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Las autoridades de Nueva York advirtieron este lunes de que el “tsunami” del coronavirus está llegando y de que la ciudad espera todavía las “semanas más duras”, coincidiendo con la llegada a puerto del buque hospital USNS Comfort de las Fuerzas Armadas con el objetivo de ayudar a los hospitales de la ciudad.

“El tsunami está llegando. Lo sabemos, es el momento de reunir suministros y hacer las preparaciones porque ayer fue muy tarde”, dijo el gobernador del estado, Andrew Cuomo, en una entrevista con la cadena MSNBC.

Por su parte, el alcalde de la ciudad Nueva York, Bill de Blasio, aseguró durante la recepción oficial del buque hospital en Manhattan: “Esto es solo el principio. (…), ahora mismo, las semanas más duras están por venir”.

La llegada del USNS Comfort supone “750 camas para aliviar la presión sobre el sistema de salud”, dijo De Blasio, que subrayó que el barco, con 1,200 personas entre marineros y personal médico, es la muestra de que los neoyorquinos no están solos.

En una rueda de prensa celebrada en el muelle 90 de Manhattan, el alcalde insistió en la metáfora de la guerra que ha utilizado desde el comienzo de la crisis desatada por el coronavirus.

“Estamos en una atmósfera de guerra. Puede que hayamos tenido diferencias en tiempo de paz, pero, en todo lo posible, tenemos que ser uno en tiempo de guerra. Sé que nuestros colegas militares entienden esto, ahora todos tenemos que entenderlo”, expresó de Blasio, con el buque militar de fondo y junto al contraalmirante John Mustin.

El estado de Nueva York se ha convertido en el epicentro de la pandemia de coronavirus en Estados Unidos, país con más contagios mundiales con más de 148,000, según el conteo de la Universidad Johns Hopkins; adicional, se registran más de 2,500 muertos.

Ante esta situación, Trump alargó la tarde de ayer las medidas restrictivas para frenar la propagación del coronavirus. Incialmente, había sugerido que las medidas estarían vigentes hasta el 12 de abril, finalmente, las medidas se prolongan hasta el 30 de abril.

Y aunque dijo que el país empezará a recuperarse a principios de junio, Trump señaló que “nada sería peor que declarar la victoria antes de que la victoria sea ganada”.

El mandatario también dijo que Estados Unidos está lejos aún del pico de la pandemia, mientras uno de sus consejeros, el doctor Anthony Fauci, aseguraba que el virus podría dejar hasta 200,000 muertos en el país.

El presidente estadounidense minimizó inicialmente la pandemia y luego ha oscilado entre un tono sombrío sobre la evolución de la situación y una voluntad de reactivar rápidamente la economía, mientras el número de personas en desempleo sobrepasa los tres millones y se prevé aumente en las próximas semanas.

Incluso las empresas consideradas esenciales y que trabajan a toda máquina, como el gigante del comercio en línea Amazon, sumamente demandado por los estadounidenses mientras están en gran parte confinados en sus casas, han tenido dificultades por la pandemia.

Trump sostuvo este lunes una llamada telefónica con el presidente ruso, Vladimir Putin, en la que discutieron una colaboración más estrecha en la lucha contra el nuevo coronavirus.

“Los jefes de Estado expresaron una grave preocupación por la rápida propagación del coronavirus en el mundo e intercambiaron información sobre las medidas adoptadas en sus países para enfrentar esta amenaza. Las posibilidades de una interacción más estrecha entre los dos países en esta dirección fueron discutidos”, dijo en un comunicado el Kremlin.

También discutieron el estado actual del mercado petrolero mundial, y acordaron consultas ruso-estadounidenses al respecto mediante los ministros de Energía.

Foto: Twitter @GarethRhodes

El Senado estadounidense aprobó la noche de ayer un plan de dos billones de dólares para dar ‘oxígeno’ a la primera economía del mundo, que se golpeada por la pandemia del nuevo coronavirus, Covid-19, que ya deja más de 1,000 muertos en el país.

Impulsado por el gobierno de Donald Trump y luego de largas discusiones entre los senadores y La Casa Blanca, este texto “histórico”, según los negociadores, se aprobó con el apoyo de los 96 demócratas y republicanos presentes en la votación.

El plan necesita la aprobación de la Cámara de Representantes, controlada por los demócratas, que votará el viernes, antes de que pueda ser promulgado por el presidente.

“Animo a la Cámara de Representantes a aprobar este texto vital y enviarme el proyecto de ley sin demora para que sea promulgado. Lo firmaré de inmediato”, declaró Trump el miércoles en rueda de prensa.

