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La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) advirtió este martes que México mantiene uno de los niveles de pobreza y desigualdad más altos del grupo.

En su informe anual sobre reformas estructurales, la OCDE reportó que México tiene un índice de brecha de pobreza de 34.2, por encima del promedio de 28.7 del resto de los 38 países que integran la organización.

Mientras que el índice de Gini, que mide del 0 al 100 la desigualdad por ingresos, es de 42 en México, 10 puntos por encima de la media del organismo.

“México tiene uno de los niveles más altos de pobreza y desigualdad de ingresos de la OCDE, lo que llama a continuar los esfuerzos y fortalecer la protección social, notablemente para hacerla más eficiente y responsiva a los ciclos económicos, reducir las brechas de género y mejorar la educación”, señala el reporte.

En ese sentido, la OCDE recomendó establecer un esquema federal de seguro de desempleo, una red de guarderías con prioridad para hogares de bajos ingresos, y programas para reintegrar a las escuelas a estudiantes que desertaron durante la pandemia.

El informe mencionó que la pandemia “impactó fuertemente” el sistema educativo de México y amplió las desigualdades preexistentes. Además, resaltó que la participación laboral de las mujeres aún está rezagada a pesar del “progreso reciente”.

El organismo advirtió que la “competencia es débil en sectores claves de la economía y un número pequeño de compañías tienden a dominar los mercados”. Recordó que el 55% de los trabajadores son informales, “lo que es una causa y consecuencia de baja productividad”.

En el apartado de transición climática, la OCDE reconoció que México fue “pionero” entre las economías emergentes en mitigación y adaptación para el cambio climático, aunque dijo que ahora “necesita acción política adicional para alcanzar sus metas de emisiones”.

El coordinador del Grupo Parlamentario del PRI en la Cámara de Diputados, Rubén Moreira, calificó como “muy neoliberal” la manera en que se mide la pobreza en México al basarse sólo en los ingresos.

El priista dijo que hay otros indicadores que muestran datos distintos a los que dio a conocer el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), que apunan que el número de pobres en el país se redujo en los últimos años.

Moreira puntualizó que es cierto que hay más ingresos gracias a los programas sociales, con los que dijo que el PRI está de acuerdo desde sexenios anteriores; sin embargo, sostuvo que no hay un buen entorno de bienestar, ya que disminuyeron los servicios de salud, no hay aumento en los servicios primarios, las condiciones de seguridad social no han avanzado pues hay muchas personas en la informalidad.

El líder tricolor aseguró que no se han generado condiciones para salir de la pobreza y adelantó que el día que caigan las remesas y transferencias monetarias habrá problemas fuertes.

Por su parte el secretario técnico de la bancada priista, Miguel Ángel Sulub Caamal, advirtió que de 2018 a 2020 el número de mexicanos en pobreza extrema creció y, aunque en 2022 haya bajado, no lo hizo al nivel de hace cuatro años.

Además, el líder de la bancada del PRI y  especialistas expusieron que el gasto en salud de la ciudadanía se ha incrementado, reflejándose en las deudas que han adquirido los mexicanos por este tema, además que se alcanzó un aumento de 10% en las consultas privadas, no por gusto, sino por necesidad.

“Gracias a los programas sociales que hoy están en la Constitución, con el voto del PRI, las familias no han caído en una crisis profunda, pues ese dinero les sirve para comprar las medicinas que no se les ofrecen en el sector salud o para mitigar los efectos de la inflación”, enfatizó Moreira Valdez.

El priista remató señalando que hace falta una política integral para combatir la pobreza.

Marko Cortés aseguró que el presidente Andrés Manuel López Obrador debería aprender del PAN cómo disminuir la pobreza, pues indicó, fue en los gobiernos de Acción Nacional donde comenzaron los programas sociales de adultos mayores, Seguro Popular, Oportunidades, estancias infantiles y escuelas de tiempo completo.

La dirigencia del partido reclamó que el gobierno de Morena ha dejado de invertir en áreas estratégicas como la seguridad pública, educación, ciencia y tecnología, infraestructura y salud, gastando sin dar resultados positivos cientos de miles de millones de pesos en programas asistencialistas, provocando en consecuencia un aumento en la pobreza extrema.

Cortés Mendoza recordó que, en los gobiernos del PAN, iniciados con Vicente Fox en la presidencia de la República disminuyó la pobreza y la pobreza extrema, creció la clase media, millones de mexicanos accedieron a la salud mediante el Seguro Popular.

Añadió que los datos del Coneval dados a conocer la semana pasada confirman “el rotundo fracaso” de la política social del lopezobradorismo, pues aumentó la pobreza extrema, aumentó la población sin acceso a los servicios de salud pública hasta 50 millones de personas y aumentó la población con al menos tres carencias sociales.

“El mayor daño de la política social fue para las familias más pobres del país pues los programas sociales cubren apenas el 46 por ciento de la población en esa condición (…) A los más pobres y únicamente por la ‘politiquería’ del gobierno, se les dio un duro golpe”, acusó el panista.

Marko Cortes sostuvo que el aumento de carencias de la población solamente significa una cosa, “que el gobierno les da con una mano, pero les quita más con la otra”.

Señaló que toda la política social de este gobierno tiene un objetivo electoral, manipular y acarrear electores a las urnas.

Sin embargo, no tardó el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, quien recordó que con los gobiernos panistas 15 millones de personas cayeron en situación de pobreza, hecho que contribuyó a la espiral de violencia que marcó al gobierno de Felipe Calderón.

“Dice el dirigente del PAN que Fox y Calderón hicieron mejor las cosas. No tiene vergüenza. Tan solo Calderón sumó quince millones de pobres al país y duplicó a los mexicanos en pobreza extrema. (…) más pobreza generó más violencia y aparte teníamos un narco gobierno,” subrayó el morenista.

