias sean a puerta cerrada en la mayor parte de los casos.

“Dije anteriormente que si íbamos a estar bajo estado de emergencia, deberíamos considerar unos Juegos sin espectadores”, señaló Suga acerca de la cuestión del público.

Más tarde, la presidenta de los Juegos, Seiko Hashimoto, declaró en una reunión informativa que tras las conversaciones sostenidas este jueves entre el gobierno, organizadores y los representantes olímpicos y paralímpicos, se tomó la decisión de celebrar las competencias sin público.

Hashimoto sostuvo que era “lamentable” que el evento debiera celebrarse en un formato limitado y expresó sus disculpas a quienes habían comprado boletos.

Suga también quiso reincidir en el mensaje de que las autoridades niponas aplicarán férreos controles sobre todos los participantes extranjeros que viajen a Japón con motivo de los Juegos, desde atletas hasta representantes de comités nacionales y periodistas.

“Todos vienen a Japón después de realizarse dos pruebas PCR y más pruebas de forma diaria tras su llegada, de este modo prevenimos los contagios en Japón. La mayoría vienen también vacunados y estarán controlados porque se desplazarán solo por lugares como sus hoteles y otros sitios indicados con antelación”, dijo Suga.

Y es que son muchos los nipones que no se explican cómo el mismo gobierno que lleva meses pidiéndoles evitar desplazamientos no esenciales por el riesgo de contagios, sigue adelante con su plan de celebrar unos Juegos que conllevarán la llegada al país de unos 11,000 atletas olímpicos y paralímpicos y en torno a 80,000 participantes foráneos más.

Los expertos médicos que asesoran al gobierno ya habían advertido de que el movimiento de personas que acarrearán los JJOO combinado con la circulación de nuevas variantes del virus supondrá un riesgo excesivo, por lo que recomendaron la celebración del evento a puerta cerrada.

Japón, que desde el inicio de la pandemia nunca ha aplicado el confinamiento obligatorio de su población, lleva la mayor parte de lo que va de 2021 con Tokio y otras de sus principales regiones bajo estado de emergencia sanitaria.

En el marco de esta medida las autoridades locales han aplicado restricciones que han afectado sobre todo a los bares y restaurantes, que han visto limitados sus horarios de apertura o a los que se ha prohibido servir alcohol, algo que volverá a estar en vigor bajo el nuevo estado de emergencia.

La estrategia nipona, que también incluye el blindaje de sus fronteras desde hace más de un año, ha servido para evitar un colapso generalizado del sistema sanitario como se ha visto en otros países, aunque no ha impedido que el virus siga circulando ni ha evitado la entrada de las temidas nuevas cepas.

El Comité organizador de los Juegos Olímpicos de Tokio indicó este lunes que podría modificar esta semana su política de venta de entradas a las competencias para los aficionados locales, a tres semanas de la inauguración del evento, aplazado por la pandemia.

El Comité Olímpico Internacional y otras autoridades tendrán una reunión esta semana para establecer nuevas restricciones debido a la cambiante situación de la pandemia del coronavirus.

La presencia de público del extranjero fue prohibida desde hace varios meses.

Dos semanas atrás, los organizadores acordaron permitir que en los eventos al interior y al aire libre tuvieran un máximo de 50% de la capacidad del recinto, con un máximo de 10,000 asistentes. De acuerdo con reportes de la prensa japonesa, el máximo podría ser reducido a 5,000 en todos los casos.

Otras versiones no confirmadas no descartan una prohibición total, y que las restricciones en las sesiones nocturnas serían más severas que las diarias.

Se teme que los Juegos se conviertan en un evento que propague masivamente el virus por la presencia de 11,000 deportistas olímpicos y 4,400 paraolímpicos procedentes de más de 200 países. También vendrán decenas de miles de jueces, periodistas, patrocinadores y personal de producción televisiva.

Según los organizadores, más del 80% de los atletas y acompañantes estarán vacunados.

El mayor problema es la mínima cantidad de gente vacunada en Japón, temiéndose que los eventos olímpicos provoquen que la población salga a bares y restaurantes, y hagan uso del transporte público.