“Necesitamos inyectar este dinero en la economía estadounidense y enviárselo a los trabajadores estadounidenses”, dijo por su parte el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, líder de La Casa Blanca en las negociaciones con el Congreso.

Este paquete de ayudas contempla la entrega de dinero a los ciudadanos, de hasta 1,200 dólares por adulto y 500 por niño, en aquellos hogares en que los ingresos anuales sean inferiores a 150,000 dólares.

El proyecto también aumenta significativamente los beneficios de desempleo, a los que también se podrán acoger los trabajadores independientes, medidas exigidas por los demócratas.

El texto incluye un paquete de alrededor de 500,000 millones de dólares en préstamos para pequeñas empresas, así como para las autoridades estatales y locales afectadas, y casi 30,000 millones en ayudas para el sector aéreo.

El plan de ayuda propone destinar alrededor de 130,000 millones de dólares para hospitales, desbordados por la epidemia.

El paquete de ayuda será la mayor inyección de dinero de emergencia en la economía en la historia de Estados Unidos, más incluso que los rescates financieros de 2008, cuando una crisis financiera mundial hizo que la economía norteamericana cayera.

Estados Unidos sobrepasó el miércoles el millar de fallecidos por el coronavirus, y el número de casos se acerca a los 70,000, según informó la universidad Johns Hopkins, encargada de llevar el conteo.

De esta manera, Estados Unidos se sitúa como el tercer país con más casos del mundo, por detrás de China e Italia. Y según la OMS, pronto se podría convertir en nuevo epicentro mundial de la pandemia.

Trump ha mostrado su deseao de que el país vuelva a trabajar para reiniciar la economía, a pesar de las reservas de muchos científicos y funcionarios locales, y es que centra toda su campaña de reelección en la buena salud de la economía estadounidense.

Una “recesión o depresión grave” podría matar a más personas que la epidemia, dijo el martes. Y lanzó el 12 de abril, el domingo de Pascua, como fecha para retomar la actividad económica en parte del país.

El presidente Donald Trump cambió de parecer hoy respecto a las restricciones que impuso para evitar más contagios por coronavirus y, aseguró, que “la gente debe regresar a trabajar” para no frenar la economía.

En entrevista con Fox News, desde La Casa Blanca, el mandatario aseguró que quiere que la economía nacional sea reactivada en Semana Santa, tras cuestionamientos respecto al cierre de negocios en el país.

Junto a otros miembros de su gabinete, Trump expresó que se encuentra entusiasta por iniciar de nuevo la reapertura de las actividades económicas para antes del 12 de abril.

El magnate explicó que no “quiere apagar el país” debido al declive económico que existe desde que la pandemia por coronavirus azotó a la nación norteamericana.

Explicó que incluso hay una preocupación a nivel gubernamental porque la depresión del sector empresarial y la baja en el laboral provoque “cientos de suicidios”.

Por otra parte, indicó que no es la primera vez que el país se enfrenta a una crisis sanitaria, y argumentó que Estados Unidos puede mantenerse al margen ya que, antes del Covid-19, miles morían a causa de la gripe.

“Perdemos miles y miles de personas cada año debido a la gripe. No apagaremos el país. Perdemos más (personas) en accidente automovilísticos y por ello no les decimos a las compañías automovilísticas que paren la producción de carros. Necesitamos regresar a trabajar”, dijo el presidente en vivo respecto a las medidas que tomará ante la crisis económica.

Por otra parte, el vicepresidente, Mike Pence, previo a la postura del presidente, aseguró que al momento la administración no considera un confinamiento a nivel nacional como lo están haciendo algunos otros estados alrededor del país.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) insistió este jueves que su gobierno tiene un plan estratégico para combatir la pandemia del coronavirus Covid-19, el cual se ha seguido sin ningún contratiempo, además de que cuenta con la confianza de la gente, pese a la desinformación.

En conferencia de prensa, el mandatario federal aseguró que el país está preparado médicamente, con camas suficientes en hospitales y centros de salud, así como presupuesto. Incluso reveló que ya se trabaja en una Plan DN-III.

“Si se requiere ya se está preparando un Plan DN-III con este propósito, vamos a contar, como siempre, con el apoyo del Ejército y la Marina, con todo su personal médico, sus instalaciones, está todo el gobierno preparado”, indicó el mandatario.

López Obrador informó que hoy se llevarán a cabo dos reuniones de Gabinete para tratar la forma en que el gobierno está tratando la emergencia por el Covid-19.

