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La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, pidió este martes a las autoridades de México que redoblen los esfuerzos para acabar con la problemática de las desapariciones forzadas, un día después de que se anunciara que nuestro país ha rebasado la cifra de 100,000 desaparecidos desde 1964.

“El flagelo de las desapariciones es una tragedia humana de enormes proporciones”, señaló la alta comisionada en un comunicado donde afirmó que “ningún esfuerzo debe escatimarse para poner fin a estas violaciones de derechos humanos y abusos de dimensión extraordinaria”.

La Oficina de la ONU para los Derechos Humanos que dirige Bachelet también denunció la “abrumadora tasa de impunidad” en torno a estas desapariciones, ya que sólo en 35 de estos más de 100,000 casos han sido condenados los perpetradores.

Alrededor de una cuarta parte de las personas desaparecidas son mujeres, mientras que aproximadamente una quinta parte tenían menos de 18 años en el momento de su desaparición.

La oficina también recordó que más del 97% de las desapariciones cuya fecha se conoce ocurrieron posteriormente a diciembre de 2006, “cuando México transitó hacia un modelo militarizado de seguridad pública”.

Bachelet recordó en su mensaje a las familias de las víctimas, “que han sido clave para organizar y proponer soluciones, así como para lograr avances legales e institucionales encaminados a que se reconozca la magnitud de esta problemática en México”.

La alta comisionada, quien visitó México en 2019, recordó en concreto a Rosario Ibarra de Piedra, cuyo hijo desapareció en 1975 y que hasta su muerte el pasado mes de abril ayudó a localizar con vida a 150 personas desaparecidas.

La Oficina de la ONU para los Derechos Humanos reconoció algunos pasos significativos de México para avanzar hacia la solución de las desapariciones, como la creación de comisiones de búsqueda en todos los estados o la fundación del Centro Nacional de Identificación Humano. También reconoce las comisiones para examinar las graves violaciones de derechos humanos ocurridas entre 1965 y 1990, así como la desaparición forzada de los 43 estudiantes de Ayotzinapa en 2014.

La oficina recordó que en 2020 México reconoció la competencia del Comité de la ONU contra las Desapariciones Forzadas, y se convirtió en el primer país en aceptar la visita de expertos de esta institución.

“Esperamos que estos pasos positivos allanen el camino para prevenir más desapariciones, esclarecer el paradero de las personas desaparecidas, mejorar el acceso a la justicia y garantizar los derechos de las víctimas”, subrayó Bachelet.

El Consejo de Seguridad de la ONU acordó este viernes su primera declaración oficial sobre Ucrania desde el inicio de la invasión rusa, un texto en el que los quince países respaldan las labores de mediación del jefe de Naciones Unidas, António Guterres.

El breve documento, resultado de una iniciativa de México y Noruega, fue aprobado por unanimidad, es decir, con el apoyo de Rusia, en una reunión convocada de último momento.

En él texto, los 15 países del Consejo de Seguridad expresan su “profunda preocupación” por la situación en Ucrania y recuerdan que todos los países de la ONU tienen la obligación de resolver sus disputas internacionales por medios pacíficos.

Además, dan su “fuerte apoyo” a los esfuerzos de Guterres para lograr una solución pacífica.

El propio diplomático, en un comunicado, celebró que “hoy por primera vez el Consejo de Seguridad haya hablado con una voz en favor de la paz en Ucrania” y agradeció el respaldo que se le da, asegurando que no escatimará ningún esfuerzo para “salvar vidas, reducir el sufrimiento y encontrar el camino para la paz”.

Más que por su contenido, la declaración tiene relevancia por ser la primera vez desde que inició la invasión en que el Consejo logra acuerdo sobre un texto relativo a Ucrania.

“Estamos satisfechos de tener este primer paso. Creo que es esperanzador ver que la diplomacia está logrando su lugar en el Consejo”, señaló a los periodistas el embajador Juan Ramón de la Fuente, representante de México ante la ONU, quien consideró que el acuerdo va “en la buena dirección”.

Y es que el poder de veto de Rusia ha frenado hasta ahora cualquier acción por parte del máximo órgano de decisión de Naciones Unidas, donde Moscú bloqueó en los primeros días del conflicto una resolución crítica con su intervención que había impulsado Estados Unidos.

Desde entonces, el Consejo de Seguridad ha celebrado numerosas discusiones sobre el conflicto, pero hasta ahora no había alcanzado ningún tipo de compromiso.

Sí se ha expresado formalmente la Asamblea General, donde están representados los 193 Estados miembros y donde no hay vetos, con una resolución aprobada por amplia mayoría que condenó la invasión rusa.

La declaración acordada hoy llega después de una sesión celebrada este jueves en la que Guterres dio cuenta a los Estados miembros de su reciente visita a Moscú y Kiev, donde se reunió con los presidentes ruso, Vladímir Putin, y ucraniano, Volodímir Zelenski.

Hasta ahora, el único resultado visible de esa gira ha sido la evacuación de casi medio millar de civiles del área de Mariúpol, incluidos al menos un centenar que se encontraban en la acería de Azovstal, en operaciones llevadas a cabo por la ONU y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) tras acuerdos con las partes del conflicto.

Hoy, la embajadora noruega ante la ONU, Mona Juul, destacó el apoyo expresado a Guterres por el Consejo y subrayó la importancia de que el jefe de la organización pueda trabajar sin demasiada atención pública para tratar de lograr resultados.

“En ocasiones la diplomacia silenciosa es mucho más efectiva”, añadió el representante de México ante Naciones Unidas.

