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El presidente de Rusia, Vladímir Putin, afirmó hoy que la “guerra relámpago” de Occidente con su política de sanciones contra el país por la operación militar rusa en Ucrania ha fracasado, dado que, aseguró, la economía rusa está estabilizándose mientras que los estándares de vida de los europeos está bajando.

El cálculo de Occidente fue “socavar rápidamente la situación financiera y económica de nuestro país, provocar el pánico en los mercados, el colapso del sistema bancario, un desabastecimiento masivo de productos en las tiendas”, dijo en una reunión con miembros del Gobierno sobre la situación económica del país.

Putin aseguró, sin embargo, que “ya podemos decir con confianza que tal política hacia Rusia fracasó, la estrategia de guerra relámpago económica fracasó”.

Sostuvo que las sanciones tuvieron un impacto en los propios países que las impulsaron, en cuanto a la “subida de la inflación y el desempleo, el deterioro de la dinámica económica en Estados Unidos y los países europeos, la caída del nivel de vida de los europeos, la devaluación de sus ahorros”.

“Rusia ha resistido esta presión sin precedentes. La situación se está estabilizando, el tipo de cambio del rublo ha vuelto a los niveles de la primera quincena de febrero y está determinado por una balanza de pagos objetivamente fuerte”, afirmó Putin.

En el primer trimestre, dijo, el superávit por cuenta corriente en la balanza de pagos superó los 58,000 millones de dólares, “y este es un máximo histórico”, dijo Putin. El rublo se cambiaba hoy a mitad de jornada a 76.12 dólares y 82.04 euros. Cuando Rusia inició su campaña militar en Rusia el rublo se desplomó casi un 30% frente al dólar y el euro, una caída no vista desde al menos 1993 y 1994.

En opinión de Putin, también la inflación “se está estabilizando ahora”, a pesar de haber aumentado los precios al consumo solo en un mes y medio un 9.4%, para situarse a fecha de 8 de abril en el 17.5% en términos interanuales.

Asimismo, señaló Putin, “las divisas están regresando al sistema bancario del país y el volumen de los depósitos de los ciudadanos está creciendo”, un 1.6% en los diez primeros días de abril, según dijo hoy la gobernadora del Banco Central, Elvira Nabiúllina.

El presidente ruso afirmó además que el número de desempleados sigue siendo relativamente bajo, una aseveración que argumentó con el hecho de buenos indicadores sobre el uso de generación de electricidad.

En cuanto al consumo, el jefe del Kremlin afirmó que, “después de un breve auge en una serie de productos, y esto sucede en tales situaciones siempre, la demanda minorista ha vuelto a la normalidad”.

También instó al gobierno a acelerar la transición a contratos de comercio internacional en rublos y las divisas de aquellos países que son considerados “socios fiables”.

Mientras Putin sostiene esto, bombardeos rusos en Járkov, Ucrania, causaron al menos tres muertos este lunes, según las autoridades locales, al día siguiente de ataques en esta localidad del noreste que dejaron seis fallecidos.

Un día antes, los bombardeos causaron seis muertos y 24 heridos, según el último balance facilitado por la oficina del gobernador. Otras tres personas fallecieron en ataques en la región.

Járkov, con casi 1.5 millones de habitantes antes de la guerra, ha sido objeto de violentos combates durante varios días en el inicio de la ofensiva rusa, pero sigue estando bajo control de las fuerzas ucranianas.

También se informó que las tropas rusas entraron en Kreminna, según las autoridades de esta localidad del este de Ucrania, mientras el pueblo vecino de Rubizhne está bajo ataque de las fuerzas ucranianas. Kreminna está a unos 50 kilómetros al noreste de Kramatorsk, la capital ucraniana del Donbás y es uno de los blancos de Moscú en esta región.

Adicional, Rusia lanzó una serie de “potentes” ataques con misiles en Leópolis, ciudad en el oeste de Ucrania, que dejaron al menos siete muertos, mientras concentra sus fuerzas para un inminente asalto en el este.

Situada lejos del frente y cerca de frontera con Polonia, Leópolis se ha convertido en refugio para los desplazados. En ella se encuentran además varias embajadas occidentales, trasladadas desde Kiev. En pocas ocasiones Leópolis ha sido blanco de bombardeos, a diferencia del este de Ucrania, donde se concentran actualmente los ataques.

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, declaró ayer por la noche que “las tropas rusas se preparan para una ofensiva en el este de nuestro país en el futuro cercano. Ellos quieren literalmente acabar y destruir Donbás”.

“Así como los militares rusos destruyen Mariúpol, quieren arrasar otras ciudades y otras comunidades en las provincias de Donetsk y Lugansk”, en el Donbás, insistió el mandatario. “Hacemos todo lo posible para asegurar la defensa”.

En Mariúpol los últimos combatientes, atrincherados en el complejo metalúrgico de Azovstal, desoyeron el ultimátum de Moscú para que cesen el fuego y evacuen el lugar. En medio de esta pugna por Mariúpol, la televisión estatal rusa difundió el lunes un video de dos prisioneros, identificados como los ciudadanos británicos Shaun Pinner y Aiden Aslin, capturados en combates en Ucrania, pidiendo al primer ministro Boris Johnson negociar su liberación.

Los dos hombres piden ser intercambiados por Viktor Medvedchuk, un rico empresario ucraniano cercano al presidente ruso Vladimir Putin que fue detenido en Ucrania. Kiev, por su parte, difundió un video de este empresario en el que pide ser canjeado “contra los defensores de Mariúpol y sus habitantes”.

Mariúpol se ha convertido en el símbolo de la feroz resistencia ucraniana ante el ejército ruso. “La ciudad aún no ha caído”, sostuvo el primer ministro Denys Shmyhal.

El presidente ruso, Vladimir Putin, pidió este miércoles que se desarrollen nuevas salidas para los combustibles fósiles producidos por su país, en un momento en que los países europeos están considerando ampliar sus sanciones contra sus hidrocarburos.

