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Entre 80 y 130 millones de personas en todo el mundo podrían caer en situación de hambre a final del 2020, a causa de la pandemia de Covid-19 Según estima un informe presentado hoy por cinco agencias de la ONU, en el que se advierte de que la desnutrición es un problema creciente.

El informe, titulado “El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo”, es elaborado por la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el Fondo de Desarrollo Agrícola (FIDA), junto con la Organización Mundial de la Salud (OMS)y el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF).

El informe advierte que a crisis sanitaria “está intensificando la vulnerabilidad y la desigualdad de los sistemas alimentarios mundiales”, desde la producción, hasta la distribución y el consumo.

Estima que a finales de 2020, entre 83 y 132 millones de personas “podrían pasar hambre” por la recesión económica derivada de la pandemia, aunque reconoce que “aun es pronto para valorar el impacto real” de las restricciones y bloqueos comerciales.

La previsión se basa en las estimaciones que indican un desplome del Producto Interno Bruto (PIB) mundial de entre el 4.9% y el 10%. Por eso se concluye que esta circunstancia imprevista “pone aún más en riesgo” la posibilidad de alcanzar la meta del Hambre Cero de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.

“El hambre sigue creciendo y la pandemia esta empeorando las cosas, muchas personas podrían caer en el hambre este año. Si la tendencia actual sigue adelante no vamos a lograr la meta de ‘hambre cero’ para 2030”, ha destacado en una videoconferencia el secretario general de las Organización de las Naciones Unidas, António Guterres.

En la misma línea se mostró la presidenta del Consejo Económico y Social (ECOSOC) de Naciones Unidas, Mona Juul, quien alertó que la pandemia amenaza el bienestar de la población, y está exacerbando el hambre y la inseguridad alimentaria.

Más allá de la pandemia, el hambre en el mundo es un problema que no deja de crecer. Los datos recabados demuestran que los hambrientos crónicos comenzaron a aumentar “lentamente” en 2014 y siguen haciéndolo hasta hoy, después de disminuir durante décadas.

En 2019 se estima que unas 690 millones de personas pasaron hambre en el mundo, diez millones más que en 2018, y casi 60 millones más en el último lustro.

En Asia, la región más poblada del planeta, se registra el mayor número de personas desnutridas (381 millones), seguida por África (250 millones) y América Latina y el Caribe (48 millones).

Las agencias sostienen que atajar el hambre o la desnutrición en todas sus formas, como la obesidad o la falta de micronutrientes, no solo tiene que ver con ofrecer suficiente comida para sobrevivir. Esta debe ser “nutritiva”, sobre todo para los niños.

En este sentido, apuntan a que “un obstáculo clave” para esa meta es “el alto coste” de los alimentos beneficiosos y que las dietas sanas son poco asequibles para “un gran número de familias”.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) prevé una recesión mundial de 6% para 2020 si la pandemia de Covid-19 “permanece bajo control” y de 7.6% en caso de una segunda ola.

De acuerdo con las perspectivas económicas publicadas este miércoles, para 2021, la OCDE anticipa un fuerte rebote en el primer caso con un crecimiento de 5.2%, que se verá limitado al 2.8% si se produce una segunda ola de la pandemia.

“La elección entre salud y economía es un falso dilema. Si la pandemia no es controlada, no habrá recuperación económica robusta”, advirtió por videoconferencia el secretario general de la OCDE, José Ángel Gurría, en referencia al impacto de la pandemia que obligó a confinar a la mitad de la humanidad.

A principios de marzo, mientras que el coronavirus ya había golpeado de lleno a China pero todavía no a las otras grandes economías del planeta, la OCDE apostaba por un crecimiento mundial de 2.4% para este año.

Se registre o no una segunda ola del nuevo coronavirus, “al final de 2021 la pérdida de ingresos superará a la de todas las recesiones anteriores de los últimos cien años salvo en periodo de guerra, con consecuencias terribles y duraderas para las poblaciones, las empresas y los gobiernos”, afirmó la economista en jefe de la OCDE, Laurence Boone.

