Este domingo el pueblo de Francia, quien estaba molesto por reclamar su derecho de superioridad intelectual sobre los estadounidenses, millones de ciudadanos se detuvieron para hacer un suspiro sobre lo inteligentes que eran sobre sus aliados en el Atlántico.

En los bares y cafés de toda Francia, los votantes lanzaron un suspiro de alivio al saber que la arrogante comparación con la población estadounidense, seguiría siendo viable pero en el futuro.

Pierre Grimange, un cafetero parisino, bebió un vaso en Burdeos y brindó a su nación “por no ser tan estúpida como los Estados Unidos después de todo”.

“Mucho estaba en juego hoy: el futuro de nuestras tradiciones liberales y nuestra propia democracia”, dijo. “Pero de lejos la mayor pérdida de todo habría sido nuestro derecho a mirar hacia abajo a los estadounidenses”.

“Gracias a Dios ¡eso ha quedado asegurado!” Exclamó Grimange.

Pero, sentada a unas cuantas mesas de distancia, Helene Commonceau, otra parisina, admitió que no entendía de qué se trataba toda la celebración. “Somos más inteligentes que los estadounidenses, cierto, pero nos hab´ían puesto la vara muy bajo, ¿no?”, Dijo.

Con información de The New Yorker

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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