Tag

Ucrania

Browsing

Las autoridades de Ucrania han anunciado este viernes la imposición de un nuevo toque de queda en la capital, Kiev, en medio de la ofensiva militar iniciada el 24 de febrero por orden del presidente de Rusia, Vladimir Putin.

La Administración Militar de la Región de Kiev indicó en un breve mensaje en su cuenta en la red social Facebook que “se impone el toque de queda en toda la región de Kiev desde las 20:00 horas de este 18 de marzo hasta las 7:00 horas del 19 de marzo”.

“No salgan ni vayan a espacios públicos”, se lee en el mensaje, aunque aclara que quienes cuenten con pases especiales pueden hacerlo. “La defensa de la región de Kiev continúa. Por favor, muestren comprensión ante el toque de queda. Son medidas forzadas y destinadas a garantizar la seguridad de la población de la región”.

El anterior toque de queda, decretado por el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, estuvo en pie entre el martes y la mañana del jueves ante el avance de las tropas rusas en las inmediaciones de la ciudad.

Y es que desde el comienzo de la invasión rusa de Ucrania hace tres semanas, 222 personas, incluidos 56 civiles, y de estos, cuatro niños, han muerto en Kiev.

También han resultado heridas un total de 889 personas, incluidos 241 civiles, dijeron las autoridades locales en Telegram.

Entre los heridos se encuentran 18 niños, tres conductores de ambulancias y un médico de urgencias, según el ayuntamiento, que también reportó daños en 36 edificios residenciales y diez escuelas.

Las tropas rusas han tomado el control de algunas áreas alrededor de la capital, que esperan rodear por completo eventualmente, si bien por el momento su avance se ha estancado, según el ejército ucraniano.

Kiev acusa a las fuerzas rusas de realizar ataques casi diarios contra áreas residenciales de la capital, la mayoría de las veces al amanecer, una táctica denunciada por las autoridades ucranianas como dirigida a aterrorizar a la población y desmoralizar a quienes defienden la ciudad.

Las acciones de las tropas rusas siguen activas en territorio en otras partes del país. Varios misiles cayeron sobre un centro utilizado para reparar aeronaves militares y dañaron otro de arreglo de autobuses en Leópolis, indicó en Telegram el alcalde, Andriy Sadovyi, quien no reportó víctimas.

Los misiles que alcanzaron Leópolis se dispararon desde el mar Negro, pero dos de los seis fueron derribados, explicó el mando occidental de la fuerza aérea ucraniana en Facebook.

Adicional, se informó que más de 130 personas pudieron ser rescatadas del teatro de Mariúpol bombardeado por el ejército ruso, pero “centenares” siguen bajo los escombros, según dijo el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, quien dijo que las operaciones de rescate seguirían “pese a los bombardeos” que persisten en esta gran ciudad portuaria.

En Járkiv, un enorme incendio arrasó un mercado local tras un bombardeo ayer. Un bombero murió y otro resultó herido en otro ataque mientras el personal de emergencias combatía las llamas, contaron las autoridades.

En tanto, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha comparecido en persona ante más de 100,000 simpatizantes en el estadio Luzhniki de Moscú, más otras decenas de miles en los aledaños de la instalación, para defender la invasión de Ucrania como un acto de salvación ante un genocidio en Donestk y Lugansk.

La presencia de Putin representó el colofón a un macro concierto celebrado con motivo del octavo aniversario del referéndum celebrado en Crimea que ratificó su incorporación a Rusia en 2014, un plebiscito no reconocido por la comunidad occidental, que a su vez acusó a Moscú de anexionarse por la fuerza la península.

“La razón principal de esta operación especial”, ha declarado Putin usando el término oficial con el que Rusia denomina esta invasión, “es el de ahorrar sufrimiento a la gente, y de evitar este genocidio contra la población” del este de Ucrania, sobre las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, afines a Rusia.

El presidente de Rusia aplaudió la valentía demostrada por el Ejército ruso en combate. “Codo con codo, nuestros soldados se ayudan, se apoyan mutuamente y, si es necesario, protegen a sus compañeros de las balas con su propio cuerpo en el en el campo de batalla. No hemos tenido tal unidad en mucho tiempo”, declaró.

Putin aludido a la figura histórica del almirante zarista Fiodor Ushakov, nacido el mismo 24 de febrero que comenzó la invasión de Ucrania y canonizado como santo patrón de la Armada rusa. “Tormentas como ésta siempre irán a la gloria de Rusia. Así fue entonces, así es hoy y así será siempre”, ha parafraseado ante sus simpatizantes mientras enarbolaban cientos de banderas rusas.

Sobre Crimea, Putin defendió la anexión como un acto de “necesidad” para “sacar a Crimea de esa posición humillante, de ese estado humillante en el que estaba inmersa cuando formaban parte de otro estado (Ucrania)”.

“Somos el pueblo multinacional de la Federación Rusa, unidos por un destino común en nuestra tierra: éstas son las primeras líneas de la ley fundamental de Rusia, la Constitución, y cada palabra está llena de un significado profundo y es de gran importancia”, declaró Putin.

También dijo ante los cientos de miles de simpatizantes que “sabemos lo que tenemos que hacer, cómo hacerlo y a qué precio. Y cumpliremos absolutamente todos nuestros planes”.

El actor y político austríaco-estadounidense Arnold Schwarzenegger urgió el jueves al mandatario ruso Vladimir Putin a parar la guerra “sin sentido” en Ucrania, en un video en el que denunció la “propaganda” del Kremlin y llamó “héroes” a los rusos que protestan contra el conflicto.

“Ucrania no comenzó esta guerra”, afirmó la estrella de “Terminator” y exgobernador de California, en un emotivo mensaje subtitulado en ruso y en inglés, dirigido al pueblo de Rusia y a las tropas rusas.

“Les hablo hoy porque están sucediendo cosas en el mundo que se les ocultan, cosas terribles que deben saber”, afirmó.

El video de nueve minutos fue difundido en la cuenta en Twitter de Schwarzenegger, que tiene 4,9 millones de seguidores. Al momento de la publicación, entre esos seguidores estaba la cuenta oficial del presidente ruso, @KremlinRussia–E.

El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, retuiteó el mensaje de Schwarzenegger, que se volvió viral. “No solo estamos presenciando un ataque brutal y violento dirigido por el Kremlin contra el pueblo ucraniano, estamos presenciando una guerra de la verdad contra la tiranía. Como explica Schwarzenegger, no culpamos al pueblo de Rusia, y necesitamos que sepan lo que su gobierno les está ocultando”, escribió el secretario de Estado.

