Recep Tayyip Erdogan obtuvo una ligera ventaja en la primera vuelta de las elecciones presidenciales turcas que se celebraron ayer, mientras su principal rival busca evitar que el presidente prolongue su mandato a una tercera década.

La segunda vuelta de las elecciones, al no haber alcanzado el umbral del 50% necesario ninguno de los candidatos, se llevará a cabo el próximo 28 de mayo.

La Alianza Popular de Erdogan, formada por su partido de raíz islamista AK y sus socios nacionalistas, estaban cerca de obtener la mayoría en el nuevo parlamento con 321 de los 600 escaños, lo que aumentaría aún más sus posibilidades en la segunda vuelta presidencial.

“El ganador ha sido, sin duda, nuestro país”, dijo Erdogan en un discurso ante sus seguidores en la sede del AKP en la capital, Ankara.

Con el 99% de las urnas escrutadas en la votación presidencial, Erdogan lideraba con un 49.4% y su principal rival de la oposición, Kemal Kilicdaroglu, sumaba un 44.96%, dijo a la prensa el presidente de la Alta Junta Electoral, Ahmet Yener.

La autoridad electoral destacó que la participación ciudadana en los comicios fue del 88.8%.

Para aumentar aún más las esperanzas de Erdogan, el candidato nacionalista Sinan Ogan, que quedó tercero en las elecciones del domingo, dijo a Reuters que sólo apoyaría a Kilicdaroglu en la segunda vuelta si éste descartaba cualquier concesión a un partido prokurdo, el tercero más grande del parlamento.

Y es que el partido apoya a Kilicdaroglu, por lo que se le ha acusado de tener vínculos con militantes kurdos, algo que él niega.

Los 2.8 millones de votantes que apoyaron a Ogan en la primera vuelta serán cruciales para Kilicdaroglu si quiere derrotar a Erdogan.

Los sondeos de opinión mostraban a Erdogan por detrás de Kilicdaroglu, pero el resultado sugiere que el presidente y su Partido AK han sido capaces de movilizar a los votantes conservadores a pesar de la crisis económica, incluida la alta inflación.

Kilicdaroglu, abanderado de una alianza de seis partidos, prometió imponerse en la segunda vuelta y acusó al partido de Erdogan de interferir en el recuento y la comunicación de los resultados. Por ello,pidió paciencia a sus partidarios, que este lunes se mostraron ‘derrotados’.

Las elecciones han sido seguidas de cerca en Europa, Washington, Moscú y en toda la región, donde Erdogan ha afirmado el poder turco al tiempo que reforzaba los lazos con Rusia y ponía en tensión la tradicional alianza de Ankara con Estados Unidos.

Erdogan es uno de los principales aliados del presidente Vladimir Putin y es probable que su fuerte desempeño anime al Kremlin pero inquiete a la administración Biden, así como a muchos líderes europeos y de Oriente Medio que tienen relaciones problemáticas con Erdogan.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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