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El presidente electo y actual vicepresidente de Taiwán, William Lai (Lai Ching-te), visitó este miércoles el condado de Hualien al sureste del país, la zona más afectada por el fuerte terremoto que sacudió Taiwán a primera hora, y prometió un paquete completo de ayudas a las víctimas.

En un discurso frente a uno de los edificios colapsados en Hualien, Lai señaló que la tarea más importante ahora es rescatar a las personas atrapadas o desaparecidas, que según las últimas cifras oficiales son 127; así como garantizar que los heridos reciban una atención médica adecuada.

El mandatario electo subrayó que “ayudará plenamente” a los gobiernos locales en las labores de reconstrucción y ayuda, al tiempo que proporcionará subsidios y “medidas de apoyo completas” a las víctimas.

“En el pasado se han producido terremotos en Tainan, Hualien y en el centro (de Taiwán). El Gobierno central tiene un conjunto completo de medidas para cooperar con los gobiernos locales y ayudarlos a salir de las dificultades de los terremotos lo antes posible”, aseveró Lai, agregando que el Ejecutivo ya transfirió 300 millones de dólares taiwaneses al condado de Hualien.

Los reportes señalan por ahora al menos nueve personas murtas, 821 heridas y 28 edificios que se derrumbaron total o parcialmente tras el terremoto, que ya ha dejado más de 150 réplicas de diferentes magnitudes.

El sismo, cuya magnitud fue de 7.2 según la Agencia Meteorológica Central (CWA) de Taiwán y de 7.4 de acuerdo al Servicio Geológico de Estados Unidos, ocurrió a las 7:58 del miércoles en el mar, concretamente 25 kilómetros al sureste del condado de Hualien.

Este terremoto es el más intenso que ha sufrido Taiwán desde el 21 de septiembre de 1999, cuando un temblor de magnitud 7.6 acabó con la vida de 2,416 personas.

Recordemos que a Taiwán se asienta en la confluencia de las placas filipina y eurasiática, por lo que los terremotos son frecuentes en la isla.

El secretario de estado norteamericano, Antony Blinken, se reunió este viernes en Washington con el ministro del Departamento de Enlace Internacional del Partido Comunista Chino (PCCh), Liu Jianchao, horas antes de que Taiwán celebre su elecciones presidenciales.

El encuentro tiene lugar un día antes de las elecciones presidenciales y parlamentarias en Taiwán, en las que los ciudadanos de la isla decidirán al sucesor de la presidenta Tsai Ing-wen.

La cuestión taiwanesa sigue siendo uno de los principales puntos de fricción entre China y EUA, que, al margen de ser el principal suministrador de armas de Taiwán, se podría ver ante la tesitura de tener que defender a la isla en caso de conflicto.

El diciembre pasado, ambos países retomaron el diálogo militar de alto nivel, suspendido por China después de que la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, visitó Taiwán en agosto de 2022, un viaje que enfureció a las autoridades chinas.

Los presidentes chino y estadounidense, Xi Jinping y Joe Biden, respectivamente, acordaron la reanudación de los diálogos castrenses durante la reunión que mantuvieron en noviembre en el marco de la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en San Francisco, California.

Más de 19 millones de taiwaneses están habilitados para votar en las elecciones de mañana, en las que el candidato oficialista del Partido Democrático Progresista (PDP), William Lai (Lai Ching-te) competirá con los aspirantes del Kuomintang (KMT), Hou Yu-ih, y del Partido Popular de Taiwán (TPP), Ko Wen-je.

El mandato actual del PDP ha estado marcado por el recrudecimiento de las tensiones con China y Pekín; ve a Lai como un “separatista” del PDP, partido con el que China cortó la comunicación en 2016 después de que la formación ganara los comicios de aquel año.

Aunque ninguno de los aspirantes habla de romper el statu quo actual, en el que Taiwán no ha declarado formalmente la independencia pero tampoco está bajo control de China, una nueva victoria del PDP, la tercera consecutiva, constituiría el peor de los escenarios para Pekín, que confía en culminar la “reunificación” nacional antes de 2049, cuando se cumplirán cien años del nacimiento de la República Popular China.

Taiwán se ha gobernado de manera autónoma desde 1949, aunque China reclama la soberanía sobre la isla, a la que considera una provincia rebelde para cuya “reunificación” no ha descartado el uso de la fuerza.