La primera reunión del Consejo de Salud, que se llevará a cabo en Palacio Nacional, será en las 17:00 horas y será encabezada por Jorge Alcocer, titular de la Secretaría de Salud.

A las 20:00 horas, el mandatario federal encabezará una reunión de Salubridad general con el Gabinete legal y ampliado, con el motivo de trazar la ruta que seguirá el gobierno ante la precipitación de la pandemia.

Descartó que por la emergencia del coronavirus vaya a haber una reducción en los impuestos o estímulos fiscales adicionales a empresas.

El mandatario garantizó que durante este periodo no habrá modificación de la política fiscal, ni se promoverán nuevos impuestos. “Reducción de impuestos, no, pero sí garantizar que no va a haber aumentos de nada de impuestos, eso sí, mantener la misma política fiscal”, afirmó.

Refirió que de acuerdo con el plan de contingencia se atenderá a la población más vulnerable de manera inmediata, como los adultos mayores, y por ello se dispersarán 40 mil millones de pesos.

AMLO aprovechó su conferencia para agradecer que el gobierno de Estados Unidos no tome decisiones unilaterales respecto a México por la emergencia del Covid-19, esto en referencia al cierre de fronteras.

El mandatario federal explicó que se mantiene una respetuosa comunicación con el presidente Donald Trump para abordar las acciones para contener la pandemia. “Estamos hablando con el gobierno de Estados Unidos, ellos han tenido un trato respetuoso como siempre con nosotros; no han tomado una medida unilateral”.

El presidente Donald Trump anunció hoy el cierre de las fronteras de Estados Unidos con Canadá,  como medida de prevención para evitar contagios por Covid-19.

A través de su cuenta de Twitter, el mandatario estadounidense indicó que se trataba de un acuerdo entre ambas naciones donde el comercio no se verá afectado, y del que dijo, durante el transcurso del día se darán detalles.

“Nosotros, por consentimiento mutuo, cerraremos temporalmente la frontera norte con Canadá para el tráfico no esencial. El comercio no se verá afectado. Detalles a continuación”, escribió.

Medios estadounidenses informaron que algunas fuentes señalaron que el gobierno de Estados Unidos está en pláticas con el gobierno de México para adoptar una medida similar en la frontera común.

Al respecto, se informó que el Secretario de Estado de los Estados Unidos, Michael Pompeo, sostuvo una conversación la noche de ayer con el canciller Marcelo Ebrard para discutir la contención y mitigación del brote de Covid-19.

“El Secretario Pompeo expresó su interés en prevenir una mayor transmisión comunitaria y en desarrollar una respuesta COVID-19 eficaz y coordinada.  Los Estados Unidos siguen colaborando estrechamente con México en toda la gama de cuestiones de política exterior, entre ellas asegurar nuestra frontera compartida”, informó la dependencia.

Más tarde, Trump ofreció una conferencia de prensa desde La Casa Blanca, en la que informó nuevas acciones para hacerle frente a la epidemia sanitaria. Indicó que firmará este miércoles la Ley de la Defensa de la Producción, que permitiría a la administración obligar a la industria estadounidense a aumentar la producción de suministros médicos que son escasos en la lucha contra el coronavirus.

También confirmó la puesta en operaciones de buques-hospitales que serán enviados a Nueva York para brindar atención a la población.

Joe Biden y Bernie Sanders se enfrentaron la noche de ayer en un nuevo debate, en el que atendiendo las medidas sanitarias por el Covid-19, se celebró sin público y las posiciones de los candidatos estaban a 1.80 metros de distancia como medida de precaución.

Los rivales no se dieron la mano y prefirieron saludarse con un pequeño empujón de codos. La ciudad que albergó el  encuentro fue Washington.

Los aspirantes a la candidatura presidencial se criticaron mutuamente sobre algunas de sus políticas o posturas sobre temas como armas de fuego, gran plan de rescate bancario en 2008, guerra en Irak, entre otras, se unieron para denunciar la actuación de Donald Trump ante la pandemia del coronavirus.

Joe Biden se comprometió a escoger a una mujer para postularse a la vicepresidencia durante las elecciones presidenciales de noviembre contra el multimillonario republicano, si es que lograba hacerse de la candidatura.

Bernie Sanders aseguró que también elegiría “con toda probabilidad” un compañera para su fórmula presidencial.

La crisis sanitaria por el Covid-19 fue uno de los temas centrales del debate. Biden dijo que era necesario declarar la “guerra” contra el coronavirus y “hacer mucho más de lo que” ha hecho Trump.