“Se abren a nosotros oportunidades, opciones y caminos alternativos. En cuanto al petróleo, el gas y el carbón rusos, vamos a poder aumentar su consumo en el mercado interior (…) e incrementar la entrega de recursos energéticos a las demás regiones del mundo que realmente los necesitan”, dijo Putin en un discurso.

“Debido a las acciones de países hostiles, las cadenas de transporte y de logística se han visto interrumpidas (…) Esto nos crea dificultades, pero tenemos los recursos y las oportunidades para encontrar rápidamente soluciones alternativas”, afirmó.

Putin no especificó a qué países hacía referencia, pero China, cuyas necesidades en hidrocarburos no dejan de crecer, es fronterizo con Rusia.

Estas declaraciones tienen lugar en un momento en que la Unión Europea (UE) está considerando la posibilidad de reforzar sus sanciones contra los sectores energéticos rusos, en respuesta a la intervención militar de Moscú en Ucrania.

Un posible embargo sobre el gas ruso es objeto de acaloradas discusiones entre los Estados miembros de la UE, siendo Alemania uno de los principales opositores a un cese inmediato de estas importaciones de las que es muy dependiente.

La UE, Estados Unidos y Japón han anunciado un embargo sobre el carbón ruso, mientras que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, indicó que propondrá el objetivo de una independencia de la UE respecto a los combustibles fósiles rusos de aquí a 2027.

Adicional, el Kremlin afirmó que era “inaceptable” que el presidente estadounidense Joe Biden acuse a las fuerzas rusas de cometer un “genocidio” en Ucrania.

“Estamos completamente en desacuerdo y consideramos inaceptable cualquier intento de distorsionar la situación de esa forma”, dijo el vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, a la prensa.

Y es que ayer, Biden acusó al presidente Vladimir Putin de cometer un “genocidio” en Ucrania, en la primera vez que usa esa palabra para describir la situación en el país invadido por Moscú.

Biden aclaró que la última palabra la tendrían las cortes para determinar si las acciones de Rusia en la antigua república soviética, que incluyen acusaciones sobre atrocidades cometidas contra civiles, constituyen un genocidio. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, también ha empleado el término.

Este cruce de acusaciones se produce tras las masacres de Bucha y otras ciudades ucranianas, donde han aparecido más de 400 cadáveres, muchos de ellos de civiles maniatados, y en la estación de Kramatorsk, donde perdieron la vida más de 50 personas.

Hace una semana, cuando la prensa preguntó a Biden si creía que lo ocurrido en Bucha era un genocidio, el mandatario respondió que no. “No, creo que es un crimen de guerra”, dijo.

El presidente ruso Vladimir Putin afirmó este martes que la economía rusa ha logrado resistir las sanciones que le ha impuesto Occidente por invadir Ucrania.

Durante una visita a la instalación espacial Vostochny, Putin afirmó que la economía y el sistema financiero del país habían resistido “el blitz” de las sanciones y que el rublo se ha recuperado de su reciente caída.

Añadió que las sanciones resultarán contraproducentes. Como ejemplo, mencionó que las restricciones a las exportaciones de fertilizantes rusos y bielorrusos harán aumentar los precios de ese producto, llevando a escasez de alimentos y mayores flujos de inmigración.

“El sentido común deberá imponerse”, declaró Putin, añadiendo que Occidente “debe volver en razón y tomar decisiones equilibradas sin humillarse”. “No podrán cerrar todas las puertas y ventanas”, sostuvo.

Argumento que la decisión de privar a Rusia de productos tecnológicos la llevará a desarrollar sus propias alternativas en ese campo y que eso “nos dará una nueva ventana de oportunidad”.

Insistió en que la operación militar en Ucrania seguirá hasta que Rusia cumpla con sus objetivos y que las potencias extranjeras no lograrían aislar a Rusia.

Sobre la operación militar, Putin calificó de “información falsa” el hallazgo de decenas de cadáveres de civiles en la ciudad de Bucha, cerca de Kiev, después de la retirada de las tropas rusas a finales de marzo.

Putin comparó estas acusaciones a las que se hicieron contra el régimen de Bashar al Asad en Siria por el supuesto uso de armas químicas durante la guerra en aquel país y dijo: “Tenemos la misma falsa información en Bucha”.

Putin añadió que la acción militar del ejército ruso en Ucrania busca garantizar la seguridad de Rusia y prometió que los objetivos se conseguirán.

El líder ruso denunció que Ucrania se había convertido en la “vanguardia antirrusa” donde “se estaban cultivando brotes de nacionalismo y neonazismo”. Kiev y sus aliados occidentales han negado estas acusaciones calificándolas de excusas para la agresión.

La visita de Putin a Vostochny es su primer viaje público fuera de Moscú desde que Rusia inició su operativo militar en Ucrania el 24 de febrero. El mandatario recorrió las instalaciones junto a su homólogo bielorruso, Alexander Lukashenko.

Paralelamente, el ejército de Rusia informó haber atacado arsenales ucranianos con misiles de crucero de largo alcance.

El vocero del Ministerio de Defensa, el mayor general Igor Konashenkov, explicó esta mañana que el ejército empleó misiles lanzados desde el aire y el mar para destruir un depósito de munición y un hangar reforzado para aviones de guerra en Starokonstantinov, en la región de Jmelnitski.

Según Konashenkov, otro ataque destruyó otro depósito en Havrylivka, cerca de Kiev.

En tanto, un vocero de los separatistas del este de Ucrania, respaldados por Moscú, niega el uso de armas químicas para expulsar a las tropas ucranianas de la ciudad portuaria de Mariúpol.

Las fuerzas separatistas “no han usado ningún arma química en Mariúpol”, dijo Eduard Basurin, según fue citado por la agencia noticiosa rusa Interfax.

Las palabras de Basurin siguen a su declaración previa en la televisora estatal rusa, cuando afirmó que los rebeldes usarán “tropas químicas” contra los soldados ucranianos atrincherados en posiciones reforzadas en una enorme planta de acero en Mariúpol “pasa sacarlos de allí”.