No se ha confirmado el día exacto del día de la reunión en la que se tomará la decisión sobre las entradas, pero podría darse al mismo momento que el presidente del COI Thomas Bach llegará a Tokio el jueves. Bach pasará su tres primeros días bajo cuarentena en un hotel cinco estrellas de Tokio.

El ministro de Salud de Japón, Tamura Norihisa, ha advertido este viernes de que el gobierno podría declarar un nuevo estado de emergencia en la capital, Tokio, próxima sede de los Juegos Olímpicos, ante el aumento de casos de COVID-19 en la ciudad.

Tokio ha registrado 562 nuevos contagios en las últimas 24 horas, un centenar más que hace siete días.

Norihisa aprovechó su rueda de prensa para amonestar a los tokiotas que comenzaron a salir por la noche durante los últimos días del estado de emergencia que expiró el 20 de junio. Este comportamiento, señaló, podría desembocar en un posible aumento de los contagios en los próximos días.

Asimismo, la presidenta de la organización nacional de los JuegosOlímpicos de Tokio, Seiko Hashimoto, ha pedido a las autoridades nacionales un nuevo endurecimiento de las restricciones en la capital, tras conocerse la aparición de un caso en la capital de un caso de la temida variante ‘Delta’, identificada por primera vez en India.

Se trata, informaron, de un ugandés llegado al aeropuerto de Narita y que había estado en “estrecho” contacto con el equipo olímpico del país africano.

Para garantizar la seguridad de los Juegos, los atletas se mantendrán en un ambiente de “burbuja”, aunque la propia Hashimoto, en declaraciones recogidas por la agencia oficial de noticias Kyodo, dijo que las medidas no son necesariamente cien por ciento efectivas.

Hashimoto también adelantó que las competencias podría acabar celebrándose a puerta cerrada si la situación de la pandemia no mejora, aunque por el momento se mantiene la actual limitación del 50% de la capacidad de las sedes, lo que permitiría hasta 10,000 personas, y respetando la normal de no admisión de visitantes extranjeros.

La clavadista, y doble medallista olímpica, Paola Espinosa, acusó este martes que no acudirá a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 por un castigo, debido a que se negó a subir una carta a sus redes sociales en apoyo a las autoridades deportivas mexicanas.

Espinosa dijo que la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), encabezada por la exmedallista Ana Guevara, quien ha tenido diversos señalamientos que cuestionan su trabajo al frente de la Comisión, le pidió que subiera a su cuenta personal de redes sociales una carta en la que pidiera la no desaparición del Fondo para el Deporte de Alto Rendimiento (Fodepar), un fideicomiso que fue señalado por incentivar la corrupción.

La deportista indicó que no podía subir la misiva apoyando el tema pues era algo que tenía que arreglar la Conade, aclarar los desvíos de dichos recursos para los deportistas y que se sepa dónde está el dinero perdido. “Pero en realidad es algo que a mí no me consta y que no podía apoyar, creo que ese fue el principal enojo”, explicó.

Ganadora de medallas olímpicas en Pekín 2008 (bronce) y Londres 2012 (plata), Espinosa pretendía acudir a Tokio en la prueba de trampolín sincronizados de 3 metros junto a su pareja Melany Hernández, plaza que ganaron para México en el Mundial de Gwangju 2019.

Sin embargo, Espinosa y su compañera quedaron en el último lugar del Control Técnico que la Federación de Natación (FMN) organizó del 11 al 14 de junio para evaluar la forma física de los saltadores, resultado por el que los federativos la dejaron fuera.

A pesar de ello, la clavadista afirmó que fue hablar con Guevara hace un año y la líder de la Conade le aseguró que se le respetaría la plaza que ganó en 2019.

“Fui a buscar a Ana Gabriela Guevara y le dije: ‘Hablando contigo de frente me dijiste que esa plaza era mía, quiero saber por qué no se ha hecho oficial’. Ella me dijo: ‘Es tuya la plaza, claro que es tuya y la vamos a defender, pero la Federación tiene que avalar esta plaza'”, reveló Espinosa.

Consideró que otro aspecto que hizo enojar a Guevara fue que acudió a hablar con el presidente del Comité Olímpico Mexicano, Carlos Padilla, para preguntarle lo que sucedería con dicho lugar.

“Luz María Chávez, colaboradora de la Conade, me dijo: ‘Sabes que cometiste un error al ir al Comité Olímpico, eso no le gustó para nada a la directora, nada, entonces pues eso es un error tuyo'”, finalizó.