La zona euro se verá particularmente afectada con un retroceso previsto del Producto Interior Bruto (PIB) de 9.1% en el escenario más favorable, y de 11.5% en caso de segunda ola en 2020.

En América Latina, Argentina tendrá un retroceso de 8.3% y 10.1% en su PIB respectivamente según ambos escenarios posibles. El impacto será algo más leve en Brasil: -7.4% o -9.1%.

En el caso de México, la OCDE apunta que la pandemia empujará a la economía a una recesión severa en 2020, impulsada por la contracción global, la caída en el turismo, menores precios del petróleo y las medidas de confinamiento interno necesarias tomadas.

Señala que el PIB caería en 8.6% este año si hay un segundo brote en lo que resta del año, y si se mantiene solo el brote actual, la economía se contraería en un 7.5%, con una recuperación en la segunda mitad del año liderado por las exportaciones y el consumo.

Advierte que en ambos escenarios, el nivel del PIB se mantendría más bajo que en a fines de 2019, ya que los sectores de turismo y exportación tardarán un tiempo en volver a los niveles previos a la pandemia.

Y aunque reconoce que México ha implementado una amplia gama de medidas fiscales, financieras y monetarias para enfrentar la crisis, la OCDE indica que dada la gravedad de la recesión, se justificarían medidas adicionales, las cuales deberían centrarse en proporcionar ayuda (ingreso) los trabajadores afectados, tanto en el sector informal como en el formal; añade que se debe evitar que desaparezcan empresas, así como reforzar la inversión privada, que será clave para lograr una recuperación en empleos, lo cual requerirá reducir la carga reguladora e incertidumbre.

Para Estados Unidos, la OCDE prevé una caída del PIB de 7.3% u 8.5%, respectivamente según los escenarios. China, que el año pasado creció 6.1%, sufrirá en 2020 una contracción de 2.6% en su economía, que puede ser de 3.7% si el virus regresa con fuerza.

Gurría instó a que la crisis actual sea la ocasión para una transición hacia un “crecimiento más sólido y más duradero”. “El objetivo no es regresar a la normalidad”, porque “la normalidad es lo que nos llevó adonde nos encontramos actualmente”.

Para que las economías puedan recuperarse, la OCDE propone reforzar los sistemas de salud y facilitar las evoluciones de los oficios reforzando al mismo tiempo la protección de los ingresos, así como volver más resistentes a las cadenas de abastecimiento.

El Banco Mundial (BM) pronosticó que los efectos de la crisis global por la pandemia de Covid-19 sumirán a Latinoamérica en una recesión con una contracción del PIB regional de 4.6% en 2020, influenciada por un debil crecimiento en años anteriores, las protestas en 2019 y la caída de los precios del petróleo.

“Para 2021 se espera un retorno del crecimiento de 2.6%”, estimó el Banco Mundial (BM) previo a las reuniones de primavera con el FMI; advirtió que este año habrá recesión en las principales economías de la región, con una contracción de 5% en Brasil, 6% en México y 5.2% en Argentina.

La recesión también se presentará en Colombia, donde el PIB caerá 2%; en Chile será de 3%; y en Perú se registrará una caída del 4.7%.

“Los gobiernos de América Latina y el Caribe enfrentan el enorme desafío de proteger vidas y al mismo tiempo limitar los impactos económicos” de la crisis, dijo Martín Rama, economista jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe.

Rama resumió la situación como “calamitosa” y señaló que va a requerir “políticas dirigidas y coherentes en una escala raras veces vista anteriormente”.

La crisis es generalizada y golpea a países que tenían un crecimiento sólido en años anteriores como Panamá, cuya economía se contraerá 2%, y también a Uruguay, que el año pasado tuvo un débil crecimiento levemente por encima de cero y en 2020 registrará una caída del PIB de 2.7%. La economía de Paraguay, que en 2019 cerró sin crecimiento, caerá 1,2%.

El BM señaló que si bien la región tiene experiencia con crisis financieras, la pandemia de COVID-19 representa una nueva dimensión, pues las medidas de confinamiento necesarias para contener el virus generan un impacto del lado de la oferta de bienes y servicios.