Una unidad ucraniana que defiende Mariúpol afirmó sin aportar pruebas que un dron había arrojado una sustancia venenosa sobre sus posiciones. No hubo heridos graves, indicó.

Finalmente, el Ministerio de Defensa británico indicó que Rusia sigue reubicando sus fuerzas para atacar el este de Ucrania, y espera que los combates en la zona se intensifiquen en las próximas dos o tres semanas. Además, agregó que las tropas de Moscú se están retirando de Bielorrusia, para respaldar la ofensiva en el este de Ucrania.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, afirmó este miércoles que en la Alianza no tienen indicios de que el presidente de Rusia, Vladímir Putin, haya abandonado su “ambición” de controlar “toda Ucrania”.

“No tenemos indicios de que el presidente Putin haya cambiado su ambición de controlar toda Ucrania y también de reescribir el orden internacional”, declaró el político noruego al llegar a la reunión de ministros de Exteriores aliados que se celebra hoy y mañana en Bruselas.

En cualquier caso, reiteró que Moscú prepara una ofensiva en el este de Ucrania para controlar todo el Donbás.

Dado que la OTAN no ve indicios de que el Kremlin haya abandonado su ambición de controlar toda Ucrania, Stoltenberg instó a estar “preparados” para el largo plazo.

“Necesitamos apoyar a Ucrania, mantener nuestras sanciones y fortalecer nuestra defensa y disuasión porque esto puede durar mucho tiempo y necesitamos estar preparados para eso”, dijo, para después recordar que en la reunión participará el ministro de Exteriores ucraniano, Dmitro Kuleba.

Stoltenberg aseguró que la guerra “debe terminar ahora” y que Putin puede finalizarla retirando sus tropas y fuerzas y dejando de atacar un país independiente soberano, Ucrania, y sentándose de buena fe para encontrar una solución política.

“Pero, al mismo tiempo, tenemos que ser realistas y darnos cuenta de que esto puede durar mucho tiempo, durante muchos meses, durante incluso años, y esa es la razón por la que también tenemos que estar preparados para el largo plazo”, comentó.

Asumió que, con independencia de cuándo termine el conflicto bélico, la guerra tiene “implicaciones a largo plazo para nuestra seguridad” porque se ha visto “la brutalidad, la voluntad del presidente Putin de usar la fuerza militar para alcanzar sus objetivos”.

Advirtió que todo lo que se ha vivido ha cambiado la realidad de la seguridad en Europa para muchos años.

El secretario general aliado afirmó que en la actualidad el conflicto armado se encuentra “en una fase crítica”.

“Vemos que Rusia está retirando sus fuerzas del norte para reforzarlas, reabastecerlas, rearmarlas y moverlas al este, donde esperamos una gran ofensiva. El objetivo del presidente Putin es intentar controlar todo el Donbás y establecer una conexión terrestre entre el Donbás y Rusia”, comentó.

Por otra parte, se refirió a la matanza de civiles en Bucha que, según dijo, muestra la verdadera naturaleza de la guerra de Putin.

“Fijar como objetivos y matar a civiles es un crimen de guerra y por tanto los aliados de la OTAN están apoyando los esfuerzos internacionales para establecer todos los hechos, investigar y asegurar que los perpetradores son castigados”, evidenció.

Al respecto, el presidente Vladímir Putin, calificó este miércoles de “provocación grosera y cínica” de las autoridades ucranianas el descubrimiento de cadáveres de civiles en Bucha tras la retirada de las fuerzas rusas.

Durante una entrevista con el primer ministro húngaro Viktor Orban, Putin habló del tema, tratándose así de la primera reacción del presidente ruso por este caso que ha provocado indignación internacional.

El presidente Joe Biden, anunció este viernes que 30 países se unirán a Estados Unidos para poner “decenas de millones” de barriles de petróleo en el mercado para frenar la subida de precios por la guerra en Ucrania.

“Las naciones se están uniendo para impedir que (el presidente de Rusia, Vladímir) Putin use como arma sus recursos energéticos”, afirmó el mandatario en declaraciones a la prensa en La Casa Blanca.

Biden reveló que este mismo viernes 30 naciones llegaron a un acuerdo para aumentar la oferta de petróleo en el mercado, satisfacer la demanda e intentar bajar los precios.

No reveló de qué naciones se trata, pero ayer La Casa Blanca adelantó que Estados Unidos estaba conversando con la treintena de países que forman parte de la Agencia Internacional de la Energía (AIE).

Los miembros de la AIE celebraron este viernes una reunión extraordinaria para discutir posibles acciones para dar estabilidad al mercado petrolero internacional.

Esa reunión se produce solo un día después de que Biden ordenara la liberación de una cantidad récord de la reserva de petróleo de su país (un millón de barriles diarios durante los próximos seis meses) para intentar frenar la subida de precios.

El plan de Biden servirá para añadir al mercado global un total de 180 millones de barriles de petróleo (1 millón al día durante 180 días o 6 meses), pero el impacto podría ser relativo porque la aportación de Estados Unidos solo supone un 1% de la demanda global.

Además, Rusia ha dejado de poner en el mercado unos 3 millones de barriles al día.

Biden reveló ayer que estaba coordinándose con sus aliados de todo el mundo y esperaba que otras naciones aportaran entre 30 y 50 millones de barriles de crudo.

La AIE ya acordó el pasado 1 de marzo, una semana después de la invasión rusa de Ucrania, liberar 60 millones de barriles de petróleo de las reservas estratégicas de sus miembros en todo el mundo. En ese momento, Estados Unidos puso en el mercado 30 millones de barriles de crudo, justo la mitad de lo que acordó la AIE.

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, advirtió este jueves que suspenderá los contratos de suministro de gas si los países “inamistosos” no pagan el combustible en rublos y no abren una cuenta en la moneda nacional rusa en Gazprombank.

“Hoy firmé un decreto que establece las reglas para el comercio del gas natural ruso con los llamados países inamistosos y que entrará en vigor el 1 de abril”, señaló el líder ruso poco antes de una reunión con la industria de la aviación.