Al menos 3,309 civiles han muerto y 3,493 resultaron heridos desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero, indicó hoy el último informe actualizado de víctimas no militares del conflicto que elabora la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

Entre los asesinados hay 234 niños, y otros 330 menores de edad han resultado heridos en el transcurso del conflicto, destacó la oficina dirigida por la alta comisionada, Michelle Bachelet.

Más de la mitad de las víctimas confirmadas por Naciones Unidas murieron en la región del Donbás (1,754), mientras que los 1,555 restantes perecieron en zonas bajo control del gobierno ucraniano, incluyendo regiones alrededor de las ciudades de Kiev, Járkov, Mikolaiv y Odesa, entre otras.

La mayor parte de las víctimas fallecieron por ataques de artefactos explosivos con gran área de impacto, incluyendo bombardeos con artillería pesada y sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple, indicó la oficina de la ONU.

El organismo insiste en que la cifra real de víctimas civiles puede ser mucho mayor a los por ahora confirmados, ya que no se tienen datos completos de lugares con intensos enfrentamientos, como las cercadas localidades de Mariúpol, Izium y Popasna.

Naciones Unidas recuerda que el ataque deliberado a civiles o infraestructuras no militares (hospitales, escuelas, etc.) es considerado crimen de guerra por el derecho internacional.

En tanto, la Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT) añadió que sigue recibiendo pruebas de graves violaciones de derechos humanos en la invasión rusa que incluyen ejecuciones extrajudiciales, arrestos arbitrarios, desplazamiento forzado de poblaciones a Rusia y Bielorrusia, así como tortura y maltrato de detenidos.

Entre las principales víctimas de estos abusos se encuentran activistas sociales, voluntarios de organizaciones humanitarias, veteranos de la guerra iniciada en 2014, soldados del ejército ucraniano o “simples ciudadanos de a pie que apoyan la integridad territorial de Ucrania”, denuncia OMCT.

Rusia confirmó este viernes haber atacado Kiev, capital de Ucrania, con armas de “alta precisión” en plena visita del secretario general de la ONU, Antonio Guterres.

En este ataque murió la productora y periodista de la emisora financiada por Estados Unidos, Radio Free Europe/Radio Liberty, después de que su vivienda recibiera el impacto de un misil.

El ministerio de Defensa de Rusia informó que lanzó un ataque aéreo de “alta precisión de largo alcance” contra los talleres de la empresa espacial y de fabricación de misiles Artyom en Kiev.

El primer bombardeo en la capital desde mediados de abril se produjo después de que Guterres visitara Bucha y otras ciudades en la periferia de Kiev. “Es una zona de guerra, pero causa conmoción que esto haya ocurrido cerca del lugar en que nos encontrábamos”, dijo Saviano Abreu, un portavoz de la ONU que acompañaba a Guterres.

El presidente ucraniano Volodimir Zelenski denunció el ataque como intento de “humillar a la ONU y a todo cuanto esta organización representa”.

Alemania criticó el ataque tildándolo de “inhumano” y afirmó que muestra que el presidente ruso Vladimir Putin “no tiene ningún respeto por el derecho internacional”.

El secretario general de la ONU condenó el ataque como “malvado” y tras visitar Bucha pidió a Moscú “cooperar” con la Corte Penal Internacional a fin de “establecer las responsabilidades”, sobre los presuntos crímenes cometidos contra civiles en esta localidad. Señaló que hay una investigación en marcha contra diez soldados rusos sospechosos de cometer atrocidades en Bucha, donde decenas de cadáveres vestidos de civiles fueron encontrados tras el retiro de las tropas de Moscú.

Horas antes del bombardeo en Kiev, el presidente estadounidense Joe Biden solicitó al Congreso 33,000 millones de dólares de ayuda adicional para respaldar a Ucrania frente a “las atrocidades y agresiones” rusas. “El costo de esta pelea no es barato. Pero ceder ante la agresión va a ser más costoso si permitimos que suceda”, defendió el presidente estadounidense.

Tras semanas de conflicto sin que las tropas rusas lograran capturar la capital ucraniana, ahora los esfuerzos de Moscú están centrados en lograr un avance significativo en el este y a asentar su control en la zona sur, en torno al puerto de Mariúpol.

Las autoridades ucranianas indicaron que tienen previsto para este viernes un plan para evacuar a los civiles atrapados en la planta de Azovstal sitiada por las fuerzas rusas en Mariúpol. Cientos de militares y civiles ucranianos, entre ellos decenas de niños, están refugiados en esta planta.

En tanto, Kiev ha admitido que las fuerzas rusas han capturado varias localidades en la región del Donbás, en el este.
La primera fase de la invasión lanzada por Rusia el 24 de febrero fracasó a la hora de capturar Kiev o para derrocar al gobierno ucraniano, tras enfrentar una aguerrida resistencia, que fue reforzada por las armas enviadas a Ucrania por países occidentales.

Ahora la campaña rusa se centra en capturar territorios en el este y en el sur de Ucrania y también utilizar misiles de largo alcance contra zonas del oeste y del centro del país.

Diputados y diputadas del PAN, PRI y PRD acudieron esta tarde a las oficinas de la ONU-DH México para presentar una denuncia en contra de Morena y el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), por el discurso de odio que han impulsado a raíz de la votación de la reforma eléctrica.

Los legisladores de la coalición Va por México solicitaron la intervención del organismo internacional para que cesen los ataques de odio, que surgieron cuando la dirigencia nacional de Morena, a cargo de Mario Delgado y Citlalli Hernández, presentaron la campaña para “mostrar” a quienes votaron en contra de la reforma del presidente.