El dirigente partidista dijo que los panistas añoran tener a una población ignorante para manipularla y seguir saqueando a nuestro país como lo hicieron durante muchos años.

“Durante muchos años lo combatieron los neoliberales, pero hoy sabemos que Andrés Manuel López Obrador tenía la razón: el poner primero a los pobres ha permitido reducir la pobreza por primera vez en muchos años en México. (…) Es la primera vez que la pobreza está por debajo del 40% en porcentaje de la población,” apuntó Delgado Carillo.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) destacó la reducción “histórica” de la pobreza que ha habido en el país en los últimos años, esto tras el informe que presentó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) que señaló que alrededor de 5 millones de mexicanos dejaron de ser pobres de 2018 a 2022.

“El Coneval, que fue creado con ese propósito (medir la pobreza), también reafirmó que ha habido una disminución de la pobreza y de la desigualdad de manera histórica en el tiempo que llevamos en el Gobierno”, dijo el mandatario en su conferencia de prensa matutina.

AMLO se refirió al reporte del organismo encargado de la medición oficial de la pobreza en México, que contabilizó 46.8 millones de mexicanos en situación de pobreza en 2022, casi 16% menos que las 55.7 millones de 2020.

En el país de 126 millones de habitantes, el porcentaje de población en situación de pobreza bajó a 36.3% en 2022 frente al 43.9% de 2020.

El presidente aseveró que esto muestra que se redujo la pobreza como no se lograba desde 1984.

“Demuestra que ha funcionado nuestra estrategia, que se puede resumir en una frase: por el bien de todos, primero los pobres. Y hay menos pobreza y menos desigualdad en nuestro país, esto es un gran logro, creo que ese es el objetivo principal de cualquier gobierno, lograr la justicia y la felicidad del pueblo”, añadió.

Recodemos que México había añadido 3.8 millones de pobres en 2020 por la crisis de la pandemia, lo que ocasionó que López Obrador cuestionara la medición del CONEVAL.

Pero ahora el organismo mostró que la pobreza también disminuyó frente a la medición previa de 2018, con una reducción de 5,.1 millones de pobres desde entonces.

Pese a las cifras positivas, el organismo advirtió que la carencia más usual fue el inacceso a la seguridad social, que afectó al 50.2% de la población, es decir a 64.7 millones de personas.

Esto ocurrió en medio de la desaparición del Seguro Popular, un servicio que daba atención médica a población sin seguridad social que López Obrador reemplazó primero con el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) y ahora con un programa del Instituto Mexicano del Seguro Social llamado “IMSS Bienestar”.

En ese sentido, el presidente atribuyó ese incremento en el reporte del CONEVAL a la forma en que se preguntó a la gente.

“Tiene que ver con la pregunta que se hizo y con el hecho de que tenían apuntados a todos, con credencial, en el Seguro Popular”, por lo que la gente, respondió “que ya no tenemos seguro”, pero ya no es necesario, pues ya se brinda atención médica gratuita”, dijo el mandatario.

Apuntó que el compromiso que tiene el Gobierno federal en materia de salud es que, antes de que termine su mandato, “vamos a tener un sistema de salud de los mejores del mundo, se va a garantizar el derecho a la salud”.

Además, el informe del CONEVAL apuntó que el porcentaje de la población en situación de pobreza extrema, es decir, las personas con un ingreso insuficiente para adquirir la canasta alimentaria y que presentan al menos tres carencias sociales, pasó de 7.0% en 2018 al 7.1% en 2022.

Este porcentaje indica que el número de personas en pobreza extrema aumentó de 8.7 a 9.1 millones entre 2018 y 2022.

Pero, ¿todo es malo en el reporte del CONEVAL? ¿Hay cosas que se pueden rescatar e incluso celebrar? En Broojula, Ana Paula Ordorica conversa con Gerardo Esquivel, economista, sobre los datos difundidos por el CONEVAL.

México redujo en 8.9 millones su número de pobres a un total de 46.8 millones de personas, casi 16% menos que las 55.7 millones que se reportaban en 2020, reveló este jueves el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

El porcentaje de población en situación de pobreza bajó a 36.3% en 2022 frente al 43.9% que se registró en 2020, un descenso de 7.6 puntos porcentuales, según la última medición del Coneval.

Además, 1.7 millones de personas salieron de la pobreza extrema para un total de 9.1 millones, agregó el organismo encargado de la medición oficial de la pobreza en el país.

Esto representa una proporción del 7.1% de la población y un decremento de 1.4 puntos porcentuales frente a 2020, cuando había 10.8 millones de mexicanos en esta situación.

La medición del Coneval se basa en la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (Enigh) del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), que reveló el mes pasado que los ingresos de los hogares mexicanos subieron un 11% de 2020 a 2022.

Recordemos que se habían añadido 3.8 millones de pobres en 2020 por la crisis de la pandemia, pero el Coneval mostró que la pobreza también disminuyó frente a la medición previa de 2018.

El país redujo en 5.1 millones de personas el número de pobres ante 2018, cuando el 41.9% de la población estaba en esta condición, lo que implica una reducción de 4.3 puntos porcentuales desde entonces, fecha en que inició el gobierno de López Obrador.

Coneval destacó que mientras la medición de la línea de pobreza por ingresos se basa solo en el indicador económico y el valor de la canasta alimentaria y no alimentaria, la medición general que realiza es multidimensional y contempla también el acceso a servicios sociales, alimentos y otros recursos no monetarios.

En ese sentido, reportó que la población con un ingreso inferior a la línea de pobreza por ingresos disminuyó en 10.8 millones de personas de 2020 a 2022, al alcanzar 56.1 millones de mexicanos, el 43.5% del total.