“Habría recurrido al ejército de inmediato”, dijo en tono marcial el exvicepresidente de Barack Obama. “Los militares tienen la capacidad de construir hospitales con 500 camas” que el país “necesita”.

Sanders acusó a Trump de “socavar” el trabajo de los expertos. “Debemos silenciar a este presidente ahora (…) des inaceptable escucharlo gritar sobre información no objetiva”. Se apoyó en la pandemia para demostrar los defectos del sistema estadounidense y trató de demostrar los beneficios de una de sus propuestas más emblemática: la cobertura de salud pública y universal.

Aunque lanzaron acusaciones mutuas, Biden y Sanders prometieron un frente común contra el presidente republicano.

“Tenemos que vencer a Donald Trump”, dijo Biden, un político al que diversos analistas han señalado como un hombre que suele actuar con más errores y pasos en falso.

Después de un atropellado arranque, Biden despegó y consiguió el apoyo de los contendientes moderados que se retiraron de la carrera. Pasó a dominar las intenciones de voto, a menudo con más de veinte puntos por delante de Sanders.

El comienzo de Sanders fue al revés, de más a menos. El buen inicio que tuvo se truncó en los resultados del supermartes; sin  emabrgo, el senador no se rindió, y optó por participar en el debate de ayer.

Biden ha tomado una cómoda ventaja en la carrera para conseguir los delegados que le nominen candidato demócrata en julio. Y los estados que votan el martes (Florida, Ohio, Illinois y Arizona) deberían permitirle consolidar significativamente su posición.

En Florida en particular, donde hay una gran comunidad cubana, ciertos comentarios de Sanders se consideraron demasiado benévolos hacia el régimen de Castro, en el que aún tenía que justificarse el domingo por la noche.

Tal como lo adelantaron los medios, el presidente Donald Trump declaró este viernes estado de emergencia para enfrentar al Covid-19 que se extiende por todo Estados Unidos.

En un mensaje emitido desde La Casa Blanca, el mandatario subrayó que se tendrán así los recursos fundamentales para dar asistencia vital a los estados, ciudadanos y negocios afectados.

“Estamos en una nueva fase (….) tenemos que tomar otras medidas”, dijo Trump, quien acusó que el país no estaba preparado para hacer frente a situaciones como el Covid-19.

Mediante esta declaratoria se tendrá acceso a fondos federales por hasta 50,000 mil millones de dólares para autoridades locales y estatales, lo que beneficiará en particular a los lugares donde más se han expandido los contagios.

Hizo un llamado a los laboratorios y hospitales para que ayuden a hacer frente a la emergencia. En ese sentido dijo, se firmarán acuerdos con laboratorios para poder tener los suministros necesarios.

Trump informó que el secretario de salud podrá aplicar regulaciones para apoyar a médicos y hospitales, con el fin de que haya flexibilidad para atender a pacientes, pues dijo, actualmente hay restricciones para brindar atención en los centros hospitalarios.

Dijo que se trabaja junto a las principales farmacéuticas para desarrollar una prueba diagnóstica rápida para detectar el Covid-19, que confió estará lista a la brevedad, y la cual debe ser aplicada principalmente por personas que tengan razones para creer estar contagiados, refiriéndose a haber estado expuestos por viajes o en contacto con portadores.

Indicó que se montarán estaciones móviles para aplicar dicha prueba a distancia (desde el automóvil).

El anuncio se da mientras Estados Unidos reporta alrededor de mil 600 casos, la expectativa de que el punto más alto del número de infecciones esté por venir en los próximos días y el deceso, hasta la mañana de este viernes, de 40 personas.

Se responsabiliza a la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA) de las tareas necesarias, con las entidades que conforman al país precisando sus necesidades.

“Esta es una respuesta rápida en bien de nuestro país”, dijo Trump. “Es una enfermedad y epidemia pasajera”, insistió el presidente.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declarará una emergencia nacional por el coronavirus, lo que abrirá la puerta a ofrecer más ayuda gubernamental para combatir la enfermedad, adelantó la agencia Bloomberg, citando fuentes familiariazadas.

Se espera que el anuncio lo realice esta tarde, a las 15:00 hrs (hora local), cuando se ha convocado a un mensaje del presidente, en relación al Covid-19.

Sin que se conozcan mayores detalles del anuncio, llegaría horas antes de que entre el vigor la prohibición de viajes desde los 26 países europeos del espacio Schengen, que no afecta al Reino Unido e Irlanda, que anunció previamente el presidente Trump.

Por su parte la Reserva Federal (Fed) lanzó este viernes una serie de compras de activos de valores del Tesoro por 37,000 millones de dólares a fin de reforzar la liquidez del sistema financiero, sacudido la volatilidad en el mercado de deuda debido a la epidemia de coronavirus.