Foto: @PaolaEspinosaOf

El comité organizador de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 adelantó este viernes que sí planea permitir el acceso de público a los estadios, a pesar de que un grupo de expertos médicos ha desaconsejado esta medida por el riesgo de contagios de COVID-19.

En una rueda de prensa ofrecida tras mantener una reunión con un grupo de asesores médicos, los organizadores de Tokio 2020 informaron sobre su intención de que haya espectadores en las gradas de los estadios, de forma limitada, una decisión que se espera que se formalice el próximo lunes.

Durante la reunión, los expertos señalaron que “la mejor forma de celebrar los Juegos sería sin espectadores, para no expandir el riesgo de contagios”, según dijo la presidenta del comité organizador, Seiko Hashimoto.

El grupo de expertos, encabezado por el principal asesor del Gobierno para la pandemia, Shigeru Omi, alertó sobre el peligro de que durante el evento vuelvan a repuntar los contagios que se encuentran a la baja en Japón en las últimas semanas, así como de la propagación de nuevas y más contagiosas variantes del virus.

“Sin embargo, en caso de que se vayan a celebrar los Juegos con espectadores, los expertos señalaron que sería necesario hacerlo con medidas más estrictas”, dijo Hashimoto, quien afirmó que “esta es la misma posición de la organización”.

En este sentido, los organizadores prevén imponer medidas para restringir el movimiento de los espectadores antes de las competiciones, como desaconsejar los desplazamientos entre diferentes ciudades o regiones niponas para asistir a los encuentros deportivas.

También se pedirá a los espectadores “que se vayan directamente a casa” después de ver en vivo las competencias, y que eviten ir a bares o restaurantes, entre otras medidas dirigidas a restringir los flujos de personas durante los Juegos.

La responsable del comité organizador destacó que se tratará de “medidas más estrictas” de las que se vienen aplicando en las ligas profesionales de fútbol y béisbol, que desde hace meses celebran partidos con público en las gradas.

Hashimoto también señaló que la medida final sobre el acceso de público en las gradas se enmarcará en las directrices del gobierno para eventos multitudinarios, que fijan un nuevo y más estricto tope de 10,000 personas en los estadios. Hasta ahora, las autoridades niponas permitían que los estadios acogieran hasta un máximo del 50% de su capacidad, lo que supone que el Estadio Olímpico podía tener en sus gradas hasta a 34,000 espectadores.

El próximo lunes los organizadores celebrará una reunión a distancia con representantes del Comité Olímpico y paralímpico internacionales y de las autoridades niponas, con el fin de tomar una decisión definitiva sobre el público en las gradas.

Recordemos que los anfitriones ya han decidido vetar la entrada a Japón de público extranjero durante los Juegos, además de aplicar un estricto sistema de pruebas y de restricciones de movimientos de todos los participantes en Tokio 2020 para prevenir contagios de COVID-19.

Los Juegos Olímpicos de Tokio seguirán adelante aunque la ciudad se encuentre en estado de emergencia debido al COVID-19, declaró este viernes un funcionario del Comité Olímpico Internacional (COI), quien subrayó los retos que enfrentan los organizadores de la cita deportiva.

A nueve semanas del comienzo de los Juegos de Tokio, el COI trató de calmar los temores en Japón de que la cita sea una carga adicional para un sistema médico, que ya está sometido a la presión de la pandemia.

Al término de una reunión de tres días para debatir los preparativos y las contramedidas contra el coronavirus, las autoridades afirmaron que más del 80% de los residentes de la Villa Olímpica serán vacunados antes del 23 de julio, la fecha de inicio de los Juegos.

El evento, que se pospuso un año debido a la pandemia de COVID-19, afronta una creciente oposición del público, y en una encuesta de Reuters publicada el viernes casi el 70% de los encuestados dijo que quería su cancelación o un nuevo aplazamiento.

Al ser consultado sobre si los Juegos Olímpicos seguirán adelante aunque Tokio esté bajo estado de emergencia, el vicepresidente del COI, John Coates, quien supervisa los preparativos, dijo: “Absolutamente sí”.