También registró un decremento de 6.4 millones de personas con un ingreso inferior a la línea de pobreza extrema por ingresos, que ahora suman 15.5 millones de personas, el 12.1% de la población total.

En la medición multidimensional, el organismo reportó que el número de personas con al menos una carencia social bajó a 84.7 millones, una reducción de 1 millón. La carencia más usual fue el inacceso a la seguridad social, que afectó a 50.2% de la población.

El informe también revela la persistencia de la desigualdad entre el norte y el sur. Los estados con mayor proporción de pobreza son Chiapas (67.4%), Guerrero (60.4%), Oaxaca (58.4%), Puebla (54%) y Tlaxcala (52.5%), todos en el sur y centro del país.

Mientras que las entidades con menor población en pobreza fueron Baja California Sur (13.3%), Baja California (13.4%), Nuevo León (16%), Chihuahua (17.6%) y Coahuila (18.2%), todas en el norte.

Tanto hombres como mujeres tuvieron decremento de pobreza, ya que ellos pasaron de una proporción de 43.4% a 35.6%, mientras que las mujeres pasaron de 44.4% a 36.9%. Para la población indígena, la pobreza decreció de 76.6% a 65.2%, aunque su proporción es casi el doble que en la población no indígena, en la que solo 33.1% son pobres.

El 32.1% de la población total de la región, lo que equivale a 201 millones de personas, vivirá en situación de pobreza para finales de este año, de los que 82 millones (13.1%) se encontrarán en pobreza extrema, informó este jueves la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

“La cascada de choques externos, la desaceleración del crecimiento económico, la débil recuperación del empleo y la inflación al alza profundizan y prolongan la crisis social en América Latina y el Caribe”, planteó el secretario ejecutivo de institución, José Manuel Salazar-Xirinachs.

Después de un fuerte crecimiento de la pobreza y un leve aumento de la desigualdad de ingresos en 2020, a consecuencia de la pandemia, 2021 dio cuenta de una reducción de las tasas de pobreza extrema y pobreza y un crecimiento de los estratos de ingresos medios, que no fue suficiente para revertir completamente los efectos negativos de la crisis sanitaria, explica el informe Panorama Social de América Latina y el Caribe 2022.

“No se ha logrado revertir los impactos de la pandemia en materia de pobreza y pobreza extrema y los países enfrentan una crisis silenciosa en educación que afecta el futuro de las nuevas generaciones”, agregó Salazar-Xirinachs.

Las cifras implican que 15 millones de personas adicionales estarán en la pobreza con respecto a la situación previa a la pandemia y que el número de personas en pobreza extrema será 12 millones más alto que el registrado en 2019.

“Los niveles proyectados de pobreza extrema en 2022 representan un retroceso de un cuarto de siglo para la región”, subraya el organismo regional de las Naciones Unidas.

La incidencia de la pobreza es mayor en algunos grupos de la población: más del 45% de la población infantil y adolescente vive en la pobreza y la tasa en las mujeres de 20 a 59 años es más alta que en los hombres en todos los países de la región. De igual forma, la pobreza es considerablemente más alta en la población indígena o afrodescendiente, revela el documento.

En 2021, la desigualdad de ingresos disminuyó levemente con respecto a 2020 en América Latina, situándose en 0.458, en niveles similares a los de 2019.

La desocupación proyectada para 2022 representa un retroceso de 22 años, y afecta especialmente a las mujeres, para quienes la desocupación sube de 9.5% en 2019 a 11.6% en 2022.

Latinoamérica, la región más afectada por la pandemia, creció un 6.9% en 2021 como rebote tras el desplome del 6.8% registrado en 2020, la mayor recesión en 120 años. Para 2022, la Cepal proyecta un crecimiento del 3.2%, aunque prevé una desacelaración en 2023 del 1.4%.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) anunció este miércoles nuevas medidas de austeridad en todo el gobierno federal, con lo que se pasará de la austeridad republicana que inició con la presente administración, a una nueva fase, la pobreza franciscana.

“Ya vamos a pasar de la fase de la austeridad republicana a una fase superior que es la de la pobreza franciscana (…) vamos a llevar a cabo medidas de austeridad adicionales”, sostuvo el mandatario.

En conferencia de prensa matutina, el mandatario detalló que se contempla la reducción de viajes al extranjero, de modo que se fomentará el diálogo internacional por vía telefónica o videoconferencias. Además dijo que se reducirán aún más los recursos que se destinan a viáticos, entre otras medidas, incluidas las compras.

“Quiero informarle al pueblo que, desde que estamos en el gobierno, no hemos comprado un vehículo nuevo para funcionarios públicos. La camioneta más nueva que tengo es del 2018, que la compraron antes de que yo llegara, y ya tiene 280 mil kilómetros, pero tenemos camionetas de las que usamos de 400, mil kilómetros y de pues 10 años de uso, les estamos dando mantenimiento, funcionan bien y no me han dejado tirado en las giras”, dijo López Obrador.

Adelantó que mañana se reunirá con el gabinete legal a fin de plantear las nuevas medidas que se adoptarán en breve, con el objetivo de generar ahorros y destinarlos al pueblo.

El planteamiento del presidente surgió luego de que fuera consultado sobre el Quién es Quién en los sueldos que se presentó el pasado lunes, y si su gobierno contemplaba acciones para impedir que los servidores públicos ganen más que él, como quedó exhibido, aunque se le indicó, que a dichos ingresos habría que sumarle otras partidas como los bonos o pensiones.

López Obrador dijo que se va a buscar la forma de presentar una iniciativa de reforma a la Ley de Austeridad, e incluso si procede, una nueva reforma a la Constitución para dejar claro el tema, y que no se preste a las interpretaciones que hizo el Poder Judicial, amparando a diversos funcionarios.