Schwarzenegger, nacido en Austria, cuyo film “Red Heat” (Infierno rojo, 1988) fue la primera película estadounidense filmada en la Plaza Roja de Moscú, habló de su afecto por el pueblo ruso y de su emoción al conocer a su ídolo, el levantador de pesas ruso Yuri Vlasov, cuando tenía 14 años.

“La fuerza y el corazón del pueblo ruso siempre me han inspirado”, dijo. “Es por eso que espero que me dejen contarles la verdad sobre la guerra en Ucrania (…) Sé que su gobierno les ha dicho que esta es una guerra para ‘desnazificar’ a Ucrania” (…) Esto no es cierto. Los que están en el poder en el Kremlin comenzaron esta guerra. Esta no es la guerra del pueblo ruso”, aseguró.

Schwarzenegger dijo que “el mundo se ha vuelto contra Rusia debido a sus acciones en Ucrania: manzanas enteras han sido arrasadas por la artillería y las bombas rusas, incluido un hospital infantil y un hospital de maternidad (…) Debido a su brutalidad, Rusia ahora está aislada de la sociedad de naciones”, señaló.

Schwarzenegger recordó las heridas sufridas por su padre mientras luchaba con los nazis en Rusia durante la Segunda Guerra Mundial. “Estaba destrozado física y mentalmente y vivió el resto de su vida con dolor”, dijo. “A las tropas rusas que escuchan este mensaje (…) no quiero que estén destrozados como mi padre”.

Y dirigiéndose directamente a Putin, Schwarzenegger dijo: “Tú comenzaste esta guerra. Estás liderando esta guerra. Puedes detener esta guerra”.

Cerró el mensaje elogiando a los rusos que se arriesgan a ser arrestados por protestar contra la guerra. “El mundo ha visto su valentía”, les dijo. “Ustedes son mis nuevos héroes”.

El portavoz de Schwarzenegger, Daniel Ketchell, dijo en el New York Times que el video proviene “del corazón de Arnold, no del gobierno”.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, elevó este jueves el tono contra su homólogo ruso, Vladímir Putin, al describirle como un “dictador asesino” que ha autorizado ataques “inhumanos” contra Ucrania.

El mandatario estadounidense utilizó esas palabras un día después de tachar a Putin de “criminal de guerra” por las tácticas de Rusia en su invasión de Ucrania, algo que el Kremlin consideró “inaceptable e imperdonable”.

“(Putin es) un dictador asesino, un matón puro que está librando una guerra inmoral contra el pueblo de Ucrania”, dijo Biden durante un almuerzo en el Congreso con motivo del día de San Patricio,

Poco antes, Biden también condenó directamente al presidente ruso durante una reunión virtual con el primer ministro de Irlanda, Micheál Martin, en el Despacho Oval.

“La brutalidad de Putin y lo que están haciendo sus tropas en Ucrania es algo simplemente inhumano”, aseguró el presidente estadounidense.

Este miércoles, Biden describió por primera vez a Putin como un “criminal de guerra”, algo que su portavoz, Jen Psaki, achacó a las “acciones bárbaras” de Rusia durante su invasión de Ucrania.

La portavoz matizó que por ahora el Departamento de Estado no había hecho una declaración formal que acuse a Rusia de haber cometido crímenes de guerra. Sin embargo, este jueves, el jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo que los ataques de Rusia contra civiles en Ucrania sí constituyen “crímenes de guerra”.

“Apuntar intencionalmente contra civiles es un crimen de guerra. Después de toda la destrucción de las últimas semanas, me resulta difícil concluir que los rusos están haciendo lo contrario”, dijo Blinken durante una conferencia de prensa, en la que aclaró que el proceso legal para una acusación formal aún estaba en curso.

Estados Unidos ya había dicho a principios de este mes que está “documentando” los ataques rusos en Ucrania y su impacto en la población civil para asegurar que Rusia “rinda cuentas” en caso de que se determine que ha cometido crímenes de guerra.

El fiscal jefe de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, subrayó que los ataques contra la población civil en Ucrania son “un crimen” que su oficina podría investigar.

Las negociaciones para alcanzar un alto el fuego en Ucrania podrían incluir un “encuentro especial” entre los presidentes ucraniano, Volodímir Zelenski, y ruso, Vladímir Putin, según el asesor del primero, Mykhailo Podolyak.

En declaraciones a un medio polaco, Podolyak aludió a que actualmente se está a la búsqueda de una “fórmula legal” en relación con el estatuto de las regiones prorrusas de Donetsk y Lugansk.

Podolyak dijo al diario polaco “Wirtualna Polska” que, una vez que se encuentre, los presidentes de Ucrania y Rusia continuarán las negociaciones en un encuentro especial.

Podolyak añadió que las negociaciones son un proceso a gran escala que involucra no solo a Rusia y Ucrania. “Nuestros socios, incluida Polonia, también están indirectamente porque no debemos limitarnos a firmar un acuerdo, queremos desarrollar un mecanismo concreto que garantice nuestra seguridad en el futuro”.

Hasta ahora, dijo, tanto la delegación rusa como la ucraniana se mantienen firmes; y apuntó a que la reconciliación de disputas puede llevar desde unos pocos días hasta una semana y media.

Podolyak agregó que, una vez concluido el acuerdo de paz, la Federación Rusa no tendría otra opción que comenzar a retirar de inmediato sus fuerzas armadas del territorio ucraniano.

Al respecto, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, planteó este jueves a su homólogo de Rusia, Vladimir Putin, una oferta para que se reúna en Turquía con el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, con vistas a que ambos líderes acerquen posturas y puedan incluso acordar un alto el fuego.

Erdogan y Putin hablaron por teléfono, con la guerra en Ucrania como principal punto en la agenda. El mandatario turco ha reiterado la voluntad de Ankara de trabajar en favor de la paz, insistiendo en la necesidad de un alto el fuego con vistas a avanzar hacia una solución más a largo plazo.

El mandatario turco espera que las actuales conversaciones entre autoridades rusas y ucranianas se traduzcan en “resultados positivos”, pero ha advertido de que algunos temas pueden requerir de contactos a más alto nivel. En este sentido, ha planteado a Putin que se vea con Zelenski en Estambul o Ankara, según el comunicado de la Presidencia.

Recordemos que Turquía ya acogió la primera reunión entre los ministros de Exteriores de Rusia y Ucrania, Sergei Lavrov y Dimitro Kuleba, respectivamente.