La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, defendió que su polémico viaje a Taiwán “ha merecido la pena” y cuestionó la respuesta de China, a cuyo presidente ha acusado de actuar “como un matón asustado” por ordenar las mayores maniobras militares recientes en esa zona.

“Lo que China está haciendo es lo que suele hacer”, dijo Pelosi en varias entrevistas televisivas, con las que ha intentado salir al paso de las críticas recibidas por un viaje realizado al margen de la Administración de Joe Biden y que, a ojos de Pekín, resultó una “provocación”.

La tercera mayor autoridad de Estados Unidos ha asegurado que ha recibido un apoyo “abrumador” por parte de los dos principales partidos de su país, señalando que Pekín no puede “aislar” a Taiwán limitando las relaciones de la isla con otros gobiernos.

Y es que recordemos que China reivindica como parte de su territorio Taiwán, que de facto funciona como país independiente.

Para Pelosi, si Xi ha reaccionado con negativamente a la visita se debe a “sus propias inseguridades”, ya que considera que el mandatario chino, que aspira a un tercer mandato, se encuentra en una posición “frágil”, con “problemas” principalmente en el ámbito económico.

El Ejército chino emprendió la semana pasada ejercicios militares sin precedentes en torno a Taiwán, hasta el punto de dejar bloqueada la isla.

El Gobierno taiwanés ha acusado a Pekín de preparar lo que podría ser una invasión, una hipótesis que el presidente Joe Biden descartó esta semana.

China anunció este viernes que suspendía su cooperación con Estados Unidos en varios ámbitos clave, incluyendo el clima y la defensa, en represalia a la visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi.

China lleva a cabo desde ayer maniobras militares en torno a Taiwán, las mayores hasta la fecha, pese a la condena de Estados Unidos y otros aliados occidentales.

Hoy, el ministerio chino de Exteriores volvió a arremeter contra Estados Unidos, suspendiendo las conversaciones y la cooperación en ámbitos, incluidos los relativos a la lucha contra el cambio climático, esto luego de que los dos países más contaminantes del mundo se comprometieron el año pasado a trabajar juntos para acelerar la acción climática, y prometieron reunirse regularmente para “abordar la crisis climática”.

Pelosi, que también fue sancionada por China por la visita, defendió su viaje a Taiwán y aseguró este viernes que Estados Unidos “no permitirá” que China aísle a la isla.

Taiwán también condenó la respuesta de Pekín a la visita, y el primer ministro, Su Tseng-chang, pidió a sus aliados que presionen para reducir la tensión. “No esperábamos que el malvado vecino de al lado mostraría su poderío en nuestras puertas y arbitrariamente pondría en peligro las rutas marítimas más transitadas del mundo con sus ejercicios militares”.

China calificó los ejercicios bélicos, que se mantendrán hasta el próximo domingo, como una respuesta “necesaria” a la visita de Pelosi.

Taiwán afirmó que 68 aviones de combate y 13 barcos de guerra chinos cruzaron la llamada “línea media” del estrecho que separa la isla de China continental este viernes. La línea media es una coordenada no oficial pero de aceptación general, a medio camino entre las costas de China continental y las de Taiwán.

Las acciones de China incluyeron un “ataque con misiles convencionales” en la costa al este de Taiwán, dijo el ejército chino. La cadena estatal CCTV informó de que los misiles chinos habían sobrevolado Taiwán, lo que supondría una gran escalada si se confirma oficialmente.

Y es que el Partido Comunista Chino considera a Taiwán como parte de su territorio y ha prometido tomarlo algún día, por la fuerza si es necesario.

Pero la escala y la intensidad de las maniobras provocaron la indignación de Estados Unidos y otros países. Estas maniobras constituyen “una escalada significativa”, estimó el Secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, tras mantener conversaciones con cancilleres del este de Asia en Camboya. Para Blinken, la visita de Pelosi no “justificaba” los ejercicios lanzados por Pekín.

Japón presentó una queja diplomática formal contra China, ya que cinco misiles cayeron presuntamente en su zona económica exclusiva (ZEE) .

Y Australia, que mantiene una relación complicada con China, su mayor socio comercial, tachó de “desproporcionadas y desestabilizadoras” las maniobras militares.

La hipótesis de una invasión de Taiwán, con 23 millones de habitantes, es poco probable. Pero, desde la elección en 2016 de la actual presidenta, Tsai Ing-wen han aumentado las amenazas de llevarla a cabo. Tsai, que a diferencia del gobierno anterior pertenece a un partido independentista, se niega a reconocer que la isla y la parte continental forman parte de “una misma China”.