“Nosotros como legisladores tenemos todo el derecho de votar a favor, en contra o en abstención de cualquier iniciativa, pero es increíble, que por el simple hecho de que venga de parte del Presidente y decidamos votar en contra, nos tachen de traidores”, indicó la diputada del PAN, Mariana Gómez del Campo.

En la carta de denuncia, que fue entregada al representante en México de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Guillermo Fernández Maldonado Castro, se indica que debido dicha campaña, que los ha acusado de “traidores a la patria”, algunos legisladores y legisladores han sido víctimas de violencia.

Lamentaron que políticos con ideas afines al gobierno federal atenten contra la integridad de quienes no piensan igual; por ello solicitaron la intervención de la Alta Comisionada de los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, a fin de que se haga un llamado urgente a cesar la promoción de la violencia.

“Nosotros, como legisladores de oposición, hemos sido atacados sistemáticamente. Las diputadas y los diputados de Acción Nacional hemos recibido cientos de amenazas, agresiones y vandalizaciones contra nosotros, nuestras oficinas y los Comités Directivos de nuestros estados y municipios. E incluso, está el caso de la Diputada Maryjose Gamboa, quien hace unos días sufrió agresiones personales directas”, denunciaron los diputados de Acción Nacional.

Afirmaron que los diputados de oposición son atacados porque fueron voces enérgicas y valientes que defendieron a México frente a la “tóxica” reforma eléctrica del presidente.

“El origen de todo esto es claro: la semilla de odio y confrontación que este gobierno ha sembrado los últimos 4 años, y que ya alcanzó un nivel absurdo al etiquetarnos como traidores a quienes simplemente pensamos distinto a ellos”, añadieron.

 

Foto: Twitter @marianagc

Las autoridades rusas denunciaron ante Naciones Unidas sus sospechas de que Ucrania prepara un “montaje” de fosas comunes en la ciudad de Ragovka, cerca de la capital, Kiev.

El enviado adjunto de Moscú ante la ONU, Dimitri Polianski, ha reiterado las acusaciones de Rusia a Ucrania por su supuesta autoría del ataque sobre la estación de tren de Kramatorsk del pasado viernes, que dejó cerca de 40 personas sin vida.

En este sentido, dijo que aunque que aquella “provocación” falló, las autoridades ucranianas “tratan de tener en cuenta sus errores y de trabajar de forma más limpia”.

“Se están esforzando mucho. En los últimos días hemos pasado información a la ONU sobre las próximas provocaciones que estarían preparando”, ha añadido Polianski en alusión a las supuestas fosas comunes de Ragovka.

Por otro lado, informó que periodistas de medios occidentales habrían presuntamente llegado a la ciudad de Kremina antes de un supuesto ataque de falsa bandera por parte del Ejército ucraniano.

Por otro lado, Polianski acusó a las autoridades ucranianas de haber estado maltratando y adoctrinando a la población desde hace al menos ocho años. “Es triste que Ucrania se haya hundido en la crueldad desenfrenada y ciega sin ir a la zaga de Estado Islámico”, dijo.

En este contexto, el enviado adjunto ante Naciones Unidas justificó que la “operación militar” en territorio ucraniano “no tenía alternativa” y es “necesaria” no solo para el “futuro de Ucrania”, si no, según él, para “la seguridad de Rusia y todos sus demás vecinos”.

Paralelamente, el alcalde de Mariúpol declaró este lunes que más de 10,000 civiles han muerto en esa ciudad desde que Rusia invadió al país a finales de febrero pasado.

El alcalde añadió que las fuerzas rusas han llevado crematorios móviles para incinerar los restos humanos y se niegan a permitir corredores humanitarios a la ciudad, en un intento por encubrir las matanzas.

Horas antes, Rusia aseguró haber destruido sistemas de defensa antiaérea ucranianos en un aparente intento de conseguir la superioridad aérea y privar a Ucrania de armas que Kiev considera cruciales para hacer frente a una inminente ofensiva rusa desde el este.

Rusia aseveró que usó misiles crucero para destruir cuatro plataformas antiaéreas S-300 en las afueras de Dnipro.

Indicó que Ucrania recibió los sistemas antiaéreos de un país europeo al que no nombró. La semana pasada, Eslovaquia le dio a Ucrania sistemas S-300 de diseño soviético, pero niega que hayan sido alcanzados. Previamente Rusia reportó dos bombardeos contra sistemas similares en otros dos lugares.

La ofensiva inicial de Rusia se estancó en varios frentes ante la firme resistencia de los ucranianos, que les impidieron a los rusos tomar la capital y otras ciudades. La falta de superioridad aérea ha impedido a los rusos cobijar desde el aire a sus tropas en tierra, limitando su avance y probablemente haciéndolas blanco fácil de los ucranianos.

Ante su fracaso en tomar gran parte de Ucrania, Rusia ha recurrido al bombardeo aéreo de centros urbanos, el ejemplo de ello fue lo sucedido en Bucha. La guerra ha reducido a escombros a ciudades enteras, ha matado a miles de personas y ha dejado a Rusia política y económicamente aislada.

La Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) suspendió este jueves a Rusia del Consejo de Derechos Humanos del organismo a raíz de la invasión de Ucrania.

De los 193 miembros de la asamblea, 93 votaron a favor, 24 en contra y 58 se abstuvieron, lo que puso en evidencia un debilitamiento de la unidad internacional contra Rusia.

Se trata de la segunda suspensión de un país del consejo, después de Libia en 2011.

Las abstenciones, condenadas por Kiev, no se tomaron en cuenta porque para una suspensión basta con el voto favorable de dos tercios de los países que se pronuncian a favor o en contra.