El Kremlin no ha valorado la oferta de Erdogan y en su comunicado se ha limitado a apuntar que Putin ha informado al presidente turco del progreso de las conversaciones ya en marcha. Asimismo, ha destacado los diferentes contactos mantenidos entre Lavrov y el jefe de la diplomacia turca, Mevut Cavusoglu.

La conversación entre Erdogan y Putin ha coincidido precisamente con una visita del ministro de Exteriores de Turquía a Ucrania. En Leópolis, Cavusoglu se ha visto con Kuleba, junto a quien ha comparecido en rueda de prensa agradeciéndole que le haya recibido en días que son “difíciles”, según la agencia Anatolia.

La guerra en Ucrania reducirá en un punto el crecimiento de la economía mundial durante el primer año y el impacto será más alto en la Unión Europea (UE), donde en caso de interrupción completa de las importaciones energéticas procedentes de Rusia el efecto puede ser de cerca de dos puntos de PIB.

Esta es la primera evaluación de las consecuencias de la invasión rusa de Ucrania presentada este jueves por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que insiste en que los efectos negativos se verán en todas las regiones del mundo.

La razón es que la demanda global quedará debilitada y el poder adquisitivo en todas partes se verá reducido por las presiones inflacionistas, ya que el aumento de precios será 2.5 puntos porcentuales más de lo que se esperaba.

Antes de que estallara el conflicto, la OCDE había estimado en diciembre que la economía mundial iba a continuar la senda de la recuperación tras la crisis de la pandemia, con una progresión del PIB del 4.5% en 2022 y del 3.2% en 2023. Esas proyecciones han rebasadas.

El secretario general, Mathias Cormann, subrayó que la consecuencia más grave es la pérdida de vidas humanas y “la crisis humanitaria impuesta al pueblo ucraniano” a causa de “la agresión a gran escala” de Rusia contra ese país, que es también un ataque contra los valores democráticos.

La UE pagará su fuerte dependencia de los combustibles fósiles que le compra a Rusia (un 27% del petróleo, un 41% del gas y un 47% del carbón). En la zona euro, la guerra restará 1.4 puntos al PIB, mientras en Estados Unidos el impacto será menor (de 0.9 puntos).

Además, existe un riesgo potencial de que se interrumpan totalmente las exportaciones rusas de energía en dirección de la UE, lo que podría disminuir allí el crecimiento del PIB en 0.5 puntos más y causaría un incremento total de la inflación de unos 3.5 puntos respecto a las expectativas anteriores a la guerra.

El golpe será mucho más duro para Rusia, que con las sanciones occidentales ha quedado aislado del sistema financiero, y debería sufrir un hundimiento del 10% de su producción. La OCDE ni siquiera ha querido especular con cifras sobre cómo podría quedar Ucrania.

Estos dos países apenas representan un 2% del PIB mundial, pero tienen una importancia significativa como proveedores de materias primas, no solo de gas o petróleo, sino que por ejemplo representan el 30% de las exportaciones de trigo, el 20% de las de maíz.

El tribunal supremo de Naciones Unidas , la Corte Internacional de Justicia (CIJ) exigió hoy a Rusia, por trece votos a dos, suspender de forma inmediata las operaciones militares en Ucrania.

“La Federación rusa debe asegurarse de que cualquier unidad militar o grupo armado irregular que apoye (…) evite tomar pasos que fomenten las operaciones militares” en Ucrania, dijo la presidenta de la CIJ, Joan Donoghue, en la lectura pública de la orden judicial.

Asimismo, los jueces decidieron de forma unánime hacer un llamado a Moscú y a Ucrania para que se “abstengan de cualquier acción que pueda agravar o extender la disputa ante la corte”.

Para llevar el conflicto armado al alto tribunal de la ONU, Kiev argumentó que Rusia ha malinterpretado la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, un tratado de 1948 firmado por ambos países, debido a que Moscú ha justificado la invasión a Ucrania en base a un presunto genocidio de la población rusoparlante en las provincias ucranianas de Donetsk y Lugansk.

El tribunal se alineó hoy con la hipótesis de Ucrania y dictaminó que “en principio” es competente para juzgar el caso, aunque Rusia tendrá más adelante el derecho de presentar una moción para disputar la jurisdicción de la corte.

Las órdenes dictadas hoy por los jueces son medidas cautelares que, en teoría, se deberían aplicar hasta que se juzgue el fondo del caso. Es decir, hasta que la CIJ analice si Moscú ha malinterpretado la convención contra el genocidio, un proceso judicial que podría llevar años.

No obstante, está por ver si Rusia obedecerá la orden del tribunal, pues aunque sus decisiones son vinculantes, la CIJ no dispone de una fuerza policial que haga cumplir sus sentencias, sino que depende de la voluntad de los Estados implicados.

Cuando un país ignora las órdenes de la CIJ, el Estado afectado puede recurrir al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para “hacer recomendaciones o decidir qué medidas deben adoptarse para dar efecto a la sentencia”, se dice en el artículo 94 de la carta de la ONU.

Sin embargo, Rusia podría usar su derecho a veto como miembro permanente y bloquear cualquier iniciativa que se presente en el Consejo de Seguridad de la ONU.

Un segundo avión de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM), que sirvió para repatriar a mexicanos y sudamericanos que huyen de la guerra de Ucrania, llegó este martes al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).

Después de una última escala en la Base Aérea Militar de Trenton, en la provincia de Ontario, Canadá, la aeronave llegó a la capital de nuestro país poco antes de la medianoche de ayer martes.

Horas antes, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) había informado que el avión, que había salido de Rumania la mañana del martes, con destino a México, transportaba a 57 mexicanos y cinco ciudadanos peruano-ucranianos, además de cinco mascotas.

Además, viajaron 23 personas de la tripulación y equipo de apoyo así como representantes de distintos medios de comunicación que acompañaron la operación rescate.

Según fuentes diplomáticas, el avión de la FAM cuenta con espacio para cerca de 150 personas y en un primer momento también se contemplaba el rescate de algunos ciudadanos de Centroamérica.

La aeronave, que partió el pasado 11 de marzo, trasladó en el vuelo de ida 1.5 toneladas de artículos para ayuda humanitaria a los ucranianos que huyen de la invasión de Rusia que comenzó el 24 de febrero.