El Departamento de Defensa de Estados Unidos anunció que cerrará todas sus escuelas en las instalaciones militares que tiene en Europa debido al coronavirus.

Ante la gran cantidad de quejas por la escasez de pruebas de coronavirus, el gobierno estadounidense nombró el viernes a un funcionario encargado del tema en el Departamento de Salud y Servicios Humanos.

El funcionario a cargo será Brett Giroir, secretario asistente para temas de salud. Será responsable de coordinar entre los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) y la FDA, y con laboratorios privados y gobiernos locales y estatales.

La Unión Europea (UE) criticó este jueves la decisión “unilateral” del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de prohibir entrar en su país a los extranjeros procedentes de varios países de Europa, como medida pata contener la propagación del coronavirus, Covid-19.

“La UE desaprueba el hecho de que (…) la prohibición de viajar se haya adoptado unilateralmente y sin consulta”, indica la declaración de la titular de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y de su par del Consejo Europeo, Charles Michel.

Ayer, el presidente estadounidense anunció la prohibición de entrada por 30 días a partir de mañana para los extranjeros procedentes del espacio de libre circulación europeo Schengen, una medida que desató una nueva tormenta en los mercados.

El espacio Schengen incluye a la mayoría de países de la UE, salvo Irlanda, Bulgaria, Rumanía, Croacia y Chipre, así como a Suiza, Noruega, Islandia y Liechtenstein. El Reino Unido queda fuera del ámbito de aplicación de la medida.

Los responsables europeos indicaron que la UE está adoptando medidas enérgicas para limitar la propagación del virus, que es, a su juicio, una crisis mundial, no limitada a ningún continente y requiere cooperación en lugar de una “acción unilateral”.

“El nacionalismo no es la respuesta a la COVID-19, porque a los virus no les importan las fronteras ni las nacionalidades”, indicó el eurodiputado liberal y ex primer ministro belga, Guy Verhofstadt, expresando el molestia por el bloqueo.

Incluso, el Reino Unido, que ya no forma parte del bloque, expresó sus dudas sobre la decisión, ya que, en palabras del ministro de Finanzas Rishi Sunak, “no se ha demostrado” que este tipo de medidas “tengan algún efecto real”.

Alertaron que la decisión de Trump podría implicar una “perturbación económica”.

El departamento de Estado estadounidense exhortó además a los estadounidenses a que no viajen al extranjero.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó este  martes que “no tiene síntomas” de estar infectado con el nuevo coronavirus, Covid-19, y que por ello no se ha sometido a ninguna prueba, después de haber tenido contacto con varios congresistas que actualmente están en cuarentena.

“No creo que sea algo serio. Lo haría”, dijo el mandatario sobre la  posibilidad de someterse a la prueba. Sin embargo, ha resaltado que “no cree que haya ningún motivo” para ello. “Me siento extremadamente bien. Me siento muy bien, aunque creo que no es algo serio someterse a la prueba y es algo que haría”.

Así, ha detallado que ha hablado con el médico de La Casa Blanca, a quien ha descrito como una persona “talentosa”, y ha apuntado que el  especialista “no ve motivos” para que se haga la prueba.

“No hay síntomas. No hay nada”, ha manifestado. “¿Saben qué? De  haberlos, seríais los primeros en saberlo. Incluso me lo habrían dicho”, declaró a la prensa.

La portavoz de La Casa Blanca, Stephanie Grisham, subrayó el lunes que Trump mantiene una salud excelente y que su médico continuará supervisándole de manera cercana.

Varios de los congresistas que están actualmente en cuarentena por contacto con personas que han dado positivo por coronavirus han tenido contacto reciente con Trump, incluso llegando a estrecharle la mano, como es el caso del representante Doug Collins.

Sobre el tema, se dio a conocer esta tarde que el aspirante demócrata a La Casa Blanca Bernie Sanders canceló un mitin previsto para esta noche en Ohio, en medio de crecientes temores por la propagación del nuevo coronavirus en Estados Unidos

“Debido a preocupaciones de salud y seguridad pública, cancelaremos la reunión de esta noche en Cleveland”, dijo el director de comunicaciones de Sanders, Mike Casca, en un comunicado. “Respetamos las advertencias de los funcionarios del estado de Ohio, que han expresado su preocupación por organizar grandes eventos en espacios cerrados durante la epidemia de coronavirus”, señalaron.

Minutos después del anuncio de la campaña de Sanders, el staff de Joe Biden dio a conocer su decisión de también cancelar su mitin en Ohio.