El organismo prevé además que la demanda de China y los países del G7 decaiga con fuerza, impactando a los países exportadores de materias primas en América del Sur y a los países exportadores de servicios y bienes industriales en América Central y el Caribe.

En América Central, Costa Rica tendrá una contracción económica de 3.3% este año; Nicaragua profundizará su crisis con una caída del PIB de 4.3%; y Honduras caerá en crisis con una retracción del 2.3%. En El Salvador, el crecimiento en 2019 dará paso a una contracción de 4.3%; lo mismo para Guatemala, cuyo PIB caerá un 1.8%.

Esta crisis global, que ha afectado al transporte, también será un golpe para el turismo, lo que tendrá un impacto severo en algunos países caribeños.

“Muchos hogares viven al día y carecen de recursos para enfrentar los aislamientos y cuarentenas necesarios para contener la propagación”, explicó el BM. El hecho de que la crisis sea global implicará además un impacto en las remesas de los migrantes, que son fundamentales en muchas economías pobres.

El Banco Mundial advirtió que ante este panorama, “los gobiernos deberán asumir la mayor parte de las pérdidas”.

La pandemia del coronavirus ha llevado a la economía mundial a una recesión, y serán necesarios fondos masivos para ayudar a las naciones en desarrollo, dijo este viernes la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva.

“Está claro que hemos entrado en una recesión” que será peor que en 2009 después de la crisis financiera mundial, señaló la titular del FMI en una conferencia de prensa virtual.

Con la “parada repentina” de la actividad económica global, “nuestra estimación actual para las necesidades financieras generales de los mercados emergentes es de 2.5 billones de dólares”, dijo.

Y advirtió que la estimación “está en el extremo inferior”.

Los gobiernos en los mercados emergentes, que han sufrido un éxodo de capital de más de 83,000 millones de dólares en las últimas semanas, pueden cubrir gran parte de estas necesidades, pero claramente no tendrán recursos suficientes, especialmente porque muchos estaban fuertemente endeudados antes de la crisis.

Georgieva indicó que más de 80 países ya han solicitado ayuda de emergencia al FMI, la mayoría naciones de bajos ingresos.

Reconoció que en el FMI son consientes de que las propias reservas y recursos internos no serán suficientes para muchos países ante la emergencia que se vive, y agregó que el FMI apunta a reforzar su respuesta “para hacer más, hacerlo mejor, hacerlo más rápido que nunca”.

Georgieva habló con periodistas después de una reunión virtual con el comité directivo del FMI, en la que solicitó oficialmente un aumento en los instrumentos de emergencia de rápido despliegue del Fondo, que actualmente están en un nivel de 50,000 millones de dólares.

La directora gerente del FMI saludó el paquete de cerca de 2 billones de dólares de estímulo económico de Estados Unidos, aprobado por el Senado y que hace unas horas aprobó la Cámara de Representantes. El presidente Donald Trump debe promulgarlo para que entre en vigor.

“Es absolutamente necesario proteger a la economía más grande del mundo de una caída abrupta de las actividades económicas”, dijo.

La recesión mundial por la pandemia de Covid-19 podría ser peor que la que siguió a la crisis financiera de 2008 y requerirá una respuesta sin precedentes, advirtió este lunes la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) durante una conferencia telefónica del G20.

Kristalina Georgieva pidió a las economías avanzadas brindar más apoyo a los países de bajos ingresos, que enfrentan una salida masiva de capital, y dijo que el FMI está “listo para desplegar toda (su) capacidad de préstamo de un billón de dólares”.

En un comunicado, Georgieva dijo que advirtió a los ministros de Finanzas y presidentes de bancos centrales del G20 que dadas las detenciones masivas de actividad para frenar la propagación del virus, las perspectivas para el crecimiento global en 2020 “son negativas”, y advirtió “una recesión al menos tan mala como durante la crisis financiera mundial o peor”.

La economía mundial se contrajo un 0.6% en 2009 por la crisis de 2008, pero en ese momento los principales mercados emergentes, como China e India, estaban creciendo a un ritmo rápido.