Esta aeronave de la Fuerza Área Mexicana fue la segunda que cumple esas funciones luego de una primera que aterrizó el 4 de marzo con 81 personas rescatadas, entre las que había 44 mexicanos, 28 ucranianos, 7 ecuatorianos, un peruano y un australiano, además de un perro.

El presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó este miércoles que Occidente no tendrá éxito en lo que calificó como su intento de lograr el dominio mundial y desmembrar Rusia.

Si Occidente piensa que Rusia dará un paso atrás, no la entiende, dijo Putin en el vigésimo primer día de la guerra en Ucrania.

“Detrás del discurso hipócrita y de las acciones actuales del autodenominado colectivo occidental hay objetivos geopolíticos hostiles. Simplemente no quieren una Rusia fuerte y soberana”, indicó Putin.

En declaraciones a sus ministros que fueron transmitidas por la televisión estatal, Putin dijo que Occidente sólo fortalecerá a Rusia con sus acciones hostiles.

En su reconocimiento más explícito hasta la fecha del dolor infligido por las sanciones occidentales, dijo que la inflación y el desempleo aumentarán, aunque prometió apoyo a las familias con hijos. Asimismo, indicó que será necesario realizar cambios estructurales en la economía.

Putin dijo que Occidente declaró de forma efectiva el impago a Rusia como parte de sus sanciones por el conflicto en Ucrania, aunque dijo que se trató solo de un pretexto para que Occidente impusiera sanciones a Moscú.

“Occidente ni siquiera se molesta en ocultar que su objetivo es perjudicar a toda la economía rusa, a todos los rusos”, comentó Putin.

Según señaló, Rusia está dispuesta a discutir el estatus neutral de Ucrania en las conversaciones destinadas a poner fin a las hostilidades, pero seguiría cumpliendo los objetivos de su operación militar, que “avanza de acuerdo al plan”.

El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov insistió en que está dispuesta a que se celebre una cumbre entre Putin, y el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, aunque aseguró que no se trata de “reunirse por reunirse” sino que el encuentro debe ser para llegar a un acuerdo sobre la guerra abierta por la invasión rusa.

“Nuestro presidente ha declarado en repetidas ocasiones que no impide que se celebre una reunión de este tipo. Sin embargo, estas reuniones no deben ser sólo por reunirse. Hay que llegar a algún acuerdo”, afirmó el ministro de Lavrov.

El ministro denunció que Ucrania ha rechazado hasta ahora cumplir los Acuerdos de Misnk, pactados en 2015 para intentar una solución al conflicto militar entre separatistas prorrusos en el este de Ucrania y el Gobierno central.

“Dijeron que cumplirían sus promesas, pero no fue así. Hemos aprendido la lección. Preferimos tener conversaciones concretas”, señaló Lavrov, quien recordó que se mantienen las negociaciones mediante videoconferencia entre ambas partes.

Previamente Lavrov había dicho que se “está cerca” de obtenerse un acuerdo con Ucrania sobre las garantías de seguridad que reclama Moscú, y defendió el objetivo de Moscú, que es lograr la desmilitarización de Ucrania.

ARTURO SARUKHÁN

EL UNIVERSAL

Cuándo hace ya casi un mes Vladimir Putin Putin ordenó el ejército ruso iniciar lo que el Kremlin denominó una “operación militar especial”, un eufemismo ingente para lo que no es más que una invasión masiva de Ucrania, la suposición casi unánime en capitales alrededor del mundo era que Rusia lograría una victoria militar expedita y relativamente fácil. Pero ahora, con los ucranianos librando una heroica y tener resistencia y las tropas rusas empantanadas a las puertas de casi todas las ciudades importantes del país, aquí en Washington y en varias de las embajadas de naciones de la OTAN en esta capital crece la impresión de que no se avizora un desenlace claro para la fase militar de este conflicto derivado de una guerra aún más letal y prolongada, causando devastación en Ucrania, provocando una crisis humanitaria masiva -con casi tres millones de refugiados en movimiento- y amenazando con escalar las hostilidades. Entramos con ello aún etapa más turbia y difícil del conflicto, donde el nuevo desafío es cómo controlar lo que en gran medida es incontrolable: ¿cuáles son los cálculos, las reacciones y metas finales el mandatario ruso?

Yendo hacia delante, gran parte de la discusión es acerca de cómo construir o habilitar rampas de salida para el conflicto y para que Putin no se sienta arrinconado y sin el margen de maniobra para salvar cara al interior de Rusia. Hay tres canales de negociación abiertos, pero infructuosos (Francia , Israel y Turquía) en momentos en que Washington no se ha sentado hacer lo propio con Moscú, en gran medida por la convicción de qué Putin no está aún dispuesto a negociar. Y las rampas de salida para Putin son particularmente relevantes en momentos en que crece la posibilidad de qué naciones de la OTAN se vean envueltas más directamente en el conflicto, ya sea por accidente o diseño.

La pregunta clave al pensar en rampas de salida es si aceptará Putin una negociación real o seguirá presionando con posiciones maximalistas y con la expansión y profundización del asalto a Ucrania. El 7 de marzo, el portavoz del Kremlin expuso una serie de demandas para detener las acciones militares rusas: Ucrania debe cesar operaciones militares, asumir la neutralidad e incluirlo en su Constitución, aceptar que Crimea es parte de Rusia y reconocer la independencia de las llamadas “repúblicas populares” de Donetsk y Luhansk en Donbás. Sin que se mencione, casi con certeza en esta lista está la instalación de un nuevo gobierno en Kiev y una demanda previa de desmilitarización. Un esfuerzo potencial de solución podría proceder a lo largo de tres vías una negociación entre Kiev y Moscú, una negociación entre la OTAN y Rusia sobre las medidas para negociar la seguridad en Europa y una discusión sobre el alivio de la sanciones de Estados Unidos y otras naciones que las han impuesto. Si Moscú mostrara interés en una verdadera negociación con Kiev, Estados Unidos y la OTAN también podrían renovar sus ofertas para negociar sobre control de armas en Europa, reducción de riesgos y medidas de transparencia que podría hacer una contribución genuina a la seguridad europea, incluida Rusia. Occidente también podría dejar en claro que, si las fuerzas rusas abandonan Ucrania, habría un alivio de las sanciones (aunque podría mantener algunas para garantizar el cumplimiento por parte de Moscú).