Entre los países que votaron en contra figura China, que lo considera una “iniciativa precipitada” que “añade leña al fuego” y un sienta un “precedente peligroso”. También se opusieron Irán, Kazajistán, Bolivia y Cuba. Venezuela llamó a votar en contra pero ha perdido su derecho a voto debido a la acumulación de pagos pendientes. Como era de esperar, Rusia, Bielorrusia y Siria se opusieron a la resolución.

Pese a las presiones en los últimos días de Rusia para que los países votaran en contra, varios estados africanos, como Sudáfrica y Senegal, han optado por abstenerse al considerar que la resolución que suspende a Moscú “prejuzga los resultados de la comisión de investigación” creada en marzo por el Consejo de Derechos Humanos.

Brasil, México e India, actualmente los tres miembros no permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, también se abstuvieron.

Por la mañana en su conferencia de prensa, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ya había adelantado que México se abstendría en la votación.

“Lo que hemos nosotros planteado es que no debemos votar por la expulsión de Rusia ni estar en contra, nos vamos a abstener”, precisó. Detalló que la abstención, que él llamó “expulsión”, también es una postura y que la ONU debe insistir en que se consiga la paz y el fin de la guerra en Rusia, la cual, dijo es un claro “fracaso de la política”.

Y acusó que la ONU no hizo nada por frenar el conflicto bélico “¿Qué no pudieron antes de que se desatara la guerra convocar a las partes? ¿Qué hicieron? ¡Nada!”, reclamó.

Aunque la posibilidad de excluir a Rusia del Consejo de Derechos Humanos se comentaba desde hace semanas, Washington decidió dar el paso tras conocerse la matanza llevada a cabo en la localidad de Bucha, cerca de Kiev, donde las autoridades ucranianas acusan a tropas rusas de matar a cientos de civiles.

Creado en 2006 para sustituir a la fracasada Comisión de Derechos Humanos, el Consejo es el máximo órgano de Naciones Unidas en este ámbito y está compuesto por 47 países, elegidos para mandatos de tres años.

Su composición, que se decide en elecciones celebradas anualmente, ha sido criticada regularmente por incluir a Estados con historiales muy dudosos en materia de derechos humanos. Actualmente se sientan en el Consejo, entre otros, China, Cuba, Libia, Estados Unidos, Ucrania o Venezuela. Rusia, por su parte, ha sido un miembro habitual y ahora estaba en el segundo año de un mandato de tres.

El secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, coincidió con las críticas que hiciera ayer el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, sobre el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, y reconoció que “hay un problema fundamental” en el funcionamiento del organismo.

“Existe un problema fundamental cuando uno de sus miembros permanentes, cuya responsabilidad principal es mantener la paz y la seguridad internacionales, es el mismo país que está violando gravemente la paz y la seguridad internacionales con su agresión a Ucrania, y ese es Rusia”, dijo Blinken.

Ayer, el presidente Zelensky intervino ante el Consejo de Seguridad de la ONU, donde criticó la escasa determinación del ente para frenar la agresión rusa. En este punto, señaló que el organismo podría disolverse “si no pueden hacer nada a parte de hablar”.

Por otro lado, Blinken ha reconocido que hay varios países, incluido Estados Unidos, inmersos en negociaciones con Ucrania para ver de qué modo se puede garantizar la seguridad del país, uno de los requisitos impuestos por Kiev para aceptar las propuestas de Moscú para el fin de la guerra.

Al respecto, esta mañana el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) dijo que la ONU falló al no evitar la invasión de Rusia a Ucrania, coincidiendo así con lo expuesto por Zelensky y Blinken.

“Yo creo que la ONU no hizo bien su trabajo”, afirmó el mandatario al ser consultado sobre una conversación telefónica que sostuvo ayer con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, sobre la ayuda humanitaria a Ucrania.

“Tiene que buscarse el dialogo más que nada, y buscarse una salida negociada. No se debió iniciar la guerra, se debió evitar. ¿Qué se gana después de que inicia una guerra con sanciones o mandando armas? ¡Nada! ¿Y los inocentes? Falló la política, pero todavía hay tiempo”, añadió AMLO.

Confirmó que Trudeau lo invitó a participar en una teleconferencia, el próximo sábado, en la que también intervendrán dirigentes de la Unión Europea para coordinar el apoyo humanitario a los ucranianos. López Obrador anunció que enviará un mensaje grabado pues su gira le impedirá participar en tiempo real; sin embargo dijo que en su representación participará el canciller Marcelo Ebrard.

“Nuestra postura es condenar la invasión porque nosotros hemos padecido de invasiones”, dijo López Obrador, al enumerar las intervenciones que ha sufrido México a lo largo de la historia, entre ellas la de Estados Unidos, que en 1948 se anexionó casi la mitad del territorio mexicano.

Recordemos que aunque México ha condenado la invasión rusa a Ucrania, ha rechazado sumarse a las sanciones contra Moscú.

La Asamblea General de Naciones Unidas votará mañana si suspende a Rusia del principal órgano de derechos humanos de la ONU.

La propuesta fue planteada por Estados Unidos en respuesta al descubrimiento de cientos de cadáveres después de que las tropas rusas se retiraran de las ciudades cercanas a la capital ucraniana, Kiev, lo que generó llamados para que sus fuerzas sean juzgadas por crímenes de guerra.

La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, solicitó que a Rusia le sea retirado su asiento en el Consejo de Derechos Humanos de 47 miembros, a raíz de videos y fotos de calles en la ciudad ucraniana de Bucha cubiertas de cadáveres, aparentemente civiles.