Añadió que todos los planes que se tienen en marcha para proteger la seguridad de los atletas y del pueblo de Japón se basan en las peores circunstancias posibles. “Puedo decir que ahora está más claro que nunca que estos Juegos serán seguros para todos los que participen y, lo que es más importante, para el pueblo de Japón”, remarcó Coates.

El dirigente añadió que las delegaciones olímpicas extranjeras contarán con personal médico adicional para apoyar las operaciones sanitarias y la aplicación de las contramedidas del COVID-19 en los Juegos.

Coates dijo que espera que la aceptación pública de los Juegos aumente a medida que más personas se vacunen.

Para minimizar el riesgo de infecciones, los organizadores han reducido el número de personas que llegarán a Japón a participar de los Juegos como parte de las delegaciones extranjeras a 78,000 desde unas 180,000, dijo a periodistas Seiko Hashimoto, que dirige el comité organizador.

La funcionaria sostuvo que los Juegos contarían con 230 médicos y 300 enfermeras al día, que se realizarían entre 50,000 y 60,000 pruebas de coronavirus cada jornada y que los organizadores han asegurado alrededor del 80% del personal médico que necesitan.

Una de las principales organizaciones médicas de Japón respaldó las peticiones para que se cancelen los Juegos Olímpicos de Tokio, afirmando que los hospitales ya están desbordados mientras el país lucha contra el aumento de las infecciones por coronavirus a menos de tres meses del comienzo de la cita deportiva.

La Asociación de Médicos de Tokio, que representa a unos 6,000 profesionales de atención primaria, afirmó que los hospitales de la ciudad “están desbordados y casi no tienen capacidad de reserva” en medio del aumento de las infecciones.

“Pedimos encarecidamente que las autoridades convenzan al COI (Comité Olímpico Internacional) de que la celebración de los Juegos es difícil y logren una decisión de cancelarlos”, afirmó la asociación en una carta abierta dirigida al primer Ministro, Yoshihide Suga.

El aumento de las infecciones ha avivado la alarma en medio de la escasez de personal médico y camas de hospital en algunas zonas de la capital japonesa, lo que ha promovido que el gobierno prorrogue el tercer estado de emergencia en Tokio y otras prefecturas hasta el 31 de mayo.

Otros expertos en salud y grupos médicos han expresado su preocupación por los Olímpicos, mientras que una petición en línea que pide la cancelación de los Juegos fue firmada por cientos de miles de personas.

Japón ha evitado la propagación explosiva del virus que han experimentado otras naciones, pero el gobierno ha sido objeto de duras críticas por su lenta campaña de vacunación. Sólo el 3.5% de su población, de unos 126 millones de habitantes, ha sido inmunizada.

Los preparativos para los Juegos, que tendrán lugar del 23 de julio al 8 de agosto y que fueron pospuestos el año pasado por la pandemia, avanzan bajo estrictos protocolos de COVID-19, como una prueba de atletismo con 420 atletas a principios de mayo.

Pero varios campos de entrenamiento preolímpicos se han cancelado, incluido el del equipo de atletismo de Estados Unidos, y muchos deportistas han expresado su preocupación por el hecho de que los Juegos se celebren en medio de una pandemia.

En virtud del estado de emergencia en algunas partes de Japón, los bares, restaurantes, karaokes y otros lugares que sirven alcohol permanecerán cerrados, aunque los grandes establecimientos comerciales podrán volver a abrir en un horario reducido. Tokio y Osaka, que han sido duramente golpeadas, seguirán manteniendo cerrados estos grandes establecimientos.

La capital de Japón pidió este jueves al gobierno que extienda hasta el 31 de mayo su estado de emergencia con el que busca frenar los contagios por coronavirus, una medida que podría generar más dudas sobre su capacidad para albergar los Juegos Olímpicos.

Japón espera que una medida de confinamiento “breve y poderosa” contenga una cuarta ola de infecciones cuando quedan poco menos de tres meses antes de que Tokio sea la sede de los Juegos Olímpicos, cuya inauguración está prevista el 23 de julio.

Si bien la medida, ahora vigente desde el 25 de abril hasta el próximo martes, no ha frenado los contagios, continuarla hasta el 31 de mayo deja un margen de menos de dos meses antes de los Juegos, ya pospuesto un año por la pandemia.