Pero también se abre frente a nosotros dos interrogantes y una certeza. Primero, así como este mes reveló que el ejército ruso fracasó en su plan original de invasión, las próximas dos o tres pueden revelar si Ucrania sobrevivirá como Estado y estará en posición de negociar el fin de la guerra. Segundo, ¿se replanteará Putin sus objetivos con los sucesos de las últimas cuatro semanas? Dadas las actuales trayectorias militar, diplomática y de percepciones públicas de la invasión, una “victoria” militar parecería implicar para Moscú años de ocupación de una Ucrania hostil y anti-rusa, aislamiento político de buena parte del mundo y sanciones económicas que devastarán al economía rusa. Sin duda, ello conlleva un riesgo real y latente: que Putin crecientemente lea las medidas no como sanciones diseñadas para modificar su comportamiento en Ucrania sino como un esfuerzo para derrocar a su gobierno. Por ello, la administración Biden sigue enfatizando, tanto en público como en privado, que no tiene intención alguna en propiciar un cambio de régimen en Rusia. Y finalmente, hay ocasiones en las que las disyuntivas políticas o morales que enfrentamos son muy claras, y hoy el mundo -México incluido- vive uno de esos momentos. Hay espacio para estar en desacuerdo sobre los por qué de la invasión, hay áreas grises, incógnitas y espacio para debate. Pero hay una pregunta que hoy no permite ambigüedad alguna: ¿De qué lado se está? ¿Con una nación agresora que ha violado el derecho internacional, o con un país soberano que enfrenta una invasión premeditada e injustificada?

El multimillonario Elon Musk desafió al presidente ruso, Vladimir Putin, a un “combate” cuerpo a cuerpo. ¿El trofeo? Nada menos que Ucrania, escenario de una ofensiva del ejército ruso desde hace casi tres semanas.

“Por la presente desafío a Vladimir Putin a un combate (cuerpo a cuerpo). El premio es Ucrania”, escribió en Twitter el fundador de la compañía espacial SpaceX, sin precisar cómo sería el duelo.

“¿Acepta esta pelea?”, preguntó Musk en otro mensaje en ruso, dirigiéndose directamente a la cuenta oficial en inglés de Twitter del Kremlin. Y ante la incomprensión de uno de sus más de 77 millones de seguidores, aseguró que hablaba “completamente en serio”.

El presidente checheno, Ramzan Kadyrov, un firme partidario del presidente ruso y gran aficionado a las artes marciales, recomendó al multimillonario que no “luche contra Putin” debido a sus “categorías de peso demasiado diferentes”.

“No sería muy deportivo por parte de Vladimir Vladimirovich (Putin) vencer a un oponente más débil”, aseguró en su cuenta de Telegram, y propuso a Musk “entrenarse en varios centros de la República de Chechenia”.

“Aquí te diremos más sobre los oscuros métodos estadounidenses de relaciones públicas y te enseñaremos a llevar bien tus cuentas en las redes sociales”, agregó. “Saldrás de Chechenia sintiéndote otra persona”.

El multimillonario nacido en Sudáfrica manifestó previamente su apoyo a Kiev, tuiteando “Ucrania, aguanta” a principios de marzo, al tiempo que saludaba “al gran pueblo de Rusia, que no quiere” la guerra.

También respondió a un pedido de ayuda de un funcionario ucraniano activando el servicio de Internet satelital Starlink en Ucrania y enviando equipos a ese país para ayudar a llevar conectividad a las áreas afectadas por ataques militares rusos.

Musk está acostumbrado a la polémica en Twitter.

En febrero acusó al regulador bursátil estadounidense, que le impuso varias sanciones, de buscar amordazar su libertad de expresión, y comparó al primer ministro canadiense, Justin Trudeau, con Adolfo Hitler en un mensaje de apoyo a los opositores a las restricciones sanitarias impuestas por el gobierno. Luego lo borró.

Foto: Twitter @elonmusk

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, expresó este martes la preocupación de la Alianza por que Rusia pueda orquestar una operación falsa que incluya la utilización de armas químicas en Ucrania, a la que ha acusado previamente de albergar ese tipo de armamento.

“Estamos preocupados por que Moscú pueda montar una operación de falsa bandera que posiblemente incluya armas químicas”, indicó Stoltenberg en una rueda de prensa previa a la reunión de ministros aliados de Defensa del miércoles, al tiempo que alertó de las “absurdas denuncias” de Moscú sobre “laboratorios bioquímicos y armas químicas en Ucrania”.

Preguntado si este escenario provocaría la intervención de la OTAN en el conflicto ucraniano, el político noruego ha rehuido esta opción limitándose a decir que Rusia “pagará un alto precio” si emplea este tipo de armas. “No voy a especular sobre una respuesta militar de la OTAN”, subrayó.

Sobre la OTAN, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenskyy, dijo este martes que su país tiene que aceptar que no se convertirá en un miembro de la OTAN, una de las principales razones usadas por Rusia para justificar su invasión.

“Ucrania no es un miembro de la OTAN. Lo entendemos. Durante años hemos escuchado que las puertas estaban abiertas, pero también hemos escuchado que no podríamos unirnos. Esa es la verdad y hay que reconocerla”, dijo el presidente en una videoconferencia con responsables militares.

Por su parte la Asociación Nuclear Mundial (WNA) urgió la necesidad de un acuerdo entre Rusia y Ucrania para que las centrales nucleares, así como otras instalaciones críticas afectadas por la guerra “salgan fuera de este conflicto bélico inventado por los rusos”.

La directora general de la WNA, Sama Bilbao, señaló que al día de hoy, la situación de los 15 reactores nucleares que operan en Ucrania es estable, dentro de lo que significa estar en guerra, y explicó que en temas de seguridad todas las plantas hacen varias veces al año test con participación de servicios locales, regionales y nacionales para tener siempre un plan de emergencia listo.

Las centrales nucleares en Europa, en el peor de los escenarios posibles, están diseñadas para “aguantar el ataque e impacto de un misil”, dependiendo de la magnitud explosiva, señaló Salma Bilbao.

Y es que se informó que militares rusos controlan las centrales nucleares de Chernóbil y Zaporiyia junto con guardias y personal ucranianos.

Alexey Polishchuk, director del Segundo Departamento del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia,  dijo además que las dos centrales habían vuelto a operar con normalidad, y que los niveles de radiación eran también normales, “lo cual está confirmado por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA)”.

Mientras las preocupaciones por los efectos secundarios de la guerra crecen, las tropas rusas mantienen e intensifican sus  ataques, y ahora alcanzaron un vecindario residencial en Kiev y provocan un gran incendio y una frenética operación de rescate en un edificio de departamentos de 15 pisos. Al menos una persona falleció y otras siguen atrapadas en el interior.