Los videos y las informaciones reportadas desde la ciudad han provocado el rechazo y la condena de varios gobiernos, que han solicitado sanciones más duras contra Rusia. Moscú ha negado con vehemencia tener responsabilidad.

“Creemos que los miembros de las fuerzas rusas cometieron crímenes de guerra en Ucrania y que Rusia debe rendir cuentas”, declaró Thomas-Greenfield esta semana “La participación de Rusia en el Consejo de Derechos Humanos es una farsa”.

La portavoz de la Asamblea General, Paulina Kubiak, dijo hoy que la sesión especial de emergencia de la asamblea sobre Ucrania se reanudará mañana, cuando se someta a votación la resolución que busca “suspender los derechos de membresía de la Federación Rusa en el Consejo de Derechos Humanos”.

Aunque el Consejo de Derechos Humanos tiene su sede en Ginebra, sus miembros son elegidos por la Asamblea General de 193 naciones para que cumplan mandatos de tres años. La resolución de marzo de 2006 que estableció el Consejo de Derechos Humanos indica que la Asamblea puede suspender los derechos de membresía de un país si este “comete violaciones graves y sistemáticas de los derechos humanos”.

La breve resolución que se someterá a votación expresa una “preocupación grave por la actual crisis humanitaria y de derechos humanos en Ucrania, en particular por los informes de violaciones y abusos de los derechos humanos y violaciones del derecho internacional humanitario por parte de la Federación Rusa, incluidas violaciones graves y sistemáticas y abusos de los derechos humanos”.

El negociador jefe ruso, Vladímir Medinski, advirtió hoy a Ucrania de que el estatus tanto de la anexionada península de Crimea como de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, cuya independencia fue reconocida por el Kremlin, son intocables para Rusia.

“Quiero subrayar que la postura de principio de nuestro país en relación con Crimea y el Donbás sigue siendo invariable”, dijo Medinski en una declaración por la televisión pública.

Al respecto, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, calificó como positivas las negociaciones entre ambos bandos celebradas ayer en Estambul. “La soberanía y la integridad territorial de Ucrania deben quedar garantizadas. No puede haber ni habrá ningún compromiso sobre la soberanía e integridad territorial”, señaló.

Su asesor presidencial, Mykhailo Podoliak, explicó que Kiev propuso a Moscú un plazo de quince años para negociar el estatus de Crimea, anexionada por Rusia en 2014.

Recordemos que el presidente ruso, Vladímir Putin, reconoció tres días antes del inicio de la “operación militar especial” en Ucrania la independencia de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk.

Tanto Putin como los líderes separatistas destacaron que su objetivo era recuperar el control de todo el territorio administrativo de las regiones de Donetsk y Lugansk, según la Constitución ucraniana.

Precisamente, el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, aseguró que ahora el Ejército ruso se centrará en la conquista de todo el Donbás.

Medinski, que regresó de Estambul, donde tuvo lugar la quinta ronda de negociaciones, destacó que “ayer, por vez primera en muchos años, las autoridades de Kiev expresaron su voluntad de llegar a un acuerdo con Rusia”. Es decir, agregó, “Ucrania se mostró dispuesta a cumplir con las principales demandas en las que Rusia insistió durante los últimos años”.

Se refería a la renuncia de Ucrania a ingresar a la OTAN, a pertenecer a bloques militares, a las armas nucleares y a poseer, adquirir o desarrollar otras armas de destrucción masiva, y a acoger bases o contingentes militares extranjeros.

Además, destacó, Kiev también se comprometería a organizar maniobras militares con participación de fuerzas extranjeras sólo con el consenso de todos los garantes internacionales de su seguridad, que incluye a once países, incluido Rusia.

“Si esas obligaciones se cumplen, entonces quedará eliminada la amenaza de creación en territorio ucraniano de una plataforma de la OTAN”, resaltó.

Medinski precisó que Kiev entregó a Moscú “plasmados en papel los principios de un posible y futuro acuerdo”. “El trabajo sigue, las negociaciones continúan”, dijo.

Según la prensa, Rusia habría renunciado en las negociaciones a demandas como la “desnazificación” de Ucrania y el estatus de la lengua rusa.

En otro de los compromisos hechos por Rusia, de reducir la presencia de sus tropas en la capital Ucraniana así como en Chernihiv, el portavoz del Ministerio de Defensa de Ucrania, el coronel Oleksandr Motuzyanyk, afirmó que sí se ha producido una “retirada parcial de unidades del enemigo” en los alrededores de Kiev.

“Sin embargo, no podemos hablar aún de un repliegue a gran escala”, matizó, señalando que “es muy pronto para saber qué intenciones tiene Rusia”. Anoche todavía se registraron ataques rusos en ambos lugares.

El coronel indicó que esas unidades rusas del centro del país se están retirando hacia el este, a las provincias de Donetsk y Lugansk.

“Podemos confirmar esa información porque hemos visto que están concentrando allí su actividad. Los intentos de ofensiva del enemigo no han cesado allá”, aclaró el portavoz de Defensa sobre la situación en la región oriental del Donbás, donde una guerra civil de baja intensidad ya se libraba desde 2014 con milicias prorrusas.

En más sobre Moscú, la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, denunció este miércoles que las fuerzas armadas rusas han usado en al menos 24 ocasiones bombas de racimo, prohibidas por la ley internacional, contra áreas pobladas de Ucrania en las cinco semanas transcurridas desde el inicio de la guerra.

Se han cometido además ataques indiscriminados contra hospitales, escuelas y otras infraestructuras que “están prohibidos por la ley humanitaria nacional y podrían constituir crímenes de guerra”, añadió Bachelet en una intervención ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas.