En contraste, la pandemia de coronavirus está causando un desastre económico y humano en todo el mundo, y algunos analistas anticipan una contracción del 1.5%.

“Los costos humanos de la pandemia de coronavirus ya son inconmensurables y todos los países deben trabajar juntos para proteger a las personas y limitar el daño económico”. Sin embargo, los mercados emergentes y los países de bajos ingresos enfrentan un desafío significativo y pueden necesitar apoyo financiero adicional e incluso alivio de la deuda, añadió Georgieva.

“Los inversores ya han eliminado 83,000 millones de dólares de los mercados emergentes desde el comienzo de la crisis, la mayor salida de capital jamás registrada”, dijo.

Casi 80 de los 189 países miembros del FMI ya solicitaron asistencia financiera de emergencia al organismo multilateral para enfrentar el brote del nuevo coronavirus, señaló, sin precisar de qué países se trata.

A pesar de la gravedad de la situación, Georgieva dijo que el FMI espera una recuperación en 2021, para lo cual, dijo, es primordial priorizar la contención y fortalecer los sistemas de salud, en todas partes.

“El impacto económico es y será grave, pero cuanto más rápido se detenga el virus, más rápida y fuerte será la recuperación”, afirmó.

En una declaración aparte, el Banco Mundial señaló a la conferencia del G20 que aprobó un paquete de ayuda inmediata de 14,000 millones de dólares para enfrentar el impacto del coronavirus.

Luego de que el INEGI confirmara con cifras ajustadas por estacionalidad, que el Producto interno bruto (PIB) se contrajo 0.1% en el cuarto trimestre de 2019, sumando 4 trimestres consecutivos de contracción, el subgobernador del Banco de México (Banxico), Jonathan Heath, aclaró si México se encuentra en recesión o no.

A través de su cuenta de Twitter, el economista indicó que a pesar de haber experimentado 4 trimestres consecutivos de crecimiento negativo, no se puede afirmar la existencia de una recesión.

Explicó que se tienen que cumplir tres características para poder hablar de recesión: duración, difusión y profundidad.  Indicó que con 4 trimestres al hilo se confirma la premisa de “duración” (mínimo 2).

Sin embargo, detalló que las cuatro tasas son de apenas -0.1% cada una, lo cual no califica para el criterio de “profundidad “. “Una tasa de -0.1% no es estadísticamente diferente a cero”.

Añadió que tampoco se cumple con el criterio de “difusión”, es decir, que la caída sea generalizada, ya que mientras sí hay sectores con caídas, como la de construcción, hay muchos sectores con crecimiento positivo, tales como el de  como el de manufactura y el de comercio.

Sobre el dato confirmado hoy por el INEGI, la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX), manifestó su preocupación por la contracción de la economía, la que recordó es la primera caída anual desde 2009.

Ante eso, propuso acciones concretas para impulsar y reactivar la economía mexicana.

  1. Mejorar la confianza empresarial.
  2. Permitir la inversión privada en el sector energético.
  3. Capitalizar el aumento en el poder adquisitivo de los trabajadores para revertir el estancamiento del consumo.
  4. Aprovechar el debilitamiento del comercio entre China y EE.UU, sobre todo ante el contexto de la aprobación del nuevo T-MEC.
  5. Reactivar la construcción será fundamental para recuperar el ritmo de creación de empleos.
  6. Evitar los subejercicios que frenan la actividad económica y la generación de empleos. Ejercer el gasto de forma eficiente.

La economía mexicana está en “recesión técnica” por presentar tres trimestres consecutivos de contracción, aunque para el 2020 se pronostica una recuperación “ligera” y un crecimiento del 1.3 % del PIB, señaló este jueves la agencia calificadora Moody’s.

“Desde nuestro punto de vista consideramos que, efectivamente, México clasifica como una economía en recesión técnica. De que si la recesión es ligera o prácticamente se encuentra en estancamiento, es una discusión que está en la mesa”, explicó Alfredo Coutiño, director en Moody’s Analytics y responsable de análisis económico y pronósticos para América Latina.