El Ejército ucraniano explicó en un comunicado que los ataques eran de artillería y que alcanzaron el distrito de Svyatoshynskyi, en el oeste de la capital ucraniana, cerca del suburbio de Irpín, que ha sido testigo de algunas de las peores batallas de la guerra.

Las fuerzas rusas han intensificado también los ataques nocturnos sobre los suburbios occidentales de Irpín, Hostomel y Bucha, dijo el máximo responsable de la región de Kiev, Oleksiy Kuleba, en la televisión ucraniana.

Por otra parte, las tropas de Moscú han reanudado sus esfuerzos para tomar la importante ciudad portuaria de Mariúpol, en el sur, y lanzaron nuevos ataques de artillería sobre el centro de Járkiv, en el este, explicó el Estado Mayor del Ejército ucraniano en Facebook.

También se informó que la mujer que irrumpió en medio del informativo de una televisora rusa pro-Kremlin con una pancarta contra la guerra en Ucrania podría ser condenada a hasta 15 años de cárcel, dijo su abogado el martes.

“Calculo que mi cliente, Marina Ovsiannikova, corre el riesgo de ser objeto de un juicio penal y no administrativo, en virtud de una nueva ley que prevé hasta 15 años de cárcel”, dijo Daniil Berman. “Hay muchas posibilidades de que las autoridades decidan dar ejemplo para que otros detractores se callen”, agregó.

Ovsiannikova es empleada de la televisión Pervy Kanal, muy cercana al poder ruso. El lunes por la noche irrumpió en medio del informativo y se situó detrás de la presentadora con una pancarta en la que se leía: “No a la guerra, no crean la propaganda. Aquí les están mintiendo”.

Y es que las autoridades rusas aprobaron hace unos días una ley que castiga con hasta 15 años de cárcel la publicación de “informaciones calumniosas” sobre el ejército ruso. Marina Ovsiannikova, madre de dos niños pequeños, podría verse incluida en esta ley, según su abogado.

Al respecto, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció que ofrecerá asilo a la periodista.

Macron aseguró la puesta en marcha de contactos diplomáticos para dotar de algún tipo de “protección” a Ovsiannikova, poco después de que el Kremlin describiese como “vandalismo” la protesta que llevo a cabo la periodista ante las cámaras del Canal 1.

Moscú también informó este martes que había incluido al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, al secretario de Estado, Antony Blinken, y a otros funcionarios de alto rango de Washington en una “lista de exclusión” que les prohíbe entrar en el país.

Sus nombres, junto con el del secretario de Defensa, Lloyd Austin, el jefe de la CIA, William Burns, el consejero de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, y otros, fueron incluidos en una lista de 13 personas a las que se les prohibió la entrada a Rusia en respuesta a las sanciones impuestas por Washington a funcionarios rusos.

La ex secretaria de Estado Hillary Clinton también aparece en la lista.

Pero el Ministerio de Asuntos Exteriores dijo que mantenía relaciones oficiales con Washington y que, si era necesario, se aseguraría de que los contactos de alto nivel con las personas de la lista pudieran tener lugar.

El secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió este lunes que la guerra en Ucrania podría afectar dramáticamente al sistema alimentario mundial y provocar un “huracán de hambre”.

En particular, Guterres ha destacado que 45 países africanos y menos desarrollados importan al menos un tercio de su trigo de Ucrania o Rusia y que 18 de ellos importan al menos el 50%.

Entre ellas están Burkina Faso, Egipto, República Democrática del Congo, Líbano, Libia, Somalia, Sudán o Yemen. Además, Ucrania proporciona más de la mitad del suministro de trigo al Programa Mundial de Alimentos (PMA), la mayor agencia humanitaria del planeta.

“Debemos hacer todo lo posible para evitar un huracán de hambre y el colapso del sistema alimentario mundial”, apuntó el máximo responsable de la ONU en rueda de prensa.

Para Guterres, el conflicto va más allá de la zona de enfrentamientos y “es un asalto a los países más pobres”. “Mientras la guerra llueve sobre Ucrania, una espada de Damocles se cierne sobre la economía global, especialmente en el mundo en desarrollo”, añadió.

Además de un aumento en el precio de los alimentos, combustibles y fertilizantes, se pueden interrumpir las cadenas de suministros y aumentar los costos de la importación de suministros. “Independientemente del resultado, esta guerra no tendrá ganadores, sólo perdedores”, lamentó Guterres.

Guterres aprovechó para anunciar un nuevo desembolso del Fondo de Respuesta de Emergencia de la ONU de 40 millones de dólares para asistencia humanitaria a las personas más necesitadas.

Además, Guterres lamentó que la crisis en Ucrania esté drenando los recursos y la atención de otros sitios de conflicto que precisan ayuda con desesperación, por lo que ha reiterado su llamado a la comunidad internacional a encontrar maneras de financiar la ayuda de emergencia y la recuperación del mundo en desarrollo por medio de los
recursos que se han prometido.

Así, ha apelado a los líderes para que resistan “la tentación de aumentar los presupuestos militares a expensas de la ayuda oficial al desarrollo y la acción climática”.

En cuanto a los llamados para establecer una zona de exclusión aérea en Ucrania, Guterres explicó que conllevaría un riesgo de escalada de la crisis al nivel de conflicto global. “Sobre la base de ese análisis, creo que debemos ser prudentes, incluso cuando entiendo el llamamiento dramático del Gobierno de Ucrania”, precisó.

El secretario general de la ONU no dudó en señalar que la mayoría de las bajas civiles y de la destrucción de obras civiles son responsabilidad de las fuerzas rusas.

La cuarta ronda de conversaciones entre Ucrania y Rusia se reanudará mañana martes tras una “pausa técnica” este lunes, informó un negociador del gobierno ucraniano.

“Vamos a hacer una pausa técnica en las negociaciones hasta mañana” para permitir “seguir trabajando en los subgrupos de trabajo y aclarar” algunos términos, dijo en Twitter Mikhailo Podoliak, negociador y asesor del presidente ucraniano Volodimir Zelenski.

Estas negociaciones, calificadas de “difíciles” por Zelenski, habían empezado esta mañana, por videoconferencia.

Se trata de la cuarta ronda de conversaciones. Las tres anteriores se llevaron a cabo en las fronteras ucrano-bielorrusa y polaco-bielorrusa.

El jueves, también se produjo un primer encuentro entre los jefes de la diplomacia ruso y ucraniano en Turquía, que terminó sin un resultado positivo.