“Basado en los análisis desde varios ángulos, mi pensamiento es que necesitamos una extensión del estado de emergencia”, declaró la gobernadora de Tokio, Yuriko Koike.

El primer ministro, Yoshihide Suga, dijo a los periodistas que el gobierno discutiría la extensión el viernes.

El estado de emergencia, el tercero de Japón desde que comenzó la epidemia, cubre las prefecturas de Tokio, Osaka, Kioto y Hyogo, y abarca casi una cuarta parte de la población de Japón. Los medios locales informaron que se agregarían dos prefecturas más al actual estado de emergencia.

Las prefecturas vecinas Kanagawa, Chiba y Saitama, que se encuentran bajo un estado de “cuasi-emergencia” de restricciones específicas, también quieren una extensión hasta finales de mayo. Medios locales reportaron que algunos otros se unirían a la lista.

A medida que se propagan las variantes del COVID-19, más personas jóvenes son víctimas del virus, lo que agrava el miedo a que la cuarta ola actual supere a la tercera, que se registró en enero, indicó Koike. Instó a la gente a reducir el movimiento como una forma de limitar la propagación.

Japón no ha sufrido tanto por el virus como otras naciones, pero su campaña de vacunación ha sido lenta, y muchas personas mayores todavía esperan las vacunas.

Aún así, Japón y el Comité Olímpico Internacional (COI) han insistido en que los Juegos Olímpicos continuarán.

Al respecto, se informó que el COI alcanzó un acuerdo con Pfizer para suministrar su vacuna contra el COVID-19 a los deportistas que participarán en la competencia deportiva. Los Comités Olímpicos Nacionales tendrán la misión de coordinar la distribución con sus respectivos gobiernos, indica el acuerdo.

Según el comunicado el acuerdo “no es solo para contribuir al entorno seguro de los Juegos, sino también por respeto a los residentes de Japón”.

Thomas Bach, presidente del COI, dijo que los deportistas al aplicarse la vacuna estarían enviandoun poderoso mensaje de que la vacunación no es solo una cuestión de salud personal, sino también de solidaridad y consideración del bienestar de los demás en sus comunidades”.

A tan solo tres meses del inicio de los Juegos Olímpicos, las autoridades de Tokio y de la segunda área metropolitana más grande de Japón, Osaka, establecieron órdenes de emergencia con la intención de frenar un aumento de casos de coronavirus.

Las medidas, que estarán vigentes durante el periodo feriado japonés conocido como la “Semana Dorada”, limitarán los viajes y la presencia de personas en espacios públicos.

Están programadas para culminar el 11 de mayo, justo antes de la visita a Hiroshima del presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach.

Bach dijo esta semana que la visita, planeada para el 17 y 18 de mayo, continúa en “fase de planeación”. Sin embargo, la presencia de Bach fue criticada de inmediato por legisladores de la oposición que señalan que los Juegos Olímpicos están siendo priorizados sobre la seguridad pública.

“Japón debería decidir sus propias políticas de salud pública. No hay una razón por la que el señor Bach nos diga lo que tenemos qué hacer”, sostuvo Yuichiro Tamaki, dirigente del Partido Democrático para el Pueblo.

Bach aseveró que la duración del estado de emergencia no tiene relación con su visita a la ciudad, donde se prevé que dé la bienvenida a la antorcha olímpica.

“Este (estado de emergencia) se apega absolutamente a la política del gobierno”, señaló Bach. “Pero no está relacionada con los Juegos Olímpicos. Está relacionada con la semana dorada”.

El tercer estado de emergencia de Japón implica el cierre de bares, tiendas departamentales, centros comerciales, parques de diversiones, cines y museos. Incluso los restaurantes que no venden bebidas alcohólicas recibieron la orden de cerrar antes, lo mismo que el transporte público.

Las escuelas seguirán abiertas, pero las universidades volverán a las clases en línea.

“Espero que la situación mejore lo más pronto posible”, dijo Seiko Hashimoto, presidenta del comité organizador, en una conferencia de prensa virtual el viernes.

El Comité Olímpico Internacional (COI) y los organizadores de los Juegos Olímpicos de Tokio anunciaron que ya tienen un manual con el que pretenden sacar adelante la aplazada justa deportiva.