Y es que el término recesión ha causado controversia desde noviembre pasado, cuando el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), al ajustar los datos económicos, reveló que el PIB se contrajo 0.1% durante tres trimestres consecutivos desde el periodo octubre-diciembre de 2018, y creció un 0% en el tercer trimestre de 2019.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), por ejemplo, redujo este jueves de 0.2% a 0% su pronóstico de crecimiento para México en 2019, aunque su titular, Alicia Bárcena, descartó que esto signifique recesión, una postura compartida por el gobierno mexicano e, inclusive, por algunos grupos empresariales.

“Si eso no se llama recesión, entonces yo creo que habría que definir otro concepto o inventar otro concepto”, declaró Coutiño al argumentar que Moody’s utiliza la definición que usan los mercados financieros en “prácticamente” todo el mundo, que se refiere a una contracción económica por dos trimestres consecutivos.

El analista apuntó que las correcciones del Inegi han tendido a la baja, por lo que no descarta que en febrero del próximo año, cuando el instituto revise el crecimiento de todos los trimestres del 2019, se registre una mayor contracción.

“Tienen una alta probabilidad de que, incluso en 2019, presente un crecimiento negativo. Esto nos lleva a que las perspectivas para el 2020 serían incluso menos favorables que las que estamos presentando actualmente”, precisó Coutiño.

Pese al panorama de este año, el directivo de Moody’s prevé una recuperación para 2020, aunque “sujeta a riesgos muy importantes”. Los factores que contribuirán al crecimiento, enunció, serán una política monetaria menos restrictiva y un programa fiscal de apoyo a los programas sociales de la nueva administración.

También destacó el programa de infraestructura de más de 43,000 millones de dólares de inversión privada, anunciado en noviembre por el presidente Andrés Manuel López Obrador y el sector privado.

El especialista expuso que el efecto negativo que provoca un cambio de gobierno en la economía “se vio agravado” en México por la falta de políticas que garantizaran certidumbre.

El coordinador de los diputados de Morena, Mario Delgado, sostuvo que su grupo parlamentario no aceptará reducir en menos del 50 por ciento el financiamiento público a los partidos políticos.

Sostuvo que la reducción del costo de la política debe ser significativa y subrayó que buscarán construir los consensos para aprobar la reforma constitucional que reduce el 50 por ciento el presupuesto a los partidos.

“La idea es reducir en 50 por ciento sus recursos y si el 10 por ciento genera consenso, a nosotros no nos sirve porque la gente no va a estar satisfecha con eso. Tiene que haber una reducción significativa en el costo de la política, en el financiamiento a los partidos”, señaló el diputado en una rueda de prensa.

El líder parlamentario explicó que los partidos tienen alrededor de 15 mil millones de pesos que se dividen en tres rubros: financiamiento local, prerrogativas en tiempos de radio y televisión y actividades ordinarias.

En ese sentido, apuntó que la propuesta de Morena es disminuir a la mitad una de estas tres bolsas, por lo que es factible esta reforma si se pone en esa perspectiva. “Morena va por una reducción del 50 por ciento y ya hay dictamen”, insistió.

Delgado Carrillo explicó que esta es una reforma constitucional que debe ser avalada por los congresos locales, pero si se establece que entra en vigor al momento de su publicación se aplicaría ya en el siguiente mes.

Respecto de la reducción de presupuesto que recibirá el Instituto Nacional Electoral (INE) en el ejercicio fiscal de 2020, el diputado indicó que se realizaron modificaciones al salario de algunos consejeros que ganaban por encima de lo que percibe el Presidente.

En otro tema, Delgado Carrillo sostuvo que en caso de entrar en una recesión económica, en una definición estricta del término, el grupo parlamentario de Morena estaría dispuesto a acompañar el eventual plan que el gobierno federal emprenda para incentivar la economía.

Sin embargo, aclaró que en una definición estricta, no estamos todavía en recesión. “Necesitamos la cifra anualizada del trimestre, una vez ajustada por estacionalidad. Entonces vamos a esperar”, remató.

El INEGI presentó los resultados del Producto Interno Bruto (PIB), los cuales indican que no reportó variación en  términos reales durante el tercer trimestre de 2019 respecto al precedente, con cifras ajustadas por estacionalidad.