Ucrania había afirmado antes del inicio de estas últimas conversaciones del lunes que seguiría exigiendo una tregua inmediata y la retirada de las fuerzas rusas, después de casi tres semanas del inicio de la invasión el 24 de febrero.

Y es que aunque iniciaron conversaciones, los bomberos combatían los restos de un incendio en el bloque de departamentos dañado en la capital, Kiev, donde un joven residente aturdido describió el caos de la noche anterior en una ciudad que es objetivo del avance ruso pero que hasta ahora se había librado en gran medida de los bombardeos.

Las autoridades dijeron que al menos una persona falleció en el bombardeo y otra pereció por la caída de escombros tras un ataque con misiles en otra parte de la capital ucraniana.

Rusia niega estar atacando a la población civil y afirma que está realizando una “operación especial” para desmilitarizar y “desnazificar” Ucrania. Kiev y sus aliados occidentales lo consideran un pretexto infundado para iniciar una guerra.

El Ministerio de Defensa ruso dijo que al menos 20 personas fallecieron y 28 resultaron heridas cuando un misil ucraniano con una carga de racimo explotó en la capital de la región oriental de Donetsk, sin proporcionar pruebas.

Los separatistas prorrusos que controlan la región dijeron antes que había un niño entre los alcanzados, en lo que calificaron de crimen de guerra. Funcionarios ucranianos negaron las informaciones.

En tanto, la presidenta de la delegación ucraniana ante la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, Maria Mezentseva, urgió este lunes a esta institución a expulsar a Rusia de la organización paneuropea, 17 días después de que el país fuera suspendido temporalmente.

La parlamentaria del partido del presidente Volodímir Zelenski, apostó a favor de que la expulsión esté recogida en el informe que se debate este martes en la sesión extraordinaria sobre la invasión rusa de Ucrania.

El pleno votará una resolución y una recomendación al Comité de Ministros, órgano de decisión del Consejo de Europa, para determinar los próximos pasos a dar tras la suspensión de las actividades de Rusia en el Consejo de Europa.

La delegación ucraniana asegura que los cinco grupos políticos de la APCE están a favor de la exclusión rusa y de convertirse, así, en la primera organización internacional en hacerlo.

“Rusia está violando todas las reglas de esta organización”, dijo Mezentseva, que aseguró que es una oportunidad que dan a “la sociedad rusa para cambiar y elegir a un presidente de verdad que les represente, pero no a un terrorista en pleno siglo XXI”.

Por su parte el Kremlin dijo que todo marcha según lo planeado después de que uno de los aliados más cercanos de Putin, el jefe de la Guardia Nacional Viktor Zolotov, hizo el reconocimiento público más explícito hasta ahora de que la operación está siendo más lenta de lo esperado.

“No todo va tan rápido como nos gustaría”, dijo Zolotov, en su día encargado de la seguridad personal de Putin, en comentarios publicados en la página web de la Guardia Nacional. “…pero vamos hacia nuestro objetivo paso a paso y la victoria será para nosotros”.

Rusia tiene suficiente peso militar para cumplir sus objetivos en Ucrania a tiempo y en su totalidad, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, acusando a Estados Unidos y a la Unión Europea de tentar a Moscú para que ataque los principales centros de población ucranianos, algo que, dijo, Putin pidió al Ejército que no haga.

Aunque las tropas rusas no han entrado todavía en la capital, miles de personas han muerto en otras ciudades y pueblos ocupados o cercados desde la invasión.

La invasión ha hecho huir a más de 2.8 millones de personas a través de las fronteras de Ucrania y ha atrapado a cientos de miles en ciudades asediadas.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, reiteró su posición de no intervención en el conflicto entre Ucrania y Rusia porque una “confrontación directa” entre Moscú y países de la OTAN sería el desencadenante de una “tercera guerra mundial”.

“No libraremos una guerra contra Rusia en Ucrania. La confrontación directa entre la OTAN y Rusia sería la tercera guerra mundial”, dijo Biden en una publicación en sus redes sociales.

El presidente estadounidense ha enfatizado que un conflicto a gran escala, que involucre a más potencias, es precisamente lo que se tiene que prevenir.

Pese a esto, Biden ha querido “ser claro” y ha enfatizado el compromiso de Washington para defender “cada centímetro del territorio de la OTAN con todo el poder de una OTAN unida y galvanizada”.

Más tarde, durante un evento en Filadelfia, Biden aseguró que defenderá “cada centímetro” del territorio de la OTAN, incluso si eso significa una Tercera Guerra Mundial, es decir, no lo hará por Ucrania pero si por la OTAN.

“Apoyaremos a Ucrania, mientras continuamos unidos a nuestros aliados en Europa y enviaremos un mensaje inequívoco: defenderemos cada centímetro del territorio de la OTAN”, reiteró el mandatario al decir que Estados Unidos tiene una obligación sagrada con el territorio de la OTAN.

Por su parte la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, afirmó este viernes que el compromiso de Washington con la defensa colectiva de la OTAN es “férreo”, esto durante su visita a Rumania, que ha sufrido una avalancha de refugiados procedentes de Ucrania en medio de la invasión rusa a ese país.

“Nos tomamos en serio, y estamos preparados para actuar, nuestras palabras cuando decimos: un ataque contra uno es un ataque contra todos”, dijo Harris durante una conferencia de prensa con el presidente rumano, Klaus Iohannis.

Harris también agradeció a Rumania, un país balcánico de 19 millones de habitantes, por recibir a decenas de miles de personas desplazadas de Ucrania a principios de esta semana. Se espera que la crisis de refugiados ucranianos se vuelva más desafiante en los próximos días y semanas. Harris dijo que el pueblo rumano ha sido “extraordinario en la generosidad y el coraje que han mostrado en este momento”.

Las tropas rusas intensifican su Jofensiva en Ucrania, donde bombardearon por primera vez la ciudad de Dnipro y dos aeródromos militares del oeste del país, mientras estrechan este viernes el cerco en torno a Kiev, la capital, en medio de denuncias sobre nuevos ataques contra civiles.

Más de dos semanas después de que Rusia iniciara la invasión de Ucrania, el 24 de febrero, miles de civiles siguen atrapados bajo los bombardeos, en tanto más de 2.5 millones huyeron del país, según estimaciones de la ONU.

Los países occidentales han impuesto fuertes sanciones a Moscú y enviado fondos y refuerzos militares a Ucrania, pero no han logrado impedir el avance de Rusia, que efectuó múltiples bombardeos la madrugada de este viernes.