“Lo vamos a plantear para que no quedemos nosotros como encubridores. Si en el Poder Legislativo no se aprueba, ya es otra cosa, pero lo voy a hacer en su momento, antes de que termine el gobierno”, adelantó.

Recordó que en su gobierno no se ha recurrido a solicitar deuda adicional, aumentar impuestos o los precios de los combustibles en términos reales. Enfatizó que los recursos generados financian la implementación de los diferentes programas para el Bienestar.

“La fórmula es sencilla: cero corrupción y austeridad para liberar fondos al desarrollo, entregar recursos a la gente más necesitada”, enfatizó.

AMLO destacó que el combate al robo de hidrocarburos, la prohibición de la condonación de impuestos a grandes contribuyentes y la construcción de obras de infraestructura como el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles bajo una política de austeridad, han significado el ahorro de dos billones de pesos en lo que va su administración.

Se lanzó contra quienes se han amparado, pues dijo, aun cuando existe la Ley Federal de Austeridad Republicana, algunos funcionarios no la cumplen.

Unos 7.8 millones de personas están en riesgo de caer en inseguridad alimentaria en América Latina y el Caribe debido a la inflación y la desaceleración del crecimiento económico, estimó este lunes la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Esa cifra se sumaría a los 86.4 millones de personas que se encuentran en esta situación en la región en estos momentos.

“Esto es solo tomando en cuenta inflación y crecimiento. Si se le suma que (la pandemia y sus efectos en el empleo e ingresos) golpea mucho más al tema de las mujeres, a los sectores informales, que no hay recursos para mejorar en lo social, (entonces) el impacto de la situación puede ser todavía mayor”, señaló el secretario general interino de la Cepal, Mario Cimoli.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la inseguridad alimentaria supone para una persona el riesgo de no acceder a alimentos suficientes, inocuos y nutritivos que satisfacen sus necesidades energéticas diarias y preferencias alimentarias para llevar una vida activa y sana.

La Cepal presentó este lunes su informe “Repercusiones en América Latina y el Caribe de la guerra en Ucrania: ¿cómo enfrentar esta nueva crisis?”, en el que también actualiza datos sobre pobreza y pobreza extrema en la región tras el surgimiento de este conflicto luego de la pandemia de coronavirus.

La pobreza pasaría de 29.8% en 2018 a 33.7% en 2022 y en el caso de la pobreza extrema el aumento sería de 10.4% en 2018 a 14.9% este año, con énfasis en México, Colombia, Brasil y Paraguay.

Cimoli matizó que “lo que está pasando ahora es un proceso de distintos ‘shocks’, secuencias de crisis y un proceso acumulativo” que comenzó con la debacle financiera mundial de 2008, siguió con las tensiones políticas entre Estados Unidos y China en 2019, la pandemia del coronavirus a partir de 2020 y actualmente la guerra en Ucrania.

La región América Latina y el Caribe creció 6.3% en 2021, en plena recuperación económica de la pandemia. La proyección cae para 2022 a 1.8%, 0.3 puntos porcentuales menos que lo previsto en enero pasado, y “tiende a regresar al lento patrón de crecimiento de 2014-2019”, señala el informe.

La inflación regional, que sigue la tendencia mundial, pasará de 6.6% en 2021 a 8.1% en 2022, añade el reporte.

El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) dio a conocer los resultados de la Medición de pobreza a nivel municipal 2020, que muestran que en 2020, la mitad de la población en situación de pobreza se concentró en 173 municipios del país, siendo los municipios con mayor porcentaje de población en situación de pobreza en Oaxaca, Chiapas y Guerrero.

El CONEVAL explicó que una persona se encuentra en situación de pobreza cuando tiene un ingreso inferior a la Línea de Pobreza por Ingresos (valor de la canasta alimentaria más la no alimentaria) y presenta al menos una de las
seis carencias sociales (alimentación, rezago educativo, salud, seguridad social, servicios básicos de la vivienda, y calidad y espacios de la vivienda).

Se detalla que en 2020, los 15 municipios con mayor porcentaje de población en situación de pobreza (98.5% o más) se localizaron en Oaxaca (8), Chiapas (6) y Guerrero (1). Todos se localizan en zonas altas y serranas del sur del país. Su población oscila entre 312 y 47,837 habitantes. 14 de ellos son municipios indígenas donde la población se dedica, principalmente, a las actividades del sector primario. Seis de cada diez personas residen en localidades con accesibilidad a carretera pavimentada baja o muy baja.

Los cinco municipios que se han mantenido en el grupo de los de mayor porcentaje de población en situación de pobreza en la década 2010-2020 fueron: Aldama, Chanal, Chalchihuitán y San Juan Cancuc en Chiapas; así como San Simón Zahuatlán en Oaxaca; los cuales son municipios indígenas y su población en situación de pobreza ha representado porcentajes superiores al 98%.

Adicional, León, Guanajuato destacó como el de mayor número de personas en esta situación. Estado de México fue la entidad con mayor número de municipios (cinco). Asimismo, se encuentran dos de los principales centros turísticos del país, Acapulco de Juárez (Guerrero) y Benito Juárez (Quintana Roo). El resto de los municipios son espacios urbanos con alta densidad de población, y varios de ellos son municipios centrales que dan origen a alguna zona metropolitana, por ejemplo Puebla, Juárez y Toluca.

En tanto, los 15 municipios con menores porcentajes de población en situación de pobreza (hasta 11% de su población en esta condición) se localizaron en Nuevo León (11), Ciudad de México (1), Chihuahua (1), Coahuila (1) y Sonora (1).

