El número de migrantes que solicitaron la condición de refugiado en nuestro país ascendió a un récord de 37,606 peticiones durante el primer trimestre de 2023, un incremento de 29.2% frente a los tres primeros meses de 2022.

“Tras el primer trimestre, el número de solicitantes de la condición de refugiado en México llegó a 37,066 lo que supera la cifra récord del primer trimestre del año pasado en 29.2%”, cuando se recibieron 29,109 peticiones, detalló el titular de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), Andrés Ramírez.

La cifra del primer trimestre de 2023 es cercana a las 40,910 solicitudes de refugio que se registraron durante todo 2020, en medio de la pandemia de la COVID-19, mientras que el mayor número de solicitudes en un año fue en 2021 con un total de 129,756 peticiones.

El repunte de este primer trimestre ocurre después de que México recibió 118,772 peticiones de migrantes que solicitaron asilo, la segunda cifra más alta tras la de 2021.

Por nacionalidad, los migrantes de Haití encabezan la lista de solicitudes de refugio en estos primeros 3 meses con 13,631 solicitudes; seguidos de los de Honduras, con 8,620; de Cuba, con 2,596; de Venezuela, con 2,547; y el Salvador, con 1,716.

Del total de migrantes que pidieron ser reconocidos como refugiados, solo 7,369 trámites fueron atendidos en los primeros tres meses, de los que un 68% recibieron una respuesta positiva.

Por país de origen, el mayor volumen de migrantes reconocidos como refugiados fueron los provenientes de Honduras, seguidos de los nacidos en Haití, Venezuela, El Salvador y Cuba.

Tan solo en marzo pasado, el número de solicitudes de refugio a México por migrantes ascendió a 12,549, un dato ligeramente inferior a las 13,116 peticiones del mismo mes de 2022.

En los últimos 10 años, la Comar ha recibido un total de 457,143 solicitudes de asilo por migrantes, de las que solo 98,397 han sido resueltas como positivas y 44,036 fueron rechazadas.

Los migrantes hondureños son los que encabezan la lista de solicitudes favorables en los últimos 10 años, seguidos de los venezolanos, salvadoreños, haitianos, cubanos, guatemaltecos y nicaragüenses.

La presencia de migrantes en las fronteras de nuestro país se ha intensificado este año desde que Estados Unidos anunció nuevas medidas, que incluyen la deportación inmediata de migrantes de Haití, Venezuela, Nicaragua y Cuba que crucen la frontera de manera irregular.

Esas devoluciones se aplican mediante el Título 42, una política implementada por el expresidente Donald Trump, que permite expulsarlos con el pretexto de la pandemia de la COVID-19.

El dato se conoce una semana después de que 39 migrantes murieran en un incendio en la estación migratoria del Instituto Nacional de Migración (INM) en Ciudad Juárez, Chihuahua.

La noche del lunes de la semana pasada, después de una jornada de detenciones de migrantes en Ciudad Juárez, cerca de 70 personas permanecían retenidas en la estación migratoria, donde 39 de ellos fallecieron tras desatarse un incendio de causas todavía por determinar en el interior de la estación.

Según el relato oficial, el fuego lo iniciaron los propios migrantes al quemar unos colchones como protesta al enterarse de que iban a deportarlos.

Además de los 39 migrantes que perdieron la vida, también hubo 28 heridos, de los que cuatro han sido dados de alta y 24 continúan hospitalizados, algunos con pronósticos delicados.

Entre los muertos hay seis hondureños, siete salvadoreños, 18 guatemaltecos, siete venezolanos y un colombiano

Lo que más ha generado polémico, fue el video que se filtró tras el incendio, en el que se muestra cómo los agentes de seguridad a cargo de la estación huyeron del lugar sin liberar a los migrantes quitando los candados que se encontraban colocados, mientras la estancia se llenaba de humo.

Esto ha abierto la puerta a especulaciones acerca de la presunta negligencia y omisión de los trabajadores, entre los que se encontraban empleados del INM y de la empresa de seguridad privada Camsa.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



Escribe un comentario