Es decir, el dato de 0.1% de crecimiento dado a conocer a finales de octubre fue ajustado a la baja.

Con los datos publicados esta mañana por el INEGI, se revisaron a la baja las tasas de crecimiento del PIB para 3 de los últimos 4 trimestres.

  • 4T18: -0.1%
  • 1T19: -0.1%
  • 2T19: -0.1%
  • 3T19: 0.0%

Con dicha corrección, se registraron tres trimestres consecutivos de retrocesos, por lo que la economía nacional habría caído en recesión técnica, tal como lo señalaron diversos economistas, pese a que el gobierno negó que eso hubiera ocurrido.

Por componentes, el PIB de las Actividades Primarias aumentó 3.3% y el de las Terciarias en 0.1%, en tanto que el de las Secundarias disminuyó 0.1% en el trimestre julio-septiembre de este año frente al trimestre previo.

En su comparación anual, el Producto Interno Bruto tuvo un descenso real de (‑)0.2% en el tercer trimestre del año actual con relación al mismo lapso de 2018.

Por grandes grupos de actividades económicas, el PIB de las Actividades Primarias creció 5.4% y el de las Terciarias 0.1%, mientras que el de las Secundarias retrocedió 1.5% en igual periodo.

El director general del Banco de Pagos Internacionales (BPI), Agustín Carstens, consideró que la posibilidad de una recesión a nivel mundial es baja, aunque sí existe y no se puede descartar.

Tras participar en la celebración del 25 Aniversario de la Autonomía del Banco de México (Banxico), dijo que la economía mundial se ha desacelerado, con un crecimiento más bajo desde la crisis financiera global, situación sincronizada, ya que diferentes “tipos de países están observando esa agonía”.

El exgobernador del Banxico comentó que los bancos centrales han implementado acciones para promover el crecimiento, como tasas de interés negativas y aun así la economía no repunta.

Ante dicho panorama, consideró fundamental la existencia de una mayor coordinación de políticas no solo de la monetaria con la fiscal, sino también con la comercial, ya que si se resolvieran las disputas comerciales la economía mundial estaría creciendo más.

Opinó además que los países emergentes han tratado de obtener ventaja del menor nivel de tasas de interés a nivel mundial, al reducir también sus tasas, pero tienen ahora un reto que es la volatilidad de los flujos de capitales.

“Hasta ahora han estado bien, se han podido manejar, pero cuando empiezan a subir las tasas de interés en los países avanzados podría haber más volatilidad. Hasta ahora los países emergentes han utilizado bien sus grados de libertad, pero se tienen que preparar para los retos del futuro.

Durante su ponencia, Agustín Carstens consideró que podrían presentarse circunstancias en las que el instituto central pudiera ser flexible en coadyuvar con el gobierno federal en perseguir un mejor desempeño de la economía nacional.

Sin embargo, sostuvo, si el instituto emisor tiene la capacidad de influir de esa manera, sin poner en riesgo el cumplimiento de su objetivo prioritario, debería actuar en consecuencia.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) sostuvo esta mañana en materia económica el país va bien, y negó que haya recesión como apuntas sus opositores.

Y es que tras conocerse que la economía avanzó ligeramente en el tercer trimestre, cifra que no fue suficiente para superar el estancamiento por el que atraviesa, diversos analistas apuntan a que México está próximo a entrar en recesión.

Según el INEGI, el Producto Interno Bruto (PIB) aumentó un 0.1% entre julio y septiembre, una leve mejora comparado con el nulo crecimiento registrado en el segundo trimestre.

“En materia económica, de acuerdo a mis datos, vamos muy bien, muy bien, habría que ver todos los indicadores, no solo el del crecimiento”, dijo López Obrador.

“No hay técnicamente recesión, no hay recesión, se están creando empleos, el salario ha aumentado como nunca, la economía popular anda bien”, agregó.

El mandatario resaltó que existen finanzas publicas “fuertes y sanas” y que su gobierno no gasta por gastar como lo hicieron anteriores gobiernos.