China disparó múltiples misiles este jueves cerca de Taiwán, en las maniobras militares más extensas en la zona, un día después de que la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, finalizara su visita por la isla.

Los ejercicios comenzaron a mediodía e incluyeron fuego real en aguas del norte, sur y este de Taiwán, que Pekín reclama como propias; esto lleva a que la zona del estrecho esté en su peor momento en un cuarto de siglo.

El Ejército chino dijo alrededor de las 15:30 horas local que realizó múltiples disparos de misiles convencionales en aguas del este de Taiwán como parte de los ejercicios planificados en seis zonas diferentes que se extenderán hasta el mediodía del domingo.

El Ministerio de Defensa de Taiwán dijo que se habían disparado 11 misiles balísticos chinos Dongfeng en aguas cercanas a la isla. La última vez que esto ocurrió fue en 1996.

Las autoridades taiwanesas dijeron que los ejercicios violan las normas de Naciones Unidas, invaden su espacio y amenazan la libre navegación aérea y marítima.

Taiwán es un país autogobernado desde 1949, cuando los comunistas de Mao Zedong tomaron el poder en Pekín tras derrotar a los nacionalistas del Kuomintang (KMT) de Chiang Kai-shek en una guerra civil, lo que llevó al gobierno del KMT a retirarse a la isla.

La visita no anunciada de Pelosi desafió las advertencias de China, que considera la isla como una provincia rebelde.

Antes del inicio oficial de las maniobras, barcos y aviones militares chinos cruzaron brevemente la línea divisoria del estrecho de Taiwán varias veces por la mañana. A mediodía, buques de guerra de ambas partes estaban en la zona y muy cerca unos de otros. Taiwán envió aviones y desplegó sistemas de misiles para rastrear aviones chinos que cruzaban la línea.

China, que lleva tiempo diciendo que se reserva el derecho a tomar Taiwán por la fuerza, dice que sus diferencias con la isla son un asunto interno. Taiwán dijo que las páginas web de sus ministerios de Defensa y de Relaciones Exteriores y de la oficina presidencial fueron atacadas por los hackers, y advirtió de la “guerra psicológica” que se avecina.

El ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, calificó la visita de Pelosi a Taiwán como un acto “demencial, irresponsable y altamente irracional” por parte de Estados Unidos, informó la cadena estatal CCTV.

Reiteró que China había hecho el máximo esfuerzo diplomático para evitar la crisis, pero que nunca permitiría que se perjudicaran sus intereses fundamentales.

En Broojula, Ana Paula Ordorica hace un amplio análisis sobre la visita de Pelosi a Taiwán, con el comentario de Fausto Pretelin, analista internacional y columnista de El Economista.

China ha bloqueado la importación de cítricos y pescado de Taiwán, en represalia por la visita de la legisladora estadounidense Nancy Pelosi, pero evitó afectar las relaciones de tecnología y manufactura más importantes del mundo.

Hoy, Beijing bloqueó las importaciones de cítricos y de pez sable y caballa congelados de Taiwán después de la visita a la isla de Pelosi, la presidenta de la Cámara de Representantes.

Sin embargo, China no ha interrumpido el flujo de chips y otros componentes industriales, una medida que hubiera afectado severamente la frágil economía global.

Asimismo, esta semana China bloqueó la importación de otros alimentos de Taiwán como galletas y mariscos, aunque los plazos no estaban claros. El sitio web de la aduana mostró que la importación de esos productos estaba “suspendida”.

La fruta, el pescado y otros alimentos son una pequeña parte de las exportaciones de Taiwán a China, pero la medida perjudica a sectores que se considera partidarios de la presidenta Tsai Ing-wen.

Beijing ha utilizado el bloqueo de importaciones de bananas, vino, carbón y otros bienes como palancas en disputas con Australia, Filipinas y otros Estados.

Beijing anunció también cuatro días de operaciones militares con disparos de artillería en las aguas en torno de Taiwán, lo que podría demorar o trastornar el transporte marítimo de la isla, uno de los mayores comerciantes globales.

El Partido Comunista dice que la visita de Pelosi podría envalentonar a Taiwán para declarar permanente su independencia de facto de décadas. Según Beijing, eso provocaría una guerra.

El continente y la isla, divididos desde 1949 a raíz de una guerra civil, no tienen relaciones oficiales, pero sí mantienen lazos comerciales multimillonarios, sobre todo en la provisión de chips para las fábricas chinas armadoras de los teléfonos celulares y otros artefactos electrónicos que utiliza el mundo.