“En acuerdo con los lineamientos de los funcionarios públicos y por precaución, nuestro mitin en Cleveland, Ohio, esta noche se cancela”, dijo la directora de comunicaciones de la campaña de Biden, Kate Bedingfield, en un comunicado.

Es la primera vez que ocurre algo así en las campañas electorales en el país.

El gobierno de Estados Unidos pedirá al Tribunal Supremo anular la decisión de un tribunal de apelaciones en California que a partir del 12 de marzo bloqueará el programa que envía a México a los migrantes que llegan a Estados Unidos pidiendo asilo.

El Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito, con sede en San Francisco, aceptó el miércoles el pedido del gobierno de Donald Trump de mantener hasta el 11 de marzo las restricciones de ese programa, conocido como “Permanezca en México”, a fin de que el Supremo decida si acepta pronunciarse sobre el caso.

Desde su inauguración, hace más de un año, el programa “Remain in Mexico” ha enviado a nuestro país a más de 60,000 personas, en su mayoría migrantes centroamericanos que deben aguardar allí el trámite de sus peticiones de asilo.

Legisladores y grupos de derechos civiles estadounidenses han denunciado que los migrantes forzados a permanecer en México viven en condiciones deplorables, expuestos a la violencia y sin acceso razonable al asesoramiento legal.

El fallo del Tribunal de Apelaciones ratificó la decisión anunciada el viernes pasado según la cual ese programa viola las leyes de Estados Unidos y las leyes internacionales sobre asilo, y “causa daño extremo e irreversible”.

Sin embargo, el gobierno de Trump argumentó que la aplicación de ese fallo alentaría a miles de migrantes para que intenten ingresar al país, y requirió la intervención del Tribunal Supremo. De hecho, a finales de febrero, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) cerró temporalmente el puente fronterizo que une El Paso (Texas) y Ciudad Juárez (México) debido a una concentración inusual de migrantes en el lado mexicano después de que este mismo tribunal decidiese bloquear la medida del gobierno.

Ahora, si el Supremo no acepta el pedido del gobierno para ocuparse del caso, la orden del Tribunal de Apelaciones de bloquear la medida entrará en vigor el 12 de marzo aplicándose sólo en California y Arizona, estados fronterizos con México sobre los cuales tiene jurisdicción el Noveno Circuito.

Pero si el Supremo acepta escuchar los argumentos de las partes y extiende una orden de emergencia, el programa seguirá aplicándose hasta que haya una decisión del alto tribunal.

La semana pasada, un grupo de legisladores hispanos denunció que el presidente Trump intenta ocultar de la vista publica la crisis migratoria en la frontera sur al alejar de Estados Unidos a los solicitantes de asilo, y todo ello con la complicidad del Gobierno de México.

Michael Bloomberg anunció el retiro de su candidatura por la nominación demócrata a la presidencia de Estados Unidos, luego de los malos resultados en la jornada de ayer, el llamado supermartes, pues reconoció que no logró convencer a los votantes que era la mejor opción para derrotar al presidente Donald Trump.

Al anunciar su retiro de la contienda, Bloomberg expresó su respaldo a Joe Biden.  “Siempre he creído que derrotar a Donald Trump comienza uniéndose detrás del candidato con la mejor oportunidad para hacerlo. Después de la votación de ayer, está claro que el candidato es mi amigo y un gran estadounidense, Joe Biden”.

Bloomberg había apostado afianzar su candidatura en la jornada de ayer, renunciando a participar en los primeros cuatro ejercicios. “Hace tres meses, ingresé a la carrera por la presidencia para derrotar a Donald Trump. Hoy, me voy de la carrera por la misma razón: para derrotar a Donald Trump, porque para mí es claro que quedarse hará que sea más difícil lograr ese objetivo”.

Indicó que las matemáticas de delegado son claras en que no existe un camino viable para que obtenga la nominación.

El magnate se ha comprometido a seguir inyectando dinero a dicho propósito y a poner la infraestructura que construyó durante campaña en los estados clave al servicio del nominado. Reiteró que su objetivo es vencer a Trump en noviembre próximo, una victoria no para el partido o para él, sino para el país. 

Su equipo de campaña informó que gastó al menos $687 millones de dólares en su campaña, dinero que provino de su riqueza personal.

Biden dominó la votación del supermartes ganando nueve estados de 14 que estaban en juego. Bloomberg obtuvo apenas 43 delegados y solo ganó Samoa Americana.