La próxima semana, ambas partes mostrarán su estrategia para explicar cómo será posible que 15,400 deportistas olímpicos y paralímpicos, así como decenas de miles de visitantes entren en Japón y realicen sus actividades de forma segura.

Los organizadores y el COI revelarán sus planes, con la esperanza de restar fuerza a las versiones de que los Juegos se cancelarán, en momentos en que Tokio y buena parte de Japón se encuentran en estado de emergencia ante el aumento de los casos de COVID-19.

La presentación se realizaría el 4 de febrero en las oficinas generales del COI en Suiza y un día después en la capital japonesa.

“Hemos creado cuatro escenarios diferentes, desde uno que tiene restricciones de viajes y grupos separados hasta uno donde la pandemia prácticamente se había ido”, explicó Lucia Montanarella, directora de operaciones de prensa del COI, durante una discusión de un panel encabezado por la Asociación de Prensa Deportiva Internacional.

“El escenario presente es muy parecido a uno de los que hemos creado, con la pandemia todavía entre nosotros, con algunos países que han podido contener esto pero otros que no lo han conseguido”.

El manual buscará crear “burbujas” de seguridad en Tokio, y se actualizará con protocolos cambiantes a medida que se acerca la inauguración prevista para el 23 de julio. Los Paralímpicos comenzarían el 24 de agosto.

Los deportistas y quienes viajen a Japón, entrenadores, jueces, trabajadores de los medios y celebridades, enfrentarían un periodo de cuarentena antes de salir de sus países. A ello seguirían pruebas en el aeropuerto, al llegar a Japón y durante la estadía, al menos en el caso de la Villa Olímpica frente a la Bahía de Tokio.

“Sabemos que vamos a enfrentar un desafío, el de crear una burbuja para todos los atletas. Una cosa es crear una burbuja para 200 atletas en un solo deporte y otra muy diferente es crear una burbuja para miles de atletas en deportes diferentes”.

Craig Spence, portavoz del Comité Paralímpico Internacional, dijo que los organizadores deben recibir el apoyo del público japonés. Encuestas recientes muestran que el 80% de la gente considera que los Juegos Olímpicos deben posponerse o incluso cancelarse.

Thomas Bach, el presidente del COI, ha dicho que las vacunas no serán “obligatorias”, pero ha instado a que todos los participantes se inmunicen.

Al inicio de esta semana, la Organización Mundial de la Salud advirtió que los deportistas olímpicos no deben ser una prioridad por encima de los trabajadores de salud, los adultos mayores y las personas consideradas vulnerables, a la hora de aplicar las vacunas.

El costo por aplazar los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 podría alcanzar los 2,800 millones de dólares, según las cifras publicadas el viernes por el comité organizador, el gobierno de la capital de Japón y el ejecutivo nacional.

La cifra concuerda con las estimaciones realizadas en Japón desde que la pandemia del nuevo coronavirus obligó a modificar la cita olímpica hace ocho meses.

Hasta ahora está previsto que la ceremonia inaugural se celebre el 23 de julio de 2021.

Las dos entidades gubernamentales asumirán alrededor de dos tercios del gasto extra, mientras que la parte restante será sufragada por el comité organizador, que tiene financiación privada.

Pocos de los costos agregados para los Juegos de Tokio son cubiertos por el Comité Olímpico Internacional (COI), con sede en Suiza, que depende mayormente de fondos públicos para realizar sus eventos. Sus ingresos son generados en gran parte por la venta de derechos de transmisión y patrocinios.

“Pienso que nuestro mayor desafío son los costos adicionales”, destacó la gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, durante una conferencia de prensa virtual. “Este es un tema crucial a fin de que nos preparemos para los Juegos Olímpicos. Necesitamos ganarnos la comprensión y simpatía del pueblo de Tokio y el pueblo de Japón”.

Mientras el costo de los Juegos de Tokio sigue aumentando, podría reforzar el escepticismo sobre la decisión de mantener el evento en medio de la pandemia. Encuestas recientes muestran que la población japonesa está dividida sobre este tema, así como en permitir la entrada de aficionados extranjeros pese a que se espera que para entonces se cuente con una vacuna.

Japón ha controlado la pandemia mejor que la mayoría del resto del mundo, con cerca de 2,200 muertes atribuidas al COVID-19 en un país de 125 millones de habitantes.

Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, que fueron aplazados debido a la crisis por la pandemia del nuevo coronavirus, comenzarán el próximo 23 de julio de 2021, anunciaron este lunes los organizadores.

La nueva fecha significa que la justa deportiva se realice casi un año después de la fecha prevista inicialmente, el 24 de julio de este año.

“Los Juegos Olímpicos se disputarán entre el 23 de julio y el 8 de agosto de 2021. Mientras que los Paralímpicos irán del 24 de agosto al 5 de septiembre”, afirmó el presidente del comité de organización local de Tokio-2020, Yoshiro Mori, en rueda de prensa.

Poco antes de la conferencia, Mori había señalado que se esperaba esta semana una decisión por parte del Comité Olímpico Internacional (COI) sobre las nuevas fechas; minutos más tarde, se había llegado a una decisión definitiva sobre la fecha.

“Nos pusimos de acuerdo en que la organización del evento sería en verano, como estaba planeado originalmente, considerando el tema del coronavirus y que se necesita un tiempo para la preparación, selección y clasificación de los atletas”, añadió.

En un comunicado, el COI afirmó que las nuevas fechas darían a las autoridades sanitarias y a los organizadores el máximo tiempo para afrontar los continuos cambios y todo el problema causado por la pandemia del Covid-19.

La decisión de organizarlos en verano causaría “mínimas” alteraciones al calendario internacional, según el organismo.

Poco después de anunciar la decisión, la World Athletics, la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) anunció que retrasaba a 2022 el Mundial de este deporte, previsto en Eugene, en Estados Unidos, entre el 6 y el 15 de agosto de 2021.

“Apoyamos las nuevas fechas para los Juegos Olímpicos de Tokio en 2021 (…) que dejan el tiempo necesario a los atletas para recuperar el entrenamiento y las competiciones”, escribió la federación internacional de atletismo en un comunicado.

La decisión de organizar los Juegos en el verano japonés de 2021 llega menos de una semana después de que los organizadores y el COI anunciaran el histórico aplazamiento, tras una fuerte presión de atletas y federaciones deportivas.

El aplazamiento de los Juegos Olímpicos de Tokio va a generar “costos muy importantes”, admitieron este jueves los organizadores, anunciando la creación de un grupo de trabajo encargado de administrar las consecuencias de esta decisión histórica.

El aplazamiento de los Juegos de 2020 a 2021 representa un desafío logístico mayor para los organizadores, cuando las nuevas fechas del mayor evento deportivo del planeta no han sido fijadas todavía.

“Debemos asegurarnos que los problemas a los que nos enfrentamos pueden ser solucionados, uno por uno”, explicó el director general del comité de organización de Tokio-2020, Toshiro Muto, prometiendo decisiones “tan pronto como sea posible”.

Indicó que los costos adicionales generados por el aplazamiento) van a ser muy importantes, aunque prefirió omitir cifras de lo que se ha calculado hasta ahora.

Según el diario económico japonés Nikkei, el aplazamiento podría costar 300,000 millones de yenes (unos 2,700 millones de dólares), incluyendo los gastos de renta de los sitios, la modificación de las reservas hoteleras y el empleo prolongado del personal de la organización y de agentes de seguridad, entre otros.

Estos costos extraordinarios podrían evolucionar en función de las negociaciones entre los diferentes actores del evento, en particular el comité de organización japonés, la ciudad de Tokio, el Estado japonés y el Comité Olímpico Internacional (COI), precisó el Nikkei, citando fuentes conocedoras del caso.

En diciembre de 2019, los organizadores habían evaluado el costo total de los Juegos de Tokio en 12,450 millones de dólares para la parte japonesa. “Pienso que debemos revisar ciertas ambiciones a la baja”, previno este jueves Muto. “A veces hay que aceptar revisar los planes”.

El presidente del comité de organización, Yoshiro Mori, recordó por su parte que nunca hasta ahora los Juegos Olímpicos habían sido aplazados en tiempos de paz.

Los Juegos Olímpicos de Tokio, que iniciarían el próximo 24 de julio, fueron aplazados al verano de 2021, debido a la pandemia del nuevo coronavirus, anunció el martes el Comité Olímpico Internacional (COI).