Construyeron ese negocio durante las décadas en que Beijing amenazaba imponer el régimen del Partido Comunista mediante un ataque a la isla autónoma.

El comercio bilateral aumentó 26% el año pasado a 328,300 millones de dólares. Taiwán, que fabrica la mitad de los chips del mundo y tiene tecnologías que el continente no puede igualar, dijo que las ventas a las fábricas chinas aumentaron 24.4% a 104,300 millones de dólares.

La presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi, llegó este martes a Taiwán, ignorando las advertencias que hiciera el gobierno Chino, que denunció las acciones “extremadamente peligrosas” de Washington y amenazó con ataques “selectivos” de represalia.

Las imágenes difundidas por cadenas internacionales mostraron a la legisladora demócrata, de 82 años, a su llegada al aeropuerto Songshan de Taipéi, donde fue recibida por el ministro taiwanés de Relaciones Exteriores, Joseph Wu.

La visita muestra el “apoyo incondicional” de Estados Unidos a la isla, aunque “no contradice” la política de Washington hacia China, dijo un comunicado del gabinete de Pelosi. En tanto la cancillería taiwanesa aseguró que la visita muestra el apoyo “sólido” de Washington a la isla.

China, que considera a Taiwán como una provincia rebelde, anunció poco antes que sus aviones caza habían cruzado el estrecho de Taiwán y prometió “acciones militares selectivas” de represalia.

Advirtió que Estados Unidos cargará con la responsabilidad y “pagará el precio por socavar la soberanía y la seguridad de China”, según una portavoz de la diplomacia china.

El gobierno de Pekín afirmó que Estados Unidos está desplegando acciones “extremadamente peligrosas” y advirtió que “quienes juegan con fuego, morirán quemados”. El ejército taiwanés negó que aviones chinos hubiesen cruzado el estrecho.

China y Taiwán están separadas de hecho desde 1949, cuando las tropas comunistas de Mao Zedong derrotaron a los nacionalistas, que se refugiaron en la isla. Estados Unidos reconoció en 1979 al gobierno de Pekín como representante de China, aunque siguió dando respaldo militar a Taiwán.

Pelosi, que llegó a la isla en el marco de una gira asiática, es la funcionaria de más alto rango en visitar Taiwán desde su predecesor Newt Gingrich en 1997.

Rusia se sumó al tema y expresó su “solidaridad absoluta” con su aliado chino, en un gesto en concomitancia con la negativa de Pekín a condenar la invasión rusa de Ucrania.

La “reunificación” de China es un objetivo prioritario para el presidente chino, Xi Jinping, quien la semana pasada le dijo formalmente a Biden por teléfono que evitara “jugar con fuego”.

Expertos han señalado que los políticos y altos funcionarios estadounidenses suelen mantener sus visitas a Taiwán en completo secreto hasta que aterrizan, con el fin de no provocar reacciones por parte del gobierno chino. Además, la visita de Pelosi a Taiwán fue objeto de todo tipo de conjeturas en los últimos días.

La prensa destacó que la visita de Pelosi a Taiwán podría tener un trasfondo: se produciría en momentos en que el Senado de Estados Unidos se prepara para aprobar una legislación que destinaría cerca de 52 mil millones de dólares en subsidios a la producción de semiconductores, así como créditos fiscales de 24 mil millones para sus plantas.

Pero, ¿cuál sería la relación de esto con Pelosi? Su esposo Paul Pelosi, compró y vendió en días recientes acciones de NVIDIA, una empresa de chips, cuyas acciones se dispararon en ese lapso, cerca del 10% de su valor. Y es justo en Taiwán donde tiene su sede TSMC, el fabricante de chips más grande del mundo, la cual podría ser una de las empresas que recibiría subsidios para la planta que tiene en Arizona.

La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, la demócrata Nancy Pelosi, inició este lunes una gira por Asia, en medio de crecientes tensiones con China por la cuestión de Taiwán.

En medio de las expectativas sobre si Pelosi va a efectuar una visita a Taiwán, la líder de la Cámara Baja estadounidense se reunió con el primer ministro de Singapur, Lee Hsien Loong, quien abogó por la estabilidad del vínculo entre Washington y Pekín.

“El primer ministro Lee destacó la importancia de que haya una relación estable entre Estados Unidos y China para la paz y la seguridad regional”, según un comunicado difundido por el ministerio de Relaciones Exteriores de Singapur.