“Ofrecemos a esos países un mecanismo claro y transparente: para comprar gas natural de Rusia, deben abrir cuentas en rublos en bancos rusos. Los pagos por el gas suministrado se realizarán a partir de estas cuentas a partir de mañana”, dijo Putin.

En el decreto, el presidente ruso especifica que el banco autorizado para ello es Gazprombank, una de las pocas entidades financieras de Rusia que no ha sido sancionado por la Unión Europea (UE) porque procesa, junto a Sberbank, gran parte de las operaciones energéticas con el bloque.

El mandatario ruso afirmó que Rusia no hará “obras de caridad” en lo que concierne el suministro de gas a Europa y otros países. Si no se realizan dichos pagos, se considerará eso como un incumplimiento por parte de los compradores con todas las consecuencias resultantes, advirtió.

“Nadie nos vende nada gratis y tampoco haremos obras de caridad. Eso significa que los contratos existentes (en caso de falta de pago del gas en rublos) se suspenderán”, recalcó.

Putin señaló que Rusia suministró “a los consumidores europeos nuestros recursos, en este caso gas, lo recibieron, nos pagaron en euros, que ellos mismos luego congelaron”.

En este sentido, señaló que hay una razón para creer que suministraron parte del gas a Europa prácticamente gratis, y dijo que así no se puede continuar.

Sin embargo, en el decreto otorga a la Comisión para el Control de Inversiones Extranjeras la autoridad para conceder “permisos a compradores extranjeros para que satisfagan sus obligaciones con los suministradores rusos por los suministros de gas natural sin tener que cumplir el procedimiento establecido” sobre el pago en rublos.

Recordemos que el gobierno ruso adoptó el pasado 8 de marzo una lista de países y territorios inamistosos, que incluye a Estados Unidos, Canadá, todos los países miembros de la UE, el Reino Unido, Ucrania, Montenegro, Suiza, Albania, Andorra, Islandia, Liechtenstein, Mónaco, Noruega, San Marino, Macedonia del Norte, Japón, Corea del Sur, Australia, Micronesia, Nueva Zelanda, Singapur y Taiwán.

En respuesta, el canciller alemán, Olaf Scholz, reiteró este jueves que los pagos por el suministro de gas procedente de Rusia se seguirán realizado en euros.

Scholz afirmó que en su conversación de ayer con el líder ruso dejó claro que Alemania no está dispuesta a cambiar la forma de pago, según dijo en una rueda de prensa conjunta con su homólogo austríaco, Karl Nehammer, en Berlín.

“Qué es lo que pretende Putin, lo analizaremos, pero lo que está en vigor para las empresas es que pueden pagar en euros y así lo harán,” aseguró.

No obstante, tanto Scholz como Nehammer rechazaron una vez más la imposición de un embargo energético contra Rusia debido a la dependencia de sus países del gas procedente de Moscú.

El error de cálculo del presidente lo tiene arrinconado. Igor Girkin, un ex coronel de la Agencia de Inteligencia Rusa, la FSB, declaró esta semana que Rusia cometió una evaluación catastróficamente errónea sobre la debilidad de las fuerzas ucranianas. “El enemigo fue subestimado en todo y cada uno de los aspectos evaluados”, dijo Girkin.

Esto, lejos de ser una buena noticia, significa que las cosas se van a poner mucho peor en Ucrania. Conforme pasan los días queda claro que la decisión la tomó Vladimir Putin sin consultar a nadie y ahora la salida de la guerra atraviesa por el camino de mayor violencia y mayor destrucción.

Rusia envió a pelear a Ucrania a alrededor de 190 mil tropas pensando en una invasión rápida. Como el Plan A falló, ahora viene el Plan B: destruir Ucrania. Para ello Putin se está apoyando en más de 400 mercenarios del Grupo Wagner que han sido enviados específicamente para asesinar al presidente Zelensky y para instaurar terror entre los ucranianos.

Estos mercenarios no existen en papel por lo que no tienen que respetar las reglas que un ejército formal debe seguir en una guerra. Se sabe que fueron fundados por Dmitry Utkin, un exsoldado ruso que irónicamente está todo tatuado por símbolos nazis. Irónicamente porque Vladimir Putin justifica la invasión como un rescate de los nazis que están en el poder en Ucrania, cuando el presidente Zelensky es judío y cuando los mercenarios de Putin demuestran simpatía precisamente con el nazismo. Tanto así que el nombre del Grupo Wagner proviene del compositor favorito de Adolf Hitler.

Quien financia a estos mercenarios es Yevgeny Prigozhin, un oligarca que además es dueño de la Agencia de Investigación de Internet que es la más grande granja de bots y trolls que usa Putin para difundir sus mentiras y desacreditar las verdades que le incomodan. Prigozhin se ha beneficiado a través del trabajo de sus mercenarios en guerras como las de Siria o la República Centroafricana que le han permitido adueñarse del petróleo o minas de diamantes en esos países.

La palabra que define la situación actual es impasse. Esto significa violencia por tiempo prolongado para ver quien se cansa primero, los rusos de atacar al país vecino en medio de fuertes pérdidas, o los ucranianos de ver y vivir la destrucción de su país. Para dimensionar las pérdidas que han tenido las fuerzas rusas oficiales, las cifras que reporta el gobierno de Biden es que han muerto 7 mil rusos, entre solados y altos mando, en menos de un mes. En casi una década de conflicto en Chechenia murieron en total 11 mil fuerzas rusas. A ello habría que sumar las bajas dentro de este Grupo Wagner, que según me comentó en entrevista Joshua Yaffa, corresponsal del New Yorker en Rusia y Ucrania, han sido importantes también.

Todo esto no significa que Putin le vaya a poner fin pronto a la guerra que va perdiendo. Al estar arrinconado puede recurrir a acciones más desesperadas, me comentó Yaffa. Putin le ha vendido esta guerra a la opinión pública rusa como definitiva para el país y les ha pedido que se preparen para un conflicto prolongado.