Adicional, se informó este miércoles que el presidente Vladimir Putin fue engañado por sus asesores sobre lo mal que va la guerra en Ucrania y lo perjudicial que han sido las sanciones occidentales para la economía rusa, dijo un responsable estadounidense, que basa su información en reportes desclasificados.

“Creemos que Putin está siendo mal informado por sus asesores sobre lo mal que se está desempeñando el Ejército ruso y sobre cómo la economía rusa está siendo paralizada por las sanciones, porque sus asesores tienen demasiado miedo de decirle la verdad”, dijo el funcionario que habló bajo condición de anonimato.

La tasa de inflación subió en la primera quincena de marzo hasta el 7.29%, tras un aumento de los precios en este periodo del 0.48% respecto a la quincena anterior, impulsado por los energéticos y los alimentos, informó este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

En la misma quincena de 2021 hubo un aumento del 0.53% en el índice de precios al consumidor (IPC), con lo que la inflación quedó entonces en el 4.12% anual.

El dato anual de esta primera quincena de marzo supone también un ligero aumento frente al de febrero, cuando la inflación quedó en un 7.28% interanual.

El índice de precios subyacente, considerado un mejor parámetro para medir la carestía general porque elimina artículos de alta volatilidad en sus precios, aumentó el 0.35% quincenal y dejó la tasa anual en el 6.68%, precisó el INEGI.

Dentro del subgrupo de bienes y servicios subyacentes, las mercancías aumentaron el 0.49% y los servicios crecieron un 0.20%, con una tasa anual del 8.54% y del 4.57%, respectivamente. En los no subyacentes, los agropecuarios aumentaron un 0.24% respecto al periodo anterior y los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno aumentaron 1.35%. A nivel anual, los precios de los agropecuarios aumentaron un 15.93%, mientras que las tarifas energéticas se elevaron un 4.28%.

Por último, el índice de precios de la canasta de consumo mínimo, conformada por 176 productos y servicios, presentó un aumento del 0.51% quincenal y del 7.88% interanual.

La directora de análisis económico de Banco Base, Gabriela Siller, destacó que pese a que la inflación no subyacente quincenal se ubicó “por debajo de lo esperado”, fue su mayor alza desde la segunda quincena de noviembre.

Los precios al consumidor cerraron 2021 con una subida del 7.36%, un nivel no visto en dos décadas, debido al alza de insumos básicos como los agropecuarios o la energía.

La inflación de 2020 cerró en un 3.15%, mientras que en 2019 la inflación fue del 2.83% y en 2018 los precios al consumidor se elevaron un 4.83%. Los precios al consumidor escalaron hasta el 6.77% a finales de 2017, la tasa más alta desde 2000, que fue motivada por un alza en el precio de los combustibles.

Recordemos que la meta del Banco de México (Banxico) es del 3% anual más menos un punto por ciento.

En más temas económicos, se informó que la economía latinoamericana crecerá un 2.3% en 2022, según las estimaciones de la Conferencia de la ONU para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD), que bajó tres décimas sus perspectivas para la región con respecto a las calculadas hace seis meses, debido a los efectos negativos de la guerra de Ucrania en el panorama global.

El informe de UNCTAD revisó al alza el crecimiento esperado para el país del Cono Sur, del 2.9% calculado en septiembre al 4.6% en el informe publicado hoy. El estudio de previsiones también subió el porcentaje de crecimiento esperado para Centroamérica y el Caribe, del 2.9% de hace medio año al 3.5%, aunque bajó un punto y medio sus perspectivas para México, del 2.8% al 1.3%, y redujo en medio punto su previsión para Brasil, del 1.8% al 1.3%).

UNCTAD analizó que el consumo en tres de las principales economías regionales, Argentina, México y Brasil, sigue manteniéndose por debajo de los niveles previos a la pandemia, mientras que en otros ha habido fuerte recuperación, caso de Chile y Colombia.

Las adolescentes afganas volvieron este miércoles a los colegios de nivel secundaria, siete meses después de que los talibanes tomaran el poder. Sin embargo, bastaron unas horas para que los dirigentes islamistas ordenaran que regresaran a sus casas, en un repentino giro de política que provocó confusión.

2Hoy, la promesa de un retorno a la escuela para millones de mujeres alumnas de secundaria fue rota en Afganistán. Es un retroceso enorme”, indicó por tuit La directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay. “El acceso a la educación es un derecho fundamental”, añadió.

“La UNESCO reitera su llamado: las mujeres deben ser autorizadas a regresar a la escuela sin plazos suplementarios”, insistió Azoulay.

Y es que el Ministerio de Educación afgano no dio ninguna explicación clara, pese a que, en la capital, las autoridades habían organizado incluso una ceremonia con motivo del inicio del nuevo curso. “En Afganistán, sobre todo en las aldeas, las mentalidades no están preparadas”, declaró a la prensa el portavoz del ministerio de Educación, Aziz Ahmad Rayan.

Según una fuente talibán entrevistada por la agencia AFP, la decisión se habría tomado después de una reunión de altos mandatarios celebrada ayer por la noche en Kandahar, cuna del movimiento islamista fundamentalista que gobierna de facto el país.

La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, declaró en un comunicado que “comparte la profunda frustración y decepción de las alumnas de secundaria y de las estudiantes afganas”.

Bachelet consideró como algo “profundamente perjudicial” para Afganistán la “incapacidad de las autoridades de facto de respetar su compromiso”.

La activista paquistaní Malala Yousafzai, galardonada con el premio Nobel de la Paz y que milita desde hace mucho tiempo por la educación de las mujeres, también expresó su indignación.