La delegación encabezada por Pelosi visitará Singapur, Malasia, Corea del Sur y Japón, pero las expectativas sobre una posible escala en Taiwán centran la atención de la gira.

Las cadena CNN y la taiwanesa TVBS afirmaron este lunes, sin identificar sus fuentes, que Pelosi tiene a Taiwán incluida en su gira.

Los reportes sobre un plan para visitar Taiwán han indignado a China y provocó molestias incluso en La Casa Blanca, en medio de intentos del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de suavizar las fricciones con Pekín.

El ministerio chino de Relaciones Exteriores advirtió que una visita de Pelosi a Taiwán “amenazaría seriamente la paz y la estabilidad” del estrecho de Taiwán.

“Si la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, visita Taiwán, China tomará contramedidas firmes y decididas para defender su soberanía e integridad territorial”, dijo el portavoz del ministerio Zhao Lijian, sin detallar cuáles.

Y es que China considera a Taiwán como una de sus provincias que aún no ha conseguido reunificar con el resto de su territorio desde el final de la guerra civil china y evoca reiteradamente la posibilidad de recuperarla, por la fuerza si fuera necesario.

El gobierno chino se opone a cualquier iniciativa que otorgue legitimidad internacional a las autoridades taiwanesas y a todo contacto oficial entre Taiwán y otros países.

El despacho de Pelosi confirmó el viaje a Asia sólo una vez que la líder demócrata ya había despegado, tras días de especulaciones y negativas a confirmar el itinerario.

“Nuestra delegación mantendrá reuniones de alto nivel para discutir cómo podemos seguir avanzando en nuestros intereses y valores compartidos, incluyendo la paz y la seguridad, el crecimiento económico y el comercio, la pandemia de covid-19, la crisis climática, los derechos humanos y la gobernanza democrática”, dijo Pelosi en la nota.

El comunicado no hace ninguna referencia a Taiwán, pero los políticos y altos funcionarios estadounidenses suelen mantener sus desplazamientos a esta isla en secreto hasta que aterrizan.

Esta isla de 23 millones de habitantes, lleva años lidiando con el temor de una invasión, pero esta amenaza se ha intensificado durante la presidencia de Xi Jinping.

Estados Unidos sostiene una “ambigüedad estratégica” con respecto a si sus tropas intervendrían en un conflicto. En el plano diplomático reconoce a Pekín y no a Taipéi, pero respalda al gobierno democrático de Taiwán y se opone a un cambio por la fuerza en el estatuto de la isla.

Los políticos estadounidenses suelen visitar discretamente Taiwán, pero un desplazamiento de Pelosi marcaría un hito desde la última visita de un líder de la Cámara de Representantes en 1997. La importancia de la visita radica en que por su cargo, Pelosi es el tercer puesto de representación más importante de Estados Unidos, después del presidente y la vicepresidenta.

China no dudará en iniciar una guerra si Taiwán declara su independencia, dijo un portavoz del ministerio de Defensa este viernes, después de una reunión entre el ministro chino de Defensa y su par estadounidense en Singapur.

“Si alguien se atreve a separar a Taiwán de China, el ejército chino no dudará en iniciar una guerra, cueste lo que cueste”, dijo Wu Qian citando al ministro de Defensa Wei Fenghe durante una reunión con el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin.

El ministro también dijo que Pekín “aplastará” cualquier complot de independencia de la isla y defenderá “con determinación la unificación de la patria”.

Los líderes de ambos países mantuvieron sus primeras conversaciones cara a cara en Singapur, al margen del llamado Diálogo de Shangri-la, un foro sobre seguridad.

Wei insistió en que Taiwán pertenece a China y que Estados Unidos no debería usar Taiwán para contener a China, según el ministerio.

Austin, por su lado, instó a Pekín a abstenerse de nuevas acciones desestabilizadoras hacia Taiwán, según precisó el Pentágono.

China considera esta isla de 24 millones de habitantes como una de sus provincias, aunque no controle el territorio. Taiwán, una isla democrática autogobernada, vive bajo la constante amenaza de una invasión por parte de China. Pekín considera la isla como su territorio y ha prometido tomarla algún día, por la fuerza si es necesario.

El gobierno y las compañías de China cortarán los lazos comerciales con las empresas estadounidenses que vendan armas a Taiwán, además de imponerles sanciones por atentar contra la soberanía y seguridad nacional, advirtió este martes el Ministerio chino de Relaciones Exteriores.