De los 15 municipios, 11 pertenecen a Nuevo León; de estos, San Pedro Garza García, San Nicolás de los Garza y Abasolo pertenecen a la zona metropolitana de Monterrey; mientras que, los restantes (de menor tamaño poblacional) forman un gran conglomerado de municipios al norte del estado. Desde 2010, Benito Juárez (Ciudad de México), Huépac (Sonora) y San Pedro Garza García (Nuevo León) se mantienen en el grupo de los municipios de menor porcentaje de población en situación de pobreza en el país.

El CONEVAL también identificó a la población en situación de pobreza extrema, que es aquella que su ingreso es inferior a la Línea de Pobreza Extrema por Ingresos (valor de la canasta alimentaria) y presenta al menos tres de las
seis carencias sociales consideradas en la Metodología.

De acuerdo con los resultados de la Medición de pobreza en los municipios de México, 2020, los 15 municipios con mayor porcentaje de población en situación de pobreza extrema se localizaron en Oaxaca (12), Chiapas (2) y Guerrero (1).

En 2020 la concentración de la población en situación de pobreza extrema, al igual que en situación de pobreza se presentó, principalmente, en los espacios urbanos. En Chiapas, sus tres principales centros urbanos: Tuxtla Gutiérrez, Tapachula y Ocosingo se encuentran entre los de mayor número de personas en pobreza extrema (estos municipios representan 21% del total de población del estado).

Los municipios de Huépac, San Felipe de Jesús, Granados, Atil, Ónavas y San Javier en Sonora, desde 2010, se mantienen entre los de menor número de personas en pobreza extrema.

De 2010 a 2020 solo los municipios de San Pedro Garza García (Nuevo León), Huépac (Sonora) y la demarcación territorial de Benito Juárez (Ciudad de México) se posicionaron entre los de menor porcentaje de población en situación de pobreza extrema. San Pedro Garza García y Benito Juárez son centros urbanos de más de 110,000 habitantes; mientras que, Huépac tiene poco más de 1,000 habitantes.

Las demarcaciones con menor porcentaje de población en situación de pobreza extrema se ubican en el norte del país (a excepción de Benito Juárez en Ciudad de México), principalmente en Nuevo León con seis municipios. Ninguno de estos municipios está clasificado como indígena y presentan densidades poblacionales bajas (a excepción de San Pedro Garza García y San Nicolás de los Garza en Nuevo León y Benito Juárez en Ciudad de México). Destacan Guadalupe (Chihuahua) y Mier (Tamaulipas) como los únicos municipios de la frontera norte con menor porcentaje de población en pobreza extrema y también de baja densidad de población.

El presidente del Banco Mundial (BM), David Malpass, lamentó hoy que la pandemia de COVID-19 haya “empujado a casi 100 millones de personas a la pobreza extrema”, sobre todo en países en desarrollo, después de décadas de disminución constante de las tasas de pobreza.

Malpass, que dio una conferencia hoy en la que aseguró que para reanudar el progreso en el desarrollo tras la pandemia, una prioridad inmediata es asegurar el acceso a las vacunas y acelerar su despliegue.

“Los retrocesos en el desarrollo amenazan la vida, el empleo, los medios de subsistencia y el sustento de las personas. En muchos lugares del mundo, la pobreza está aumentando, los niveles de vida y las tasas de alfabetización están disminuyendo”, dijo el presidente del BM.

Sostuvo que los logros pasados ​​en materia de igualdad de género, nutrición y salud están retrocediendo, mientras que para algunos países la carga de la deuda que ya era insostenible antes de la crisis está empeorando.

En este sentido, señaló que si bien lo países ricos están proporcionando billones de dólares en programas de gasto, las naciones con bajos ingresos se enfrentan a una alta inflación, desempleo, escasez de vacunas y de alimentos, algo que agudiza todavía más las desigualdades mundiales.

En esta línea, dijo que a mediados de 2021, más de la mitad de los países más pobres del mundo enfrentan problemas de deuda externa o en riesgo de padecerla, algo que podría empeorar en caso de que los precios de las materias primas sean volátiles y las tasas de interés aumenten.

Malpass recordó que, desde abril de 2020 hasta junio de este año, el Banco Mundial ha aportado más de 157,000 millones de dólares para lidiar con los impactos sanitarios, económicos y sociales del COVID-19, que catalogó como “la crisis más grande de nuestra historia”.

Según el presidente de la organización, el BM ha proporcionado financiación para las vacunas en 62 países.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aseguró esta mañana que “no acepta” el dato que arrojó la medición de pobreza 2020 que presentó ayer el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en el que asegura que hay 3.8 millones de nuevos pobres en el país.

“No acepto el resultado de esa encuesta, tengo otros datos, y creo que la gente está recibiendo más apoyo, y aun con la pandemia la gente tiene para su consumo básico, y algo muy importante, no ha perdido la fe, y estamos saliendo adelante”, respondió el mandatario al ser cuestionado sobre el tema.

Y es que ayer, el Coneval, organismo encargado de la cifra oficial de pobreza en nuestro país, reveló que la cifra de mexicanos en pobreza pasó de 51.9 millones en 2018 a 55.7 millones en 2020, mientras que la proporción de pobres creció a 43.9% desde un 41.9% previo.

También se informó sobre un aumento de 2.1 millones de personas en pobreza extrema para un total de 10.8 millones, el 8.5% de la población total, un aumento de 1.5 puntos porcentuales frente a 2018.

En un primer momento, el presidente atribuyó dichos datos a la crisis de la COVID-19, que causó una contracción histórica de 8.2% del PIB en 2020, aunque después cuestionó la medición.

“Fue por la pandemia y no solo eso, es que tienen formas de medir de otra manera, tienen otros indicadores, yo respeto, pero es indudable de que la gente está recibiendo más apoyos”, sostuvo López Obrador.