Apostilla: Los monarcas del sudeste asiático tenían elefantes blancos como señal de poder y riqueza. Mostraban que ese monarca y sus mandatos estaban bendecidos. Pero en realidad, el elevado costo de cuidar a estos animales era más bien una maldición. Por eso se llama a los proyectos de infraestructura cuyos costos son mayores que su utilidad elefantes blancos. Ayer el semanario del Economist recordó esta historia para presentar su reportaje sobre el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles.

Columna completa en El Universal

Las autoridades de Ucrania han anunciado este viernes la imposición de un nuevo toque de queda en la capital, Kiev, en medio de la ofensiva militar iniciada el 24 de febrero por orden del presidente de Rusia, Vladimir Putin.

La Administración Militar de la Región de Kiev indicó en un breve mensaje en su cuenta en la red social Facebook que “se impone el toque de queda en toda la región de Kiev desde las 20:00 horas de este 18 de marzo hasta las 7:00 horas del 19 de marzo”.

“No salgan ni vayan a espacios públicos”, se lee en el mensaje, aunque aclara que quienes cuenten con pases especiales pueden hacerlo. “La defensa de la región de Kiev continúa. Por favor, muestren comprensión ante el toque de queda. Son medidas forzadas y destinadas a garantizar la seguridad de la población de la región”.

El anterior toque de queda, decretado por el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, estuvo en pie entre el martes y la mañana del jueves ante el avance de las tropas rusas en las inmediaciones de la ciudad.

Y es que desde el comienzo de la invasión rusa de Ucrania hace tres semanas, 222 personas, incluidos 56 civiles, y de estos, cuatro niños, han muerto en Kiev.

También han resultado heridas un total de 889 personas, incluidos 241 civiles, dijeron las autoridades locales en Telegram.

Entre los heridos se encuentran 18 niños, tres conductores de ambulancias y un médico de urgencias, según el ayuntamiento, que también reportó daños en 36 edificios residenciales y diez escuelas.

Las tropas rusas han tomado el control de algunas áreas alrededor de la capital, que esperan rodear por completo eventualmente, si bien por el momento su avance se ha estancado, según el ejército ucraniano.

Kiev acusa a las fuerzas rusas de realizar ataques casi diarios contra áreas residenciales de la capital, la mayoría de las veces al amanecer, una táctica denunciada por las autoridades ucranianas como dirigida a aterrorizar a la población y desmoralizar a quienes defienden la ciudad.

Las acciones de las tropas rusas siguen activas en territorio en otras partes del país. Varios misiles cayeron sobre un centro utilizado para reparar aeronaves militares y dañaron otro de arreglo de autobuses en Leópolis, indicó en Telegram el alcalde, Andriy Sadovyi, quien no reportó víctimas.

Los misiles que alcanzaron Leópolis se dispararon desde el mar Negro, pero dos de los seis fueron derribados, explicó el mando occidental de la fuerza aérea ucraniana en Facebook.

Adicional, se informó que más de 130 personas pudieron ser rescatadas del teatro de Mariúpol bombardeado por el ejército ruso, pero “centenares” siguen bajo los escombros, según dijo el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, quien dijo que las operaciones de rescate seguirían “pese a los bombardeos” que persisten en esta gran ciudad portuaria.

En Járkiv, un enorme incendio arrasó un mercado local tras un bombardeo ayer. Un bombero murió y otro resultó herido en otro ataque mientras el personal de emergencias combatía las llamas, contaron las autoridades.

En tanto, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha comparecido en persona ante más de 100,000 simpatizantes en el estadio Luzhniki de Moscú, más otras decenas de miles en los aledaños de la instalación, para defender la invasión de Ucrania como un acto de salvación ante un genocidio en Donestk y Lugansk.

La presencia de Putin representó el colofón a un macro concierto celebrado con motivo del octavo aniversario del referéndum celebrado en Crimea que ratificó su incorporación a Rusia en 2014, un plebiscito no reconocido por la comunidad occidental, que a su vez acusó a Moscú de anexionarse por la fuerza la península.

“La razón principal de esta operación especial”, ha declarado Putin usando el término oficial con el que Rusia denomina esta invasión, “es el de ahorrar sufrimiento a la gente, y de evitar este genocidio contra la población” del este de Ucrania, sobre las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, afines a Rusia.

El presidente de Rusia aplaudió la valentía demostrada por el Ejército ruso en combate. “Codo con codo, nuestros soldados se ayudan, se apoyan mutuamente y, si es necesario, protegen a sus compañeros de las balas con su propio cuerpo en el en el campo de batalla. No hemos tenido tal unidad en mucho tiempo”, declaró.

Putin aludido a la figura histórica del almirante zarista Fiodor Ushakov, nacido el mismo 24 de febrero que comenzó la invasión de Ucrania y canonizado como santo patrón de la Armada rusa. “Tormentas como ésta siempre irán a la gloria de Rusia. Así fue entonces, así es hoy y así será siempre”, ha parafraseado ante sus simpatizantes mientras enarbolaban cientos de banderas rusas.

Sobre Crimea, Putin defendió la anexión como un acto de “necesidad” para “sacar a Crimea de esa posición humillante, de ese estado humillante en el que estaba inmersa cuando formaban parte de otro estado (Ucrania)”.

“Somos el pueblo multinacional de la Federación Rusa, unidos por un destino común en nuestra tierra: éstas son las primeras líneas de la ley fundamental de Rusia, la Constitución, y cada palabra está llena de un significado profundo y es de gran importancia”, declaró Putin.

También dijo ante los cientos de miles de simpatizantes que “sabemos lo que tenemos que hacer, cómo hacerlo y a qué precio. Y cumpliremos absolutamente todos nuestros planes”.

El actor y político austríaco-estadounidense Arnold Schwarzenegger urgió el jueves al mandatario ruso Vladimir Putin a parar la guerra “sin sentido” en Ucrania, en un video en el que denunció la “propaganda” del Kremlin y llamó “héroes” a los rusos que protestan contra el conflicto.