“Conozco a Joe desde hace mucho tiempo. Conozco su decencia, su honestidad y su compromiso con los temas que son tan importantes para nuestro país”, entre los que mencionó el tema de las armas, salud y cambio climático. “He tenido la oportunidad de trabajar con Joe en esos temas a lo largo de los años, y Joe ha luchado por la gente trabajadora toda su vida. Hoy me alegra respaldarlo, y trabajaré para convertirlo en el próximo presidente de los Estados Unidos.

Un tribunal de apelaciones suspendió este viernes la ley del gobierno del presidente Donald Trump, ‘Remain in Mexico’, que obligaba a los solicitantes de asilo a esperar en México mientras se tramitan sus casos en los tribunales inmigratorios de Estados Unidos.

La misma corte decidió mantener en suspenso otro cambio importante, uno que niega asilo a todos lo que llegan a Estados Unidos sin autorización desde México.

Un panel de tres jueces de la Corte de Apelaciones del noveno circuito de Estados Unidos falló sobre las dos normas, que son fundamentales para las medidas de Trump contra el asilo. Diversos analistas han indicado que esto se trata de un gran revés para el gobierno, aunque sea temporal.

El gobierno de Trump convirtió el asilo en una posibilidad remota en un momento en que han aumentado las peticiones. Para 2017, Estados Unidos se había convertido en el principal destino del mundo para las personas en busca de asilo.

El programa “Permanecer en México” entró en vigor en enero de 2019 y casi 60,000 personas han sido regresadas en espera de su audiencia. La corte declaró que la política era inválida, pero reconoció que el fallo sólo aplicaba en California y Arizona, los únicos estados fronterizos en su jurisdicción.

Los abogados del Departamento de Justicia aseveraron que Trump estaba en su derecho de imponer las políticas sin aprobación del Congreso y que ayudarían a desalentar las peticiones de asilo sin mérito.

Los opositores, entre ellos la Unión Americana de Libertades Civiles, argumentó que el gobierno violó la ley estadounidense y obligaciones a tratados internacionales al regresar a las personas que probablemente sean perseguidas por su raza, religión, nacionalidad y creencias políticas.

Los que apoyan la política “Permanecer en México” señalan que ha evitado que personas en busca de asilo sean liberadas en Estados Unidos con citatorios para comparecer ante la corte, que consideran un gran incentivo para que personas lleguen.

La campaña del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha demandado al diario The New York Times (NYT) por difamación y ha acusado al periódico de publicar intencionadamente una historia “falsa” relacionada con las investigaciones sobre las interferencias de Rusia en las elecciones presidenciales de 2016.

Trump ha puesto la demanda en la Corte Suprema de Manhattan y busca millones de dólares por daños porque, a su juicio, el rotativo neoyorquino publicó “falsamente” que había una “conspiración con Rusia” como un hecho verídico.

Los hechos se remontan al 27 de marzo del pasado año y la campaña del presidente estadounidense hace alusión a un artículo del periodista Max Frankel titulado “The Real Trump-Russia Quid Pro Quo” (“El quid pro quo real entre Trump y Rusia” o “El ‘una cosa por otra’ real entre Trump y Rusia”).

En un comunicado, la asesora jurídica de la campaña de Trump, Jenna Ellis, expresó que han decidido demandar porque el New York Times dijo que la campaña tenía un “acuerdo general con la oligarquía de Vladimir Putin para ayudar a la compaña contra Hillary Clinton a cambio de una política exterior pro-Rusia y un alivio en las sanciones económicas”.

Para Ellis, la información publicada en el Times era “cien por cien falsa y difamatoria” y a juicio de la campaña del presidente el diario neoyorquino lo publicó siendo consciente en el momento “de la falsedad”.

Según la asesora jurídica, el New York Times tenía el propósito intencional de dañar la campaña, mientras engañaba a sus propios lectores en el proceso.

El artículo de Frankel hacía referencia a la investigación del exasesor especial Robert Mueller, que intentó documentar las evidencias de una campaña de “hackeos” por parte de Rusia agravada con propaganda en las redes sociales que supuestamente buscaban impulsar la candidatura de Trump en 2016 y dañar a su oponente demócrata Hillary Clinton.

Aunque el informe documentó numerosos contactos entre personas asociadas a la campaña de Trump con personas vinculadas a Rusia, Mueller no encontró pruebas suficientes para mostrar una conspiración criminal entre el equipo de Trump y Rusia.

La posibilidad o no de convertirse en una “carga pública” como beneficiario de ayudas gubernamentales es desde este lunes un requisito que deberán cumplir los inmigrantes que soliciten un visado a Estados Unidos o deseen obtener su tarjeta de residencia permanente, conocida como “green card”.