En ese sentido, AMLO indicó que debe modificarse la forma de medición sobre bienestar, y que no todo debe “depender con indicadores económicos”. Incluso llegó a cuestionar que a pesar de que el Coneval es quien se encarga de medir dicha dato, no conoce el país, específicamente sus regiones, para poder así tener una medición más apegada a la realidad.

La medición general del Coneval es multidimensional y contempla también el acceso a servicios sociales, alimentos y otros recursos no monetarios.

De hecho, la cifra de mexicanos pobres que reporta el Coneval es menor a la población con un ingreso inferior a la línea de pobreza, que se incrementó en 5.1 millones de personas de 2018 a 2020, al alcanzar 66.9 millones de mexicanos, el 52.8% del total.

Pese al panorama, López Obrador defendió los programas sociales que entrega el gobierno, tales como la pensión universal a adultos mayores, los apoyos a los jóvenes, los apoyos a campesinos, y las becas para personas con discapacidad y estudiantes.

“¿Cuándo se había destinado tanto para apoyar a los pobres? Nunca, nunca”, justificó el mandatario.

El presidente aprovechó para presumió de las remesas que envían los mexicanos desde Estados Unidos, que benefician a poco más de 10 millones de familias pobres, y que superaron un récord de 40,000 millones de dólares en 2020, con un pronóstico de 48,000 millones para este 2021.

También destacó que en su sexenio “no se ha devaluado el peso” frente al dólar y que ha aumentado considerablemente el salario mínimo.

“Afortunadamente ya estamos en recuperación, ya está recuperándose la aviación, el turismo, el comercio, la industria, hay una recuperación extraordinaria, excepcional, al grado que los pronósticos de crecimiento van más allá del 6%”, remató.

3.8 millones de personas cayeron en pobreza y 2.1 millones de ellas cruzaron el umbral de la pobreza extrema entre 2018 y 2020 en nuestro país, en medio del impacto de la pandemia del coronavirus.

El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) presentó este jueves los resultados de la medición multidimensional de la pobreza a nivel nacional y por entidad federativa para 2018 y 2020 con base en los Lineamientos y criterios generales para la definición, identificación y medición de pobreza (Lineamientos 2018) y en la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2018 y 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

En dichos resultados se indica que nuestro país, con 126 millones de habitantes, pasó de tener un 41.9% de población pobre en 2018 a 43.9% en 2020, mientras que el número de personas en dicha situación aumentó de 51.9 a 55.7 millones,

Adicional, la población en situación de pobreza extrema creció de 7% en 2018 a 8.5% en 2020, equivalente a un aumento de 8.7 a 10.8 millones de personas, agregó la institución.

“La emergencia sanitaria por la COVID-19 ha profundizado los desafíos que enfrenta la política de desarrollo social en todos los ámbitos, principalmente, en el ingreso, salud, educación y alimentación de la población mexicana”, indicó el Coneval al presentar su informe.

En términos de insuficiencias sociales, el mayor cambio entre 2018 y 2020 fue el aumento de 12% en la carencia por acceso a servicios de salud, que pasó de 16.2% al 28.2%, detalló el Consejo. Otras carencias que aumentaron en menor medida son el rezago educativo con un incremento de 0.25 puntos porcentuales y la carencia por acceso a alimentación nutritiva y de calidad (0.31 puntos porcentuales).

En tanto, la falta de acceso a la seguridad social se mantuvo como la de mayor incidencia en 2020, afectando a 52% de la población.

El porcentaje de pobres aumentó en 19 de los 32 estados del país, con el mayor incremento localizado en Quintana Roo, que pasó de 30.2% en 2018 a 47.5% en 2020. Le siguen Baja California Sur que pasó de de 18.6% a 27.6% y Tlaxcala que pasó de 51.0% a 59.3%.

En contraste, los otros 13 estados mostraron una reducción de la pobreza, destacando Nayarit, donde cayó de 35.7% a 30.4%. Le siguen Colima (de 30.4% a 26.7%) y Zacatecas (de 49.2% a 45.8%), con 5.3, 3.7 y 3.5 puntos porcentuales menos, respectivamente.

El porcentaje de la población en situación de pobreza en zonas rurales se mantuvo en niveles similares, al cambiar de 57.7% a 56.8% entre 2018 y 2020; en contraste, en zonas urbanas este porcentaje aumentó 3.2 puntos porcentuales al pasar de 36.8% a 40.1% en el mismo periodo.

“La emergencia sanitaria por la COVID-19 ha profundizado los desafíos que enfrenta la política de desarrollo social en todos los ámbitos, principalmente, en el ingreso, salud, educación y alimentación de la población mexicana”, dijo el Coneval.

La medición es la primera con una nueva metodología que no es comparable con la que se utilizó en los estudios realizados entre 2008 y 2018, indicó el Coneval.

El Instituto de Investigaciones para el Desarrollo con Equidad (EQUIDE) de la Universidad Iberoamericana (IBERO) presentó los resultados de la más reciente Encuesta de Seguimiento de los Efectos del COVID-19 en el Bienestar de los Hogares Mexicanos (ENCOVID-19), en el que se reporta que el 64% de los hogares en el país declaró tener menos ingresos que antes de la pandemia.

La directora del EQUIDE, Graciela Teruel, alertó que “aún no se toca fondo” pues los efectos profundos de la pobreza seguirán aumentando a lo largo del año, además de que señaló que un foco rojo es la disminución en los niveles de seguridad alimentaria que indican que hay personas que no están comiendo.

“La pandemia ha afectado más a los hogares de menor nivel socioeconómico haciendo las brechas entre los que tienen y no aún más grandes. Asimismo, ha afectado más a las mujeres, además, los impactos en bienestar tendrán secuelas a mediano y largo plazo”, explicó.