En conferencia de prensa, el portavoz de la cancillería china, Geng Shuang, aseguró que ni el gobierno ni las empresas de su país harán negocios o mantendrán lazos de cooperación con las estadounidenses implicadas en una acción que violan las leyes internacionales.

Asimismo, señaló que el envío de equipos bélicos a Taiwán también infringe seriamente las normas básicas sobre los nexos entre las distintas naciones del mundo, el principio de Una sola China y lo estipulado al respecto en nuestros tres comunicados firmados por Beijing y Washington.

La semana pasada, el Pentágono autorizó la venta de armamento y material de defensa para Taiwán por valor de dos mil 200 millones de dólares, lo cual fue criticado por las autoridades chinas, que siguen considerando a la isla como parte de su territorio.

El vocero de la cancillería denunció que la venta de armas es una violación del derecho internacional y perjudica la soberanía y la seguridad nacional de China, según el sitio web de Channel News Asia, con sede en Singapur.

El viernes pasado, China advirtió que sancionaría a las empresas estadounidenses que venden armas a Taiwán, pero sin dar mayores detalles, aunque probablemente empeorarán las ya de por sí dañadas relaciones con Washington.

Este jueves, un terremoto de magnitud 6.1 sacudió la isla de Taiwán, causando pánico en esa capital, y en la ciudad de Hualien donde se reportan al menos cinco personas lesionadas.

De acuerdo con un reporte del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), el sismo se registró en la costa este de Taiwán, a 16 kilómetros de Hualien, a una profundidad de 10 kilómetros.

Poco después, la Oficina Central de Meteorología de la isla, registró también dos réplicas de magnitud 4.1 y 3.1 pasados 16 y 31 minutos, respectivamente, después del terremoto.

El fuerte sismo sacudió la capital Taipéi, donde desencadenó el pánico y provocó que quedaran encerradas en ascensores decenas de personas. Un edificio recibió el impacto del sismo y quedó inclinado, apoyándose sobre otro, informaron medios locales.

El tren de alta velocidad de Taiwán y el metro de Taipéi suspendieron sus operaciones, pero aún no se ha informado de víctimas mortales y daños en Hualien, la ciudad más afectada por el sismo.

El 4 de febrero de 2018, un terremoto de 6.4 grados de magnitud en la escala de Ritcher azotó esa misma ciudad causando 17 muertos.

El supertifón Mangkhut, el cual ya es considerado como el más violento del año, ha causado al menos doce muertos en Filipinas, donde golpeó al norte con fuertes vientos y lluvias torrenciales; además de un muerto en Taiwán.

Alrededor de cuatro millones de habitantes se encontraron al paso del destructor tifón en el norte de Luzón, la principal isla del archipiélago filipino.

“Este número (de víctimas) debería aumentar a lo largo de las horas”, indicó Ricardo Jalad, jefe de la oficina nacional de la defensa civil.

Tras el paso de Mangkhut, que se dirige ahora hacia las zonas altamente pobladas del sur de China, los socorristas filipinos fueron desplegados en las regiones rurales y montañosas más afectadas. Los vientos alcanzaron hasta los 330 kilómetros por hora.

Según autoridades, más de 105 000 personas dejaron sus hogares huyendo de las consecuencias meteorológicas del tifón en esta región principalmente rural y agrícola.

 

Con información de AFP / Foto: Twitter @Canozzo1

Las autoridades de Taiwán informaron que hay personas atrapadas y daños en edificios e infraestructuras a causa del terremoto de 6.4 grados de magnitud en la escala de Richter que sacudió la isla y desencadenó el pánico entre los habitantes.

 

 

Varios edificios de la ciudad de Hualien (este de Taiwán) se encuentran muy dañados, al igual que algunas  infraestructuras, y han comenzado las operaciones para rescatar a las personas atrapadas, entre ellas una treintena en el Hotel Tongshuai, según las fuentes.

 

El terremoto, ocurrió a las 23.50 hora local tuvo su epicentro a 18,3 kilómetros al norte-noreste de la ciudad de Hualien, junto al océano Pacífico, indicó la Oficina Central de Meteorología de la isla.

 

En los últimos tres días se han registrado más de veinte movimientos de tierra diarios y el sismólogo Lee Chyi-tyi, de la Universidad Central, aseguró el lunes que la isla ha entrado en un ciclo sísmico de cien años.

 

Con información de EFE / Foto: Twitter