Es un aplazamiento sin precedentes para este evento, cuya primera edición en la era moderna tuvo lugar en 1896. Hasta ahora únicamente las guerras mundiales habían impedido su celebración. Hasta ahora, únicamente las guerras mundiales evitaron la disputa del evento en 1916, 1940 y 1944, pero en todos esos casos se optó finalmente por una cancelación definitiva.

“En las circunstancias actuales y en base a las informaciones suministradas hoy (martes) por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el presidente del COI y el primer ministro de Japón han concluido que los Juegos Olímpicos de Tokio deben ser reprogramados después de 2020 y tener lugar como más tarde en el verano de 2021, con el objetivo de salvaguardar la salud de los deportistas y de todos los implicados en los Juegos Olímpicos, así como de la comunidad internacional”, anunció el COI en un comunicado.

Poco antes, en Tokio, al término de una conferencia teléfonica con el presidente del COI, Thomas Bach, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, había anunciado que había “propuesto aplazar (los Juegos Olímpicos) alrededor de un año” a lo que el dirigente olímpico había accedido.

Esta decisión del COI y de los organizadores parecía inevitable en los últimos días ante la propagación del Covid-19 y la oleada de peticiones de aplazamiento por parte de deportistas y federaciones de peso.

El COI mantuvo hasta hace apenas unos días una posición inamovible de mantener los planes como se tenían previstos, del 24 julio al 9 agosto para los Juegos Olímpicos, y del 25 agosto al 6 septiembre para los Juegos Paralímpicos, pero en los últimos días la presión había incrementado y el domingo llegó a admitir que contemplaba varios escenarios, entre ellos el del aplazamiento, y se dio un plazo de cuatro semanas para tomar una decisión.

Shinzo Abe había admitido el lunes en el Parlamento japonés que un aplazamiento de los Juegos “podría ser inevitable”.

Los Juegos Olímpicos de Tokio-2020 se mantienen tal y como están programados, afirmaron este miércoles los organizadores, en el marco del llamado del gobierno japonés a anular o reducir los grandes eventos por temor a la expansión del coronavirus.

Las anulaciones o aplazamientos de partidos de fútbol o rituales de apertura del torneo de sumo, entre otros, han puesto en el centro del debate el destino de los Juegos Olímpicos, mientras los organizadores, se esfuerzan por mandar mensajes de tranquilidad.

“No hemos pensado en ello. No hemos oído hablar de ello. Hemos preguntado y nos han dicho que no existe tal proyecto”, declaró a la prensa el director ejecutivo del Comité de Organización de los Juegos Olímpicos de Tokio-2020, Toshiro Muto.

“En principio, la idea es celebrar los Juegos Olímpicos y Paralímpicos tal y como está previsto”, dijo.

Muto precisó que los organizadores examinarán la forma de responder a las peticiones del primer ministro Shinzo Abe de anular o de aplazar eventos, o de reducir su envergadura, en las próximas dos semanas con el fin de impedir la propagación del nuevo coronavirus.

Afirmó, no obstante, que el encendido de la llama olímpica que debe empezar el 26 de marzo en Fukushima y atravesar el país no será anulado, admitiendo que tal vez tengan que introducir modificaciones.

“No contemplamos la anulación, pero vamos a pensar en la forma de organizarlo para que no lleve a propagar el virus, tal vez reduciendo la escala del evento”, declaró.

Muto reaccionó a las declaraciones de Dick Pound, un miembro del Comité Olímpico Internacional, que dijo que se tomará una decisión sobre los Juegos en los próximos dos o tres meses.

“Cuando hemos preguntado al COI (…) nos han dicho que no es la forma de pensar del COI”, dijo Muto.

“En la reciente reunión del COI en Tokio, presidido por el presidente del comité John Coates, el coronavirus estuvo en el orden del día”, había declarado antes la ministra de los Juegos Olímpicos Seiko Hashimoto en el Parlamento.

Señaló que el grado de preparación que se tiene hasta ahora es alto, por lo que el COI se comprometió a seguir apoyando, e incluso dijo, “es importante prepararse pensando en el peor escenario”.

Los Juegos Olímpicos empezarán el 24 de julio y finalizarán el 25 de agosto, mientras que los Paralímpicos están programados para el 25 de agosto.