De acuerdo con la encuesta, la recuperación en el ingreso de los hogares sigue rezagada respecto a la recuperación en el empleo, pues 64% de los hogares declaró tener menos ingresos que antes de la pandemia.

Asimismo, los hogares de menor nivel socioeconómico reportaron una mayor pérdida de ingresos, con 70%, respecto a los de mayor nivel socioeconómico (53%). La recuperación también ha sido desigual: mientras que sólo 4% de los hogares de bajo nivel socioeconómico reporta un mayor ingreso que antes de la pandemia, en los hogares de nivel socioeconómico alto este porcentaje fue de 12%.

Respecto al empleo, la ENCOVID-19 arrojó que 4.2 millones de personas se encontraban desocupadas (7.3% de la población económicamente activa), es decir, estaban desempleadas, las habían ‘descansado’ sin goce de sueldo o no podían salir a buscar trabajo por la pandemia.

En la encuesta también se advierte sobre la disminución en los niveles de seguridad alimentaria, acompañada por un alarmante aumento en los correspondientes a inseguridad alimentaria moderada y severa (hogares que no reportaron preocupaciones o dificultades para acceder a alimentos), al bajar de 33% en diciembre de 2020 a 27% en marzo de 2021.

“La seguridad alimentaria es un foco rojo pues tiene que ver con el porcentaje de personas que tiene acceso a una adecuada alimentación. La inseguridad severa es consistente, empezó con 12% y ha ido aumentando mes a mes hasta llegar al 17% en marzo (2021). Esto habla de personas que tienen hambre, que ven reducidos la calidad y cantidad de alimentos que consumen”, dijo Teruel.

La ENCOVID-19 también apunta que en 26% de los hogares del país, al menos un integrante había presentado síntomas de SARS-CoV-2 (COVID-19). De las personas con síntomas más graves en el hogar, 15% requirió hospitalización.

El dinero gastado por los hogares para atender los síntomas del COVID-19 de sus integrantes (pago de medicamentos, atención médica, oxígeno u otros insumos), representó un reto importante para los hogares: sólo 5% no realizó gasto alguno, 14% desembolsó menos de mil pesos, 45% pagó entre mil y 10 mil pesos, y 36% erogó más de 10 mil pesos.

En cuanto a salud mental, 31% de la población presentó síntomas severos de ansiedad, siendo las mujeres y las personas de bajo nivel socioeconómico las más afectadas.

Aproximadamente, 4 de cada 10 hogares en el país fueron receptores de algún programa o apoyo de gobierno, aunque se detalla que la respuesta del gobierno estuvo enfocada en reforzar los programas sociales que existían antes de la crisis.

Rogelio Gómez Hermosillo, coordinador de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, concluyó que la pobreza creció por la pandemia y continuará. Agregó que el efecto de la pandemia es mucho mayor para hogares con menores ingresos, de estratos bajos; y aunque los programas sociales tienen presencia amplia, están repartidos para toda distribución del ingreso y poco más de la mitad de los estratos más bajos no recibe apoyo social.

Se informó que en el levantamiento de la ENCOVID-19 participó la UNICEF México y la División de Investigación y Posgrado de la IBERO.

La pandemia y la falta de recursos económicos llevó a que 5.2 millones de mexicanos de entre 3 y 29 años no estén inscritos en el ciclo escolar 2020-2021, informó este martes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

“Se tiene que 5.2 millones de 3 a 29 años de edad (9.6% en relación con la población total de 3 a 29 años) no están inscritos por la Covid-19 por falta de dinero o recursos para el ciclo escolar 2020-2021. De estos, 3 millones corresponden al nivel de educación básica (preescolar, primaria y secundaria)”, indicó el Instituto al presentar los resultados de la Encuesta para la Medición del Impacto en COVID-19 en la Educación.

Sobre los motivos asociados a la Covid-19 para no inscribirse en el ciclo escolar actual, 26.6% considera que las clases a distancia son poco funcionales para el aprendizaje; el 25.3% señala que alguno de sus padres o tutores se quedaron sin trabajo y el 21.9% carece de computadora, otros dispositivo o conexión de internet, entre otros.

Cerca de 33.6 millones de personas entre los 3 y 29 años estuvieron inscritas en el ciclo escolar previo, el 2019-2020 (62% del total). De ellas, 740,000 (2.2%) no concluyeron el ciclo: el 58.9% por alguna razón asociada a la contingencia sanitaria y 8.9% por falta de dinero o recursos.

“Más de la mitad de la población de 3 a 29 años tiene mucha disponibilidad para asistir a clases presenciales una vez que el gobierno lo permita”, remarcó el Inegi.

Por nivel de escolaridad, 55.7% de la población de educación superior usó de la computadora portátil como herramienta para recibir clases, mientras que 70.2% de los alumnos de primaria utilizó un celular inteligente. En 28.6% de las viviendas con población de 3 a 29 años inscrita se hizo un gasto adicional para comprar teléfonos inteligentes, en 26.4% para contratar servicio de internet fijo y en 20.9% para adquirir mobiliario como sillas, mesas, escritorios o adecuar espacio para el estudio.

En 56.4% de las viviendas piensan que el beneficio de las clases a distancia es no poner en riesgo la salud de los alumnos, seguida de las ventajas que propicia la convivencia familiar con un 22.3% y del ahorro de dinero en gastos diversos como pasajes y materiales escolares con 19.4 por ciento.

Sobre las principales desventajas, 58.3% opinan que no se aprende o se aprende menos que de manera presencial, seguida de la falta de seguimiento al aprendizaje de los alumnos (27.1%) y de la falta de capacidad técnica o habilidad pedagógica de padres o tutores para transmitir los conocimientos (23.9%).