Después de meses de un intenso proceso judicial y en pleno año de elecciones, la Administración del presidente Donald Trump empezará a aplicar la norma de “carga pública”, que puede darle un vuelco al sistema de migración actual hacia uno basado en criterios como ingresos, edad o la capacitación del inmigrante.

La medida entró en vigor en todo el país en tanto siguen en proceso las apelaciones pendientes y después de que el viernes pasado el Tribunal Supremo levantara una exclusión que estaba vigente para Illinois.

El Supremo había dejado antes sin efecto fallos judiciales en contra de esta normativa emitidos por tribunales de los estados de Nueva York, California, Washington y Maryland.

La norma no se aplicará a quienes soliciten la ciudadanía ni se será retroactiva. También excluye a refugiados, asilados, a personas con amparos migratorios como el Estatus de Protección Temporal (TPS) o a quienes posean cierto tipo de visados que se conceden a víctimas de violaciones de derechos humanos, entre otros.

Si bien la Ley de Inmigración y Nacionalidad de 1952 establece que un extranjero que solicite un visado o el ajuste de estatus migratorio “es inadmisible” en caso de que un oficial consular o un fiscal considere que puede convertirse en carga pública, los expertos advierten que la vuelta de tuerca que ha dado la Administración de Trump puede cambiar el sistema de migración del país.

A la luz de la nueva reglamentación, un inmigrante legal será definido como “carga pública” si recibe “uno o más beneficios públicos” durante más de 12 meses en un periodo de 3 años. Pero este concepto también se tendrá en cuenta para determinar quiénes podrían llegar a necesitar en el futuro algún tipo de asistencia.

Para determinar si una persona puede obtener la residencia permanente, extender su estadía o ser admitida en el país, se tendrán en cuenta aspectos como la edad, lo que puede excluir a menores o ancianos, salud, estatus familiar, activos, recursos, situación financiera, educación y capacitación.

La firma Boundless explica en su web que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) planea imponer requisitos financieros no solo al patrocinador sino también al solicitante, al que se le puede llegar a pedir un nivel de ingreso familiar o el equivalente en activos por encima de lo establecido hasta ahora.

Esta “prueba de riqueza”, anticipa Reichlin-Melnick, puede resultar en la llegada de “más personas de países de Europa y menos de Centroamérica, de África y otros que tienen más pobreza”.

Roger Stone, un cercano excolaborador del presidente Donald Trump, fue condenado este jueves a 40 meses (tres años y cuatro meses) de prisión, tras haber sido declarado culpable de siete cargos relacionados con la llamada trama rusa, en un caso en el que el mandatario ha presionado a favor de su exasesor.

La jueza federal Amy Jackson emitió la sentencia contra Stone, de 67 años, por cargos como mentir al Congreso y manipulación de testigos.

Esta causa ha ganado relevancia después que Trump criticara públicamente el proceso judicial contra su exasesor y apuntara la posibilidad de concederle un indulto presidencial.

“La verdad todavía existe, y la verdad todavía importa. La insistencia de Roger Stone de que no importa, su beligerancia, su orgullo y sus propias mentiras son una amenaza para nuestras instituciones más básicas, los cimientos de nuestras democracias”, señaló Jackson.

La sentencia es menor a la solicitada en un primer momento por la Fiscalía, que había pedido entre siete y nueve años de cárcel.

La polémica creció aún más cuando el fiscal general de Estados Unidos, William Barr, emitió una recomendación en la que instaba a rebajar la petición de condena, lo que provocó la renuncia de cuatro fiscales encargados de ese caso.

Stone, que trabajó hasta agosto de 2015 en la campaña electoral de Trump y después mantuvo contacto regular con él, fue detenido por el FBI el pasado 25 de enero en Fort Lauderdale (Florida).

El estratega enfrentaba cinco delitos de declaración falsa, más uno de obstrucción de procedimiento oficial y otro de manipulación de testigos, todos vinculados a la investigación sobre la trama rusa.

Según la Fiscalía, Stone actuó como enlace entre la campaña de Trump en 2016 y la plataforma WikiLeaks, que difundió correos electrónicos robados al Comité Nacional Demócrata que eran “perjudiciales” para la campaña de la candidata presidencial de ese partido, Hillary Clinton.

El equipo del fiscal que dirigió la investigación de la trama rusa, Robert Mueller, aseguró entonces que tenían pruebas de que Stone se había comunicado con la plataforma WikiLeaks durante su ataque al servidor de los demócratas en 2016.