“Ucrania no comenzó esta guerra”, afirmó la estrella de “Terminator” y exgobernador de California, en un emotivo mensaje subtitulado en ruso y en inglés, dirigido al pueblo de Rusia y a las tropas rusas.

“Les hablo hoy porque están sucediendo cosas en el mundo que se les ocultan, cosas terribles que deben saber”, afirmó.

El video de nueve minutos fue difundido en la cuenta en Twitter de Schwarzenegger, que tiene 4,9 millones de seguidores. Al momento de la publicación, entre esos seguidores estaba la cuenta oficial del presidente ruso, @KremlinRussia–E.

El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, retuiteó el mensaje de Schwarzenegger, que se volvió viral. “No solo estamos presenciando un ataque brutal y violento dirigido por el Kremlin contra el pueblo ucraniano, estamos presenciando una guerra de la verdad contra la tiranía. Como explica Schwarzenegger, no culpamos al pueblo de Rusia, y necesitamos que sepan lo que su gobierno les está ocultando”, escribió el secretario de Estado.

Schwarzenegger, nacido en Austria, cuyo film “Red Heat” (Infierno rojo, 1988) fue la primera película estadounidense filmada en la Plaza Roja de Moscú, habló de su afecto por el pueblo ruso y de su emoción al conocer a su ídolo, el levantador de pesas ruso Yuri Vlasov, cuando tenía 14 años.

“La fuerza y el corazón del pueblo ruso siempre me han inspirado”, dijo. “Es por eso que espero que me dejen contarles la verdad sobre la guerra en Ucrania (…) Sé que su gobierno les ha dicho que esta es una guerra para ‘desnazificar’ a Ucrania” (…) Esto no es cierto. Los que están en el poder en el Kremlin comenzaron esta guerra. Esta no es la guerra del pueblo ruso”, aseguró.

Schwarzenegger dijo que “el mundo se ha vuelto contra Rusia debido a sus acciones en Ucrania: manzanas enteras han sido arrasadas por la artillería y las bombas rusas, incluido un hospital infantil y un hospital de maternidad (…) Debido a su brutalidad, Rusia ahora está aislada de la sociedad de naciones”, señaló.

Schwarzenegger recordó las heridas sufridas por su padre mientras luchaba con los nazis en Rusia durante la Segunda Guerra Mundial. “Estaba destrozado física y mentalmente y vivió el resto de su vida con dolor”, dijo. “A las tropas rusas que escuchan este mensaje (…) no quiero que estén destrozados como mi padre”.

Y dirigiéndose directamente a Putin, Schwarzenegger dijo: “Tú comenzaste esta guerra. Estás liderando esta guerra. Puedes detener esta guerra”.

Cerró el mensaje elogiando a los rusos que se arriesgan a ser arrestados por protestar contra la guerra. “El mundo ha visto su valentía”, les dijo. “Ustedes son mis nuevos héroes”.

El portavoz de Schwarzenegger, Daniel Ketchell, dijo en el New York Times que el video proviene “del corazón de Arnold, no del gobierno”.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, elevó este jueves el tono contra su homólogo ruso, Vladímir Putin, al describirle como un “dictador asesino” que ha autorizado ataques “inhumanos” contra Ucrania.

El mandatario estadounidense utilizó esas palabras un día después de tachar a Putin de “criminal de guerra” por las tácticas de Rusia en su invasión de Ucrania, algo que el Kremlin consideró “inaceptable e imperdonable”.

“(Putin es) un dictador asesino, un matón puro que está librando una guerra inmoral contra el pueblo de Ucrania”, dijo Biden durante un almuerzo en el Congreso con motivo del día de San Patricio,

Poco antes, Biden también condenó directamente al presidente ruso durante una reunión virtual con el primer ministro de Irlanda, Micheál Martin, en el Despacho Oval.

“La brutalidad de Putin y lo que están haciendo sus tropas en Ucrania es algo simplemente inhumano”, aseguró el presidente estadounidense.

Este miércoles, Biden describió por primera vez a Putin como un “criminal de guerra”, algo que su portavoz, Jen Psaki, achacó a las “acciones bárbaras” de Rusia durante su invasión de Ucrania.

La portavoz matizó que por ahora el Departamento de Estado no había hecho una declaración formal que acuse a Rusia de haber cometido crímenes de guerra. Sin embargo, este jueves, el jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo que los ataques de Rusia contra civiles en Ucrania sí constituyen “crímenes de guerra”.

“Apuntar intencionalmente contra civiles es un crimen de guerra. Después de toda la destrucción de las últimas semanas, me resulta difícil concluir que los rusos están haciendo lo contrario”, dijo Blinken durante una conferencia de prensa, en la que aclaró que el proceso legal para una acusación formal aún estaba en curso.

Estados Unidos ya había dicho a principios de este mes que está “documentando” los ataques rusos en Ucrania y su impacto en la población civil para asegurar que Rusia “rinda cuentas” en caso de que se determine que ha cometido crímenes de guerra.

El fiscal jefe de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, subrayó que los ataques contra la población civil en Ucrania son “un crimen” que su oficina podría investigar.

Las negociaciones para alcanzar un alto el fuego en Ucrania podrían incluir un “encuentro especial” entre los presidentes ucraniano, Volodímir Zelenski, y ruso, Vladímir Putin, según el asesor del primero, Mykhailo Podolyak.

En declaraciones a un medio polaco, Podolyak aludió a que actualmente se está a la búsqueda de una “fórmula legal” en relación con el estatuto de las regiones prorrusas de Donetsk y Lugansk.

Podolyak dijo al diario polaco “Wirtualna Polska” que, una vez que se encuentre, los presidentes de Ucrania y Rusia continuarán las negociaciones en un encuentro especial.

Podolyak añadió que las negociaciones son un proceso a gran escala que involucra no solo a Rusia y Ucrania. “Nuestros socios, incluida Polonia, también están indirectamente porque no debemos limitarnos a firmar un acuerdo, queremos desarrollar un mecanismo concreto que garantice nuestra seguridad en el futuro”.