En el terreno, tres misiles alcanzaron edificios de civiles en la ciudad de Dnipro, en el centro de Ucrania, este viernes temprano, destrozando una fábrica de zapatos y matando a un guardia de seguridad.

Hasta ahora, la ciudad había sufrido muy pocos ataques, por lo que se convirtió en un centro de coordinación de ayuda humanitaria y de recepción de desplazados.

Los bombardeos nocturnos también alcanzaron las ciudades de Chernígov, Sumy y Járkov, fuertemente impactadas por la ofensiva rusa. Los ataques causaron daños en edificios de viviendas e infraestructuras de suministro de agua y electricidad.

Cerca de Oskil, en la región de Járkov, un edificio para personas con discapacidad fue blanco de los bombardeos rusos, indicó este viernes un responsable local. En el centro había 330 personas en el momento del ataque, 73 de las cuales pudieron ser evacuadas. No se registraron víctimas.

Este ataque se produjo dos días después del bombardeo contra un hospital pediátrico de Mariúpol, que provocó la muerte de tres personas, incluida una niña. En esa ciudad, a orillas del mar de Azov, la situación es descrita como “apocalíptica”. Según su alcalde, Vadim Boishenko, más de 1,200 residentes murieron en Mariúpol tras diez días de asedio.

Además, el aeródromo militar de Lutsk, en el noroeste, también fue bombardeado y cuatro militares ucranianos murieron, informaron las autoridades locales. Moscú dijo que el aeropuerto quedó “fuera de servicio”.

El Ejército ucraniano alertó en un informe que “el enemigo está intentando eliminar las defensas de las fuerzas ucranianas” en numerosas localidades al oeste y el norte de Kiev con el objetivo de “bloquear la capital”. Esta fuente no excluyó “un movimiento del enemigo hacia el este en dirección a Brovary”, a las puertas de Kiev.

Desde el inicio de la ofensiva, el 24 de febrero, las fuerzas invasoras han rodeado al menos cuatro grandes ciudades ucranianas y han enviado vehículos armados al flanco noreste de Kiev, donde suburbios como Irpin o Busha llevan días bajo las bombas.

Este viernes, el Kremlin apuntó que ciudadanos de Siria y de otros puntos de Oriente Medio podrían ser autorizados a combatir junto a las fuerzas rusas en Ucrania. En tanto el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, acusó a Rusia de contratar “asesinos de Siria, un país donde todo ha sido destruido por los ocupantes, algo por lo que nos están haciendo pasar a nosotros”.

Con toda la ofensiva que se lleva a cabo, hay zonas donde los corredores humanitarios están funcionando. Cerca de 100,000 personas han podido salir de la ciudad de Sumy, de Izium y de áreas del noroeste de Kiev en los dos últimos días, informaron las autoridades ucranianas.

El gobierno ruso prometió la apertura diaria de corredores humanitarios para que los ucranianos huyan de los combates y puedan llegar a Rusia, pero Ucrania se niega a evacuar a sus ciudadanos a Rusia y reclama corredores humanitarios dentro de sus fronteras.

La mitad de la población de Kiev huyó desde el inicio de la invasión rusa, el 24 de febrero, informó este jueves el alcalde de la capital ucraniana, Vitali Klitschko.

“Según nuestros datos, uno de cada dos habitantes de Kiev dejó la ciudad. Hoy, se encuentran en ella algo menos de dos millones de personas”, afirmó a la televisión ucraniana.

“Kiev se ha convertido en una fortaleza”, dijo Klitschko, dos semanas después del lanzamiento del ataque ruso. “Cada calle, cada edificio, cada puesto de control se fortificó”.

Kiev contaba con 3.5 millones de habitantes antes del inicio del conflicto con Rusia. Según la ONU, más de 2.3 millones de personas han huido de Ucrania en estas dos semanas.

Además, Liudmyla Denisova, encargada de derechos humanos en el Parlamento ucraniano, informó este jueves que al menos 71 niños murieron en Ucrania desde el inicio de la ofensiva rusa el 24 de febrero.

“Desde el inicio de la invasión rusa al 10 de marzo (…) 71 niños resultaron muertos y más de 100 heridos” indicó en un comunicado en Telegram.

Ayer, el bombardeo de un centro médico que albergaba una maternidad y un hospital infantil en Mariúpol dejó tres muertos, uno de ellos una niña, según fuentes municipales.

En Malyn, en el oeste, cinco personas murieron, tres de ellas niños, cuando siete casas fueron bombardeadas, dijo Denisova, que citó varios ejemplos de ataques rusos en los que hubo niños fallecidos.

Con esto, Naciones Unidas tiene ya confirmada la muerte de unos 550 civiles como consecuencia de los combates en Ucrania, aunque la propia organización asume que estos datos serían sólo la punta del iceberg.

El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos cree que la cifra es “considerablemente mayor” a las 1,506 víctimas que tiene registradas, entre las que figuran 957 heridos y 549 muertos. La organización ha explicado que tiene denuncias sin verificar y que hay zonas de las que apenas han llegado datos, como puede ser Mariúpol.

En el marco de estos informes, la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, declaró en Varsovia que la OTAN se ha vuelto “más fuerte” y Rusia “más débil”, debido al conflicto en Ucrania.

“La alianza de la OTAN es más fuerte y Rusia es más débil por lo que ha hecho (el presidente ruso Vladimir) Putin”, señaló Harris, mientras que su anfitrión, el presidente Andrzej Duda, denunció la invasión de las fuerzas rusas, que calificó de “barbarie con características de genocidio”.

“Tenemos que salvar a Ucrania”, pidió el jefe de Estado polaco, pidiendo “nuevas sanciones contra Rusia”.

Duda se refirió a bombardeos de instalaciones médicas ucranianas, como el hospital pediátrico en Mariúpol, e informó que hay fiscales de la Corte Internacional de Justicia de La Haya que están actualmente en Polonia recabando pruebas entre los refugiados ucranianos sobre un posible crimen de guerra.

“Creo que su trabajo concluirá con acusaciones serias que traerán consigo condenas para los criminales de guerra”, confió.

Harris también hizo referencia a las “atrocidades inimaginables” de las últimas 24 horas en Ucrania, citando el bombardeo del hospital en Mariúpol, y subrayó que el departamento de Justicia estadounidense creó un grupo de trabajo para investigar las presuntas “actividades criminales” de “instituciones y particulares” de Rusia.