Los talibanes “seguirán encontrando excusas para impedir que las chicas aprendan, porque tienen miedo de las chicas educadas y de las mujeres autónomas”, declaró Yousafzai, quien sobrevivió a un intento de asesinato de los talibanes paquistaníes cuando tenía 15 años.

Recordemos que cuando los talibanes tomaron el poder en agosto, las escuelas estaban cerradas por la pandemia de COVID-19, pero solo los estudiantes de educación primaria pudieron retomar las clases dos meses después. Tanto hombres como mujeres.

Los talibanes habían asegurado que necesitaban tiempo para garantizar que las chicas de entre 12 y 19 años de edad estuvieran bien separadas de los chicos y que los centros funcionaran según los principios islamistas. “No abrimos las escuelas para complacer a la comunidad internacional ni para ganarnos el reconocimiento del mundo”, aseguró Aziz Ahmad Rayan, portavoz del Ministerio de Educación.

En siete meses de gobierno, los talibanes han impuesto numerosas restricciones a las mujeres, que se han visto excluidas de empleos públicos, controladas en su forma de vestir o impedidas de viajar solas fuera de su ciudad.

El régimen fundamentalista también detuvo a varias activistas que se habían manifestado por los derechos de las mujeres.

El tribunal supremo de Naciones Unidas , la Corte Internacional de Justicia (CIJ) exigió hoy a Rusia, por trece votos a dos, suspender de forma inmediata las operaciones militares en Ucrania.

“La Federación rusa debe asegurarse de que cualquier unidad militar o grupo armado irregular que apoye (…) evite tomar pasos que fomenten las operaciones militares” en Ucrania, dijo la presidenta de la CIJ, Joan Donoghue, en la lectura pública de la orden judicial.

Asimismo, los jueces decidieron de forma unánime hacer un llamado a Moscú y a Ucrania para que se “abstengan de cualquier acción que pueda agravar o extender la disputa ante la corte”.

Para llevar el conflicto armado al alto tribunal de la ONU, Kiev argumentó que Rusia ha malinterpretado la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, un tratado de 1948 firmado por ambos países, debido a que Moscú ha justificado la invasión a Ucrania en base a un presunto genocidio de la población rusoparlante en las provincias ucranianas de Donetsk y Lugansk.

El tribunal se alineó hoy con la hipótesis de Ucrania y dictaminó que “en principio” es competente para juzgar el caso, aunque Rusia tendrá más adelante el derecho de presentar una moción para disputar la jurisdicción de la corte.

Las órdenes dictadas hoy por los jueces son medidas cautelares que, en teoría, se deberían aplicar hasta que se juzgue el fondo del caso. Es decir, hasta que la CIJ analice si Moscú ha malinterpretado la convención contra el genocidio, un proceso judicial que podría llevar años.

No obstante, está por ver si Rusia obedecerá la orden del tribunal, pues aunque sus decisiones son vinculantes, la CIJ no dispone de una fuerza policial que haga cumplir sus sentencias, sino que depende de la voluntad de los Estados implicados.

Cuando un país ignora las órdenes de la CIJ, el Estado afectado puede recurrir al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para “hacer recomendaciones o decidir qué medidas deben adoptarse para dar efecto a la sentencia”, se dice en el artículo 94 de la carta de la ONU.

Sin embargo, Rusia podría usar su derecho a veto como miembro permanente y bloquear cualquier iniciativa que se presente en el Consejo de Seguridad de la ONU.

El secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió este lunes que la guerra en Ucrania podría afectar dramáticamente al sistema alimentario mundial y provocar un “huracán de hambre”.

En particular, Guterres ha destacado que 45 países africanos y menos desarrollados importan al menos un tercio de su trigo de Ucrania o Rusia y que 18 de ellos importan al menos el 50%.

Entre ellas están Burkina Faso, Egipto, República Democrática del Congo, Líbano, Libia, Somalia, Sudán o Yemen. Además, Ucrania proporciona más de la mitad del suministro de trigo al Programa Mundial de Alimentos (PMA), la mayor agencia humanitaria del planeta.

“Debemos hacer todo lo posible para evitar un huracán de hambre y el colapso del sistema alimentario mundial”, apuntó el máximo responsable de la ONU en rueda de prensa.

Para Guterres, el conflicto va más allá de la zona de enfrentamientos y “es un asalto a los países más pobres”. “Mientras la guerra llueve sobre Ucrania, una espada de Damocles se cierne sobre la economía global, especialmente en el mundo en desarrollo”, añadió.

Además de un aumento en el precio de los alimentos, combustibles y fertilizantes, se pueden interrumpir las cadenas de suministros y aumentar los costos de la importación de suministros. “Independientemente del resultado, esta guerra no tendrá ganadores, sólo perdedores”, lamentó Guterres.

Guterres aprovechó para anunciar un nuevo desembolso del Fondo de Respuesta de Emergencia de la ONU de 40 millones de dólares para asistencia humanitaria a las personas más necesitadas.

Además, Guterres lamentó que la crisis en Ucrania esté drenando los recursos y la atención de otros sitios de conflicto que precisan ayuda con desesperación, por lo que ha reiterado su llamado a la comunidad internacional a encontrar maneras de financiar la ayuda de emergencia y la recuperación del mundo en desarrollo por medio de los
recursos que se han prometido.

Así, ha apelado a los líderes para que resistan “la tentación de aumentar los presupuestos militares a expensas de la ayuda oficial al desarrollo y la acción climática”.

En cuanto a los llamados para establecer una zona de exclusión aérea en Ucrania, Guterres explicó que conllevaría un riesgo de escalada de la crisis al nivel de conflicto global. “Sobre la base de ese análisis, creo que debemos ser prudentes, incluso cuando entiendo el llamamiento dramático del Gobierno de Ucrania”, precisó.