Hasta ahora, dijo, tanto la delegación rusa como la ucraniana se mantienen firmes; y apuntó a que la reconciliación de disputas puede llevar desde unos pocos días hasta una semana y media.

Podolyak agregó que, una vez concluido el acuerdo de paz, la Federación Rusa no tendría otra opción que comenzar a retirar de inmediato sus fuerzas armadas del territorio ucraniano.

Al respecto, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, planteó este jueves a su homólogo de Rusia, Vladimir Putin, una oferta para que se reúna en Turquía con el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, con vistas a que ambos líderes acerquen posturas y puedan incluso acordar un alto el fuego.

Erdogan y Putin hablaron por teléfono, con la guerra en Ucrania como principal punto en la agenda. El mandatario turco ha reiterado la voluntad de Ankara de trabajar en favor de la paz, insistiendo en la necesidad de un alto el fuego con vistas a avanzar hacia una solución más a largo plazo.

El mandatario turco espera que las actuales conversaciones entre autoridades rusas y ucranianas se traduzcan en “resultados positivos”, pero ha advertido de que algunos temas pueden requerir de contactos a más alto nivel. En este sentido, ha planteado a Putin que se vea con Zelenski en Estambul o Ankara, según el comunicado de la Presidencia.

Recordemos que Turquía ya acogió la primera reunión entre los ministros de Exteriores de Rusia y Ucrania, Sergei Lavrov y Dimitro Kuleba, respectivamente.

El Kremlin no ha valorado la oferta de Erdogan y en su comunicado se ha limitado a apuntar que Putin ha informado al presidente turco del progreso de las conversaciones ya en marcha. Asimismo, ha destacado los diferentes contactos mantenidos entre Lavrov y el jefe de la diplomacia turca, Mevut Cavusoglu.

La conversación entre Erdogan y Putin ha coincidido precisamente con una visita del ministro de Exteriores de Turquía a Ucrania. En Leópolis, Cavusoglu se ha visto con Kuleba, junto a quien ha comparecido en rueda de prensa agradeciéndole que le haya recibido en días que son “difíciles”, según la agencia Anatolia.

El presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó este miércoles que Occidente no tendrá éxito en lo que calificó como su intento de lograr el dominio mundial y desmembrar Rusia.

Si Occidente piensa que Rusia dará un paso atrás, no la entiende, dijo Putin en el vigésimo primer día de la guerra en Ucrania.

“Detrás del discurso hipócrita y de las acciones actuales del autodenominado colectivo occidental hay objetivos geopolíticos hostiles. Simplemente no quieren una Rusia fuerte y soberana”, indicó Putin.

En declaraciones a sus ministros que fueron transmitidas por la televisión estatal, Putin dijo que Occidente sólo fortalecerá a Rusia con sus acciones hostiles.

En su reconocimiento más explícito hasta la fecha del dolor infligido por las sanciones occidentales, dijo que la inflación y el desempleo aumentarán, aunque prometió apoyo a las familias con hijos. Asimismo, indicó que será necesario realizar cambios estructurales en la economía.

Putin dijo que Occidente declaró de forma efectiva el impago a Rusia como parte de sus sanciones por el conflicto en Ucrania, aunque dijo que se trató solo de un pretexto para que Occidente impusiera sanciones a Moscú.

“Occidente ni siquiera se molesta en ocultar que su objetivo es perjudicar a toda la economía rusa, a todos los rusos”, comentó Putin.

Según señaló, Rusia está dispuesta a discutir el estatus neutral de Ucrania en las conversaciones destinadas a poner fin a las hostilidades, pero seguiría cumpliendo los objetivos de su operación militar, que “avanza de acuerdo al plan”.

El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov insistió en que está dispuesta a que se celebre una cumbre entre Putin, y el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, aunque aseguró que no se trata de “reunirse por reunirse” sino que el encuentro debe ser para llegar a un acuerdo sobre la guerra abierta por la invasión rusa.

“Nuestro presidente ha declarado en repetidas ocasiones que no impide que se celebre una reunión de este tipo. Sin embargo, estas reuniones no deben ser sólo por reunirse. Hay que llegar a algún acuerdo”, afirmó el ministro de Lavrov.

El ministro denunció que Ucrania ha rechazado hasta ahora cumplir los Acuerdos de Misnk, pactados en 2015 para intentar una solución al conflicto militar entre separatistas prorrusos en el este de Ucrania y el Gobierno central.

“Dijeron que cumplirían sus promesas, pero no fue así. Hemos aprendido la lección. Preferimos tener conversaciones concretas”, señaló Lavrov, quien recordó que se mantienen las negociaciones mediante videoconferencia entre ambas partes.

Previamente Lavrov había dicho que se “está cerca” de obtenerse un acuerdo con Ucrania sobre las garantías de seguridad que reclama Moscú, y defendió el objetivo de Moscú, que es lograr la desmilitarización de Ucrania.

ARTURO SARUKHÁN

EL UNIVERSAL

Cuándo hace ya casi un mes Vladimir Putin Putin ordenó el ejército ruso iniciar lo que el Kremlin denominó una “operación militar especial”, un eufemismo ingente para lo que no es más que una invasión masiva de Ucrania, la suposición casi unánime en capitales alrededor del mundo era que Rusia lograría una victoria militar expedita y relativamente fácil. Pero ahora, con los ucranianos librando una heroica y tener resistencia y las tropas rusas empantanadas a las puertas de casi todas las ciudades importantes del país, aquí en Washington y en varias de las embajadas de naciones de la OTAN en esta capital crece la impresión de que no se avizora un desenlace claro para la fase militar de este conflicto derivado de una guerra aún más letal y prolongada, causando devastación en Ucrania, provocando una crisis humanitaria masiva -con casi tres millones de refugiados en movimiento- y amenazando con escalar las hostilidades. Entramos con ello aún etapa más turbia y difícil del conflicto, donde el nuevo desafío es cómo controlar lo que en gran medida es incontrolable: ¿cuáles son los cálculos, las reacciones y metas finales el mandatario ruso?