AMLO había proyectado a inicios de su administración que el crecimiento económico llegaría a un 2% en 2019; sin embargo, en las últimas semanas ha dicho que es más importante el desarrollo económico y la distribución de la riqueza antes que las cifras del PIB.

López Obrador dijo que no hay recesión y argumentó que el avance escaso “es porque estamos poniendo orden; ya no es gastar por gastar, no es otorgar contratos a diestra y siniestra”.

La titular de la Secretaría de Economía, Graciela Márquez Colín, informó que se adelantarán licitaciones de infraestructura para detonar el crecimiento económico en México, como medida contracíclica, ya que México no cuenta con este tipo de fondos.

La funcionaria expuso que dicho instrumento puede ser un blindaje para enfrentar la desaceleración mundial, al fortalecer la capacidad de respuesta de la economía mexicana.

“Una compra pública, una licitación tiene, lo que los economistas denominan, un multiplicador, un impacto en la economía de manera inmediata. Entonces, esto lo queremos usar como una medida contracíclica. México no tiene fondos contracíclicos como ocurre en otros países”, explicó.

Durante su comparecencia con motivo de la Glosa del Primer Informe de Gobierno, ante las Comisiones Unidas de Economía, Comercio y Competitividad, y de Economía Social y Fomento del Cooperativismo de la Cámara de Diputados, Márquez Colín dijo que la dependencia que encabeza participó en una mesa de infraestructura, en donde el sector privado propuso una cartera muy amplia de proyectos de infraestructura de carácter privado y las cuales están revisando.

“Estamos próximos a hacer un anuncio de un plan muy ambicioso de infraestructura. Una de las propuestas concretas es adelantar licitaciones, de manera que haya una reactivación, que la licitación misma detona un cierto crecimiento”, destacó.

Consideró que pueden empezar a hacer la licitación de proyectos de inversión que se desarrollen en el 2020 y no esperar hasta el arranque del año.

La secretaria federal también afirmó que México tiene características que lo hacen resiliente a un riesgo de recesión internacional, ya que es una de las economías más abiertas del mundo y eso, tiene que ser una palanca de desarrollo.

“Tenemos el riesgo de recesión en la economía internacional, y si no de recesión, sí de una desaceleración pronunciada (…) México tiene características que lo hacen resiliente a ese contexto internacional adverso del que he hablado, es una de las economías más abiertas del mundo y eso, tiene que ser una palanca de desarrollo”, expuso.

Además, enfatizó, en el contexto de las disputas comerciales entre países como Estados Unidos y China, México tiene que encontrar oportunidades para justamente redireccionar el crecimiento.

Confió que ante la “intensa fase de discusión” por la ratificación del Tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), su entrada en vigor “redinamice la economía mexicana”, aunque reconoció que “no debemos confiar todo en el T-MEC”.

El titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Arturo Herrera Gutiérrez, aseguró que ante el panorama de la economía global, México debe estar preparado para una eventual recesión.

El funcionario señaló que no es un secreto las tensiones internacionales y el proceso de desaceleración que se vive a nivel global, por lo que están siendo prudentes con las finanzas públicas y realizan una serie de programas para impulsar la demanda agregada.

“Tenemos 33 trimestres sin una recesión, con crecimientos muy mediocres, porque ha sido muy mediocre en los últimos años”, dijo Herrera.

El titular de la SHCP consideró necesario que el país construya una política contracíclica, pues los vaivenes existirán por siempre, por lo que recomendó un fondo específico que cuando crezca por arriba de la tendencia se use en inversión y en infraestructura.

“No podemos darnos el lujo de incrementar nuestro déficit de 2.0 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), pero sí podemos irlo construyendo poco a poco, de tal forma que para los siguientes fenómenos estemos con un país listo para ello, agregó.

Al participar en un foro organizado por Forbes, el secretario federal destacó que en la SCHP  son muy cuidadosos en el proceso de ratificación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), el cual confió en que se apruebe en las próximas semanas, pues dijo, su ratificación cambiaría las condiciones de México.