El secretario general de la ONU no dudó en señalar que la mayoría de las bajas civiles y de la destrucción de obras civiles son responsabilidad de las fuerzas rusas.

Tras dos días de sesiones, donde han desfilado más de un centenar de países por la tribuna de la Asamblea General de Naciones Unidas para abogar por la paz y la seguridad, la Asamblea General de la ONU aprobó una resolución para demandar que Rusia cese su ofensiva en Ucrania y retire a todos sus soldados.

La votación fue de 141 a favor, 5 en contra y 35 abstenciones. La votación se produjo luego que la Asamblea de 193 miembros convocara a su primera sesión de emergencia desde 1997.

Las resoluciones de la asamblea no son vinculatorias legalmente, pero tienen poder para reflejar la opinión internacional. Un veto ruso frenó una resolución similar en el poderoso Consejo de Seguridad el viernes, pero la Asamblea no permite vetos. Bajo las reglas especiales de la sesión de emergencia, una resolución necesita la aprobación de dos tercios de los países votantes y las abstenciones no cuentan.

Más de 90 países patrocinaron la resolución en la Asamblea, entre los cuales no se adhirió México, aunque sí votó a favor del documento. Entre los países que respaldaron a Rusia estuvieron Bielorrusia, Cuba, Corea del Norte y Siria.

La medida deplora la “agresión” rusa contra Ucrania “en los términos más enérgicos” y demanda una suspensión inmediata del uso de la fuerza por Moscú y la retirada inmediata completa e incondicional de todos los soldados rusos del territorio ucraniano reconocido internacionalmente.

La medida pide además a Rusia revertir una decisión de reconocer la independencia de dos regiones separatistas del oriente de Ucrania.

Buena parte de la comunidad internacional acusa a la Rusia de violar el artículo 2 de la Carta de Naciones Unidas, que insta a sus miembros a no recurrir a las amenazas o a la fuerza para solucionar los diferendos.

Prácticamente la totalidad de los intervinientes desde el lunes han condenado sin paliativos la guerra, la inseguridad y los riesgos de escalada del conflicto bélico en un mundo que empezaba a recuperarse de los devastadores estragos de la pandemia de COVID-19, como lo demuestra el aumento en los precios de las materias primas, en particular del gas, el petróleo, el níquel o el aluminio, que pueden alimentar la inflación.

Rusia sostiene que su acción se trata de “legítima defensa”. “No es Rusia la que ha empezado esta guerra. Estas operaciones militares las inició Ucrania contra los habitantes de Donbás y contra todos los que no estaban de acuerdo con ella”, defendió como un mantra el embajador ruso, Vassily Nebenzia, en el foro internacional en Nueva York.

“No hay nada que ganar” con una nueva Guerra Fría, advirtió por su parte el embajador de China ante la ONU, Zhang Jun, tras recordar que la “mentalidad” de esa época “basada en la confrontación de bloques debería abandonarse”. Aliado de Rusia, China se abstuvo en la votación de una resolución similar en el Consejo de Seguridad el viernes pasado.

Uno de los últimos en hablar este miércoles es Estados Unidos, que al igual que los europeos, ha adoptado una andanada de sanciones destinadas a aislar a Rusia y a asfixiar su economía para que no pueda financiar la guerra.

México anunció minutos antes de la votación que luego del debate que se ha mantenido en los últimos dos días, acompañaría la resolución; así lo informó Juan Ramón de la Fuente, Representante Permanente de México ante la Organización de las Naciones Unidas.

Más de 150,000 ucranianos han huido del país en menos de 24 horas, lo que implica que el número de refugiados que han entrado a alguno de los países vecinos llega ahora a los 677,000, dijo el alto comisionado de la ONU para los refugiados, Filippo Grandi.

Más de la mitad de todos los refugiados se encuentran en Polonia, mientras que 90,000 han llegado a Hungría, 60,000 a Moldavia, 50,000 a Eslovaquia y 40,000 a Rumanía, precisó Grandi en una conferencia de prensa en la que se presentó una petición urgente de fondos de la ONU para afrontar esta nueva crisis.

Los fondos necesarios se elevan a 1,100 millones de dólares para financiar durante los próximos tres meses las operaciones humanitarias en favor de seis millones de personas en Ucrania y en los países vecinos receptores de refugiados.

Entre las prioridades de la operación humanitaria estará, por ejemplo, rehabilitar infraestructura esencial que haya sido dañada, ofrecer acceso a la atención médica y apoyar a las personas que han perdido toda fuente de ingresos, como los jubilados que han dejado de percibir sus pensiones.

No obstante, incluso si los recursos financieros llegan, Griffiths recordó que es fundamental que el personal humanitario sea protegido y tenga acceso a las víctimas del conflicto, lo cual únicamente puede ser garantizado por las partes del conflicto.

Grandi dijo que “el llamamiento más urgente que hacemos es que se detengan las hostilidades. A menos que esto pare veremos que aumentarán los desplazamientos fuera y dentro de Ucrania”.

Confirmó que en estos momentos hay colas de decenas de kilómetros en las fronteras occidentales de Ucrania con docenas de miles de personas que desean abandonar el país por temor a los bombardeos rusos.

Según el alto comisionado, la primera oleada de refugiados que sale de Ucrania está compuesta en una buena parte por personas con algunos recursos o con familiares o amistades en otros países de Europa, pero sostuvo que si la guerra continúa empezaran a salir “gente con menos recursos y conexiones” y que dependerán fundamentalmente de la ayuda humanitaria.