Yendo hacia delante, gran parte de la discusión es acerca de cómo construir o habilitar rampas de salida para el conflicto y para que Putin no se sienta arrinconado y sin el margen de maniobra para salvar cara al interior de Rusia. Hay tres canales de negociación abiertos, pero infructuosos (Francia , Israel y Turquía) en momentos en que Washington no se ha sentado hacer lo propio con Moscú, en gran medida por la convicción de qué Putin no está aún dispuesto a negociar. Y las rampas de salida para Putin son particularmente relevantes en momentos en que crece la posibilidad de qué naciones de la OTAN se vean envueltas más directamente en el conflicto, ya sea por accidente o diseño.

La pregunta clave al pensar en rampas de salida es si aceptará Putin una negociación real o seguirá presionando con posiciones maximalistas y con la expansión y profundización del asalto a Ucrania. El 7 de marzo, el portavoz del Kremlin expuso una serie de demandas para detener las acciones militares rusas: Ucrania debe cesar operaciones militares, asumir la neutralidad e incluirlo en su Constitución, aceptar que Crimea es parte de Rusia y reconocer la independencia de las llamadas “repúblicas populares” de Donetsk y Luhansk en Donbás. Sin que se mencione, casi con certeza en esta lista está la instalación de un nuevo gobierno en Kiev y una demanda previa de desmilitarización. Un esfuerzo potencial de solución podría proceder a lo largo de tres vías una negociación entre Kiev y Moscú, una negociación entre la OTAN y Rusia sobre las medidas para negociar la seguridad en Europa y una discusión sobre el alivio de la sanciones de Estados Unidos y otras naciones que las han impuesto. Si Moscú mostrara interés en una verdadera negociación con Kiev, Estados Unidos y la OTAN también podrían renovar sus ofertas para negociar sobre control de armas en Europa, reducción de riesgos y medidas de transparencia que podría hacer una contribución genuina a la seguridad europea, incluida Rusia. Occidente también podría dejar en claro que, si las fuerzas rusas abandonan Ucrania, habría un alivio de las sanciones (aunque podría mantener algunas para garantizar el cumplimiento por parte de Moscú).

Pero también se abre frente a nosotros dos interrogantes y una certeza. Primero, así como este mes reveló que el ejército ruso fracasó en su plan original de invasión, las próximas dos o tres pueden revelar si Ucrania sobrevivirá como Estado y estará en posición de negociar el fin de la guerra. Segundo, ¿se replanteará Putin sus objetivos con los sucesos de las últimas cuatro semanas? Dadas las actuales trayectorias militar, diplomática y de percepciones públicas de la invasión, una “victoria” militar parecería implicar para Moscú años de ocupación de una Ucrania hostil y anti-rusa, aislamiento político de buena parte del mundo y sanciones económicas que devastarán al economía rusa. Sin duda, ello conlleva un riesgo real y latente: que Putin crecientemente lea las medidas no como sanciones diseñadas para modificar su comportamiento en Ucrania sino como un esfuerzo para derrocar a su gobierno. Por ello, la administración Biden sigue enfatizando, tanto en público como en privado, que no tiene intención alguna en propiciar un cambio de régimen en Rusia. Y finalmente, hay ocasiones en las que las disyuntivas políticas o morales que enfrentamos son muy claras, y hoy el mundo -México incluido- vive uno de esos momentos. Hay espacio para estar en desacuerdo sobre los por qué de la invasión, hay áreas grises, incógnitas y espacio para debate. Pero hay una pregunta que hoy no permite ambigüedad alguna: ¿De qué lado se está? ¿Con una nación agresora que ha violado el derecho internacional, o con un país soberano que enfrenta una invasión premeditada e injustificada?

El multimillonario Elon Musk desafió al presidente ruso, Vladimir Putin, a un “combate” cuerpo a cuerpo. ¿El trofeo? Nada menos que Ucrania, escenario de una ofensiva del ejército ruso desde hace casi tres semanas.

“Por la presente desafío a Vladimir Putin a un combate (cuerpo a cuerpo). El premio es Ucrania”, escribió en Twitter el fundador de la compañía espacial SpaceX, sin precisar cómo sería el duelo.

“¿Acepta esta pelea?”, preguntó Musk en otro mensaje en ruso, dirigiéndose directamente a la cuenta oficial en inglés de Twitter del Kremlin. Y ante la incomprensión de uno de sus más de 77 millones de seguidores, aseguró que hablaba “completamente en serio”.

El presidente checheno, Ramzan Kadyrov, un firme partidario del presidente ruso y gran aficionado a las artes marciales, recomendó al multimillonario que no “luche contra Putin” debido a sus “categorías de peso demasiado diferentes”.

“No sería muy deportivo por parte de Vladimir Vladimirovich (Putin) vencer a un oponente más débil”, aseguró en su cuenta de Telegram, y propuso a Musk “entrenarse en varios centros de la República de Chechenia”.

“Aquí te diremos más sobre los oscuros métodos estadounidenses de relaciones públicas y te enseñaremos a llevar bien tus cuentas en las redes sociales”, agregó. “Saldrás de Chechenia sintiéndote otra persona”.

El multimillonario nacido en Sudáfrica manifestó previamente su apoyo a Kiev, tuiteando “Ucrania, aguanta” a principios de marzo, al tiempo que saludaba “al gran pueblo de Rusia, que no quiere” la guerra.

También respondió a un pedido de ayuda de un funcionario ucraniano activando el servicio de Internet satelital Starlink en Ucrania y enviando equipos a ese país para ayudar a llevar conectividad a las áreas afectadas por ataques militares rusos.

Musk está acostumbrado a la polémica en Twitter.

En febrero acusó al regulador bursátil estadounidense, que le impuso varias sanciones, de buscar amordazar su libertad de expresión, y comparó al primer ministro canadiense, Justin Trudeau, con Adolfo Hitler en un mensaje de apoyo a los opositores a las restricciones sanitarias impuestas por el gobierno. Luego lo borró.

Foto: Twitter @elonmusk