Esta mañana, Emilio Lozoya, exdirector de Pemex, arribó a la Ciudad de México proveniente de Madrid, como parte de su proceso de extradición.

Según informó la Fiscalía General de la República (FGR), Lozoya aterrizó a las 00:46 horas en el aeropuerto capitalino. Y aunque el procedimiento señala que debia ser puesto a disposición ante los jueces que ordenaron su captura de manera inmediata, su salida de las instalaciones del AICM demoró alrededor de tres horas.

Los representantes de los medios de comunicación que realizaban la cobertura de su llegada reportaron que el convoy en el que Emilio Lozoya abandonó el aeropuerto se dio minutos antes de las cuatro de la mañana.

Seguido en tiempo real por los medios, el convoy se dirigió al Reclusorio Norte de la Ciudad, al que llegó alrededor de las 4:24 de la mañana.

Ante la presencia de la prensa, la entrada de los vehículos se dificultó, por lo que tomó un aproximado de 15 minutos para que los vehículos pudieran ingresar al complejo penitenciario.

Hasta ahí, todo parecía haber sido un traslado exitoso; sin embargo, rápidamente comenzó a circular en las redes sociales versiones de que dicho operativo había sido un señuelo para que no se supiera la verdadera ubicación del exdirector de Pemex.

La FGR reportó que al practicarle el examen médico que el protocolo señala, a Lozoya se le “encontró anemia desarrollada y problemas sensibles en el esófago, así como una debilidad general en toda su salud, por lo que propuso su internación en un hospital”.

Así, la Fiscalía indicó que Lozoya fue trasladado a un hospital de la capital y no al Reclusorio como se hizo creer.

Incluso Alfonso Durazo, quien acompañó al presidente López Obrador en su conferencia matutina, aseguró que Lozoya sí había sido llevado al Reclusorio.

“Efectivamente fue ingresado en este penal pero fue trasladado inmediatamente después a un hospital por algunos síntomas de algunas molestias que presentó. Estoy tratando de localizar el reporte de la Fiscalía” dijo el encargado de la seguridad en el país.

Fue cuestión de horas para que las fotografías del traslado, con la cara de la persona que se pensaba era Lozoya, circularan en las redes, viniéndose abajo la versión de su traslado al reclusorio.

Mientras la mayoría de los internautas acusaban a la FGR de haber “montado un operativo”, algunas personas como Juan Omar Fierro, colaborador de la revista Proceso, aseguró que para poderse catalogar como un montaje, “alguna fuente oficial debió avalar el engaño y nadie confirmó en FGR que era Lozoya, nadie. Los medios nos fuimos de bruces con el operativo”.

Y es que así ha sucedido, hasta ahora ninguna autoridad ha hecho comentarios al respecto confirmando o desmintiendo el operativo, o bien informando sobre el paradero de Lozoya.

Foto: Twitter

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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