En una escena bastante planeada, aseguran medios locales, Emmanuel Macron llegó a la plaza de museo de Louvre. En una caminata en solitario y en un camino de luces que tenían como destino un estrado con luces, el presidente electo llegaba para dirigirse a sus electores quienes se concentraron para recibirlo tras el anuncio de su victoria.

En el fondo, la pirámide del museo parisino, fruto de la voluntad de un hombre de izquierdas (el presidente Mitterrand) y otro de derechas (Chirac, entonces alcalde de París). De fondo Himno de la alegría, que también es el de Europa. En resumen, una secuencia semióticamente recargada.

 

“Quiero reservar unas palabras para aquellos que han votado por Marine Le Pen, a veces con convicción. Les respeto, pero en los próximos cinco años lo haré todo para que no tengan ninguna otra razón para votar por los extremos. Esta noche solo veo al pueblo de Francia, reunido. Lo que representáis esta noche en el Louvre es un fervor, un entusiasmo. La energía del pueblo de Francia”, aseguró Emmanuel Macron.

En su discurso siguió: “Europa y el mundo esperan que defendamos el espíritu de la Ilustración, amenazado en tantas partes, que traigamos una nueva esperanza, un nuevo humanismo, el de un mundo más seguro, con libertades defendidas, con crecimiento y una mayor justicia y ecología”.

 

 

 

Con un viva la república y viva Francia termina el discurso de Macron a sus votantes. Acto seguido siguió con saludos junto a su esposa a los votantes que están celebrando el triunfo.

Con información de Agencias / Foto: Twitter

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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