Esta encuesta permite conocer el impacto por la cancelación provisional de clases presenciales en las instituciones educativas del país, en la experiencia educativa de niños, niñas, adolescentes y jóvenes de 3 a 29 años, tanto en el pasado ciclo escolar 2019- 2020, como en el actual ciclo 2020- 2021.

Recordemos que México no tiene clases presenciales para los poco más de 30 millones de estudiantes de nivel básico a medio superior desde el año pasado, el 23 de marzo de 2020, debido a la pandemia de Covid-19, que ha dejado en el país casi 2.2 millones de contagios en el país y más de 198 mil muertes.

El Banco Mundial (BM) ajustó sus proyecciones sobre el efecto que la pandemia de Covid-19 tendrá en la población, y advirtió que hasta 115 millones de personas pueden caer en la pobreza extrema este año a causa de la contingencia sanitaria.

Para el BM la pobreza extrema, definida como quienes viven con menos de 1.9 dólares al día, puede aumentar en un rango de entre 88 millones y hasta 115 millones de personas en el mundo.

“Se prevé que en 2020 la pobreza extrema mundial aumentará por primera vez en más de 20 años como resultado de las perturbaciones ocasionadas por la pandemia de Covid-19”, advirtieron los economistas del Banco.

Las previsiones del organismo han ido empeorando a medida que avanza la pandemia y que se extiende su duración.

El Banco Mundial estima que la economía va a contraerse un 5.2% en 2020, la mayor caída del PIB en 80 años.

En mayo, en el peor escenario trazado, los economistas vaticinaron que 60 millones de personas podrían caer en la pobreza extrema; ya en agosto, la previsión más pesimista subía a 100 millones. Si se confirman las peores previsiones, en 2021 casi 150 millones de personas en todo el mundo pueden caer en la pobreza extrema.

Sin el golpe de la pandemia, los expertos esperaban que la tasa global de pobreza extrema bajara de un 9.2% en 2017 a un 7.9% este año.

El presidente del Banco Mundial, David Malpass, indicó además que “las evidencias preliminares indican que la crisis va a aumentar la inequidades en el mundo”.

El estudio proyecta que la región del Sur de Asia va a ser la más golpeada, con casi 57 millones de personas empujadas a la pobreaza, en el peor escenario, seguida del África subsahariana con 40 millones.

En la perspectiva más adversa, en Latinoamérica, una región donde viven más de 650 millones de personas, la tasa de pobreza extrema pasaría de 3.9% que se registró en 2017 a 4.4% a final de este año y alcanzaría a un total 28.6 millones de personas.

Según la investigación, los recortes de ingresos durante la pandemia se han trasladado rápidamente a recortes en el consumo. “En siete países de Latinoamérica y el Caribe, 40% o más de la población reportó que se quedó sin alimentos durante el confinamiento”, indicaron los economistas.

Según la proyección del Banco Mundial, la pobreza extrema afectará a cada vez más habitantes de zonas urbanas en el mundo, una novedad ya que tradicionalmente la miseria afectaba más a las zonas rurales.

La pandemia del coronavirus ampliará la brecha de pobreza entre hombres y mujeres, llevando a 47 millones de mujeres y niñas a la pobreza el próximo año, borrando los avances logrados en las últimas décadas, dijo este miércoles la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

A nivel global, más mujeres que hombres caerán en la pobreza debido a las consecuencias economías y las enormes pérdidas de empleo provocadas por la pandemia del Covid-19, siendo las más afectadas las trabajadoras informales en Latinoamérica y África subsahariana, según las nuevas estimaciones de la ONU.

“Los incrementos de la pobreza extrema entre las mujeres (…) son una dura crítica a las profundas fallas en las formas que hemos construido nuestras sociedades y economías”, dijo Phumzile Mlambo-Ngcuka, Directora Ejecutiva de ONU Mujeres.

Durante la pandemia, las mujeres han perdido sus empleos a una mayor tasa que los hombres, debido a que es más probable que trabajen en los sectores más golpeados por las largas cuarentenas, como tiendas minoristas, restaurantes y hoteles.

Las mujeres también tienen más probabilidades de trabajar en la economía informal, típicamente en puestos como empleadas domésticas o de aseo que suelen tener poca o ninguna cobertura de salud, beneficios de desempleo u otras protecciones.

“Sabemos que las mujeres asumen la mayor parte de la responsabilidad del cuidado de la familia; ellas ganan menos, ahorran menos y tiene empleos mucho menos seguros”, sostuvo Mlambo-Ngcuka.

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de la ONU, cerca de un 70% de las trabajadoras domésticas a nivel global había perdido su empleo como resultado del Covid-19 hasta junio de este año.

En general, la pandemia llevará a unos 96 millones de personas más a la pobreza extrema antes del próximo año y de ellas cerca de la mitad son mujeres y niñas, según estimaciones de ONU Mujeres y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Eso llevará el total de mujeres y niñas que viven en extrema pobreza a nivel global a 435 millones (definido como una persona que vive con 1.9 dólares al día o menos) y se espera que la cifra no vuelva a los niveles previos a la pandemia hasta 2030.

Para 2021, por cada 100 hombres de entre 25 y 34 años que vivan en extrema pobreza, habrá 118 mujeres, una brecha que se espera que aumente a 121 mujeres por cada 100 hombres para 2030, según estimaciones de la ONU.

Los gobiernos podrían adoptar medidas para ayudar a las mujeres en empleos informales de baja remuneración, dijo Achim Steiner, administrador del PNUD.

“Más de 100 millones de mujeres y niñas podrían salir de la pobreza si los gobiernos implementan una estrategia integral con el objetivo de mejorar el acceso a la educación y la planificación familiar, salarios justos y equitativos, y ampliar las transferencias sociales”, sostuvo Steiner.

Foto: ONU