Herrera Gutiérrez expuso que de lograr la ratificación del acuerdo comercial habría un entorno internacional incierto, con “una vía de certeza casi única en este contexto para México, Canadá y Estados Unidos.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) volvió a rechazar que exista riesgo de recesión económica en México, como pronosticaban sus adversarios, y resaltó el respaldo de organismos internacionales.

“Nosotros tenemos una economía sana completamente, admirable hasta por los organismos financieros internacionales, cada vez lo reconocen más. La banca internacional habla de equilibrios macroeconómicos y que la economía de México está sólida, no tenemos ningún asomo de crisis, de recesión”, dijo AMLO.

Incluso dijo que se hablaba de que se podía caer en recesión, y de que las calificadoras iban a bajar sus notas; “ahora ya nada de eso es noticia”, señaló durante su conferencia de prensa matutina.

El mandatario afirmó que el tener una “economía sólida”, fue incluso uno de los argumentos del Banco de México para bajar las tasas de interés en recientes días.

También dijo que instituciones internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) están dando la confianza al Gobierno de México.

Reiteró el compromiso de su gobierno de no aumentar la deuda, por lo que negó que se esté financiando el gasto con deuda, sino que por el contrario, se está financiando fundamentalmente con los ahorros, con no permitir la corrupción y con un gobierno “austero, sin excesos”.

Dijo que los ahorros permiten poder financiar los programas de bienestar y el desarrollo.

Aprovechó para aclarar que tal como lo ha informado la Secretaría de Hacienda, se renovará el crédito flexible que México tiene con el FMl y que vence el 31 de este mes. Explicó que  es un fondo que no se utiliza, es decir, que no se ejerce, pero que sirve para tener solidez en las finanzas públicas ante alguna contingencia.

Este viernes, Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, descartó una posible recesión y afirmó que el banco central continuará actuando “como sea apropiado” para mantener la expansión económica de su país, reiterando un compromiso que los mercados financieros han tomado como una señal de un nuevo recorte de tasas de interés.

“Nuestra obligación es usar nuestras herramientas para apoyar a la economía, y eso es lo que seguiremos haciendo”, dijo Powell desde la Universidad de Zúrich.

Cabe recordar que la Reserva Federal recortó sus tasas de interés en un cuarto de punto porcentual en el mes de julio, en lo que Powell describió como una garantía contra una recesión en medio de la incertidumbre sobre la política comercial y una desaceleración global.

Desde entonces, la incertidumbre comercial ha aumentado debido a que Estados Unidos y China se impusieron uno al otro nuevos aranceles a las importaciones, aunque prometieron que sostendrían conversaciones para intentar alcanzar un acuerdo comercial a comienzos de octubre.

La Casa Blanca considera reducir los impuestos y los aranceles para evitar la entrada de Estados Unidos en una recesión, informaron diversos medios estadounidenses, a pesar de la insistencia de Donald Trump sobre la buena salud de la economía de su país.

Según The Washington Post, la administración Trump estudia varias medidas para estimular la economía estadounidense, entre ellas una bajada temporal de los impuestos de los salarios para mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores.

Por su parte The New York Times, La Casa Blanca podría renunciar también a los nuevos aranceles impuestos por la administración Trump a las importaciones chinas en el contexto de la guerra comercial con Pekín.

Estas medidas están en estudio, y los funcionarios que manejan estas ideas aún no han buscado la opinión de Trump, que en caso de aceptarlas aún necesitaría la aprobación del Congreso, aclararon los dos medios.

Sin embargo, “reducir los impuestos de los salarios no es algo que se esté estudiando en este momento”, respondió La Casa Blanca al The Washington Post.

El impuesto sobre el trabajo se redujo temporalmente en 2011 y 2012 bajo el mandato del presidente Barack Obama para tratar de sacar a la economía estadounidense del estancamiento después de la crisis financiera de 2008.

Según una encuesta publicada el domingo por la Asociación Nacional de Economistas de Negocios (NABE), casi tres cuartas partes de los economistas estadounidenses esperan una recesión para 2021.

Una opinión que no comparte Trump: “No creo que vaya a haber una recesión y nos está yendo terriblemente bien”, dijo el mandatario a periodistas el domingo.